Los avances en la ingeniería en alimentos también han llevado a la personalización de la dieta y la creación de alimentos funcionales. Mediante el uso de la nutrigenómica y la tecnología de encapsulación, es posible desarrollar alimentos que se adapten a las necesidades individuales de los consumidores. Además, se están diseñando alimentos funcionales enriquecidos con compuestos bioactivos para promover la salud y prevenir enfermedades.