De la información al conocimiento: la intervención de la UNESCO en el debate Dos semanas antes del inicio, en Túnez, de la fase definitoria de la C...
De la información al conocimiento: la intervención de la UNESCO en el debate Dos semanas antes del inicio, en Túnez, de la fase definitoria de la CMSI, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) presentó un “Informe Mundial” en el que sentó su posición y estableció diferenciaciones respecto a los ejes centrales de la Cumbre. Ya en su primera página el Informe Hacia las sociedades del conocimiento afirma: Las sociedades emergentes no pueden contentarse con ser meros componentes de una sociedad mundial de la información y y de la vida. (UNESCO, 2005: 5) La diferencia en la denominación deviene de un enmarcamiento muy distinto: la noción de sociedad de la información se basa en los progresos tecnológicos, pero el concepto de sociedades del conocimiento (del cual el Informe reconoce que fuera utilizado por primera vez por Peter Drucker en 1969) abarca aspectos sociales, éticos y políticos mucho más vastos. De hecho, alcanzar la Sociedad de la Información puede considerarse instrumental al objetivo del surgimiento de sociedades del conocimiento, ya que “la información es efectivamente un instrumento del conocimiento, pero no es el conocimiento en sí” (Ibíd.: 19). De por sí, la información es una mercancía, y como tal tiende a una lógica de reserva (su valor depende de la rareza), como elemento estratégico en su posesión, mientras que el conocimiento tiende a ser compartido y adquirir valor a partir de su socialización. Si las informaciones tienden a predominar por sobre los conocimientos, esto es debido a que la relación que tenemos con el saber “se ha visto considerablemente modificada por la difusión de los modelos de economía del conocimiento” (Ibíd.), asegura críticamente el Informe.
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