Aniversario: Desperté empapado en sudor, lagrimas corrían por mis mejillas, todo provocado por un sueño… ha sido de lo más extraño. El calendario marca 12 de octubre. Debe ser por eso, me repito cientos de veces hasta llegar a la bañera. La fecha no deja de rondar mis pensamientos, a pesar de eso el día ha transcurrido con cierta normalidad. Me dirijo a casa, tratando de recordar el sueño de esta mañana, ¿por qué no puedo? Estoy a punto de llegar y la melancolía me obliga a desviar el camino hasta un pequeño parque en las orillas del rio. Recuerdo cuando mi padre me traía a jugar por las tardes, se dedicaba a empujar mi columpio favorito hasta que los brazos se le cansaban, construíamos grandes edificios con piedras y ramas y cuando el sol por fin se ocultaba me contaba fantásticas historias, hasta aquel 12 de octubre cuando el columpio perdió impulso mientras mi padre caía y nunca más se levantó. Desde entonces no he vuelto, no hasta hoy, ahora me encuentro frente a las verdes rejas que separan al parque de todo lo demás; a lo lejos diviso un niño pequeño paseando con su padre, me dispongo a entrar. He pasado toda la tarde observándolos y parece que ninguno se percata de mi presencia, tienen la misma rutina de mi infancia y ahora que lo pienso ese hombre se parece tanto a él… tal vez por eso sigo aquí, ya no puedo soportarlo, sin embargo no me voy, es tiempo de la historia… ¡la historia! ¡Carajo! ¿Qué me pasa? Soy un adulto y ese hombre no es mi padre, lo tengo claro, debo dejar de hacer esto y regresar a casa. Estoy dispuesto a marchar cuando caigo en la cuenta de que alguien se acerca a mí. -¿Ya te vas?, Esa voz… - Aun te debo una última historia. Nos sentamos en el lugar de siempre y hemos platicado hasta el anochecer. Regresaré mañana, le digo con una amplia sonrisa en el rostro. –No debes. Es su respuesta. ¿Por qué? ¿Acaso no deseas volver a verme?, la felicidad que me había embargado desparece por completo. Es la primera vez que te veo desde aquella tarde. Si regresas será el fin de tu existencia. ¡¿Qué?!. –Ya has estado aquí cientos de veces, en la misma situación y repitiendo las mismas palabras. Es cierto, no sé cuántas veces he vivido esto, es tan confuso… ¿cómo es posible? ¿Significa que mi vida no ha avanzado desde el 12 de octubre? ¿Qué está pasando? , no puede ser real, ¡es una locura!, yo no... Yo podría… entonces yo… desperté empapado en sudor, lagrimas corrían por mis mejillas, todo provocado por un sueño… ha sido de lo más extraño. El calendario marca 12 de octubre, debe ser por eso…