¿Por qué me traes a la memoria hechos cuyo simple recuerdo me hace estremecer, y de los cuales solo yo soy la triste causa y razón? —grité—. ¡Maldi...
¿Por qué me traes a la memoria hechos cuyo simple recuerdo me hace estremecer, y de los cuales solo yo soy la triste causa y razón? —grité—. ¡Maldito sea el día en que viste la luz! ¡Y aunque me maldiga a mí mismo, malditas sean las manos que te crearon! ¡Me has hecho más desgraciado de lo que nadie puede imaginar! ¡No me has dejado la posibilidad de considerar si soy justo contigo o no! ¡Apártate, apártate de mi vista!
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