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El principio del paralelismo psicofísico afirma que dos conjuntos de eventos, procesos nerviosos y procesos mentales, discurren uno al lado del otr...

El principio del paralelismo psicofísico afirma que dos conjuntos de eventos, procesos nerviosos y procesos mentales, discurren uno al lado del otro, en exacta correspondencia pero sin interferencia; son, en última instancia, dos aspectos diferentes de la misma experiencia. Uno no puede ser la causa del otro” (Titchener, 1909, 13-14). Los postulados de la Psicología estructural definen un sistema psicológico que, centrado en el análisis de los contenidos de la experiencia, persigue: (1) describir los hechos de la experiencia, (2) desarrollar una estructura lógica en la que ubicar aquellos, y (3) lograr que se reconozca la Psicología como una ciencia con un lugar definido y propio dentro de la institución académica. Distingue ciencia de (psico)tecnología (Titchener, 1914). No sólo son independientes, sino que existe una primacía de la primera respecto de la segunda: la “Psicología se ocupa de la mente normal, humana, adulta, no es ni la ciencia de la salud mental ni la de la mejora mental” (Titchener, 1916, 2). Existen ámbitos de aplicación, pero él no los incluye en sus manuales: Todavía es pronto insistía. Tampoco tienen cabida en su sistema los seres vivos que no son capaces de recibir entrenamiento, o no pueden o no saben expresar sus experiencias. No es posible una Psicología animal, ya que los animales con incapaces de hablar “(...) porque no tienen nada que decir (...) si los animales pensaran, podrían sin duda utilizar sus órganos vocales para hablar; puesto que no hablan no pueden ni tan siquiera pensar” (Titchener, 1916, 267). “En general, los psicólogos norteamericanos y alemanes pensaban que estaban en una batalla cuyo objetivo era lograr que el antiguo territorio [la Psicología] cayera bajo una nueva autoridad (...) Titchener nunca llegó a formar parte de la Psicología norteamericana. Los americanos salían a estudiar con Wundt; y regresaban entusiasmados por la ‘nueva’ Psicología, pero practicaban inevitablemente, a menudo inconscientemente, otro tipo de Psicología, una Psicología que se ocupaba de las capacidades humanas y de las diferencias individuales (…) No se planteó iniciar investigación en Psicología animal, la cual, en su fase experimental, había comenzado ya en Norteamérica, pero tampoco en Psicología anormal e infantil, ni en Psicología individual –y esto es probablemente lo más relevante. Quería trabajar sobre la mente; los Norteamericanos comenzaban a ocuparse de las mentes” (Boring, 1950, 412-413). Estructuralismo frente a funcionalismo Luchó por convertir su sistema psicológico en la orientación dominante en el horizonte americano. Consiguió alzar una protesta generalizada contra las restricciones que su sistema imponía sobre la investigación psicológica, pero no contra el rigor experimental ni el entorno donde llevaba a cabo su programa investigador. Su ideología cientificista y su decidida apuesta por el experimento y el laboratorio para deslindar la Psicología de otras disciplinas, no científicas (ética, metafísica o epistemología) o científicas (anatomía, fisiología, neurología), y no su sistema, resultaron decisivas en el proceso. Los psicólogos podían, en aquellos duros años, mostrar fuertes desacuerdos sistemáticos, pero todos coincidían en considerar el laboratorio como una etiqueta que garantizaba el éxito académico y la necesaria imagen de ciencia. En su intento por controlar la Psicología experimental definió una estrategia. 1. Una ambiciosa tarea de traducción que, dado el carácter monolingüe de muchos estudiantes y la falta de manuales de Psicología en inglés, puso a disposición de aquellos obras de Psicología, especialmente de orientación wundtiana. 2. Una activa investigación a la alemana, dentro de los más estrictos cánones experimentales, que ofrecía a la comunidad psicológica mediante una revista, The American Journal of Psychology. Stanley Hall, su propietario, repartió en 1895 la responsabilidad editorial a partes iguales con Sanford, wundtiano director del laboratorio psicológico de la Universidad de Clark, y con Titchener, quien iría incrementando su dominio sobre la revista con los años hasta ser editor único entre 1921 y 1925. 3. Asimiló la nueva Psicología con una Psicología de laboratorio, la fuente básica de datos psicológicos y núcleo de formación. Mantuvo el rol definido por Wundt del psicólogo como docente e investigador. 4. Formó un gran número de psicólogos (54 obtuvieron el grado de doctor con él), sobre los que mantuvo una autocrática influencia, y que actuaron como maestros e investigadores en distintas universidades y laboratorios. Organizó (1904) y presidió una Sociedad de Psicólogos Experimentales que, sin regirse por normas formales, se reunía las primaveras de cada año en distintos laboratorios para presentar y discutir las investigaciones en marcha. En ella la palabra experimental mantuvo el estricto significado que Titchener le daba, sin incluir Psicología aplicada, anormal, animal o infantil. 5. Formuló un sistema de carácter estructural y experimental, centrado en el estudio de los contenidos de la experiencia (Tortosa y cols., 1994, 1995). Su intento fracasó, como era fácilmente predecible, y no sobrevivió a un entorno hostil con sus ideas al que no supo adaptarse, desapareciendo su sistema con su muerte. En realidad, ni el wundtismo ortodoxo, ni su positivista y asociacionista versión anglo-americana, tuvieron nunca nada que hacer en el muy diferente entorno intelectual, cultural, ideológico y social norteamericano. La Escuela se diluyó tras su muerte, pero el énfasis en el método experimental y el laboratorio lo hicieron suyo psicólogos de todas las orientaciones. “La muerte de ningún otro psicólogo podía alterar tanto el cuadro de la Psicología norteamericana. No sólo fue único entre los psicólogos norteamericanos por su personalidad y su actitud científica, también fue uno de los puntos cardinales en la orientación sistemática nacional. La abierta oposición entre el conductismo y sus aliados, por un bando, y algún antagonista diferente, por otro lado, sólo aparece clara cuando la oposición se establece entre el conductismo y Titchener, los tests mentales y Titchener, o la Psicología aplicada y Titchener. Su muerte, en cierto sentido, crea un auténtico caos clasificatorio en la Psicología sistemática norteamericana” (Boring, 1927, 489). 15.3. El funcionalismo contraataca El funcionalismo, como señalara Angell, dejó de ser “poco más que un punto de vista, un programa, una ambición”, para convertirse en escuela de pensamiento en contraposición al estructuralismo. Lo que Titchener estaba atacando no tuvo nombre hasta que él mismo lo bautizó. Como parte de la reacción provocada se produjo un movimiento general de protesta que acabó formulando una propuesta funcionalista. Su vitalidad provino de la protesta contra la exclusividad reclamada desde el estructuralismo para el estudio científico de la mente: “En estos momentos, el funcionalismo, antes de convertirse en un sistema respetable y ortodoxo, disfruta de la fuerza característica de cualquier tipo de protesta” (Angell, 1907, 61). Determinar cómo se desarrolla la conciencia y cómo funciona se percibe como más importante que descubrir sus elementos constitutivos” (Angell, 1904, III). Angell comenzó a articular su respuesta poco después de iniciarse el siglo XX. En 1903 analizaba las relaciones que las Psicologías estructural y funcional mantenían con la filosofía (Angell, 1903). Ofrecía, como antes James en su famoso capítulo sobre la corriente del pensamiento (James, 1890), una crítica durísima al postulado estructuralista que consideraba que la conciencia está constituida por unidades elementales (sensaciones) que se asocian entre sí, la sensación no es una entidad psíquica discreta asociable. Destaca también la disparidad que existe entre el concepto biológico y psicológico de estructura. No existe ningún elemento psíquico similar a la célula; ésta puede aislarse experimentalmente, y puede demostrarse su existencia, lo que no ocurre con la sensación, un mero artefacto conceptual una vez se pretende aislarla en el flujo continuo de procesos. “Una cualidad sensorial concreta depende funcionalmente de las características existentes en la situación que la provoca. Por mucho que una investigación profundice en su intento por estudiar una sensación concreta que se experimenta en un momento dado, siempre resultará necesario tomar en consideración la manera en que se experimenta y las razones de que se experimente. Es decir, la misma descripción es funcionalista, y así debe serlo” (Angell, 1907, 67). Además, no debemos olvidarlo, también debe tenerse en cuenta el propio “color afectivo” de la condición momentánea, el humor y los objetivos. Mantiene explícita la relación entre Ps

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Historia de la psicologìa
538 pag.

Psicologia Universidad Nacional Autónoma De MéxicoUniversidad Nacional Autónoma De México

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