Esta es, para Marcuse, la dimensión inicial de la Humanitas: ser metafísica y no-operacional, pero trascendental-histórica. Esta dimensión se opone naturalmente al “universo de conductas establecido” o Establishment. Cabe preguntarse: ¿cómo una actividad puede ser no-operacional y ser trascendente a la vez? Para responder esta pregunta, Marcuse identifica otras dimensiones de la Humanitas: los “valores personales, emocionales, metafísicos y poéticos” y, de esta manera, se relaciona con las “humanidades”. Así, lleva a la respuesta a esa pregunta saber cómo se estiman en la actualidad capitalista “las humanidades”: estas han de traducirse en conductas específicas. Si las humanidades se rinden a esta estimación, esconderían y perderían su esencia. Para entender esto, hay que dirigirse a la historia de la esencia de la Humanitas y a como enfrenta ahora su posible debacle. Para Marcuse, la Humanitas se formó en la pre-modernidad y es pre-liberal, se ve amenazada en el período liberal que intenta darle un carácter operacional a la humanidad.