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Resumen Texto Actividad Conciencia y Personalidad, Leontiev - C Faundes

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ACTIVIDAD CONCIENCIA Y PERSONALIDAD. Leontiev 
Capitulo V: ACTIVIDAD Y PERSONALIDAD
III. La actividad como base de la personalidad 
El principal problema de la psicología de la personalidad es saber cuáles son los verdaderos “formadores” de la personalidad. En el texto se entiende a la personalidad como la unidad superior del hombre que es relativamente estable y que permite que el individuo sea identificado por los demás, incluso por la ley.
De esto surge una contradicción: la mutabilidad del ser humano en la parte física y psicofisiologica, pero estable en el ámbito de la personalidad.
Así surge el “yo” como problema de la psicología de la personalidad y se trata de responder la siguiente pregunta: ¿cómo se forma esta estabilidad y continuidad de la personalidad?
El personalismo postula que existe un principio especial que formaría el núcleo de la personalidad.
Otro abordaje de este problema tiene como base la categoría de la actividad humana objetiva, el análisis de su estructura integral, su mediación y las formas de reflejo psíquico que genera. Este abordaje trata de solucionar el problema y dice que la base real de la personalidad es el agregado de sus relaciones sociales, relaciones que son realizadas a través de su actividad que puede ser multifacética.
A la conclusión que se llega a partir de esto es que la investigación no debe limitarse a una explanación de requisitos, debe proceder a partir de un desarrollo de la actividad de sus tipos y formas y de aquellas relaciones que traban entre sí; en la medida en que su desarrollo modifica radicalmente el significado de los propios requisitos.
En el desarrollo de sujeto las actividades aisladas están dentro de una relación jerárquica. La característica de estas relaciones jerárquicas de la actividad es su “desprendimiento” con respecto a la condición del organismo. Estas relaciones son las que forman el núcleo de la personalidad.
El desarrollo y la multiplicación de los tipos de actividades no conducen solo a una expansión de su “catalogo”, lo que ocurre es una concentración de ellas en torno a varias actividades principales a las cuales las otras son subordinadas.
IV. Motivos, emociones y personalidad
El termino motivo se puede referir a muchos fenómenos distintos, pero lo que nos importa realmente son las relaciones entre los motivos y necesidades. La necesidad real es entendida como una necesidad de una cosa que en un nivel psicológico son mediadas por la reflexión psíquica de dos maneras:
1) los objetos que responden a las necesidades del sujeto aparecen delante de él dentro de sus características sensoriales objetivas.
2) las condiciones de la necesidad, en los casos más simples, se señalan y son sensorialmente reflejadas por el sujeto como resultado de las acciones de estímulos de recepción interna.
El cambio más importante que caracteriza la transición para el nivel psicológico consiste en el comienzo de una conexión activa de las necesidades con los objetos que la satisfacen.
Hasta el momento de su primera satisfacción la necesidad “no conoce” su objeto; el aun tiene que ser revelado. El resultado de esta revelación es que la necesidad adquiere su objetividad y el objeto percibido se hace un motivo.
Se comprende que el hombre nace con determinadas necesidades, pero estas necesidades solo pueden ser realizadas en la actividad. La necesidad aparece primero como un requisito para la acción si el sujeto comienza a actuar la necesidad se transforma y deja de ser aquello que era en sí misma.
Es importante esta transformación de las necesidades para entender la naturaleza de las necesidades humanas. Las necesidades surgen del desarrollo de la producción ya que producción es directamente consumo y el consumo crea la necesidad. 
La idea de que las necesidades son producidas, ósea que tiene un sentido materialista-histórico, posee dos problemas. El primero es que las necesidades como determinantes de la actividad solo pueden aparecer en su contenido objetivo, y este contenido no es incorporado directamente a ellas por lo que no se les puede tampoco aislar de él. El segundo problema surge cuando aceptamos la naturaleza socio-histórica de las necesidades humanas. Lo que daría origen a considerar que ciertas necesidades son sociales y otras son puramente biológicas y comunes a todos los seres humanos.
A parte de la transformación y el enriquecimiento del contenido objetivo de las necesidades también ocurre un cambio en la forma de su reflejo psíquico. Adquieren un carácter ideacional por lo que se hacen psicológicamente invariantes. De esto surgen otros tipos de necesidades que solo pueden existir si existe un plan de conciencia, este tipo de necesidades serán llamadas “objetivo-funcionales”.
 El análisis psicológico de las necesidades se hace un análisis de motivos. Hay que entender a los motivos como los fenómenos que son capaces de generar la actividad directa.
La teoría de motivos de un carácter hedonista da una gran importancia a las emociones como reguladoras de la actividad. Por eso las emociones no están subordinadas a la actividad, pero parecen ser su resultado y el “mecanismo” de su movimiento.
Las emociones dicen respecto a la actividad y no a las acciones u operaciones que la realizan. Es por esto que el mismo proceso que realiza varias actividades puede adquirir varias coloraciones emocionales. La variedad y complejidad de los estados emocionales son el resultado de la quiebra de la sensibilidad primaria en la cual los momentos cognitivos y sensitivos se unen.
El punto de partida de la actividad humana reside en la no conciencia entre motivos y objetivos. Lo motivos no son reconocidos por el sujeto en el momento que se desarrolla la actividad, pero no significa que están separados de la conciencia porque si pueden encontrar su reflejo psíquico pero de una forma distinta: en la forma de coloración emocional de la acción. Esta coloración tiene una función específica, que requiere realizar una diferenciación entre el concepto de emoción y el concepto de sentido personal.
Hay ciertos motivos que le dan sentido personal a la acción, a los cual llamaremos motivos formadores de sentido, otros motivos que tienen la función de ser factores de estimulación serán llamados motivos-estímulos. Con estos tipos de motivos se puede llegar a entender las relaciones jerárquicas de los motivos. Estas relaciones son determinadas por las conexiones que la actividad del sujeto provoca, por lo tanto son relativas, sin embargo, los motivos formadores de sentido siempre ocupan un lugar jerárquico superior.
V. La formación de la personalidad
En el inicio del desarrollo del niño, sus conexiones biológicas niño-madre son mediadas por objetos y las relaciones del niño con las cosas son mediadas por las personas. Las cosas para el niño aparecen con su significado funcional y las personas aparecen como las encargadas de las cosas. Luego las relaciones del niño no son solo con las personas y cosas, ya que se va relacionando con el mundo entero y su sociedad.
La base real de la personalidad es aquella estructura especial de la actividad entera del sujeto la cual ocurre en la práctica del desarrollo de sus conexiones humanas con el mundo.
Así el ser humano puede realizas diversas actividades dependiendo de los limites que posee dentro de su mundo. Así durante su desarrollo el hombre va ampliando su campo de acción y de conocimiento sobre su mundo.
Al poseer el conocimiento el sujeto es capaz de generar más motivos, los cuales determinan su actividad. Esto a su vez va formando la personalidad del sujeto. Cuando las acciones se van transformando y son más ricas, superan el círculo de actividad que ellas realizan y entran en contradicción con los motivos que las generan. Estos fenómenos de transformación son las denominadas crisis de desarrollo. Así ocurre un desplazamiento de los motivos para objetivos, un cambio en su jerarquía y la generación de nuevos motivos 
La personalidad nace dos veces, la primera vez es cuando aparecenen un niño las multi-motivaciones y la subordinación de sus acciones. Y la segunda vez es cuando la personalidad consciente aparece, en donde ocurre una reconstrucción de la conciencia.
La necesidad de una reconstrucción de la conciencia es creada por que mientras más grandes las conexiones del sujeto con el mundo, más de ellas son entrelazadas entre sí. Así el sujeto al realizar una actividad determinada genera una relación pero al mismo tiempo puede generar otro tipo de relación que también le es propia.
Los movimientos de la conciencia dan origen a otro movimiento el cual consiste en correlacionar los motivos entre sí, así se forma un sistema conectivo de sentidos personales, ósea la formación de la personalidad.
La formación de la personalidad es un proceso continuo que consiste de una serie de prácticas que cambian secuencialmente, suyas características cualitativas dependen de las condiciones y de las circunstancias concretas.
Así el nacimiento de la personalidad aparece como un suceso que cambia todo el curso del desarrollo psíquico siguiente. Este suceso entonces es una reconstrucción de la esfera de relaciones con otras personas y con la sociedad.
Uno de los cambios que están detrás de esta reconstrucción de la jerarquía de motivos es cuando el adolescente pierde el valor de sus relaciones en el círculo íntimo de sus contactos. Esto se debe a la ampliación del adolescente de su círculo de contactos. Lo cual no implica que el círculo íntimo pierda importancia, sino por el contrario, se vuelve cada vez más importante.
Otro fenómeno que marca el desarrollo de la personalidad es la transformación de la expresión de características de clase de la personalidad. El hecho de que un sujeto pertenezca a una clase, determina el desarrollo de sus conexiones con el mundo, un segmento mayor o menos de su actividad, sus contactos, su conocimiento y su adquisición de normas del comportamiento. Debido a esto podemos hablar de un carácter de clase de la personalidad.
Otro cambio que altera la formación de la personalidad es el hecho de que esta formación ocurre a lo largo del tiempo. Este hecho da a pensar que la personalidad es un producto de cualidades innatas y de las experiencias adquiridas. Pero esta idea se desacredita con la jerarquización de motivos ya que en este nivel las impresiones pasadas, las experiencias y las acciones no aparecen como capas entumecidas de sus experiencias, sino que son el tema de sus relaciones y de sus acciones por lo que su contribución se transforma en personalidad.
Una personalidad es creada por circunstancias objetivas y por las acciones que la relaciona con el mundo, incluso las características de las actividades también pueden formar eso que determina la personalidad como tal.
La personalidad posee por lo menos 3 parámetros: la cantidad de conexiones del hombre con el mundo, el grado con que las conexiones son arregladas en jerarquías y su estructura general.
La cantidad de conexiones del hombre con el mundo dependerán de las condiciones socio-históricas en que este presente el sujeto. Cuando estas se jerarquizan los motivos surge un motivo principal que lo llamaremos objetivo de vida.
La estructura de la personalidad representa una configuración relativamente estable de líneas principales de motivación arregladas jerárquicamente dentro de ella.
El texto se refiere a la personalidad como una nueva calidad generada por el movimiento de los sistemas de las relaciones sociales objetivas para las cuales su actividad es atraída. Así la personalidad no es solo el resultado de influencias externas, sino que es el resultado de lo que el mismo hombre hace de si para confirmar su existencia.
La ultima cuestión teórica que se presenta en el texto es la de percibirse como una personalidad. En este proceso el sujeto es capaz de reconocer que se constituye como esquema corporal, que es distinto a los demás pero a su vez se da cuenta al comprarse con los demás que todos son parte de un esquema esencial que compone al ser humano.
Esta auto-percepción correspondería a la percepción del “yo” pero este problema aun se encuentra sin solución dentro de la psicología.
La perspectiva del análisis de la actividad y la conciencia considera el “yo” humano de una forma integrada a un mecanismo general de interconexiones de personas en la sociedad. Pero no implica que el hombre deba diluirse en este sistema, sino que dentro de él debe encontrar la fuerza para su propia acción.
Camila Faundes S.

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