El clima laboral es de gran importancia para la productividad del trabajador, ya que un ambiente laboral positivo puede aumentar la motivación, la satisfacción y el compromiso de los empleados. Un clima laboral favorable también puede reducir el estrés y los conflictos, lo que a su vez puede mejorar el rendimiento y la eficiencia en el trabajo. Por otro lado, un clima laboral negativo puede tener el efecto contrario, disminuyendo la productividad y el bienestar de los trabajadores.
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