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ENSAYO-EL ESTRUCTURAL FUNCIONALISMO E INTERACCIONISMO SIMBÓLICO

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INSTITUTO LATINO-AMERICANO DE 
ECONOMIA, SOCIEDADE E POLÍTICA 
(ILAESP) 
 
RELAÇÕES INTERNACIONAIS E 
INTEGRAÇÃO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL ESTRUCTURAL-FUNCIONALISMO E INTERACCIONISMO SIMBÓLICO Y EL SISTEMA 
INTERNACIONAL 
TALCOTT PARSON Y ERVING GOFFMAN 
 
 
 
BILL EGLINTON FLORES MARICAHUA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Foz do Iguaçu 
2019 
2 
 
En la actual coyuntura política internacional podemos observar que los cambios 
en las estructuras de poder están en constante transformación. Así, los países 
hegemónicos desarrollan sus relaciones internacionales a través de mecanismos de 
cooperación, negociación o intercambio comercial. Por ello, las estructuras formadas 
entre estos están sujetas a análisis. 
En este sentido, este trabajo titulado: “El estructural-funcionalismo e 
interaccionismo simbólico y el sistema internacional/Talcott Parson y Erving Goffman” 
tiene como objetivo comparar las perspectivas de estas dos posturas sociológicas a 
través de la relación que establecen entre estructura y agencia. De esta manera, se 
emplea la interpretación de estos dos autores para entender cómo el actual sistema 
internacional está configurado y cómo sus actores se desenvuelven en un ambiente en 
donde miembros estatales tienen intereses que pueden conllevar a conflictos. 
Por ello, a lo largo de este trabajo se incluirá y explicará el concepto de “AGIL” 
de Talcott Parsons y la “Representación Social” de Erving Goffman con el fin de 
complementar la idea de estructura y agencia. Además, dentro de la problemática 
internacional actual: la crisis venezolana, se hará un hincapié en la consideración de 
cómo este tema afecta directamente la estructura del sistema internacional y la agencia 
de la misma. 
Por consiguiente, cabe mencionar que se emplea el término de sistema 
internacional basados en la definición de la escuela inglesa que ve a esta como “una 
sociedad civil de miembros estatales que tienen intereses legítimos que pueden 
posibilitar conflictos, pero que están sujetos a un cuerpo común de derecho 
internacional que busca regular esos conflictos” (WIGHT, 2002, p. XV). Por ello, este 
sistema debe contar con características que la diferencie de otras sociedades presentes 
en el mundo. 
Entre ellas podemos mencionar, desde la concepción de Wight (2002), cuatro 
peculiaridades: 
1. Es una sociedad única, compuesta de las otras sociedades más organizadas 
que llamamos de estados. 
2. El número de sus miembros es consecuentemente siempre pequeño. 
3. Los miembros de la sociedad internacional son más heterogéneos que los 
individuos, y esa heterogeneidad es acentuada por su pequeño número. 
4. Los miembros de la sociedad internacional son, en conjunto, “inmortales”. 
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Al partir de estas peculiaridades, el sistema internacional se convierte en un 
espacio en donde los miembros interactúan a través de mecanismos estructurales que 
median la posibilidad de acuerdos conjuntos. En este sentido, Talcott Parsons (1902-
1979) nos brinda una contribución esencial al respecto; puesto que, el sociólogo 
estadounidense en su The Structure of Social Action (1937) se orienta por la definición 
de los sistemas sociales de acción, que está ligado con el elemento de interacción de 
actores individualizados dentro de una estructura que busca establecer el orden. 
Así, en esta acción social que se centra en crear mecanismos donde el orden del 
sistema está configurado, y que condiciona el actuar de los individuos, se puede como 
ejemplo claro apreciar en el desenvolvimiento de los estados en el sistema internacional, 
que en teoría muestra una “anarquía” esencial, pero que en la práctica se presenta como 
una estructura que organiza las relaciones estatales, condicionando a países en vías de 
desarrollo a los designios de hegemonías. De esta forma, se aprecia un triángulo de 
jerarquías de poder que establecen el orden de participación de los estados en las 
decisiones internacionales. 
 
Figura 1. Distribución de la satisfacción de acuerdo a las teorías de transición de poder.
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Así podemos ver a un país en crisis como Venezuela que está afectando el 
“orden” internacional y que carece de legitimidad regional y global según el Grupo de 
Lima y las Naciones Unidas. En suma, tenemos un país insatisfecho, una nación que 
como potencia menor, buscaba un desarrollo económico a escala internacional que; sin 
 
1
 Ronald L. Tammen, Jacek Kugler, Doug Lemke. Power Transition Theory. 2017. 
 
http://pdx.edu/hatfieldschool/ronald-tammen
https://www.cgu.edu/people/jacek-kugler/
http://polisci.la.psu.edu/people/dwl14
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embargo, ha sido condicionada por las potencias dominantes a mantenerse en su 
situación de dependencia. 
De esta forma, la teoría de Parsons (1937) centrada en la acción con 
implicancias de la postura de Max Weber quien veía a los actores y la acción como una 
configuración de relaciones estructurales afianzados en la cultura, aplica una relación 
entre el nivel de pensamiento y la acción individual. Por ello, la estructura; desde su 
punto de vista, posibilita la agencia, no solo por medio de las relaciones culturales, sino 
que la interacción delimita el actuar de los individuos en un orden establecido. 
En esta perspectiva podemos situar el funcionamiento del sistema internacional 
(estructura) dentro de una interacción que posibilita la participación de los individuos 
(agencia) no desde si la conducta de estos está correcta o condicionada, sino por medio 
de intereses individuales que afianzan la posición dominante de un estado sobre otro: 
Estados Unidos y Rusia sobre Venezuela. 
En esta concepción, la rebeldía está vista como enemiga del orden; puesto que, 
la revolución es un acto antinatural dentro de la sociedad. Por ello, dentro del orden del 
sistema internacional, la contrariedad de un estado contra las normas que el derecho 
internacional vela está supeditada a “castigos” del gran Ojo: el que todo lo ve y que todo 
lo sabe, que como gran pulpo de millones de tentáculos emerge de las profundidades 
para evitar que una “potencia menor” atente contra el orden configurado por los países 
hegemónicos. Una bestia que por medio de una herramienta jurídica solo hace gala de 
una indiferencia hacia la soberanía de los pueblos, sustentado en el derecho 
internacional. 
En este sentido, al analizar la teoría de Parsons podemos notar que todas las 
acciones están basadas en el cumplimiento de normas presentes en las estructuras 
sociales. A su vez, un acto unitario persigue un fin, que posibilita la participación de un 
actor en un contexto en donde este individuo no puede controlar los medios de 
interacción, y las que se presentan como posibilidades de dominio. De esta manera, 
tenemos a un líder Nicolás Maduro, en el caso venezolano, que es visto como un 
participante dentro del sistema internacional que puede controlar los mecanismos 
militares, pero no necesariamente los políticos en escala doméstica e internacional. 
Al respecto, en la teoría de la acción del sociólogo estadounidense, se presentan 
tres conceptos claves: el acto unidad (normas y valores), el voluntarismo (elecciones en 
situaciones socioculturales) y la verstehen (análisis de la acción subjetiva). A su vez, el 
autor, utilizó una interpretación de la realidad basado en interacciones circunscritas a 
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orientaciones motivacionales y de valoración para concatenar la conceptualización 
última de la teoría de la acción en relación al funcionalismo estructural. En suma, 
considerando que una función es entendida como un complejo aglomerado de acciones 
orientadas a la satisfacción de las exigencias y necesidades del sistema, tal como lo 
muestran las actuales interacciones dentro del sistema internacional con la delimitación 
de estados que sirven de vendedores de commoditiesa los países centrales, quienes han 
creado un sistema que organiza básicamente relaciones de dependencia entre el centro y 
la periferia
2
. 
En este sentido, Parsons (1937) situado en la idea de función se basaba en una 
construcción de características que todo sistema debería presentar, entre ellas según 
Ritzer (1993) podemos mencionar las siguientes: 
(A) adaptación a diversos entornos 
(G) Capacidad para alcanzar metas (goals, aims) priorizadas 
(I) Integración; asegurar que todos los elementos del sistema estén asociados y 
(L) latencia, o mantenimiento de patrones: “todo sistema debe proporcionar, 
mantener y renovar la motivación de los individuos y así las pautas culturales que crean 
y mantienen la motivación” (RITZER, 1993, p.407) 
En esta línea, el sistema internacional puede entenderse como una estructura que 
se adapta a las situaciones complejas de las relaciones internacionales que tiene desde 
su concepción la capacidad de alcanzar objetivos concretos y promover la interacción e 
integración de los miembros para que de esta forma se mantengan los padrones de 
participación interestatales dentro de un conglomerado de normas establecidas. 
De esta manera, dentro del sistema internacional se observa un orden e 
interdependencia en donde se promueve el equilibrio, que de la misma forma puede 
estar sujeta a procesos de mantenimiento o de transformación. Por ende, las relaciones 
internacionales, están basadas en la aceptación de intereses de las partes que; a su vez, 
delimitan las diferencias de los estados miembros. En adición, para que los conflictos 
presentes en el sistema internacional no lleven a crear tensiones, es importante asegurar 
la distribución e integración del poder; puesto que, de esta manera el sistema 
internacional asegura su propio mantenimiento. 
 
2
 Raúl Prebisch y Celso Furtado. Estructuralismo cepalino. Interpretación de la realidad económica que 
incidía en la idea de que existía un sistema de operacionalización que promovía la dependencia de países 
en vías de desarrollo hacia hegemonías tradicionales o emergentes. 
https://es.wikipedia.org/wiki/Ra%C3%BAl_Prebisch
https://es.wikipedia.org/wiki/Celso_Furtado
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Y también, por medio de la delimitación de diferencias entre los estados 
participantes dentro de la esfera internacional, el control de las complejidades del 
entorno y los cambios suscitados en el interior del sistema, las hegemonías luchan por 
mantener su influencia política, económica, cultural y lingüística. En suma, mantener el 
poder y seguir creando interferencias de desarrollo periférico. 
Por ello, el sistema internacional comprendido como una estructura social que 
mantiene el orden dentro de las interacciones estatales en las relaciones internacionales, 
permite que los actores obtengan un grado máximo de satisfacción (en su mayoría los 
estados hegemónicos) que está supeditado a la siguiente conceptualización: 
Un sistema social -reducido a los términos más simples- consiste, pues, en una 
pluralidad de actores individuales que interactúan entre sí en una situación que 
tiene, al menos, un aspecto físico o de medio ambiente, actores motivados por 
una tendencia a «obtener un óptimo de gratificación» y cuyas relaciones con sus 
situaciones -incluyendo a los demás actores- están mediadas y definidas por un 
sistema de símbolos culturalmente estructurados y compartidos. (PARSONS, 
1951, p. 5-6) 
En este sentido, el orden social que se presenta en el sistema internacional, se 
orienta a que su estructura permite el desarrollo de un sistema social, en donde los 
estados buscan conseguir la mayor satisfacción de sus intereses; puesto que, la 
organización del sistema no permite una planificación caótica, así las normas que el 
derecho internacional protegen son “mecanismos que dentro de ciertos límites son 
capaces de prevenir e invertir las profundas tendencias a la desviación en la fase del 
círculo vicioso que la sitúa más allá del control de las sanciones ordinarias de 
aprobación-desaprobación y recompensa-castigo” (PARSONS, 1951, p. 319) 
Por otro lado, Erving Goffman en su “Representación Social” delimita la forma 
por la cual los individuos dentro de una estructura social, actúan según diversos papeles. 
Así, en el escenario internacional, los diversos estados también suelen adoptar ciertos 
personajes durante la toma de decisiones en las relaciones internacionales. En este 
sentido, cada una de las decisiones está sustentada en los principios que las 
organizaciones que gobiernan promueven para mantener una estructura que basada en 
una experiencia de equilibrio, fundamenta las relaciones interestatales en el sistema 
internacional. 
El canadiense, sociólogo y científico social, se preocupa por las interacciones 
que los individuos establecen diariamente en espacios que son considerados públicos. 
Por ello, suponía que los procesos de interacción están concatenados en las impresiones 
como formas de comunicación e interacción social en un gran teatro. De esta forma, 
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podríamos considerar el sistema internacional como el espacio en donde diversos 
actores desarrollan un rol protagónico en el drama de las relaciones internacionales. 
En este drama, los actores: estados representan una pieza teatral que se orientan 
a dilucidar el desempeño, escenario, expresión y platea (GOFFMAN, 2007). De esta 
forma, el estado que ocupa una posición central en el sistema internacional, es aquel que 
ha formado un sistema de atención focalizada en sus estructuras: en lo económico, como 
Estados Unidos y la China; en lo ideológico, como la antigua Unión Soviética, etc. 
Y en el caso venezolano, Guaidó y Leopoldo López, son individuos que juegan 
un papel protagónico para, basados en sus intereses particulares sean vistos como los 
gestores de una liberación del pueblo llanero. Sin embargo, desde la representación 
social de Goffman, podemos considerar que estos están interesados en mostrar a los 
demás una versión cerrada de lo que realmente son como individuos, como personajes 
que esconden sus verdaderas intenciones y; por su lado, Maduro: “dictador”, 
“chabacano”, “revolucionario”, “despótico”; también asume diversos personajes en un 
conflicto que no tiene cuándo acabar. 
En suma, los actores del sistema internacional “por vezes, agirá de forma teatral 
para dar uma determinada impressão para obter dos observadores respostas que lhe 
interessem, mas outras vezes poderá também estar atuando sem ter consciência disto” 
(GOFFMAN, 2007, p. 107). Por ello, tenemos a hegemonías que conociendo su papel 
de potencia actúan en detrimento de las naciones periféricas. Sin embargo, estos estados 
“dependientes”, algunas veces no son conscientes de su situación y solo siguen 
repitiendo designios que responden a los intereses de los países céntricos. 
Por consiguiente, las interacciones que se presentan en el sistema internacional 
están sujetas a los intereses de las partes actuantes. En este sentido, cada estado presenta 
características propias porque está conformada por actores que según su contexto 
muestran patrones de comportamientos sujetos a la satisfacción de sus intereses. Así, 
“durante situações de interação é de suma importância que as partes envolvidas 
demonstrem interesse pelo contato travado (GOFFMAN, 2012, p. 56) 
Aquí, Goffman se diferencia de Parsons en el sentido de que el primero 
considera que la interacción de los individuos es una representación de su realidad y; el 
segundo, una ejecución de normas que condicionan el comportamiento de los 
individuos en un sistema de estructura funcional. En este sentido, ambos autores apoyan 
el argumento de que en el sistema internacional existe un orden que tiende a mantener el 
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equilibrio de poder y que en las diversas relaciones internacionales, los estados según 
sus necesidades representan un rol:hegemónico o dependiente. 
En síntesis, la teoría de Parsons y Goffman, permitieron en este trabajo explicar 
cómo el sistema internacional formado por estados, en donde individuos interactúan, 
está condicionado por una estructura que motiva la formación de un orden que muchas 
veces genera diferencias sociales, culturales, políticas y económicas, que sirve; a su vez, 
para aumentar el poder de los países hegemónicos. Por otro lado, la teoría de Goffman 
propicia el entendimiento de las diversas representaciones que los estados asumen 
durante las relaciones internacionales. 
En suma, podemos observar en el sistema internacional un orden estructurado y 
y actores capaces de asumir la defensa de los intereses de diversos estados, miembros de 
un mundo heterogéneo y con asimetrías profundas. 
 
 
Referencias 
GOFFMAN, E. A representação do Eu na vida Cotidiana. Petrópolis: Vozes, 2007. 
GOFFMAN, E. Os quadros da experiência social: uma perspectiva de análise. 
Petrópolis: Vozes, 2012. 
PARSONS, T. The Structure of Social Action. Illinois: Glencoe, Ill, 1937. 
PARSONS, T. The Social System. UK: Routledge & Kegan Paul Ltd, 1951. 
RITZER, G. Teoría Sociológica Clásica. Universidad de Maryladn: McGraw Hill, 
1993. 
TAMMEN, R.; KUGLER, J.; LEMKE, D. Power Transititon Theory. Oxford: Oxford 
University Press, 2017. 
WIGHT , M. A política do poder. Sao Paulo: IPRI, 2002. 
https://openlibrary.org/search/subjects?q=Glencoe,%20Ill

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