¿Cuál es la razón más convincente para aprender matemáticas?

Para que no te engañen.

Esa es la razón principal. Una persona con conocimientos matemáticos es difícil de engañar por una noticia tendenciosa, tiene una gran capacidad de pensamiento crítico y no cae en las trampas de los políticos o periodistas al presentar cifras de manera torticera. Detecta las falacias mucho más fácilmente, entiende las manipulaciones y los engaños de la publicidad, sabe interpretar las gráficas con las que presentan datos que aparentemente parecen indicar lo contrario de lo que indican…

Una persona anumérica es víctima de engaños con gran facilidad, tanto que ni se da cuenta.

Hay más razones, algunas muy alejadas de lo que imagina alguien que haga sinceramente esa pregunta. Ahí va otra: por el placer que producen. La belleza matemática se aparece a los pacientes, decía la Medalla Fields recientemente fallecida Marian Mirzakhani. Y es verdad. Detrás de la matemática hay una belleza difícil de imaginar, sólo accesible a quienes tienen la paciencia de irse adentrando poco a poco en el mundo matemático.

Otra razón: no es posible entender el mundo sin saber matemáticas.

Tres razones de mucho peso, como puedes ver. Tan alto tesoro no se obtiene sin esfuerzo, esa es la pena. Pero vale la pena.