Según la poeta argentina Alejandra Pizarnik, la lectura de poesía implica una relación de tres:
“Si me preguntan para quién escribo, me preguntan...
Según la poeta argentina Alejandra Pizarnik, la lectura de poesía implica una relación de tres:
“Si me preguntan para quién escribo, me preguntan por el destinatario de mis poemas. La pregunta garantiza, tácitamente, la existencia del personaje. De modo que somos tres: yo, el poema y el destinatario. Cuando termino un poema, no lo he terminado. En verdad lo abandono, y el poema ya no es mío o, exactamente, el poema existe apenas. A partir de ese momento, el triángulo ideal depende del destinatario o lector. Únicamente el lector puede terminar el poema inacabado, rescatar sus múltiples sentidos, agregarle otros nuevos. Terminar equivale, aquí, a dar vida nuevamente, a recrear.”
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