Este tipo de análisis trata de detectar sesgos de género en el lenguaje de la ciencia (metáforas y explicaciones), el discurso sobre la naturaleza y las concepciones de la investigación científica y la innovación tecnológica.

Carolyn Merchant (1980) ha rastreado la cambiante conceptualización de la naturaleza, siempre ligada a los estereotipos de la feminidad.
Otras autoras han llamado la atención sobre la caracterización de la investigación científica que se impone con el nacimiento de la ciencia moderna.
Las metáforas estudiadas en biología para explicar los procesos reproductivos han condicionado inadvertidamente la descripción científica de los gametos.
La tecnología ha sido construida como masculina, identificándose con gran maquinaria industrial, sin considerar desarrollos tecnológicos más 'femeninos'.