Logo Studenta

está oculto y cada quien puede imaginar que provienen de sí. Pero eso no es todo: el demonio puede ver cómo reacciona el alma ante tales insinuacio...

está oculto y cada quien puede imaginar que provienen de sí. Pero eso no es todo: el demonio puede ver cómo reacciona el alma ante tales insinuaciones. Pese a que esto no significa que su mirada pueda penetrar en el interior del alma, el demonio, al acecho en el cuerpo, puede observar, de acuerdo con los movimientos que en este se producen, la manera en que aquella admite o rechaza las sugerencias que él le hace. Por consiguiente, puede prolongarlas, intensificarlas, modificarlas, y también modificar por entero esos ataques, intentar, después de apelar a un «género» determinado de pensamientos, con otra categoría muy distinta, etc. Se trata, en suma, de un juego complejo entre el alma y su adversario, juego en el cual los pensamientos son enviados, repetidos, aceptados, relanzados por valor muy distinto: si se apaciguaran, e incluso si carecieran siempre de vigor, el alma no tardaría en adormecerse en su autoconfianza o en enorgullecerse con la presunción de estar fuera de alcance. La potestad adversa podría entonces, por sorpresa, vencerla sin dejarle siquiera la posibilidad de resistir. Esto entraña un valor positivo en la permanencia y la intensidad del combate. Por consiguiente, hay que ver un beneficio en esa perpetua y manifiesta amenaza del mal. Un efecto de la beneficencia de Dios. En cuanto a la guerra que nos atraviesa, digo que es el efecto de una providencia divina. […] Así, la guerra que una disposición del Creador enciende en nosotros tiene en cierta manera su utilidad: nos estimula, nos fuerza a ser mejores, y, si llegara a cesar, veríamos que la sucede una paz funesta(63). Casiano llega a compadecer a quienes son castos por naturaleza: los acecha la tibieza. Libres de la ley de la carne, estiman no tener necesidad de la labor de la abstinencia del cuerpo ni de la contrición del corazón. Su seguridad los abate y jamás se apresuran a buscar en verdad o bien a poseer la perfección del corazón ni la purificación de los vicios del espíritu(64). Paradoja fundamental del combate espiritual: solo puede llegar a su término si prosigue; en caso de cesar, existe el riesgo de que lleve a la derrota. Sus afanes, su labor, sus sufrimientos son un bien indispensable. Su recompensa en la tranquilidad sería un temible peligro. No se lo puede librar sin confiarse íntegramente a Dios, y quien descansara en esta fuerza, sin combatir con todas las suyas, sería abandonado por ella(65). Así aparece el papel esencial de la noción de tentación. Tampoco en este caso dicha idea compleja se introduce por obra de la espiritualidad monástica. Sin embargo, es indudable que esta le atribuyó un valor de singular importancia y que a su alrededor organizó algunos de los elementos más decisivos de su tecnología. La tentación no es en modo alguno una categoría jurídica: no es una falta ni el esbozo de una falta ni siquiera la intención de cometerla. Es ante todo un elemento dinámico en las relaciones entre el exterior y el interior del alma: la insinuación de un pensamiento que le viene de una potestad distinta de sí. Solo hay tentación porque ese pensamiento ya está presente en el alma, es un pensamiento de ella; pero es la huella de un movimiento que procede de otra parte, el efecto de una voluntad ajena, y sigue en el alma un rumbo que remite a otro. En segundo lugar, la tentación es un episodio dramático en el combate, una batalla o una etapa de la batalla que puede ganarse o perderse. El alma puede dejarse sorprender e invadir por ella o, al contrario, rechazarla y vencerla; la tentación puede arrastrar consigo el deseo o, al contrario, suscitar la voluntad ardiente de apartarlo y apartarse. Por último, es objeto de un análisis necesario. En efecto, si la tentación es un ataque contra el alma –violento o casi imperceptible, frontal o insidioso–, ese ataque puede provenir del Diablo (no sin que Dios permita que así el Enemigo pueda hacer que se pierda) o de Dios (no sin que este busque con eso poner a prueba el alma, ejercitarla y fortalecerla y por lo tanto salvarla). En el corazón de la tentación siempre hay un secreto que debe revelarse: Satanás puede ocultarse bajo las apariencias del bien por medio de las artimañas malévolas de la ilusión, pero Dios, su voluntad y su beneficencia están siempre presentes en los peligros a que se expone el alma, aunque esta, en su ceguera, no los perciba. En realidad, y este es un hecho importante, durante la formación de la ética cristiana, el cristianismo no desarrolló las tecnologías del alma o de sí en torno a la categoría de falta, ni siquiera ampliada, ni siquiera interiorizada, sino en torno a la noción de tentación, que es a la vez una unidad dinámica en las relaciones de uno mismo con el exterior, una unidad táctica de retroceso o rechazo o de generación o expulsión, una unidad de análisis que en la reflexión de uno sobre uno mismo requiere el reconocimiento del otro y de las figuras interiores que lo enmascaran. El tema de la castidad queda así encuadrado entre el principio de una pureza de corazón –que lo liga al objetivo de la contemplación divina y simultáneamente a la tarea del conocimiento– y el principio de un combate espiritual que, por medio de la noción de tentación, lo liga a la exigencia de desciframiento del otro en los secretos del alma. * * * Casiano analiza el combate de la castidad en el sexto capítulo de las Instituciones («Del espíritu de fornicación») y en varias de las Colaciones: la cuarta sobre «la concupiscencia de la carne y el Espíritu», la quinta sobre los «ocho vicios principales», la duodécima sobre «la castidad» y la vigesimosegunda sobre las «ilusiones nocturnas». Este combate aparece en segunda posición en una lista de ocho(66), bajo la forma de una lucha contra el espíritu de fornicación. La fornicación se divide a su vez en tres subcategorías(67). Esquema de apariencia muy jurídica si se lo compara con los catálogos

Esta pregunta también está en el material:

Historia Sexualidad IV Las confesiones de la carne
338 pag.

Psicologia, Psicanálise, Psicologia Humano Universidad Nacional De ColombiaUniversidad Nacional De Colombia

💡 1 Respuesta

User badge image

Ed IA de Studenta Verified user icon

Lo siento, parece que has copiado y pegado un texto extenso. ¿Puedes reformular tu pregunta o proporcionar un resumen para que pueda ayudarte?

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales

Otros materiales