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Apuntes Clases - Unidad 1 - C Mella

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UNIDAD 1: El problema de la desigualdad
5 de agosto de 2010
REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA DESIGUALDAD
STANISLAW OSSOWSKI
La desigualdad se plantea como, desde hace larga data, como un problema social. Sin embargo, en cuanto problema sociológico, surge con la modernidad. ¿Por qué? Una primera respuesta es plantear que si la sociología surge con la modernidad, es imposible plantear el estudio desde la misma antes de la aparición de la sociología como ciencia social. Una segunda respuesta, menos obvia, es centrarnos en la noción de la sociedad moderna como una caracterizada por la reflexividad respecto a vínculos y relaciones sociales. Por ello, es posible sostener que la existencia de vínculos sociales desiguales provocó su tematización, convirtiéndose en temas sociológicos.
Ossowski (Polonia, 1897-1962), escribió “Estructura de clases y conciencia social”, preguntándose por: ¿Cuál es la manera que se indaga de la conciencia social (o esquemas cognitivas, o representaciones sociales) y aparece la desigualdad?, es decir, ¿cuál es la representación social de la desigualdad? La desigualdad y sus representaciones buscan describir posiciones diferentes entre los individuos. Ahora bien, desde la especificidad de la pregunta, el autor buscó su respuesta estudiando las expresiones culturales tradicionales de la sociedad, concluyendo que la desigualdad como fenómeno puede ser descrito en 3 esquemas:
1. Esquema dicotómico de la desigualdad
A partir de metáforas espaciales referentes al espacio social (a lo Bourdieu y el espacio de los agentes en un campo), plantea la división de la sociedad en dos grupos de individuos distintos, pero dependientes en tanto se define uno en relación al otro y viceversa. En este sentido, nos encontramos con sujetos que poseen cierto atributo, y con otros que no lo poseen. 
Algunas dicotomías presentes son:
a. Dicotomía entorno al poder y autoridad: dominantes y dominados.
b. Desigualad de la riqueza: ricos y pobres.
c. Distinción entre aquellos que trabajan y los que no (zánganos)
2. Esquema gradacional de la desigualdad 
De acuerdo a la distribución de ciertos atributos, los individuos se distribuyen gradacionalmente. Así, existen sectores intermedios entre los polos y relaciones de orden en su interior. Con lo anterior se incorpora la noción de “desigualdad de hecho”. 
La diferencia más relevante con el esquema dicotómico de la desigualdad es que el esquema gradacional no permite establecer una relación de dependencia (por ejemplo, gobernante y gobernados). A modo de ejemplo, esta noción ya se encuentra presente en “La política” de Aristóteles: Los muy ricos, los muy pobres y una clase intermedia entre ambos. Estos últimos corresponden al “justo medio” (visión aristotélica: lo mejor es el punto medio).
Al igual que el esquema dicotómico, presente dos variables:
1.1) Esquema gradacional simple: Un factor según el cual son ordenados por individuos. Por ejemplo, la fortuna como una descripción de la desigualdad de ingreso. El atributo que ordena se supone presente en todos los individuos pero en diferente cuantía; mientras que en el esquema dicotómico el atributo no se distribuye en todos los individuos. Por ejemplo: El poder, quienes lo poseen y quienes carecen de él (variable discreta, no continua).
1.2) Esquema gradacional sintético: Para ordenar a los individuos se ocupa a más de un atributo, cuya combinación es sintética. Por ejemplo, la desigualdad de ingreso no nos dice todo; afuera quedan otros factores económicos. Ejemplo: patrimonio.
3. Esquema funcional de la desigualdad
Ossowski la describe entre individuos o grupos de individuos que no están ordenados jerárquicamente sino que de acuerdo a interrelaciones funcionales. Por ejemplo: La división del trabajo. Así, se conforman grupos diferentes desigualmente por funciones.
A diferencia del modelo dicotómico, se reconoce la existencia de más de dos clases, no es un modelo dicotómico sino que pluriclasista. Asimismo, excluye al antagonismo como relación obligada. No hay necesariamente intereses contrapuestos entre los diferentes grupos. 
Contra el esquema gradacional no establece una especie de orden o escalamiento entre las diferencias. Es una desigualdad vinculada a ciertas funciones y no a un atributo a gradar o de alguno que ciertas personas poseen y otras no. Por ejemplo: Pobres y ricos no definidos desde la posesión de bienes materiales sino que de su definición o necesidad de recíproca para explicar a unos de acuerdo a los otros.
A modo general, se caracteriza por una estratificación horizontal. Grupos interdependientes, sin relaciones de orden. Por ello, las unidades diferenciadas centran su especificidad en la función que desempeñan. Entonces, ¿en dónde radica la desigualdad? No es una diferencia de cuantía. Por ejemplo, la desigualdad en los países socialistas. Ausencia de desigualdad de clase: Sin conflicto de clase, pero las clases sí existen sólo que no son antagónicas.
Ossowski plantea que el esquema funcional aparece en la Economía Política Clásica: Adam Smith y las 3 principales clases de la sociedad: Se diferencian en el modo de generar su ingresos (renta, ganancia y salario).
Volviendo al concepto global de las representaciones sociales de la desigualdad, éstas tienen correspondencia con las tradiciones sociológicas que abordan la desigualdad
1. Esquema dicotómico responde a la tradición clasista. Por ejemplo: El marxismo
2. Esquema gradacional responde a la tradición weberiana y neoweberiana.
Respecto a estas primeras distinciones, Giddens sostiene que los enfoques de la desigualdad de los autores mencionados responden a:
· Marx: Dicotómico, monocausal.
· Weber: Policausal, multifacotorial (cultural, político, económico).
3. Esquema funcional responde a la tradición funcionalista, que entiende a la desigualdad en el marco de la función que cumple. 
Ahora bien, Ossowski a diferencia de Giddens, sostiene que en Marx ya existían los tres esquemas:
· Dicotómico: Diferencia de clase: Esquema que aparece en el Manifiesto Comunista. No concebido para el campo científico sino que corresponde a un manifiesto político. Este enfoque predomina cuando Marx primera el interés político, en el Marx agitador: Allí el esquema de representación tiende a ser dicotómico.
· Cuando prima el Marx sociólogo aparece el esquema gradacional. Así, en otros textos describen la estructura de clases de manera más compleja; incluyendo a las capas medias. Por ejemplo: La pequeña burguesía. También se presenta en el Marx economista. En El Capital, en donde distingue en el marco de la sociedad moderna a la clase obrera, terrateniente y capitalista.
La idea de Giddens sobre Marx es que en él existe una confusión terminológica: Por ejemplo, entre los conceptos de clases, estamentos, clases en descomposición, etc. Lo que sucede es que Marx posee dos esquemas: El dicotómico y el gradacional; por lo tanto, Giddens estaba equivocado. El problema no es terminológico sino que se vincula con los distintos niveles de abstracción en los que Marx opera.
EL PROBLEMA DE DESIGUALDAD
Antes que para las Ciencias Sociales, la desigualdad fue un problema para la Filosofía Social, con interés cognoscitivo y no político. Ya C. Darwin planteaba la siguiente tensión: “Si la miseria no es causada por leyes naturales sino que por nuestras instituciones, cuán grande es nuestro pecado”. Tomando esta cita, es posible preguntar por: Primero, ¿si la miseria no fuera natural no sería un problema? Segundo, que la desigualdad no era un fenómeno desconocido por las sociedades tradicionales. Por tanto, en cuanto problema corresponde a un “problema social”. 
Las sociedades tradicionales convivieron con una fuerte desigualdad, sin mayores dificultades; estando relativamente tolerada o legitimada socialmente. Hoy, sin embargo, la desigualdad, en términos generales, provoca irritación, debate. Surge como problema ante las ideas filosóficas del Iluminismo: Interés por la autocomprensión de la sociedad moderna, con una naturaleza distinta a la tradicional,y relacionado con los vínculos de carácter reflexivo o racional. En contraposición, el orden tradicional se presenta como natural o derivado de la voluntad de Dios, no constituido por parte del sujeto: Es un orden heredado, impuesto, por lo que la desigualdad era relativamente admisible.
Desde la tradición filosófica iluminista, con base en un orden social reflexivo o constituido reflexivamente mediante la orientación racional de los sujetos, existen dos variantes:
- Tradición ilustrada escocesa, centrada en lo económico.
- Tradicional racionalista filosófica o ilustración continental o francesa, centrada en el carácter político. Sus principales exponentes son Hobbes, Rousseau y Locke, con distintas definiciones del concepto de “contrato social”. 
PENSAMIENTO CONTRACTUALISTA
1. HOBBES
El orden natural consistía en un orden necesariamente caótico en donde el hombre se encontraba sometido a leyes naturales. Para el autor, éste consistía en un orden de igualdad entre los hombres del cual deriva una situación de guerra, introduciendo la necesidad de racionalidad para superarla.
La situación de igualdad es explicada como una igualdad de capacidades que supone una igualdad de expectativas. Po tanto, si dos hombres desean una misma cosa (debido a la igualdad de expectativas) se transforman en enemigos y se empeñan en destrozarse y a someterse mutuamente. De esta manera, y al regirse por sus propias pasiones, se deriva irremediablemente al enfrentamiento del hombre contra el hombre. Agrega, además, que los hombres aman por naturaleza la libertad y someter a los demás. Ahora bien, el autor sostiene que la única opción para salir de la insufrible situación de guerra, por tanto, salir del estado de naturaleza, depende del Leviatán: El Estado.
El Leviatán corresponde a un contrato, en donde el acuerdo radica en limitar la libertad y en ceder soberanía. En definitiva, es un acuerdo que delega la soberanía en un poder superior. En este sentido, Hobbes es un férreo defensor del absolutismo político desde una perspectiva racional: El soberano no ejerce su poder ilegítimamente porque a él se la ha conferido el poder soberano al que renuncian los hombres. En efecto, sostiene que el ejercicio del poder es a discreción sin la venia de los súbditos. En contraposición, Rousseau sostiene que el contrato amarra al soberano porque el poder deviene de la soberanía popular.
El concepto de desigualdad en Hobbes se liga con el estado natural. En él, se genera irremediablemente guerra, por cuanto la imposición de la voluntad genera desigualdad, la cual no resulta de las diferencias de talento. Su convicción es que el orden moderno es racional y contractual. Por ello, el Estado es una institución que busca garantizar el principio de igualdad sin que derive en una guerra de pasiones desenfrenadas. De allí, su carácter coactivo y racional (que Weber rescatará más adelante): Los hombres se someten voluntariamente a esa coacción, “el Estado es un monstruo necesario”. Por ello, se perfila como garante para realizar una desigualdad como valor social a través del reconocimiento de la igualdad entre los hombres.
En definitiva, lo que plantea Hobbes respecto a la desigualdad es que ésta es un problema social cuya solución está en el orden institucional. En efecto, son las instituciones las que garantizan la realización histórica del principio de igualdad. 
10 de agosto de 2010
La desigualdad se convierte en un problema social en la Modernidad debido al pensamiento reflexivo: Ruptura del orden y de los vínculos naturales, y cuya superación se vislumbra a través de la reflexividad de los vínculos sociales.
PENSAMIENTO CONTRACTUALISTA
1. HOBBES
El estado de la naturaleza se define por la igualdad entre los hombres, la cual genera un estallido de violencia generalizada. Ésta, se soluciona sólo mediante la instalación de un poder coactivo: El Estado, el cual también corresponde a una solución institucional a la cuestión del orden y de la desigualdad. En este sentido, el funcionamiento de las instituciones políticas permite la superación de la desigualdad a través del rescate del valor de igualdad. En tanto, el Estado refleja la intervención consciente y deliberada para superar la desigualdad.
2. ROUSSEAU – LOCKE
El orden social es fruto de un pensamiento deliberado y reflexivo; que mediante el contrato busca la igualdad en un plano material: La distribución de la riqueza. El orden institucional es el encargado de superar la desigualdad a través de la democracia: El principio de soberanía popular: La superación de la desigualdad como decisión de los individuos.
En lo que respecta al estado de naturaleza, lo definen como: 1) No es históricamente determinable: “No es preciso tomar las investigaciones como verdades históricas sino como razonamientos hipotéticos… concibiendo dos tipos de desigualdades: Las desigualdades físicas o naturales (edades, salud, etc) y la desigualdad moral o política (social, depende de una especie de convención o que está autorizada por el consenso de los individuos).
Si los sujetos se orientan racionalmente, ¿por qué las desigualdades no pueden ser superadas? 
Ven el origen de las desigualdades en un acto de apropiación de tipo arbitrario. Por ejemplo, algo que siendo de nadie o de todos es apropiado por alguien, quien halló personas bastante “sencillas” para creerle. 
La reflexivización del orden natural genera el orden moderno, aquí la reflexividad se presenta:
· Cuestionando el orden (antes visto como natural, heredado).
· Cuestionamiento y superación de las desigualdades.
Si la existencia de desigualdades naturales no se hubiese correspondido con desigualdades sociales no serían problemas sociales. Rousseau (enemigo de los liberales) planteó como valor la igualdad de carácter material, preocupándose por la desigualdad material, social, político, que puede ser fruto de las condiciones naturales desigualmente distribuidas. Busca o cuestiona la correlación de ambos tipos de desigualdades.
El pensamiento ilustrado tiene una respuesta al problema de la desigualdad de índole política:
· Estado: Principio de igualdad jurídica, como expresión de una decisión deliberada por superar dichas desigualdades.
· Democracia: Principio de soberanía popular.
En definitiva, las desigualdades son enfrentadas en términos institucionales, siendo ésta la característica central del contractualismo. Las instituciones modernas garantizan las situaciones de igualdad (lo cual Darwin cuestiona: La desigualdad como fruto de las mismas instituciones). Asimismo, las desigualdades se presentan como un problema sólo para la sociedad moderna en donde el orden es resultado de la acción de los propios sujetos, de las reflexiones y de las instituciones políticas.
El principio de ciudadanía es tan importante debido a que nuestra pertenencia a una comunidad política nos hace poseedores de los mismos derechos. La desigualdad se enfrenta a través de la condición de igualdad jurídica: La ciudadanía. Por ejemplo, Marx y la cuestión judía: Crítica al entendimiento del principio de ciudadanía. No es casual que su crítica se enmarque en la teoría de la alienación: El principio de ciudadanía equivale al principio de los cristianos que todos son “hermanos” o hijos de Dios (si todos fuéramos hermanos, no habrían distinciones políticas). Así, y si bien al Estado como a la Democracia, como instituciones, se les reconocer un papel en la solución al problema de las desigualdades, la igualdad es meramente formal. (por ejemplo, el rol de la política como corrector de las desigualdades económicas: Intervención o redistribución).
Texto “Ideologías del desarrollo y dialécticas de la Historia”: El pensamiento ilustrado asume que es posible la realización histórica de los valores. Por ejemplo, la igualdad y la justicia como principios que permiten modelar las sociedades realmente existentes como “conceptos límites”. Lo que ocurre con la Filosofía de la Ilustración es que creen en su realización: La sociedad “libre” no es una mera idea, su realizacióndepende de las instituciones. En definitiva, se plantea la relación Modernidad = Institucionalización de valores; por tanto, la solución de la desigualdad radica en la institucionalización de los valores.
ILUSTRACIÓN ESCOCESA
Plantea que NO es necesario el acuerdo político entre los individuos de una comunidad (y la posterior delegación de su soberanía individual). No es necesario ni resulta posible tan cosa: Cualquier intento por constituir racionalmente la sociedad es fallido. Lo anterior se basa sobre la comprensión de la acción humana como una acción de carácter fragmentario. Por tanto, el orden social se concibe como atomizado. A partir de lo anterior, el problema es entender cómo a partir de una acción fragmentaria se origina el orden social. La respuesta a esta pregunta se encuentra en la redefinición del orden social como uno de carácter espontáneo, que prescinde del contractualismo: No se necesita apelar a voluntad alguna. Lo único que se requiere es el concurso de acciones individuales, racionales en la medida en que son inherentes al individuo y no a la comunidad, y orientadas en pos de la maximización del beneficio personal y no colectivo. Por ejemplo: El mercado constituye el orden social que da origen a la acción fragmentaria y racional, sin que medie la voluntad general.
La manera en que se relaciona con el problema de la desigualdad es que el orden social, al ser espontáneo, garantiza la justicia, la igualdad y la libertad. Opera bajo condiciones que generan una justicia inherente a lo mercantil. Lo anterior se conoce como “justicia conmutativa”: A cada uno le corresponde de acuerdo a lo que da (también se conoce como la justicia de los intercambios). En este sentido, el orden descansa sobre la igualdad de los individuos en términos de equivalencia o equivalentes en el intercambio. Al mismo tiempo, con ello se realiza el principio de libertad. Por ejemplo: Libertad económica: Sin libertad, no hay mercado. En efecto, es la institución económica quien da solución a la desigualdad, como fruto de la acción racional y fragmentaria de los sujetos.
Desde el neoliberalismo de Friedman se retomarán las ideas de la ilustración escocesa. Es el mismo Nobel de Economía quien plantea que la libertad económica deriva en libertad política. En este sentido, se perfila al mercado como un orden contractual que garantiza la realización de principios y que no sabe de discriminaciones: El orden más democrático en donde se gestionan decisiones individuales y no de la mayoría.
12 de agosto de 2010
RESPUESTAS AL PROBLEMA DE LA DESIGUALDAD Y AL ORDEN SOCIAL
	
1. CONTRACTUALISMO POLÍTICO: HOBBES, ROUSSEAU, LOCKE
Trata que la constitución de desigualdades responde a la imposibilidad del sujeto de controlar los efectos de sus acciones no fundamentadas racionalmente (acciones no conscientes). La sociedad entre iguales sólo se constituye políticamente mediante el ejercicio del principio de ciudadanía. Marx entrega una visión interesante al respecto: “La enajenación del hombre de su ser genérico”. De lo anterior, se desprende la noción que la desigualdad se manifiesta como un desgarramiento de la sociedad consigo misma, como una sociedad dividida en la medida en que un recurso se encuentra desigualmente distribuido.
2. ILUSTRACIÓN ESCOCESA
Comparte dos convicciones con el contractualismo político: En primer lugar, el reconocimiento del carácter racional de la acción humana. En segundo lugar, y a partir de dicha racionalidad, la capacidad de los hombres de constituir el orden social a partir del entendimiento.
Ahora bien, la diferencia respecto al contractualismo político radica en que la racionalidad es atribuida al individuo y no a la sociedad como entidad supraindividual. La racionalidad imperante es la utilitarista, medios-fin, en pos de la maximización de los beneficios.
Respecto al carácter contractual, el acuerdo es una capacidad individual y no social. Por ejemplo, se desconfía del supuesto que los hombres constituyen un orden a partir del contracto social, misma postura del liberalismo económico: El contrato es entre individuos y no social o colectivo. En este sentido, no es necesaria la intervención ni la existencia de ninguna voluntad general. En caso que ésta existiese, sostiene, conllevaría a mayores problemas que los que pretende solucionar.
Respecto al orden social, no existe un propósito de construirlo. Por lo tanto, se comprende como un orden espontáneo que resulta de la agregación de acciones fragmentadas (Hume). Fenoménicamente, no obstante, el orden social es irreductible a lo individual: El orden es de carácter emergente en donde los individuos difícilmente podrían intervenir ese orden modificando sus propias acciones. Por ejemplo, se podría asemejar a lo que Luhmann define como acoplamiento estructural.
3. LIBERALISMO – NEOLIBERALISMO
Respecto al concepto de orden espontáneo, Hayek distingue entre orden espontáneo y organizaciones. Éstas últimas son resultado de una coordinación racional de un grupo de individuos, lo que no es una sociedad. La diferencia entre ambas es la reflexividad: La organización lo es, mientras que la sociedad no. En efecto, sostiene que el contractualismo tiende a ver la sociedad como organización. Por ejemplo: La regulación consciente del proceso de producción en la sociedad comunista (Marx) se plantea como un absurdo.
El reconocimiento de un orden no-natural significa que es el resultado de la acción racional de los sujetos, sin ser sometida a control o regulación. Los liberales lo han pensado en referencia al orden económico, en donde los resultado logran estabilizar interacciones de intercambio. Parsons, por su parte, debatía con los utilitaristas la generalización de este modelo a otras esferas de la vida social. 
Para Milton Friedman, si el intercambio es voluntario es porque trae el propio beneficio. La actividad económica no es el único aspecto de la vida donde surge como consecuencia inesperada, en donde gran número de individuos cooperan en pos de conseguir beneficios individuales. Por ejemplo: En primer lugar, el lenguaje, como estructura con orden bien definido pero no coordinada a nivel central. En segundo lugar, el campo y los conocimientos científicos, los cuales no son consecuencia de un contrato sino de la coordinación en pos del propio beneficio científico. Etc.
En definitiva, el liberalismo sostiene: En primer lugar, el principio constitutivo de lo económico como principio generalizado de lo social: La maximización del propio beneficio según la ecuación medios-fines. En segundo lugar, al igual que la ilustración escocesa: el orden social como espontáneo o emergente: Por ejemplo, sostienen que la mejor política social es la mejor política económica posible. La libertad económica es la que lleva a la libertad política: Por ejemplo, en donde hay democracia, hay capitalismo.
Respecto al orden social espontáneo, Hayek recupera el concepto de la ilustración escocesa de “catalaxia”: “Una economía es una organización al servicio de un orden único de propósitos. El orden del mercado es fruto de la interacción de muchas economías, que debe considerarse como catalaxia”. El ordenamiento, por consiguiente, no es una jerarquía única de fines, habiendo una ausencia de regulación consciente (complemente opuesto a Marx). En este sentido, se destaca la voluntariedad de las acciones que forman el orden social: No es general sino que son las acciones individuales, deliberadas y libres las que permiten la emergencia de lo social.
Todo lo anterior se vincula con el principio de desigualdad intentando desvincularse de criterios normativos. Para Rousseau, la desigualdad constituía un fenómeno injusto (acto de apropiación arbitraria), en donde hay un juicio normativo de los resultados del orden espontáneo. En contraposición, los liberales desvinculan a la desigualdad de lo normativo: No desconocen, sin embargo, la existencia de injusticias. No obstante, lo injusto es cualquier intento de modificación de la desigualdad como acto reflexivo: “Elúnico medio es persuadir a las personas en que la injusticia radica en la intención de alterar una forma de distribución”. 
A modo de ejemplo, se señala que la desigualdad material depende de las decisiones de los consumidores. Así, por ejemplo, son los consumidores de Jumbo los que han decidido individualmente hacer rico a Horst Paulmann. Así, los consumidores enriquecen a algunos, el consumo es el acto fundamental de decisión individual, voluntaria, libre y soberana. En consecuencia, el carácter espontáneo del orden económico impide las sanciones normativas: Consecuencias impredecibles de la catalaxia o, dicho en otras palabras, el mercado genera una distribución carente de normatividad general. 
En lo que respecta al caso chileno, Fontaine sostiene respecto a los efectos de la desigualdad que “lo que anda mal es la moral y no el sistema”, por cuanto, cualquier medida redistributiva es injusta. Es un problema moral y no económico, por cuanto, solucionable a través de la persuasión.
17 de agosto de 2010
Desde el liberalismo, la desigualdad es producto de decisiones personales racionales (que tienden a la maximización del beneficio). Por ende, apelar a algún principio ético o de justicia no tiene sentido: No existen distribuciones injustas. Por ejemplo: Tomando el texto de Cohen, quien plantea que la pobreza se relaciona con la falta de libertad, es posible sostener que el dinero constituye una expresión de la libertad. En contraposición, en el mismo texto, el pensamiento de Derecha (I. Berlin) sostiene que carecer de dinero equivale a carecer de medios y no de libertad. Lo anterior, se opone al pensamiento ilustrado según el cual (con sus variantes) plantean la justicia distributiva (y no conmutativa).
Respecto al concepto de justicia, es preciso distinguir entre:
· Principio de justicia conmutativa: Entiende que lo justo radica en un intercambio que satisface a ambas partes que participan en él: Cada parte recibe acorde a lo que da, acorde a su trabajo, a su capacidad. Por ejemplo: El mercado.
· Principio de justicia distributiva: Entiende que cada uno recibe acorde a sus necesidades. Por ejemplo: La sociedad socialista.
Para el liberalismo, la desigualdad es material e irracional. Para el neoliberalismo, la desigualdad es producto de decisiones racionales individuales, las cuales generar ciertos patrones de distribución. No existe una responsabilidad imputable a alguien en particular o al mercado. Este último es un mecanismo de optimización del propio beneficio que origina un patrón de distribución. Así, la desigualdad aparecer sin ser una “maldad intrínseca” al mercado.
La libertad, por su parte, es definida por los liberales como todo aquello que no interfiere. Se trata de la libertad para que los individuos optimicen su beneficio. Justicia inherente al mercado como conmutativa; espacio éticamente neutro (Weber), regido por decisiones racionales individuales. Hayek reconoce que ni siquiera asigna los recursos acorde a algún principio meritocrático ni satisface necesidades: Todo opera como un juego de oportunidades y habilidades personales. Preciso es, entonces, separar el principio de justifica de la distribución. Interrumpir o intervenir el mercado es una operación injusta, que genera mayores problemas que los que pretende solucionar. Por ejemplo: Los medios publican lo que los consumidores demandan, por tanto, protestar contra sus contenidos es protestar contra nuestras propias elecciones. En consecuencia, cualquier intento por implantar la igualdad material es una práctica injusta.
Para Hayek, lo anterior correspondería a la interpretación de la sociedad como una organización antropomórfica y no como un orden espontáneo, el cual deriva de la orientación racional de los sujetos y al que no podemos imputarle características humanas: “Hablar de una distribución justa o injusta carece de sentido. Si se quiere establecer un orden de justicia; se transforma un orden espontáneo en uno organizado reflexivamente o en otras palabras, en un orden totalitario (con total planeación)”. 
En definitiva, para los liberales la desigualdad no es un problema. Para la Social-Democracia sí es un problema (debido a la conformación de un orden social reflexivo), solucionable a través de la intervención de los mecanismos de mercado. Estas correcciones operan casi siempre en el campo de la distribución. Para los neoliberales esto no es aceptable porque el mercado emerge de la racionalidad de los sujetos.
Tanto el orden espontáneo como el reflexivo son inherentes a una sociedad moderna. El punto está en mantener separado lo que se puede resolver por la vía de las organizaciones de lo que no se puede dilucidar de esta manera (Cualquier intervención altera los mecanismos espontáneos).
Friedman: El único compromiso social de los empresarios es pagar impuestos. Para Eliodoro Matte éste reside en un trato con los consumidores: Responder a sus exigencias de bienes y servicios. En contraposición, Rousseau: La desigualdad es un problema por lo que hay que intervenir conscientemente en la distribución de los recursos materiales.
El argumento de los liberales es que a nadie le está impedido emprender. El mercado, entonces, no es más que la agregación de decisiones individuales. Por su parte, Marx, critica que la libertad y la democracia garanticen la igualdad.
La desigualdad como problema social se relaciona con los reflexivo del orden social. Desde la ilustración francesa, ésta es inaceptable moralmente y como una forma de irracionalidad, apelando a un principio de justicia. Para la ilustración escocesa, por su parte, no es un problema por la misma razón: La reflexividad del orden social. La desigualdad como expresión de la disposición racional de cada cual, y del cual deriva un orden espontáneo. En sentido opuesto, los liberales argumentan que a través de la política pública se puede hacer cargo de lo que el mercado no puede ocuparse.
Los neoliberales: Desigualdad fruto de las decisiones individuales que no le impiden a nadie poder emprender. No es una naturalización de las desigualdades sociales.
19 de agosto de 2010
EL PROBLEMA DE LA DESIGUALDAD EN MARX
El problema de la desigualdad en Marx toma dos formas de acuerdo a su madurez teórica: Al principio como problema es vinculado a la enajenación y, posteriormente, aparece definido como desigualdad de clases, sustentando en una teoría de la explotación. 
Engels, por su parte, pone a la teoría de Marx al nivel de un descubrimiento científico, una ley general de la sociedad, y una teoría específica de una sociedad particular (capitalista). 
Interrogarse por las condiciones de posibilidad de realización del proyecto iluminista es lo que hace Marx en sus escritos de juventud, planteando que dichas condiciones dependen de factores históricos, permitiéndose cuestionar el carácter de igualdad de los sujetos.
La enajenación es una categoría filosófica que Marx toma de la tradición hegeliana (en Hegel, es un momento en el despliegue del espíritu que adquiere forma objetivada, que aparece como ajena al individuo). El sujeto se reconoce como tal en el proceso de objetivación, que muestra el carácter monista de la filosofía de Hegel (lo real es fundamentalmente idea, no existe disociación entre una teoría e idea, que es propio de la filosofía dualista). Es la confrontación del sujeto con el mundo cuando el sujeto adquiere consciencia de sí, pero en un orden lógico es un proceso que proviene de sí. Ahora bien, la noción de enajenación de Hegel es considerada por Marx, pero la entiende de manera material: Si bien, retiene la idea de extrañamiento que supone la proyección externa de las capacidades del sujeto que aparecen como fuerzas ajenas que actúan sobre él, define diferentes definiciones de la enajenación:
· Filosófica: La inversión en el pensamiento entre lo ideal y lo material. Más tarde, la enajenación pasará a ser ideología.
· Religiosa: Denunciada por Feuerbach, la conciencia religiosa no tiene fundamento religioso ni filosófico, para Marx le atañen aspectossociales.
· Política: Respecto al principio de ciudadanía, divorcio entre el burgués y el ciudadano.
Para Feuerbach, la religión es una expresión de la conciencia del hombre que está enajenada: En la idea de Dios, la conciencia proyecta las facultades humanas, haciendo del humano un sujeto débil y dependiente de dichas facultades. La principal de ellas es la capacidad de fundar el mundo, que es transferida a Dios. En términos generales, la enajenación viene a ser conciencia infantil, no desarrollada. Sin embargo, para Marx, el problema de Feuerbach consiste en suponer que esta enajenación puede ser superada por la crítica filosófica: “Criticar al cielo”. En definitiva, suponer que los problemas de la religión se resuelven en el plano de la conciencia es lo que Marx critica de Feuerbach, disociando los aspectos sociales: “Es preciso descender del cielo a la tierra”. 
En consecuencia, Marx planea que la enajenación se produce en la sociedad: El hombre no se puede reconocer como tal mientras no se puede reconocer como ser genérico en la sociedad, si está desgarrada la conciencia, no puede reconocerse. Es esta enajenación de carácter social, lo que impide que la política, la religión, la economía, resuelvan los problemas de desigualdad. 
Ahora bien, Marx en su crítica a Bauer, reconoce la emancipación religiosa y política, pero en ningún caso aquellas son la emancipación humana. No obstante, ambas representan una reconciliación entre entidades no reales (no el ciudadano, ni Dios lo son): Lo real son las relaciones sociales.
En este sentido, el principio de ciudadanía es una mera ilusión: Se manifiesta una disociación mediante la distinción entre burgués y ciudadano; es decir, separa derechos inherentes al ser humano, en tanto individuo, y derechos políticos. El ejemplo que da es la declaración de los DD.HH. en la Revolución Francesa. Así, la política es una manifestación invertida: Aparece el mundo al revés, es decir, en el espacio político se constituye una relación entre pares (“el voto de cualquier tiene el mismo valor”), se presenta una especie de reconciliación, no obstante, en la sociedad real (y gracias a ello) se da un divorcio del ser genérico (a lo Feuerbach), por tanto, una enajenación entre el burgués y el ciudadano, que se pretende superar mediante una reconciliación espuria, ilusoria.
De este modo, la enajenación es definida por Marx como “sujeción del sujeto a poderes exteriores”, pero que en última instancia son resultado del sujeto mismo. Así, el Estado aparece como premisa para la sociedad, siendo que es la sociedad la condición de posibilidad para la conformación del Estado (el sujeto cede soberanía a la figura del Estado, el que a su vez, ejerce dominación). Así, la emancipación burguesa lo que hace es una esfera abstracta de representación, contra el sujeto real. 
En definitiva, la figura del ciudadano es la negación del sujeto real. Accede al ser genérico, dejando intactas las particularidades, que siguen vigentes y sitúan a los sujetos en un plano de desigualdad. Estas particularidades pretenden ser reconocidas por el Estado, lo que se logra de manera abstracta (Marx retoma lo que Feuerbach entiende por abstracto, es decir, algo vacío, difuso). 
El hecho que exista la distinción entre burgués y ciudadano es sólo síntoma del divorcio del ser genérico, ergo, la sociedad no está emancipada: Obliga al sujeto a buscar una solución espuria. Para Marx, la solución al problema del divorcio del ser genérico se encuentra en la sociedad civil, pero dicha solución ilusoria nos hace creer en el Estado: Que la sociedad civil sea la fuente de solución al problema de la enajenación implicaría que el Estado es innecesario. 
24 de agosto de 2010
En el “joven Marx”, el problema de la desigualdad y de las clases proviene del de la enajenación, con ausencia de otros como plusvalía y explotación. Se evidencia la influencia de Feuerbach, cuya crítica al filósofo es epistemológica: Crítica a la conciencia filosófica de la sociedad burguesa y no una crítica a la sociedad burguesa como tal.
Marx se detendrá en la noción de enajenación política: Cuestiona el principio de ciudadanía como solución a la cuestión judía. En efecto, plantea a la ciudadanía como una mera ilusión, en tanto, el Estado es definido como una comunidad ilusoria; debido a que una reconciliación en lo político es un sucedáneo en lo social. Por ejemplo, la declaración de DD.HH. reafirma la separación entre el burgués y el ciudadano. El individuo versus el ciudadano y sus derechos propiamente políticos. De esta modo, se reafirma una suerte de divorcio en su condición real y política. En este sentido, se reinvierte la sociedad: La esfera política como inversión de la sociedad civil, el “mundo al revés” en donde se constituiría una comunidad de iguales en donde suceden cosas distintas o ajenas a las condiciones del mundo real.
La necesidad de reafirmar la condición de igualdad en la esfera política radica en la desigualdad social-real; en donde los sujetos no están reencontrados; en donde los individuos están escindidos, separados de su ser genérico. Por ello, es necesaria una reconciliación espuria: La enajenación política-real se refleja en la esfera política, siendo explicada por la enajenación económica. Por ejemplo: El Estado como poder ajeno a los individuos, que actúa coercitivamente sobre ellos como un símil de la enajenación (sometimiento del hombre a poderes exteriores). En definitiva, el divorcio Estado- Sociedad se produce debido a que los hombres ceden soberanía, por tanto, existe dominación del primero sobre la segunda.
Quizás el punto más delicado para Marx es la crítica a la democracia Y a la soberanía popular (promulgada por la Revolución Francesa). Aun en una sociedad democrática sobrevive el divorcio Estado – Sociedad civil; es más, la emancipación burguesa la erige: El ciudadano contra el hombre propiamente tal. Así, la igualdad política es abstracta, vacía, difusa, en consecuencia, constituye simplemente una suerte de fórmula similar a la conciencia religiosa: Condición de igualdad a través de la ética de fraternidad.
En definitiva, tanto la religión como la esfera política buscan solucionar la escisión de la sociedad, sin embargo, la solución es espuria. En este sentido, los DD.HH. reafirma a la sociedad como diferenciación social, la reafirmación de la existencia particular del hombre burgués. 
El hecho que exista el Estado y la ciudadanía es un síntoma (delata) y no una solución al carácter no reconciliado de la sociedad civil. Para Marx, la solución radica en la misma sociedad civil, por lo que el Estado se volvería innecesario. No obstante, Marx no descarta la posibilidad de la emancipación humana, como reconciliación con su ser genérico. En contraposición, la sociedad burguesa está intrínsecamente irreconciliada debido a que se funda sobre el derecho a la propiedad privada: 
“Toda emancipación es la reducción del individuo a la esfera política. Sólo cuando el hombre individual recupere al ciudadano y organice sus fuerzas sociales, acontece la emancipación humana”. 
En efecto, en la sociedad burguesa acontece la contradicción entre el interés individual y el interés general. Éste último parece realizarse en la esfera de la política, no obstante, en lo social prima el interés individual.
El Estado se encuentra emancipado pero el hombre no lo está. Lo mismo sucede, por ejemplo, con el Estado laico versus el hombre preso de la conciencia religiosa; con la propiedad privada – propuesta por el Estado como diferencia no política – por cuando la democracia es un simulacro de reconciliación.
La verdadera solución radica en la sociedad misma. La causa de la no reconciliación es económica: La enajenación económica supone una inversión de la realidad, manifestándose en la inversión trabajo-capital: Siendo el trabajo el principio que constituye el sujeto, operando la subjetivación a través de él; aparece desprovisto como actividad sensible y propiamente humana. Así, en la sociedad capitalista, el capitales sujeto y el trabajo, predicado. En definitiva, el trabajo bestializa y no humaniza.
Ahora bien, el carácter enajenado del trabajo descansa en la propiedad privada; no obstante, ¿cuál es el origen de ésta? Marx señala que ha sido consecuencia de la condición enajenada del sujeto, la cual a su vez, radica en la división del trabajo. Ésta es la condición originaria de la enajenación del hombre, obligando a la reconciliación en la esfera política y religiosa. ¿Por qué en la división del trabajo? Debido a su irreflexividad, incapacidad de constituir reflexivamente los vínculos sociales (el trabajo como “división natural”).
El trabajo enajena porque la actividad no pertenece a quien lo realiza. De allí, que la propiedad privada es producto de la relación que externaliza al trabajo, por tanto, es consecuencia del trabajo enajenado y, a la vez, medio en la medida en que permite la enajenación del trabajo.
No es la política donde hay que buscar la clave de la sociedad: Marx se pregunta por los fundamentos de las instituciones: Condiciones sociales que sólo podrían ser analizadas a través del lenguaje de la Economía Política. Es ella, quien percibe al trabajo como una coordinación de acciones espontánea, no reflexiva, natural y naturalizada, que convierte a las actividades en poderes hostiles, siendo el fundamento propio de la enajenación. En cambio, la sociedad comunista es la que regula las actividades, destruyendo los cálculos, la contradicción entre el interés general y el individual. Lo general, en las sociedades capitalistas, es una ilusión de comunidad. El poder social que nace por cooperación en la división del trabajo natural aparece como poder ajeno y no propio, independiente de la voluntad de los hombres.
Ahora bien, la historia humana supone una fase de enajenación. En Marx, hay una concepción evolucionista de la especie humana (ser genérico). Son estos procesos lo que dotan a la humanidad, permiten la toma de conciencia total de su condición, cuyo completo empoderamiento es alcanzado por la sociedad burguesa.
La desigualdad se encuentra en la base de la sociedad no reconciliada, ubicándose en lo económico: En la enajenación del trabajo como medio y consecuencia de la división del trabajo no reflexiva. Así, la sociedad burguesa no es un orden racional ya que la regulación del proceso productivo no es consciente (sólo sería consciente en la sociedad comunista).
AYUDANTÍA: 27 de agosto de 2010 
ESTRATIFICACIÓN Y ESTRUCTURA SOCIAL
Distinción entre los conceptos de análisis de estratificación y de estructura social: 
· Los análisis de estratificación parten sobre la base de algunas características del hogar o del jefe de hogar, permiten obtener cierto puntaje. Así, se identifican quintiles (en estudios de mercado). En el INE se utiliza el procedimiento PRINCALS.
· Los análisis de estructura social son relacionales. Por ejemplo: Entre el primer y el tercer quintil. No se trata de características continuas sino que de relaciones entre posiciones. Por consiguiente, determinar la posición de una clase es sólo una parte del análisis de clases o de estructura social. Citar el texto “El arte de clasificar a los chilenos” (UDP), en donde se postula que hoy existen estratos medios y no la clase media.
ANÁLISIS LIBERAL DE LA DESIGUALDAD
SEN postula dos preguntas fundamentales: 1) ¿Por qué la igualdad?, 2) ¿La igualdad de qué? En este sentido, pone en relación distintas teorías respecto a la igualdad. La primera pregunta no es tan importante como la segunda: La igualdad en un ámbito, cada teoría definirá por qué es necesaria la igualdad de cierto ámbito específico.
A partir de lo anterior, sostiene, no es correcto hablar de teorías igualitaristas: Por ejemplo, la teoría liberal propone la igualdad de las personas en cuanto libertad, por tanto, es una teoría igualitarista centrada en el ámbito de la libertad. En efecto, por ello, lo central para el autor es el ámbito evaluativo, que legitima las igualdades y desigualdades que se aceptan desde cada una de las teorías. Ahora bien, la igualdad no es un concepto vacío pues en el fondo toda teoría está destinada a afirmar la igualdad en cierto ámbito y, en este sentido, no es un concepto vacío porque tiene múltiples respuestas.
¿En virtud de qué se eligen los criterios en que las personas tienen que ser iguales? La definición de este ámbito se decide por:
· Definición de QUÉ ES LO SOCIAL (vínculos sociales)
· CÓMO DEBE FUNCIONAR LA SOCIEDAD.
La pregunta sobre qué es lo social define el ámbito evaluativo de la igualdad. SEN distingue entre el liberalismo y el racionalismo contractualista. Mientras que para el racionalismo el problema es quién detenta el poder; para el liberalismo lo es hasta dónde llega el poder gubernamental. Por ejemplo: La idea del sistema político de Hayek es cómo funciona el chileno después de los 80, según Moulian.
La constatación de los beneficios por operar la libertad es lo que valida a la sociedad como orden espontáneo y no como una organización racional. HAYEK identifica al orden espontáneo como catalaxia: En la medida en que no hay intervención se produce la mejor sociedad para todos, asegurándose mediante el derecho y la propiedad privada.
Tras el pensamiento de HAYEK se encuentra el de LOCKE: La idea que los hombres preexisten a la sociedad, la cual nace a través de la coordinación de los hombres que cuentan con propiedad privada. Así, ésta es algo constitutivo de la sociedad. No obstante, LOCKE aún ve un tipo de contractualismo entre los individuos, cosa que HAYEK niega. En contraposición, sostiene que lo social se constituye a través de la agregación de conductas individuales: Un ser que se posee a sí mismo y que posee bienes. Por tanto, cualquier intento por regular lo anterior, atenta contra la misma sociedad y sus formas de funcionamiento.
COHEN, contra Rawls, sostiene que el problema de la pobreza no tan sólo extraña falta de libertad (elemento normativo, por tanto, el Estado no debe preocuparse por las personas pobres debido a que son libres); sino que define ataca al concepto mismo: La pobreza no es tan sólo falta de libertad. Ahora bien, la falta de libertad, para los liberales, es la existencia de interferencias que coartan la libertad. No obstante, para COHEN esto no es así: El hombre siempre está sometido a interferencias, las cuales se eliminan a través del dinero. Así, carecer de medios es carecer de libertad. 
En contraposición a HAYEK y a LOCKE, COHEN sostiene que la propiedad es algo externo al individuo y no constitutivo de lo individual ni de lo social. Así, la falta de dinero es también falta de libertad, por tanto, la propiedad privada sirve para lograr / conservar la libertad en cuanto capacidad de acción.
ANÁLISIS MARXISTA Y WEBERIANO DE LA DESIGUALDAD
ERIK OLIN WRIGHT distingue los distintos enfoques que MARX y WEBER dan al problema de la desigualdad:
· Enfoque marxista de las clases: Depende de la EXPLOTACIÓN: Mejoramiento de una clase en detrimento de otra. Por ejemplo: La relación entre capitalistas y propietarios.
· Enfoque weberiano de las clases: Depende de los procesos de EXCLUSIÓN SOCIAL: Depende del espacio de reproducción de clase.
MARX, en su análisis de las clases, tiene dos ejes principales: En los Manuscritos Filosóficos de 1844, lo atribuye a la ALIENACIÓN / ENAJENACIÓN. Posteriormente, en El Capital, lo vincula a la teoría de la EXPLOTACIÓN. Así, en el primer caso, la sociedad está enferma en su conjunto; por su parte, en el segundo, la desigualdad se debe a que una clase explota a otra. En ambos casos, no obstante, es el carácter enfermo de los vínculos sociales, situación que sólo la acción del proletariado puede superar (a través de la revolución). Asimismo, tanto la explotación como la enajenación tienen como centro a la PRODUCCIÓN, que genera el carácter objetivado del trabajo que no completa el proceso de subjetivación (formación del individuo). Así, todas las categorías sociales están determinadas por su posición en el proceso productivo.
Ahora bien, la ideadel rol histórico del proletariado es retomada por LUCKACS. Si los capitalistas develaran el real funcionamiento de la sociedad, tendrían que eliminarse a sí mismo como clase. Por tanto, el proletariado le corresponde salvar a la sociedad de su estado de enajenación. Así, una clase tendrá mayor conciencia de clase dependiendo del lugar que ocupa en la producción.
Para WRIGHT, existen 3 formas de entender los análisis de clase:
· Características individuales: LIBERALISMO
· Cierre y exclusión social: WEBER
· Explotación: MARX
En lo que concierne al problema de las clases en WEBER, el autor también identificará la existencia de explotación: Sin embargo, no se puede descuidar que el esquema weberiano de las clases se relaciona con su teoría general: ACCIÓN SOCIAL Y RACIONALIZACIÓN, por tanto, responde a un incremento de la racionalidad instrumental. Si bien, es un proceso que influye en la producción NO se explica a partir de él sino que a partir de cambios en la lógica de la acción, ámbito más ligado a la cultura.
Para WEBER, las clases se constituyen a partir de POSICIONES EN EL MERCADO, así forman parte de un esquema más amplio en la diferenciación de la sociedad: clases, estamentos y partidos, los cuales surgen y se relacionan con la distribución desigual del PODER (posición en el mercado, prestigio y poder, respectivamente) Así, a cierta posición en el mercado determina las OPORTUNIDADES DE VIDA.
Tanto para MARX como para WEBER, el principal mecanismo de diferenciación en el mercado es la posesión de medios de producción. Sin embargo, WEBER lo posiciona en el mercado debido a que cada individuo recibe lo que aporta, sin entenderlo como lo hace la teoría liberal. En este sentido, el mercado no se encuentra desligado de condiciones estructurales (“no está en el aire como el mercado liberal”), por tanto, depende de ciertas acciones normadas y se inscribe en ciertas lógicas institucionales. 
En lo que respecta específicamente a las clases, WEBER las compatibiliza con la posición de los individuos, mediante las oportunidades de vida. Así, la “clase económica” responde a la agregación de varias posiciones de mercado que comparten ciertas oportunidades de vida. Por ende, una clase se constituye a partir de cierta disposición o patrón de transferencia intergeneracional. Por ejemplo: Que el hijo de un obrero sea obrero, cosa imposible para un Luksic.
WRIGHT, en definitiva, distingue los siguientes atributos comunes a Marx y a Weber:
· Medios de producción son relevantes para determinar las clases.
· Teorías relacionales de las clases (en el mercado / en la producción).
· Posiciones de los grupos (en sí) difieren de las clases para sí (que comparten condiciones de vida debido a que conforman una clase, siendo consciente de ello. Por ejemplo: Los problema de clase durante el ascenso de la UP).
APORTE DE OTRAS CORRIENTES TEÓRICAS Al ANÁLISIS DE CLASES
GOLDTHORPE: Clases definidas por posición en el marco: Grupos ocupacionales de corte (posición en el mercado del trabajo).
NEOMARXISMO: Esquema de explotaciones múltiples a partir de posiciones diferentes en la estructura productiva.
WRIGHT: Para la explotación es necesaria la dominación económica; no obstante, ésta no basta por sí sola para que exista explotación.
AYUDANTÍA 30 de agosto de 2010
MARX Y LA CRÍTICA DE BOHM-BAWERK
1) Sin teoría del valor trabajo no habría explotación; asimismo, como que a partir de la teoría del capital se puede hacer una teoría de las clases (a pesar que a Marx le acusan de tener una teoría incompleta de las clases); lo cual en términos relacionales corresponde al fenómeno de la explotación.
2) ¿Cómo se convierte el dinero en capital? 
· La centralidad de la producción en la teoría marxista: Articula tanto la teoría de la liberación como de la explotación, en términos relacionales de dos clases.
· La teoría de la explotación corresponde a una teoría de la diferenciación con raíz en el proceso de producción. El intercambio de mercancías es el punto de origen del capital, no obstante, la plusvalía se origina en la trastienda de la producción. Así: D´ no se produce en el intercambio debido a que corresponde a la trata de equivalentes. Por ende, sólo en el proceso de producción y en el valor de uso se origina la plusvalía.
· El trabajo es considerado una mercancía y su valor de uso es producir valor. En este sentido, las condiciones para el funcionamiento del capital es: 1) Existencia de trabajadores libres dispuestos a vender su fuerza de trabajo, 2) Trabajadores que carecen de la propiedad de los medios de producción. En este sentido, hablar de la superación del capitalismo es hablar de la abolición de la propiedad privada y, con ella, la abolición de las clases.
· El proceso de valorización se produce en la producción pero se realiza en el intercambio (compra y venta de trabajo como mercancía). La explotación deriva de la relación entre el mantenimiento de la fuerza de trabajo y su rendimiento. En definitiva, trata de la contraposición entre su valor de cambio y su valor de uso.
· La relación entre clases es dinámica en el proceso de explotación. En él, se reproduce, extiende y constituye como clases y actores políticos, desgarrándose mutuamente.
3) Proceso de trabajo: Formación de valores de uso, de tipo cualitativo.
 Proceso de valorización: Aspecto cuantitativo del proceso anterior.
· Para el marxismo analítico la explotación es comparativa: El recibir un salario mayor a pesar de realizar un mismo trabajo en el mismo tiempo. 
· El capital constante no produce valor; en contraposición, el capital variable reproduce y añade valor. En definitiva, vuelve a la premisa que sólo el trabajo produce valor.
4) Crítica de la Escuela Austríaca al Marxismo (Documento CEP)
Su tesis central es que el valor se produce en la competencia y no en el trabajo. En este sentido, el error de Marx proviene de una contradicción interna, entre el I y el III tomo de El Capital, en cuyo centro está la teoría del valor-trabajo: La ganancia también involucra al capital constante y a otros valores más.
El análisis de Bohm Bawerk dice así:
· Para Marx, los precios de producción determinan a los precios reales; los cuales, a su vez, están determinados por la teoría del valor-trabajo. Por tanto, la rentabilidad debe ser igual a la plusvalía; en donde no tienen relación los salarios (éstos, no influyen en la definición de precios de mercado).
· Para Bohm Bawerk, la tasa de rentabilidad y los salarios determinan los precios de producción (tasa de rentabilidad + salario = precios de producción). Esto, lo demuestra a través de una tabla en donde al cambiar los salarios (y manteniéndose el tiempo de trabajo) se producen cambios en la tasa de rentabilidad; por tanto, cambios también en los precios reales.
Para Marx, a pesar de la oscilación de los salarios, siempre habrá extracción de plusvalía; por tanto, los salarios no inciden en los precios reales. En este sentido, la teoría del valor trabajo determina a los precios reales. Para Bohm Bawerk el plusvalor está sometido al valor de los medios de subsistencia; los cuales dependen de la competencia (relación entre oferta y demanda): Por ende, el valor no puede determinar completamente a la plusvalía.
· No sólo el trabajo determina los términos de intercambio: La teoría de Marx es cuestionada en la medida en que ésta es una totalidad. Bohm Bawerk sostiene que el error de Marx radica en evitar su demostración empírica, optando por métodos lógicos para demostrarlo. Así, lo que Marx no analizó son los intereses de la gente al transar: Comprar con miras al tiempo invertido en la producción de mercancías. En este sentido, Marx excluye todo lo “no común” a todas las mercancías: Aparte del trabajo, las mercancías determinan su precio mediante otros factores.
· Lo central en Bawerk son las pruebas: 1) Psicológica (¿por qué la gente compra?) y 2) Empírica o positiva. 
La respuesta de Marx es que él no realiza pruebas empíricas sino que toma ejemplos empíricos. Asimismo, algunos marxistas sostienenque Marx habla de VALOR y NO DE PRECIOS. 
En resumen, el problema de Marx es que no minimizó la competencia, la cual corresponde a los motivos psicológicos de los partícipes en el mercado para la formación de precios.
A ello, Marx responde que debe existir una experiencia de mercado para que el precio se ajuste al valor de las mercancías. Cuando uno de los factores índice más sobre el otro (oferta y demanda, respectivamente) se producen precios irregulares. Sin embargo, ¿cómo la oferta y la demanda determinan la “desviación” de los precios y no el precio “justo”, siendo éste únicamente determinado por la teoría del valor trabajo?
· La defensa del marxismo sostiene que el problema se centra en el VALOR y NO EN EL PRECIO; remitiéndose a la teoría de la explotación. Así, si el precio se determinase más allá del trabajo, no puede haber una teoría de la explotación. En efecto: La revolución proletaria se fundamento sobre la idea que son SÓLO ELLOS los que producen el valor.
31 de agosto de 2010
¿QUÉ SON LAS CLASES SOCIALES?
Desde Marx, la respuesta a esta pregunta se encuentra en la “Introducción a la comprensión de la Economía Política” en donde plantea el método científico pertinente para el análisis de la sociedad. Comienza por la PRODUCCIÓN como PREMISA LÓGICA E HISTÓRICA, como supuesto concreto y material. LA POBLACIÓN ES UNA ABSTRACCIÓN SI SE DEJAN DE LADO LAS CLASES (en sentido de Feuerbach); definidas por el trabajo y el capital EN RELACIÓN. Por ello, el método científico, la DIALÉCTICA, va de lo abstracto a lo concreto (síntesis). Por ende, las clases no son nada si no se tienen en cuenta los procesos que las sostienen
Para Marx, las clases son analizadas acorde a las RELACIONES CAPITALISTAS DE PRODUCCIÓN (concepto concreto), definidas por el MODO DE PRODUCCIÓN capitalista (concepto abstracto): Interpretación DUALISTA de las clases.
¿Cómo y por qué partir de conceptos abstractos para definir a las clases? (por ejemplo: valor, trabajo). La teoría del VALOR es el NÚCLEO de la teoría de la EXPLOTACIÓN; la cual, a su vez, es la base para la teoría de las CLASES. Por ende, se trata de un ejercicio analítico de 3 niveles.
El concepto marxista de explotación difiere del neoclásico y del de Weber. No se trata de trabajo forzado: Aun en ausencia de condiciones inhumanas permanece un mecanismo de abuso / explotación.
¿Cómo demostrar una teoría de la explotación sin una teoría del valor? La explotación se define como apropiación del trabajo ajeno; en donde se crea valor (transformación del dinero en capital).
La idea fundamental es que es en la producción donde se origina la explotación:
· M – D – M : Su orientación recae en el valor de uso: “vender para comprar” (principio: satisfacción de las necesidades)
· D – M – D‘ : Su orientación recae en el valor de cambio: “comprar para vender” (principio: acumulación de capital, valorización)
En definitiva, la circulación ampliada del capital (D – M – D´) la producción supera el nivel de la subsistencia: Este excedente termina en manos del capitalista. En la sociedad precapitalista la apropiación del excedente era evidente (no tan sólo el señor feudal era propietario del trabajo sino que también del trabajo mismo). En el caso de la sociedad capitalista, el excedente corresponde a la plusvalía, generada en la producción pero realizada en la esfera de la circulación (manera exterior del valor incorporada a las mercancías que supera el costo de mantenimiento del trabajador). Así, el capitalista no compra ni retribuye el trabajo al obrero (contrario a la idea de salario de los neoclásicos: Salario como retribución a la productividad marginal). En síntesis, el capital es TRABAJO MUERTO acumulado en procesos de producción anteriores. 
Marx intenta demostrar a la FUERZA DE TRABAJO como la ÚNICA MERCANCÍA QUE CREA VALOR, así el capitalismo requiere del trabajo y de la explotación misma para existir. Por consiguiente, el intercambio sólo permite la realización del valor. La complejización de este modo de producción radica en que quien crea valor es formalmente libre, siendo explotado. Para ello, requiere de 2 condiciones:
· Trabajador libre dispuesto a vender su fuerza de trabajo
· Trabajador privado de los medios de producción.
La tasa de ganancia depende de la combinación entre trabajo vivo (capital variable) y trabajo muerto (capital constante). Por tanto, sí considera la COMPOSICIÓN ORGÁNICA del capital. Ahora bien, si ésta cambia, no lo hace la plusvalía pero sí la tasa de ganancia.
¿De qué modo se resuelve el problema de las diferentes composiciones orgánicas del capital? El capitalista invierte donde la tasa de ganancia es mayor; lo cual es una irracionalidad. Por ejemplo: Producir sólo mercancías y no bienes de producción traería desequilibrio, crisis. 
¿Cómo se explica la caída tendencial de la tasa de ganancia? La tasa de ganancia cae tendencialmente porque la participación del capital variable disminuye. Sin embargo, el problema se resuelve tácitamente: Los capitalistas operan con una tasa de media ganancia para “decidir” dónde invertir (en las distintas ramas de la producción, así todos los capitalistas obtienen “algo”); así operan como clase. Por tanto, la explotación es ENTRE CLASES y NO entre INDIVIDUOS.
¿Qué es el trabajo productivo? Corresponde a todos trabajo que produce plusvalía. El carácter productivo depende de las relaciones de un sector social con otro: Depende del régimen capitalista basado sobre el proceso de circulación, compra-venta. Por ejemplo: Una cocinera particular no realiza trabajo productivo porque lo que produce no “circula”. Se requiere del proceso de intercambio para que el trabajo se transforme en capital. 
“La sociedad no consiste en individuos sino que expresa la suma de las relaciones y condiciones en que los sujetos se encuentran recíprocamente situados. Si son hombres, están fuera de la sociedad. Ser esclavo o ciudadano implica relaciones, por y gracias a la sociedad”.
AYUDANTÍA: 01 de septiembre de 2010
LUKÁCS: EL FENÓMENO DE LA COSIFICACIÓN Y FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA DE CLASE
Para Lukács, el marxismo corresponde a una filosofía y CRÍTICA SOCIAL y NO a una CIENCIA POSITIVA. Para ello, desarrolla la filosofía hegeliana más allá del marxismo, rescatando al sujeto frente a las estructuras: La clase, la cual se ve obligada a ser históricamente.
Si las clases se forman en el proceso de producción, ¿qué rol juega la conciencia de clase? ¿es homogénea? ¿es asimilable a la de otras clases? ¿es sociológica o metafísica? 
Para el pensamiento burgués, lo social es visto como inmutable, dogmático. “Hace una apología del orden vigente, suprimiendo el proceso histórico y su sentido (...) exacerba el eterno presente, sin disolución. Por ende, la historia es una tarea irresoluble: La concepción del presente prescinde de la Historia y de la idea de proceso.
A esto, Marx opone la crítica a través de la DIALÉCTICA: La ciencia de la disolución de todo lo que es. Por ende, tras el pensamiento burgués, antagónicamente, lo que es capaz de ver son las RELACIONES SOCIALES. 
Respecto a la CONCIENCIA sostiene que es OBJETIVA, por tanto tiene la posibilidad de comprender la situación histórica como tal. Con ello, la aleja de la noción psicológica de conciencia, definiéndola como: “La REACCIÓN RACIONAL adecuada a una SITUACIÓN HISTÓRICA típica determinada en el PROCESO DE PRODUCCIÓN”. Es un imperativo, no es algo que se presente en la realidad inmediata sino que es un HORIZONTE al cual la clase, en virtud de su posición en el sistema de producción, tiene que aspirar.
Ahora bien, tanto la conciencia como la inconsciencia está determinada por la clase. Así, la burguesía no ve la totalidad social al ser la clase dominante. Si la viese, notaría la totalidad, por ende, se superaría, renunciando a su dominación. Por ello, es que naturalizar el presente es una necesidad de clase. En efecto, su situación histórica de clase le produce una FALSA CONCIENCIA.
Respecto a la FALSA CONCIENCIA, ésta no se encuentra en la dicotomíaverdadero o falso; existe concretamente en una totalidad histórica determinada. Al ser concreta, se estudia. Por ejemplo, la ciencia burguesa se aboca al individuo empírico, y no a lo concreto, que es lo histórico-social. No obstante, se disolverá como todo, al igual que la totalidad.
Condición de clase + devenir histórico = CONCIENCIA
· Obliga a falsear la sociedad = Burguesía, debido a que se contrapone el INTERÉS DE CLASE con la conciencia de clase. Están en oposición dialéctica; manifestándose en que su libertad radica en la opresión de la sociedad.
· Obliga a subvertir la sociedad = Proletariado
· En el capitalismo, la conciencia de clase se torna consciente; a pesar que las clases siempre han existido. 
“A medida que avanza la evolución capitalista, teórica y prácticamente, el proletariado eleva su conciencia social. Para ello, es necesario el poder popular; el cual Marx da por supuesto, ontologizándolo.
¿Cuál es el papel del Materialismo Histórico en este escenario? Colabora en el “combate por la conciencia”: Debilitamiento de la burguesía es el fortalecimiento para el proletario. Asimismo, considera al proletariado superior a la burguesía debido a que es capaz de considerar a la sociedad desde su centro, por tanto, es capaz de actuar de manera central: Actúa sobre la economía, lo central de la sociedad, en donde se crea el valor. Por otra parte, mientras que la situación de clase burguesa le exige su falsa conciencia, al proletariado le exige lo contrario.
¿El proletariado se encuentra preso de la historia? ¿La estructura toma prisionero al sujeto? Lukács rescata al sujeto pero el proletariado “está obligado” a actuar, las condiciones históricas le llevan a su madurez ideológica. Así, “la conciencia de clase en el proletariado es el sentido devenido consciente de la situación histórica de la clase”. Por ejemplo: Mientras más avanzan las crisis, más evidente es la unidad del proceso mismo. Por lo tanto, el proletariado se define como “una clase para sí” (condiciones subjetivas) y “una clase contra el capital” (condiciones objetivas); en este sentido, “por su misma existencia es la negación de la existencia de cosas cosificadas; pero no por su simple existencia es la superación de éstas”. Por consiguiente, se puede deducir que la falsa conciencia en el proletariado es mucho más grave que en la burguesía (en armonía con su situación de clase). Esta última, pese a su falsedad, le permite luchar para salvarse; en cambio, al proletariado, la falsa conciencia le paraliza. 
02 de septiembre de 2010
Para HAYEK, la pretensión de racionalidad del marxismo llevaría al totalitarismo. No obstante, para MARX sólo la RACIONALIDAD permitiría superar las CONSECUENCIAS no esperadas de la racionalidad del proceso productivo. Con ello, se refiere a que los procesos de racionalización encuentran en la sociedad burguesa límites objetivos: La racionalización económica como patrón de racionalización de las relaciones sociales.
No todos los sujetos están insertos en el proceso de producción, y si las clases sociales se configuran a partir de las relaciones sociales de producción, ¿qué sucede con quienes no están integrados a ellas?
El concepto marxista de clase recurre a indicadores que denotan la posición de las clases en el sistema de producción en términos relacionales. En este sentido, define una condición de la que están investidos los agentes, en donde la apropiación del trabajo ajeno constituye a trabajo productivo; pero ¿Las clases se definen únicamente acorde a la estructura ocupacional? 
El trabajo posee DOBLE CARÁCTER:
· Proceso productivo de creación de valor: Producción de mercancías
· Proceso de valorización
Lo anterior, hace difícil reconocer al capitalismo como proceso de expropiación. En definitiva, esta concepción del trabajo PRODUCE Y REPRODUCE a las clases. En este sentido, reproduce y eterniza la condición de explotación del obrero; por tanto, el proceso capitalista de producción REPRODUCE EL RÉGIMEN DEL CAPITAL.
A partir del doble carácter del trabajo es posible plantear la DOBLE FUNCIÓN (ambas esenciales) del CAPITAL:
· Como producción de mercancía: DIRECCIÓN DEL CAPITAL
 RACIONALIDAD TÉCNICA
 COORDINACIÓN Y VIGILANCIA DEL 
 PROCESO DE TRABAJO
· Como proceso de valorización: EXPLOTACIÓN
 FUNCIÓN POLÍTICA
 DETERMINA A LA FUNCIÓN DE DIRECCIÓN
“Todo trabajo requiere en mayor o menor medida una dirección, de vigilancia y enlace… ambas funciones del capital. El papel directivo del capitalista es una función de explotación en el proceso social del trabajo, fruto del antagonismo entre capitalistas y obreros. 
El proceso de acumulación originaria
El capitalismo sólo surge ante la condición histórica en que el poseedor de los medios de producción se encuentra con el poseedor libre de la fuerza de trabajo. 
El cambio del modo de producción generó luchas sociales. En este sentido, el movimiento obrero se perfila como lucha frente al proceso de salarización: Vuelta a régimen pre-capitalista, que no amenaza su existencia como clase.
La rebelión contra el capital es una lucha por la supervivencia. El proceso de salarización también produjo revueltas en América Latina. Por ejemplo: La revolución mexicana estalla contra el capital, siendo un movimiento pro régimen colectivo de la propiedad de la tierra. Lo mismo sucede en la revolución rusa. ¿Por qué las revoluciones estallan en países en que el capitalismo no se ha instalado completamente? Algunos marxistas sostienen que las luchas sociales estallaron en los eslabones más débiles de la cadena capitalista.
Ahora bien, obviamente el proceso de salarización en América Latina difiere del proceso europeo. En América Latina conjuntamente se da el proceso de urbanización, que produce la migración campo-ciudad. Allá, los migrantes, no se transforman en proletarios sino que en marginales. En este sentido, el problema, entonces, es cómo transformarlos en proletarios para integrarlos socialmente. Por ello, la estructura social de América Latina es débil: Un proletariado débil, población fundamentalmente rural, etc. A partir de lo anterior, entonces, se puede afirmar que América Latina no se constituye como una estructura completamente capitalista. El marxismo latinoamericano podría definir, por consiguiente, como heterodoxo. Por otro lado, las grandes luchas sociales en América Latina no tienen como actor principal al proletariado. Por ejemplo, si tomamos el caso de la UP y la reforma agraria, esta medida constituye una medida democrática burguesa.
Situados en el escenario anterior, y en lo que respecta a la situación histórica de nuestra región como marcada por el concepto de subdesarrollo, éste no es más que el desarrollo insuficiente de las relaciones capitalistas de producción. Por ende, el problema de desarrollo en América Latina es de subdesarrollo capitalista, que nada tiene que ver con los problemas sociales (pobreza, desigualad, etc).
Para Marx, el análisis de clases está asociado con el proceso en que el proletariado se transforma en un actor histórico. Asume, entonces, que la lucha económica deviene en lucha política, la cual coincide con el carácter estratégico de los intereses del proletariado. En “La miseria de la filosofía” plantea que la lucha social y la lucha política van unidas gracias al desarrollo del capitalismo. Por ejemplo: La lucha clase contra clase es una lucha política.
En contraposición, Lenin sostiene que el proletariado desarrolla una lucha económica (social) de manera espontánea, fruto de una conciencia de de clase “corto-plazista” (trade-unionista, sindicalista). En consecuencia, no es capaz de generar una lucha política (conciencia en sí, en donde partido y sindicato se unen). Por ello, la salida (y la esperanza) está en el partido, para elevar los niveles de conciencia y de lucha (revolucionaria o “social-demócrata”). De allí, su debate con Rosa Luxemburgo, quien se pregunta: ¿La revolución estalla por espontaneísmo de las masas o se requiere de una conducción? Su respuesta se encuentraen la primera opción.
07 de septiembre de 2010
La formación y acción del proletariado como sujeto histórico está asegurado por el propio régimen del capital, es más, es un condicionamiento estructural del capitalismo. 
Marx no tiene una teoría del partido (como Lenin); no obstante, constituye una especie de momento histórico, en términos hegelianos. No es ajeno a la clase, formando parte de la expresión de la conciencia de clase en sentido histórico. Por ejemplo, la tríada: clase, sindicato y partido como momento del despliegue de la conciencia del proletariado; el cual deviene como sujeto histórico. Sobre la naturaleza de este paso debaten Lukács – Lenin y Rosa Luxemburgo. Mientras que para los primeros el rol del partido es fundamental, para la segunda la lucha política deviene espontáneamente debido a que el proletariado es capaz de reaccionar ante las condiciones de explotación a las que está sometido. En contraposición, Lenin sostiene la necesidad de intervención del partido como entidad que trabaja para elevar los niveles de conciencia y de lucha. Lo anterior, pasa por la conformación de cuadros de la burguesía intelectual para jugar el rol de vanguardia y conducir la lucha proletaria: Vinculación estructural entre lucha económica, política y militar. No obstante, Lenin no exacerba el rol del partido. La lucha social y la lucha política no llegan a disociarse (sindicato y partido unidos).
Lukács representa en el marxismo su propia visión sobre estos problemas, siendo central el de la formación de la conciencia de clase (filósofo, al fin de cuentas). Lo anterior, vinculado a la desigualdad, se liga en el VOLVER CONSCIENTES LAS CONDICIONES HISTÓRICAS DEL PROLETARIADO: En definitiva, es REFLEXIVIZAR LOS VÍNCULOS SOCIALES. Asimismo, el origen de la desigualdad no está en la no reflexivización de los vínculos sociales.
¿Carácter inminente de la crisis capitalista? Indicadores: 1) Pauperización del proletariado. 2) Crisis de la realización (generación) de la plusvalía. Así, la 1) influye e inhabilita a la 2). Sin capacidad de consumo por parte del proletariado es imposible realizar la plusvalía, la cual derivó en períodos de sobre-producción.
Respecto al carácter del marxismo, Lukács sostiene que no corresponde a una ciencia positiva. Siendo un heredero de la tradición neokantiana, Lukács recibe la influencia de Simmel y Weber. Por ende, el marxismo es TEORÍA CRÍTICA O CRÍTICA SOCIAL, rechazando la noción de CIENCIA POSITIVA. Así, subraya el contenido SUBJETIVO que el capitalismo ayuda a develar; descubriendo al SUJETO EN EL PROCESO HISTÓRICO: El proletariado. En síntesis, corresponde a una interpretación hegeliana de los procesos históricos como DIALÉCTICA SUJETO-OBJETO.
“Aquel espíritu… le da al mundo la posibilidad de ser algo exterior, extraño, con ser propio, en que la autoconsciencia no se reconoce (momento de la enajenación). Dicha realidad exterior renuncia a la autoconsciencia como parte de un proceso de reconocimiento del espíritu en contraposición a la objetivación” (“Fenomenología del Espíritu).
En “Historia y conciencia de clase”, Lukács se pregunta por:
· ¿Qué es la conciencia de clase?
· ¿Qué es el problema de cosificación de la conciencia? (a partir del fetichismo de la mercancía). 
El proceso de cosificación se traduce en una mistificación de la realidad: Siendo la mercancía resultado de formas sociales de producción, su intercambio cosifica las relaciones sociales, apareciendo como un mecanismo con leyes propias y naturales.
Lukács generaliza el fetichismo de la mercancía: La forma mercantil se universaliza, excediendo los límites del mercado, cosificando los vínculos sociales (extra-mercantiles). Por ende, los vínculos sociales (y el orden social) se objetivan. Con ello, plantea un problema que la teoría crítica se apropia: Señala una crítica a la subordinación del sujeto a las estructuras: El sujeto “se pierde” en el tráfico mercantil mientras que el orden social se objetiva. Su tesis es que la sociedad burguesa tiende a la DES-SUBJETIVACIÓN: Su lógica de funcionamiento es mecánica, de la cual los hombres están ausentes.
“En el mercado no importa la persona, sólo la cosa; siendo éticamente neutro” (Weber). El mercado no es movido por el valor de uso (necesidades humanas) sino por los valores de cambio. Así el capitalismo no función para satisfacer necesidades sino que por el capital: comprar para vender, y no vender para comprar.
Otra manifestación de lo anterior es la RACIONALIZACIÓN DEL PROCESO DE TRABAJO (como “asesinato del pueblo”), en cuanto proceso de DESHUMANIZACIÓN del mismo. En definitiva, la DESHUMANIZACIÓN corresponde a una MAXIMIZACIÓN DE LA ENAJENACIÓN, con efectos COSIFICADORES de la conciencia.
La conciencia expresada en el pensamiento de manera cosificada. Por ejemplo: El POSITIVISMO. Así, genera una FALSA CONCIENCIA como un mundo cosificado y regido por leyes naturales. Por ello, el marxismo es CRÍTICA SOCIAL, en pos de la reivindicación del principio activo, práctico; lo cual es atribuible únicamente al proletariado.
¿Cómo alcanzar la CONCIENCIA DE CLASE? 
· Por definición, corresponde al a situación de clase devenida consciente. Por ello, difiere del pensamiento en cuanto condición psicológica.
· La conciencia de clase “en sí” es la revolucionaria. No obstante, está sometida a la cosificación.
· Lukács confía en que la cosificación del trabajo, que transforma al ser humano en mercancía, constituye una CONDICIÓN para que el proletariado se dé cuenta de su situación histórica: La clase que lo produce todo y que no posee nada.
Por muy cosificada y sometida al tráfico mercantil, por muy enajenado el obrero, Lukács confía en que el obrero no deja de ser persona: “No impone la lógica al mundo de la vida” (en términos de Habermas). As´, por ejemplo, crea organizaciones informales. El sujeto NUNCA está COMPLETAMENTE COSIFICADO sino que se ENFRENTA AL MUNDO OBJETIVADO. Por ende, sólo el proletariado es capaz de ACCEDER A LA TOTALIDAD debido a su posición en la producción.
“ACCEDER A LA TOTALIDAD”, refiere a que el proletariado puede trascender la apariencia para descubrir la esencia del régimen capitalista. Así, también se descubre en el proceso de producción y toma consciencia de su situación histórica. El MATERIALISMO HISTÓRICO es un momento en la toma de conciencia del proletariado, en el cual se devela el secreto de la plusvalía. No es que la teoría esté al servicio del actor, por el contrario, TEORÍA Y PRAXIS ESTÁN INDISOLUBLEMENTE UNIDAS. Por tanto, el proletariado se reconoce en la objetivación para transformar la sociedad: TRANSFORMACIÓN CONCIENTE de la sociedad mediante la REVOLUCIÓN.
Marx y Engels sostienen que los procesos históricos se describen como LEYES por el ORDEN NO REFLEXIVO DE LA SOCIEDAD: La historia no es pura contingencia; en efecto, para su comprensión es necesario revisitarla. Así, IMPORTA LA CLASE Y NO EL SUJETO en el proceso histórico: “Los hombres hacen su historia sin que lo sepan”. Sin embargo, le imprimen un sentido en términos de “final feliz”: Al proletariado le corresponde hacerse consciente de la historia (“dejar de ser espectador”) debido a que es la única clase capaz de darse cuenta de la totalidad gracias a su posición en la producción: Interés de largo plazo sobre el interés de corto plazo: Capacidad de ver a la historia como un todo coherente, estando más próximo a Lenin: Necesidad de la vanguardia organizada (“voluntarismo exacerbado”). En contraposición, la burguesía hace la historia a ciegas y nunca va a ver la totalidad: Un hombre burgués puede hacerlo pero la clase jamás.
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