¿No está Dios demasiado enojado en el Antiguo Testamento para que los teólogos digan que nos ama infinitamente?

Si lo ves desde un punto de vista meramente humano, tal vez llegues a la conclusión errónea. Pero si lo ves desde un punto de vista espiritual, podrás entender mejor la paciencia de Dios.

Piensa en esto: para los días de Noé, la tierra estaba tan llena de maldad y corrupción, que Jehová, sintiendo pesar por el actuar de la familia humana decidió acabar con toda la maldad mediante un diluvio. ¿Lo hizo de un día para otro? No. Más bien le pidió a su siervo que construyera una gran arca que le tomaría décadas terminar, y desde que anuncia su decisión hasta que cumple su profecía pasan 120 años (Génesis 6:3). Entre tanto, les advirtió a todas las personas lo que ocurriría.

Cuando escoge y prepara a Moisés para que libere a Israel de la esclavitud, lo espera pacientemente durante 40 años. Moisés era un hombre violento, que incluso mató a otro en una ocasión. Pero cuidando ovejitas en Madián, aprendio a ser pacífico. Además, Jehová podría haber exterminado a Faraón de buenas a primeras con todo su poder, pero le envió 9 advertencias claras y contundentes. A la décima plaga recien Faraón accedió.

Su pueblo le fue infiel adorando a dioses paganos. Esta actitud les trajo muchos problemas debido a la falta de unidad, desobediencia y divisiones entre ellos. Aún así, Jehová los socorría vez tras vez cuando ellos clamaban por su ayuda. Esto duró siglos.

En la actualidad, Jehová ha sido más que paciente, pues ha visto cada abuso, injusticia y muerte cometidos a través de la historia. Y sin embargo, aún está extendiendo la invitación a toda la humanidad para salvarse de la destrucción venidera cada vez más cerca, para traer un gobierno de verdadera paz y justicia a la humanidad.

Las Escrituras nos enseñan que Dios es muy paciente con todos. Pero también nos enseña que esta paciencia tendrá un límite: "Busquen a Jehová todos ustedes, los mansos de la tierra, los que obedecen sus justos decretos. Busquen la justicia, busquen la mansedumbre. Probablemente se les oculte durante el día de la furia de Jehová" (Sofonías 2:3).