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16 Lectura de Sánchez 2006 - meledh sd

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MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 1 
 
 
 
 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
 
 
 
 
 
 
L e c t u r a 1 
 
 
 
Sánchez, R. (2006). Aplicación de la psicología de la 
salud en campos específicos. 
Compilación de bibliografía 
complementaria elaborado para la 
unidad III. Del curso de el Campo 
Aplicado de la Psicología de la Salud. 
México: FESI-UNAM. 1-26. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS 
ESPECÍFICOS ...............................................................................2 
1. Estrés: definición, causas y consecuencias............................2 
2. Prevención del VIH/SIDA........................................................9 
3. Dolor crónico.........................................................................12 
4. Cáncer ..................................................................................14 
5. Depresión .............................................................................17 
6. Adicciones ............................................................................19 
7. Investigación en salud ..........................................................25 
8. Referencias...........................................................................26 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 2 
 
 
 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
AAPPLLIICCAACCIIÓÓNN DDEE LLAA PPSSIICCOOLLOOGGÍÍAA DDEE LLAA SSAALLUUDD EENN CCAAMMPPOOSS 
EESSPPEECCÍÍFFIICCOOSS 
 
Ricardo Sánchez Medina 
 
Universidad Nacional Autónoma de México 
Facultad de Estudios Superiores Iztacala 
1. Estrés: definición, causas y consecuencias 
 
Hoy en día, podemos encontrar múltiples concepciones para 
abordar el problema del estrés; sin embargo, cada una tiene sus 
fundamentos y sus bases, y se puede apreciar en el tipo de definiciones 
que encontramos, por ejemplo, Sarafino (1994) define al estrés como “la 
condición que resulta cuando las transacciones entre la persona y el 
medio conducen al individuo a la percepción de una discrepancia –real o 
ficticia- entre las demandas de la situación y los recursos biológicos, 
psicológicos o sociales de los que no disponen”. Álvarez-González 
(1987, en Morales, 1999) señala que el estrés es una respuesta del 
organismo ante estimulaciones que tienden a romper su homeostasis, 
las que pueden ser de origen psicosocial, físico o biológico. Esta 
respuesta es de tipo sistemático e integra los niveles psicológicos, 
neurológicos y endocrinos. Por otro lado Cruz y Vargas (2001) marcan 
que el estrés es una respuesta inespecífica del cuerpo ante cualquier 
demanda, sin embargo, más adelante se menciona cómo es que estas 
definiciones nacen de dos concepciones que actualmente gozan de 
fuerza en el terreno de la salud, estas son las propuestas por Selye y por 
Lazarus1. 
Pero ¿de dónde surge el estrés?, como ya se mencionó el 
concepto de estrés no surgió de la nada, sino que tuvo que haber un 
proceso histórico que llevará al hombre a formular un concepto para 
nombrar un fenómeno que sucedía al cual le nombro “estrés”. Slipak 
(1996a) marca que dicho concepto se utilizó por primera vez en el siglo 
XIV y a partir de entonces se empleó en diferentes textos en inglés como 
stress, stresse, strest y straisse. Sin embargo poco a poco se fue 
insertando dicho concepto dentro del ámbito de salud (Caballo, Buela-
Casal y Carboles; 1996), a partir de 1936 el médico húngaro-canadiense 
 
1 Las definiciones de estrés de Selye y Lazarus se revisaran más adelante en el 
presente trabajo. 
Selye (en Caballo; Buela-Casal y Carrobles; 1996) fue el primero en 
utilizar dicho concepto. El concepto que propone Selye se retoma de la 
física y las fuerzas dinámicas en donde dicho término significa “el efecto 
producido sobre un cuerpo o una estructura sólida”, pero habría que 
considerar que la extrapolación de dicho conceptos pueden llegar a 
interferir errores a la hora de tomarlos como bases para poder 
fundamentar un conocimiento focalizado a dicho concepto, ya que la 
Física es una disciplina que se centra en el estudio de la materia y el 
hombre no solo es materia, sino es un ente bio-psico-social (Papalia y 
Wendkos, 1999), lo que da como resultado la extrapolación de errores 
en las definiciones, metodologías e intervenciones para la inserción de 
dicho concepto en la salud, por ende dicho concepto es poco funcional 
porque no resuelve las demandas; sin embargo, Selye (en Meichenbaum 
y Jaremko; 1987) decidió retomar de la física el fenómeno de estrés y 
adaptarlo con los estudios de Cannon (1932; en Caballo; Buela-Casal y 
Carrobles;1996), el cual había desarrollado y estudiado el “equilibrio” o la 
“constancia del medio interno corporal” en los organismo que hacen 
referencia a la homeostasis, o vuelta constante al estado ideal de 
equilibrio de un organismo después de ser desquilibrado o alterado por 
las demandas del medio; dicho equilibrio se centraba en la activación del 
Sistema Nervioso Autónomo. 
Selye (1932; en Caballo; Buela-Casal y Carrobles; 1996) 
propuso el término homeostasia para designar los procesos fisiológicos 
coordinados que mantienen constante el medio interno mediante 
numerosos mecanismos fisiológicos. En 1939 adopta el término stress, y 
se refirió a los "niveles críticos de estrés", los cuales definió como 
aquellos que podrían provocar un debilitamiento de los mecanismos 
homeostáticos. Cannon insistió en especial sobre la estimulación del 
Sistema Nervioso y en la descarga de Adrenalina por las Glándulas 
médulo suprarrenales que se produce cuando hay agresiones, ya que 
este proceso autónomo provoca a su vez modificaciones 
cardiovasculares que preparan al cuerpo para la defensa. Son éstas 
quizás las referencias más importantes en las cuales se basa Selye para 
sus experiencias y la evolución de sus estudios. 
A partir de estas influencias Selye (1956; en Brannon y Feist, 
2001) comienza a hablar del intento del organismo por defenderse de los 
agentes negativos, el cual llamo “Síndrome de Adaptación General 
(SAG)”, y dicho síndrome lo dividió en tres etapas: 
a) Reacción de alarma: esta etapa hace referencia a la 
movilización de las defensas del cuerpo para combatir estresores 
(estímulos que elicitan el estrés) mediante la acción del Sistema 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
Nervioso Simpático (Gross, 1996)2. Por otro lado, Brannon y Feist 
(2001) marcan que cuando dicha reacción de alarma se produce el 
sistema simpático y parasimpático actúan de una manera conjunta 
produciendo las siguientes respuestas: pupilas (apertura máxima), 
glándulas salivales (reducción de las secreciones), bronquios (apertura 
total), corazón (aceleración del latido), estómago (interrupción de la 
agitación del alimento), intestino delgado y grueso (interrupción de la 
digestión), vejiga (inhibición de vaciados) y órganos genitales (ausencia 
de erección y ausencia de excitación favoreciendo el orgasmo). 
b) Fase de resistencia: esta es la segunda fase que propone 
Selye, en la cual el organismo después de la reacción de alarma se 
adapta a la situación o al estimulo que le produce la respuesta de estrés. 
La duración de esta fase depende de la intensidad del estimulo que 
produce el estrés y de la capacidad del organismo (que puede ser muy 
variado en cada persona). Cuando esta etapa se prolonga pueden 
aparecer distintos trastornos, tales como: ulceras pépticas, colitis, 
hipertensión,enfermedades cardiovasculares, el hipertiroidismo y el 
asma branquial. 
c) Fase de agotamiento: esta es la última fase, donde la 
capacidad del organismo para resistir se agota y por ende se produce un 
derrumbamiento físico. A comparación de la primera fase que es la de 
alarma (se activa el Sistema Nervioso Simpático), en esta fase se activa 
el Sistema Nervioso Parasimpático, lo cual produce en el organismo: 
pupilas (constricción), glándulas salivales (secreción), bronquios 
(constricción), corazón (ralentización del latido cardiaco), estómago 
(agitación del alimento), intestino delgado y grueso (digestión del 
alimento), glándulas suprarrenales (secreción)3, vejiga (vaciado de 
líquidos) y órganos genitales (erección y excitación). 
 
2Hay que tener en cuenta de que el Sistema Nervioso Autónomo se 
divide en Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático, los cuales movilizan los 
recursos del organismo en situaciones de emergencia, estrés o emocionalmente 
importantes. Durante esta etapa también se segregan distintas sustancias como 
adrenalina la cual aumenta el pulso cardiaco y la presión sanguínea, la 
respiración se acelera y la sangre se desvía a los órganos internos y se concentra 
sobre todos en los músculos esqueléticos (dichos músculos son indispensables 
para el movimiento). 
3 Como se puede apreciar se activan los mismo órganos tanto en la fase 
de alarma como en la de agotamiento, solo que a pesar de ser el mismo órgano 
funciona de forma diferente; esto se debe a la función del Sistema Nervioso 
Simpático y Parasimpático, sin embargo, solamente las glándulas suprarrenales 
Una vez que Selye desarrolló el Síndrome de Adaptación 
General, el concepto de estrés se tomó en cuenta en el ámbito de la 
salud, y actualmente es un término utilizado en la vida cotidiana. De esta 
manera podemos decir que Selye (s/f, en Buendía, 1993), definió el 
estrés, como la respuesta general del organismo ante cualquier estimulo 
estresor o situación estresante. Esto implicaría la interacción del 
organismo con el medio ambiente u otro organismo o el medio en que 
nos desenvolvemos, lo que nos podría llevar a definir el estrés según: 
a) El estímulo (estresor). 
b) La respuesta (estrés). 
En 1989, y tras controvertidas discusiones científicas sobre si el 
estrés era el estímulo o la respuesta del organismo, los autores Paterson 
y Neufeld (s/f, en Cascardo y Resnik, 2001) comienzan a considerar el 
término estrés como un término genérico que hace referencia a un área 
o campo de estudio determinado, el de la salud. 
 Por otro lado, hay otra teoría y definición de estrés antagónica a 
la propuesta por Selye, dicha propuesta es creada por la necesidad de 
tener una explicación del estrés considerando factores psicológicos, por 
lo que Lazarus en 1966 (en: Palmero y Breva, 1988) propone otra 
alternativa, la cual se basa en la percepción que tiene el individuo de la 
situación psicológica, considerando los peligros potenciales, amenazas y 
desafíos, así como la capacidad percibida del individuo de afrontar 
dichas situaciones (Sandín, 1993; Brannon y Feist, 2001). 
 La idea central de Lazarus según Brannon y Feist (2001) es que 
“un acontecimiento no es lo que produce el estrés, sino que es la visión 
que tiene de este la persona afectada lo que finalmente hace que dicha 
situación resulte estresante”. Para poder llegar a esta idea Lazarus tuvo 
que pasar por un proceso de estructuración de su teoría al igual que 
Selye, sin embargo Lazarus considera de gran importancia los 
siguientes elementos: 
 a) Valoración 
 b) Vulnerabilidad 
 c) Afrontamiento 
 
se activan en esta última fase, mediado por el Sistema Nervioso Parasimpático; 
dichas glándulas se ubican en la parte superior de los riñones y están formadas 
por la corteza suprarrenal y la médula suprarrenal y estas glándulas segregan 
glucocorticoides, sobre todo cortisol que es una hormona, que altera algunas 
funciones del cuerpo y dicha hormona se relaciona con el estrés, incluso el estrés 
se pude medir a partir del nivel de cortisol que se encuentra en la sangre. 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
 En cuanto al primer factor a considerar en el modelo de Lazarus 
(Valoración), lo podemos dividir en tres partes (Sandín, 1993; Slipak, 
1996a; Brannon y Feist, 2001): 1) Valoración primaria: es una evaluación 
que se hace ante un situación en el sentido del propio bienestar de la 
persona; por ejemplo, si es buena, mala, irrelevante, importante, entre 
otras; sin embargo, una valoración estresante puede indicar que la 
situación se considera peligrosa o amenazante o desafiante, pero cada 
una de estas tres posibilidades pueden generar una emoción, Lazarus 
(1993, en Brannon y Feist 2001), las definió de la siguiente manera: a) 
Peligro: daño psicológico que ha sido inflingido, como el que produce 
una enfermedad o lesión; b) Amenaza: la anticipación del peligro; c) 
Desafío: es la confianza que tiene una persona en superar demandas 
difíciles. Cada uno de estos factores produce una emoción, sin embargo 
la emoción en sí no produce el estrés, sino que el estrés es producido 
por la valoración que el individuo hace de una situación dada. 2) 
Valoración Secundaria: es la segunda fase de la valoración; ya que una 
persona ha valorado inicialmente una situación, se forma una idea de su 
capacidad de controlar o afrontar el peligro, la amenaza o el desafío, a lo 
cual Sandín (1993) y Brannon y Feist (2001) marcan que se hace 
referencia a tres preguntas: a)¿Con que opciones cuento?; b) ¿Qué 
probabilidad tengo de hacer algo para reducir el estrés?; c) ¿Funcionara 
lo que haga para eliminar el estrés?. Lazarus afirmaba que se deben de 
considerar estos cuestionamientos ya que cuando las personas 
consideraban que son capaces de efectuar algo que cambie las cosas, 
es decir, cuando creen que pueden manejar una situación con éxito, se 
reduce el estrés. 3) Reevaluación: Lazarus afirmaba que las 
apreciaciones de una situación cambian constantemente a medida que 
se dispone de nueva información. También la reevaluación se pude 
conseguir por medio de un factor medioambiental, sin embargo, no hay 
que pasar por alto que una reevaluación no solo puede disminuir el 
estrés, sino que también lo puede aumentar. Sandín (1993) marca que 
una situación anteriormente valorada como benigna o irrelevante pude 
adquirir un carácter amenazador, peligroso o desafiante si las 
características del ambiente cambian o la persona comienza a 
considerar la situación de forma distinta. 
 El segundo factor que considera Lazarus en su explicación es el 
de vulnerabilidad, que hace referencia según Brannon y Feist (2001) a 
que el estrés puede aumentar si la persona es vulnerable, es decir, 
cuando carece de recursos en una situación de cierta importancia 
personal, y estos recursos pueden ser físicos o morales, sin embargo 
aquí juega un papel importante lo psicológico, ya que según la 
importancia que le de la persona, es la vulnerabilidad de la persona, es 
decir, en función de como perciba y evalué la situación va a producir 
mayor o menor cantidad de estrés. El factor personal se hace presente, 
ya que tanto la percepción como la evaluación va a estar determinada 
por la persona, y a partir de aquí va a existir una vulnerabilidad cuando 
la falta de recursos cree una situación potencialmente amenazadora o 
peligrosa. 
 Finalmente expondremos el último factor, al cual Lazarus llamó 
afrontamiento. Lazarus y Folkman (1984, en Brannon y Feist; 2001) lo 
definieron de la siguiente manera: es el cambio constante de los 
esfuerzos cognitivos y conductuales para responder a las demandas 
especificas de carácter externo y/o interno que se valoran como 
elementos que exceden los recursos deuna persona”. Habría que 
considerar algunos factores respecto al afrontamiento, tales como: a) es 
un proceso que cambia constantemente a medida que los propios 
esfuerzos son valorados como actos de mayor o menor éxito; b) el 
afrontamiento no es automático, sino que estaríamos hablando de un 
patrón de respuesta aprendido frente a situaciones estresantes; c) el 
afrontamiento requiere esfuerzo; d) el afrontamiento requiere un 
esfuerzo pero orientado a manejar una situación. 
 Por otro lado, Lazarus y Folkman también consideraron otros 
factores para que se pueda dar el afrontamiento como por ejemplo: la 
salud y la energía, las creencias positivas, la capacidad para resolver 
problemas, las habilidades sociales y finalmente el apoyo social. 
 Finamente Lazarus (1984, en Sandín; 1993) define al estrés 
como: “el resultado de la relación entre el individuo y el entorno. 
Evaluado por aquél como amenazante, que desborda sus recursos 
debido a la presencia de demandas de tareas, roles interpersonales y 
físicos. Y pone en peligro su bienestar". 
 Sin embargo, para finalizar este punto, el hecho de que a la hora 
de buscar las fuentes de estrés en el ambiente se coincide con la 
conceptualización del estrés como estimulo. Esta visión conduce a los 
investigadores a indagar sobre los factores que producen estrés, 
cuantificar estas fuentes y relacionarlas con los efectos sobre la salud. 
Dichos aspectos se retomaran en el apartado siguiente. 
1.2 Causas del estrés 
Muchos de los problemas de salud que existen están 
relacionados con el estrés. Por ejemplo, el alcoholismo, la hipertensión, 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
la depresión, el consumo de drogas, los trastornos alimenticios, y los 
problemas conyugales. Las causas del estrés pueden ser muchas, sin 
embargo, Peyrú, (2002) dice que el estrés puede ser ocasionado por 
cualquier acontecimiento que signifique un peligro para una persona. 
Más que la situación, lo importante es la trascendencia o significado que 
tenga para el individuo. Por ejemplo: 
• En el trabajo: gran cantidad de trabajo y poco tiempo; conflictos con el 
jefe; con los compañeros de trabajo; problemas acumulados que tiene 
que resolver. 
• En la vida personal: divorcio; enfermedad; fallecimiento de un ser 
querido; 
problemas económicos; problemas con la pareja; problemas con los 
hijos. 
Paradójicamente, también eventos que traen gran felicidad 
pueden llevar a un gran estrés, como por ejemplo, casarse; salir de 
vacaciones; ganar la lotería u obtener un premio importante. 
No sólo las cuestiones personales o individuales pueden ser 
causas de estrés, sino también eventos que acontecen en el medio 
ambiente: el clima de tensión; el ruido; la multitud de autos y gente; 
noticias políticas, económicas. 
Autores como Logategui (2001), dicen que la causa del estrés, 
proviene directamente de factores estresantes, los cuales son agentes 
que estimulan los procesos del estrés. Los estresantes se pueden dividir 
en tres categorías, psicosociales (mentales y sociales), bioecológicas 
(función orgánica y medio ambiente) y personalidad (manejo de 
ansiedad/distrés), a continuación se describirán cada una de estas 
categorías: 
a. Causas Psicosociales del Estrés: Estos son el resultado de una 
interacción entre el comportamiento social y la manera en que 
nuestros sentidos y nuestras mentes interpretan estos 
comportamientos. En otras palabras, el estrés social se determina 
por el significado que le asignamos a los eventos de nuestras vidas. 
Algunos ejemplos de estos tipos de estresantes que con frecuencia 
surgen durante el transcurso de nuestra vida son: desengaños, 
conflictos, cambios de trabajo, pérdidas personales, problemas 
económicos, presión de tiempo, jubilación, dificultades para tomar 
decisiones, cambios en la familia. 
b. Causas Bioecológicas del Estrés: Las causas bioecológicas se 
originan de toda actividad derivada de las funciones normales y 
anormales de los órganos y del sistema del organismo humano, 
incluyendo los que produce el ejercicio, y de aquellos estresantes 
que surgen de nuestro ambiente físico o ecológico. Se pueden incluir 
todo tipo de enfermedad causado por bacterias, virus, sustancias 
tóxicas (drogas, nicotina, alcohol), deficiencias alimenticias 
(vitaminas,), obesidad, hambre, sed y todo tipo de estímulo químico-
fisiológico que cause dolor (ejemplo: enfermedades). También puede 
representar cualquier tipo de actividad física, ejercicio o deportes, en 
la que los estresores son aquellos que demandan al cuerpo una 
mayor cantidad de energía para realizar un esfuerzo deportivo o 
actividad física, como lo son el correr, nadar, recortar la grama, entre 
otros. Y finalmente los factores ambientales, los cuales son 
condicionamientos del medio físico que nos obligan, de vez en 
cuando, a una reacción de estrés, tales como: calor, frío, ruido, 
estímulos ópticos, contaminación del aire, heridas o traumas, entre 
otras. 
c. El Tipo de Personalidad Como Causas del Estrés: Se originan de la 
dinámica del propio individuo, su percepción sobre sí mismo, y el 
significado que le asigna a las situaciones estresantes, lo cual se 
manifiesta en actitudes y comportamientos de riesgo que resultan en 
alteraciones psíquicas y somáticas. Es por eso que algunas 
personalidades parecen ser más propensas al estrés que otras. 
Finalmente, Suzuky y Sakano (2001) dicen que el estrés ocurre 
cuando las personas perciben que las demandas externas a las que 
estás sometido, son mayores que los recursos con los que cuentas. Es 
la reacción física y psicológica que aparece ante estas situaciones de 
desbalance. Puede durar poco tiempo e incluso puede durar varios años, 
y puede ser causado por una infinidad de factores, incluyendo hechos 
pasados, presentes o futuros, positivos o negativos, agudos o crónicos, 
a continuación, se explica en qué consisten estos factores. 
Desde las cosas más simples de la vida cotidiana, hasta los 
eventos de importancia crucial, pueden desencadenar una crisis. Los 
detonantes de origen psicológico y físico van desde la falta de sueño 
hasta someterse a una operación riesgosa. Los factores psicológicos 
más comunes incluyen aquellas condiciones que evocan emociones 
negativas tales como el odio, el miedo, el enojo y la tristeza. 
Los detonantes del pasado, son eventos que ya ocurrieron -
como por ejemplo una experiencia traumática en la niñez- pero que 
continúan manifestándose en el presente de alguna forma. También 
existen eventos estresantes del presente -como retos laborales o 
personales- y otros que aún no han ocurrido pero que son motivo de 
preocupación. 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
También existe el estrés positivo, el cual ocurre como 
consecuencia de un evento de connotación positiva -como la graduación 
o la boda- . El negativo, en cambio, aparece tras situaciones molestas o 
perjudiciales para la persona o para algún familiar cercano a ella. 
Los detonantes clasificados como agudos, son aquellos que 
aparecen de repente y que duran relativamente poco tiempo. Los 
crónicos son los que se extienden en el tiempo y nos dan la impresión de 
que nunca acaban. 
Es muy importante tener en cuenta que el efecto de cada uno de 
estos factores varía de persona en persona, es decir, lo que resulta 
estresante para una persona no necesariamente lo es para otra, lo cual 
depende en gran medida de las herramientas con que cada individuo 
cuenta para enfrentar las situaciones y eventos que aparecen la vida. 
1.3 Consecuencias del estrés 
Las consecuencias negativas del estrés son múltiples, pero a 
grandes rasgos, cabe señalar su influencia negativa sobre la salud, así 
como sobre el deterioro cognitivo y el rendimiento. El estrés puede influirnegativamente sobre la salud por varias vías (Cano, 2002), como son: 
1) por los cambios de hábitos relacionados con la salud, 
2) por las alteraciones producidas en los sistemas fisiológicos 
3) por los cambios cognitivos (pensamientos) que pueden afectar a la 
conducta, las emociones y la salud 
En primer lugar, el estrés modifica los hábitos relacionados con 
la salud, de manera que con las prisas, la falta de tiempo y la tensión, 
aumentan las conductas no saludables, tales como fumar, beber, o 
comer en exceso, y se reducen las conductas saludables, como hacer 
ejercicio físico, guardar una dieta, dormir suficientemente, conductas 
preventivas de higiene. Estos cambios de hábitos pueden afectar 
negativamente a la salud y, por supuesto, pueden desarrollarse una 
serie de adicciones, con consecuencias muy negativas para el individuo 
en las principales áreas de su vida, como son la familia, las relaciones 
sociales, el trabajo y la salud, por ejemplo, en algunas profesiones 
altamente estresantes hay tasas más altas de tabaquismo, alcoholismo y 
otras adicciones; esto también es cierto en trabajadores desempleados, 
frente a lo que tienen trabajo; las personas con obesidad presentan 
niveles de ansiedad más altos que las personas que no presentan 
obesidad; los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia) también 
están muy ligados con ansiedad; muchas personas con fobia social 
tienen problemas con el alcohol. 
En segundo lugar, el estrés puede producir una alta activación 
fisiológica que mantenida en el tiempo, puede ocasionar disfunciones 
psicofisiológicas o psicosomáticas, tales como dolores de cabeza, 
problemas cardiovasculares, problemas digestivos, problemas sexuales, 
etc. (Labrador y Crespo, 1994); a su vez, el estrés puede producir 
cambios en otros sistemas, en especial puede producir una 
inmunodepresión que hace aumentar el riesgo de infecciones (como la 
gripe) y puede aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedades 
inmunológicas, como el cáncer, por ejemplo, los pacientes hipertensos 
presentan niveles de ansiedad e ira más altos que las personas con 
presión arterial normal; las personas que sufren arritmias, cefaleas, 
asma, trastornos de piel, disfunciones sexuales, trastornos digestivos, 
contracturas musculares, por lo general presentan altos niveles de 
ansiedad; los estudiantes en época de exámenes son más vulnerables a 
la gripe o a enfermedades infecciosas de tipo pulmonar, siendo más 
vulnerables las personas con alta ansiedad a los exámenes. 
En tercer lugar, el estrés puede desbordar al individuo de 
manera que comience a desarrollar una serie de errores cognitivos en la 
interpretación de su activación fisiológica, o de su conducta, o de sus 
pensamientos, o de algunas situaciones, que a su vez le lleven a adquirir 
una serie de temores irracionales o fobias, por ejemplo, una persona 
sometida a estrés prolongado puede llegar a desarrollar ataques de 
pánico, o crisis de ansiedad, que son fuertes reacciones de ansiedad. 
Durante esta crisis el individuo interpreta erróneamente su activación 
fisiológica y piensa que le faltará el aire (cuando realmente está 
hiperventilando), o que morirá de un ataque al corazón, o que se 
mareará y caerá al suelo, o que se volverá loco. 
1.4 Estrategias de intervención 
Los Trastornos de Ansiedad, generados a partir del estrés 
responden muy bien a los tratamientos específicos, la gran mayoría de 
los afectados obtiene una recuperación notable en los primeros meses. 
En algunos casos, cuando coexiste más de un trastorno en la misma 
persona, la mejoría puede requerir más tiempo de trabajo terapéutico, en 
la actualidad, entre los profesionales de todo el mundo especializados en 
los Trastornos de Ansiedad, no existen dudas acerca de que el 
Tratamiento Cognitivo-Conductual, integrado cuando es necesario con la 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
indicación de fármacos anti-ansiosos, resulta el método de elección por 
su eficacia y rapidez en la obtención de resultados positivos (Barlow, 
2002). 
La indicación de uno u otro plan de tratamiento sólo debe 
efectuarse luego de una completa evaluación de cada caso en particular, 
realizada por un profesional competente en la materia, el tratamiento del 
estrés puede ser abordado de muchas formas, tales como: 
1.4.1 Terapia Cognitivo-Conductual: 
 
Está dirigida a identificar y cambiar las ideas erróneas o 
pensamientos automáticos (aspectos cognitivos) y las conductas no 
deseadas, limitadas o condicionadas por la ansiedad o el temor 
(aspectos conductuales) que contribuyen a generar síntomas y 
circunstancias propicias para el desarrollo y mantenimiento del estrés. El 
objetivo final es la recuperación de la vida y movilidad normales, libre de 
estados de ansiedad inapropiada o preocupación excesiva, que son 
generadas a partir del estrés mediante ejercicios de exposición o 
afrontamiento, pensados y diseñados para cada caso en particular, se 
enfocan y resuelven las conductas de evitación (la huida a la situación 
de estrés) de determinadas situaciones. 
1.4.2 Psicoeducación y Ejercicios de Relajación-Respiración: 
 
 Constituyen elementos fundamentales en las primeras etapas 
del abordaje cognitivo-conductual. La Psicoeducación implica brindar al 
paciente información detallada y sistematizada acerca del origen de sus 
síntomas, los mecanismos que los sostienen, y las posibles 
consecuencias de los mismos. Esto es importante ya que las personas 
estresadas tienden a interpretar en forma distorsionada distintas señales 
anímicas o físicas, y son proclives a suponer, erróneamente, los peores 
desenlaces para sus problemas. Gracias a una correcta Psicoeducación, 
sabrán por fin, sobre datos de la realidad, a qué atenerse y qué hacer 
para mejorar. 
Además el estrés se acompañan, por lo general, de aumento de 
la frecuencia respiratoria con alteraciones en su dinámica normal 
(movimientos respiratorios poco amplios) y aumento de la tensión 
muscular, hechos ambos que contribuyen al sostén o incluso 
incremento, es por ello que los ejercicios de relajación y respiración se 
utilizan casi siempre como primera herramienta, junto con la 
Psicoeducación (Hawkins y Singer, 1999). 
Además Puchol, (2002) dice que el enfoque psicoeducativo 
implica promocionar al paciente/familia información básica sobre su 
enfermedad, síntomas básicos y diversas estrategias de afrontamiento, 
esta primera categoría de tratamientos incluye compartir información 
básica con el sujeto, a través de libros, artículos y otros documentos de 
interés que permita adquirir al paciente nociones esenciales de 
conceptos relacionados con el trastorno como conocimientos de 
psicofisiología, introducción al concepto de respuesta de estrés, 
conocimientos jurídicos básicos relacionados con el problema. A nivel 
familiar incluye la enseñanza de estrategias de afrontamiento y 
habilidades de solución de problemas para facilitar la relación con la 
persona afectada por el trastorno. 
Este enfoque psicoeducativo, a nivel familiar, reduce 
considerablemente las sensaciones de estrés, confusión y ansiedad que 
suelen producirse dentro de la estructura familiar y que pueden llegar a 
desestructurarla, ayudando de manera significativa en la recuperación 
del paciente. 
1.4.3 Taller de prevención y manejo del estrés: 
 
Para este tipo de talleres deben tomarse dos aspectos 
importantes; la vida cotidiana y el ámbito laboral, ya que es frecuente 
que las personas que padecen de estrés piensen que resultaría muy 
difícil, casi imposible, cambiar las condiciones que los rodean, o lo que 
es más importante, su modo de asimilarlas o reaccionar a las mismas, el 
objetivo de estos talleres es ofrecer un espacio donde pueda incorporar 
nuevos enfoques y habilidades en la resolución de sus problemas, 
apuntando a establecer una buena alianza entre él y su entorno. Al 
conocermejor lo que quiere, lo que le es posible realizar y lo que el 
ambiente le ofrece, podrá tener una actitud realista con sus expectativas 
y decisiones para el futuro; el compartir experiencias, éxitos, fracasos, 
información y recursos son algunas de las posibilidades que ofrecen 
estos grupos, el hecho de unirse permite, una mayor efectividad en la 
lucha por erradicar los estigmas que aún permanecen en la sociedad 
sobre las personas con problemas psicológicos (Puchol, 2002). 
 
MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 8 
 
 
 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
1.4.4 Terapias alternativas / holísticas: 
 
Bajo esta concepción, se esconden todo un conjunto de 
métodos, técnicas, filosofías y procedimientos con mayor o menor apoyo 
científico y que pueden ser utilizados, en solitario o en conjunción con 
otras estrategias, para el tratamiento de los problemas asociados al 
estrés. A continuación se presenta una breve definición de algunas de 
las más comunes (Puchol, 2002): 
• Acupuntura. Método terapéutico milenario, y parte integrante de la 
medicina tradicional china, basada en el uso de agujas para prevenir 
y tratar las enfermedades, estimulando los "canales energéticos" del 
cuerpo. 
• Aromaterapia. Sistema amplio de masajes a través de aceites 
naturales adaptados a fines específicos, los aceites esenciales 
utilizados son destilados aromáticos extraídos de las plantas 
medicinales que concentran sus principales virtudes. 
• Ejercicio físico. El uso de la actividad física para mantenerse en 
forma, liberar tensión y mejorar el estado de ánimo. 
• Herboterapia. Uso de plantas y extractos vegetales para el 
tratamiento de trastornos específicos a partir de sus propiedades 
medicinales y/o nutritivas. 
• Homeopatía. Término derivado de dos vocablos griegos homeo 
(similar) y pathos (sufrimiento), se usan remedios preparados a partir 
de sustancias que se presentan en la naturaleza para tratar a toda la 
persona, estimulando la tendencia del cuerpo a curarse por sí 
mismo, utiliza dosis muy concretas de sustancias que en masivas 
dosis producen efectos similares a aquellos producidos por la 
enfermedad a tratar. 
• Masaje. Técnica manual dirigida fundamentalmente a la liberación 
de la tensión en los músculos. 
• Medicina holística. El objetivo es tratar a la persona en su 
"globalidad", se parte de la premisa de que mente, cuerpo y espíritu 
están íntimamente unidos y deben ser tratados "conjuntamente". Se 
utilizan diversas estrategias de tratamiento alternativas como la 
meditación, yoga, plegarias, ciertas combinaciones dietéticas, 
vitaminas, minerales hierbas y otros suplementos 
dietéticos/naturales evitando aproximaciones tradicionales basadas 
en el uso de fármacos. 
• Naturopatía. Enfatiza la "curación natural" y emplea tratamientos 
naturales tales como dietas específicas, masajes, hidroterapia, 
ejercicios y asesoramiento. 
• Programación Neurolingüística. Modelo psicoterapéutico, 
desarrollado en la década de los 70 a partir de los trabajos de 
Richard Bandler y John Grinder y fundamentado en el estudio de la 
estructura de la experiencia subjetiva. 
• Reflexología. Un tipo de masaje, focalizado en "desbloquear" las 
7.200 terminaciones nerviosas concentradas en los pies, con el 
objetivo de estimular los propios procesos curativos del cuerpo, y 
alcanzar un "estado equilibrado" usado para el tratamiento de 
afecciones específicas y sentimientos generales de malestar. 
• Remedios florales de Bach. Se preparan con flores de hierbas 
silvestres, arbustos y árboles. Suelen utilizarse para dosificar al 
humor del individuo y su estado mental, puesto que se sabe que el 
miedo, la aprehensión y la preocupación suelen interferir con los 
procesos curativos del cuerpo. 
• Shiatsu. Un enfoque, basado en el masaje, dirigido a corregir el flujo 
de la energía del cuerpo, a través de un tratamiento de contacto 
corporal. En japonés, "shiatsu" significa «presión con los dedos», 
una presión que sustituye a las agujas de acupuntura en la 
estimulación de los canales energéticos. 
• Tai chi. Sistema tradicional chino basado en un movimiento físico 
suave, que permite al individuo canalizar su energía, su fuerza y su 
poder de modo más positivo. 
• Tratamiento nutricional. Se centra en mejorar el estado de ánimo a 
través de unos buenos hábitos dietéticos y una suplementación 
especifica de determinados nutrientes, tales como vitaminas, 
minerales o sustancias naturales. 
• Yoga. Antiguo sistema de posturas corporales, control de respiración 
y prácticas de meditación que fomentan el bienestar general y el 
equilibrio interior. 
Finalmente, una vez revisado las distintas formas en las que se 
puede abordar el estrés, quisiera puntualizar que: 
a) Se puede observar la gran cantidad de estrategias que hay 
para poder intervenir el estrés, ninguna es mejor o peor, simplemente 
son formas de abordar la problemática que bien o mal han sido 
funcionales hasta nuestros días, cada uno esta basado en una visión 
muy diferente del fenómeno, y a partir de dicho enfoque se comienza la 
intervención. Las técnicas difieren en muchos aspectos pero cada una 
MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 9 
 
 
 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
tiene sus pros y contras, con lo que una persona puede tratar su estrés 
de diferentes formas. 
 b) Puede haber estrategias que incidan dentro del área 
fisiológica, psicológica, o desde una perspectiva holística o dualista al 
cuerpo y a los psicológico paralelamente, lo que da pauta a la 
construcción de metodologías científica y no científica dentro de las 
intervenciones, sin embargo, las metodologías no científicas no son 
susceptibles de considerarse dentro de la investigación del estrés, a 
pesar de que en muchos de los casos estas funcionen adecuadamente, 
por ende la visión de las estrategias científicas segmenta la posibilidad 
de explorar nuevas alternativas, pero por otro lado las metodologías 
científicas dan la posibilidad de comprobar, generalizar y repetir dicho 
tratamiento, de tal manera que la investigación y los métodos de 
tratamiento fueran funcionales para todas las personas que sufren de 
estrés. 
2. Prevención del VIH/SIDA 
 
La salud sexual y reproductiva de la población adolescente se ha 
considerado en México como una prioridad de atención dentro del Plan 
Nacional de Salud (Núñez, Hernández, García, González y Walter, 
2003), ya que se estima que diariamente en el mundo ocurren 100 
millones de relaciones sexuales y cerca de medio millón terminan en 
alguna Infección de Transmisión Sexual (ITS) (Esquivel, Casanova y Uc, 
2001), trayendo consecuencias como: esterilidad, ceguera, desórdenes 
mentales, defectos físicos de nacimiento, aumento en las probabilidades 
de desarrollar un cáncer, enfermedades cardíacas e inclusive la muerte. 
Algunas de las ITS más importantes y comunes son: hongos, gonorrea, 
sífilis, uretritis no específica, herpes genital, Virus del Papiloma Humano 
(VPH), chancro blando, hepatitis, candidiasis y Tricomoniasis4 (Del amo, 
1999). Estas ITS constituyen las más comunes dentro de la población 
mexicana, sin embargo, la mayoría son curables (Arenas, 1987; Pérez, 
1986; Saúl, 2001), no obstante, otra ITS que actualmente es un 
problema de salud a nivel mundial por no tener cura y ser mortal es el 
 
4 En los hombres las ITS más comunes son: la candidiasis, la tricomoniasis, la 
sífilis y el herpes genital. En las mujeres: gonorrea y la clamidiasis y la infección 
asociada al cáncer cérvico-uterino y, señalada como la segunda causa de muerte 
entre las mujeres mexicanas, el papiloma humano (Esquivel, Casanova y Uc, 
2001). 
Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, mejor conocido como SIDA 
(CONASIDA, 2003; Herrera y Campero, 2002; ONUSIDA, 2003). 
Esta enfermedad es causada por el VIH (Virusde 
Inmunodeficiencia Humana) y como todos los retrovirus, posee 
capacidad de mutación, lo que hace difícil su control y la elaboración de 
una vacuna eficaz (Ponce de León y Rangel, 2000). El VIH sólo puede 
transmitirse de tres formas, la primera es mediante el uso compartido de 
agujas, jeringas, instrumentos contaminados o transfusión sanguínea; la 
segunda, es por vía perinatal y la tercera por vía sexual (CENSIDA, 
2003; Ponce de León y Rangel, 2000), ocupando esta última el 91.4% de 
los casos acumulados en México. 
CENSIDA (2005) reporta que desde el inicio de la epidemia 
hasta noviembre del año 2004, en nuestro país se han registrado de 
manera acumulada 90,043 casos de SIDA. Existen 160,000 personas 
infectadas por el VIH entre los 15-44 años, siendo esta la población más 
afectada por el VIH (79.1% de casos de VIH/SIDA). El 83.8% de los 
casos acumulados de SIDA corresponden a hombres y el 16.2% a 
mujeres, estableciéndose una relación hombre-mujer de 6 a 1. 
De acuerdo con CENSIDA (2005), el uso del condón es una de 
las formas más efectivas para prevenir el VIH/SIDA y otras ITS, siempre 
y cuando se utilice correcta y consistentemente; sin embargo, a pesar de 
las distintas campañas para promover su uso los jóvenes continúan 
teniendo conductas sexuales de riesgo (Caballero y Villaseñor, 2001; 
Santos, Villa, García, et al., 2003). 
Algunas investigaciones han reportado distintas razones por las 
que los jóvenes no usan el condón: no es placentero (González y 
Rosado, 2000; Villagrán y Díaz, 1999), su religión no les permite usarlo, 
creen que no es apropiado usarlo con parejas ocasionales, al usarlo el 
hombre pierde la erección (Flores y Leyva, 2003; Villagrán y Díaz, 1999); 
se puede romper, el VIH puede atravesar el látex (Martinez, Villaseñor y 
Celis, 2002); no tienen la capacidad percibida para usarlo, es decir, no 
se creen capaces de utilizarlo (Bandura, 1994, 1999; Torres y Díaz, 
1999; De Visser y Smith, 2001); solo por mencionar algunos de los más 
importantes. 
Dentro de los factores psicosociales que han estado asociados 
con no usar el condón están: la abnegación por parte de la mujer, ya que 
se asocia con la baja moralidad (Ramos, Díaz, Saldívar, y Martínez, 
1999), el estrato socioeconómico (Villaseñor, Caballero, Hidalgo, Santos, 
2003), la mala educación sexual (González y Rosado, 2000), asociar al 
SIDA con una imagen “gay” (Díaz y Alfaro, 1999), los roles culturales 
como por ejemplo, que el hombre ve al condón como un método 
MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 10 
 
 
 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
anticonceptivo más que como un método para prevenir el VIH/SIDA, el 
poder de decisión en el terreno sexual y la subordinación de la mujer en 
la elección dentro de la pareja (Rico, 1995). 
También se han considerado factores conductuales que están 
asociados al no uso del condón, como un déficit en habilidades para 
solicitar condones en la farmacia (Flores y Leyva, 2003), falta de 
habilidades sociales para solicitarlo o negociarlo con la pareja (Carter, 
McNair y Corbim, 1999; Hovell, Blumberg, Liles, Powell, Morrison, Duran, 
Sipan, Burkham, y Kelley, 2001; Lam, Mak, Lindsay y Russell, 2004), 
incompetencias en habilidades de comunicación o falta de estrategias de 
negociación (Frías, Robles, Rodríguez et al., 2004; Tulloch, McCaul, 
Miltenberger, y Smyth; 2004), no saber usarlo correctamente (Rodríguez, 
Robles, Frías et al., 2004; De Visser y Smith, 2001, 2004). 
Bajo este contexto, la investigación en comportamientos 
sexuales preventivos se torna particularmente importante ya que 
actualmente la pandemia continua creciendo a nivel mundial, sobre todo 
en adolescentes y el debut sexual se ha ido presentando a edades más 
tempranas (en hombres a los 16 años y en mujeres a los 19 años), lo 
que ha posibilitado que la edad del matrimonio se postergue y se 
incrementen las relaciones sexuales con diversas parejas (Núñez 
Hernández, García, González y Walker, 2003). Debe considerarse, 
además, que a pesar de haber una mayor prevalecía de VIH en los 
varones (CENSIDA, 2003), las mujeres están más en riesgo porque son 
más vulnerables de dos a cuatro veces más a la infección por VIH que 
los hombres, ya que el semen de un varón infectado contiene una 
cantidad de células infectadas por VIH muy superior a la presente en los 
fluidos vaginales de una mujer infectada (Del Rio, Liguori, Magis, 
Valdespino, García y Sepúlveda, 1995). Además, el epitelio vaginal y 
rectal es mucho más vulnerable a infecciones que el que cubre el pene, 
y el virus puede mantenerse vivo por más tiempo en esos tractos, 
dejando a los hombres en posición de excelentes portadores del virus 
Brody (1995) señala que la práctica sexual donde hay mayor 
posibilidades de transmisión del VIH es el sexo anal, siguiéndole el sexo 
vaginal y posteriormente el sexo oral. 
Lo anterior sugiere la necesidad, de poner especial atención en 
el tipo de práctica sexual que realizan tanto hombre como mujeres e 
investigar en qué medida se utiliza el condón en cada una de ellas. Sin 
embargo, además del tipo de práctica sexual que se realiza, deben 
evaluarse conjuntamente otras conductas de riesgo que también han 
sido objeto de interés en la investigación sobre la prevención del 
VIH/SIDA, particularmente lo referente al comportamiento sexual, que 
incluye la edad del debut sexual, planeación y lugar de la primera 
relación sexual, el número de parejas sexuales, la preferencia sexual, la 
frecuencia de las relaciones sexuales y la frecuencia del uso del condón, 
ya que se ha encontrado que los jóvenes están mas en riesgo cuando 
inician sus relaciones sexuales a edades más tempranas, cuando tienen 
mayor número de parejas sexuales y cuando reportan frecuencias altas 
de relaciones sexuales con frecuencias bajas del uso del condón, es 
decir, inconsistencia en el uso del condón. 
La evaluación conjunta de estos aspectos del comportamiento 
de riesgo, permitirá tener una visión integral del comportamiento de 
riesgo o preventivo de los jóvenes. En este sentido, el propósito del 
presente estudio es evaluar en una muestra de estudiantes universitarios 
sexualmente activos el tipo de práctica sexual que realizan y el patrón de 
comportamiento sexual que los caracteriza, determinando las diferencias 
entre hombres y mujeres. 
2.1. Método 
La población universo estuvo constituida por estudiantes universitarios 
inscritos en las seis carreras (Biología, Cirujano Dentista, Enfermería, 
Médico Cirujano, Optometría y Psicología) de la FES Iztacala del turno 
matutino; quedaron excluidos aquellos estudiantes de las carreras de 
Cirujano Dentista, Enfermería y Médico Cirujano que asisten a hospitales 
y clínicas. La población total aproximada de alumnos del turno matutino 
de la FES Iztacala es de 7000, de éstos, alrededor de 4200 toman sus 
clases en las instalaciones de la FES Iztacala y ellos son los que 
constituyeron la población universo del estudio. Se utilizó un 
procedimiento de selección de la muestra llamado muestreo por 
conglomerados o "muestreo de conjunto" (García, 1983), en donde se 
considera como unidad de análisis, no la identificación particular de cada 
estudiante, sino el grupo formal en el que están inscritos. Se determinó 
el total de grupos que hay en cada semestre de las seis carreras en el 
turno matutino y se seleccionó aleatoriamente al 50% de ellos. De los 
1168 estudiantes que respondieron el cuestionario sobre 
comportamiento sexual, se seleccionaron únicamente a aquellos que 
reportaron tener relaciones sexuales. En total fueron 691 estudiantes 
sexualmente activos; el 37.3 % fueron hombres y el 62.7 % mujeres, 
ambos con una edad promedio de 20. 58 años (SD=2.23). Se consideró 
como variable independiente atributiva el sexo de los estudiantes. Para 
evaluar las siguientes variables se utilizó un instrumento con 31 
MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DELA SALUD 11 
 
 
 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
reactivos, 13 para evaluar patrón de comportamiento sexual y 
consistencia del uso de condón; y 8 para evaluar practicas sexuales y 
uso del condón en cada práctica sexual. 
2.2 Resultados 
De los 691 estudiantes que participación en el estudio, 218 
fueron hombres y 433 mujeres. En cuanto al patrón de comportamiento 
sexual, se encontró que la edad de inicio de las relaciones sexuales fue 
menor en los varones (16.87) que en las mujeres (17.75), resultando 
significativa esta diferencia (t=5.99, p<00.1). Por otro lado, el 54.2% de 
la muestra evaluada planearon su primera relación sexual, sin embargo, 
al hacer la comparación entre hombres y mujeres se encontraron 
diferencias significativas (x2=24.03, p<.001), ya que fue mayor el 
porcentaje de mujeres que planearon el primer encuentro sexual (62.5%) 
en comparación con los hombres (41.3 %). Asimismo se les preguntó 
sobre el lugar de la primera relación sexual y se encontró que fue mayor 
el porcentaje de hombres y de mujeres que tuvieron su primer encuentro 
sexual en casa (hombres 72.4% y mujeres 71.2%), seguido del hotel 
(hombres 12.9% y mujeres 22.4%), encontrándose diferencias 
significativas entre los lugares (x2=18.72, p<.002). El porcentaje restante 
corresponde a las respuesta: calle, despoblado y auto; 14.7% de 
hombres y 6.5% de mujeres respectivamente. 
Los hombres resultaron tener en promedio un mayor número de 
parejas sexuales en toda su vida (3.94, SD=4.58), que las mujeres (1.95, 
SD=2.18), resultando significativa esta diferencia (t=7.51, p<.001). Los 
datos relativos al uso del condón en las relaciones sexuales en general y 
en la última relación sexual en particular, los hombres lo usan más que 
las mujeres; ante la pregunta “¿cuando tienes relaciones sexuales usas 
condón?”, el 83.5% de los hombres y el 74.3% de las mujeres reportaron 
usarlo (x2=7.84, p<.005), y en la última relación sexual lo utilizaron el 
77.8% de los hombres y el 68.2% de las mujeres (x2=5.99, p<0.05). 
Los resultados anteriores indican que el porcentaje de 
estudiantes que usan condón en sus relaciones sexuales en general y 
en la última relación sexual, es alto tanto en hombres como en mujeres; 
sin embargo, muchos de los estudiantes que dijeron usar protección lo 
hicieron de manera inconsistente. Al evaluar consistencia en el uso del 
condón, se observó que hay un porcentaje mayor en los hombres 
(62.79%) que en las mujeres (45.33%) que utilizan condón 
consistenemente, resultando significativa esta diferencia (t=3.23, 
p<0.001). Esto indica que el 37.21% de los hombres y el 54.67% de las 
mujeres no usaron protección en todas y cada una de sus relaciones 
sexuales. En relación con las prácticas sexuales evaluadas, se observa 
que es significativamente mayor el porcentaje de hombres que de 
mujeres que llevan a cabo relaciones sexuales anales, orales y 
masturbación. 
 Finalmente, se evaluó el uso del condón en cada una de las 
prácticas sexuales; se observa un porcentaje muy bajo de estudiantes 
que usan el condón cuando tienen relaciones orales, anales y 
masturbación con la pareja, el porcentaje es mayor sólo en relaciones 
vaginales; en todos los casos, excepto en relaciones orales, es mayor el 
porcentaje de hombres que usaron el condón comparado con el 
porcentaje de mujeres. 
2.3. Discusión 
Uno de los propósitos centrales de la presente investigación 
consistió en evaluar diferentes variables asociadas al riesgo para 
contraer VIH/SIDA y determinar las diferencias entre hombres y mujeres 
universitarios sexualmente activos. Identificar este tipo de variables en 
jóvenes universitarios resulta ser de particular importancia en la 
investigación sobre la prevención de este problema de salud, ya que 
esto permite obtener datos que pueden ser utilizados dentro de la 
planeación y diseño de estrategias de prevención. 
En el presente estudio se encontró que los hombres tienen un 
patrón de comportamiento sexual de mayor riesgo que las mujeres, ya 
que es mayor el porcentaje de hombres que inicia su vida sexual a 
edades tempranas (en promedio, 16 años y en mujeres 17 años) y que 
tienen mayor número de parejas sexuales en toda la vida (en promedio 4 
parejas, y en mujeres 2 parejas). Resultados semejantes han sido 
reportados con poblaciones de jóvenes (García, Figueroa, Reyes, 
Brindis y Pérez, 1993; Ibáñez, 1996; Micher y Silva, 1997; Odriozola e 
Ibáñez, 1992; Villagran, Cubas, Díaz y Camacho, 1990) y se considera 
que el hecho de que los estudiantes inicien su vida sexual a edades 
tempranas implica que tengan mayor oportunidad de relacionarse 
sexualmente con varias parejas. De acuerdo con Díaz y Alfaro (1999) y 
Villagrán y Díaz (1992), este es un patrón de comportamiento sexual que 
corresponde a la sociedad mexicana, donde culturalmente al hombre se 
le ha permitido una mayor libertad sexual, mientras que en las mujeres 
existe la premisa sociocultural que expresa directamente que ellas 
MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 12 
 
 
 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
deben ser vírgenes hasta el matrimonio. De acuerdo con los estudios de 
McPhail y Campbell (2001); Moss (2002); Noar, Morokoff y Redding, 
(2002) y Stern, Fuentes, Lozano y Reysoo (2003) las variables 
socioculturales han resultado ser un factor que impacta diferencialmente 
el patrón de comportamiento sexual en hombres y mujeres. 
A pesar de que los hombres tienen un patrón de 
comportamiento sexual más riesgoso que las mujeres, al evaluar el uso 
del condón en el presente estudio, se encontró que es mayor el 
porcentaje de mujeres que no usan el condón en sus relaciones 
sexuales ni en su última relación sexual; asimismo se encontró que es 
mayor el porcentaje de hombres que son consistentes en el uso del 
condón, resultados que concuerdan con diversas investigaciones 
(Caballero y Villaseñor, 2001; Gayet, Juárez, Pedrosa y Magis, 2003; De 
Visser y Smith 2004). Esto indica que las mujeres son las que están en 
mayor riesgo de contraer VIH/SIDA debido a que es mayor el porcentaje 
de mujeres que no usa el condón en todas y cada una de sus relaciones 
sexuales, es decir, son inconsistentes. 
Entre los factores que posibilitan que sea mayor el porcentaje de 
mujeres inconsistentes para usar el condón que los hombres, se 
encuentran: el poder en la toma de decisiones en el ámbito sexual en 
donde es el hombre quien decide qué se va a hacer y cómo se va a 
hacer (Blanc, 2001; Coker, 2000; Fei-ling Go, Vu Minh, Chung, 
Zenilman, Vu Thi y Celentano, 2002; Maman y Campbell, 2000 Moss, 
2002; Pulerwitz, 2002); no se perciben en riesgo, ya que creen que solo 
les da a homosexuales y a prostitutas (Ramos, Díaz, Saldívar y 
Martínez, 1999); la libertad que se le ha otorgado al hombre en el terreno 
sexual, por lo tanto, las mujeres consideran que es más probable que los 
hombres lleven y guarden condones que ellas (Noar, Morokoff y 
Redding, 2002); porque les da pena comprarlos o porque son costosos 
(Toledo, Navas, Navas y Pérez, 2002); porque no se sienten en riesgo 
de contraer VIH o alguna ITS porque las mujeres consideran que es un 
método anticonceptivo (Flores y Leyva, 2003; González y Rosado, 2000) 
y porque disminuye la sensibilidad en el acto sexual (González y 
Rosado, 2000; López, 2001; Noar, Morokoff y Redding, 2002). 
Con el propósito de tener una visión más integrada del 
comportamiento sexual de riesgo que caracteriza a hombres y mujeres 
universitarios, se obtuvo información sobre el uso del condón en distintas 
prácticas sexuales y se encontró en primera instancia, que hay 
diferencias entre el porcentaje de las personas que reportaron usar el 
condón en sus relaciones sexuales en general y el uso del condón 
reportado en cada práctica sexual; es decir, al evaluar el uso del condón, 
los porcentajes de los estudiantes obtenidos son elevados (mas del80%) sin embargo, al especificar el uso el condón por práctica sexual , el 
porcentaje disminuye de entre 15 y 75 %. Lo anterior sugiere que la 
evaluación del uso del condón en general no da información específica 
sobre en que práctica se emplea el condón. La crítica que se hace a 
diversas investigaciones (Caballero y Villaseñor, 2001; Gebhardt, Kuyper 
y Greunsven, 2003; Gökengin, Vamazhan, Özkaya, Aytug, Ertem et al., 
2003; Gurman y Borzekowski, 2004; Kordoutis, Loumakou y Sarafidou, 
2000) con respecto a este punto, radica en que únicamente se evalúa el 
uso del condón en las “relaciones sexuales”, sin especificar el tipo de 
práctica sexual en la que lo usan, dando por sentado que tener 
relaciones sexuales es sinónimo de tener relaciones vaginales por ser la 
práctica sexual más común, (Pérez y Arriola, 2001; Robles, 1999;). Con 
base en lo anterior, la evaluación del tipo de práctica sexual, puede dar 
indicadores de niveles de riesgo y de aspectos conductuales, referente a 
lo que la gente hace en momentos específicos; por ejemplo, en el 
presente estudio, se encontró que las prácticas en las que más se 
reporta usar el condón son sexo vaginal y sexo anal. 
Hay que considerar que es mayor el porcentaje de hombres que 
realizan las prácticas sexuales en comparación con las mujeres; por 
tanto, se pude llegar a la conclusión de que a pesar de que usan condón 
y tienen diversas prácticas protegidas, no son consistentes, asimismo, al 
evaluar el uso del condón en distintas prácticas sexuales nos dan 
indicadores de probabilidades de contagio del VIH/SIDA, en función del 
riesgo de la práctica sexual (Brody, 1995), por lo que es importante 
comenzar a informar a los adolescentes sobre los riesgos que conlleva 
tener cada una de las prácticas sexuales. 
3. Dolor crónico 
 
 El dolor crónico está catalogado como uno de los más 
importantes problemas del la salud pública contemporánea. El dolor 
crónico, que representa el fracaso del modelo medico tradicional, obligó 
a reconceptualizar las enfermedades desde otra perspectiva, a tener en 
cuenta su origen multicausal, a establecer diversos niveles y 
procedimientos de intervención dirigidos hacia la meta final: la 
rehabilitación del paciente. 
 Los psicólogos han ocupado un lugar crecientemente reconocido 
en la atención al dolor crónico, especialmente en el trabajo de las 
llamadas clínicas del dolor, como una llamada organizativa del trabajo 
MÓDULO 0300- EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 13 
 
 
 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
con estos pacientes. Hoy en día se reconoce a la psicología del dolor 
como uno de los campos más importantes y trabajados en la psicología 
de la salud contemporánea. 
3.1 Aspectos conceptuales del dolor crónico 
 El dolor acompaña a la existencia y nadie está inmunizado 
contra él; sin embargo, la forma en que surge, se manifiesta y se alivia; 
es dependiente de variaciones culturales. El dolor, en tanto puede ser el 
resultado de accidentes y enfermedades, está relacionado con los 
comportamientos humanos y estilos de vida. 
 La conceptualización que ofreció en 1979 la Asociación 
internacional para el Estudio del Dolor define el dolor como una 
experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a una lesión 
hística presente o potencial o descrita en términos de la misma. 
 A partir de que el dolor es un fenómeno multicausal, se han 
creado una serie de modelos complejos que y multidimensionales para 
abordar el dolor. El más conocido de estos modelos es el de Melzack y 
Casey (1986), que define tres categorías o niveles que intervienen en la 
experiencia del dolor: nivel sensorial-discriminativo, nivel motivacional-
afectivo y nivel cognitivo-evaluativo. 
 Por otro lado, Loesser (1980), sugiere un esquema jerárquico de 
cuatro niveles, correspondientes a sustratos anatómicos específicos: 
nocicepción (energía térmica o dinámica potencialmente destructiva, 
tisular, que actúa sobre las terminaciones nerviosas de las fibras A, delta 
y C), dolor sufrimiento y conductas de dolor; estos cuatro niveles están 
en interacción. 
 Asimismo, la investigación del dolor ha desarrollado dos 
enfoques fundamentales para su estudio, el experimental, que intenta 
comprender los misterios sobre el dolor a partir de investigaciones de 
laboratorio, y el clínico, consistente en la investigación con pacientes en 
el contexto del tratamiento medico del dolor. 
 El dolor es usualmente clasificado en función de los servicios 
médicos en que habitualmente se atiende. Así, se habla de dolor 
reumático, dolor oncológico, dolor neurológico, etc. También se suele 
clasificar el dolor, en función de un criterio de localización general, en: 
cutáneo o periférico, somático o profundo y visceral. 
 Asimismo, por su progresión temporal, los dolores pueden 
distinguirse por su inicio (brusco o progresivo), su curso (intermitente, 
continuo o con exacerbaciones esporádicas) o por su ritmicidad (diaria o 
estacional). Sin embargo a la clasificación que se le presta más atención 
es a la de dolor crónico y agudo. 
 El dolor crónico, por tanto se define, como aquel que se extiende 
después del tiempo en que normalmente debía haberse extinguido, 
generalmente con una duración de más de seis meses o más. El en 
dolor agudo o de reciente aparición, generalmente es posible identificar 
una lesión, a menudo hay signos externos y observables de daño tisular 
como la inflamación o manifestaciones neurovegetativas que avalan las 
quejas del paciente. El dolor crónico por tanto es puesto del agudo, no 
responde a los tratamientos de la manera que se espera. 
3.2 Principales aportes de la psicología 
 El modelo psicodinámico puede ser considerado el primero que 
enfatiza la importancia de los factores psicológicos en la génesis del 
dolor. Con base en el estudio de casos, Freíd postuló que determinados 
problemas de dolor podrían tener su origen en conflictos inconscientes. 
La literatura psicodinámica ha intentado mostrar cómo ciertas 
dificultades emocionales están asociadas a problemas de dolor crónico. 
Uno de los asuntos más relevantes en el estudio del dolor es su nexo 
con los estados emocionales. 
 También se ha estudiado el dolor desde la perspectiva familiar 
sistémica. Se supone que los síntomas cumplen un papel específico 
dentro del sistema familiar. Warning (1977) se refiere al dolor crónico en 
su modelo, según el cual los síntomas del paciente cubren necesidades 
emocionales de otros miembros de la familia. Estas necesidades llevan 
al refuerzo del síntoma y al subsiguiente rol homeostático de la 
enfermedad. 
 Para los partidarios del enfoque conductista, el objeto de estudio 
de la psicología en el dolor son las conductas de dolor. La conducta de 
dolor, como manifestaciones observables y mensurables del dolor, 
cumple un papel central cuando se habla de dolor. El modelo cognitivo 
conductual del dolor no niega lo planteado por el enfoque conductual, 
pero considera relevantes para la evaluación psicológica no sólo las 
conductas de dolor, sino también las creencias, expectativas y actitudes, 
las atribuciones, estrategias de afrontamiento, apoyo social, etc. Parten 
de la hipótesis de que las cogniciones (creencias, evaluaciones, 
expectativas) de una persona acerca del dolor, pueden tener un impacto 
sobre su ajuste a partir de su influencia en los esfuerzos de 
afrontamiento. 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
 Los investigadores que estudian el dolor crónico partiendo del 
enfoque cognitivo-conductual, consideran que la evaluación debe tener 
en cuenta la experiencia de dolor (tipo, intensidad, etc.), las conductas 
de dolor, estados de animo, el uso de medicamentos, las expectativas, el 
apoyo social, los recursos de afrontamiento, los hábitos sociales, la 
situación familiar y social; de todos los enfoquesél que ha mostrado 
mejores resultados ha sido el enfoque cognitivo-conductual. 
3.3 La evaluación psicológica del dolor 
El diagnostico psicológico del dolor parte de la premisa general 
de que hay que pedirle a la persona que lo describa u observar su 
conducta; en otras palabras, el reporte del paciente debe ser la fuente 
primaria de evaluación, por lo que los profesionales de la salud deben 
animar a sus enfermos a responder a sus preguntas acerca del dolor. 
Para caracterizar y controlar cualquier tipo de dolor, hay que 
medir no sólo su intensidad y describir sus características, sino también 
estudiar cómo influye este dolor en la disminución de la alegría y de la 
capacidad de disfrute de la vida, cómo y por qué aumenta el temor y la 
ansiedad, en qué medida genera depresión y sufrimiento, cuánto afecta 
a la concentración y a otras funciones cognitivas, cómo se somatiza en 
otras quejas y se asocia a otros síntomas, en qué medida se percibe 
control de la situación, etc. 
El objeto de la evaluación psicológica se centra en aquellos 
factores psicosociales que intervienen en su cronificación y 
manifestación: factores contextuales (ambiente, familia, relaciones 
maritales), cognitivos (creencias, atribuciones, expectativas), 
emocionales (depresión, ansiedad, ira), personales (estilos de 
afrontamiento, actitudes, recursos de resistencia). 
Las técnicas preferidas por psicólogos para evaluar la intensidad 
del dolor, son las escalas y para la evaluación de la frecuencia y 
duración del dolor, conociendo los factores contingentes, se usan 
comúnmente métodos de autorregistro, como los diarios de dolor. 
Asimismo, resulta necesario incluir el papel de la pareja y los efectos en 
el funcionamiento familiar y el estado psíquico de los allegados al 
paciente en la evaluación psicológica de cualquier dolor. Hay que 
evaluar el impacto del dolor sobre las diferentes áreas de la vida del 
enfermo y las respuestas de otras personas significativas ante las quejas 
del paciente. 
3.4 Intervención psicológica del dolor 
Las intervenciones psicosociales constituyen una vertiente 
importante del tratamiento multimodal en el manejo del dolor. Tales 
intervenciones no están dirigidas a reemplazar la terapia farmacológica, 
sino a ser utilizadas conjuntamente con los analgésicos apropiados para 
el control del dolor, potenciando la efectividad de éstos. Con las 
intervenciones psicosociales se ayuda al paciente a ganar sensación de 
control sobre el dolor, a cambiar la forma en que él piensa sobre su 
dolor, lo que tiene un impacto positivo sobre su sensibilidad, sus 
emociones y reacciones hacia el dolor. 
Al recomendar intervenciones psicosociales, el equipo de 
atención debe considerar específicamente: 
• La intensidad del dolor 
• El pronóstico de duración del dolor 
• La lucidez mental del paciente 
• La experiencia previa del paciente con estas técnicas 
• La capacidad física del paciente 
• El deseo del enfermo de utilizar técnicas pasivas o activas 
Tales intervenciones deben ser puestas en practica desde 
etapas tempranas de la enfermedad, para que los pacientes puedan 
aprender y practicar estas técnicas mientras tienen suficiente fortaleza y 
energía. 
Los enfoques más empleados para el manejo psicológico de 
cualquier dolor son: las terapias de modificación de conducta, las 
técnicas cognitivo-conductuales, la hipnosis y la relajación, y, en menor 
medida, las terapias de orientación psicodinámica. 
4. Cáncer 
 
La enfermedad que denominamos cáncer se define por cuatro 
características que describen la forma en la que las células cancerosas 
se comportan de manera distinta a las células normales de las que 
proceden. Estás características son la capacidad para formar 
metástasis, la anaplasia, la autonomía y la clonalidad. 
Mientras las células sanas se multiplican de modo ordenado, las 
células cancerígenas siguen su propio proceso, de tal modo que emigran 
del sitio donde se producen, para invadir nuevos tejidos y formas masas 
en lugares distantes (metástasis). Asimismo, las células cancerígenas 
presentan alteraciones histológicas (anaplasia), ésta equivale a una 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
diferenciación celular anormal y no coordinada, que hace que las células 
tumorales aparezcan muy distintas de las células normales. 
Las células cancerosas tienen un alto grado de autonomía, lo 
que implica que su crecimiento celular no está regulado de manera 
adecuada por las influencias físicas y bioquímicas normales del 
ambiente. Finalmente, la clonalidad es una propiedad de las células 
cancerosas que implica que el cáncer se origina de una única célula 
progenitora que prolifera y da lugar a un clon de células malignas. 
Asimismo, se utiliza el término oncogenes para referirse a los 
genes humanos con capacidad para malignizar una célula sana, de los 
que se han descrito unos cien tipos distintos. Los antioncogenes, 
impiden que los oncogenes lesiones las células sanas; así para que se 
produzca un cáncer no sólo es preciso que exista un oncogén activado, 
se necesita además un antioncogén desactivado. 
4.1 Etiología del cáncer, factores del riesgo 
El cáncer es considerado como una enfermedad 
multideterminada y los factores que pueden determinar su aparición se 
han agrupado en varias categorías: factores genéticos, factores 
hormonales y de reproducción, factores infecciosos, exposición a 
agentes ambientales y factores dependientes del comportamiento del 
individuo. El conocimiento de la capacidad etiológica de cada uno de 
estos factores es aún muy impreciso, de tal manera que en ocasiones 
podemos encontrar relaciones causales (verdaderas etiologías), pero en 
la mayoría de los casos tendremos que tratar estos factores como meros 
factores de riesgo que se asocian con la aparición y el desarrollo del 
cáncer. 
Los factores genéticos, es sabido que las mutaciones somáticas 
que tienen como consecuencia la transformación maligna celular se 
adquiere durante la vida de los individuos, mientras que existe otro tipo 
de mutaciones que se heredan y que constituyen la base de tumores 
hereditarios; es mucho mayor en pacientes que tienen antecedentes 
familiares. 
En cuanto a los factores hormonales y reproductivos se ha 
demostrado que ciertas hormonas tienen capacidad carcinógena. Así los 
estrógenos parecen estar implicados en el desarrollo de tumores 
malignos como el de endometrio o el del mama, en tanto que los 
andrógenos serían, en el caso de los varones, los responsables de los 
cánceres de próstata. Factores relacionados con el ciclo reproductivo de 
la mujer, como una menarquia precoz, una menopausia tardía, la 
ausencia de embarazos o embarazos en edades superiores a 35 años, 
pueden estar implicados en la aparición de cánceres como el de mama, 
en tanto que la lactancia natural podría tener un efecto protector. 
La exposición a ciertos agentes ambientales, como los químicos 
y las radiaciones, es responsable de algunos los tumores malignos 
diagnosticados. Entre los factores de riesgo comportamentales o del 
estilo de vida, sobresalen con especial importancia el consumo de 
tabaco y ciertos aspectos de la dieta, de hecho la dieta puede influir en 
la aparición de tumores a través de varias vías o mecanismos: 1) por 
contaminación de los alimentos con sustancias de propiedades 
carcinógenas; 2) mediante la incorporación a los alimentos de sustratos 
que son transformados en agentes cancerígenos por el propio 
organismo tras su ingestión; y 3) por el consumo de abundantes 
cantidades de componentes relacionados con la producción o facilitación 
del cáncer, como es el caso de las grasas animales o los ahumados. 
4.2 Características de personalidad y cáncer 
Entre depresión, pérdidas importantes, frustración, abatimiento, 
desanimo o desaliento, cuando se producen en forma sostenida y 
severa, y el desarrollo de cáncer hayuna cierta relación. Asimismo, 
existe una fuerte correlación entre un comportamiento racional y 
antiemocional y la incidencia de cáncer, considerando que dicho 
comportamiento es congruente con el tipo C. 
Por otro lado, la personalidad Tipo I se caracteriza por la 
infraestimulación, es decir, las personas de este tipo muestran una 
tendencia permanente a considerar un objeto, una persona, una 
ocupación o cualquier otra cosa, que posea un elevado valor emocional, 
como la condición más importante para su bienestar y felicidad. Los 
individuos Tipo I, no se distancian del objeto y permanecen en un estado 
de dependencia respecto a él; por lo que es proclive a que las personas 
con este tipo de personalidad también desarrollen cáncer. 
4.3 Depresión, estrés y cáncer 
Las relaciones entre depresión y cáncer han sido exploradas en 
dos direcciones posibles. Por un lado, se ha estudiado la posibilidad de 
que la depresión sea una variable premórbida, buscando la posible 
relación de carácter etiológico entre depresión y cáncer. Por otro lado, 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
se ha estudiado también la aparición de depresión como reacción 
psicológica al diagnostico y/o al tratamiento de cáncer, en tanto pueda 
producir un efecto cruzado de empeoramiento del curso de la 
enfermedad, o bien repercutir en la calidad de vida del enfermo 
canceroso que se verá sensiblemente empeorada con el añadido de la 
depresión. Por tanto, la depresión y los fenómenos de separación o 
pérdida deben ser considerados como ejemplos de estresores, de los 
cuales se ha encontrado cierta relación con el desarrollo de cáncer, pero 
también el cáncer lleva al desarrollo de cierto estrés. 
Las características del cáncer que llevan a considerarlo como un 
acontecimiento estresante son las siguientes 
1. Se trata de una enfermedad que atenta directamente contra la 
propia supervivencia. 
2. La etiqueta de la enfermedad supone connotaciones de muerte e 
incluso supone un padecimiento vergonzoso, a la que se han 
aplicado múltiples enfermismos. 
3. El padecimiento puede suponer mutilación para el sujeto, al menos 
en aquellos casos en que se aplica cirugía. 
4. El curso y el pronostico normalmente son inciertos. 
5. Los tratamientos son aversivos, producen efectos colaterales y 
disonancia en los esquemas habituales de enfermedad de los 
pacientes. A corto plazo se experimenta que se pone enfermo, en 
lugar de mejorar con el tratamiento. 
6. Los tratamientos interrumpen la vida cotidiana del sujeto. En el mejor 
de los casos, el paciente debe acudir al centro hospitalario una vez 
al mes, a sesiones de quimioterapia o radioterapia. 
7. Como consecuencia de lo anterior, los hábitos de los pacientes 
deben cambiarse, incluso en algunos casos, como en el del cáncer 
de mama cuando se ha sufrido mastectomía radical, la mujer ha de 
cambiar hasta su modo de vestir, provocando cambios en la 
autoimagen. 
4.4 Intervención psicológica en pacientes con cáncer 
 La mayor parte de las propuestas terapéuticas se dirigen a 
reducir los efectos entresores del cáncer, por ejemplo, disminuyendo el 
nivel de incertidumbre mediante información clara sobre la enfermedad y 
los procesos terapéuticos que se derivan una vez establecido el 
diagnostico. Adaptarse o aprender a vivir con la enfermedad sin merma 
significativa de las diferentes áreas vitales, salvo las obligadas por 
convalecencias especificas, es otro de los objetivos de intervención, 
específicamente, en personas que muestran tendencias emocionales de 
supresión o depresivas. 
Son diversas las técnicas y estrategias que han venido 
utilizándose a la hora de intervenir con pacientes aquejados al cáncer. 
Entre ellas cabe destacar: 
1. El uso del biofeedback, para disminuir la activación fisiológica 
actuando de refuerzo de otras técnicas (como la relajación o la 
imaginación guiada). 
2. Técnicas de relajación, tales como la relajación muscular progresiva, 
el entrenamiento autógeno, la imaginación guiada o las técnicas de 
meditación. La imaginación guiada incluye dos tipos de 
procedimientos: uno en el que el sujeto crea una imagen mental 
agradable y placentera, y otro en el que se hace imaginar al sujeto 
su sistema inmunitario actuando sobre las células cancerígenas y 
destruyéndolas. 
3. Hipnosis: es un estado mental que se caracteriza por la disminución 
en la capacidad atencional y de concentración del sujeto y de 
concentración del sujeto, un estado de relajación mental y un 
incremento en el nivel de susceptibilidad. 
4. Estrategias cognitivas: incluyen diversas técnicas como el 
entrenamiento en respuestas de afrontamiento, el control de 
pensamientos negativos, la expresión de sentimientos y el 
entrenamiento en solución de problemas. 
4.5 Terapia psicológica adyuvante 
En 1989, Moorey y Creer proponen la Terapia Psicológica 
Adyuvante (TPA) como un modo sistemático de actuación psicológica 
encuadrada en un modelo cognitivo-conductual basado en la terapia 
para la depresión desarrollada por Beck. El objetivo del procedimiento 
era aliviar el estrés y los trastornos psiquiátricos de estos enfermos, 
partiendo del supuesto de que dicha terapia debía ser breve, aceptable 
para los pacientes y sus familias, fácil de realizar en los servicios de 
oncología y, por encima de todo, debía ser eficaz. Desde está 
perspectiva se asume que las consecuencias psicológicas del cáncer 
pueden ser: 1) de la percepción o significado que el paciente dé de la 
enfermedad; y 2) de las estrategias de afrontamiento del enfermo, esto 
es, de lo que piensa y hace para reducir la amenaza que supone dicha 
enfermedad. En este sentido, los autores proponen cinco tipos de 
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 UNIDAD III. APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD EN CAMPOS ESPECÍFICOS 
 
respuestas de afrontamiento posibles ante el cáncer, los cuales son: 
espíritu de lucha, desamparo/desesperanza, preocupación ansiosa, 
fatalismo y evitación. 
Los objetivos de la TPA se centran por tanto en los siguientes 
elementos: 
1. Mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer reduciendo la 
ansiedad, la depresión y cualquier otro síntoma de estrés 
psicológico. 
2. Mejorar el ajuste mental al cáncer induciendo un espíritu de lucha 
positivo. 
3. Promover en los pacientes un sentido de control personal sobre sus 
propias vidas, incluyendo la participación activa en el tratamiento de 
su cáncer. 
4. Enseñar al paciente a expresar sus emociones, especialmente la ira. 
5. Facilitar la comunicación entre el paciente y su cónyuge. 
Son tres fases de las que se compone la TPA: 
• Fase inicial. Establecer la alianza terapéutica, explicar al paciente 
qué es lo que se va a realizar durante la sesión, así como maximizar 
la calidad de vida y alentar la expresión de sentimientos. 
• Fase intermedia: En esta fase se enseña al paciente a desafiar sus 
pensamientos automáticos, principalmente los negativos. 
• Fase final: Dirigida a prevenir las recaídas y planificar el futuro. 
4.6 La información tras el diagnostico 
Se requiere proveer de información sobre el trastorno con el fin 
de que el sujeto pueda ejercer algún control sobre el problema, así como 
información clara y concisa sobre los tratamientos, efectos secundarios y 
modos de paliarlos. Dicha información debe proporcionarla el medico 
especialista. Se debe insistir en las posibilidades de intervención 
actuales y en las elevadas tasas de recuperación, dando relevancia a la 
actuación del propio paciente. 
Conocer de forma clara los diferentes aspectos de la 
enfermedad supone mayores reacciones inmediatas de ansiedad, 
atribuciones causales, alteraciones psicológicas, interpretación anómala 
de sensaciones corporales, etc., mientras que, por el contrario, se 
mejoran las relaciones de pareja, la sexualidad, las relaciones

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