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UNIVERSIDADE FEDERAL DE PERNAMBUCO - UFPE CURSO DE FILOSOFIA Disciplina: Filosofia da Arte Prof.: Eduardo Nasser Estudante: Alexandre Lemos Ferreira Junior Data: 17/03/2022 Fichamento de: Nietzsche, Friedrich. Sobre a origem da linguagem, pgs 819-821. “(...)El lenguaje no es ni la obra consciente de alguien ni la de una colectividad.1.°) Todo pensar consciente es posible sólo con la ayuda del lenguaje. Un pensar tan agudo es imposible valiéndose del mero lenguaje sonoro de los animales; ese maravilloso y perspicaz organismo. Los más profundos conocimientos filosóficos se hallan ya dispuestos en el lenguaje. Kant dice: «Una gran parte, quizá la mayor parte de las tareas de la razón, consiste en el análisis de los conceptos que el hombre encuentra en sí mismo»1. Basta pensar en sujeto y objeto: el concepto de juicio está abstraído de la proposición gramatical; de los conceptos de sujeto y predicado vienen las categorías de sustancia y accidente.”(p.819) “(...)El desarrollo del pensamiento consciente es perjudicial para el lenguaje. Decadencia con el desarrollo de la cultura. La parte formal, en la que se encuentra precisamente el valor filosófico, se resiente. Basta pensar en la lengua francesa: ya no hay declinación, no hay neutro, ni pasivo, todas las sílabas finales están elididas y las raíces se han deformado hasta hacerse irreconocibles. Un alto desarrollo cultural no puede preservar de la decadencia ni siquiera lo que se ha heredado de forma acabada.”(p.819) “(...)Para ser elaborado por un solo individuo, el lenguaje es demasiado complicado, para ser elaborado por la colectividad es demasiado unitario, todo un organismo.No queda, por tanto, sino considerar el lenguaje como fruto del instinto, como en las abejas o en las hormigas, etc. El instinto, sin embargo, no es el resultado de una reflexión consciente, no es la simple consecuencia de la organización corporal, no es el resultado de un mecanismo situado en el cerebro, no es el efecto de algo que le viene al espíritu de fuera, extraño a su esencia, sino que es la obra más propia del individuo o de una colectividad, algo que surge del carácter. El instinto es incluso idéntico con el núcleo más íntimo de un ser. Éste es el problema propio de la filosofía, la infinita finalidad de los organismos y la falta de conciencia en su origen.”(p.819) “(...) El Antiguo Testamento es el único documento religioso que contiene un mito sobre el origen del lenguaje o algo semejante. Dos puntos principales: Dios y el hombre hablan el mismo lenguaje, no como en el caso de los griegos. Dios y el hombre dan a las cosas nombres que expresan las relaciones de las cosas con los hombres. Es decir, el problema del mito era la denominación de los animales, etc.; el lenguaje mismo quedaba presupuesto. Los pueblos guardan silencio sobre el origen del lenguaje, y no pueden pensar sin él ni el mundo, ni los dioses, ni los hombres.Esta cuestión está justificada por la poca idea histórica y psicológica. Luego la comparación de las lenguas hizo evidente que su formación a partir de la naturaleza de las cosas era improbable.” (p.820) (...) También es significativa la teoría de Lord Monboddo. Él supone una actividad espiritual reflexiva: una invención del hombre, llevada a cabo además cada vez con más asiduidad. Por eso, él no recurre a ningún lenguaje primitivo. Durante veintiún años escribió sobre el asunto; pero las dificultades se hacían cada vez mayores. Atribuye la formación del lenguaje a los hombres más sabios. Y tiene que recurrir a algo así como a una intervención sobrehumana, la de los demonios-reyes egipcios. En Alemania — hace alrededor de cien años— la Academia de Berlín convocó un concurso sobre el tema «Sobre el origen del lenguaje». En 1770 fue premiado el escrito de Herder. El hombre ha nacido para el lenguaje. «Así, la génesis del lenguaje obedece a un impulso (Drángniss) tan íntimo como, en el momento de su madurez, el impulso (Drang) del embrión a nacer». Pero con sus predecesores comparte la opinión según la cual el lenguaje se interioriza a partir de sonidos que se exteriorizan. La interjección (Interjektion) es la madre del lenguaje; mientras que, en realidad, es propiamente su negación.”(p.821) (...) La idea correcta se ha hecho habitual a partir de Kant, quien, en su Critica del Juicio, reconoció como algo efectivo la teleología en la naturaleza, mientras que, por otra parte, hizo resaltar la asombrosa antinomia de que algo esté conformado a fines sin ser consciente de ello. Esta es la esencia del instinto. Para finalizar, unas palabras de Schelling (Filosofía de la mitología, primera parte, lección tercera): «Como sin lenguaje no sólo no se puede pensar ninguna conciencia filosófica, sino ni siquiera humana, no es la conciencia la que ha presidido la formación del lenguaje; y sin embargo, cuanto más profundamente penetramos en él, tanto más rotundamente se descubre que su profundidad supera con mucho la de la creación más consciente. Con el lenguaje ocurre como con los seres orgánicos; creemos verlos formarse ciegamente, y no podemos contravenir la insondable intencionalidad que rige su formación hasta en sus más mínimos detalles».”(p.821)
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