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El entrenamiento mental Autor: Rodrigo Antonio Cauas Esturillo Psicólogo Especializado en Deportes. Máster en Psicología de la Actividad Física y del Deporte. Candidato a Doctor en Ciencias implicadas en el Progreso Deportivo del Ser Humano por la Universidad de Córdoba, España. Actualmente es el psicólogo deportivo de la academia de tenis de alto rendimiento T.S.P. y docente de la Universidad de las Américas entre otras instituciones. Email: pafd@rodrigocauas.com Sitio web personal: www.rodrigocauas.com Portaldeportivo La Revista Año 1 Nº 1 Julio-Agosto 2007 ISSN 0718-4921 mailto:pafd@rodrigocauas.com http://www.rodrigocauas.com [2] PALABRAS CLAVE: Psicología del deporte, entrenamiento mental, rol psicólogo del deporte. RESUMEN: Desde hace muchos años la psicología aplicada al deporte se llevaba a cabo, mayoritariamente, lejos del hábitat natural del deportista, vale decir, fuera de la cancha o de una pista. Hoy la situación ha estado cambiando, ya que, cada vez es más común encontrar a un psicólogo vestido de ropa deportiva, trabajando en el campo de entrenamiento, apoyando, colaborando y asesorando, desde el prisma psicológico, el entrenamiento del deportista. De esta forma el entrenamiento total es mucho más eficaz al integrar todas las áreas que intervienen en el cuerpo y mente del deportista. 1. LA PSICOLOGÍA DEL DEPORTE FUERA DEL DEPORTE Cada vez es más fundamental, en el ámbito deportivo, el trabajo psicológico o mental con los deportistas. Sobretodo en el alto rendimiento no se concibe un trabajo profesional sin considerar esta importante variable. En los países desarrollados deportivamente, el factor psicológico ya no se discute, y está integrado plenamente al trabajo multidisciplinario que recibe el deportista durante su preparación y entrenamientos. En algunas ocasiones esta labor es llevada a cabo por los mismos entrenadores (preparados para hacerlo), y en otras oportunidades, es el propio psicólogo (especializado en deportes), quién se encarga de dirigir y sostener el apoyo psicológico. En los albores de esta ciencia, el asesoramiento psicológico partió muy lejos del lugar donde se desarrollaba la acción deportiva: en los laboratorios, ya que, las principales temáticas desarrolladas entonces, eran los tiempos de reacción que tenían los atletas frente a determinadas circunstancias. Posteriormente el psicólogo deportivo trasladó su labor a una consulta, realizando algo así como psicología “clínica” deportiva, básicamente porque otro de los contenidos [3] que inquietaban en esta época era medir o cuantificar la personalidad de los deportistas, sobretodo si ésta influía o más bien era influida por el deporte. La característica común de estos años fue que la labor siempre se llevó a cabo fuera del “laboratorio” del deportista con las consiguientes dificultades: 1. Poca compenetración del psicólogo deportivo en la realidad concreta de entrenamiento. 2. Bajo desarrollo de la empatía entre el profesional y el deportista. 3. Dificultad en la comprensión exacta del “problema” del deportista. 4. Inobservación del trabajo mental como “algo natural” del entrenamiento deportivo. 5. Escasa verificación del avance del trabajo psicológico. 6. Nula compenetración de otros integrantes del cuerpo técnico (entrenador, preparador físico, médico, etc.) en el proceso psicológico. 7. Baja adherencia de los deportistas al trabajo psicológico, producto del “alejado” rol del psicólogo deportivo. 8. Magro desarrollo de una de las habilidades fundamentales que debiera desarrollar el psicólogo deportivo: la observación en terreno. Debido a todas estas dificultades empezó un gran movimiento en la forma de sobrellevar el proceso psicológico con un atleta, ayudado también por los escasos resultados obtenidos hasta el momento. El psicólogo tomó un rol más cercano al deportista, rompiendo el esquema más “clínico” -llevado a cabo hasta entonces trabajando sólo desde la consulta u oficina- y pasó a convertirse en un verdadero “entrenador de lo mental”. Hubo un mayor acercamiento al terreno mismo de juego y poco a poco se comenzó a aplicar las técnicas y herramientas psicológicas dentro del [4] campo de juego. 2. ¿EN QUÉ CONSISTE EL ENTRENAMIENTO MENTAL? En general el entrenamiento mental consiste en preparar psicológicamente al jugador antes, durante y/o posterior a una competencia, mediante técnicas y herramientas psicológicas, para que afronte de manera óptima todas las situaciones internas y externas que subyacen a una competencia y que puedan eventualmente afectar la cabeza del deportista. Esto implica, a diferencia de cómo se realizaba este proceso anteriormente, que el psicólogo deportivo debe estar en la cancha, pista o gimnasio implementando y aplicando estas técnicas. Dentro de esta preparación se trabajan numerosas variables, tales como la ansiedad pre competitiva, la concentración, la atención, la autoconfianza, la motivación, etc. si es que estamos hablando de asesorías individuales, ya que, en el caso de un equipo deportivo las variables suelen ser la cohesión grupal, la comunicación, el liderazgo, metas colectivas, entre otras. Para construir un óptimo entrenamiento mental es muy importante considerar dos aspectos: 1. Las características psíquicas que trae consigo el deportista y 2. La “psicología específica” del deporte en cuestión, ya que, cada jugador y cada deporte tiene requerimientos psicológicos determinados. [5] El entrenamiento mental según el deporte Dependiendo del deporte, puede llevarse a cabo un entrenamiento mental distinto. Por ejemplo en el caso del tenis el trabajo psicológico es fundamental, primero por tratarse de un deporte individual, y segundo porque es un deporte con oposición2. Ambos elementos mencionados anteriormente hacen que la variable mental se convierta en una situación difícil de enfrentar, manejar y solucionar. Debido a esto la labor del psicólogo deportivo debe realizarse en cancha, ya que allí ocurren la mayoría de los procesos psicológicos que deben modificarse. En el caso del fútbol el entrenamiento mental debe estar dirigido al grupo en su totalidad y trabajarse no sólo dentro del terreno deportivo, sino que también fuera de la cancha, ya que, muchas variables como la cohesión, el liderazgo y la comunicación intragrupal deben trabajarse con charlas y dinámicas colectivas en un lugar más privado y con mayor tranquilidad que una cancha de fútbol. Finalmente a través de este proceso, el deportista visualizará que su propio entrenamiento mental, va de la mano con su entrenamiento técnico, táctico y físico, evitando que este deje la variable psicológica sin entrenar. Por lo tanto a pesar de que se pensaba que el trabajo psicológico debía estar al margen del terreno deportivo, es decir, interviniendo con el deportista antes y después de un partido o entrenamiento, y que la aplicación de técnicas psicológicas, como las de relajación, de atención o concentración, debían aplicarse fuera del habitat natural del deportista, se ha ido perfeccionando el verdadero entrenamiento mental, ya que hoy, no se concibe fuera de la cancha, sino que más bien éste debe realizarse insitu, paralelo -o más bien integrado- al entrenamiento físico, técnico y táctico que recibe el deportista. Esto permite obtener un perfecto complemento de las distintas ciencias que componen un entrenamiento deportivo, al insertarse la variable psicológica al trabajo. De esta manera la labor del psicólogo deportivo se potencia y se optimiza, convirtiéndose en una ayuda para el rendimiento del deportista. 2 Esto se refiere a que el deportista se ve tiene al rival en su campo visual y de acción durante su competencia. [6] BIBLIOGRAFÍA Cauas, R.: Rol del psicólogo del deporte en Chile: análisis causal y metodológico. Lecturas de Educación Física y Deportes www.efdeportes.com Buenos Aires.Argentina, 2006. Dosil, J. (2004): Psicología de la actividad física y del deporte. Madrid: McGraw-Hill. Dosil, J. (2003): El psicólogo del deporte. España: Síntesis. González, J. (1992): Psicología y deporte. España: Biblioteca Nueva. González, J. (1996): El entrenamiento psicológico en los deportes. España: Biblioteca Nueva. González, J. (1997): Psicología del deporte. España: Biblioteca Nueva. Murray, J. (2002): Tenis Inteligente. España: Paidotribo. Roffé, M. (2000): Fútbol de presión. Argentina: Lugar Editorial. Weinberg, R.; Gould, D. (1996): Fundamentos de psicología del deporte y el ejercicio físico. España: Ariel. http://www.efdeportes.com [7] PALABRAS CLAVE: Psicología del deporte, historia, definiciones, acontecimientos en Chile.