¿Qué invasión alemana dio inicio a la Segunda Guerra Mundial?

La respuesta corta es la Invasión de Polonia, pero me parecería interesante profundizar un poco más.

El 1 de septiembre de 1939 se da inicio a la operación “Caso Blanco” (en alemán, Fall Weiss)

Puede que la invasión comenzara el 1 de Septiembre, pero nueve días antes los ministros de exteriores tanto de la Unión Soviética como del Tercer Reich se habrían reunido en Moscú con el fin de firmar lo que se conoce como el pacto Ribbentrop-Mólotov, un pacto de no agresión, que escondía una cláusula secreta la cual acordaba el reparto del territorio polaco entre alemanes y soviéticos.

La Invasión de Polonia

Fue la primera acción bélica que emprendería el Tercer Reich durante su existencia.

El ejército polaco fue rápidamente derrotado, al no poder hacer frente a la modernizada y bien dirigida Wehrmacht, la cual pone en escena por primera vez su famosa técnica, la Blitzkrieg.

No obstante la caída de Polonia sería acelerada por la invasión de los soviéticos el 17 de Septiembre.

Esta operación militar dejaría claro que las tácticas de la anterior Gran Guerra habían quedado obsoletas, y aún más, que Alemania no era ninguna broma.

Es curioso como Francia y Gran Bretaña no dudan en declarar la guerra a Alemania cuando invade Polonia, pero no hacen nada respecto a la invasión soviética de 16 días después.

Pero, ¿Por qué querrían invadir Polonia?

La razón fue que tras la primera guerra mundial, tanto los alemanes como rusos habían salido mal parados de los tratados de paz con grandes pérdidas territoriales.

Para Alemania esto supuso una clara humillación, y además la separación de su territorio en dos, quedando Prusia oriental separada del resto de Alemania.

Desde su llegada al poder Adolf Hitler tenia como objetivo el unir a todos los germanos bajo una misma nación, Anschuluss.

El 12 de marzo de 1938 Hitler logra anexionarse Austria pacíficamente, mas tarde los Sudetes, (una región checoslovaca de mayoría alemana) mediada por los aliados en la Conferencia de Múnich, y finalmente el resto de Checoslovaquia, formando un estado títere en Eslovaquia.

El próximo objetivo del Führer era la anexión del corredor de Danzig, en Polonia, de ahí la razón para la invasión.