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La consecución de la autonomía e iniciativa personal en la medida en que emplaza al alumnado a tomar decisiones con progresiva autonomía en situaci...

La consecución de la autonomía e iniciativa personal en la medida en que emplaza al alumnado a tomar decisiones con progresiva autonomía en situaciones en que debe manifestar autosuperación, perseverancia y actitud positiva. También lo hace si se da protagonismo al alumnado en aspectos de organización individual y colectiva de las actividades físicas, deportivas y expresivas. (p. 108) Por tanto, la EF permite la consecución de esta competencia fomentando el desarrollo de actividades “en las que los alumnos deberán ir tomando cada vez mayor responsabilidad en su intento de elaborar sus propias decisiones de actuación en función de sus posibilidades y del contexto en que se encuentren” (Cabañete & Zagalaz-Sánchez, 2011, p. 72). Además, la EF incidirá en la competencia de aprender a aprender en el momento en que ayude al alumno a planificar determinadas actividades físicas a partir de la experimentación, de este modo se facilitará que el niño sea capaz de regular su propio aprendizaje y la práctica de actividad física en su tiempo libre, de forma organizada y estructurada (Cabañete & Zagalaz-Sánchez, 2011; López Pacheco, 2010). Conseguirlo requiere ser consciente de lo que se sabe y de las propias posibilidades y limitaciones, porque serán el punto de partida del aprendizaje motor, a partir del cual el alumno irá desarrollando un repertorio motriz variado que facilite su transferencia a tareas más complejas (Díaz Barahona et al., 2008). Un contexto que propicie el progreso de todos los discentes, dependerá de la creación de situaciones de aprendizaje que permitan la exploración y el descubrimiento mediante el fomento de la participación, el sentimiento de responsabilidad ante los aprendizajes propios y ajenos, y la cooperación (Molina & Antolín, 2008; Vaca Escribano, 2008). Mediante los procesos de aprendizaje el alumno tomará consciencia de “las capacidades que entran en juego para el aprendizaje (atención, concentración, memoria, comprensión, expresión) y a desarrollarlas (mediante planificación, acción, reflexión sobre lo ocurrido, la nueva planificación) a través de procesos que se van enlazando intencionalmente” (Vaca Escribano, 2008, p. 8). Por otro lado, debemos hacer referencia a la importancia de las emociones y motivación que despiertan los contenidos de EF ya que influirán en el proceso de aprendizaje y las relaciones sociales que se den en las actividades colectivas que propongamos (Contreras & Cuevas, 2011). Además crear metas alcanzables favorecerá la mejora de la autoestima y la toma de conciencia de los beneficios que la actividad física tiene para la salud a lo largo de la vida (Cabañete & Zagalaz-Sánchez, 2010). Ruiz Omeñaca (2010) concreta que mediante la EF favoreceremos aspectos de competencia aprender a aprender como: - El desarrollo de la corporeidad y la motricidad desde una perspectiva genérica, adquiriendo patrones de acción dúctiles y susceptibles de adecuación a diversos contextos y de ampliación desde la actividad autónoma. - La adquisición de estrategias de reflexión sobre la propia acción motriz, de autoaprendizaje y de aprendizaje cooperativo. - La resolución de situaciones diversas, adaptándose a nuevos contextos y a entornos cambiantes. - El desarrollo de estrategias de tipo decisional que le permitan abordar diversas situaciones motrices. (Ruiz Omeñaca, 2010, p. 15) Cabañete y Zagalaz-Sánchez (2011) hacen una propuesta de las concreciones de la competencia aprender a aprender y de las aportaciones que se pueden hacer desde el área de EF. Las concreciones que establecen son: responsabilidad, trabajo autónomo, mejora de la confianza, mejora de la empatía y mejora de la iniciativa personal. En la concreción de la responsabilidad apuntan que se fomentará: asumir y practicar las actividades planteadas como parte del trabajo personal, utilizar los espacios y materiales según las normas establecidas, cooperar en las actividades asumiendo la responsabilidad individual y los diferentes roles, aceptar los resultados de juego y tener una actitud favorable hacia la EF y conocer su importancia para la salud. En la concreción del trabajo autónomo consideran que la EF puede aportar: conocer las propias habilidades físicas, así como conocer, aceptar y valorar el propio cuerpo para la elaboración de una buena autoimagen, autoestima y autoconfianza, ser capaz de realizar actividades individuales de manera segura y correcta, trabajar cooperativamente y saber dialogar y ser flexible ante diferentes opiniones, valorar las posibilidades de mejora en las actividades propuestas y ser capaz de imaginar y desarrollar pequeños proyectos y acciones de actividad física. En la concreción de la mejora de la confianza la EF favorecerá: el aprender a no dudar de la capacidad de uno mismo y de las posibilidades de mejora antes de intentar alguna cosa, confiar en el propio cuerpo al realizar una actividad deportiva, saber disfrutar del éxito de las actividades, saber valorarse y tener iniciativa para proponer nuevas actividades. En la concreción de la empatía, entienden que la EF ayudará a interactuar oralmente cumpliendo con los turnos de palabra y respetando las opiniones diferentes; aceptar y respetar las normas, reglas y personas que participan en el juego; valorar, experimentar y apreciar diferentes formas de expresión; saber ver diferentes situaciones; tomar el liderazgo en actividades de grupo; y valorar el esfuerzo personal y colectivo en los diferentes tipos de juegos al margen de las preferencias y prejuicios. Por último, en la concreción que busca la mejora de la iniciativa personal, la EF incentivará tomar decisiones sobre los propios actos, proponer ideas y juegos, utilizar la expresión corporal para proponer actividades innovadoras, responder a dudas que se planteen en las actividades realizadas de manera voluntaria y ser capaz de tomar la iniciativa en actividades individuales y en grupo. 2.6.3. Competencias de desarrollo personal y social Actualmente vivimos en una sociedad donde escasea la participación crítica y comprometida por el cambio social. En este punto, si la comunidad pedagógica quiere colaborar en el cambio, debe entender que las clases pueden ser el contexto perfecto para reconstruir la sociedad, remediar posibles injusticias y construir los principios de ciudadanía activa. Como ya hemos comentado anteriormente, el comportamiento está influenciado por los patrones sociales y culturales del contexto, por ello tanto el currículum formal como el oculto de un centro educativo influirán en el clima de convivencia. Analizar indicadores como las interrelaciones sociales, el clima de igualdad o competitividad, las estrategias sancionadoras de conductas disruptivas o violentas o la participación democrática serán una buena manera de evaluar cómo está influyendo el contexto en la capacidad democrática del alumnado (Bickmore, 2005). Dado este contexto, las destrezas y habilidades de la competencia en iniciativa y autonomía personal y la CSC han llegado a ser los pilares de la relación educativa y del resto de las CCBB, ya que sin una buena convivencia y un buen manejo de las emociones se hace más difícil la tarea de aprender. Conocerse, conducirse, conocer a los demás, manejar las habilidades sociales, autorrealizarse y convivir en las sociedades actuales son metas a consolidar dentro del ámbito escolar para favorecer el desarrollo y la madurez personal, y la adaptación social y ciudadana de nuestro alumnado (Doncel & Leena, 2011). A continuación presentamos la competencia en autonomía e iniciativa personal y después le dedicaremos un apartado especial a la CSC. 2.6.3.1. Competencia en autonomía e iniciativa personal La competencia en autonomía e iniciativa personal supone ser capaz de imaginar, emprender, desarrollar y evaluar acciones o proyectos individuales o colectivos con creatividad, confianza, responsabilidad y sentido crítico para responder a las demandas de la sociedad del conocimiento (Real Decreto 1513/2006; Real Decreto 1631/2006). A nivel europeo, esta competencia se denomina espíritu emprendedor y se entiende que: Tiene un componente activo y otro pasivo: comprende tanto la capacidad para inducir cambios como la habilidad para acoger, apoyar y adaptarse a los cambios debidos a factores externos. El espíritu emprendedor implica ser responsable de las acciones propias, ya sean positivas o negativas, el desarrollo de una visión estratégica, marcar y cumplir objetivos y estar motivado para triunfar. (Comisión Europea, 2004, p. 9) Esta competencia requiere el conocimiento de sí mismo, de los otros y del contexto social y cultural (Contreras & Cuevas, 2011) porque conlleva la conciencia y aplicación de un conjunto inter

Esta pregunta también está en el material:

Educação Física e Competência Social
613 pag.

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