El impulso clave en este sentido viene dado desde una dimensión que podríamos llamar “organizacional”, y que Benjamin Coriat (2001) ha explorado a ...

El impulso clave en este sentido viene dado desde una dimensión que podríamos llamar “organizacional”, y que Benjamin Coriat (2001) ha explorado a partir de la imagen de la “entrada del cronómetro al taller”. En efecto, la producción artesanal, asociada al taller y los antiguos gremios, impide la formación de un trabajo independiente de sus bases humanas. Para ello es necesario construir un dispositivo organizacional adecuado, lo que se logra una vez que el taylorismo comienza la/su introducción a la fábrica. Con la repetición de gestos parcelados y subdivididos en unidades temporales, se termina con el control obrero sobre los modos operatorios de la producción.