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rellenas por facies gruesas, calcareníticas y ricas en gravas. Sobre la barrera arrecifal con grandes corales, se han observado depósitos gruesos con cantos de origen diverso (Foto 29) que recubren progresivamente toda la barrera. Los cantos y gravas se vuelven progresivamente más numerosos. Este importante influjo terrígeno acompaña una rarefacción progresiva tras una desaparición progresiva de los corales. En un primer momento, estos se vuelven más raros, y sólo persisten las formas más pequeñas antes de desaparecer totalmente. A techo, esta formación es un conglomerado con cantos en matriz arenosa compuesto de debris de moluscos en cantidades variables. Esta unidad superior se corresponde con el avance (progradación) de depósitos internos (situados tras el arrecife), sobre el arrecife. Los componentes terrígenos aportados han sido redistribuidos por las corrientes y por el avance de la barrera arrecifal, cubriendo progresivamente la construcción arrecifal. Las estructuras sedimentarias y el conglomerado con cantos y bioclastos de bivalvos se traducen en un medio de depósito de muy alta energía correspondiente probablemente a un nivel de playa. Este nivel registra una regresión en un contexto particular cercano a un gran río. Esta regresión da lugar a la muerte del arrecife coralino y termina por una emersión.
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