relaciones sexuales coitales sin deseo de embarazos consiguiente, se supone que desean tomarse interés y asumir la responsabilidad de las decisione...

relaciones sexuales coitales sin deseo de embarazos consiguiente, se supone que desean tomarse interés y asumir la responsabilidad de las decisiones de su vida sexual. Embarazarse o no ya no es un hecho que no se conozca cómo ocurre ni es algo de mala suerte, ni es una cuestión para “cerrar los ojos” cuando llega la situación erótica a desbordarse sin haber decidido nada aún al respecto… Es algo que las personas jóvenes pueden decidir con consciencia, demostrando así su capacidad de adultos/as, sin juegos infantiles de azar, ni de “gallinitas ciegas”. Un planteamiento franco y sincero –personalmente y en pareja– es el mejor camino para evitar un montón de sinsabores “no previstos”. Por tu salud sexual, protégete siempre utilizando condón en tus relaciones coitales vaginales y/o anales, si no deseas sorpresas indeseables. La anticoncepción es cosa de dos, ya que la relación sexual coital vaginal que puede embarazar es cosa de dos, personas de diferentes sexos. Así pues, no es sólo responsabilidad de la mujer, por supuesto que también es responsabilidad del hombre-varón-joven-adolescente que con ella comparte dicha relación… De modo que no es suficiente con que la anticoncepción la asuma la mujer, aunque sea con el beneplácito del varón, sino que él –en caso de considerar que no es el momento para ser padre–, tendrá valoradas sus posibilidades y decisiones de uso anticonceptivo, previamente al inicio de cualquier relación sexual que conlleve responsabilidad reproductiva, ya que, de momento no la desea. No hay un método anticonceptivo mejor “objetivamente” para todas las personas; la decisión de uso depende de muchos factores personales y de pareja (edad, frecuencia de relaciones coitales-vaginales, salud, actitud hacia los propios genitales, motivación personal para su uso, etc...), que es conveniente que sean valorados en cada momento de la vida fértil. El uso de un anticonceptivo si se convierte en “automático” suele llevar aparejada una sexualidad automática y poco satisfactoria. Es muy importante hacerse consciente de la anticoncepción elegida en un momento dado; para ello es imprescindible que estés bien informado/a. Además de estudiar con detenimiento lo que vamos a contarte de cada uno de los métodos, no estaría de más qué pudieras comentarlo con gente de tu conmianza, que te inspire sosiego y seguridad: tal vez tu padre o/y tu madre, algún/a posible hermano/a o amigo/a, o bien acudir a personal cualimicado en planimicación reproductiva y sexología (centros de Salud Sexual), o leerte un buen libro en tu tiempo libre. Tanto se ha hablado de anticonceptivos que parecería que desear embarazarse fuese en sí, como una enfermedad o algo abominable. Nada más lejos de la realidad. Embarazarse, parir un/a hijo/a, criarlo/a desde el deseo consciente puede ser algo tan bonito! Para ello requerimos de unas condiciones adecuadas: una clara decisión de ser madres y padres, una tranquilidad en ese asumir la responsabilidad de ayudar a crecer una nueva vida humana, una capacidad de amor adulto para disfrutar esa experiencia y, tal vez, haber vivido mucho de nuestra libertad personal, de nuestra realidad sexual. Entonces, ser madre, ser padre, será una experiencia humana inigualable, y no un juego inconsciente de niñas-os en el que poner a prueba feminidades y virilidades aún no maduras. Muchas jóvenes hoy en día aún dicen: “es que eso de utilizar un método anticonceptivo es una lata…, pero no nos queremos embarazar!”. Entonces proponemos: ¿ por qué no aprender a disfrutar profundamente de todas las formas de relaciones sexuales que no sean, precisamente, la penetración vaginal?, ¿ acaso es el coito vaginal el único o mejor juego sexual?... ¿conoces el “petting” (tocamientos)?. Bien pues, pasamos a informar, para aquellos/as que lo deseen , sobre cada uno de los anticonceptivos con detalle. Comenzaremos por enumerar procedimientos que han venido usándose como anticonceptivos, pero que en realidad son MÉTODOS QUE NO EVITAN EL EMBARAZO: 1. Los LAVADOS VAGINALES tras el coito, pues los espermatozoides llegan muy rápidamente al cuello uterino y su interior, dado el redlejo de succión del cuello uterino, sobre el líquido eyaculado-remlejo-, que se produce durante la relación sexual coital vaginal. 2. Tampoco el COITO INTERRUMPIDO (marcha atrás). Ya sabes que consiste en retirar el pene de la vagina inmediatamente antes de la eyaculación para que el semen no entre dentro. Pero no es efectivo ya que las gotitas que salen del pene antes de la eyaculación pueden llevar consigo sumicientes espermatozoides que hayan quedado por los conductos, si no hace mucho de la anterior eyaculación. Además, cuando el varón siente mucha excitación, puede tener pequeñas pérdidas de semen (que incluso pasan desapercibidas para él), y que tienen capacidad fecundante. De todos modos el control requerido para eyacular fuera de la vagina, no suele permitir una satisfacción positiva y una falta de resolución del orgasmo y esto puede dar lugar a trastornos dísicos (congestión pélvica en la mujer e impotencia a la larga en el varón), y psicológicos a ambos miembros de la pareja (irritabilidad, nerviosismo, ansiedad, malhumor, temor, etc...). 3. Hay otras parejas que utilizan los DÍAS DE LA REGLA (menstruación) para sus relaciones coitales vaginales, creyendo que esos días no es posible un embarazo. Esto no es cierto: que los días de la regla sean fecundos, o no, depende de la duración de los ciclos menstruales de cada mujer (o sea, como decíamos anteriormente, el número de días contados desde el primer día de la regla hasta el anterior al primer día de la siguiente regla), y de la duración de sus reglas (número de días que tiene el mlujo menstrual en mayor o menor cantidad). Así, en mujeres que suelen tener ciclos cortos, o bien reglas largas, es fácil que sus días fértiles se ubiquen solapados a días de regla. Con lo cual este criterio, en general, no es válido como anticonceptivo. Además este mét