¿Recomendarías alguien joven iniciarse en el mundo de las ventas (comercial) a puerta fría?

LA MAYORÍA DE LOS JÓVENES NO ENTIENDE ESTO ACERCA DE SU PRIMER EMPLEO

El beneficio principal de la juventud es tiempo. Puedes equivocarte todo lo que quieras, explorar diferentes carreras, darte el permiso de intentar sin ningún tipo de expectativas.

Mi primer empleo (después de trabajar en la librería de mis padres) fue como analista de reclutamiento para una compañía llamada “Forbes Worldwide”. Dicho trabajo consistía en hacer llamadas en frío.

Recibía un listado de empresas de los Estados Unidos de América. También de Europa (Francia e Italia, principalmente). Tenía que llamar y averiguar el nombre, correo y número directo del presidente, vice presidente y director de ventas de esas compañías internacionales.

Luego, esa información iba a las manos del reclutador. El llamaba a dichas personas y les ofrecía un mejor empleo con la compañía que nos contrató para realizar esa tarea a cambio de una comisión.

Esto se conoce como “Head Hunting”, aunque yo siempre lo llamaré “Espionaje corporativo”.

Sí, era un espía.

Mi misión, si decidía aceptarla, era averiguar la información, entregar la información en forma ordenada y luego disfrutar mi paga (comisión).

Me volví tan bueno que hasta me nombraron líder de equipo. Así que sí, yo era Ethan Hunt (Tom Cruise).

Este trabajo era complicado por dos razones específicas: Nadie estaba esperando mi llamada y, por otra parte, mentía para conseguir la información. Aún recuerdo cuando una secretaria se dio cuenta de lo que estaba haciendo y me dijo: “Somos la compañía ABC y aquí no damos nombres”.

Al cabo de un año renuncié para dar clases de guitarra. Luego me enteré que el dueño de la empresa de reclutamiento ejecutivo, legitimaba capitales y estaba en la lista de los más buscados por el F.B.I.

Así que sí, mi jefe era un fugitivo de la ley.

Toda una película. Ya con 22 años decido iniciar en el mundo de las conferencias, sin clientes, sin contactos y sin experiencia.

Entonces recurrí a mis habilidades aprendidas, las de espía corporativo.

Comencé a llamar a todas las escuelas secundarias de la zona. En la primera llamada averiguaba el nombre, número directo y correo del director/coordinador. Usualmente tenía que enamorar a la secretaria para que facilitara la información de interés.

Tres días después llamaba al director “en frío” para ofrecerle mis conferencias. La primera vez llamé y dijeron “Si”, luego me contrataron tres veces más. Ese fue el inicio.

Si no hubiera trabajado para aquel fugitivo de la ley, quizás no me hubiera atrevido a hacer la llamada…enamorar a la secretaria (creo que le rompí el corazón) y, finalmente, obtener los clientes.

Toda experiencia laboral durante nuestra juventud debemos verla como parte de nuestro portafolio experimental de habilidades, no necesariamente nuestra profesión final. Eso lo decidirás luego.

Si vendes café en un bus, estás practicando ventas.

Si atiendes mesas, estás practicando atención al cliente.

Si repartes propaganda en medio de la calle, estás practicando marketing.

Ponlo en perspectiva.

Tus “pequeños” inicios serán el detonante para una mejor vida.

Tu misión, si decides aceptarla, es pensar a largo plazo. Tienes todo el tiempo del mundo para ser quien realmente quieres ser.

Juan J. Churión.

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