La personalidad y su motivación constituyen un reflejo en el ser humano de la superestructura de la sociedad, o sea, de la conciencia social y del ...
La personalidad y su motivación constituyen un reflejo en el ser humano de la superestructura de la sociedad, o sea, de la conciencia social y del funcionamiento de sus instituciones y grupos, por ello las relaciones ideológicas y la comunicación aportan los contenidos psíquicos que van a determinar la naturaleza y estructura de la motivación y de la personalidad humanas. Las relaciones materiales van a determinar, en la mayor parte de la población, cuáles contenidos de la conciencia social son asimilados profundamente por el sujeto y pasan a formar parte de sus necesidades y de su motivación; cuáles no son asimilados totalmente o son rechazados por este. Es así como la satisfacción de las necesidades materiales influye sobre la formación de las necesidades y la motivación humanas.
Compartir