Práctica 1. Practique el volver a contextualizar el comportamiento “problemático” de su relación. ¿Qué aspectos del comportamiento de su pareja ha ...

Práctica
1. Practique el volver a contextualizar el comportamiento “problemático” de su relación. ¿Qué aspectos del comportamiento de su pareja ha estado echando en falta? ¿Qué cosas ha dado por sentadas? Dese cuenta del panorama general y permita que los aspectos que son realmente más importantes para usted se vuelvan más medulares, que tengan mayor relevancia. Deje que disminuyan las menos importantes.

2. Practique el encontrar significados alternativos en el comportamiento de su pareja. ¿Hasta qué punto son relevantes las ideas y formas de criar y educar de ambos? ¿Qué es importante para su pareja? ¿Cómo podría ser muy diferente el comportamiento problemático, un reflejo de cualidades adorables que previamente pasaron desapercibidas?

3. Acepte a su pareja tal como es. Disfrute de lo que tiene.

Comprométase en su vida con su pareja, ¡ahora!
En los capítulos 4 y 5, había muchos ejercicios diseñados para aportar bienestar y alegría a su relación. Ahora es el momento de volver a revisar esas actividades; utilice las habilidades que aprendió y disfrute del hecho de que usted (ojalá) tiene menos conflictos y, por tanto, puede realmente estar mutuamente en compañía de un modo más íntimo y cariñoso.
Recuerde las diversas áreas de su vida que puede vigorizar y disfruten juntos de estas actividades.
• Tiempo de ocio social y familiar con otras personas.
• Actividades recreativas y entretenidas hechas en común.
• Compartir ideas e intereses sobre lo que es importante para usted.
• Compartir experiencias espirituales y valores.
• Expresiones de cariño recíprocas.
• Actividades sexuales.
• Compartir intereses personales y apoyar la autonomía recíproca.
• Actividades cotidianas, incluidas las tareas domésticas en la casa, el jardín, con los niños, etc.

Ponga atención a las brechas
El conflicto es el resultado de muchos factores, pero en las parejas es mayoritariamente una combinación de malentendidos, actitud crítica y malos hábitos. Cada emoción, cada pensamiento, cada reacción de su pareja que usted no entiende o malinterpreta se convierte en una brecha en su relación si usted reacciona negativamente a esa falta de comprensión.
Sin embargo, si abandona los juicios, puede sentir curiosidad en lugar de cólera, puede mostrar interés en lugar de revanchismo y amor en lugar de agresividad o ganas de huir. En lugar de permitir que continúen los hábitos negativos, dese cuenta de lo que desconoce. Ponga atención en sus brechas de comprensión de su pareja y no las llene con suposiciones negativas, desesperanza o desánimo. Pregunte en lugar de suponer y manifieste amor y bondad, en lugar de actitudes defensivas o cólera como actitudes predeterminadas. Es su pareja, su amor. Puede crear nuevos hábitos que le acerque y cubra las necesidades mutuas de comprensión, apoyo, esparcimiento y cercanía.
Preste más atención a lo que usted tiene que a lo que no tiene
Por supuesto, la vida es finita. Si realmente reconocemos este hecho, podemos plantearnos la pregunta de “cómo quiero emplear mi día hoy” con una sensación de renovada importancia. ¿Quiere usted pasar su vida fijándose únicamente en los defectos? ¿Quiere ser el mayor experto en criticar a las personas que ama? ¿Es este un epitafio deseable?
La elección es suya. Puede advertir solo lo que falta o lo que es contrario a sus preferencias y sentirse decepcionado y crítico, culpabilizador y enfadado. O puede darse cuenta más veces de lo que tiene y procurar disfrutar plenamente de la vida. Por supuesto, es importante darse cuenta y validarse a sí mismo cuando no tiene lo que quiere o lo que tiene no le gusta. Existen momentos concretos para trabajar en hacer los cambios por sí mismo, o junto a su pareja, para aumentar lo que tiene. Sin embargo, la mayor parte del tiempo que tenemos disponible es una mezcla de elementos más o menos deseables. A lo que prestamos atención y cómo la prestamos tendrá un profundo efecto en nuestras emociones y nuestra satisfacción y, a su vez, en nuestra relación. Y, paradójicamente, cuanto más aceptamos y amamos lo que tenemos en realidad, más se convierte en lo que queremos y amamos, y más fácil es cambiar las partes que son menos deseables.
Recuerde, es su pareja, su amor, su vida. Estar con él o ella significa plenamente no estar solo. Esté con su pareja. Abandone la mayor parte del tiempo sus conceptos de cómo deberían ser las cosas y acepte totalmente lo que tiene. Disfruten mutuamente el uno del otro. Deje de poner el foco en las diferencias o en las pérdidas (de no tener exactamente lo que quiere). Recuerde que cuanto más interés muestre por su pareja y más atención le preste, más presente estará esta y más interés pondrá en usted y más atención le prestará. Habrá menos conflictos y más paz. Cuanto más entienda y valide, más presente estará su pareja y más le entenderá y validará. Cuanto más se exprese usted con precisión y de una forma amorosa, más presente y amorosa estará su pareja. Cuanto más la aprecie y disfrute de ella, más le apreciará y le disfrutará. Existe una enorme paz en estar con alguien que le quiere, así como estar con alguien a quien usted quiere. Recuerde, esta es su pareja, su amor, su vida. Trate a su pareja como si su propia vida dependiera de ello. De hecho, sí que depende.