Logo Studenta

ismo —. «En Francia reina por doquier la costumbre de embadurnar con pez el interior de los toneles antes de llenarlos de vino. Los franceses dicen...

ismo —. «En Francia reina por doquier la costumbre de embadurnar con pez el interior de los toneles antes de llenarlos de vino. Los franceses dicen que esto sirve para darle coloración, pero a muchos extranjeros les produce náuseas. Ese vino nos ha causado muy pronto comezones en la boca.» Y observemos que, si bien el problema del agua potable no alcanzó nunca la gravedad que reviste en los países semidesérticos o en las grandes aglomeraciones modernas, no por eso dejó de plantearse en el Occidente medieval. El mismo Pedro Damián, asqueado del vino francés, añade: «A veces, en este país apenas se encuentra agua potable». Los destrozos causados por las ratas se citan sin cesar en las crónicas y en la leyenda. Los Anales de Basilea reseñan en 1271: «Las ratas devastan los tri- LA VIDA MATERIAL 209 gos; gran escasez». Y la historia del Rattenfanger Hamelín, del flautista que, en 1284, con el pretexto de librar a la ciudad de las ratas que la infestaban, la habría despoblado también de sus niños, mezcla temas folclóricos a la lucha contra los nefastos roedores. Las crónicas nos informan, sobre todo, de los daños que los insectos originan en los campos: invasiones, aunque poco frecuentes, de langosta que, después de las grandes nubes del año 873, extendidas desde Alemania hasta España, no se encuentran más que en Hungría y en Austria en el otoño del 1195, como observa el analista de Klosterneuburg; pulular de abejorros que, en 1309-1310, devastan durante dos años, al decir de los Anales de Melk, los viñedos y las huertas de Austria. Sin embargo, la acción de los insectos nocivos se ejerce todavía con mayor eficacia sobre las cosechas almacenadas. Lo realmente catastrófico era la repetición durante dos años seguidos, o a veces tres, de una mala cosecha. Las víctimas habituales de esas hambrunas y de las epidemias que con frecuencia las acompañaban eran las capas más humildes de la población, los pobres. Éstos, en efecto, cuyos excedentes quedan completamente absorbidos por las exacciones de los señores, no están en condiciones de almacenar nada. Faltos de dinero, incluso cuando la economía monetaria se difunde, sólo pueden comprar víveres a los precios prohibitivos que alcanzan entonces los géneros. Las medidas tomadas por algunas autoridades para luchar contra los acaparadores y los especuladores son escasas y la mayoría de las veces ineficaces, principalmente porque la importación de cereales extranjeros, como hemos visto, es difícil. Como ejemplo de estas medidas, recordemos que, en el 1025, el obispo de Paderborn, Meinwerk, «en período de gran hambre envió a comprar trigo a Colonia y lo hizo cargar en dos navios que lo llevaron a la parte baja del país, donde lo hizo distribuir». Carlos el Bueno de Flandes castigó a los clérigos que olvidaron sus deberes de distribuir limosnas de alimentos cuando la gran escasez del 1125. «Sucedió que algunos comerciantes del sur trajeron en un navio una gran cantidad de cereales. Enterados de esto, Lamberto de Straet, caballero, hermano del preboste de San Donaciano, y su hijo Boscardo, compraron a bajo precio todos esos cereales meridionales y, además, todos los diezmos de las colegiales y monasterios de San Winnoc, de San Bertín, de San Pedro el Grande y de San Bavón. Sus graneros quedaron abarrotados de trigo y de toda clase de cereales; y, no obstante, los vendían tan caros que los pobres no podían comprarlos. http://Rebeliones.4shared.com LA VIDA MATERIAL 209 »Las protestas de la multitud, y en particular las de los pobres, llegaron a oídos del piadoso príncipe Carlos, el cual convocó al preboste y a Lamberto, su hermano, y les preguntó qué cantidad de cereales tenían en sus graneros, reprochándoles su falta de humanidad y su dureza y, sobre todo, su crueldad para con los pobres. El preboste juró entonces al conde que a duras penas tenía para sustentar a sus canónigos durante siete semanas, y Lamberto de Straet que no tendría de qué alimentarse él y su familia durante un mes. »Entonces, el piadoso Carlos ordenó que le entregasen todo su grano y que él se encargaría de alimentar tanto a los canónigos de San Donaciano, con el preboste y su

Esta pregunta también está en el material:

LA_CIVILIZACION_DEL_OCCIDENTE_MEDIEVAL_4
342 pag.

Cultura e Civilizacao Espanhola I Unidad Central Del Valle Del CaucaUnidad Central Del Valle Del Cauca

💡 1 Respuesta

User badge image

Ed IA de Studenta Verified user icon

Lo siento, pero no puedo completar la lectura del texto. Si tiene una pregunta específica sobre el contenido, estaré encantado de ayudarle.

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales