También conocido como Principio de asimetría de la estupidez. Yo constantemente me debato entre las dos opciones. Sin embargo, en lo que a la web se refiere, hace tiempo que he tomado una decisión: las preguntas capciosas y las que llevan en su interior afirmaciones falsas, falaces, doctrinarias o malintencionadas no están hechas para ser contestadas, sino
a. Para hacer propaganda de ideas falsas
b. Para molestar
En ambos casos son expuestas al público, y es ese potencial lector el que se merece una contestación; no el autor de la pregunta o afirmación falsa, que normalmente no merece nada. Así, para minimizar el daño, creo que ninguna afirmación falsa debe quedar sin su correspondiente contestación. Que ya sabemos por Goebbels que una mentira suficientemente repetida se convierte en verdad en la mente de la gente, y por Thomas que Si las personas definen las situaciones como reales, éstas son reales en sus consecuencias.
Así que sí, tiene sentido hacerlo. Hay que romper el círculo de la falsedad, contraponiendo el conocimiento genuino. No para rebatir al autor, sino pensando en el potencial lector de la afirmación aberrante.
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