Es en los ambientes colectivos donde se hacen más evidentes las apropiaciones del mensaje, mediante las formas participativas que involucran una cohesión con la naturaleza de la afición. Las peculiaridades comunicativas, el tratamiento de los contenidos y los mecanismos de inclusión ponen de manifiesto ciertas estipulaciones colectivas que hacen del consumo un asunto compartido como lo explican Byker y Anderson33 (1975: 165-212). Aunque la asimilación de la totalidad de los cánones expositivos y las estructuras del relato sean aprehendidas individualmente, es mediante la intervención en las agrupaciones que el mensaje comienza a manifestarse como un lenguaje común, como una enunciación de las tendencias y las perspectivas propias.