Hay un viejo chiste de la Segunda Guerra Mundial de Alemania, alrededor de 1944, que dice algo como esto:
Cuatro coches se acercan a un cruce en Berlín. En uno hay un coronel de la Wehrmacht, pero el conductor es un soldado raso; en uno hay un SS Obersturmführer; en uno hay un Gestapo Kriminalassistent; en uno hay un Gauleiter del Partido Nazi. No hay señales, todos creen que tienen el derecho de paso y hay un gran amontonamiento en el cruce. ¿De quién fue la culpa? - Los judios'!
La broma es, por supuesto, que los nazis siempre culparon a los judíos, incluso cuando obviamente se habían equivocado completamente por su cuenta, e incluso cuando ya no había judíos a quienes culpar; en ese momento, todos los judíos sobrevivientes en la "Alemania propiamente dicha" estaban en los campos.
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