La pregunta de si nunca nos bañamos dos veces en la misma corriente de la conciencia y si el tiempo solo nos deja la presencia de lo que retiene la memoria es una cuestión compleja que ha sido objeto de debate por filósofos y psicólogos durante siglos.
La idea de que nunca nos bañamos dos veces en la misma corriente de la conciencia se basa en la premisa de que el flujo de la conciencia es constante y dinámico. Cada momento es único e irrepetible, y nuestra percepción del mundo cambia continuamente a medida que experimentamos nuevas cosas.
Por otro lado, la memoria juega un papel fundamental en la construcción de nuestra identidad y en la forma en que experimentamos el tiempo. Los recuerdos nos permiten conectar el pasado con el presente y el futuro, y dan sentido a nuestras experiencias.
En mi opinión, ambas perspectivas tienen algo de verdad. Es cierto que la conciencia es un proceso dinámico y que el tiempo cambia constantemente. Sin embargo, la memoria también es una parte importante de nuestra experiencia del tiempo, y nos permite mantener un sentido de continuidad y de identidad personal.
En conclusión, no hay una respuesta simple a la pregunta de si nunca nos bañamos dos veces en la misma corriente de la conciencia. Es una cuestión que depende de nuestra propia perspectiva y experiencia del tiempo.
Aquí hay algunos puntos adicionales a considerar:
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