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Resumen Mintz, Dulzura y poder

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Sidney Mintz:
“Sweetness and Power. The place of sugar in modern history”
La tesis del autor: “Mi argumento ha sido que el azúcar ha de considerarse en sus múltiples funciones, y como un bien culturalmente definido. He hecho hincapié en su inusual peso simbólico, que perduró entre el rico y el poderoso hasta que la sacarosa se ​​hizo común, barata, y deseada, cuando se propagó ampliamente a través de las clases trabajadoras de todas las naciones occidentales, llevando consigo muchos de sus antiguos significados pero también adquiriendo otros nuevos. El peso afectivo de dulzura, no fue tanto disminuido sino que cambia cualitativamente por su abundancia”. (Traducido literalmente).
Inglaterra en 1900: El azúcar en forma de sacarosa procesada era un ingrediente fundamental en la dieta nacional de este país.
El azúcar se volvió un rasgo común de las comidas festivas y ceremoniales de temporada en temporada. Este ingrediente se ha unido a la base de la dieta que se constituye –en esta época- de pan y sal. (Esta dieta a base de pan y sal ha estado por milenios en el imaginario de los hombres de occidente).
El aumento en el consumo individual de la sacarosa procesada desde 1650 hasta 1900 fue posible gracias a las mejoras en la industria de química del azúcar.
Para los pobres, los gustos de té endulzado, pudín de melaza, flan de leche condensada, galletas, pan, mermelada manchada, el caramelo y el chocolate fueron adquiridos tempranamente y gustosamente. Para las clases más cómodas, sus gustos fueron atenuados porque tenían tantos otros lujos a su alcance.
La experiencia británica de tener el azúcar insertado en cada parte de sus dietas fue repetida en otros países pero con diferencias significativas. 
U.S.A desarrolló sus colonias productoras de azúcar mucho más tarde que los otros países, y al contrario de hacerlo en el Caribe, lo hizo en Hawaii y las islas filipinas.
En Norteamérica los capitalistas aprendieron sobre los beneficios del azúcar mucho más rápido que los británicos. En ese sentido, desde que el mercado de consumidores se volvió importante en los Estados Unidos, la política de ese país con respecto al azúcar se volvió fundamental, y por supuesto una fuente importante de ganancias.
Francia al igual que Inglaterra, desarrollo tempranamente colonias productoras de azúcar, que producían este bien y otros bienes relacionados en grandes cantidades –en el siglo XVIII-, y desarrolló un paladar dulce propio.
Pero los intereses azucareros franceses fueron incapaces de impulsar el consumo francés hasta el punto en que afectaría profundamente la naturaleza de la cocina francesa o las formas de consumir la comida. Hasta el día de hoy, el consumo del francés promedio es menor que el del británico. Afectaría en esto los hábitos de consumo francés. Por ejemplo, los franceses consumían mucho vino, un hábito el cual podría haber influenciado negativamente la disposición a consumir sustancias dulces.
Pero si nos fijamos en los países menos desarrollados, existe otra perspectiva. La sucralosa, que contribuye en una séptima parte respecto de las dietas en países desarrollados, es tan poderosa como un símbolo de la buena vida, que algunas s autoridades eminentes sugieren con seguridad que su aporte calórico podría ser cada vez mayor. 
Actualmente en el mundo moderno, la eficiencia de la producción de la caña de azúcar es un factor potente en el éxito del azúcar, ya que según G.B Hagelberg, produce cantidades más grandes de calorías utilizables por unidad de tierra en un tiempo dado que cualquier otra planta cultivable en sus respectivas zonas climáticas. En óptimas condiciones pueden producir toneladas de azúcar, y los residuos de la caña pueden ser utilizados como combustibles para la manufactura de productos del papel. 
Un Acre de buena tierra subtropical puede producir más de 8 millones de calorías en azúcar, mucho más que otros productos. (Por eso su importancia como alimento calórico).
Donde hay necesidad de calorías, esto es un problema grave ya que la sacarosa no es una buena respuesta nutricional, pero dadas las circunstancias, era una buena respuesta desde lo económico.
El azúcar refinado así se convirtió en un símbolo de la modernidad y de lo industrial. Tempranamente se le ha visto de esta manera, penetrando en la cocina y acompañando a la occidentalización, modernización o desarrollo. La sacarosa se vuelve una señal pionera de progreso entre los nativos americanos. La gente intercambiaba su trabajo, o sus productos, o su salario por la sacarosa
En sociedades que han sido consumidoras de sacarosa por siglos, uno de los corolarios de su “desarrollo” es que a los individuos mayores, los tipos tradicionales de azúcar están siendo gradualmente reemplazados con el producto refinado, el producto “puro”.
La noción de modernidad penetra fuertemente mientras más se difunda la sucralosa procesada a los grandes círculos de consumidores.
Los vendedores de azúcar se han interesado en los patrones de consumo solo para poder cambiarlos. Para estos vendedores, su objetivo es incremental el rol del mercado –de este producto- en el consumo, motivando a los consumidores a tratar de identificarse a si mismos diferentemente por lo que consumen; o convenciéndolos de que ellos pueden cambiar el punto de vista que los otros tienen sobre ellos mediante lo que consumen.
Hemos visto como las relaciones entre las metrópolis y sus fuentes de sacarosa han cambiado radicalmente a través del tiempo, así como también LA POSICION DE LA SUCROSA en la vida social ha cambiado.
Es importante recalcar los cambios que ha habido en el uso del azúcar. Primero las sociedades importaban este bien, luego cada metrópolis adquirió sus propias colonias productoras de azúcar, produciendo así este bien de manera mercantil y enriqueciendo a la clase comercial y financiera, estimulando el consumo del azúcar importado y las de colonias, incrementando el Rol del Mercado.
El uso industrial del azúcar toma 2 apariencias respecto de lo que refiere al consumidor: En primer lugar hay un consumo fuera del hogar (restaurants, “picadas”); luego tenemos que ha habido un incremento considerable en el uso de comidas preparadas en los hogares (comidas pre-hechas). Las diferentes formas de consumo de sacarosa en comidas manufacturadas y procesadas están conectadas ya que ambos tipos de consumo implican la aparición de fuerzas sociales, las cuales incluso estarían apareciendo en países en vías de desarrollo.
Sociedades que han incrementado rápidamente su consumo per cápita de azúcar, implica que han aumentado el consumo fuera de casa respecto del consumo en el propio hogar, y comen más alimentos preparados (pre-cocinados) en su casa.
La relación entre la sacarosa y estos amplios cambios sociales es emblemática más que esencial. El azúcar es más importante por lo que ésta revela, que por lo que hace. Para entender la importancia de la sacarosa se debe investigar en su proceso de producción y en su consumo, así como en los puntos de contacto de las intenciones del capitalismo (se refiere a las intenciones que tendrían los dueños de las industrias azucareras)
El azúcar antes era un bien de lujo, el cual pasó a ser luego un bien necesario. También paso a ser de un bien especial a uno producido masivamente.
El “desarrollo” (visto como progreso de las sociedades) ha significado entre otras cosas, un incremento estable en el consumo de azúcar desde mediados del siglo XIX. Los países que más consumen este bien hoy en día son los Europeos.
Este desarrollo, viene de la mano un gran porcentaje de uso de sucralosa en alimentos preparados. El cambio hacia el uso indirecto como el consumo de azúcar en si, se ha convertido en una señal de desarrollo. Aumentar el consumo de azúcar es sólo una de las formas de desarrollo de cambios. 
El alto consumo de azúcar ha llevado eso si a un aumento en la gordura de la población.
La aparente conexión entre gordos y el azúcar tiene efectos psicológicos, económicos y nutricionales en la población. Esto tiene que ver con el aumentoen la tendencia a comer fuera del hogar (efecto cultural). Prueba de esto es el considerable aumento de locales de venta de comida. 
Estos desarrollos afectan directamente el rol que ha jugado tradicionalmente han tenido las comidas familiares (OJO AQUÍ)!
Las comidas sociales implican justamente esto: Lo social, la comunicación que se desarrolla en este evento, dar y recibir, tener consensos respecto a algo, compromisos a atender las necesidades de otros. Se desarrollan opiniones en grupo mediante la interacción social. Algunos piensan sin embargo que estos elementos pueden restringir las libertades individuales.
Los tecnólogos de alimentos ahora han hecho posible que los individuos coman exactamente lo que ellos desean (congelado o pre-cocido), en cantidades exactas, y en los momentos que ellos quieran. El problema es que esto conlleva a la eliminación DE LAS SIGNIFICANCIAS SOCIALES de comer juntos. Ejemplo ahora cada quien puede comer solo en su pieza, o viendo televisión, etc…
Con esto, el comer se ha individualizado y des-socializado. Las decisiones de que comer ahora se toman con menor dependencia de los otros. 
La gente trata ahora de condensar sus placeres en el consumo de muchas cosas a la vez. (Ver películas y comer cabritas por ejemplo). Trata de hacer lo que más pueda en el menor tiempo posible. Uno de los cambios (que lo anterior produce) en cuanto a la concepción del tiempo, es que esto conlleva a una refundación de las imágenes que tiene la gente sobre sus vidas y sobre sí mismos. Viven pensando el tiempo que tienen, lo que puede experimentar cambios en sus hábitos.
La combinación de azucares y grasas en las elecciones de la comida es muy importante:
Las dietas asociadas a un alto contenido en grasas y azucares nos pueden indicar que los individuos tienen un estilo de vida en el cual realizan sus cosas de manera extremadamente rápida (Sus vivencias, experiencias, Todo…todo… lo realizan muy rápido)

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