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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Psicología División de estudios profesionales Características psicológicas, ansiedad y afrontamiento del estrés en un equipo de futbol femenil de alto rendimiento. TESIS Que para obtener el título de Licenciada en Psicología PR E S E N T A: Aida Gabriela Romo Gama Director: Dr. Rigoberto León Sánchez Revisora: Dra. Kirareset Barrera García Jurado: Dra. Zuraya Monroy Nasr Jurado: Dr. German Álvarez Díaz de León Jurado: Dr. Luis Emilio Cáceres Alvarado Investigación realizada gracias al Programa UNAM-DGAPA-PAPIIT «IN402515». Veronica Texto escrito a máquina CIUDAD UNIVERSITARIA, CD.MX., 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 ÍNDICE Página Introducción…………………………………………………………………… 4 CAPÍTULO I Historia y Construcción de la Psicología del Deporte 1.1 Definición de psicología del deporte.…………………………………… 5 1.2 Historia de la psicología del deporte….………………………………… 7 1.3 Actuación profesional del psicólogo del deporte…..……………………. 14 1.4 Clasificación de los deporte……………………………………………... 19 1.5 Programas de intervención en psicología del deporte…………………... 22 1.6 Aplicación de herramientas o estrategias psicológicas…………………. 28 1.7 Técnicas psicológicas / variables psicológicas………………………..… 29 1.7.1 Control del estrés………………………………………………… 29 1.7.2 Atención / Concentración………………………………………... 31 1.7.3 Autoconfianza……………………………………………………. 32 1.7.4 Motivación……………………………………………………….. 33 1.7.5 Autocontrol o autorregulación emocional………………………. 34 1.7.6 Establecimiento de objetivos y metas…………………………… 38 1.7.7 Cohesión de equipo………………………………………………. 38 1.7.8 Comunicación…………………………………………………..... 40 CAPÍTULO II Método 2.1 Método general………………………………………………………….. 41 2.1.1 Planteamiento del problema……………………………………… 41 2.1.2 Objetivos específicos…………………………………………….. 41 2.1.3 Hipótesis…………………………………………………………. 42 2.1.4 Definición de variables…………………………………………... 42 2.1.4.1 Definición conceptual…………………………………. 42 2.1.4.2 Definición operacional………………………………... 45 2.1.5 Diseño y alcance de la investigación…………………………….. 45 2.1.6 Participantes……………………………………………………… 46 2.1.7 Materiales………………………………………………………… 46 2.1.7.1 Escala de Autoeficacia General Percibida…………….. 46 2.1.7.2 Características Psicológicas Relacionadas con el Rendimiento Deportivo (CPRD)……………………… 48 3 2.1.7.3 Perfil de los Estados de Ánimo (POMS)……………... 51 2.1.7.4 Cuestionario de Aproximación al Afrontamiento en el Deporte………………………………………………... 53 2.1.8 Procedimiento……………………………………………………. 54 2.1.9 Resultados………………………………………………………... 60 2.1.9.1 Resultados cuantitativos………………………………. 60 2.1.9.1.1 Escala de Autoeficacia General Percibida... 60 2.1.9.1.2 Características Psicológicas Relacionadas con el Rendimiento Deportivo (CPRD)... 63 2.1.9.1.3 Perfil de los Estados de Ánimo (POMS)…. 68 2.1.9.1.4 Cuestionario de Aproximación al Afrontamiento en el Deporte……………... 72 2.1.9.2 Resultados cualitativos………………………………... 77 CAPÍTULO III Discusión y Conclusiones 3.1 Discusión………………………………………………………………… 90 3.2 Conclusiones……………………………………………………………... 94 3.3 Limitaciones del estudio…………………………………………………. 96 Referencias…………………………………………………………………….. 97 Anexos…………………………………………………………………………. 106 4 INTRODUCCIÓN Este trabajo examina, de acuerdo con la literatura del campo, algunas de las definiciones de la psicología del deporte que han ido cambiando de acuerdo con cada época así como las funciones y tareas que desempeña el psicólogo, y la indagación que realiza de los fenómenos psicológicos que ocurren en su ámbito, estudiando, así, variables psicológicas como la motivación, el control del estrés, la autoeficacia, el afrontamiento, la comunicación, cohesión de equipo, etcétera, que afectan el rendimiento deportivo. Como parte del trabajo de investigación, y tratando de aplicar los lineamientos que establece la psicología del deporte, se aplicó una batería de pruebas a dos equipos: un equipo de futbol soccer femenil representativo de la UNAM, categoría sub-20, y un equipo de futbol americano representativo del ITESM, Campus CDMX. Ambos equipos se eligieron con el fin de examinar sus características psicológicas y con ello poder conocer si éstas tenían o no una incidencia en su desempeño deportivo. Dicho objetivo, debía permitir, en primer lugar, comparar las respuestas de mujeres y hombres. Asimismo, y como parte sustancial del trabajo, se diseñó un programa de intervención (plan de trabajo) el cual fue aplicado al equipo de futbol soccer femenil. Dicha intervención tomo en cuenta el acercamiento de las variables obtenida en los resultados cuantitativos. La intervención mostró cambios en la comunicación, en el trabajo de equipo (cohesión de equipo), mayor confianza para realizar alguna jugada durante el partido, y el uso de las técnicas de respiración y relajación enseñadas en las sesiones de trabajo. Como resultado final se encontró que las jugadoras de la categoría sub-20 llegaron a funcionar como un equipo. 5 CAPÍTULO I Historia y construcción de la psicología del deporte 1.1. Definición de psicología del deporte Recurriendo a las definiciones más habituales y diferenciando deporte de ejercicio, podemos señalar que se considera deporte a toda actividad que se caracteriza por tener un requerimiento físico, estar institucionalizada (federaciones, clubes), requerir competición con uno mismo o con los demás y tener un conjunto de reglas perfectamente definidas. Por otra parte, la actividad física o ejercicio se refiere a todos los movimientos naturales y/o planificados que realiza el ser humano obteniendo como resultado un desgaste de energía, con fines de protección de la salud, estéticos, de desempeño, deportivos o rehabilitadores (Cantón, 2010). Haag (1979;1994, como se cita en Rubio, 2001) considera a las ciencias del deporte como una teoría compuesta por siete campos de conocimiento —medicina deportiva, biomecánica del deporte, psicología del deporte, pedagogía del deporte, sociología del deporte, historia del deporte, filosofía del deporte— teniendo como conductor la discusión teórica y la investigación comparativa. Antonelli y Salvini (1978, como se cita en Riera, 1985, p. 30) definen a la psicología del deporte como: Una amplia corriente de pensamiento en la que confluyen diversas doctrinas (psicología, medicina, psiquiatría, sociología, pedagogía, filosofía, higiene, educación física, rehabilitación, etc.) y, por consiguiente, se trata de un asunto de competencia multidisciplinar abierto a la contribución que cada uno pueda aportar desde la base de su propia preparación específica. Cagigal (1974) y Macolin (1972) (citados en Riera 1985) acuerdan que la psicología del deporte debe estudiar a la persona que realiza una activad lúdico-competitiva, así como a la sociedad que ha creado el valor del deporte organizado. El primerobjetivo ha sido aceptado por los psicólogos del deporte, mientras que el segundo puede considerarse propio de la sociología del deporte. Con todo, frecuentemente se tiende a 6 confundir la psicología del deporte con la psicología del deportista y, por consiguiente, se estudie su personalidad, su ansiedad, su motivación o sus actitudes. Por lo que la definición de Thomas de 1980 (citado en Riera 1985) encaja perfectamente con este planteamiento: La psicología del deporte investiga, como disciplina científica, las causas y los efectos de los procesos psíquicos que tienen lugar en el ser humano antes, durante y después de una actividad deportiva. Por su parte Riera en 1985 dice: Afirmar que la psicología del deporte estudia las específicas interacciones que se dan en la práctica deportiva, supone intentar averiguar qué características de los objetivos y eventos con los que interactúa el deportista y los restantes componentes, están relacionados con sus actitudes. La psicología del deporte no puede, pues, limitarse a las relaciones de los deportistas, sino que ha de ampliarse para abarcar las de los árbitros y jueces, entrenadores, directivos, público y periodistas deportivos (p. 47). La psicología del deporte como disciplina científica tiene o debería tener a su alcance todos los conocimientos de la psicología básica que se relacionan con el mundo del deporte (Riera, 1985, Riera & Cruz 1991, Weinberg & Gould, 1996, Cruz, 1997). Weinberg y Gould en 1996 (como se cita en Sanzano, 2003, p. 28) señalan: […] la psicología del deporte y el ejercicio físico es el estudio científico de las personas y su conducta en el contexto del deporte y la actividad física. Esta área de la psicología identifica los principios y directrices que los profesionales pueden utilizar para ayudar a los niños y adultos a participar en actividades deportivas y de actividad física y a beneficiarse de ellas. La Federación Europea de Psicología del Deporte, en 1996 (como se cita en Rubio, 2001), definió la psicología del deporte como: Los fundamentos psicológicos, procesos y consecuencias de la regulación psicológica de actividades relacionadas con el deporte de una o varias personas actuando como sujeto de actividad. El foco puede ser el comportamiento o diferentes dimensiones psicológicas del comportamiento humano (esto es las dimensiones afectivas, cognitivas, motivaciones o sensaciones motoras (p.221). 7 La psicología del deporte es el estudio científico de las personas y su conducta en el contexto del deporte y la actividad física. El psicólogo del deporte, desempeña tres papeles principales: investigación, enseñanza y asesoramiento. Thomas, en 1980 (como se cita en Matarazzo, 1987), definió la psicología del deporte como disciplina científica, las causas y los efectos de los procesos psíquicos que tienen lugar en el ser humano antes, durante y después de una actividad deportiva. La psicología del deporte es un campo de aplicación de la propia psicología, cuyos principios determinan qué se aplicará en cada área. La progresiva, especialización indica cómo y en qué direcciones se aplicarán los principios psicológicos. 1.2. Historia de la psicología del deporte Quizá por su propia juventud existen pocos estudios que analizan el nacimiento y desarrollo de la psicología del deporte aunque parece haber, como lo demuestran muchos de los trabajos desarrollados entre fines de los setenta e inicios de los ochenta (véase Riera, 1985), un mayor interés por comprender sus orígenes La psicología del deporte no obtuvo su reconocimiento oficial hasta la celebración del I Congreso Mundial de Psicología del Deporte realizado en Roma en 1965, pese a contar con una serie de trabajos pioneros realizados en Europa y en Estados Unidos. De acuerdo con la APA (American Psychological Association) la psicología del deporte fue reconocida como especialidad en el año 1986. Cabe señalar que este reconocimiento ocurrió después de 100 años del primer trabajo publicado en el área y pasados 21 años de la creación de la Sociedad Internacional de Psicología del Deporte, con un número considerable de trabajos producidos y de profesionales que se especializaron (citado en Rubio 2001). Los inicios de la psicología del deporte se remontan a principios del siglo XX. Weinberg y Gould (1996) dividen, siguiendo a Wiggins (1984), su historia en cinco períodos: 8 I. Los primeros tiempos (1895-1920): En Estados Unidos, la psicología del deporte empezó en la década de 1890. Norman Triplett, psicólogo de la Universidad de Indiana y ciclista entusiasta, quería averiguar la razón por la que los ciclistas, a veces, ruedan más veloces en grupos o en parejas que cuando lo hacen solos. II. La era Griffith (1921-1938): Griffith (véase Green, 2003) puso en marcha el primer laboratorio de psicología deportiva y ayudó a crear una de las primeras escuelas de entrenadores de Estados Unidos. III. Preparación para el futuro (1939-1965): Franklin Henry, de acuerdo con Weinberg y Gould (1996) dedicó su carrera al estudio científico de los aspectos psicológicos del deporte y de la adquisición de destrezas motrices. Pero lo que es más importante, Henry preparó a muchos otros educadores físicos que más adelante fueron profesores universitarios y pusieron en marcha programas sistemáticos de investigación. IV. El establecimiento de la psicología del deporte académico (1966-1977): Los psicólogos de deporte estudian el modo en que los factores psicológicos (ansiedad, autoestima y personalidad) influyen en la ejecución física y afectan, por ejemplo, la personalidad y los índices de agresión. Los especialistas en psicología aplicada al deporte comenzaron a trabajar con deportistas y equipos. Bruce Ogilvie de la Universidad de San Jose State, fue uno de los primero en hacerlo, por lo que, en Estados Unidos, se le conoce a menudo como el padre de la psicología aplicada al deporte. V. Psicología del ejercicio y el deporte contemporánea (1978-actualidad): En el estudio del área, los psicólogos del deporte contemporáneos pueden adoptar un enfoque conductual, psicofisiológico o cognitivo-conductual. Quienes sostienen una orientación conductual consideran que los determinantes principales de la conducta de un deportista o practicante de ejercicio físico proceden del entorno. Se le da relativamente poca importancia a los pensamientos, la personalidad o las percepciones del deportista. En lugar de ello, el centro de atención se coloca en la forma en que los factores del ambiente, 9 especialmente el refuerzo y el castigo, influyen en la conducta. Por su parte, quienes defienden una perspectiva psicofisiológica creen que la mejor manera de estudiar la conducta durante la práctica deportiva es mediante el examen de los procesos fisiólogicos cerebrales y su influencia en la actividad física. Normalmente, evalúan el ritmo cardíaco, la actividad de las ondas cerebrales y los potenciales de acción muscular, extrayendo relaciones entre estas medidas psicofisiológicas y la conducta deportiva. Tenemos un ejemplo de ello en la utilización de técnicas de biofeedback para entrenar a tiradores de elite a disparar entre dos latidos del corazón a fin de aumentar la precisión. Por último, los psicólogos cognitivos-conductuales asumen que la conducta está determinada tanto por el entorno como por las cogniciones (pensamientos): por el modo en que la persona interpreta el entorno. El pensamiento es central en la determinación de la conducta y, en este sentido, se asume que el deportista puede desarrollar medidas de autoinforme para evaluar la autoconfianza, la ansiedad, las orientaciones de meta, la visualización y la motivación intrínseca, y observar, a continuación, cómo estas evaluaciones se relacionan con cambiosen su conducta. González (1997) expone cuatro etapas de la psicología del deporte: I. Etapa de los precursores (1890-1919): En Alemania, Estados Unidos, Inglaterra y Canadá, fueron principalmente los profesionales de la educación física, quienes se dieron cuenta de la importancia de los factores psicológicos en el deporte de competición. La mayoría de los trabajos fueron teóricos e intentaban explicar por qué los expertos en la actividad física y los deportistas debían tener en cuenta los factores psicológicos y qué beneficios podrían obtenerse de la práctica del deporte y del ejercicio físico. En esta época, el interés de la psicología deportiva adquiere un gran impulso, debido a que se retomó en 1896 el espíritu de las Olimpiadas de la antigua Grecia con la aparición de los Juegos Olímpicos Modernos. Patrick en 1903 (como se cita en González 1997) define una teoría que intentaba explicar los motivos que atraían a grandes masas de espectadores a los estadios de futbol. 10 Norman Triplett, investigador de la Universidad de Indiana, realizó en 1898, de acuerdo con González (1997), lo que algunos consideran el primer experimento en psicología del deporte. El experimento versaba sobre los efectos en la actuación, cuando los individuos actúan solos y en compañía de otros, Triplett observó que los ciclistas corrían más rápido cuando iban en compañía de otros y más aún cuando competían contra otros ciclistas. Este hecho resaltó la motivación como factor importante en la práctica del deporte, atrayendo la atención de los expertos sobre la relación entre los factores psicológicos y el rendimiento deportivo. En una línea distinta de investigación sobre el aprendizaje motor, George W. Fitz en 1895 (como se cita en González 1997) inventó un aparato para medir los tiempos de reacción, en la situación de velocidad y precisión de tocar un objeto, presentado repentinamente en una posición inesperada para el sujeto. Anderson en 1899 (como se cita en González 1997) comenzó a estudiar la transferencia de la fuerza muscular, encontrando que los sujetos que levantaban un peso determinado con el brazo derecho, una serie de veces, durante varios días, obtenían no sólo ganancia de fuerza en el brazo derecho, sino también en el brazo izquierdo con el que no se practicaba. II. Etapa de Formación (1920-1944): La psicología del deporte se inició en Europa, de forma sistemática, en el primer cuarto del siglo XX. Después de la Primera Guerra Mundial. La fundación del primer laboratorio en Berlín en 1920 por C. Diem ha significado para algunos el comienzo de la psicología del deporte a nivel mundial. También en Alemania W. Schutle, N. Sipple y F. Giese, psicólogos de los Institutos de Educación Física de Leizig y Berlín realizaron, entre 1921 y 1930, trabajos sobre aprendizaje motor. La psicología del deporte Soviética tiene como pionero a A. Z. Puni, quien realizó los primero trabajos de psicología en el Instituto de Cultura Física sobre la influencia de la práctica del deporte como el esquí, en la personalidad de los practicantes. Peter Rudik otro destacado experto, en 1925 realizó una serie de experimentos sobre tiempos de reacción en el deporte. Puni y Rudik son considerados los padres de la psicología del deporte 11 en Rusia. Por parte, Colleman Griffith es considerado el padre de la psicología del deporte en Estados Unidos. Él creó un laboratorio en 1925 en la Universida de Illinois para investigar un conjunto de problemas psicológicos relevantes para el rendimiento deportivo. Los estudios de Griffith abarcan tres áreas específicas a) habilidades psicomotoras, b) factores de aprendizaje y, c) variables de personalidad. Griffith diseño numerosos test y fue el primer profesor americano en impartir en la universidad un curso sobre psicología del deporte en 1923 1 . III. Etapa de Crecimiento (1945-1964): A partir de la Segunda Guerra Mundial los expertos en educación física, a pesar de no realizar apenas investigación psicológica, tenían la tendencia a incluir a sus tratados algunos temas basados en la psicología general. La psicología del deporte en este período tiene en común el aprendizaje motor, sin embargo, también se estudian variables de personalidad como el estrés y su influencia en el ejercicio físico, reacciones emocionales de los atletas y la influencia de la agresividad. Los psicólogos intentaban medir, sobre todo, mediante sus test, características de personalidad que pudieran favorecer el rendimiento deportivo. IV. Etapa de Consolidación (1965 en adelante): En esta fase de consolidación se aprecia un interés generalizado por delimitar el campo del psicólogo deportivo y establecer los criterios de competencia profesional del mismo. El comienzo de esta etapa se suele establecer o bien por la fecha del Primer Congreso Internacional de Psicología del Deporte que tuvo lugar en Roma en 1965, o bien por la aparición de la primera asociación americana de psicología del deporte en 1967 llamada North American Society for the Psychology of Sport and Physical Activity (Sociedad Norteamericana para la Psicología del Deporte y de la Actividad Física) (NASPSPA por sus siglas en inglés) que se reúne en Las Vegas. La principal decisión realizada por esta Sociedad fue la propuesta de la celebración del Segundo Congreso Internacional de Psicología del Deporte en la ciudad de Washington en 1968. La NASPSPA se impuso como una de sus principales actividades profesionales la publicación de un Boletín de Psicología del Deporte (Sport Psychology Bulletin) dedicada al intercambio de ideas, libros, editoriales, resúmenes de 1 Todos los autores y fechas expuestos en este párrafo provienen del texto de Gonzáles (1997). 12 investigaciones, comentarios, trabajos breves y cartas. Siguiendo el ejemplo, B. Wilberg, de la Universidad de Alberta, creó en 1969 la Canadian Society for Psychomotor Learning and Sport Psychology (Sociedad Canadiense para el Aprendizaje Psicomotor y la Psicología del Deporte) (CSPLSP por sus siglas en inglés), convirtiéndose en asociación profesional independiente en 1977 2 . Por otro lado, Rodríguez y Morán (2010) realizaron una historia de la psicología del deporte en México señalando que las primeras aproximaciones en psicología del deporte, tal y como lo señala Morán y Rodríguez (2009), tienen sus orígenes más en una perspectiva de la psicología general que propiamente como psicología aplicada al deporte. Específicamente, es dentro del futbol profesional donde se dieron las primeras intervenciones de carácter psicológico. Isidro Galván en los años sesenta trabajó con el equipo de Cruz Azul de primera división y, posteriormente, participó como encargado de la atención psicológica de la selección mexicana de futbol que represento a México en las Olimpiadas del 68. El Dr. Rivas, médico de profesión, incursiona en el mundo del deporte y la psicología aplicada utilizando como modelo teórico el Análisis Transaccional, en 1976, cuando la Universidad Autónoma de México (UNAM) lo contrató para prestar sus servicios profesionales con el equipo de futbol de primera división: Pumas de la UNAM. Al Dr. Rivas se le considera el pionero de la psicología del deporte en México. Más tarde fue invitado a formar parte del cuerpo técnico de la Selección Nacional de Futbol que participa en los mundiales de México 1986 y Estados Unidos, 1994, ayudando con ello a la difusión y promoción de la psicología del deporte en el país. Los esfuerzos iniciados a nivel de cancha llegaron a las aulas cuando el Dr. Rivas impartió por primera vez el módulo “Psicología Aplicada al Futbol” dentro del Centro de Capacitación (CECAP) de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) a finales de los años setenta, espacio que ha logrado trascenderhasta nuestros días, como parte del proceso de formación de los Directores Técnicos del país. Las Instituciones de Educación Superior comenzaron a su vez con propuestas de difusión y formación. En 1978, la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma 2 Ídem. 13 de Nuevo León, organizó el I Simposium Internacional de Psicología del Deporte, el cual contó con la participación de destacados psicólogos de Estados Unidos como Richard Suinn, Andrew W. Meyers y Ronald M. Bale. Dicho evento se constituyó como el primero en el país de calidad internacional en el ámbito de la psicología del deporte. Por su parte, a principios de los años ochenta la Facultad de Psicología de la UNAM, organizó el coloquio “Psicología Aplicada al Deporte” donde intervinieron organismos gubernamentales como la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), el Instituto Mexicano del Seguro Social, (IMSS), la Escuela Superior de Educación Física y promoción Deportiva del Distrito Federal. A esta iniciativa de formación y divulgación se sumaron los cursos dirigidos a entrenadores deportivos organizados por la misma UNAM y que fueron impartidos entre 1981 a 1984, de dicha universidad. De esta misma instancia universitaria surge el primer diplomado de psicología del deporte en el año 1987, coordinado por la psicóloga Martha Heredia. La Universidad de Guadalajara incorporó dentro de su carrera de Cultura Física y Deporte la asignatura de Psicología del Deporte en 1984. Así mismo, desde la Dirección de Medicina de la CONADE se convocó al I Encuentro Nacional de Psicólogos del Deporte en el año de 1991, donde el objetivo principal fue compartir experiencias y agrupar a los psicólogos interesados en el ámbito del deporte en el país. En cuanto a las labores académicas destaca la apertura del programa de Maestría en Ciencias Aplicadas al Deporte por parte de la Facultad de Educación Física y Ciencias del Deporte de la Universidad Autónoma de Chihuahua, en 1990. Dicho programa de maestría se distingue por ofrecer tres opciones de especialización: Administración del Deporte, Biología de Deporte y Psicología del Deporte, conviniéndose de esta manera en el primer programa académico de post-grado en ofrecer estudios de especialización en psicología del deporte Morán (2002, como se cita en Rodríguez y Morán 2010). Hacia finales de los años noventa, destaca el I Congreso Internacional de Psicología del Deporte realizado en 1998. En esta misma fecha surge la iniciativa de promover y coordinar el inicio de la primera generación de la maestría de Psicología de la Actividad Física y el Deporte de la UNED en Madrid, España, y dirigida por José María Buceta y coordinada por Claudia Rivas. Entre 1998 y 2000 se conforma la primera generación de psicólogos deportivos con título de maestría en el país de donde surgen psicólogos que a la postre han sido importantes protagonistas de la historia de esta disciplina en México como: Arturo Alba, Parma Aragón, Elsa Chincoya, Minerva Huízar, Carlos Morán, 14 Verónica Murillo, Saúl Ramírez, Claudia Rivas, Octavio Rivas, Beatriz Salgado y Celestino Tobías. Por su parte, en el ámbito aplicado se observó una mayor inserción de psicólogos del deporte en los diferentes centros estatales del deporte que trabajan principalmente en la atención de los deportistas de alto rendimiento. A finales de los años noventa se pone en marcha el programa CIMA “Compromiso Integral de México con sus Atletas” (basado en el programa español ADO), con el propósito de mejorar la actuación de los atletas mexicanos en las olimpiadas de Sydney 2000. Por último, en el año 2004, la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) abrió la Maestría en Psicología Aplicada con seis opciones de especialización, siendo una de ellas la de psicología del deporte. 1.3. Actuación profesional del psicólogo del deporte La profesión del psicólogo del deporte se abre a nuevos campos de trabajo. No hay que olvidar que el deporte surge de la propia sociedad, de las personas que desean mejorar su calidad de vida y así enfrentarse mejor a las condiciones inadecuadas que en ocasiones acompañan el estilo de vida actual, alejado del esfuerzo físico, sedentario, con un alto porcentaje de conductas de riesgo, tanto físico como psicológico. Rubio (2001) señala que la polémica creada sobre quién es y qué hace el psicólogo del deporte, se resuelve dividiendo a la psicología del deporte en tres áreas básicas de actividad: la investigación, la enseñanza y la clínica. Así mismo, mucho más próxima a las Ciencias del Deporte, la psicología del deporte tiene una relación con la psicología que no puede ser descartada o despreciada. Eso significa que las transformaciones ocurridas en el proceso histórico de la psicología general afectan directamente el rumbo de la psicología del deporte, proceso semejante que ocurre con otras áreas de conocimiento. Las áreas de aplicación de la psicología del deporte dependen de la definición que se acepte de esta disciplina y del rol profesional que se asigne al psicólogo del deporte. Según Weinber y Gould (1995) y Williams y Straub (1986) (como se cita en Cruz, 1997), podríamos decir que la psicología del deporte estudia fundamentalmente: 15 Los factores psicológicos que influyen en la participación y en el rendimiento deportivo. Los efectos psicológicos derivados de la participación en un programa deportivo o de ejercicio físico. En la actualidad podemos afirmar con seguridad que el área de intervención profesional de la psicología de la actividad física y el deporte está consolidada, al menos en el sentido de que está reconocida, tanto por los miembros del colectivo del mundo del deporte como por las entidades profesionales, académicas y las instituciones públicas con competencias en este ámbito. El rol del psicólogo del deporte ha sido un tema controvertido a lo largo de su historia. Las funciones que debe realizar, quién puede realizarlas y cómo realizarlas han ocupado un espacio importante en los medios de difusión científicos. Siguiendo las indicaciones de Dosil y González en el 2003 se pueden sintetizar en tres las funciones principales de un psicólogo del deporte: Formador: mediante cursos, jornadas, masters, etc. dirigidos a los diferentes miembros de la comunidad deportiva (directivos, entrenadores, árbitros, jugadores, etc.) o a estudiantes de psicología, ciencias de la actividad física y del deporte, etc. en los que se presentan y explican los elementos claves que constituyen la disciplina, aplicándolos a las necesidades de cada grupo concreto: procesos psicológicos que rigen el comportamiento humano, la metodología para observar las interacciones en el deporte, técnicas psicológicas que se suelen utilizar, etc... Asesor: es la más aplicada, pues se relaciona con el contexto propio del deporte (campo de juego, pabellón polideportivo, pista, etc.). El asesoramiento puede ser individual y/o grupal, y pretende identificar variables psicológicas, evaluar datos de las observaciones, enseñar a utilizar técnicas psicológicas para aumentar el rendimiento y bienestar del deportista, entrenadores, directivos y árbitros, etc. El asesoramiento suele realizarse en la clínica/despacho de psicología o en el propio lugar de entrenamiento/competición. 16 Investigador: es un rol compatible con los otros dos y que todos los psicólogos del deporte deben conocer. La investigación permite avanzar en los demás aspectos, por lo que se considera imprescindible en la formación del psicólogo del deporte. En un primer acercamiento a la cuestión, el Colegio Oficial de Psicólogos de España (COP) (1998), estableció los principales ámbitos o áreas de actuación profesional (véase tabla 1), Tabla 1 Ámbitos de ActuaciónProfesional en Psicología del Deporte (COP, 1998;2006) Ámbitos actuación (COP, 1998) Ámbitos actuación (COP, 2006) Deporte de Rendimiento Deporte Base e Iniciación Deporte de Ocio, Salud y Tiempo libre Deporte de Rendimiento Deporte Base e Iniciación Temprana Deporte de Ocio y Tiempo libre Poblaciones Especiales Organizaciones Deportivas Como se puede observar en la tabla 1, a los ámbitos de actuación propuestos por el COP en 1998 se les añadió en 2006 las categorías “Poblaciones especiales” y “Organizaciones deportivas” con el fin de abarcar más sectores de la población. Asimismo, una vez realizada la división de los principales ámbitos o áreas de actuación profesional el COP realiza una división con las funciones específicas a desempeñar. (véase tabla 2). 17 Tabla 2 Funciones a Desempeñar en Psicología del Deporte (COP, 1998) Funciones Actividades a Desempeñar Evaluación y diagnóstico Tests y cuestionarios Entrevista Técnicas y procedimientos de auto-observación y auto- registro Registro de observación Registros psicofisiológicos Planificación y asesoramiento Variables psicológicas Rendimiento y/o actuación Adherencia a la actividad Consecución de objetivos Habilidades sociales Intervención Directa: Entrenamiento psicológico Indirecta: Diseño y aplicación de estrategias psicológicas Educación y/o formación Actividades regladas: Cursos entrenadores, Postgrados Actividades no regladas: Conferencias, encuentros deportivos Investigación Básica Aplicada Con esta división se puede visualizar de mejor manera, y para fines prácticos, las funciones a desempeñar del psicólogo del deporte, no olvidando, como se mencionó con anterioridad, las funciones principales de la psicología (formador, asesor, investigación) se vean cubiertas con esta nueva división. Balagué en 1993 (citado en Sanzano, 2003) propone una división de las tareas que puede realizar un psicólogo del deporte considerando dos variables importantes: a) la población con quien se trabaja y, b) el nivel de práctica deportiva (véase tabla 3). 18 Tabla 3 División de las tareas a realizar de un psicólogo deportivo por Balagué 1993 A quién va dirigido Iniciación Competición Elite Niños Enseñanza Educación Enseñanza/educación Modificación del entorno Investigación Enseñanza Modificación del entorno Protección/apoyo Investigación Deportistas Enseñanza Mejora del aprendizaje Investigación Enseñanza Entrenamiento/mejora individual Apoyo/intervención clínica Investigación Mejora individual Apoyo Educación/colaboración Intervención clínica Investigación Entrenadores Educación Investigación Educación Colaboración Apoyo (control del estrés) Investigación Colaboración Apoyo Investigación Equipos Investigación Educación Facilitar la comunicación Apoyo Investigación Facilitar la comunicación Colaboración en el rendimiento Apoyo Modificaciones ambiente Investigación Clubes, federaciones, organizaciones Educación Colaboración Planificación Investigación Educación Participación en la planificación/objetivos Facilitar la comunicación Investigación Educación Colaboración de la planificación/objetivos Facilitar la comunicación Investigación Árbitros, jueces Educación Apoyo (gestión del estrés) Investigación Educación Apoyo (gestión del estrés) Investigación 19 Las funciones o tareas descriptas en esta tabla podrá desarrollarlas el psicólogo del deporte dependiendo de la persona a la que vaya dirigido (entrenadores, árbitros, federaciones, etc.). 1.4. Clasificación de los deportes Riera (1983, como se cita en Sanzano, 2003) nos plantea el ámbito de estudio de la psicología del deporte desde el enfoque interconductual de la psicología y presenta una división basada en las relaciones que se establecen entre los diferentes protagonistas del entorno deportivo: deportistas, entrenadores, árbitros, espectadores y los objetivos específicos con los que interactúan (pelotas, raquetas, reglas, primas, pistas, resultados). A partir de estos elementos de interacción, propone la siguiente división: Psicología de la competición deportiva Psicología del entrenamiento deportivo Psicología del arbitraje y el juicio deportivo Psicología de la dirección de las entidades deportivas Psicología del espectáculo deportivo. Riera (1985) estableció una clasificación de las actividades deportivas en función del nivel de cooperación y oposición con el que interactúa el deportista en cada situación concreta. Según este criterio, los deportes se dividen en cuatro categorías: 1. Deportes sin cooperación ni oposición: En deportes como el tiro, la gimnasia o los saltos y lanzamientos en atletismo, el deportista sólo interactúa con objetos como dianas, barras de equilibrio, potros, listones y no lo hacen ni con adversarios ni con compañeros. 2. Deportes con cooperación pero sin oposición: En deportes como el patinaje por parejas, la natación sincronizada o los saltos de hípica, el deportista coopera con otras personas o animales, pero las acciones de sus adversarios no entran en su campo de interacción. 3. Deportes con oposición y sin cooperación: En este grupo estarían los deportes de lucha, las carreras de atletismo y natación o los partidos individuales de tenis, 20 en los cuales las acciones de los adversarios tienen una influencia decisiva en el rendimiento y en el resultado. 4. Deportes con oposición y colaboración: En esta categoría se incluyen todos los deportes de equipo y otros como el tenis por parejas. En todos ellos el deportista ha de atender a las acciones de sus compañeros, con los que colabora y a las de sus adversarios, a los que se enfrenta. Balagué (1993, como se cita en Sanzano, 2003) hace una primera propuesta de las posibilidades de la función del psicólogo en el ámbito del deporte, y define los objetivos profesionales generales de la psicología del deporte desde dos ámbitos: el deporte y la salud. 1. Deporte de competición: El objetivo de esta vertiente del deporte consiste en demostrar el nivel de dominio de una tarea deportiva concreta alcanzando por el deportista en un enfrentamiento deportivo en comparación con otros deportistas en un enfrentamiento deportivo en comparación con otros deportistas o con él mismo. Este objetivo implica necesariamente que el deportista busque la mejora de sus capacidades en la normativa que rige la modalidad deportiva practicada. 2. Deporte de iniciación: El objetivo del deporte de iniciación consiste en formar al niño en sus capacidades básicas, necesarias para su desarrollo integral. Ello debe servir tanto para mejorar sus capacidades de aprendizaje como para adaptarse mejor en un futuro al mundo del deporte. Este tipo de deporte está muy vinculado al ámbito del deporte de competición aunque sus objetivos son completamente diferentes: así como en el deporte de competición se pretende la mejora de la acción deportiva específica, en el de iniciación se debe pretender el aprendizaje de acciones deportivas diversificadas. 3. Deporte de ocio: El objetivo de las personas que hacen este tipo de deporte es ocupar el tiempo de ocio con una actividad que, en muchos de sus aspectos, se parece al deporte de competición, pero con el que a priori no comparte el mismo objetivo (la competición). Es difícil encontrar la barrera entre el deporte de competición y el de ocio pensando sólo en competir. Esto es así porque el deporte en generalse caracteriza por su vertiente lúdica y competitiva al mismo tiempo. 21 4. Deporte para mejorar salud: Una de las prácticas más usuales hoy día es hacer deporte para mejorar salud. Entonces una sociedad de bienestar como la nuestra, uno de los temas que más preocupan es el de la salud en el sentido preventivo y terapéutico, y en este caso el deporte demuestra que puede ser un buen elemento para conseguirlo. La práctica del deporte tiene como objetivo mejorar el nivel de salud de quien lo practica sin tener demasiado en cuenta los niveles de perfección en la ejecución de los ejercicios deportivos. Vanek y Cratty (1970, como se cita en Dosil, 2002) presentaron una tipología de actividades deportivas basadas en sus demandas psicológicas con cinco categorías: 1. Actividades que implican coordinaciones óculo-manuales: Se encuentran las actividades de deportes de precisión como el tiro con arco o con pistola, y algunas actividades específicas de equipo como el tiro libre en baloncesto. Son actividades muy sensibles al estrés procedente de fuentes externas, especialmente hacia el final de la competición. 2. Actividades que requieren la coordinación y la consideración de todo el cuerpo: En deportes como la gimnasia o los saltos de esquí o de trampolín, el deportista mueve su cuerpo en el espacio de una manera precisa y estéticamente agradable, sin tener que relacionar sus movimientos con los de otros atletas. En estos deportes se requiere un gran control emocional durante breves períodos de tiempo. 3. Actividades que requieren la movilización total de la energía del cuerpo: Estas actividades se dan en deportes como la natación, el remo o el atletismo que incluyen tareas que requieren fuerza y resistencia. En la ejecución de estas actividades deportivas se requiere una alta activación y determinación, estrategias para ignorar el dolor y características personales como la persistencia en el esfuerzo y un buen autocontrol emocional. 4. Actividades en las cuales el riesgo de lesión o muerte es inminente: Deportes como el boxeo, las carreras de coches y motos o el esquí. Los participantes en estas actividades deportivas necesitan un buen tiempo de reacción para responder tanto a estímulos simples como complejos, ya que dichas actividades se realizan con mucha rapidez. 22 5. Actividades que implican la anticipación de los movimientos de otras personas: Estas actividades se dan en deportes de equipo, los deportistas deben reaccionar a las situaciones actuales y deben predecir las futuras para anticiparse a las reacciones de sus adversarios 1.5. Programas de intervención en psicología del deporte Ribeiro da Silva (1981, como se cita en Valdés 2002) considera que el trabajo psicológico posee tres fases: a) la entrevista psicológica, b) la aplicación e interpretación de test y c) la búsqueda de identificación y empatía con el atleta, mediante la orientación, el apoyo, el consejo individual o en grupo. Por su parte, Becker Jr. (2005) considera que los factores más frecuentemente asociados a la baja producción del deporte son: Niveles de activación inadecuados Fallos en la atención (concentrada y ampliada) Contenidos negativos del pensamiento (ansiedad cognitiva) Motivación inadecuada Falta de determinación para las metas Trastorno en los procesos de adquisición, manutención y perfeccionamiento motor Umbral alto de la sensibilidad (dolor) Baja energía psicofísica Dificultad para superar problemas Trastornos en la cohesión grupal Buscando superar estos problemas para aumentar la posibilidad del desarrollo del deportista, la psicología ha propuesto (como se cita en Becker Jr., 2005) distintos procedimientos para la preparación psicológica. Por su parte, Cox (2009) considera que los programas deportivos diseñados para jóvenes deben hacer hincapié en el desarrollo de la autoestima, la confianza y la independencia y relegar el éxito a una posición de menor importancia. 23 Los programas psicológicos deben contener o estar formados, de acuerdo con Becker Jr. (2005), por: 1. Evaluación: Todo programa psicológico inicia con una evaluación y con ella se buscan recolectar datos que sirvan como guía para saber a partir de dónde se debe realizar dicha intervención. La evaluación trata de medir distintos aspectos o variables psicológicas (véase tabla 4). Tabla 4 Propuesta de evaluación del Programa de Psicología del Deporte (Tomado de Becker Jr., 2005, p. 215.) Evaluación Individual Ansiedad Agresividad Atención Autoestima Depresión Motivación Dinámica General de la Personalidad Grupal Sociometría Comunicación Liderazgo Conflictos Aislamientos Observación de la conducta Los factores psicológicos evaluados intervienen directamente en la conducta de los deportistas. La observación ayuda para verificar la actuación de los deportistas. 24 2. Intervención: Frente a los resultados encontrados en la evaluación es importante elegir las técnicas específicas para afrontar los problemas existentes. Estas técnicas son las propuestas por el Programa de Entrenamiento Psicológico (PTP) (véase tabla 5). Tabla 5 Programa de Psicología del Deporte (Tomado de Becker Jr., 2005, p. 216.) Forma de Intervenir Intervención Individual Orientación Técnicas de entrenamiento psicológico Entrenamiento de comunicación Motivación Psicoterapia* Grupal Técnicas de cohesión grupal Entrenamiento de comunicación Técnicas de entrenamiento psicológico Motivación Psicoterapia * * Intervención que raras veces ocurre entre atletas La forma de intervenir dependerá del deporte que practique el atleta y dicha, obviamente, cada intervención debe ajustarse a cada atleta. 3. Reevaluación: Cada programa puede tener puntos fuertes y otros menos eficientes. Una reevaluación va a mostrar si el programa fue eficaz en el cambio de la conducta individual y grupal. La frecuencia de esta evaluación según Becker Jr. (2005) debería ser semestral. Como lo señala Nitsch 1985 (citado en Becker Jr. 2005 pp.217) “el objetivo y la meta del entrenamiento psicológico es la modificación de los procesos y estado psíquicos (percepción, pensamiento, 25 motivación), o sea las bases psíquicas de la regulación del movimiento. Esta modificación será alcanzada con la ayuda de procedimientos psicológicos”. Otra propuesta sobre el proceso de evaluación realizada por Ezquirro, 2008 (como se cita en García-Naveira, 2010) implica las variables que se mencionan en la tabla 6. Para este autor, no solo los factores endógenos (psicológicos) sino también los externos pueden modificar o alterar el desempeño del deportista. Tabla 6 Variables implicadas en la evaluación del Deportista (tomado de García-Naveira, 2010). Personales Psicológicas Cognitivas, emocionales, conductuales Deportivas Situación deportiva, recursos técnicos tácticos, condición física Orgánicas Salud, descanso, alimentación, historia de lesiones Ambientales Deportivas Clima del equipo, ambiente de trabajo, relación con entrenador, compañeros Extradeportivas Relaciones interpersonales, estudios- trabajo, situación económica, otros intereses Pérez (2009), por su parte, considera que no debe hacerse solo una “evaluación del deportista” sino que se deben tener en cuenta los diferentes contextos y situaciones, pues no olvidemos que debemos realizar una “psicología del deporte” y, por ende, evaluar las diferentes situaciones –entrenamiento, competición- y distintos contextos con suficiente rigurosidad metodológica. Dicha evaluación, además, debería ser continua, de manera que no solo se establezca una primera y única evaluación a modo 26 de “línea base” enla que se encuentran los comportamientos, sino que debe realizarse una evaluación que incluya la propia intervención y el proceso de cambio. Pérez y Llames (2010) consideran que la intervención no solo debería ser con los deportistas sino que se debe incluir a los entrenadores y padres de familia, interviniendo de la siguiente manera: Intervención indirecta a través de los entrenadores A los entrenadores se les puede asesorar sobre aspectos motivacionales, de comunicación, de aprendizaje, de establecimiento de objetivos, liderazgo, y un largo etcétera. Con todo, siguiendo a Cantón (1999 como se cita en Pérez & Llames 2010), se les deben hacer las siguientes recomendaciones: Deben centrarse en la enseñanza, con enfoque positivo y divertido. Tienen que ser variados y adaptar la actividad al sujeto, no al contrario y secuenciar la dificultad partiendo de las propias capacidades de los sujetos, no recomendándose que empiecen muy pronto la competición (al menos que se haga excesivo hincapié en ella). Deben establecer expectativas realistas para cada menor en función de su edad y su repertorio previo. Hay que dar instrucciones cortas y precisas y demostraciones, según las edades de los sujetos en este periodo de iniciación. En este sentido conviene utilizar la imitación -y no solo la instrucción- como medio de aprendizaje. Hay que premiar las ejecuciones correctas, no solo la efectividad de los resultados, animado frecuentemente, pese a que, como dicen algunos, “sea su obligación hacerlo bien”. Conviene recompensar el esfuerzo más que el resultado, dado que si se lleva a cabo un bueno proceso (de iniciación y tecnificación) se obtendrán buenos resultados en su debido momento. Se debe utilizar un enfoque positivo para corregir los errores dando información para corregir errores y hacerlo bien, y no haciendo especial mención en los errores cometidos. Esto se denomina “Instrucción técnica contingente con el error”. 27 Debemos reducir los miedos a cometer errores y las aprensiones con las lesiones, mostrándole seguridad al niño sobre su buena ejecución y la seguridad de la misma. Si es necesario, debemos modificar las reglas y adaptarlas al deportista y al grupo, con el fin de aumentar la acción y la participación. Por último, siempre debemos ser entusiastas, pues es contagioso. Intervención indirecta a través de los padres No todos los padres son iguales, y si bien es cierto que podríamos decir que cada uno es un mundo por explorar, también es cierto que podemos clasificarlos en función de su comportamiento, siguiendo a Smoll (1986, como se cita en Pérez & Llames, 2010) en cinco tipos de padres: Padres entrenadores auxiliares: Son aquellos que actúan a modo de entrenador, a menudo cuestionando las propias decisiones técnicas de éstos. Padres hipercríticos (con sus hijos): Centran más su atención en los errores de sus hijos que en los aciertos de éstos. Padres vociferantes: Están continuamente dando instrucciones desde la banda; Padres sobreprotectores: Intentan evitar cualquier daño, ya sea físico o moral, a sus hijos. Padres desinteresados: Simplemente, dejan a sus hijos en estas actividades durante un determinado tiempo, sin interesarse por su evolución, aprendizaje, etc. Por su parte, Díaz y Estrada (2009) consideran que es fundamental que los programas consideren: Partir de un programa de trabajo con objetivos y actividades específicos, pero es imprescindible llegar a un equilibrio entre rigor y flexibilidad en el trabajo para un adecuado seguimiento de individuos y grupos. La atención y respuesta a las demandas surgidas en el día a día, demuestra ser un complemento necesario a la planificación. 28 Realizar una planificación más estructurada mediante objetivos, junto con el resto del cuerpo técnico de cada uno de los equipos. Esto supondrá una mayor colaboración, mejor organización y realizar un trabajo más productivo. Aunque, en esencia, los objetivos por categorías se mantienen para posteriores temporadas, es necesaria la realización de programas específicos breves sobre objetivos priorizados. 1.6. Aplicación de herramientas o estrategias psicológicas Uno de los principales intereses de la psicología del deporte y el ejercicio físico ha estado, y está, constituido por la mejora del rendimiento deportivo mediante la aplicación de herramientas o estrategias psicológicas. Con este propósito se han usado tradicionalmente distintas técnicas de intervención psicológica en el deporte tales como la bio-retroalimentación, visualización, establecimiento de objetivos y regulación del nivel de activación. Desde esta forma de entender la intervención psicológica en los contextos deportivos se desprende que el rendimiento deportivo se verá incrementado solo en la medida en que las emociones y cogniciones negativas sean sustituidas por otras de naturaleza más positiva para el deportista (Fenoy & Campoy, 2012). De acuerdo con Loher (1995, como se cita en Suárez-Cadenas, 2014), la fortaleza mental es la “capacidad para alcanzar el rango superior de talento y habilidad independientemente de las circunstancias competitivas”. Con todo, dicho constructo más que unidimensional es multidimensional, es decir, en la fortaleza mental influyen multitud de atributos. Autores como Jones, Hanton y Connaughton (2007) consideran que dicho constructo está constituido por treinta atributos agrupados en cuatro dimensiones. Una dimensión general llamada actitud/mentalidad la cual describe cómo el atleta logra y mantiene la creencia y la focalización necesaria para mantener una adecuada fortaleza mental. Las tres restantes dimensiones temporales son dimensiones específicas y explican qué habilidades y estrategias mentales deben dominar los atletas para lograr y mantener la tenacidad mental: a) Entrenamiento, en la cual están implicados los objetivos a largo plazo como fuente de motivación, el control ambiental y la capacidad para llegar al límite. b) Competición, la cual implica el control de la presión, la regulación del rendimiento, el mantenimiento del foco atencional, el control 29 de pensamientos y sentimientos y el control ambiental. c) Post-competición, dimensión que implica tanto el manejo del fracaso como el manejo del éxito. 1.7. Técnicas psicológicas / variables psicológicas El entrenamiento de habilidades psicológicas específicas como el control del estrés, la atención, la autoconfianza, la motivación, el autocontrol o autorregulación emocional y el establecimiento de objetivos o metas. Conocer la repercusión de estas variables constituye el primer paso en el proceso de formación deportiva y, por lo tanto, debe ser previo a cualquier tipo de intervención psicológica (López-López, Jaenes, López & Cárdenas, 2012). Estas habilidades psicológicas podrían favorecer muy especialmente la proyección de posibles futuros talentos deportivos. 1.7.1. Control del estrés La competición deportiva puede generar gran estrés o ansiedad y, a su vez, puede afectar a los procesos fisiológicos y cognitivos deteriorando la ejecución e impidiendo el nivel óptimo de actuación. Las técnicas diseñadas para reducir la ansiedad o estrés y conseguir que los deportistas funcionen en su óptimo nivel se están utilizando cada vez más en los entrenamientos y en la competición (Gil & González 2001). Las principales consecuencias de la presencia del estrés o ansiedad competitiva son tanto fisiológicas como psicológicas. He aquí una serie de efectos generados por el estrés o ansiedad (González, 1997): Fisiológicas Ritmo cardíaco acelerado Incremento de la presión sanguínea Incremento del ritmo respiratorio Aumento de la glucosa en sangre Descenso de la salivación (sequedad de boca) Aumento de la sudoración Aumento de la secreción de adrenalina Malestar en el estómago 30 Incremento de la tensión muscular Agarrotamiento de las manos y de los pies Psicológicas Distorsión visual Descenso de la flexibilidad mental Aumento del número de pensamientos negativos Menor capacidad de centrarse en la actuación Atención inadecuada a las vivencias internas Olvido de detalles Recurrir a antiguos hábitos inadecuados Incremento de la tendencia a precipitarse en la actuación Estas reacciones fisiológicas y psicológicas pueden ser provocadas por un peligro real o por la sola representación mental del hecho. De acuerdo con González (1997), los procedimientos o técnicas de relajación se pueden dividir en tres categorías: 1. Centrada en la percepción de los indicios corporales como el nivel de tensión muscular: desde los músculos a la mente. Estos pueden ser a) Relajación progresiva de Jacobson y b) Control de la respiración. 2. Técnicas de biofeedback. Estas pueden ser a) Bio-información de señales fisiológicas por medio de aparatos que emiten una señal auditiva o visual que indica el estado actual de activación o tensión del individuo y, b) identificar el grado de tensión y desarrollar las técnicas para reducirlo utilizando un aparato de bio-feedback. 3. Estrategias que parten de ideas o imágenes de relajación: desde la mente a los músculos. El resultado de la aplicación de estas técnicas es obtener una respuesta de relajación que disminuya la actividad del sistema nervioso simpático y que se caracteriza por una bajada de la presión sanguínea, descenso de las pulsaciones cardíacas por minuto, 31 menor número de respiraciones y de consumo de oxígeno y descenso de la tensión muscular (Gil & González 2001). 1.7.2. Atención / Concentración González (2001) señala que la atención es un proceso necesario, ya que por nuestros receptores sensoriales llega al cerebro más información de la que puede tener experiencia consciente en un momento dado, pues existen limitaciones en el organismo respecto de la cantidad de información que puede concienciar cada vez. La concentración o prestar atención a lo que estamos haciendo puede aprenderse y debe ejercitarse sistemáticamente en el deporte para mejorar al máximo el nivel de eficiencia. Wood (1949, como se cita en González 2001) define la concentración como la focalización de toda la atención en los aspectos relevantes de una tarea, ignorando o eliminando todo lo demás. Lo específico de la concentración es que se trata de dirigir la totalidad de la atención, y no una parte de ella. Los deportistas necesitan saber que existen cuatro tipos de concentración que son importantes para su actuación, basadas en dos dimensiones: a) amplitud: hace referencia a la cantidad de información a la que atiende una persona en un momento dado y, b) dirección: consiste en dirigir la atención hacia dentro o fuera del deportista. De estas dimensiones surgen los cuatro tipos de concentración. Amplia-externa: Tipo de atención que abarca un conjunto de estímulos fuera del deportista, como cuando un jugador de futbol ve entre varios compañeros quién es el mejor situado para pasarle el balón. Estrecha-externa: La atención se enfoca en una señal, como cuando el jugador de baloncesto que lanza un tiro libre se fija exclusivamente en el aro de la canasta. Amplia-interna: El jugador se centra en sus propios pensamientos o indicios internos, como cuando elabora una estrategia para realizar una buena jugada. Estrecha-interna: Un jugador de golf que ensaya mentalmente el golpe inmediato a la bola está realizando un enfoque estrecho e interno de su atención. 32 Easterbrook en 1959 (como se cita en González, 2001) Descubrió que existe una relación evidente entre activación y grado de atención, pues a medida que el centro de atención se incremente hacia lo que sucede en nuestro entorno, la atención respecto a uno mismo disminuye. Pero, si el centro de la atención se dirige cada vez más hacia uno mismo, entonces la atención por lo que ocurre en nuestro entorno disminuye e incluso llega a eliminarse pp. 65. Moray y Fitter en 1973 (como se cita en González, 2001) señalaron que la atención selectiva es una de las categorías en los fenómenos atencionales y se pueden distinguir dos tipos de tareas: de atención focalizada o selectiva y de atención dividida. Las tareas de atención focalizada o de concentración exigen que la persona dirija su atención a algún aspecto de la realidad, ignorando el resto. Las tareas de atención dividida, por el contrario, consisten en compartir la atención entre dos o más tareas diferentes y simultáneas. 1.7.3. Autoconfianza Díaz (2009) considera que la práctica de la preparación física es la base de la confianza psicológica. La autoconfianza deportiva será, en este sentido, la situación óptima con la que una persona cree que puede enfrentarse a una competición: superar un resultado, ganar una partida. La autoconfianza va unida a la decisión de hacer y está basada en el concepto y en la opinión que una persona tenga de sí misma, sobre su juego, su estado físico, etc. La imagen que la persona tiene de sí misma es una de las fuentes más importantes para la estructuración de su autoestima. La utilidad de técnicas cognitivas como la visualización, para cambiar la autoimagen, ha sido reconocida hace algún tiempo por los psicoterapeutas del área cognitivo-comportamental. Desde el punto de vista práctico, la estrategia más sencilla es la de imaginarse realizando conductas positivas, con éxito, en un nivel de rendimiento un poco más arriba del que la persona acostumbra presentar en la realidad. 33 1.7.4. Motivación Desde la teoría de la autodeterminación (Deci & Ryan, 1985, 2000 como se cita en Álvarez, Castillo, Duda & Balaguer 2009) se distinguen entre tres tipos de motivación: motivación intrínseca, motivación extrínseca y no motivación, situados a lo largo de un continuo de mayor a menor autodeterminación y que varían de acuerdo con el grado de regulación de la conducta. Así, la motivación intrínseca representa el más alto grado de motivación auto-determinada de un deportista y tiene lugar en aquellas situaciones en las que los deportistas se comprometen libremente con su deporte porque lo encuentran interesante, divertido y/o estimulante, o porque les ofrece la oportunidad de aprender. Por otra parte, la motivación extrínseca tiene lugar cuando los deportistas eligen practicar su deporte porque valoran los resultados asociados con el mismo (por ejemplo, reconocimiento público, recompensas extrínsecas) más que la actividad en sí misma. Se contemplan cuatro tipos de regulación extrínseca de mayor a menor autorregulación: la regulación integrada (se actúa porque la conducta está en completa congruencia con otros valores, metas y necesidades del yo), la regulación identificada (se actúa porque la meta es personalmente importante), la regulación introyectada (primer paso en la autorregulación, que lleva a los sujetos a actuar para evitar sentimientos como la culpa o la ansiedad, o para incrementar el ego), y la regulación externa (modo de conducta no autónoma donde lo que motiva a actuar es la obtención de consecuencias controladas externamente, como conseguir recompensas o evitar castigos). Finalmente, la no motivación supone una ausencia de intención de actuar debido a un sentimiento de incompetencia, a no encontrar contingencias entre las conductas ejecutadas y los resultados esperados, o a no valorar la actividad. Martin y Pear (2007, citados en Martin, 2008), por su parte, especifican que si el establecimiento de metas va de acuerdo con las siguientes pautas, entonces se puede maximizar la modificación de la conducta. 1. Establecer metas específicasrealistas y que supongan cierto desafío. a. Si se trata del aprendizaje de una destreza, deben incluirse los criterios de dominio. b. Las metas establecidas para las sesiones de entrenamiento deben fomentar el desarrollo “un poco más allá” de las capacidades actuales de 34 la persona, mientras que las metas establecidas para las competiciones deben caer dentro de su rango de desempeño óptimo, sobre todo para deportes como el patinaje artístico, la gimnasia, las carreras de automóviles y el golf. 2. Identificar las circunstancias en las que debería ocurrir la conducta (que conduce a las metas) 3. Establecer consecuencias importantes y probables para el cumplimiento o incumplimiento de la meta. 4. Dividir los objetivos a largo plazo en varios objetivos a más corto plazo. 5. Si el objetivo es complejo, diseñar un plan de acción para conseguirlo. 6. Establecer plazos límites para el loro de la meta. 7. Asegurarse de que las personas implicadas están comprometidas con el objetivo. 8. Establecer algún sistema para monitorear el progreso hacia el objetivo. 9. Proporcionar retroalimentación positiva a medida que se logra un acercamiento al objetivo. 1.7.5. Autocontrol o autorregulación emocional Las emociones tienen tres características importantes: (a) la reacción fisiológica que se siente dentro de sí mismo al experimentar una emoción (típicamente acompañada por indicadores físicos como una sonrisa o un ceño fruncido), la cual está influida por el condicionamiento respondiente; (b) la forma en la que se aprende a expresar una emoción abiertamente (mediante el grito o los saltos, por ejemplo), la cual está influida por el aprendizaje; y (c) la forma en la que se describe y se vuelve consciente de sus emociones, la cual está por la experiencia (Martin & Osborne, 1993, citados en Martin, 2008). Algunas estrategias utilizadas para afrontar el nerviosismo excesivo y disminuirlo consisten en cambiar los pensamientos. Goldberg (1998, citado en Martin, 2008) sugirió que “el miedo probablemente sea la causa principal de los fiascos en el deporte”. Un primer paso para que un deportista controle su nerviosismo excesivo, o su miedo, es reconocer y cambiar los pensamientos negativos que le causan tensión o miedo. 35 Si los pensamientos negativos causan que un deportista esté tenso, se le debería animar a practicar por lo menos una de las siguientes pautas para eliminar pensamientos negativos: Usar la re-evaluación cognitiva para ver una situación como oportunidad para un desafío realista; Enfocarse en lo que se puede controlar, no en lo que no se puede controlar, Fijarse en lo que se quiere hacer, no en lo que no se quiere hacer, Justo antes de realizar una actividad, revisar mentalmente realizaciones exitosas anteriores (el uso de la imaginación para controlar las emociones); Enfocarse en el proceso de competir, no en los resultados posibles. Lo fundamental es que el atleta tenga conciencia de que es necesario controlar su estado emocional para tener una buena actuación. Es importante mencionar que existen diferentes esquemas que hacen énfasis en la enseñanza del autocontrol. A continuación se mencionaran algunos esquemas: Esquema de Loher (1982, como se cita en Valdés, 2002): 1. Concienciación del estado ideal de rendimiento (IER) Detallar la mejor actuación Detallar la pero evaluación Controlar el comportamiento en entrenamiento y competición del EIR Aumentar el conocimiento de la corriente energética (positiva o negativa) a través del o mediante el juego y el entrenamiento Conocer como el estado emocional influye en el rendimiento 2. Búsqueda del control emocional a partid del autoconocimiento a) En relajación estimular: Sensación de alegría y placer Autoconfianza Determinación Relajación, confianza y energía positiva 36 b) Visualización Cuando juego bien Cuando juego en EIR Un juego futuro en el EIR c) En juego y entrenamiento hacer esfuerzo deliberado y concreto para crear y sostener el EIR 3. Refinamiento de habilidades Visualización Automotivación Relajación muscular Manejo de energía negativa Respiración Visualización Esquema de Garfield (1984, como se cita en Valdés, 2002): 1. Análisis de la motivación a. Anotación libre y agrupación de motivos en relajación: Memorizar momento de actuación excelente Revivir la experiencia en detalle Casos asociados a esta experiencia ¿Qué hiciste para lograrlo? b. Evaluar, en escala establecida por el autor, las agrupaciones c. Plantearse objetivos futuros (en relajación): Hacer agrupaciones de todo lo que puede estimular el objetivo 2. Fijación de un objetivo a. Planteamiento de un objetivo b. Dónde se encuentra ahora respecto a lo que persigue Describirlo Formas en que expresa la misión Recompensas asociadas Cuándo comenzaré la preparación Cuándo lo lograré 37 Anticipación de lo que ocurrirá cuando se logre c. Sentido de misión (razones personales de un objetivo) d. Visualizar objetivos: Imaginar el cumplimiento de objetivos a largo y corto plazo Esquema de Suinn (1986, como se cita en Valdés, 2002): 1. Entrenamiento en relajación: básicamente para ser utilizado en los siguientes pasos, aunque no se descarta su utilización en momentos competitivos tensos 2. Control del estrés Reconocimiento del nivel de estrés en diferentes situaciones Control de estrés mediante relajación 3. Control del pensamiento positivo 4. Autorregulación: búsqueda de sentimientos de victoria y de estados de bienestar personal 5. Ensayos mentales: visualización mediante el uso de imágenes mentales 6. Concentración 7. Control de la energía Reconocimiento de la energía Dirección de la energía Esquema de Unestahl (1991, como se cita en Valdés, 2002): 1. Adquisición de la destreza Entrenamiento psicotónico: relajación muscular Autohipnosis: relajación mental Activación Concentración: meditación, descarga atencional, disociación 2. Entrenamiento motivacional Establecimiento de metas Programación de metas 38 3. Entrenamiento mental aplicado Solución de problemas: reacondicionamiento, desensibilización sistemática, interrupción del pensamiento Entrenamiento actitudinal: reestructuración cognitiva y autonómica, entrenamiento de dominio y autoconfianza Los distintos esquemas tienen como objetivo que el deportista logre la conducta deseada mediante el aprendizaje de una serie de destrezas mentales que le permitirán afrontar el estrés. 1.7.6. Establecimiento de objetivos y metas Elliot y sus colegas (citados en Álvarez, et al., 2009) revisaron el modelo dicotómico de las metas de logro añadiendo la distinción de aproximación-evitación para la orientación al resultado (ego). En este modelo tricotómico se introdujeron tres orientaciones de meta: la meta de aproximación a la maestría (orientada a la mejora o dominio de la tarea), la meta de aproximación al resultado (focalizada en obtener competencia normativa en la tarea) y la meta de evitación del resultado (centrada en evitar incompetencia normativa en la tarea). Desde este modelo se predice que las metas de aproximación y de evitación ejercen efectos diferenciales sobre las conductas de logro al activar diferentes procesos motivacionales, por lo que cabe esperar patrones de logro y consecuencias conductuales más adaptativas para la aproximación a la maestría y la aproximación al resultado, que para la evitación del resultado. 1.6.7. Cohesión de equipo La utilización de dinámicas grupales puede conducir a conseguir los mismos objetivos aunque sin proporcionar “recetas mágicas”. La idea es gestionar relaciones entendiendo a las personas como activos a largo plazo, utilizando estasdinámicas grupales como herramientas para facilitar su desarrollo humano, personal y profesional (Trechera, 2004, como se cita en García-Quinteiro, Alonso-Arbiol, Pozo, Louis & González-Oya 2009). Los principales valores de la utilización de técnicas grupales son, entre otras, que se tratan de una valiosa ayuda en la socialización e individualización de los miembros del grupo, mejoran la aceptación del otro, fomentan una actitud de responsabilidad, se 39 desarrollan nuevas experiencias, la confianza mutua y se fomenta el diálogo interpersonal (Francia y Mata, 1992, como se cita en García-Quinteiro, et al., 2009). Las primeras mediciones de cohesión parten del trabajo de Festinger, Schachter, & Black (1950 como se cita en Castellano, Hernández & Morales, 2009), utilizando las medidas sociométricas que Moreno (1934, como se cita en Castellano, et al., 2009) había definido como índices de atracción interpersonal. En el ámbito deportivo hay muchas ocasiones en las que el fracaso o el éxito del equipo son atribuidos, tanto por parte de los entrenadores como por parte de los jugadores, al grado de cohesión alcanzado en el equipo. En otras palabras, el fracaso es resultado de que el equipo ha competido como una unidad más o menos, o nulamente cohesionada. Este hecho ha provocado la necesidad de analizar los factores que inciden en la cohesión de los grupos deportivos y determinar su influencia en el rendimiento del equipo (Carron, 1991 como se cita en Castellano et, al., 2009; Weinberg y Gould, 1996). Con todo, hay equipos muy poco cohesionados que obtienen muy buenos resultados y, por el contrario, hay equipos en los que el grado de cohesión entre los jugadores y el equipo técnico tiene un efecto potenciador del rendimiento. Por todo esto, es preciso que un psicólogo deportivo conozca el nivel de cohesión grupal deseado en un equipo. La mayoría de las teorías psicosociales sobre grupos (Shaw, 1981, como se cita en Castellano et al., 2009) han desarrollado una visión propia del concepto de cohesión. Han concebido la interdependencia como la vía fundamental para la constitución y formación de los grupos, y con ella la importancia del papel desempeñado por la atracción interpersonal como proceso por el que se cohesiona el grupo. Tradicionalmente, al relacionar la formación del grupo con la interdependencia se quería especificar que los otros son necesarios para la satisfacción de necesidades, el logro de metas y la validación consensual de las actitudes y valores. Tal relación de interdependencia conlleva a la interacción, a la comunicación social, a la atracción mutua y a la influencia entre los individuos. La gran fortaleza de los equipos estriba en que estos son mucho más que la simple suma de los miembros que lo componen. Siguiendo a García Eiroa (2000, como se cita en García-Quinteiro, et al., 2009), un equipo podría definirse como un conjunto de al 40 menos dos personas que interactúan de forma dinámica, interdependiente y adaptativamente hacia una meta/objetivo/misión común, donde cada miembro desempeñaría unos roles específicos. Si se habla de equipos deportivos, lo constituirían jugadores o jugadoras con una identidad grupal propia que los diferencia de los otros, y que se originan a partir de la actividad deportiva (García-Quinteiro et al., 2009). 1.7.8. Comunicación Becker Jr. (2005) considera que el psicólogo debe verificar posibles dificultades en la comunicación entrenador-atleta, tanto en el entrenamiento como en la competición, la comunicación verbal y no verbal del entrenador es uno de los factores más importa para el desarrollo del grupo. Jiménez (2016) señala que desde niños y durante el crecimiento, se tiende a enseñar e indicar pautas y formas de relacionarse en la sociedad. Se aprende el lenguaje, los códigos de conducta y se establece una forma general de entender los eventos importantes de la vida social. El lenguaje es una de las principales aportaciones sociales, para ello existen reglas gramaticales fonológicas, sintaxis, etc., que van de acuerdo al idioma que se utiliza en cada región para expresar necesidades, requerimientos, disgustos y deseos. Independientemente de las normas y construcciones sociales compartidas, en cada persona existe un ser individual el cual recibe, interpreta y transmite sus mensajes. Incluso el tono, el volumen, el lenguaje corporal y la forma en que se expresa el mensaje sirven como referente para que otra persona interprete lo dicho. Los rasgos adicionales a las palabras ayudarán a ver que a pesar de que el mensaje parezca ser algo lindo o positivo, se pueda interpretar de otra manera. Jiménez (2016) considera que en ocasiones se suele creer que lo que se expresa se interpreta en el mismo sentido que se intentó comunicar, no obstante, eso puede no ser cierto en una gran cantidad de ocasiones. Por su parte, Valdés (2002) considera que la comunicación entre atleta-entrenador es importante, no sólo como vía de información instructiva sino, quizás, por su impacto sobre los factores motivacionales. Huelga decir que dicha comunicación no solo debería ser formal sino también informal. 41 CAPÍTULO II Método 2.1. Método general 2.1.1. Planteamiento del problema Dada la importancia que tienen las intervenciones psicológicas dentro del deporte, y que estas intervenciones deben cubrir distintas variables psicológicas, el objetivo del siguiente estudio es examinar los rasgos psicológicos que poseen las integrantes de un equipo de futbol soccer y que afectan positiva o negativamente su desempeño. Estos rasgos son: motivación, control del estrés, autoeficacia, afrontamiento, atención y concentración, comunicación y cohesión de equipo. Asimismo, las respuestas de estas participantes se compararan con las obtenidas con un equipo de futbol americano con el propósito de indagar si la variable sexo afecta dichas variables psicológicas. Por ende, las preguntas a responder serán: ¿El rendimiento deportivo difiere significativamente entre hombres y mujeres? y, por último, ¿Los aspectos psicológicos negativos que presenten los deportistas pueden mejorar a partir de una intervención psicológica dirigida ex profeso? Respecto de esta última pregunta, dicha intervención se realizará exclusivamente con las integrantes del equipo de futbol soccer. 2.1.2. Objetivos específicos Examinar los aspectos psicológicos (motivación, afrontamiento del estrés, etc.) que pueden afectar, de manera positiva o negativa, la actividad deportiva que desarrollan los participantes del estudio. Conocer si existen diferencias significativas entre las mujeres y los hombres respecto de los aspectos psicológicos que ponen en juego en el momento de desarrollar su actividad deportiva. Examinar si el conjunto de intervenciones realizadas con las participantes del estudio (equipo de futbol soccer femenil) tienen un efecto positivo sobre su actividad y rendimiento deportivo. 42 2.1.3. Hipótesis Existen diferencias significativas en los aspectos psicológicos que detentan hombres y mujeres y que afectan su actividad y rendimiento deportivo. Las intervenciones realizadas en el grupo de jugadoras de futbol tendrán un efecto positivo en su actividad y rendimiento deportivo. 2.1.4. Definición de variables 2.1.4.1. Definición conceptual A) Rendimiento deportivo Williams y James (2001, como se cita en García-Naveira, 2010) señalan que el rendimiento y resultado deportivo de un deportista es multifactorial. Tanto el éxito como el fracaso de un deportista o equipo proceden de una combinación de capacidades condicionales físicas (fuerza, velocidad, resistencia, etc.), técnicas (la ejecución del drive en tenis, el golpeo del balón en futbol, etc.), tácticas (defensa en zona en baloncesto, ir junto al pelotón en ciclismo,
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