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MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 1 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS L e c t u r a 1 Sánchez, R. (2006). Aplicación de la psicología de la salud en campos específicos. Compilación de bibliografía complementaria elaborado para la unidad III. Del curso de el Campo Aplicado de la Psicología de la Salud. México: FESI-UNAM. 1-26. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS ...............................................................................2 1. Estrés: definición, causas y consecuencias............................2 2. Prevención del VIH/SIDA........................................................9 3. Dolor crónico.........................................................................12 4. Cáncer ..................................................................................14 5. Depresión .............................................................................17 6. Adicciones ............................................................................19 7. Investigación en salud ..........................................................25 8. Referencias...........................................................................26 UU NN II DD AA DD II II II .. AA PP LL II CC AA CC II ÓÓ NN DD EE LL AA PP SS II CC OO LL OO GG ÍÍ AA DD EE LL AA SS AA LL UU DD EE NN CC AA MM PP OO SS EE SS PP EE CC ÍÍ FF II CC OO SS MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 2 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS AAPPLLIICCAACCIIÓÓNN DDEE LLAA PPSSIICCOOLLOOGGÍÍAA DDEE LLAA SSAALLUUDD EENN CCAAMMPPOOSS EESSPPEECCÍÍFFIICCOOSS Ricardo Sánchez Medina Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Iztacala 1. Estrés: definición, causas y consecuencias Hoy en día, podemos encontrar múltiples concepciones para abordar el problema del estrés; sin embargo, cada una tiene sus fundamentos y sus bases, y se puede apreciar en el tipo de definiciones que encontramos, por ejemplo, Sarafino (1994) define al estrés como “la condición que resulta cuando las transacciones entre la persona y el medio conducen al individuo a la percepción de una discrepancia –real o ficticia- entre las demandas de la situación y los recursos biológicos, psicológicos o sociales de los que no disponen”. Álvarez-González (1987, en Morales, 1999) señala que el estrés es una respuesta del organismo ante estimulaciones que tienden a romper su homeostasis, las que pueden ser de origen psicosocial, físico o biológico. Esta respuesta es de tipo sistemático e integra los niveles psicológicos, neurológicos y endocrinos. Por otro lado Cruz y Vargas (2001) marcan que el estrés es una respuesta inespecífica del cuerpo ante cualquier demanda, sin embargo, más adelante se menciona cómo es que estas definiciones nacen de dos concepciones que actualmente gozan de fuerza en el terreno de la salud, estas son las propuestas por Selye y por Lazarus1. Pero ¿de dónde surge el estrés?, como ya se mencionó el concepto de estrés no surgió de la nada, sino que tuvo que haber un proceso histórico que llevará al hombre a formular un concepto para nombrar un fenómeno que sucedía al cual le nombro “estrés”. Slipak (1996a) marca que dicho concepto se utilizó por primera vez en el siglo XIV y a partir de entonces se empleó en diferentes textos en inglés como stress, stresse, strest y straisse. Sin embargo poco a poco se fue insertando dicho concepto dentro del ámbito de salud (Caballo, Buela- Casal y Carboles; 1996), a partir de 1936 el médico húngaro-canadiense 1 Las definiciones de estrés de Selye y Lazarus se revisaran más adelante en el presente trabajo. Selye (en Caballo; Buela-Casal y Carrobles; 1996) fue el primero en utilizar dicho concepto. El concepto que propone Selye se retoma de la física y las fuerzas dinámicas en donde dicho término significa “el efecto producido sobre un cuerpo o una estructura sólida”, pero habría que considerar que la extrapolación de dicho conceptos pueden llegar a interferir errores a la hora de tomarlos como bases para poder fundamentar un conocimiento focalizado a dicho concepto, ya que la Física es una disciplina que se centra en el estudio de la materia y el hombre no solo es materia, sino es un ente bio-psico-social (Papalia y Wendkos, 1999), lo que da como resultado la extrapolación de errores en las definiciones, metodologías e intervenciones para la inserción de dicho concepto en la salud, por ende dicho concepto es poco funcional porque no resuelve las demandas; sin embargo, Selye (en Meichenbaum y Jaremko; 1987) decidió retomar de la física el fenómeno de estrés y adaptarlo con los estudios de Cannon (1932; en Caballo; Buela-Casal y Carrobles;1996), el cual había desarrollado y estudiado el “equilibrio” o la “constancia del medio interno corporal” en los organismo que hacen referencia a la homeostasis, o vuelta constante al estado ideal de equilibrio de un organismo después de ser desquilibrado o alterado por las demandas del medio; dicho equilibrio se centraba en la activación del Sistema Nervioso Autónomo. Selye (1932; en Caballo; Buela-Casal y Carrobles; 1996) propuso el término homeostasia para designar los procesos fisiológicos coordinados que mantienen constante el medio interno mediante numerosos mecanismos fisiológicos. En 1939 adopta el término stress, y se refirió a los "niveles críticos de estrés", los cuales definió como aquellos que podrían provocar un debilitamiento de los mecanismos homeostáticos. Cannon insistió en especial sobre la estimulación del Sistema Nervioso y en la descarga de Adrenalina por las Glándulas médulo suprarrenales que se produce cuando hay agresiones, ya que este proceso autónomo provoca a su vez modificaciones cardiovasculares que preparan al cuerpo para la defensa. Son éstas quizás las referencias más importantes en las cuales se basa Selye para sus experiencias y la evolución de sus estudios. A partir de estas influencias Selye (1956; en Brannon y Feist, 2001) comienza a hablar del intento del organismo por defenderse de los agentes negativos, el cual llamo “Síndrome de Adaptación General (SAG)”, y dicho síndrome lo dividió en tres etapas: a) Reacción de alarma: esta etapa hace referencia a la movilización de las defensas del cuerpo para combatir estresores (estímulos que elicitan el estrés) mediante la acción del Sistema MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 3 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS Nervioso Simpático (Gross, 1996)2. Por otro lado, Brannon y Feist (2001) marcan que cuando dicha reacción de alarma se produce el sistema simpático y parasimpático actúan de una manera conjunta produciendo las siguientes respuestas: pupilas (apertura máxima), glándulas salivales (reducción de las secreciones), bronquios (apertura total), corazón (aceleración del latido), estómago (interrupción de la agitación del alimento), intestino delgado y grueso (interrupción de la digestión), vejiga (inhibición de vaciados) y órganos genitales (ausencia de erección y ausencia de excitación favoreciendo el orgasmo). b) Fase de resistencia: esta es la segunda fase que propone Selye, en la cual el organismo después de la reacción de alarma se adapta a la situación o al estimulo que le produce la respuesta de estrés. La duración de esta fase depende de la intensidad del estimulo que produce el estrés y de la capacidad del organismo (que puede ser muy variado en cada persona). Cuando esta etapa se prolonga pueden aparecer distintos trastornos, tales como: ulceras pépticas, colitis, hipertensión,enfermedades cardiovasculares, el hipertiroidismo y el asma branquial. c) Fase de agotamiento: esta es la última fase, donde la capacidad del organismo para resistir se agota y por ende se produce un derrumbamiento físico. A comparación de la primera fase que es la de alarma (se activa el Sistema Nervioso Simpático), en esta fase se activa el Sistema Nervioso Parasimpático, lo cual produce en el organismo: pupilas (constricción), glándulas salivales (secreción), bronquios (constricción), corazón (ralentización del latido cardiaco), estómago (agitación del alimento), intestino delgado y grueso (digestión del alimento), glándulas suprarrenales (secreción)3, vejiga (vaciado de líquidos) y órganos genitales (erección y excitación). 2Hay que tener en cuenta de que el Sistema Nervioso Autónomo se divide en Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático, los cuales movilizan los recursos del organismo en situaciones de emergencia, estrés o emocionalmente importantes. Durante esta etapa también se segregan distintas sustancias como adrenalina la cual aumenta el pulso cardiaco y la presión sanguínea, la respiración se acelera y la sangre se desvía a los órganos internos y se concentra sobre todos en los músculos esqueléticos (dichos músculos son indispensables para el movimiento). 3 Como se puede apreciar se activan los mismo órganos tanto en la fase de alarma como en la de agotamiento, solo que a pesar de ser el mismo órgano funciona de forma diferente; esto se debe a la función del Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático, sin embargo, solamente las glándulas suprarrenales Una vez que Selye desarrolló el Síndrome de Adaptación General, el concepto de estrés se tomó en cuenta en el ámbito de la salud, y actualmente es un término utilizado en la vida cotidiana. De esta manera podemos decir que Selye (s/f, en Buendía, 1993), definió el estrés, como la respuesta general del organismo ante cualquier estimulo estresor o situación estresante. Esto implicaría la interacción del organismo con el medio ambiente u otro organismo o el medio en que nos desenvolvemos, lo que nos podría llevar a definir el estrés según: a) El estímulo (estresor). b) La respuesta (estrés). En 1989, y tras controvertidas discusiones científicas sobre si el estrés era el estímulo o la respuesta del organismo, los autores Paterson y Neufeld (s/f, en Cascardo y Resnik, 2001) comienzan a considerar el término estrés como un término genérico que hace referencia a un área o campo de estudio determinado, el de la salud. Por otro lado, hay otra teoría y definición de estrés antagónica a la propuesta por Selye, dicha propuesta es creada por la necesidad de tener una explicación del estrés considerando factores psicológicos, por lo que Lazarus en 1966 (en: Palmero y Breva, 1988) propone otra alternativa, la cual se basa en la percepción que tiene el individuo de la situación psicológica, considerando los peligros potenciales, amenazas y desafíos, así como la capacidad percibida del individuo de afrontar dichas situaciones (Sandín, 1993; Brannon y Feist, 2001). La idea central de Lazarus según Brannon y Feist (2001) es que “un acontecimiento no es lo que produce el estrés, sino que es la visión que tiene de este la persona afectada lo que finalmente hace que dicha situación resulte estresante”. Para poder llegar a esta idea Lazarus tuvo que pasar por un proceso de estructuración de su teoría al igual que Selye, sin embargo Lazarus considera de gran importancia los siguientes elementos: a) Valoración b) Vulnerabilidad c) Afrontamiento se activan en esta última fase, mediado por el Sistema Nervioso Parasimpático; dichas glándulas se ubican en la parte superior de los riñones y están formadas por la corteza suprarrenal y la médula suprarrenal y estas glándulas segregan glucocorticoides, sobre todo cortisol que es una hormona, que altera algunas funciones del cuerpo y dicha hormona se relaciona con el estrés, incluso el estrés se pude medir a partir del nivel de cortisol que se encuentra en la sangre. MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 4 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS En cuanto al primer factor a considerar en el modelo de Lazarus (Valoración), lo podemos dividir en tres partes (Sandín, 1993; Slipak, 1996a; Brannon y Feist, 2001): 1) Valoración primaria: es una evaluación que se hace ante un situación en el sentido del propio bienestar de la persona; por ejemplo, si es buena, mala, irrelevante, importante, entre otras; sin embargo, una valoración estresante puede indicar que la situación se considera peligrosa o amenazante o desafiante, pero cada una de estas tres posibilidades pueden generar una emoción, Lazarus (1993, en Brannon y Feist 2001), las definió de la siguiente manera: a) Peligro: daño psicológico que ha sido inflingido, como el que produce una enfermedad o lesión; b) Amenaza: la anticipación del peligro; c) Desafío: es la confianza que tiene una persona en superar demandas difíciles. Cada uno de estos factores produce una emoción, sin embargo la emoción en sí no produce el estrés, sino que el estrés es producido por la valoración que el individuo hace de una situación dada. 2) Valoración Secundaria: es la segunda fase de la valoración; ya que una persona ha valorado inicialmente una situación, se forma una idea de su capacidad de controlar o afrontar el peligro, la amenaza o el desafío, a lo cual Sandín (1993) y Brannon y Feist (2001) marcan que se hace referencia a tres preguntas: a)¿Con que opciones cuento?; b) ¿Qué probabilidad tengo de hacer algo para reducir el estrés?; c) ¿Funcionara lo que haga para eliminar el estrés?. Lazarus afirmaba que se deben de considerar estos cuestionamientos ya que cuando las personas consideraban que son capaces de efectuar algo que cambie las cosas, es decir, cuando creen que pueden manejar una situación con éxito, se reduce el estrés. 3) Reevaluación: Lazarus afirmaba que las apreciaciones de una situación cambian constantemente a medida que se dispone de nueva información. También la reevaluación se pude conseguir por medio de un factor medioambiental, sin embargo, no hay que pasar por alto que una reevaluación no solo puede disminuir el estrés, sino que también lo puede aumentar. Sandín (1993) marca que una situación anteriormente valorada como benigna o irrelevante pude adquirir un carácter amenazador, peligroso o desafiante si las características del ambiente cambian o la persona comienza a considerar la situación de forma distinta. El segundo factor que considera Lazarus en su explicación es el de vulnerabilidad, que hace referencia según Brannon y Feist (2001) a que el estrés puede aumentar si la persona es vulnerable, es decir, cuando carece de recursos en una situación de cierta importancia personal, y estos recursos pueden ser físicos o morales, sin embargo aquí juega un papel importante lo psicológico, ya que según la importancia que le de la persona, es la vulnerabilidad de la persona, es decir, en función de como perciba y evalué la situación va a producir mayor o menor cantidad de estrés. El factor personal se hace presente, ya que tanto la percepción como la evaluación va a estar determinada por la persona, y a partir de aquí va a existir una vulnerabilidad cuando la falta de recursos cree una situación potencialmente amenazadora o peligrosa. Finalmente expondremos el último factor, al cual Lazarus llamó afrontamiento. Lazarus y Folkman (1984, en Brannon y Feist; 2001) lo definieron de la siguiente manera: es el cambio constante de los esfuerzos cognitivos y conductuales para responder a las demandas especificas de carácter externo y/o interno que se valoran como elementos que exceden los recursos deuna persona”. Habría que considerar algunos factores respecto al afrontamiento, tales como: a) es un proceso que cambia constantemente a medida que los propios esfuerzos son valorados como actos de mayor o menor éxito; b) el afrontamiento no es automático, sino que estaríamos hablando de un patrón de respuesta aprendido frente a situaciones estresantes; c) el afrontamiento requiere esfuerzo; d) el afrontamiento requiere un esfuerzo pero orientado a manejar una situación. Por otro lado, Lazarus y Folkman también consideraron otros factores para que se pueda dar el afrontamiento como por ejemplo: la salud y la energía, las creencias positivas, la capacidad para resolver problemas, las habilidades sociales y finalmente el apoyo social. Finamente Lazarus (1984, en Sandín; 1993) define al estrés como: “el resultado de la relación entre el individuo y el entorno. Evaluado por aquél como amenazante, que desborda sus recursos debido a la presencia de demandas de tareas, roles interpersonales y físicos. Y pone en peligro su bienestar". Sin embargo, para finalizar este punto, el hecho de que a la hora de buscar las fuentes de estrés en el ambiente se coincide con la conceptualización del estrés como estimulo. Esta visión conduce a los investigadores a indagar sobre los factores que producen estrés, cuantificar estas fuentes y relacionarlas con los efectos sobre la salud. Dichos aspectos se retomaran en el apartado siguiente. 1.2 Causas del estrés Muchos de los problemas de salud que existen están relacionados con el estrés. Por ejemplo, el alcoholismo, la hipertensión, MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 5 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS la depresión, el consumo de drogas, los trastornos alimenticios, y los problemas conyugales. Las causas del estrés pueden ser muchas, sin embargo, Peyrú, (2002) dice que el estrés puede ser ocasionado por cualquier acontecimiento que signifique un peligro para una persona. Más que la situación, lo importante es la trascendencia o significado que tenga para el individuo. Por ejemplo: • En el trabajo: gran cantidad de trabajo y poco tiempo; conflictos con el jefe; con los compañeros de trabajo; problemas acumulados que tiene que resolver. • En la vida personal: divorcio; enfermedad; fallecimiento de un ser querido; problemas económicos; problemas con la pareja; problemas con los hijos. Paradójicamente, también eventos que traen gran felicidad pueden llevar a un gran estrés, como por ejemplo, casarse; salir de vacaciones; ganar la lotería u obtener un premio importante. No sólo las cuestiones personales o individuales pueden ser causas de estrés, sino también eventos que acontecen en el medio ambiente: el clima de tensión; el ruido; la multitud de autos y gente; noticias políticas, económicas. Autores como Logategui (2001), dicen que la causa del estrés, proviene directamente de factores estresantes, los cuales son agentes que estimulan los procesos del estrés. Los estresantes se pueden dividir en tres categorías, psicosociales (mentales y sociales), bioecológicas (función orgánica y medio ambiente) y personalidad (manejo de ansiedad/distrés), a continuación se describirán cada una de estas categorías: a. Causas Psicosociales del Estrés: Estos son el resultado de una interacción entre el comportamiento social y la manera en que nuestros sentidos y nuestras mentes interpretan estos comportamientos. En otras palabras, el estrés social se determina por el significado que le asignamos a los eventos de nuestras vidas. Algunos ejemplos de estos tipos de estresantes que con frecuencia surgen durante el transcurso de nuestra vida son: desengaños, conflictos, cambios de trabajo, pérdidas personales, problemas económicos, presión de tiempo, jubilación, dificultades para tomar decisiones, cambios en la familia. b. Causas Bioecológicas del Estrés: Las causas bioecológicas se originan de toda actividad derivada de las funciones normales y anormales de los órganos y del sistema del organismo humano, incluyendo los que produce el ejercicio, y de aquellos estresantes que surgen de nuestro ambiente físico o ecológico. Se pueden incluir todo tipo de enfermedad causado por bacterias, virus, sustancias tóxicas (drogas, nicotina, alcohol), deficiencias alimenticias (vitaminas,), obesidad, hambre, sed y todo tipo de estímulo químico- fisiológico que cause dolor (ejemplo: enfermedades). También puede representar cualquier tipo de actividad física, ejercicio o deportes, en la que los estresores son aquellos que demandan al cuerpo una mayor cantidad de energía para realizar un esfuerzo deportivo o actividad física, como lo son el correr, nadar, recortar la grama, entre otros. Y finalmente los factores ambientales, los cuales son condicionamientos del medio físico que nos obligan, de vez en cuando, a una reacción de estrés, tales como: calor, frío, ruido, estímulos ópticos, contaminación del aire, heridas o traumas, entre otras. c. El Tipo de Personalidad Como Causas del Estrés: Se originan de la dinámica del propio individuo, su percepción sobre sí mismo, y el significado que le asigna a las situaciones estresantes, lo cual se manifiesta en actitudes y comportamientos de riesgo que resultan en alteraciones psíquicas y somáticas. Es por eso que algunas personalidades parecen ser más propensas al estrés que otras. Finalmente, Suzuky y Sakano (2001) dicen que el estrés ocurre cuando las personas perciben que las demandas externas a las que estás sometido, son mayores que los recursos con los que cuentas. Es la reacción física y psicológica que aparece ante estas situaciones de desbalance. Puede durar poco tiempo e incluso puede durar varios años, y puede ser causado por una infinidad de factores, incluyendo hechos pasados, presentes o futuros, positivos o negativos, agudos o crónicos, a continuación, se explica en qué consisten estos factores. Desde las cosas más simples de la vida cotidiana, hasta los eventos de importancia crucial, pueden desencadenar una crisis. Los detonantes de origen psicológico y físico van desde la falta de sueño hasta someterse a una operación riesgosa. Los factores psicológicos más comunes incluyen aquellas condiciones que evocan emociones negativas tales como el odio, el miedo, el enojo y la tristeza. Los detonantes del pasado, son eventos que ya ocurrieron - como por ejemplo una experiencia traumática en la niñez- pero que continúan manifestándose en el presente de alguna forma. También existen eventos estresantes del presente -como retos laborales o personales- y otros que aún no han ocurrido pero que son motivo de preocupación. MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 6 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS También existe el estrés positivo, el cual ocurre como consecuencia de un evento de connotación positiva -como la graduación o la boda- . El negativo, en cambio, aparece tras situaciones molestas o perjudiciales para la persona o para algún familiar cercano a ella. Los detonantes clasificados como agudos, son aquellos que aparecen de repente y que duran relativamente poco tiempo. Los crónicos son los que se extienden en el tiempo y nos dan la impresión de que nunca acaban. Es muy importante tener en cuenta que el efecto de cada uno de estos factores varía de persona en persona, es decir, lo que resulta estresante para una persona no necesariamente lo es para otra, lo cual depende en gran medida de las herramientas con que cada individuo cuenta para enfrentar las situaciones y eventos que aparecen la vida. 1.3 Consecuencias del estrés Las consecuencias negativas del estrés son múltiples, pero a grandes rasgos, cabe señalar su influencia negativa sobre la salud, así como sobre el deterioro cognitivo y el rendimiento. El estrés puede influirnegativamente sobre la salud por varias vías (Cano, 2002), como son: 1) por los cambios de hábitos relacionados con la salud, 2) por las alteraciones producidas en los sistemas fisiológicos 3) por los cambios cognitivos (pensamientos) que pueden afectar a la conducta, las emociones y la salud En primer lugar, el estrés modifica los hábitos relacionados con la salud, de manera que con las prisas, la falta de tiempo y la tensión, aumentan las conductas no saludables, tales como fumar, beber, o comer en exceso, y se reducen las conductas saludables, como hacer ejercicio físico, guardar una dieta, dormir suficientemente, conductas preventivas de higiene. Estos cambios de hábitos pueden afectar negativamente a la salud y, por supuesto, pueden desarrollarse una serie de adicciones, con consecuencias muy negativas para el individuo en las principales áreas de su vida, como son la familia, las relaciones sociales, el trabajo y la salud, por ejemplo, en algunas profesiones altamente estresantes hay tasas más altas de tabaquismo, alcoholismo y otras adicciones; esto también es cierto en trabajadores desempleados, frente a lo que tienen trabajo; las personas con obesidad presentan niveles de ansiedad más altos que las personas que no presentan obesidad; los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia) también están muy ligados con ansiedad; muchas personas con fobia social tienen problemas con el alcohol. En segundo lugar, el estrés puede producir una alta activación fisiológica que mantenida en el tiempo, puede ocasionar disfunciones psicofisiológicas o psicosomáticas, tales como dolores de cabeza, problemas cardiovasculares, problemas digestivos, problemas sexuales, etc. (Labrador y Crespo, 1994); a su vez, el estrés puede producir cambios en otros sistemas, en especial puede producir una inmunodepresión que hace aumentar el riesgo de infecciones (como la gripe) y puede aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedades inmunológicas, como el cáncer, por ejemplo, los pacientes hipertensos presentan niveles de ansiedad e ira más altos que las personas con presión arterial normal; las personas que sufren arritmias, cefaleas, asma, trastornos de piel, disfunciones sexuales, trastornos digestivos, contracturas musculares, por lo general presentan altos niveles de ansiedad; los estudiantes en época de exámenes son más vulnerables a la gripe o a enfermedades infecciosas de tipo pulmonar, siendo más vulnerables las personas con alta ansiedad a los exámenes. En tercer lugar, el estrés puede desbordar al individuo de manera que comience a desarrollar una serie de errores cognitivos en la interpretación de su activación fisiológica, o de su conducta, o de sus pensamientos, o de algunas situaciones, que a su vez le lleven a adquirir una serie de temores irracionales o fobias, por ejemplo, una persona sometida a estrés prolongado puede llegar a desarrollar ataques de pánico, o crisis de ansiedad, que son fuertes reacciones de ansiedad. Durante esta crisis el individuo interpreta erróneamente su activación fisiológica y piensa que le faltará el aire (cuando realmente está hiperventilando), o que morirá de un ataque al corazón, o que se mareará y caerá al suelo, o que se volverá loco. 1.4 Estrategias de intervención Los Trastornos de Ansiedad, generados a partir del estrés responden muy bien a los tratamientos específicos, la gran mayoría de los afectados obtiene una recuperación notable en los primeros meses. En algunos casos, cuando coexiste más de un trastorno en la misma persona, la mejoría puede requerir más tiempo de trabajo terapéutico, en la actualidad, entre los profesionales de todo el mundo especializados en los Trastornos de Ansiedad, no existen dudas acerca de que el Tratamiento Cognitivo-Conductual, integrado cuando es necesario con la MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 7 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS indicación de fármacos anti-ansiosos, resulta el método de elección por su eficacia y rapidez en la obtención de resultados positivos (Barlow, 2002). La indicación de uno u otro plan de tratamiento sólo debe efectuarse luego de una completa evaluación de cada caso en particular, realizada por un profesional competente en la materia, el tratamiento del estrés puede ser abordado de muchas formas, tales como: 1.4.1 Terapia Cognitivo-Conductual: Está dirigida a identificar y cambiar las ideas erróneas o pensamientos automáticos (aspectos cognitivos) y las conductas no deseadas, limitadas o condicionadas por la ansiedad o el temor (aspectos conductuales) que contribuyen a generar síntomas y circunstancias propicias para el desarrollo y mantenimiento del estrés. El objetivo final es la recuperación de la vida y movilidad normales, libre de estados de ansiedad inapropiada o preocupación excesiva, que son generadas a partir del estrés mediante ejercicios de exposición o afrontamiento, pensados y diseñados para cada caso en particular, se enfocan y resuelven las conductas de evitación (la huida a la situación de estrés) de determinadas situaciones. 1.4.2 Psicoeducación y Ejercicios de Relajación-Respiración: Constituyen elementos fundamentales en las primeras etapas del abordaje cognitivo-conductual. La Psicoeducación implica brindar al paciente información detallada y sistematizada acerca del origen de sus síntomas, los mecanismos que los sostienen, y las posibles consecuencias de los mismos. Esto es importante ya que las personas estresadas tienden a interpretar en forma distorsionada distintas señales anímicas o físicas, y son proclives a suponer, erróneamente, los peores desenlaces para sus problemas. Gracias a una correcta Psicoeducación, sabrán por fin, sobre datos de la realidad, a qué atenerse y qué hacer para mejorar. Además el estrés se acompañan, por lo general, de aumento de la frecuencia respiratoria con alteraciones en su dinámica normal (movimientos respiratorios poco amplios) y aumento de la tensión muscular, hechos ambos que contribuyen al sostén o incluso incremento, es por ello que los ejercicios de relajación y respiración se utilizan casi siempre como primera herramienta, junto con la Psicoeducación (Hawkins y Singer, 1999). Además Puchol, (2002) dice que el enfoque psicoeducativo implica promocionar al paciente/familia información básica sobre su enfermedad, síntomas básicos y diversas estrategias de afrontamiento, esta primera categoría de tratamientos incluye compartir información básica con el sujeto, a través de libros, artículos y otros documentos de interés que permita adquirir al paciente nociones esenciales de conceptos relacionados con el trastorno como conocimientos de psicofisiología, introducción al concepto de respuesta de estrés, conocimientos jurídicos básicos relacionados con el problema. A nivel familiar incluye la enseñanza de estrategias de afrontamiento y habilidades de solución de problemas para facilitar la relación con la persona afectada por el trastorno. Este enfoque psicoeducativo, a nivel familiar, reduce considerablemente las sensaciones de estrés, confusión y ansiedad que suelen producirse dentro de la estructura familiar y que pueden llegar a desestructurarla, ayudando de manera significativa en la recuperación del paciente. 1.4.3 Taller de prevención y manejo del estrés: Para este tipo de talleres deben tomarse dos aspectos importantes; la vida cotidiana y el ámbito laboral, ya que es frecuente que las personas que padecen de estrés piensen que resultaría muy difícil, casi imposible, cambiar las condiciones que los rodean, o lo que es más importante, su modo de asimilarlas o reaccionar a las mismas, el objetivo de estos talleres es ofrecer un espacio donde pueda incorporar nuevos enfoques y habilidades en la resolución de sus problemas, apuntando a establecer una buena alianza entre él y su entorno. Al conocermejor lo que quiere, lo que le es posible realizar y lo que el ambiente le ofrece, podrá tener una actitud realista con sus expectativas y decisiones para el futuro; el compartir experiencias, éxitos, fracasos, información y recursos son algunas de las posibilidades que ofrecen estos grupos, el hecho de unirse permite, una mayor efectividad en la lucha por erradicar los estigmas que aún permanecen en la sociedad sobre las personas con problemas psicológicos (Puchol, 2002). MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 8 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 1.4.4 Terapias alternativas / holísticas: Bajo esta concepción, se esconden todo un conjunto de métodos, técnicas, filosofías y procedimientos con mayor o menor apoyo científico y que pueden ser utilizados, en solitario o en conjunción con otras estrategias, para el tratamiento de los problemas asociados al estrés. A continuación se presenta una breve definición de algunas de las más comunes (Puchol, 2002): • Acupuntura. Método terapéutico milenario, y parte integrante de la medicina tradicional china, basada en el uso de agujas para prevenir y tratar las enfermedades, estimulando los "canales energéticos" del cuerpo. • Aromaterapia. Sistema amplio de masajes a través de aceites naturales adaptados a fines específicos, los aceites esenciales utilizados son destilados aromáticos extraídos de las plantas medicinales que concentran sus principales virtudes. • Ejercicio físico. El uso de la actividad física para mantenerse en forma, liberar tensión y mejorar el estado de ánimo. • Herboterapia. Uso de plantas y extractos vegetales para el tratamiento de trastornos específicos a partir de sus propiedades medicinales y/o nutritivas. • Homeopatía. Término derivado de dos vocablos griegos homeo (similar) y pathos (sufrimiento), se usan remedios preparados a partir de sustancias que se presentan en la naturaleza para tratar a toda la persona, estimulando la tendencia del cuerpo a curarse por sí mismo, utiliza dosis muy concretas de sustancias que en masivas dosis producen efectos similares a aquellos producidos por la enfermedad a tratar. • Masaje. Técnica manual dirigida fundamentalmente a la liberación de la tensión en los músculos. • Medicina holística. El objetivo es tratar a la persona en su "globalidad", se parte de la premisa de que mente, cuerpo y espíritu están íntimamente unidos y deben ser tratados "conjuntamente". Se utilizan diversas estrategias de tratamiento alternativas como la meditación, yoga, plegarias, ciertas combinaciones dietéticas, vitaminas, minerales hierbas y otros suplementos dietéticos/naturales evitando aproximaciones tradicionales basadas en el uso de fármacos. • Naturopatía. Enfatiza la "curación natural" y emplea tratamientos naturales tales como dietas específicas, masajes, hidroterapia, ejercicios y asesoramiento. • Programación Neurolingüística. Modelo psicoterapéutico, desarrollado en la década de los 70 a partir de los trabajos de Richard Bandler y John Grinder y fundamentado en el estudio de la estructura de la experiencia subjetiva. • Reflexología. Un tipo de masaje, focalizado en "desbloquear" las 7.200 terminaciones nerviosas concentradas en los pies, con el objetivo de estimular los propios procesos curativos del cuerpo, y alcanzar un "estado equilibrado" usado para el tratamiento de afecciones específicas y sentimientos generales de malestar. • Remedios florales de Bach. Se preparan con flores de hierbas silvestres, arbustos y árboles. Suelen utilizarse para dosificar al humor del individuo y su estado mental, puesto que se sabe que el miedo, la aprehensión y la preocupación suelen interferir con los procesos curativos del cuerpo. • Shiatsu. Un enfoque, basado en el masaje, dirigido a corregir el flujo de la energía del cuerpo, a través de un tratamiento de contacto corporal. En japonés, "shiatsu" significa «presión con los dedos», una presión que sustituye a las agujas de acupuntura en la estimulación de los canales energéticos. • Tai chi. Sistema tradicional chino basado en un movimiento físico suave, que permite al individuo canalizar su energía, su fuerza y su poder de modo más positivo. • Tratamiento nutricional. Se centra en mejorar el estado de ánimo a través de unos buenos hábitos dietéticos y una suplementación especifica de determinados nutrientes, tales como vitaminas, minerales o sustancias naturales. • Yoga. Antiguo sistema de posturas corporales, control de respiración y prácticas de meditación que fomentan el bienestar general y el equilibrio interior. Finalmente, una vez revisado las distintas formas en las que se puede abordar el estrés, quisiera puntualizar que: a) Se puede observar la gran cantidad de estrategias que hay para poder intervenir el estrés, ninguna es mejor o peor, simplemente son formas de abordar la problemática que bien o mal han sido funcionales hasta nuestros días, cada uno esta basado en una visión muy diferente del fenómeno, y a partir de dicho enfoque se comienza la intervención. Las técnicas difieren en muchos aspectos pero cada una MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 9 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS tiene sus pros y contras, con lo que una persona puede tratar su estrés de diferentes formas. b) Puede haber estrategias que incidan dentro del área fisiológica, psicológica, o desde una perspectiva holística o dualista al cuerpo y a los psicológico paralelamente, lo que da pauta a la construcción de metodologías científica y no científica dentro de las intervenciones, sin embargo, las metodologías no científicas no son susceptibles de considerarse dentro de la investigación del estrés, a pesar de que en muchos de los casos estas funcionen adecuadamente, por ende la visión de las estrategias científicas segmenta la posibilidad de explorar nuevas alternativas, pero por otro lado las metodologías científicas dan la posibilidad de comprobar, generalizar y repetir dicho tratamiento, de tal manera que la investigación y los métodos de tratamiento fueran funcionales para todas las personas que sufren de estrés. 2. Prevención del VIH/SIDA La salud sexual y reproductiva de la población adolescente se ha considerado en México como una prioridad de atención dentro del Plan Nacional de Salud (Núñez, Hernández, García, González y Walter, 2003), ya que se estima que diariamente en el mundo ocurren 100 millones de relaciones sexuales y cerca de medio millón terminan en alguna Infección de Transmisión Sexual (ITS) (Esquivel, Casanova y Uc, 2001), trayendo consecuencias como: esterilidad, ceguera, desórdenes mentales, defectos físicos de nacimiento, aumento en las probabilidades de desarrollar un cáncer, enfermedades cardíacas e inclusive la muerte. Algunas de las ITS más importantes y comunes son: hongos, gonorrea, sífilis, uretritis no específica, herpes genital, Virus del Papiloma Humano (VPH), chancro blando, hepatitis, candidiasis y Tricomoniasis4 (Del amo, 1999). Estas ITS constituyen las más comunes dentro de la población mexicana, sin embargo, la mayoría son curables (Arenas, 1987; Pérez, 1986; Saúl, 2001), no obstante, otra ITS que actualmente es un problema de salud a nivel mundial por no tener cura y ser mortal es el 4 En los hombres las ITS más comunes son: la candidiasis, la tricomoniasis, la sífilis y el herpes genital. En las mujeres: gonorrea y la clamidiasis y la infección asociada al cáncer cérvico-uterino y, señalada como la segunda causa de muerte entre las mujeres mexicanas, el papiloma humano (Esquivel, Casanova y Uc, 2001). Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, mejor conocido como SIDA (CONASIDA, 2003; Herrera y Campero, 2002; ONUSIDA, 2003). Esta enfermedad es causada por el VIH (Virusde Inmunodeficiencia Humana) y como todos los retrovirus, posee capacidad de mutación, lo que hace difícil su control y la elaboración de una vacuna eficaz (Ponce de León y Rangel, 2000). El VIH sólo puede transmitirse de tres formas, la primera es mediante el uso compartido de agujas, jeringas, instrumentos contaminados o transfusión sanguínea; la segunda, es por vía perinatal y la tercera por vía sexual (CENSIDA, 2003; Ponce de León y Rangel, 2000), ocupando esta última el 91.4% de los casos acumulados en México. CENSIDA (2005) reporta que desde el inicio de la epidemia hasta noviembre del año 2004, en nuestro país se han registrado de manera acumulada 90,043 casos de SIDA. Existen 160,000 personas infectadas por el VIH entre los 15-44 años, siendo esta la población más afectada por el VIH (79.1% de casos de VIH/SIDA). El 83.8% de los casos acumulados de SIDA corresponden a hombres y el 16.2% a mujeres, estableciéndose una relación hombre-mujer de 6 a 1. De acuerdo con CENSIDA (2005), el uso del condón es una de las formas más efectivas para prevenir el VIH/SIDA y otras ITS, siempre y cuando se utilice correcta y consistentemente; sin embargo, a pesar de las distintas campañas para promover su uso los jóvenes continúan teniendo conductas sexuales de riesgo (Caballero y Villaseñor, 2001; Santos, Villa, García, et al., 2003). Algunas investigaciones han reportado distintas razones por las que los jóvenes no usan el condón: no es placentero (González y Rosado, 2000; Villagrán y Díaz, 1999), su religión no les permite usarlo, creen que no es apropiado usarlo con parejas ocasionales, al usarlo el hombre pierde la erección (Flores y Leyva, 2003; Villagrán y Díaz, 1999); se puede romper, el VIH puede atravesar el látex (Martinez, Villaseñor y Celis, 2002); no tienen la capacidad percibida para usarlo, es decir, no se creen capaces de utilizarlo (Bandura, 1994, 1999; Torres y Díaz, 1999; De Visser y Smith, 2001); solo por mencionar algunos de los más importantes. Dentro de los factores psicosociales que han estado asociados con no usar el condón están: la abnegación por parte de la mujer, ya que se asocia con la baja moralidad (Ramos, Díaz, Saldívar, y Martínez, 1999), el estrato socioeconómico (Villaseñor, Caballero, Hidalgo, Santos, 2003), la mala educación sexual (González y Rosado, 2000), asociar al SIDA con una imagen “gay” (Díaz y Alfaro, 1999), los roles culturales como por ejemplo, que el hombre ve al condón como un método MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 10 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS anticonceptivo más que como un método para prevenir el VIH/SIDA, el poder de decisión en el terreno sexual y la subordinación de la mujer en la elección dentro de la pareja (Rico, 1995). También se han considerado factores conductuales que están asociados al no uso del condón, como un déficit en habilidades para solicitar condones en la farmacia (Flores y Leyva, 2003), falta de habilidades sociales para solicitarlo o negociarlo con la pareja (Carter, McNair y Corbim, 1999; Hovell, Blumberg, Liles, Powell, Morrison, Duran, Sipan, Burkham, y Kelley, 2001; Lam, Mak, Lindsay y Russell, 2004), incompetencias en habilidades de comunicación o falta de estrategias de negociación (Frías, Robles, Rodríguez et al., 2004; Tulloch, McCaul, Miltenberger, y Smyth; 2004), no saber usarlo correctamente (Rodríguez, Robles, Frías et al., 2004; De Visser y Smith, 2001, 2004). Bajo este contexto, la investigación en comportamientos sexuales preventivos se torna particularmente importante ya que actualmente la pandemia continua creciendo a nivel mundial, sobre todo en adolescentes y el debut sexual se ha ido presentando a edades más tempranas (en hombres a los 16 años y en mujeres a los 19 años), lo que ha posibilitado que la edad del matrimonio se postergue y se incrementen las relaciones sexuales con diversas parejas (Núñez Hernández, García, González y Walker, 2003). Debe considerarse, además, que a pesar de haber una mayor prevalecía de VIH en los varones (CENSIDA, 2003), las mujeres están más en riesgo porque son más vulnerables de dos a cuatro veces más a la infección por VIH que los hombres, ya que el semen de un varón infectado contiene una cantidad de células infectadas por VIH muy superior a la presente en los fluidos vaginales de una mujer infectada (Del Rio, Liguori, Magis, Valdespino, García y Sepúlveda, 1995). Además, el epitelio vaginal y rectal es mucho más vulnerable a infecciones que el que cubre el pene, y el virus puede mantenerse vivo por más tiempo en esos tractos, dejando a los hombres en posición de excelentes portadores del virus Brody (1995) señala que la práctica sexual donde hay mayor posibilidades de transmisión del VIH es el sexo anal, siguiéndole el sexo vaginal y posteriormente el sexo oral. Lo anterior sugiere la necesidad, de poner especial atención en el tipo de práctica sexual que realizan tanto hombre como mujeres e investigar en qué medida se utiliza el condón en cada una de ellas. Sin embargo, además del tipo de práctica sexual que se realiza, deben evaluarse conjuntamente otras conductas de riesgo que también han sido objeto de interés en la investigación sobre la prevención del VIH/SIDA, particularmente lo referente al comportamiento sexual, que incluye la edad del debut sexual, planeación y lugar de la primera relación sexual, el número de parejas sexuales, la preferencia sexual, la frecuencia de las relaciones sexuales y la frecuencia del uso del condón, ya que se ha encontrado que los jóvenes están mas en riesgo cuando inician sus relaciones sexuales a edades más tempranas, cuando tienen mayor número de parejas sexuales y cuando reportan frecuencias altas de relaciones sexuales con frecuencias bajas del uso del condón, es decir, inconsistencia en el uso del condón. La evaluación conjunta de estos aspectos del comportamiento de riesgo, permitirá tener una visión integral del comportamiento de riesgo o preventivo de los jóvenes. En este sentido, el propósito del presente estudio es evaluar en una muestra de estudiantes universitarios sexualmente activos el tipo de práctica sexual que realizan y el patrón de comportamiento sexual que los caracteriza, determinando las diferencias entre hombres y mujeres. 2.1. Método La población universo estuvo constituida por estudiantes universitarios inscritos en las seis carreras (Biología, Cirujano Dentista, Enfermería, Médico Cirujano, Optometría y Psicología) de la FES Iztacala del turno matutino; quedaron excluidos aquellos estudiantes de las carreras de Cirujano Dentista, Enfermería y Médico Cirujano que asisten a hospitales y clínicas. La población total aproximada de alumnos del turno matutino de la FES Iztacala es de 7000, de éstos, alrededor de 4200 toman sus clases en las instalaciones de la FES Iztacala y ellos son los que constituyeron la población universo del estudio. Se utilizó un procedimiento de selección de la muestra llamado muestreo por conglomerados o "muestreo de conjunto" (García, 1983), en donde se considera como unidad de análisis, no la identificación particular de cada estudiante, sino el grupo formal en el que están inscritos. Se determinó el total de grupos que hay en cada semestre de las seis carreras en el turno matutino y se seleccionó aleatoriamente al 50% de ellos. De los 1168 estudiantes que respondieron el cuestionario sobre comportamiento sexual, se seleccionaron únicamente a aquellos que reportaron tener relaciones sexuales. En total fueron 691 estudiantes sexualmente activos; el 37.3 % fueron hombres y el 62.7 % mujeres, ambos con una edad promedio de 20. 58 años (SD=2.23). Se consideró como variable independiente atributiva el sexo de los estudiantes. Para evaluar las siguientes variables se utilizó un instrumento con 31 MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DELA SALUD 11 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS reactivos, 13 para evaluar patrón de comportamiento sexual y consistencia del uso de condón; y 8 para evaluar practicas sexuales y uso del condón en cada práctica sexual. 2.2 Resultados De los 691 estudiantes que participación en el estudio, 218 fueron hombres y 433 mujeres. En cuanto al patrón de comportamiento sexual, se encontró que la edad de inicio de las relaciones sexuales fue menor en los varones (16.87) que en las mujeres (17.75), resultando significativa esta diferencia (t=5.99, p<00.1). Por otro lado, el 54.2% de la muestra evaluada planearon su primera relación sexual, sin embargo, al hacer la comparación entre hombres y mujeres se encontraron diferencias significativas (x2=24.03, p<.001), ya que fue mayor el porcentaje de mujeres que planearon el primer encuentro sexual (62.5%) en comparación con los hombres (41.3 %). Asimismo se les preguntó sobre el lugar de la primera relación sexual y se encontró que fue mayor el porcentaje de hombres y de mujeres que tuvieron su primer encuentro sexual en casa (hombres 72.4% y mujeres 71.2%), seguido del hotel (hombres 12.9% y mujeres 22.4%), encontrándose diferencias significativas entre los lugares (x2=18.72, p<.002). El porcentaje restante corresponde a las respuesta: calle, despoblado y auto; 14.7% de hombres y 6.5% de mujeres respectivamente. Los hombres resultaron tener en promedio un mayor número de parejas sexuales en toda su vida (3.94, SD=4.58), que las mujeres (1.95, SD=2.18), resultando significativa esta diferencia (t=7.51, p<.001). Los datos relativos al uso del condón en las relaciones sexuales en general y en la última relación sexual en particular, los hombres lo usan más que las mujeres; ante la pregunta “¿cuando tienes relaciones sexuales usas condón?”, el 83.5% de los hombres y el 74.3% de las mujeres reportaron usarlo (x2=7.84, p<.005), y en la última relación sexual lo utilizaron el 77.8% de los hombres y el 68.2% de las mujeres (x2=5.99, p<0.05). Los resultados anteriores indican que el porcentaje de estudiantes que usan condón en sus relaciones sexuales en general y en la última relación sexual, es alto tanto en hombres como en mujeres; sin embargo, muchos de los estudiantes que dijeron usar protección lo hicieron de manera inconsistente. Al evaluar consistencia en el uso del condón, se observó que hay un porcentaje mayor en los hombres (62.79%) que en las mujeres (45.33%) que utilizan condón consistenemente, resultando significativa esta diferencia (t=3.23, p<0.001). Esto indica que el 37.21% de los hombres y el 54.67% de las mujeres no usaron protección en todas y cada una de sus relaciones sexuales. En relación con las prácticas sexuales evaluadas, se observa que es significativamente mayor el porcentaje de hombres que de mujeres que llevan a cabo relaciones sexuales anales, orales y masturbación. Finalmente, se evaluó el uso del condón en cada una de las prácticas sexuales; se observa un porcentaje muy bajo de estudiantes que usan el condón cuando tienen relaciones orales, anales y masturbación con la pareja, el porcentaje es mayor sólo en relaciones vaginales; en todos los casos, excepto en relaciones orales, es mayor el porcentaje de hombres que usaron el condón comparado con el porcentaje de mujeres. 2.3. Discusión Uno de los propósitos centrales de la presente investigación consistió en evaluar diferentes variables asociadas al riesgo para contraer VIH/SIDA y determinar las diferencias entre hombres y mujeres universitarios sexualmente activos. Identificar este tipo de variables en jóvenes universitarios resulta ser de particular importancia en la investigación sobre la prevención de este problema de salud, ya que esto permite obtener datos que pueden ser utilizados dentro de la planeación y diseño de estrategias de prevención. En el presente estudio se encontró que los hombres tienen un patrón de comportamiento sexual de mayor riesgo que las mujeres, ya que es mayor el porcentaje de hombres que inicia su vida sexual a edades tempranas (en promedio, 16 años y en mujeres 17 años) y que tienen mayor número de parejas sexuales en toda la vida (en promedio 4 parejas, y en mujeres 2 parejas). Resultados semejantes han sido reportados con poblaciones de jóvenes (García, Figueroa, Reyes, Brindis y Pérez, 1993; Ibáñez, 1996; Micher y Silva, 1997; Odriozola e Ibáñez, 1992; Villagran, Cubas, Díaz y Camacho, 1990) y se considera que el hecho de que los estudiantes inicien su vida sexual a edades tempranas implica que tengan mayor oportunidad de relacionarse sexualmente con varias parejas. De acuerdo con Díaz y Alfaro (1999) y Villagrán y Díaz (1992), este es un patrón de comportamiento sexual que corresponde a la sociedad mexicana, donde culturalmente al hombre se le ha permitido una mayor libertad sexual, mientras que en las mujeres existe la premisa sociocultural que expresa directamente que ellas MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 12 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS deben ser vírgenes hasta el matrimonio. De acuerdo con los estudios de McPhail y Campbell (2001); Moss (2002); Noar, Morokoff y Redding, (2002) y Stern, Fuentes, Lozano y Reysoo (2003) las variables socioculturales han resultado ser un factor que impacta diferencialmente el patrón de comportamiento sexual en hombres y mujeres. A pesar de que los hombres tienen un patrón de comportamiento sexual más riesgoso que las mujeres, al evaluar el uso del condón en el presente estudio, se encontró que es mayor el porcentaje de mujeres que no usan el condón en sus relaciones sexuales ni en su última relación sexual; asimismo se encontró que es mayor el porcentaje de hombres que son consistentes en el uso del condón, resultados que concuerdan con diversas investigaciones (Caballero y Villaseñor, 2001; Gayet, Juárez, Pedrosa y Magis, 2003; De Visser y Smith 2004). Esto indica que las mujeres son las que están en mayor riesgo de contraer VIH/SIDA debido a que es mayor el porcentaje de mujeres que no usa el condón en todas y cada una de sus relaciones sexuales, es decir, son inconsistentes. Entre los factores que posibilitan que sea mayor el porcentaje de mujeres inconsistentes para usar el condón que los hombres, se encuentran: el poder en la toma de decisiones en el ámbito sexual en donde es el hombre quien decide qué se va a hacer y cómo se va a hacer (Blanc, 2001; Coker, 2000; Fei-ling Go, Vu Minh, Chung, Zenilman, Vu Thi y Celentano, 2002; Maman y Campbell, 2000 Moss, 2002; Pulerwitz, 2002); no se perciben en riesgo, ya que creen que solo les da a homosexuales y a prostitutas (Ramos, Díaz, Saldívar y Martínez, 1999); la libertad que se le ha otorgado al hombre en el terreno sexual, por lo tanto, las mujeres consideran que es más probable que los hombres lleven y guarden condones que ellas (Noar, Morokoff y Redding, 2002); porque les da pena comprarlos o porque son costosos (Toledo, Navas, Navas y Pérez, 2002); porque no se sienten en riesgo de contraer VIH o alguna ITS porque las mujeres consideran que es un método anticonceptivo (Flores y Leyva, 2003; González y Rosado, 2000) y porque disminuye la sensibilidad en el acto sexual (González y Rosado, 2000; López, 2001; Noar, Morokoff y Redding, 2002). Con el propósito de tener una visión más integrada del comportamiento sexual de riesgo que caracteriza a hombres y mujeres universitarios, se obtuvo información sobre el uso del condón en distintas prácticas sexuales y se encontró en primera instancia, que hay diferencias entre el porcentaje de las personas que reportaron usar el condón en sus relaciones sexuales en general y el uso del condón reportado en cada práctica sexual; es decir, al evaluar el uso del condón, los porcentajes de los estudiantes obtenidos son elevados (mas del80%) sin embargo, al especificar el uso el condón por práctica sexual , el porcentaje disminuye de entre 15 y 75 %. Lo anterior sugiere que la evaluación del uso del condón en general no da información específica sobre en que práctica se emplea el condón. La crítica que se hace a diversas investigaciones (Caballero y Villaseñor, 2001; Gebhardt, Kuyper y Greunsven, 2003; Gökengin, Vamazhan, Özkaya, Aytug, Ertem et al., 2003; Gurman y Borzekowski, 2004; Kordoutis, Loumakou y Sarafidou, 2000) con respecto a este punto, radica en que únicamente se evalúa el uso del condón en las “relaciones sexuales”, sin especificar el tipo de práctica sexual en la que lo usan, dando por sentado que tener relaciones sexuales es sinónimo de tener relaciones vaginales por ser la práctica sexual más común, (Pérez y Arriola, 2001; Robles, 1999;). Con base en lo anterior, la evaluación del tipo de práctica sexual, puede dar indicadores de niveles de riesgo y de aspectos conductuales, referente a lo que la gente hace en momentos específicos; por ejemplo, en el presente estudio, se encontró que las prácticas en las que más se reporta usar el condón son sexo vaginal y sexo anal. Hay que considerar que es mayor el porcentaje de hombres que realizan las prácticas sexuales en comparación con las mujeres; por tanto, se pude llegar a la conclusión de que a pesar de que usan condón y tienen diversas prácticas protegidas, no son consistentes, asimismo, al evaluar el uso del condón en distintas prácticas sexuales nos dan indicadores de probabilidades de contagio del VIH/SIDA, en función del riesgo de la práctica sexual (Brody, 1995), por lo que es importante comenzar a informar a los adolescentes sobre los riesgos que conlleva tener cada una de las prácticas sexuales. 3. Dolor crónico El dolor crónico está catalogado como uno de los más importantes problemas del la salud pública contemporánea. El dolor crónico, que representa el fracaso del modelo medico tradicional, obligó a reconceptualizar las enfermedades desde otra perspectiva, a tener en cuenta su origen multicausal, a establecer diversos niveles y procedimientos de intervención dirigidos hacia la meta final: la rehabilitación del paciente. Los psicólogos han ocupado un lugar crecientemente reconocido en la atención al dolor crónico, especialmente en el trabajo de las llamadas clínicas del dolor, como una llamada organizativa del trabajo MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 13 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS con estos pacientes. Hoy en día se reconoce a la psicología del dolor como uno de los campos más importantes y trabajados en la psicología de la salud contemporánea. 3.1 Aspectos conceptuales del dolor crónico El dolor acompaña a la existencia y nadie está inmunizado contra él; sin embargo, la forma en que surge, se manifiesta y se alivia; es dependiente de variaciones culturales. El dolor, en tanto puede ser el resultado de accidentes y enfermedades, está relacionado con los comportamientos humanos y estilos de vida. La conceptualización que ofreció en 1979 la Asociación internacional para el Estudio del Dolor define el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a una lesión hística presente o potencial o descrita en términos de la misma. A partir de que el dolor es un fenómeno multicausal, se han creado una serie de modelos complejos que y multidimensionales para abordar el dolor. El más conocido de estos modelos es el de Melzack y Casey (1986), que define tres categorías o niveles que intervienen en la experiencia del dolor: nivel sensorial-discriminativo, nivel motivacional- afectivo y nivel cognitivo-evaluativo. Por otro lado, Loesser (1980), sugiere un esquema jerárquico de cuatro niveles, correspondientes a sustratos anatómicos específicos: nocicepción (energía térmica o dinámica potencialmente destructiva, tisular, que actúa sobre las terminaciones nerviosas de las fibras A, delta y C), dolor sufrimiento y conductas de dolor; estos cuatro niveles están en interacción. Asimismo, la investigación del dolor ha desarrollado dos enfoques fundamentales para su estudio, el experimental, que intenta comprender los misterios sobre el dolor a partir de investigaciones de laboratorio, y el clínico, consistente en la investigación con pacientes en el contexto del tratamiento medico del dolor. El dolor es usualmente clasificado en función de los servicios médicos en que habitualmente se atiende. Así, se habla de dolor reumático, dolor oncológico, dolor neurológico, etc. También se suele clasificar el dolor, en función de un criterio de localización general, en: cutáneo o periférico, somático o profundo y visceral. Asimismo, por su progresión temporal, los dolores pueden distinguirse por su inicio (brusco o progresivo), su curso (intermitente, continuo o con exacerbaciones esporádicas) o por su ritmicidad (diaria o estacional). Sin embargo a la clasificación que se le presta más atención es a la de dolor crónico y agudo. El dolor crónico, por tanto se define, como aquel que se extiende después del tiempo en que normalmente debía haberse extinguido, generalmente con una duración de más de seis meses o más. El en dolor agudo o de reciente aparición, generalmente es posible identificar una lesión, a menudo hay signos externos y observables de daño tisular como la inflamación o manifestaciones neurovegetativas que avalan las quejas del paciente. El dolor crónico por tanto es puesto del agudo, no responde a los tratamientos de la manera que se espera. 3.2 Principales aportes de la psicología El modelo psicodinámico puede ser considerado el primero que enfatiza la importancia de los factores psicológicos en la génesis del dolor. Con base en el estudio de casos, Freíd postuló que determinados problemas de dolor podrían tener su origen en conflictos inconscientes. La literatura psicodinámica ha intentado mostrar cómo ciertas dificultades emocionales están asociadas a problemas de dolor crónico. Uno de los asuntos más relevantes en el estudio del dolor es su nexo con los estados emocionales. También se ha estudiado el dolor desde la perspectiva familiar sistémica. Se supone que los síntomas cumplen un papel específico dentro del sistema familiar. Warning (1977) se refiere al dolor crónico en su modelo, según el cual los síntomas del paciente cubren necesidades emocionales de otros miembros de la familia. Estas necesidades llevan al refuerzo del síntoma y al subsiguiente rol homeostático de la enfermedad. Para los partidarios del enfoque conductista, el objeto de estudio de la psicología en el dolor son las conductas de dolor. La conducta de dolor, como manifestaciones observables y mensurables del dolor, cumple un papel central cuando se habla de dolor. El modelo cognitivo conductual del dolor no niega lo planteado por el enfoque conductual, pero considera relevantes para la evaluación psicológica no sólo las conductas de dolor, sino también las creencias, expectativas y actitudes, las atribuciones, estrategias de afrontamiento, apoyo social, etc. Parten de la hipótesis de que las cogniciones (creencias, evaluaciones, expectativas) de una persona acerca del dolor, pueden tener un impacto sobre su ajuste a partir de su influencia en los esfuerzos de afrontamiento. MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 14 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS Los investigadores que estudian el dolor crónico partiendo del enfoque cognitivo-conductual, consideran que la evaluación debe tener en cuenta la experiencia de dolor (tipo, intensidad, etc.), las conductas de dolor, estados de animo, el uso de medicamentos, las expectativas, el apoyo social, los recursos de afrontamiento, los hábitos sociales, la situación familiar y social; de todos los enfoquesél que ha mostrado mejores resultados ha sido el enfoque cognitivo-conductual. 3.3 La evaluación psicológica del dolor El diagnostico psicológico del dolor parte de la premisa general de que hay que pedirle a la persona que lo describa u observar su conducta; en otras palabras, el reporte del paciente debe ser la fuente primaria de evaluación, por lo que los profesionales de la salud deben animar a sus enfermos a responder a sus preguntas acerca del dolor. Para caracterizar y controlar cualquier tipo de dolor, hay que medir no sólo su intensidad y describir sus características, sino también estudiar cómo influye este dolor en la disminución de la alegría y de la capacidad de disfrute de la vida, cómo y por qué aumenta el temor y la ansiedad, en qué medida genera depresión y sufrimiento, cuánto afecta a la concentración y a otras funciones cognitivas, cómo se somatiza en otras quejas y se asocia a otros síntomas, en qué medida se percibe control de la situación, etc. El objeto de la evaluación psicológica se centra en aquellos factores psicosociales que intervienen en su cronificación y manifestación: factores contextuales (ambiente, familia, relaciones maritales), cognitivos (creencias, atribuciones, expectativas), emocionales (depresión, ansiedad, ira), personales (estilos de afrontamiento, actitudes, recursos de resistencia). Las técnicas preferidas por psicólogos para evaluar la intensidad del dolor, son las escalas y para la evaluación de la frecuencia y duración del dolor, conociendo los factores contingentes, se usan comúnmente métodos de autorregistro, como los diarios de dolor. Asimismo, resulta necesario incluir el papel de la pareja y los efectos en el funcionamiento familiar y el estado psíquico de los allegados al paciente en la evaluación psicológica de cualquier dolor. Hay que evaluar el impacto del dolor sobre las diferentes áreas de la vida del enfermo y las respuestas de otras personas significativas ante las quejas del paciente. 3.4 Intervención psicológica del dolor Las intervenciones psicosociales constituyen una vertiente importante del tratamiento multimodal en el manejo del dolor. Tales intervenciones no están dirigidas a reemplazar la terapia farmacológica, sino a ser utilizadas conjuntamente con los analgésicos apropiados para el control del dolor, potenciando la efectividad de éstos. Con las intervenciones psicosociales se ayuda al paciente a ganar sensación de control sobre el dolor, a cambiar la forma en que él piensa sobre su dolor, lo que tiene un impacto positivo sobre su sensibilidad, sus emociones y reacciones hacia el dolor. Al recomendar intervenciones psicosociales, el equipo de atención debe considerar específicamente: • La intensidad del dolor • El pronóstico de duración del dolor • La lucidez mental del paciente • La experiencia previa del paciente con estas técnicas • La capacidad física del paciente • El deseo del enfermo de utilizar técnicas pasivas o activas Tales intervenciones deben ser puestas en practica desde etapas tempranas de la enfermedad, para que los pacientes puedan aprender y practicar estas técnicas mientras tienen suficiente fortaleza y energía. Los enfoques más empleados para el manejo psicológico de cualquier dolor son: las terapias de modificación de conducta, las técnicas cognitivo-conductuales, la hipnosis y la relajación, y, en menor medida, las terapias de orientación psicodinámica. 4. Cáncer La enfermedad que denominamos cáncer se define por cuatro características que describen la forma en la que las células cancerosas se comportan de manera distinta a las células normales de las que proceden. Estás características son la capacidad para formar metástasis, la anaplasia, la autonomía y la clonalidad. Mientras las células sanas se multiplican de modo ordenado, las células cancerígenas siguen su propio proceso, de tal modo que emigran del sitio donde se producen, para invadir nuevos tejidos y formas masas en lugares distantes (metástasis). Asimismo, las células cancerígenas presentan alteraciones histológicas (anaplasia), ésta equivale a una MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 15 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS diferenciación celular anormal y no coordinada, que hace que las células tumorales aparezcan muy distintas de las células normales. Las células cancerosas tienen un alto grado de autonomía, lo que implica que su crecimiento celular no está regulado de manera adecuada por las influencias físicas y bioquímicas normales del ambiente. Finalmente, la clonalidad es una propiedad de las células cancerosas que implica que el cáncer se origina de una única célula progenitora que prolifera y da lugar a un clon de células malignas. Asimismo, se utiliza el término oncogenes para referirse a los genes humanos con capacidad para malignizar una célula sana, de los que se han descrito unos cien tipos distintos. Los antioncogenes, impiden que los oncogenes lesiones las células sanas; así para que se produzca un cáncer no sólo es preciso que exista un oncogén activado, se necesita además un antioncogén desactivado. 4.1 Etiología del cáncer, factores del riesgo El cáncer es considerado como una enfermedad multideterminada y los factores que pueden determinar su aparición se han agrupado en varias categorías: factores genéticos, factores hormonales y de reproducción, factores infecciosos, exposición a agentes ambientales y factores dependientes del comportamiento del individuo. El conocimiento de la capacidad etiológica de cada uno de estos factores es aún muy impreciso, de tal manera que en ocasiones podemos encontrar relaciones causales (verdaderas etiologías), pero en la mayoría de los casos tendremos que tratar estos factores como meros factores de riesgo que se asocian con la aparición y el desarrollo del cáncer. Los factores genéticos, es sabido que las mutaciones somáticas que tienen como consecuencia la transformación maligna celular se adquiere durante la vida de los individuos, mientras que existe otro tipo de mutaciones que se heredan y que constituyen la base de tumores hereditarios; es mucho mayor en pacientes que tienen antecedentes familiares. En cuanto a los factores hormonales y reproductivos se ha demostrado que ciertas hormonas tienen capacidad carcinógena. Así los estrógenos parecen estar implicados en el desarrollo de tumores malignos como el de endometrio o el del mama, en tanto que los andrógenos serían, en el caso de los varones, los responsables de los cánceres de próstata. Factores relacionados con el ciclo reproductivo de la mujer, como una menarquia precoz, una menopausia tardía, la ausencia de embarazos o embarazos en edades superiores a 35 años, pueden estar implicados en la aparición de cánceres como el de mama, en tanto que la lactancia natural podría tener un efecto protector. La exposición a ciertos agentes ambientales, como los químicos y las radiaciones, es responsable de algunos los tumores malignos diagnosticados. Entre los factores de riesgo comportamentales o del estilo de vida, sobresalen con especial importancia el consumo de tabaco y ciertos aspectos de la dieta, de hecho la dieta puede influir en la aparición de tumores a través de varias vías o mecanismos: 1) por contaminación de los alimentos con sustancias de propiedades carcinógenas; 2) mediante la incorporación a los alimentos de sustratos que son transformados en agentes cancerígenos por el propio organismo tras su ingestión; y 3) por el consumo de abundantes cantidades de componentes relacionados con la producción o facilitación del cáncer, como es el caso de las grasas animales o los ahumados. 4.2 Características de personalidad y cáncer Entre depresión, pérdidas importantes, frustración, abatimiento, desanimo o desaliento, cuando se producen en forma sostenida y severa, y el desarrollo de cáncer hayuna cierta relación. Asimismo, existe una fuerte correlación entre un comportamiento racional y antiemocional y la incidencia de cáncer, considerando que dicho comportamiento es congruente con el tipo C. Por otro lado, la personalidad Tipo I se caracteriza por la infraestimulación, es decir, las personas de este tipo muestran una tendencia permanente a considerar un objeto, una persona, una ocupación o cualquier otra cosa, que posea un elevado valor emocional, como la condición más importante para su bienestar y felicidad. Los individuos Tipo I, no se distancian del objeto y permanecen en un estado de dependencia respecto a él; por lo que es proclive a que las personas con este tipo de personalidad también desarrollen cáncer. 4.3 Depresión, estrés y cáncer Las relaciones entre depresión y cáncer han sido exploradas en dos direcciones posibles. Por un lado, se ha estudiado la posibilidad de que la depresión sea una variable premórbida, buscando la posible relación de carácter etiológico entre depresión y cáncer. Por otro lado, MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 16 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS se ha estudiado también la aparición de depresión como reacción psicológica al diagnostico y/o al tratamiento de cáncer, en tanto pueda producir un efecto cruzado de empeoramiento del curso de la enfermedad, o bien repercutir en la calidad de vida del enfermo canceroso que se verá sensiblemente empeorada con el añadido de la depresión. Por tanto, la depresión y los fenómenos de separación o pérdida deben ser considerados como ejemplos de estresores, de los cuales se ha encontrado cierta relación con el desarrollo de cáncer, pero también el cáncer lleva al desarrollo de cierto estrés. Las características del cáncer que llevan a considerarlo como un acontecimiento estresante son las siguientes 1. Se trata de una enfermedad que atenta directamente contra la propia supervivencia. 2. La etiqueta de la enfermedad supone connotaciones de muerte e incluso supone un padecimiento vergonzoso, a la que se han aplicado múltiples enfermismos. 3. El padecimiento puede suponer mutilación para el sujeto, al menos en aquellos casos en que se aplica cirugía. 4. El curso y el pronostico normalmente son inciertos. 5. Los tratamientos son aversivos, producen efectos colaterales y disonancia en los esquemas habituales de enfermedad de los pacientes. A corto plazo se experimenta que se pone enfermo, en lugar de mejorar con el tratamiento. 6. Los tratamientos interrumpen la vida cotidiana del sujeto. En el mejor de los casos, el paciente debe acudir al centro hospitalario una vez al mes, a sesiones de quimioterapia o radioterapia. 7. Como consecuencia de lo anterior, los hábitos de los pacientes deben cambiarse, incluso en algunos casos, como en el del cáncer de mama cuando se ha sufrido mastectomía radical, la mujer ha de cambiar hasta su modo de vestir, provocando cambios en la autoimagen. 4.4 Intervención psicológica en pacientes con cáncer La mayor parte de las propuestas terapéuticas se dirigen a reducir los efectos entresores del cáncer, por ejemplo, disminuyendo el nivel de incertidumbre mediante información clara sobre la enfermedad y los procesos terapéuticos que se derivan una vez establecido el diagnostico. Adaptarse o aprender a vivir con la enfermedad sin merma significativa de las diferentes áreas vitales, salvo las obligadas por convalecencias especificas, es otro de los objetivos de intervención, específicamente, en personas que muestran tendencias emocionales de supresión o depresivas. Son diversas las técnicas y estrategias que han venido utilizándose a la hora de intervenir con pacientes aquejados al cáncer. Entre ellas cabe destacar: 1. El uso del biofeedback, para disminuir la activación fisiológica actuando de refuerzo de otras técnicas (como la relajación o la imaginación guiada). 2. Técnicas de relajación, tales como la relajación muscular progresiva, el entrenamiento autógeno, la imaginación guiada o las técnicas de meditación. La imaginación guiada incluye dos tipos de procedimientos: uno en el que el sujeto crea una imagen mental agradable y placentera, y otro en el que se hace imaginar al sujeto su sistema inmunitario actuando sobre las células cancerígenas y destruyéndolas. 3. Hipnosis: es un estado mental que se caracteriza por la disminución en la capacidad atencional y de concentración del sujeto y de concentración del sujeto, un estado de relajación mental y un incremento en el nivel de susceptibilidad. 4. Estrategias cognitivas: incluyen diversas técnicas como el entrenamiento en respuestas de afrontamiento, el control de pensamientos negativos, la expresión de sentimientos y el entrenamiento en solución de problemas. 4.5 Terapia psicológica adyuvante En 1989, Moorey y Creer proponen la Terapia Psicológica Adyuvante (TPA) como un modo sistemático de actuación psicológica encuadrada en un modelo cognitivo-conductual basado en la terapia para la depresión desarrollada por Beck. El objetivo del procedimiento era aliviar el estrés y los trastornos psiquiátricos de estos enfermos, partiendo del supuesto de que dicha terapia debía ser breve, aceptable para los pacientes y sus familias, fácil de realizar en los servicios de oncología y, por encima de todo, debía ser eficaz. Desde está perspectiva se asume que las consecuencias psicológicas del cáncer pueden ser: 1) de la percepción o significado que el paciente dé de la enfermedad; y 2) de las estrategias de afrontamiento del enfermo, esto es, de lo que piensa y hace para reducir la amenaza que supone dicha enfermedad. En este sentido, los autores proponen cinco tipos de MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 17 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS respuestas de afrontamiento posibles ante el cáncer, los cuales son: espíritu de lucha, desamparo/desesperanza, preocupación ansiosa, fatalismo y evitación. Los objetivos de la TPA se centran por tanto en los siguientes elementos: 1. Mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer reduciendo la ansiedad, la depresión y cualquier otro síntoma de estrés psicológico. 2. Mejorar el ajuste mental al cáncer induciendo un espíritu de lucha positivo. 3. Promover en los pacientes un sentido de control personal sobre sus propias vidas, incluyendo la participación activa en el tratamiento de su cáncer. 4. Enseñar al paciente a expresar sus emociones, especialmente la ira. 5. Facilitar la comunicación entre el paciente y su cónyuge. Son tres fases de las que se compone la TPA: • Fase inicial. Establecer la alianza terapéutica, explicar al paciente qué es lo que se va a realizar durante la sesión, así como maximizar la calidad de vida y alentar la expresión de sentimientos. • Fase intermedia: En esta fase se enseña al paciente a desafiar sus pensamientos automáticos, principalmente los negativos. • Fase final: Dirigida a prevenir las recaídas y planificar el futuro. 4.6 La información tras el diagnostico Se requiere proveer de información sobre el trastorno con el fin de que el sujeto pueda ejercer algún control sobre el problema, así como información clara y concisa sobre los tratamientos, efectos secundarios y modos de paliarlos. Dicha información debe proporcionarla el medico especialista. Se debe insistir en las posibilidades de intervención actuales y en las elevadas tasas de recuperación, dando relevancia a la actuación del propio paciente. Conocer de forma clara los diferentes aspectos de la enfermedad supone mayores reacciones inmediatas de ansiedad, atribuciones causales, alteraciones psicológicas, interpretación anómala de sensaciones corporales, etc., mientras que, por el contrario, se mejoran las relaciones de pareja, la sexualidad, las relaciones
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