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PSICOPATOLOGÍA INFANTO-JUVENIL UNA DESCRIPCIÓN GENERAL BASADA EN LAS GUIAS CLINICAS DEL HOSPITAL PSIQUIATRICO INFANTIL “DR. JUAN N. NAVARRO Y EL INPJRF INTRODUCCIÓN A LOS SINDROMES PSIQUIATRICOS EN NIÑOS Y ADOLECENTES El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) revisa los conceptos generales sobre el TDAH que junto con el Trastorno Disocial y el Trastorno Negativista Desafiante están clasificados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales cuarta edición, texto revisado (DSM-IV-TR), bajo el epígrafe “Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador”, también denominados como trastornos externalizados por los especialistas a nivel mundial debido a la presencia de características particulares que permiten agruparlos en este espectro sintomático; por lo tanto, para una mejor compresión, es imprescindible describirlos en conjunto. TRASTORNOS EXTERNALIZADOS (TE) Existen algunos trastornos que afectan principalmente al entorno, es decir, que causan un gran malestar en las personas que rodean al niño y al adolescente, por ello, se les ha llamado durante mucho tiempo “trastornos de conducta”, ya que sus conductas interfieren negativamente con su desarrollo y dificultan el proceso de adaptación a la sociedad. Los TE tienen un origen tanto biológico, como psicosocial; en el caso del TND y TD los componentes medioambientales son muy importantes, en cambio el TDAH tiene un origen mixto, principalmente biológico. Es importante mencionar que es difícil encontrar a un niño o adolescente que sólo presente un TE, por lo general presentan una combinación de 2 TE o de los 3, sobre todo si no son diagnosticados y tratados de manera oportuna y eficaz. También es común que, además de los Trastornos Externalizados, presenten algún Trastorno afectivo (ansiedad y/o depresión) denominados por los expertos como trastornos Internalizados. Cabe mencionar que mientras más trastornos presenten (comorbilidad), más difícil será la recuperación, por eso es importante un tratamiento desde las primeras manifestaciones de los síntomas. TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERATIVIDAD (TDAH) 1.DEFINICIÓN DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERATIVIDAD (TDAH) El TDAH es una condición neuropsiquiátrica con etiología multifactorial y de inicio en la infancia, caracterizado por la dificultad para poner atención, hiperactividad y/o impulsividad que puede persistir hasta la edad adulta, impactando diferentes áreas como la académica, laboral y social. 2.CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA En la actualidad, las dos clasificaciones de los trastornos mentales más ampliamente utilizadas son la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su décima edición (CIE-10) y la Clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en su Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-V); ambas describen el trastorno de forma similar, con algunas variaciones sobre los criterios exigidos para el diagnóstico y la aceptación de los distintos tipos. De acuerdo con el DSM-IV-TR, son tres los trastornos propuestos bajo el epígrafe “trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador” como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), el Trastorno Negativista y Desafiante (TND) y el Trastorno Disocial (TD). Aunque la mayor parte de los individuos tienen síntomas tanto de desatención, como de hiperactivida dimpulsividad, en algunos predomina alguno de estos patrones. El subtipo apropiado (para un diagnóstico actual) debe indicarse en función del patrón sintomático predominante durante los últimos 6 meses. 2.CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA La CIE-10, los incluye bajo el epígrafe “trastornos del comportamiento y de las emociones de comienzo habitual en la infancia y adolescencia” como los Trastornos hipercinéticos (F90) y Trastornos disociales (F91), cada uno con sus respectivos subtipos. La diferencia más clara emerge cuando además de la sintomatología del TDAH, se presenta conjuntamente (comorbilidad) con otro trastorno como el TND o TD. Si se cumplen los criterios diagnósticos para este último trastorno, la CIE-10 lo clasifica como “trastorno hipercinético disocial (F90.1)”, en tanto que el DSM-IV-TR admite los dos diagnósticos, es decir, TDAH más TD o TND. Ambas clasificaciones señalan los 7 años como límite superior para el inicio de los síntomas, cuya frecuencia e intensidad deberá ser excesiva para la edad y el nivel mental del niño, debiendo persistir al menos 6 meses, y con repercusión clínica significativa sobre la actividad social, académica o laboral. Asimismo, los síntomas deben suscitarse en al menos dos situaciones (por ejemplo, en la casa y en la escuela). No se realizará el diagnóstico cuando los síntomas aparezcan exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, o se expliquen mejor por otro trastorno mental, como los trastornos afectivos (ansiedad y/o depresión), también denominados “Trastornos Internalizados”. Criterios diagnósticos del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad DSM-V A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2): Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales: 1. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (p. ej., se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión). 2. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (p. ej., tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o la lectura prolongada). 3. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej., parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente). 4. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales (p. ej., inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad). 5. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej., dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos). Criterios diagnósticos del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad DSM-V 6. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (p. ej., tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos). 7. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, gafas, móvil). 8. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados). 9. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej., hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas). Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y académicas/laborales: 1. Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el asiento.2. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (p. ej., se levanta en la clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras situaciones que requieren mantenerse en su lugar). 3. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.) 4. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas. Criterios diagnósticos del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad DSM-V 5. Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor” (p. ej., es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos). 6. Con frecuencia habla excesivamente. 7. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (p. ej., termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación). 8. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (p. ej., mientras espera en una cola). 9. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej., se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen otros). B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años. C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (p. ej., en casa, en la escuela o en el trabajo; con los amigos o parientes; en otras actividades). D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos. E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias). Criterios diagnósticos del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad DSM-V En remisión parcial: Cuando previamente se cumplían todos los criterios, no todos los criterios se han cumplido durante los últimos 6 meses, y los síntomas siguen deteriorando el funcionamiento social, académico o laboral. Especificar la gravedad actual: Leve: Pocos o ningún síntoma están presentes más que los necesarios para el diagnóstico, y los síntomas sólo producen deterioro mínimo del funcionamiento social o laboral. Moderado: Síntomas o deterioros funcionales presentes entre “leve” y “grave”. Grave: Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el diagnóstico o de varios síntomas particularmente graves, o los síntomas producen deterioro notable del funcionamiento social o laboral. 3.EPIDEMIOLOGÍA El TDAH es un trastorno relativamente común. Las estimaciones de su prevalencia varían, dependiendo, en gran medida, de las técnicas de diagnóstico (por ejemplo, cuestionarios o entrevistas) y de la edad y naturaleza de la población estudiada (clínica o población general). Estudios epidemiológicos recientes han reportado una prevalencia a nivel mundial de 8% a 12% en niños y adolescentes y de 1.2% a 7.3% en adultos. En la actualidad se tiene el conocimiento que de cada 100 niños en edad escolar, de 3 a 5 presentan TDAH, mientras que en la adolescencia se reportan diferencias por sexo, ya que de 100 hombres adolescentes de 1 a 6 lo presentan, y de 100 mujeres adolescentes de 1 a 2 lo presentan. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres, con diferencias que van de 3 a 5 hombres por 1 mujer. En hermanos de niños con TDAH se ha encontrado que tienen un riesgo dos veces mayor de presentarlo. 4.ASPECTOS SOCIOCULTURALES Se sabe que el TDAH ocurre en distintas culturas, con variaciones en su prevalencia entre distintos países occidentales, probablemente a causa de que las prácticas diagnósticas son distintas, y no a consecuencia de diferencias en la presentación clínica del cuadro. El TDAH está asociado con serias dificultades sociales, psicológicas (baja autoestima) y de aprendizaje, así como otros más complejos como fracaso académico, abuso de sustancias y delincuencia en la adolescencia y la edad adulta . En consecuencia, este trastorno produce una demanda sustancial de servicios judiciales, de salud mental y de educación. La calidad de las relaciones sociales de estos niños y adolescentes con sus hermanos, compañeros, padres y otros adultos es pobre; como resultado de su agresividad, de inatención a las normas sociales y de tendencia a atribuir motivos hostiles a los otros. 4.ASPECTOS SOCIOCULTURALES Como consecuencia, los niños y adolescentes son rechazados por los otros, y tratados de una manera negativa y controlada por sus iguales, profesores y padres. Sus familias experimentan estrés, sentimientos de incompetencia y discordias matrimoniales a causa de estas conductas socialmente perturbadoras. A continuación se presentan algunos datos en relación con las consecuencias que tienen los niños o adolescentes con TDAH no diagnosticados y, por lo tanto, sin tratamiento oportuno Alteraciones asociadas al TDAH • Déficit cognitivos en planificación,atención sostenida, percepción del tiempo einhibición. • Desorganización. • Agresividad física y verbal. • Sesgo de atribución hostil. • Rechazo social. • Sueño no reparador. • Desmoralización. • Depresión y ansiedad. • Dificultades en el aprendizaje y escaso rendimiento académico. • Escaso éxito profesional. • Mayor riesgo de accidentes. 5.ETIOLOGÍA DEL TDAH La etiología del TDAH es multifactorial, ya que influyen diversas variables; sin embargo, actualmente se cuenta con el conocimiento de algunos de ellos; es importante saber que ningún factor por sí solo explica el origen del trastorno. Algunos factores que intervienen son los siguientes: Factores genéticos Pregunte si algún familiar tiene TDAH. Se ha encontrado que un tercio de personas con TDAH tienen un familiar con el trastorno. Si el niño o adolescente tiene TDAH, sus hermanos tienen la probabilidad de padecerlo. Los hermanos de un niño con TDAH tienen un riesgo dos veces mayor de padecer el trastorno que la población general. No en todos los hermanos se manifiesta de la misma manera. Un hermano puede manifestar predominantemente síntomas de hiperactividad, mientras que otros pueden manifestar sólo síntomas de inatención. ¿Alguno de los padres es alcohólico? Existe mayor presencia en hijos de alcohólicos y de padres con personalidad antisocial. 5.ETIOLOGÍA DEL TDAH Factores neuroquímicos Presencia de problemas químicos a nivel cerebral. Algunos estudios muestran que ciertos neurotransmisores (sustancias químicas del cerebro que permiten la transmisión de la información de una neurona a otra) son deficientes. En especial, han sido identificados dos neurotransmisores: la dopamina y la norepinefrina. Factores neuroanatómicos y fisiológicos Las áreas cerebrales involucradas son: la corteza prefrontal, los núcleos basales del cerebro y el cerebelo. 5.ETIOLOGÍA DEL TDAH Factores psicosociales La familia es muy importante. Las vivencias que producen estrés psicológico, la pérdida del equilibrio familiar y otros factores inductores de ansiedad contribuyen a la aparición o a la persistencia de TDAH. Factores predisponentes. Temperamento difícil del niño o adolescente y exigencias sociales. El nivel socioeconómico no parece ser un factor influyente. Técnicas educativas inapropiadas como falta de reglas, límites inconsistentes o falta de acuerdo entre los padres 6.CURSO Y PRONÓSTICO La mayor parte de los padres observan por primera vez la actividad motora excesiva cuando sus hijos son pequeños, coincidiendo frecuentemente conel desarrollo de la locomoción independiente. Sin embargo, puesto que muchos niños pequeños sobreactivos no llegan a desarrollar un trastorno por déficit de atención con hiperactividad, es preciso ser cautelosos al establecer este diagnóstico en los primeros años de la vida. Habitualmente, el trastorno es diagnosticado por vez primera durante los años de enseñanza elemental, cuando queda afectada la adaptación escolar. En la mayoría de los casos visitados en centros clínicos, el trastorno se mantiene relativamente estable a lo largo de los primeros años de la adolescencia. 6.CURSO Y PRONÓSTICO En muchos sujetos, los síntomas se atenúan a medida que avanza la adolescencia y durante la vida adulta, aunque una minoría experimenta el cuadro sintomático completo del trastorno por déficit de atención con hiperactividad en plena edad adulta. Otros adultos pueden mantener sólo algunos de los síntomas, en cuyo caso debe utilizarse el diagnóstico de trastorno por déficit de atención con hiperactividad, en remisión parcial. Este diagnóstico se aplica a sujetos que ya no sufren el trastorno completo, pero que todavía presentan algunos síntomas que causan alteraciones funcionales. Asimismo, es necesario tomar en cuenta los predictores de persistencia como historia familiar, adversidad psicosocial y comorbilidad, cuando se presenta esta última que es más la regla que la excepción, será más difícil la recuperación y el individuo tendrá mayor probabilidad de disfunción grave. Por lo tanto, es importante la detección y tratamiento oportuno, como la referencia a un especialista en un segundo o tercer nivel de asistencia. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales El diagnóstico del TDAH está basado principalmente en la evaluación clínica, tomando en cuenta los criterios diagnósticos descritos previamente y el sistema de multiinformantes, que incluye entrevista con los padres sobre las diferentes etapas del desarrollo del niño o adolescente y su comportamiento, un examen directo con el menor, una revisión de la información que proviene del profesor de la escuela. Se requiere de una historia clínica completa (antecedentes familiares, personales, patológicos e historia del desarrollo), así como conocer cuándo interconsultar a un especialista y cuándo referirlo a otro nivel de atención. Además de la impresión global de los informantes sobre la presencia de los síntomas del trastorno, se debe obtener (sobre todo en niños) descripciones de conductas específicas en diversas situaciones, como durante la realización de tareas estructuradas o no estructuradas, trabajo en grupo o individual, y actividades de ocio o académicas. Esta aproximación minimiza el sesgo del informante que surge de las expectativas del comportamiento del menor o de la presencia de comorbilidad psicopatológica, tales como conductas negativistas o agresivas. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales La evaluación en adolescentes requiere una aproximación similar a la empleada con los niños. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con éstos, la entrevista con el adolescente puede desempeñar un papel más importante en la evaluación, ya que éste tiene mayor conocimiento de sus problemas sociales, escolares y de comportamiento. Asimismo, se recomienda la confidencialidad, es decir, no se debe comentar la información a otros miembros de la familia a menos que el menor esté de acuerdo y/o lo autorice o si se encuentra en una situación que amerite romper el secreto profesional. Cabe señalar que no existen pruebas diagnósticas para el TDAH, el electroencefalograma no hace el diagnóstico ni es un estudio obligado. Los estudios psicológicos son complementarios para el diagnóstico, evolución y tratamiento del TDAH y las pruebas neuropsicológicas son importantes para detectar si tiene compromiso en algunas funciones cerebrales y para saber si tiene problemas de aprendizaje. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales CEPO La Escala CEPO es un instrumento útil en las investigaciones clínicas y epidemiológicas para el TDAH. Valora exclusivamente los síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad en la adolescencia; tiene dos versiones: una autoaplicable, es decir, que el chico puede leerla y contestarla por sí mismo y otra para ser contestada por los padres o tutores de los adolescentes valorando los mismos síntomas. La Escala CEPO en sus dos versiones permite distinguir de manera global los grupos de pacientes con TDAH de aquellos que no lo padecen, así como la severidad de los síntomas de este trastorno. La puntuación de 46 o más para ambas versiones, indica alta probabilidad de padecer TDAH; sin embargo no sustituye el diagnóstico clínico. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales Escalas de Conners Creadas en 1970, son posiblemente los instrumentos más utilizados en la evaluación del TDAH. Aunque estas escalas se desarrollaron para evaluar los cambios en la conducta de niños hiperactivos que recibían tratamiento con medicación estimulante, su uso se ha extendido al proceso de evaluación anterior al tratamiento, como instrumento útil para recoger información de padres y profesores. Las escalas de Conners son un listado de síntomas con un formato de escala tipo Likert. Hoy día existen más de 30 versiones. En México fueron adaptadas por investigadores expertos: la escala para padres con 93 ítems y la escala para profesores con 39 ítems. Una puntuación igual o mayor a 14 en niños menores de 8 años de edad y una puntuación igual o mayor a 15 en niños y adolescentes de 9 a 17 años, nos permite distinguir los grupos de pacientes con TDAH y sin TDAH. (En el anexo aparecen ambas escalas para su aplicación por el profesional de la salud). TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE TND 1.DEFINICIÓN DEL TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE El Trastorno Negativista Desafiante (TND) se caracteriza por un patrón recurrente de conductas no cooperativas, desafiantes, negativas, irritables y hostiles hacia los padres, compañeros, profesores y otras figuras de autoridad. Son niños y adolescentes discutidores, desafiantes y provocadores que se enojan y pierden el control con facilidad. A diferencia del Trastorno Disocial, no hay violaciones de las leyes ni de los derechos básicos de los demás. Este comportamiento, se presenta por un periodo mayor a seis meses y con más intensidad que en otros adolescentes de su misma edad. Este trastorno interfiere casi siempre en sus relaciones interpersonales, su vida familiar y su rendimiento escolar. Como consecuencias secundarias a estas dificultades, los niños suelen tener baja autoestima, escasa tolerancia a las frustraciones y depresión. 2.CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA Las dos clasificaciones de los trastornos mentales más ampliamente utilizadas son la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su décima edición (CIE-10) y la Clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en su Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta edición texto revisado (DSM-V). El DSM-V y la CIE-10 comparten idénticos criterios diagnósticos, pero difieren en sus condiciones diagnósticas. El DSM-V, lo incluye en los trastornos por conductas perturbadoras, mientras que en la CIE-10 se considera un subtipo menos grave de trastorno disocial: El “trastorno disocial desafiante y oposicionista (F91.3). Los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR, donde se especifica que este trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo. No se cumplen los criterios del trastorno disocial y si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco cumple los criterios de trastorno antisocial de la personalidad. Criterios diagnósticos del TrastornoNegativista Desafiante DSM-IV-TR A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de las siguientes conductas: 1. A menudo se encoleriza e incurre en pataletas. 2. A menudo discute con adultos. 3. A menudo desafía activamente a los adultos o se rehúsa a cumplir sus demandas. 4. A menudo molesta deliberadamente a otras personas. 5. A menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento. 6. A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros. 7. A menudo es colérico y resentido. 8. A menudo es rencoroso o vengativo. Nota. Considerar que se cumple un criterio, sólo si el comportamiento se presenta con más frecuencia de la observada típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo comparables. B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral. C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo. D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad. Criterios diagnósticos del Trastorno Negativista Desafiante DSM-V A. Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses, que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías siguientes y que se exhibe durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano. Enfado/irritabilidad 1. A menudo pierde la calma. (1) 2. A menudo está susceptible o se molesta con facilidad. (6) 3. A menudo está enfadado y resentido. (7) Discusiones/actitud desafiante 4. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes. (2) 5. A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas. (3) 6. A menudo molesta a los demás deliberadamente. (4) 7. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento. Vengativo (5) 8. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses (8) B. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa, profesional u otras importantes. Criterios diagnósticos del Trastorno de la Conducta DSM-V C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo. Especificar la gravedad actual: Leve: Los síntomas se limitan a un entorno (p. ej., en casa, en la escuela, en el trabajo, con los compañeros). Moderado: Algunos síntomas aparecen en dos entornos por lo menos. Grave: Algunos síntomas aparecen en tres o más entornos Criterios diagnósticos del Trastorno de la Conducta DSM-V Especificar el tipo en función de la edad de inicio Tipo de inicio infantil: Se inicia por lo menos una de las características criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad. Tipo de inicio adolescente: Ausencia de cualquier característica criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad Especificar la gravedad Leve: Pocos o ningún problema de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico y los problemas de comportamiento sólo causan daños mínimos a otros. Moderada: El número de problemas de comportamiento y su efecto sobre otras personas son intermedios entre «leves» y «graves». Grave: Varios problemas de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico o los problemas de comportamiento causan daños considerables a otros. 3.EPIDEMIOLOGÍA La prevalencia del TND varía en función de la naturaleza de la población estudiada y de los métodos de evaluación. Se han hallado tasas de trastorno negativista desafiante situadas entre el 2 y el 16 %. Este trastorno puede aparecer desde los 3 años de edad, aunque suele iniciarse a los 8 y normalmente no después de la adolescencia. Antes de la pubertad es más común en hombres que en mujeres, aunque la distribución por sexos se iguala en la adolescencia. Los síntomas negativistas acostumbran a aflorar en el ambiente familiar, pero con el paso del tiempo pueden producirse en otros ambientes. Su inicio es típicamente gradual, y suelen mantenerse a lo largo de meses o años. En una proporción significativa de casos, el trastorno negativista desafiante constituye un antecedente evolutivo del trastorno disocial. Este trastorno afecta aproximadamente de 2 a 16 niños y adolescentes de cada 100 y es más frecuente entre los jóvenes de familias de un estado socioeconómico bajo. 4.ASPECTOS SOCIOCULTURALES El trastorno negativista desafiante parece ser más frecuente en familias donde por lo menos uno de los padres cuenta con una historia de trastorno del estado de ánimo, trastorno negativista desafiante, trastorno disocial, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno antisocial de la personalidad o trastorno por consumo de sustancias. Además, algunos estudios sugieren que las madres con trastorno depresivo cuentan con más probabilidades de tener hijos con trastorno negativista, aunque no está claro en qué medida la depresión materna es el resultado del comportamiento negativista de los niños o su causa. El trastorno negativista desafiante es más frecuente en familias donde existen conflictos conyugales graves. 4.ASPECTOS SOCIOCULTURALES El trastorno parece molestar más a las personas que lo rodean que al propio niño o adolescente que lo presenta. Pueden tener problemas en la relación con los amigos y pueden percibir las relaciones humanas como insatisfactorias. A pesar de tener un nivel de inteligencia adecuado, su rendimiento académico es bajo, ya que se niegan a participar, se resisten ante las demandas externas e insisten en solucionar sus problemas sin la ayuda de los demás. Como consecuencias secundarias a estas dificultades suelen tener una baja autoestima, escasa tolerancia a la frustración, ánimo deprimido y estallidos de enojo. 5.ETIOLOGÍA DEL TND Como se ha mencionado, la conducta oposicionista puede ser normal en ciertas etapas del desarrollo; es necesaria para asumir una individualidad y poder establecer normas y controles internos. Cuando no se puede expresar abiertamente la agresión ésta es bloqueada, entonces puede expresarse como una resistencia pasiva, es decir: no coopera, no sigue instrucciones, así se convierte en una forma de manejar el estrés para el niño o el adolescente. De esta manera, estas conductas se convierten en parte de las manifestaciones que persisten aún después de que su función “adaptativa” hubiera terminado. En algunos niños y adolescentes, la sintomatología negativista puede aparecer como reacción a un accidente, enfermedad, después de un evento traumático, o puede ser una defensa contra sentimientos de incapacidad, incompetencia, ansiedad, pérdida de autoestima o tendencias de sumisión. 5.ETIOLOGÍA DEL TND 1. Teoría biológica – fisiológica: Hoy día parece un hecho demostrado que en los niños y adolescentes con problemas de conducta existen factores heredados de tipo neurofisiológico, psicofisiológico y bioquímico que los predisponen a manifestar conductas inmaduras, infantiles y de baja tolerancia a la frustración, etcétera. Se sabe que la conducta agresiva está relacionada con factores bioquímicos (con sustancias que tenemos en el cerebro), hormonales. 2. Teoría del aprendizaje: Plantea que las características negativas del trastorno son actitudes que los jóvenes aprenden de las técnicas negativas empleadas por los padres y figurasde autoridad (castigos, gritos, golpes, ignorarlos, etcétera). Esto hace que los jóvenes tengan conductas agresivas, groseras y rebeldes; ya que de esta forma logran la atención, el tiempo, la preocupación y la interacción que desean obtener de sus padres o de las figuras de autoridad. 5.ETIOLOGÍA DEL TND En el TND no existen patrones de crianza familiares distintivos, pero se ha encontrado que muchos de los padres de niños o adolescentes con este trastorno se interesan de manera exagerada por el poder y el control sobre sus hijos. En algunas familias se han observado hermanos obstinados, madres deprimidas y controladoras y padres pasivo-agresivos, (por ejemplo, ignorar la educación de los hijos, pero criticar cualquier intervención de la madre). 6.CURSO Y PRONÓSTICO El TND suele ponerse de manifiesto antes de los 8 años de edad y en general no más tarde del inicio de la adolescencia. Los síntomas negativistas acostumbran a aflorar en el ambiente familiar, pero con el paso del tiempo pueden producirse en otros ambientes. Su inicio es típicamente gradual, y suelen mantenerse a lo largo de meses o años. El pronóstico del TND depende de muchas variables, entre las que se incluye la gravedad del trastorno, la estabilidad a lo largo del tiempo, la presencia de otros trastornos (como Trastorno Disocial (TD), Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), Trastornos del Aprendizaje, Trastornos del estado de Ánimo y Trastornos de Abuso de Sustancias) y el grado de integración familiar. 6.CURSO Y PRONÓSTICO Alrededor de 25 de cada 100 niños a los que se les hace el diagnóstico de TND puede ser que dejen de cumplir con él después de unos años. En estos casos, se desconoce si los criterios se aplicaron a niños, cuyo comportamiento era normal desde el punto de vista evolutivo o si el trastorno remitió espontáneamente. Estos pacientes tienen el mejor pronóstico. Las personas en las que el diagnóstico persiste pueden mantenerse estables o comenzar a violar los derechos de los demás y así desarrollar un Trastorno Disocial. Por lo tanto, el pronóstico de los niños y adolescentes con un TND depende de alguna manera del grado de funcionamiento familiar y del desarrollo o no de otras psicopatologías. La secuencia más probable sería: inicio del TDAH, luego el TND pueden ser comórbidos con trastornos de ansiedad; trastorno disocial en la adolescencia comórbidos con cualquier trastorno internalizado (ansiedad y/o depresión) y con una posible evolución hacia el consumo de sustancias adictivas, como también alta probabilidad de desarrollar el trastorno antisocial de la personalidad en edad adulta. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales Todos los niños en ciertas ocasiones se pueden mostrar desafiantes o desobedientes con sus padres, sus profesores o con otros adultos, principalmente cuando se encuentran cansados, con hambre, estresados, preocupados o indispuestos. Esta conducta se observa de manera frecuente en los niños entre los dos y tres años de edad como parte normal de su desarrollo, ya que en esta etapa comienzan a formar su propia identidad, establecer su autonomía y a imponerse normas y controles. Otro periodo en el cual podemos observar este comportamiento es la adolescencia, como expresión de la necesidad de independizarse de los padres y desarrollar su propia personalidad. El diagnóstico del TND está basado principalmente en la evaluación clínica, tomando en cuenta los criterios diagnósticos descritos previamente (DSM-V) y el sistema de multiinformantes, que incluye entrevista con los padres sobre las diferentes etapas del desarrollo del niño o adolescente y su comportamiento, un examen directo con el menor, una revisión de la información que proviene del profesor de la escuela. Se requiere de una historia clínica completa (antecedentes familiares, personales, patológicos e historia del desarrollo), así como conocer cuándo interconsultar a un especialista y cuándo referirlo a otro nivel de atención. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales Puesto que todas las características del trastorno negativista desafiante suelen estar presentes en el TC, el TND no se diagnostica si se cumplen criterios de trastorno disocial. El trastorno negativista es una característica comúnmente asociada a trastornos del estado de ánimo (Trastornos Internalizados) y a trastornos psicóticos de niños y adolescentes y no debe ser diagnosticado separadamente si los síntomas aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno del estado de ánimo o de un trastorno psicótico. Los comportamientos negativistas también pueden distinguirse del comportamiento perturbador resultante de la desatención y la impulsividad propias del TDAH. Cuando coexisten ambos trastornos, deben diagnosticarse los dos. En sujetos con retraso mental, sólo se establece un diagnóstico de trastorno negativista desafiante cuando el comportamiento negativista es notablemente mayor que la habitualmente observada en sujetos de edad, sexo y gravedad del retraso mental comparables. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales El TND también debe distinguirse de una incapacidad para seguir normas, resultante de una alteración de la comprensión del lenguaje (por ejemplo, pérdida auditiva, trastorno del lenguaje receptivo-expresivo). Sólo debe considerarse el diagnóstico de TND si los comportamientos en cuestión aparecen más a menudo y tienen consecuencias más graves que las observadas típicamente en otros sujetos de nivel de desarrollo comparable, conduciendo a deterioro significativo de la actividad social académica o laboral. TRASTORNO DE LA CONDUCTA 1.DEFINICIÓN DE TRASTORNO DE LA CONDUCTA El Trastorno de conducta (TC) es un conjunto persistente de comportamientos que evolucionan con el tiempo; se caracteriza por comportamientos en contra de la sociedad (antisociales) que violan los derechos de otras personas, las normas y reglas adecuadas para la edad. Estas manifestaciones van unidas a una serie de situaciones familiares, sociales y escolares que las pueden iniciar o mantener: aunque aparecen en etapas infantiles, pueden continuar en la adolescencia y se extienden a la edad adulta. En esta etapa de la vida, se denomina al problema trastorno antisocial de la personalidad. 1.DEFINICIÓN DE TRASTORNO DE LA CONDUCTA A continuación se ejemplifican algunos comportamientos antisociales: 1. Comportamiento agresivo y destructor que se manifiesta tanto hacia las personas como hacia los animales, sin que exista de manera aparente afectación emocional, falta de culpa y de empatía, este comportamiento suele ir unido a amenazas o daño físico. 2. Falsedad y engaño utilizados para obtener aquello que de otra forma no alcanzaría o para evitar la ejecución de sus responsabilidades u obligaciones. 3. Violación de reglas y de derechos de los demás, por ejemplo faltar a clase sin justificación, hacer broma 2.CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA Las dos clasificaciones de los trastornos mentales más ampliamente utilizadas son la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su décima edición (CIE-10) y la Clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en su Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta edición texto revisado (DSM-V). Aunque de formato diferente, los criterios diagnósticos del DSM-V y de la CIE-10 para el trastorno disocial resultan casi idénticos.El DSM-V sólo diferencia dos tipos de inicio: en la niñez (antes de los 10 años) o en la adolescencia; además de especificar la gravedad (leve, moderada o grave), según el número de alteraciones del comportamiento presentes 2.CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA La CIE-10 tiene una categoría para los trastornos disociales (F91). También recomienda indicar la edad de inicio de los síntomas, distingue distintos tipos de trastorno disocial: a) limitado al ámbito familiar (F91.0);b) en niños no socializados (F91.1); c) en niños socializados (F91.2); d) desafiante y oposicionista (F91.3); e) otros trastorno disociales (F91.8) y f) Trastorno disocial sin especificación (F91.9). El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral. Si el individuo tiene 18 años o más, no se cumplen los criterios del trastorno antisocial de la personalidad Criterios diagnósticos del Trastorno de la Conducta DSM-V A. Los chicos con este trastorno presentan un patrón repetitivo persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de otras personas o las normas sociales importantes propias de la edad. El trastorno se manifiesta por la presencia de tres (o más) de los siguientes criterios durante los últimos 12 meses y por lo menos un criterio durante los últimos 6 meses. Agresión a personas o animales 1. Constantemente fanfarronean, amenazan o intimidan a otros. 2. A menudo inician peleas físicas. 3. Han llegado a utilizar armas que pueden causar daño físico grave a otras personas (bate, ladrillo, botella rota, navaja, pistola, palo). 4. Manifiestan crueldad física con las personas. 5. Manifiestan crueldad física con los animales. 6. Roban enfrentándose a la víctima (ataque con violencia, arrebatar bolsa). 7. Han forzado a alguien a una actividad sexual. Destrucción de la propiedad 8. Provocan deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves. 9. Destruyen deliberadamente propiedades de otras personas (útiles escolares, juguetes, ropa, etcétera). Criterios diagnósticos del Trastorno de la Conducta DSM-V Fraudulencia o robo 10. Se meten sin permiso a la casa o el automóvil de otra persona. 11. Mienten para obtener bienes o favores o para evitar obligaciones. 12. Roban objetos de valor sin enfrentamiento con la víctima (robo en tiendas, dinero a los padres o familiares, etcétera). Violaciones graves de normas 13. Permanecen fuera de su casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad. 14. Se escapan de su casa durante la noche por lo menos dos veces; o sólo una vez si tardan en regresar un largo período. 15. Realizan novillos (irse de pinta) antes de los 13 años de edad. B. El TD provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral. C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo. D. Si el individuo tiene 18 años o más, no cumple criterios de trastorno antisocial de la personalidad Criterios diagnósticos del Trastorno de la Conducta DSM-V Especificar el tipo en función de la edad de inicio Tipo de inicio infantil: Se inicia por lo menos una de las características criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad. Tipo de inicio adolescente: Ausencia de cualquier característica criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad Especificar la gravedad Leve: Pocos o ningún problema de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico y los problemas de comportamiento sólo causan daños mínimos a otros. Moderada: El número de problemas de comportamiento y su efecto sobre otras personas son intermedios entre «leves» y «graves». Grave: Varios problemas de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico o los problemas de comportamiento causan daños considerables a otros. Criterios diagnósticos del Trastorno de la Conducta DSM-V Especificar si: Con emociones prosociales limitadas: Para poder asignar este especificador, el individuo ha de haber presentado por lo menos dos de las siguientes características de forma persistente durante doce meses por lo menos, en diversas relaciones y situaciones. Estas características reflejan el patrón típico de relaciones interpersonales y emocionales del individuo durante ese período, no solamente episodios ocasionales en algunas situaciones. Por lo tanto, para evaluar los criterios de un especificador concreto, se necesitan varias fuentes de información. Además de la comunicación del propio individuo, es necesario considerar lo que dicen otros que lo hayan conocido durante periodos prolongados de tiempo (p. ej., padres, profesores, compañeros de trabajo, familiares, amigos). Falta de remordimientos o culpabilidad: No se siente mal ni culpable cuando hace algo malo (no cuentan los remordimientos que expresa solamente cuando le sorprenden o ante un castigo). El individuo muestra una falta general de preocupación sobre las consecuencias negativas de sus acciones. Por ejemplo, el individuo no siente remordimientos después de hacer daño a alguien ni se preocupa por las consecuencias de transgredir las reglas. Criterios diagnósticos del Trastorno de la Conducta DSM-V Especificar si: Insensible, carente de empatía: No tiene en cuenta ni le preocupan los sentimientos de los demás. Este individuo se describe como frío e indiferente. La persona parece más preocupada por los efectos de sus actos sobre sí mismo que sobre los demás, incluso cuando provocan daños apreciables a terceros. Despreocupado por su rendimiento: No muestra preocupación respecto a un rendimiento deficitario o problemático en la escuela, en el trabajo o en otras actividades importantes. El individuo no realiza el esfuerzo necesario para alcanzar un buen rendimiento, incluso cuando las expectativas son claras, y suele culpar a los demás de su rendimiento deficitario. Afecto superficial o deficiente: No expresa sentimientos ni muestra emociones con los demás, salvo de una forma que parece poco sentida, poco sincera o superficial (p. ej., con acciones que contradicen la emoción expresada; puede “conectar” o “desconectar” las emociones rápidamente) o cuando recurre a expresiones emocionales para obtener beneficios (p. ej., expresa emociones para manipular o intimidar a otros). 3.EPIDEMIOLOGÍA El Trastorno Disocial (de conducta) es considerado como una de las formas más frecuentes de psicopatología en niños y adolescentes. Al parecer, la prevalencia del trastorno disocial se ha incrementado durante las últimas décadas, puede ser más elevada en los núcleos urbanos que en las zonas rurales. También existe una relación entre el bajo nivel socioeconómico. Las tasas varían ampliamente en función de la naturaleza de la población estudiada y los métodos de análisis: en los varones de edad inferior a 18 años, las tasas oscilan entre el 6 y el 16%; en las mujeres las tasas se mueven entre el 2 y el 9%, y en la población general entre 1.5 y 3.4%. El trastorno disocial es uno de los problemas diagnosticados con mayor frecuencia en los centros de salud mental para niños, tanto en régimen ambulatorio, como en hospitalización. La edad media de aparición es más temprana en los hombres que en las mujeres. En los varones puede desarrollarse entre los 10 y 12 años de edad, mientras que en las mujeres entre los 14 y 16 años. Cuando el TD inicia antes de los 10 años es un fuerte indicador de persistencia. Este trastorno es más frecuente en varones, se presenta en 4 hombres por una mujer. 4.ASPECTOS SOCIOCULTURALES Con cierta frecuencia se ha planteado la posibilidad de que el diagnóstico de trastorno de conducta no se aplique correctamente a sujetos procedentes de ambientes donde los patrones de comportamiento indeseable, algunas veces, son considerados como protectores (por ejemplo, amenazas, pobreza, crimen). De acuerdo con la definición del DSM-V, el diagnóstico de trastorno disocial sólo debe aplicarse cuando el comportamiento en cuestión sea sintomático de una disfunción subyacente del individuo y no constituya simplemente una reacción ante el contexto social inmediato. Además, los jóvenes inmigrantes procedentes de países arrasados por la guerra que han vivido una historia de comportamientos agresivos, quizá necesarios parasu supervivencia en aquel contexto, no justifican necesariamente un diagnóstico de trastorno disocial. La consideración del contexto social y económico en que se hayan producido los comportamientos indeseables puede ser útil al clínico. 5.ETIOLOGÍA Los factores que contribuyen al desarrollo del TC son los siguientes: Factores parentales (padres) Se ha encontrado que hay ciertas características de los padres que favorecen que sus hijos desarrollen un TC, por ejemplo: La educación rígida y punitiva caracterizada por la grave agresión física o verbal, está asociada al desarrollo de comportamientos agresivos mal adaptativos. Patrones de disciplina incorrectos, pueden variar desde la severidad extrema y estricta, hasta la incongruencia o relativa falta de supervisión y control. Condiciones caóticas en el hogar. El divorcio, donde exista una hostilidad persistente, sobre todo si existe resentimiento y amargura entre los padres. El abuso, maltrato infantil y negligencia. Alcoholismo y abuso de sustancias. Trastornos psiquiátricos. 5.ETIOLOGÍA Factores socioculturales: Sufrir privaciones económicas. Vivir en zonas urbanas marginadas y que además exista consumo de drogas. Desempleo de los padres. Falta de una red de apoyo social. Falta de participación en las actividades de la comunidad (pueden ser deportivas). Factores psicológicos Los niños criados en condiciones caóticas y negligentes suelen ser malhumorados, agresivos, destructivos e incapaces de desarrollar progresivamente la tolerancia a la frustración, necesaria para las relaciones maduras. 5.ETIOLOGÍA Factores neuropsicológicos Exámenes neuropsicológicos indican que los niños y adolescentes que tienen trastornos de conducta parecen tener dificultades en el funcionamiento del lóbulo frontal del cerebro, lo cual interfiere con su capacidad de planificar, evitar los riesgos y aprender de sus experiencias negativas. Se considera que el temperamento de los niños tiene origen genético. Los niños y adolescentes de “carácter difícil” (por ejemplo, baja tolerancia a la frustración, inadaptabilidad al cambio, inestabilidad emocional) tienen mayor probabilidad de desarrollar trastornos del comportamiento. 6.CURSO Y PRONÓSTICO El inicio del trastorno disocial puede producirse hacia los 5 ó 6 años de edad, pero usualmente se observa al final de la infancia o al inicio de la adolescencia. Es muy raro que comience después de los 16 años de edad. El curso del trastorno disocial es variable. En la mayoría de sujetos, el trastorno remite en la vida adulta. Sin embargo, en la etapa adulta una proporción sustancial continúa manifestando comportamientos que cumplen criterios de trastorno antisocial de la personalidad. Muchos sujetos con trastorno disocial, particularmente los del tipo de inicio adolescente y quienes presentan síntomas leves y escasos, alcanzan en la vida adulta una adaptación social y laboral adecuada. El inicio precoz predice un pronóstico peor y un riesgo creciente en la vida adulta de sufrir un trastorno antisocial de la personalidad y trastornos por consumo de sustancias. Los individuos con trastorno disocial corren el riesgo de experimentar posteriormente trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos somatomorfos y trastornos por consumo de sustancias. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales El diagnóstico del TD está basado principalmente en la evaluación clínica, tomando en cuenta los criterios diagnósticos descritos previamente (DSM-IV-TR) y el sistema de multiinformantes, que incluye entrevista con los padres sobre las diferentes etapas del desarrollo del niño o adolescente y su comportamiento, un examen directo del menor, y revisión de la información que proviene del profesor de la escuela. Se requiere de una historia clínica completa (antecedentes familiares, personales, patológicos e historia del desarrollo), así como conocer cuándo interconsultar a un especialista y cuándo referirlo a otro nivel de atención. El TC es una de las formas más comunes de psicopatología y de las más difíciles de tratar debido a su complejidad, extensión de las áreas afectadas y carencia de recursos en las familias y en la comunidad; por ello es fundamental el diagnóstico y tratamiento oportuno. El TC no aparece de un día para otro, existe una gran variedad de síntomas que van evolucionando con el tiempo, hasta establecer un patrón uniforme de violación de los derechos de los demás. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales Históricamente se consideraba al Trastorno Negativista y Desafiante (TND) como un precursor leve del TC, es cierto que los niños y adolescentes que progresan desde el TND hasta el TC, mantienen sus características de oposición, pero existe cierta evidencia de que son dos trastornos independiente Muchos niños con TND nunca llegan a desarrollar un TC y cuando el TC se manifiesta en la adolescencia, muchas veces no está relacionado con un TND. La manifestación clínica diferenciadora más importante entre ambos trastornos es que en el TC se violan los derechos básicos de los demás, mientras que en el TND, la hostilidad y el negativismo no llegan a violar seriamente los derechos de los demás. 7.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales Otros trastornos que se deben descartar son los siguientes: 1. Trastornos del Estado de Ánimo 2. Trastorno Depresivo Mayor Grave 3. Trastorno Bipolar 4. Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad 5. Trastornos del Aprendizaje 6. Trastornos inducidos por Consumo de Sustancias 7. Trastorno Obsesivo Compulsivo 8. Trastorno de Gilles de la Tourette 9. Trastornos Profundos del Desarrollo (Autismo) Por lo general, los niños y adolescentes que manifiestan los síntomas del TC a una edad temprana, presentan un gran número de síntomas y son quienes con más frecuencia tienen peor pronóstico. En parte esto se debe a que los niños y adolescentes con TC grave parecen ser los más vulnerables para sufrir otros trastornos a lo largo de su vida y por lo tanto más problemas, lo que hace un peor pronóstico. En un TC leve, sin otros trastornos adicionales y con un funcionamiento intelectual normal, el pronóstico es bueno. ABUSO DE SUSTANCIAS ¿QUE ENTENDEMOS POR “SUSUTANCIAS”? El término “sustancia” o “droga” hace referencia a aquellas sustancias con capacidad de producir abuso o dependencia. Se emplea con la intención de actuar sobre el sistema nervioso central para conseguir un mejor rendimiento intelectual o físico, con ganas de experimentar nuevas sensaciones o con la pretensión de modificar el estado psíquico de quien la toma. Así pues, se pretende conseguir la autogratificación, pero al mismo tiempo tiene un efecto dañino para el sujeto que la consume. Entendemos por “sustancia psicoactiva” todas aquellas sustancias con capacidad para producir cambios psíquicos no necesariamente asociados a adicción. Las sustancias que se utilizan con fines terapéuticos son denominadas fármacos o medicamentos. ABUSO DE SUSTANCIAS Entendemos por “abuso de sustancias” un patrón desadaptativo de consumo de sustancias que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo y recurrente relacionado con el consumo repetido de sustancias. Este patrón se manifiesta durante al menos un mes, en condiciones peligrosas o sin considerar los problemas asociados con su uso. No indica necesariamente dependencia, dado que a diferencia de ésta, no requiere de la presencia de tolerancia, ni síndrome de abstinencia a la retirada, ni tampoco presenta un patrón de uso compulsivo, pero si existen consecuencias dañinas de su consumo. Se ha diferenciar el uso del abuso de sustancias. Aunque el uso de sustancias es un preludio necesario para el abuso, el uso de sustancias por sí solo no es suficiente para un diagnóstico de abuso. DEPENDENCIA Es un síndrome cerebral manifestado por un patrón comportamental en el cual el uso de una sustanciadada, o clase de sustancias, es de mucho más valor para el sujeto que otros comportamientos que alguna vez tuvieron alto valor. Consiste en un grupo de síntomas cognoscitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que el individuo continúa consumiendo la sustancia, a pesar de la aparición de problemas significativos relacionados con ella, existiendo un patrón de repetida autoadministración que a menudo lleva a la tolerancia, la abstinencia y a una ingesta compulsiva de la sustancia. Los adolescentes a menudo muestran tolerancia, sin embargo, no suelen padecer síndromes de abstinencia u otros síntomas de dependencia fisiológica. TOLERANCIA Se entiende por tolerancia el estado de neuroadaptación caracterizado por la disminución de las respuestas a la misma cantidad de droga o la necesidad de dosis mayores para producir el mismo efecto. Se trata de un proceso famacocinético y farmacodinámico. No toda droga que causa dependencia llevará a la tolerancia. SÍNDROME DE ABSTINENCIA El síndrome de abstinencia es la unión de reacciones físicas o corporales que ocurren cuando una persona deja de consumir sustancias a las que es adicta. FOBIAS ESPECIFICAS (FE) Y FOBIA SOCIAL (FS) ¿QUE ES LA ANSIEDAD? La ansiedad es una emoción normal que todos las personas hemos experimentado, forma parte de mecanismos básicos de supervivencia y es una respuesta a situaciones del medio que nos resultan sorpresivas, nuevas o amenazantes. Una reacción de ansiedad normal sería por ejemplo los hormigueos en el estómago cuando vamos a una cita importante, la tensión que se siente cuando el jefe está enojado, la taquicardia cuando nos sentimos en peligro. La ansiedad incita a actuar, a enfrentarse a una situación amenazadora o nos prepara para escapar. Es decir, se trata de una emoción encaminada a la adaptación y la preservación, nos ayuda a enfrentarnos a situaciones estresantes para tener el mejor desempeño. Sin embargo, como toda función de un sistema del organismo, este mecanismo que normalmente debe ayudarnos a enfrentarnos a una situación puede verse alterado, resultando esto en una respuesta desadaptativa que ocasiona disfunción en la vida cotidiana, en otras palabras, un trastorno de ansiedad. ¿QUE SON LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD? Un trastorno de ansiedad es una enfermedad que tiene como síntoma central una ansiedad intensa, desproporcionada, persistente y que afecta en varias áreas la vida cotidiana de quien la padece, a tal grado que le dificulta o le incapacita para estudiar, trabajar, convivir con su familia o con sus amigos. Desafortunadamente y a pesar de ser un trastorno mental común en la población general, con frecuencia pasa sin ser identificada ni tratada. La edad pediátrica es una etapa de la vida en la que también se presentan trastornos de ansiedad, y si estos son detectados y tratados a tiempo se puede disminuir el riesgo de su persistencia en la edad adulta. 1.DEFINICIÓN DE FOBIA Una fobia se caracteriza por un miedo que adquiere una dimensión patológica, irracional y desproporcionada que produce la evitación consciente del objeto, actividad o situación temida. Generalmente el miedo es reconocido como excesivo e incontrolable, lo que le ocasiona al niño o adolescente un estrés grave ante la posibilidad de enfrentarlo. Estos síntomas, como ocurre en todos los trastornos mentales, ocasionan una alteración en la capacidad para funcionar normalmente. La fobia social se caracteriza por el temor intenso y persistente a situaciones sociales o a ser el centro de atención, como hablar, comer o escribir en público, utilizar baños públicos, asistir a fiestas o entrevistas. No se limita a un lugar específico, sino a cualquier sitio. 1.DEFINICIÓN DE FOBIA Las fobias se dividen en dos grandes grupos: Fobia específica (FE) y fobia social (FS). La fobia específica consiste en un miedo intenso y continuo, de características excesivas e irrazonables, es provocado por la presencia o anticipación de la posibilidad de exponerse a un objeto o situación específica. Estos objetos o situaciones pueden ser muy variados: Tipo animal (arañas, cucarachas, ratones, perros, aves, serpientes, gatos) Tipo ambiental (oscuridad, tormentas, alturas, agua, relámpagos) Tipo situacional (elevadores, aviones, lugares cerrados, túneles, puentes, entre otros) Tipo sangre-inyecciones-daño Otros tipos (sonidos intensos o personas disfrazadas) 2.CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA Las dos clasificaciones de los trastornos mentales más ampliamente utilizadas son la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su décima edición (CIE-10) y la Clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en su Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta edición texto revisado (DSM-V). Aunque de formato diferente, los criterios diagnósticos del DSM-V y de la CIE-10 para el trastorno disocial resultan casi idénticos.El DSM-V sólo diferencia dos tipos de inicio: en la niñez (antes de los 10 años) o en la adolescencia; además de especificar la gravedad (leve, moderada o grave), según el número de alteraciones del comportamiento presentes Criterios diagnósticos de Fobia Especifica DSM-V A. Temor o ansiedad considerables acerca de un objeto o situación específicos (p. ej., volar, alturas, animales, inyecciones, ver sangre). Nota: en niños, el temor o la ansiedad pueden expresarse como llanto, berrinches, inmovilidad o aferramiento. B. El objeto o situación específicos casi siempre provocan temor o ansiedad inmediatos. C. El objeto o situación específicos son evitados de manera activa o resistidos con intensos temor o ansiedad. D. El temor o ansiedad son desproporcionados para el peligro real representado por el objeto o situación específicos y para el contexto sociocultural. E. Temor, ansiedad o evitación son persistentes, y suelen durar seis meses o más. F. Temor, ansiedad o evitación causan malestar desde el punto de vista clínico o deterioro significativo en las áreas social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. G. La alteración no es mejor explicada por los síntomas de otro trastorno mental, incluidos temor, ansiedad y evitación de situaciones relacionadas con síntomas del tipo del pánico u otros síntomas discapacitantes (como en la agorafobia); objetos o situaciones relacionados con obsesiones (como en el trastorno obsesivo-compulsivo); recordatorios de sucesos traumáticos (como en el trastorno de estrés postraumático); separación respecto de hogar o figuras de vinculación (como en el trastorno de ansiedad por separación); o situaciones sociales (como en el trastorno de ansiedad social). Criterios diagnósticos de Fobia Especifica DSM-V Especificar si: Animal (p. ej., arañas, insectos, perros). Ambiente natural (p. ej., alturas, tormentas, agua). Sangre-inyección-herida (p. ej., agujas, intervenciones médicas penetrantes). Situacional (p. ej., aviones, ascensores, sitios encerrados). Otros (p. ej., situaciones que pueden causar sofocamiento o vómito; p. ej., en niños, sonidos intensos o personas disfrazadas). Criterios diagnósticos de Fobia Social DSM-V A. Notables temor o ansiedad acerca de una o más situaciones sociales en que el individuo está expuesto al posible escrutinio de otros. Son ejemplos interacciones sociales (p. ej., tener una conversación, reunirse con desconocidos), ser observado (p. ej., al comer o beber) y actuar frente a otros (p. ej., dar un discurso). Nota: en niños, la ansiedad debe ocurrir en ambientes con pares y no sólo durante interacciones con adultos. B. El individuo teme actuar de un modo o mostrar síntomas de ansiedad que sean evaluados de forma negativa (es decir, será humillado o avergonzado; causará rechazo y ofensa a otros). C. Las situaciones sociales casi siempre provocan temor o ansiedad. Nota: en niños, el temor o la ansiedad pueden expresarse con llanto, berrinches, inmovilidad, aferramiento, encogimientoo ausencia de habla en situaciones sociales. D. Las situaciones sociales se evitan o soportan con intensos temor o ansiedad. E. El temor o la ansiedad son desproporcionados para la amenaza real representada por la situación social y para el contexto sociocultural. F. Temor, ansiedad o evitación son persistentes, y por lo común duran seis meses o más. G. Temor, ansiedad o evitación causan malestar desde el punto de vista clínico o deterioro significativo en las áreas social, laboral u otras importantes para el funcionamiento. H. Temor, ansiedad o evitación no son atribuibles a los efectos psicológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un fármaco) u otra afección médica. Criterios diagnósticos de Fobia Social DSM-V I. Temor, ansiedad o evitación no son explicados mejor por los síntomas de otro trastorno mental, como trastorno de pánico, trastorno dismórfico corporal o trastorno del espectro autista. J. Si hay otra afección médica (p. ej., enfermedad de Parkinson, obesidad, desreguración por quemaduras u otra lesión), temor, ansiedad o evitación carecen de relación o son excesivos. Especificar si: Exhibición pública sólo: si el temor se restringe a hablar o desempeñarse en público. 3.EPIDEMIOLOGÍA La prevalencia de FE reportada en la literatura varía según los umbrales utilizados para determinar aspectos de deterioro ocasionados por el trastorno. En la población general, la tasa de prevalencia anual es alrededor del 9%, mientras que la prevalencia a lo largo de la vida se reporta entre el 10 y el 11.3%. La frecuencia según el sexo varía según el tipo de fobia específica. El mayor porcentaje de los pacientes con FE son mujeres. La prevalencia de la FS va entre el 3 y el 13%. Un 20% de la población puede tener miedo excesivo a hablar en público, sin que llegue a cumplir criterios de FS. La prevalencia de la FS en población clínica, es decir, pacientes que están asistiendo a un centro de atención en salud mental por un trastorno de ansiedad, es de 10 al 20%. No existe diferencia entre sexos cuando se trata de población clínica; sin embargo en la población general hay un predominio en el sexo femenino. 4.ASPECTOS SOCIOCULTURALES El miedo a los espíritus o a la magia existe en mucha culturas y sólo debe considerarse una fobia específica cuando éste es excesivo según el contexto social y si provoca malestar y deterioro. Los niños pueden no reconocer que sus miedos son excesivos o irracionales, rara vez expresan por sí mismos malestar por la fobia, y frecuentemente las fobias que aparecen en la infancia son de carácter transitorio. En algunas culturas, sobre todo asiáticas, el temor excesivo puede ser ofender a los demás en situaciones sociales, en vez del temor a pasar humillación. 5.ETIOLOGÍA La causa exacta de las fobias es aún desconocida y las propuestas más aceptadas son las que tienen en cuenta la interacción entre factores biológicos, genéticos y psicosociales. Factores biológicos: no es la excepción el caso de las fobias en las que la vulnerabilidad biológica asociada a altos niveles de estrés resultan en la manifestación de los síntomas. Hay individuos más resistentes al estrés que otros, y probablemente este umbral está disminuido en los sujetos que presentan un tipo de fobia, lo cual está determinado biológicamente. También se ha observado un patrón familiar, lo que puede orientar a un componente genético. En cuanto a la fobia social existen varios estudios que apoyan un componente genético. Este componente es denominado inhibición conductual y se considera un factor de riesgo alto para desarrollar fobia social. Los niños y adolescentes conductualmente inhibidos se molestan fácilmente o temen a situaciones o cosas no familiares. Por otro lado estudios de imagen cerebral demuestran una mayor activación de la amígdala (estructura cerebral que controla las respuestas al miedo) y menor actividad en las regiones frontales de la corteza cerebral. Bioquímicamente también se ha asociado a desequilibrio de sistemas de neurotransmisores como el serotoninérgico, el dopaminérgico y el gabaérgico 5.ETIOLOGÍA Factores psicosociales: un miedo irracional a un objeto o situación como en la FE se puede adquirir por medio de la asociación de una experiencia temerosa con un objeto o situación en particular. También se puede adquirir por evitar constantemente el miedo irracional para no enfrentarse con un objeto o una situación temida. En el caso de la FS, algunas investigaciones han propuesto que puede tratarse de una conducta aprendida por observación e interacción con otros que experimentan la misma ansiedad. Otro factor de riesgo son los padres controladores y sobreprotectores, probablemente no sean capaces de identificar la ansiedad que experimentan sus hijos o peor aún, lo consideren normal. Hay chicos que han desarrollado FS posterior a una experiencia social vergonzosa pública. Otros factores psicosociales con la concomitancia son problemas de lenguaje, conflictos familiares o presencia de abuso de cualquier tipo. 6.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales Para diagnosticar las fobias es necesario que se cumplan los criterios mencionados, en número y tiempo. Los chicos pueden expresar llanto, tartamudez, parálisis, abrazos o aferramiento a familiares cercanos, negativa a mantener contacto con los demás o inclusive mutismo (se niegan a hablar con cualquier persona). Cuando el niño es un poco mayor o adolescente, puede ocurrir que se muestre tímido en exceso cuando se encuentra en ambientes no familiares, que se rehúse a participar en juegos de equipo o que prefiera permanecer cercano a los familiares de mayor edad. Generalmente, los niños presentan un deterioro en el rendimiento escolar pues implica participación en grupo y tareas donde se ve envuelto en situaciones sociales que le generan fobia. No deben confundirse las conductas evitativas de otros trastornos como: el miedo a la suciedad en un chico con TOC; en el trastorno por estrés postraumático, la evitación de estímulos relacionados con un acontecimiento traumático; la evitación de ir a la escuela en el TAS; la evitación al contacto social en un chico con un trastorno generalizado del desarrollo del espectro autista o con esquizofrenia. Tampoco con el temor intenso a hablar en público que puede tener un chico quien presenta tartamudez o quienes tienen un trastorno alimentario y muestran mucha angustia al tener que comer. TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACION 1.DEFINICIÓN DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN Es un trastorno de ansiedad que se presenta en general en niños y adolescentes, caracterizado por una ansiedad excesiva cuando no están con las principales personas a quienes están apegados, como los padres, los cuidadores o la pareja cuando es el caso, llegando a ser incapaces de quedarse solos, ir a la escuela o a algún otro lugar sin compañía. Estos chicos buscan estar siempre cerca de sus padres o cuidadores por miedo a la separación, pues temen que ocurra algo catastrófico como la muerte, un secuestro o un accidente grave, temas de los cuales frecuentemente presentan pesadillas. Aunque en el desarrollo normal estas características pueden aparecer, inician alrededor de los 7 meses de edad, alcanzan su mayor intensidad después del primer año de vida y van disminuyendo alrededor de los 2 años y medio de edad. Cuando ocurre después de esta etapa se considera anormal. 2.CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA Las dos clasificaciones de los trastornos mentales más ampliamente utilizadas son la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su décima edición (CIE-10) y la Clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en su Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta edición texto revisado (DSM-V). Aunque de formato diferente, los criterios diagnósticos del DSM-V y de la CIE-10 para el trastorno disocial resultan casi idénticos.El DSM-V sólo diferenciados tipos de inicio: en la niñez (antes de los 10 años) o en la adolescencia; además de especificar la gravedad (leve, moderada o grave), según el número de alteraciones del comportamiento presentes Criterios diagnósticos de Trastorno de Ansiedad por Separación DSM-V A. Temor o ansiedad inapropiados o excesivos para el nivel de desarrollo por la separación respecto de aquellos a quienes el individuo está vinculado, evidenciados por al menos tres de los siguientes: 1. Malestar excesivo recurrente cuando se anticipa o experimenta separación respecto del hogar o de figuras de vinculación importantes. 2. Preocupación persistente y excesiva por perder figuras de vinculación importantes o por posible daño a ellos, como enfermedad, lesión, desastres o muerte. 3. Preocupación persistente y excesiva por experimentar un suceso desagradable (p. ej., perderse, ser secuestrado, tener un accidente, enfermar) que cause separación respecto a una figura de vinculación importante. 4. Renuencia o rechazo persistentes a ir afuera, alejarse de casa o ir a la escuela, al trabajo o alguna otra parte por temor a la separación. 5. Temor o renuencia persistentes y excesivos a estar solo o sin las figuras de vinculación importantes en casa u otros ambientes. 6. Renuencia o rechazo persistentes a dormir lejos de casa o a ir a dormir sin tener cerca a una figura de vinculación importante. 7. Pesadillas repetidas con el tema de la separación. 8. Quejas repetidas de síntomas físicos (p. ej., cefaleas, dolor de estómago, náuseas, vómito) cuando ocurre o se anticipa la separación respecto a las figuras de vinculación importantes. Criterios diagnósticos de Trastorno de Ansiedad por Separación DSM-V B. Temor, ansiedad o evitación son persistentes, y duran al menos cuatro semanas en niños y adolescentes y por lo común seis meses o más en adultos. C. La alteración causa malestar desde el punto de vista clínico significativo o deterioro en las áreas social, académico, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. D. La alteración no es explicada mejor por otro trastorno mental, como rehusarse a salir de casa por resistencia excesiva al cambio en trastorno del espectro autista; delirios o alucinaciones acerca de la separación en trastornos psicóticos; rechazo a salir sin un acompañante de confianza en agorafobia; preocupaciones por problemas de salud u otro daño que afecten a allegados en trastorno de ansiedad generalizada; o preocupaciones por tener una enfermedad en trastorno de ansiedad por enfermedad. 3.EPIDEMIOLOGÍA El TAS es un problema común, y con frecuencia encontramos historia familiar de TAS. En diferentes estudios epidemiológicos se ha calculado una prevalencia que va del 0.6% al 6%, y aunque no hay diferencias significativas por sexo, hay un ligero predominio en las niñas. Se ha observado que más de 90% de los estudiantes con este trastorno pueden tener historia de ausentismo escolar, pero no hay estudios a gran escala sobre ello desde el punto de vista psiquiátrico. 4.ASPECTOS SOCIOCULTURALES Los factores psicosociales que contribuyen a la aparición del TAS son la exposición a una experiencia traumática propia o escuchar que sucedió, lo cual genera temor y miedo; el antecedente de pérdida o separación de una persona significativa, por muerte, trabajo o divorcio; cambiar de escuela, la llegada de un nuevo hermano o padecer una enfermedad. Los padres sobreprotectores, que amparan excesivamente al chico de las adversidades de la vida, tienden a afianzar la creencia de que todo afuera de casa es riesgoso y que conviene evitar salir del círculo familiar. Aunque actúe con la mejor de las intenciones, el sobreprotector impide al niño o adolescente aprender a manejar adversidades y asumir algún riesgo como parte de su vida. Se ha identificado que las familias que presentan este problema tienden a ser muy consentidoras y sobreprotectoras que transmiten un temor exagerado. Algunos padres transmiten a sus hijos sus propios miedos ante los peligros, y en este caso son los padres quienes no permiten al chico que se separe. 5.ETIOLOGÍA Como ocurre en otros trastornos mentales, el TAS es multicausal. En los que respecta a los factores biológicos se ha descrito que existe un desequilibrio en dos neurotransmisores principalmente: la norepinefrina y la serotonina. Estudios en gemelos monocigotos han sugerido un importante componente genético para desarrollar los trastornos de ansiedad, y en hijos de padres con trastornos de ansiedad es más frecuente encontrar un diagnóstico del espectro ansioso. Por ejemplo, hijos de padres con agorafobia tienen especial riesgo de desarrollar TAS. La personalidad también es un factor de riesgo para la presencia de TAS. Los chicos con un temperamento conocido como “inhibición conductual”, manifestado por temor y rechazo a nuevas situaciones, tienen más probabilidad de presentar TAS. 6.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales Cuando nos encontramos frente a un niño o adolescente del que se sospecha que pueda estar presentando TAS es muy importante comentar los síntomas para que los identifique como parte de algo anormal. Podemos dirigir la conversación con las siguientes preguntas: ¿Has notado que eres de las personas que se preocupan demasiado por que algo les pueda pasar a tus seres queridos, como tus padres o hermanos? ¿Crees que estas preocupaciones no te permiten estar tranquilo y aumentan cuando vas a quedarte solo en casa o debes salir sin ellos? ¿Crees que es muy difícil para ti quedarte solo en casa, a pesar de que ya no eres un niño? ¿Te parece justificado estar así de preocupado? ¿Crees que cualquier chico de tu edad estaría igual de preocupado sobre eso como tú lo estás? ¿Qué piensas sobre eso que te pasa? 6.Evaluación, diagnóstico y recomendaciones generales Se deben elaborar preguntas sencillas y fáciles de entender en el contexto del niño o el adolescente para evaluar cada uno de los criterios diagnósticos y la información debe ser manejada con mucha discreción. Como se mencionó, en el caso del TAG la información obtenida del niño o del adolescente es complementaria con la de los padres. En el caso del TAS, los padres pueden ofrecer información importante, en situaciones que el niño o el adolescente se pase a dormir a la cama de los padres, no pueda dormir con la luz apagada o bien busque dormir con alguien más en la habitación, inclusive con mascotas. TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA (TAG) 1.DEFINICIÓN DE ANSIEDAD GENERALIZADA El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se define como una ansiedad y preocupación excesivas por diferentes sucesos o actividades cotidianos (ejemplo, responsabilidades laborales, fallas académicas menores, temas económicos y otros problemas de carácter menor) durante la mayoría de los días, al menos por un periodo de seis meses. Una característica de las preocupaciones en el TAG que la diferencia de las preocupaciones que cualquier persona puede tener es que son difíciles de controlar, son consideradas excesivas (aunque no siempre) y son claramente desproporcionadas con las posibles consecuencias que puedan derivarse de la situación o acontecimiento temidos; además están asociadas a síntomas somáticos variados como sudoración de manos, temblor, tensión muscular, irritabilidad, alteraciones del sueño, cefalea y sensación de inquietud, y muchas veces pueden ser estos síntomas los más prominentes en los niños y los adolescentes. Es muy importante hacer la distinción entre la ansiedad de otros trastornos que se revisarán más adelante, así como la ansiedad secundaria a consumo y/o abstinencia de sustancias o por una enfermedad médica. Como se ha mencionado, la ansiedad es el síntoma central y ocasiona deterioro en áreas importantes de la vida de la persona. 2.CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA Las dos clasificaciones de los trastornos mentales más ampliamente utilizadas son la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización
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