En síntesis, “la autonomía y la iniciativa personal suponen ser capaz de imaginar, emprender, desarrollar y evaluar acciones o proyectos individual...
En síntesis, “la autonomía y la iniciativa personal suponen ser capaz de imaginar, emprender, desarrollar y evaluar acciones o proyectos individuales o colectivos con creatividad, confianza, responsabilidad y sentido crítico” (Marco Tiefel, 2008, p. 73). Educar a personas para la autonomía, la toma de decisiones, el desarrollo de un espíritu emprendedor y la adquisición de iniciativa personal, en un mundo complejo como es el actual, es viable desde los planteamientos socializadores propios de la cooperación (Ruiz Omeñaca, 2010). Procesos colaborativos, bien planteados, posibilitan la participación inteligente en sociedad proporcionando bienestar y fomentando la reflexión y responsabilidad ante la vida (Contreras & Cuevas, 2011).
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