El papel del educador o educadora dentro de la primera niñez se basa en escoltar afectivamente a los chicos y las chicas promoviendo el más alto de...

El papel del educador o educadora dentro de la primera niñez se basa en escoltar afectivamente a los chicos y las chicas promoviendo el más alto desarrollo integral; esto quiere decir el pleno desarrollo en cada una de sus magnitudes: Intelectual, socio-afectiva, física y motriz. Ello involucra producir ambientes sanos y seguros, generar condiciones y entornos de desarrollo estimulantes teniendo presente sus habilidades, maneras, derechos y potencialidades, y bastante en especial su condición de infante o de niña; lo cual involucra aceptar ocupaciones de cuidado, atención integral y apoyo no únicamente para la vida futura sino para que en la vida presente disfruten de dignidad, respeto, reconocimiento y felicidad. El apoyo de los chicos y chicas en la primera niñez ha de tener continuamente en la mira la formación de una persona responsable, ética y amorosa. Para lograrlo, cada una de las ocupaciones creativas, lúdicas y formativas, tienen que ir de la mano, acompañando al sujeto en su desarrollo. A lo largo de los primeros años de físico, de su estructura ósea y muscular y el desarrollo motor por lo cual es necesaria la estimulación motriz del niño ya que las habilidades que va adquiriendo hacen posible del manejo de su pueden contemplar en otros campos. Así mismo, al igual que la praxiología la pedagogía infantil se ha adaptado a los diferentes eventos históricos con el objetivo de dar una educación de calidad a los niños y niñas. Otro factor relevante, es que la praxiología motriz y la pedagogía infantil contemplan el entorno sociocultural para plantear los saberes y las teorías con base en la experiencia de los docentes y los estudiantes con su entorno, además, de tener influencia de enfoques como el estructuralismo el cual busca identificar cómo se constituyen las culturas y las sociedades en las que se encuentran estructuras comunes que requieren de ser identificadas, aisladas y relacionadas con una gran red de significados. Por último, la praxiología motriz puede ser una estrategia útil para la ejecución de actividades lúdicas y deportivas que fortalezcan la motricidad de los alumnos a través de la acción física, la comunicación motriz, la psicomotricidad, la psicomotricidad y la lógica interna y externa, además, de fomentar el desarrollo de habilidades sociales que le permitan a los infantes comprender los comportamientos de sus pares, interactuar con otras personas, resolver conflictos, reconocer las emociones de los otros, trabajar en equipo y tomar decisiones oportunamente.