DISTORSIÓN N.° 5 CONCLUSIÓN PRECIPITADA (también llamada inferencia arbitraria): interpretar las cosas de forma negativa sin datos que fundamenten ...

DISTORSIÓN N.° 5 CONCLUSIÓN PRECIPITADA (también llamada inferencia arbitraria): interpretar las cosas de forma negativa sin datos que fundamenten las conclusiones. Existen dos muy frecuentes. A) LECTURA DEL PENSAMIENTO, PENSAR MAL: Suponer, sin pruebas, lo que otros piensan sin comprobarlo. B) ANTICIPACIÓN NEGATIVA (también llamada error del adivino): esperar que las cosas salgan mal sin tener pruebas suficientes para ello. Transformar una posibilidad en un hecho cierto y actuar en consecuencia. De nuevo, para las dos conclusiones precipitadas es muy conveniente buscar los hechos a favor y en contra del pensamiento (primera fase de la reestructuración cognitiva). Diseñar situaciones en nuestra vida cotidiana que pongan a prueba nuestras conclusiones precipitadas. Considerar nuestro pensamiento como una hipótesis que hay que contrastar, es decir, averiguar su validez o veracidad. A) LECTURA DEL PENSAMIENTO, PENSAR MAL: Ante esta distorsión que, si es frecuente, genera un estilo personal «malpensado» o suspicaz, nos conviene observar las respuestas de los demás de manera más objetiva. Preguntar al otro, cuando alberguemos la duda o tengamos la «certeza» de que piensa mal de nosotros o de que realiza acciones porque está disgustado con nosotras/os. B) ERROR DEL ADIVINO: Si se produce con frecuencia esta distorsión genera un estilo pesimista, y para modificarlo, observar si en la práctica ocurre lo que tememos o salen mal las cosas. Calcular en porcentajes la probabilidad de que ocurra lo que predecimos. Cuidar de no provocar sin querer lo que anticipamos (profecía autocumplida) con nuestra actitud negativa. En caso de que sucediera, valorar los recursos de que disponemos para hacerle frente.