Dado que el motivo central de este cuento es el laberinto y que en esa imagen se condensa gran parte del sentido filosófico de esta historia, le su...
Dado que el motivo central de este cuento es el laberinto y que en esa imagen se condensa gran parte del sentido filosófico de esta historia, le sugerimos abordar la cuestión desde una perspectiva lúdica. Esta actividad está pensada para complementar la pregunta 4 de “En Profundidad”. • Lleve a clase ejemplos de laberintos típicos de las secciones de pasatiempos de periódicos y revistas y deles una copia a sus estudiantes. Pídales que intenten encontrar la salida a esos laberintos en un tiempo determinado. Le sugerimos cronometrar el tiempo. Déjeles, por ejemplo, 4 minutos para hacer el primero, 3 para el segundo y 2 para el tercero. Así, sus estudiantes podrán empezar a sentir el estrés, el sentido de competición y la frustración que experimentan los dos reyes en sus propios laberintos. • Después, pregúnteles cómo se han sentido mientras buscaban las salidas a esos laberintos. A continuación, pídales cuáles de esas ideas usarían para responder a la pregunta 4.a de “En Profundidad”. • Continúe con las preguntas 4.b y 4.c de esa sección señalando el significado metafórico de un laberinto y los parecidos y diferencias entre los laberintos de los dos reyes. • Para terminar la actividad, podría pedirles a sus estudiantes que, pensando en el significado metafórico del laberinto como problemas o complicaciones de la vida, expliquen la diferencia metafórica entre un laberinto artificial como el del rey de Babilonia y un laberinto real como el del rey de Arabia. Si puede llegar a este punto con sus estudiantes, estos podrían ver que se tratan de problemas artificialmente creados en el caso del rey de Babilonia (quien, efectivamente, no tendría ningún problema con el rey de Arabia de no haberse burlado de él con su laberinto) o dificultades que existen en la vida y que no han sido creadas por un ser humano.
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