por ejemplo.

Refrigeración en verano:
Un pequeño alero (pestaña que se coloca arriba en la ventana por fuera), puede hacer que entren en la casa los rayos de sol de la mañana en invierno y se reflejen los de mediodía (mucho más intensos).
Con un toldo o unas cortinas gruesas que pongas sólo durante la época de verano.
Baja las persianas o pon cortinas gruesas, échalas en todas aquellas estancias en las que no necesites luz y quieras que se mantengan frescas.
Las corrientes son también importantes, has de observar por donde entra viento y por dónde pasa la corriente abriendo y cerrando diferentes ventanas. Así se puede refrescar una estancia y colocar un ventilador en un momento dado en un sitio estratégico. Pon un recipiente con agua y hielo delante del ventilador para refrescar más la estancia.
Abre para ventilar a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
Vuelve al abanico
Apaga los aparatos, ya que aportan calor.
Calefacción en invierno:
Es importante intentar capturar todo el sol posible durante el día para que la casa se caliente. Sube al máximo las persianas y abre todas las cortinas a primera hora de la mañana para dejar que entre luz (calor).
Abre para ventilar a la hora que estas en casa con más sol (medio día si puede ser)
Si tienes balcón pueden plantearse la posibilidad de fabricar un colector de calor casero o instalar un muro trombe (que sirve igual para invierno que para verano)
Si estas buscando piso para alquilar, asegúrate de que no está totalmente orientado al norte (aunque le entre luz, nunca le entrará sol)
Ten siempre una manta en el sofá o sillón (donde descanses)
Instalar doble cristal aísla y evita pérdidas de calor en invierno.
Según la Guía de consumo en el hogar de Greenpeace161, debes descartar el sistema de calefacción eléctrico y optar en este orden por: energía solar térmica (es decir, placas solares fotovoltaicas), biogás, biomasa (palés, leña), gas butano, propano y por último gas natural, evita la electricidad. Es importante saber que la energía más barata sería la del sol, y después de esto, cuanto más directamente quememos mejor (quemando leña se aprovecha todo el calor, si consumimos energía eléctrica para calentarnos, estamos desperdiciando tres partes de la energía en conducción,etc). Como esto es complejo, te proponemos que estudies las opciones y veas qué tipos de estufas son más eficientes.
No abras las ventanas con la calefacción encendida.
Para ventilar la casa son suficientes 10 ó 15 minutos.
No tapes las fuentes de calor con cortinas, muebles o elementos similares.
Instala un termostato en la calefacción y regúlalo para una temperatura de no más de 20º C en invierno, por cada grado adicional gastarás aproximadamente un 5% más de energía.
Revisa periódicamente el estado de la caldera, aumentará su eficiencia y su duración.
Cierra los radiadores que no precises y apaga completamente la calefacción si tu casa va a estar desocupada.
Aislamiento:
A la hora de realizar reformas en tu vivienda, no dudes en colocar un aislamiento térmico en los cerramientos exteriores.
Instala doble acristalamiento en lugar de doble ventana, ya que aunque es más costoso, también se producirá un ahorro mayor.
Aire acondicionado:
Antes de comprar un aparato de aire acondicionado, plantéate si realmente lo necesitas. Existen posibilidades de refrigeración más baratas y ecológicas (toldos, ventiladores,etc.).
Cierra las ventanas y baja las persianas en las horas de más calor y ábrelas cuando refresque.
Coloca el aparato de aire acondicionado en una parte sombreada. Si lo colocas al sol su consumo será mucho mayor.
Utilízalo siempre a una temperatura razonable, el frío excesivo aumenta considerablemente el consumo de energía.
Mantén limpios los filtros del aire acondicionado y no lo uses con las ventanas abiertas.