No es exacto que la historia sólo haya sido “medicalizada”; de manera implícita o explícita, los estudios de discapacidad surgieron a partir de con...
No es exacto que la historia sólo haya sido “medicalizada”; de manera implícita o explícita, los estudios de discapacidad surgieron a partir de condiciones sociohistóricas. Aunque en la antigüedad no existió la noción de discapacidad, de “invalidez”, ni otras relacionadas, las personas definidas por alguna condición de salud, habitualmente debido a una malformación congénita, a enfermedad o a traumatismo, se integraron socialmente de acuerdo a condiciones particulares. Desde los tiempos y textos bíblicos, se mencionan la mayoría de las condiciones que actualmente se definen como discapacidad, tanto en lo físico como en lo mental; constituyeron una realidad cotidiana, se consideraron impuros o con defectos, por una parte y por otra, relacionados con el pecado. Aunque podrían participar en el culto, no podían ejercer el sacerdocio ni ofrecer sacrificios. Algunos casos malformados, sordos, ciegos, pudieron integrarse a la vida diaria, pero siempre de manera individual, marginal y con limitaciones.
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