Antiinflamatorios no esteroideos
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son drogas muy usadas en veterinaria para el tratamiento del dolor de origen traumático o de origen quirúrgico.
El uso de estos fármacos consigue reducir la intensidad del dolor y las dosis de opioides utilizadas, aunque rara vez consiguen una analgesia completa, a no ser que se trate de procedimientos menores. Además de su efecto analgésico, se sabe que ejercen efectos antiinflamatorios y antipiréticos. Los AINE más utilizados en la actualidad en pequeños animales son el meloxicam, el carprofeno, el ketoprofeno, y el vedaprofeno.
Entre los posibles efectos secundarios asociados a estas drogas cabe destacar anorexia, vómitos, diarrea, nefrotoxicidad que puede conducir a un fallo renal agudo, así como la disminución de la agregación plaquetaria y el consecuente aumento del sangrado perioperatorio.
Los AINE disminuyen la agregación plaquetaria y pueden incrementar el sangrado perioperatorio.
Los AINE están contraindicados en pacientes con alteraciones de la coagulación, alteraciones digestivas o con patología renal.
Para comprender estos efectos hay que conocer el mecanismo de acción de los AINE, que se basa en la inhibición de la ciclooxigenasa (COX), enzima responsable de la producción de prostaglandinas (regulan el flujo sanguíneo renal y protegen la mucosa gástrica) y del tromboxano A2 (TXA2) (potente agente que participa en la agregación plaquetaria).
En un inicio se identificaron dos isoformas de esta enzima: la COX-1, encargada de la homeostasis celular y de los procesos de protección gástrica y renal y la COX-2 encargada de la síntesis de prostaglandinas que participan en el proceso inflamatorio. Esto llevó a creer que los inhibidores selectivos de la COX-2 ejercerían los efectos terapéuticos deseables sin los efectos secundarios.
Hoy en día se sabe que la isoenzima COX-1 también es responsable de la producción de prostaglandinas que participan en la inflamación e hiperalgesia y que la COX-2 participa en funciones importantes en órganos como el riñón, el cerebro o en el tracto reproductivo.
Los AINE están contraindicados en pacientes con alteraciones de la coagulación, alteraciones digestivas o con patología renal. Tampoco deberían ser utilizados en pacientes hipovolémicos, deshidratados o hipotensos por el riesgo de daño renal asociado, o de forma concomitante con corticoides por el riesgo de ulceración gástrica.