Hay que reconocer que los fanáticos que perpetraron la barbarie del 11 de septiembre de 2001 (no confundir con la efeméride de 1973), demostraron u...
Hay que reconocer que los fanáticos que perpetraron la barbarie del 11 de septiembre de 2001 (no confundir con la efeméride de 1973), demostraron una clarividencia absoluta: no atacaron la Casa Blanca ni el Capitolio, sino los verdaderos centros de poder de la nueva superpotencia: el Pentágono y, especialmente, Wall Street.
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