Para Pozo et al. (2006), confluyen en la configuración de estas concepciones varias fuentes u orígenes. En primer lugar, vendría del conocimiento t...
Para Pozo et al. (2006), confluyen en la configuración de estas concepciones varias fuentes u orígenes. En primer lugar, vendría del conocimiento teórico, explícito, que adquiere el docente a través de su formación pedagógica y de su reflexión como profesional de la educación. En segundo lugar, las creencias formadas, entre otros elementos, a partir de su experiencia personal como alumno del sistema educativo y, por último, de la práctica profesional que confronta y adapta lo que el docente sabe, lo que cree y lo que hace. Es claro, entonces, que los profesores tienen creencias y teorías profundamente asumidas sobre el aprendizaje y la enseñanza que rigen sus acciones y su práctica educativa como un verdadero currículo oculto. Desde esta explicación, las teorías implícitas serían “un conjunto de principios que restringen tanto nuestra forma de afrontar como de interpretar o atender las distintas situaciones de enseñanza” (p. 79).
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