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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES
A R A G Ó N
LICENCIADO(A) EN COMUNICACIÓN Y PERIODISMO
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
REPORTAJE
PRESENTA:
Alma Rocío Rodríguez Soto
ASESORA(A): María del Socorro de la Guerra Martínez
Nezahualcóyotl, Edo. de México octubre de 2012
“Esto sí es ‘rifarse el físico’. La cobertura
de la nota roja en el diario El Gráfico”.
Elaborado en el 
Curso-taller para la Titulación en
Trabajo Periodístico Escrito
FES Aragón
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
® 
EL "ROJO" 
4 ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012
Nunca es tarde para concluir un proceso y el día llegó. En una lista de personas que me ayudaron en la tarea de finalizar la carrera de Comunicación y Periodismo y lograr con ello el título de licenciatura quiero dar las gracias a:
Mis padres, Raúl y Guadalupe, por su apoyo, comprensión y, sobre todo, esfuerzo, para 
que terminara una carrera universitaria. Porque con el fruto de su trabajo, “estiraron” lo más 
que pudieron el dinero para que pudiera transportarme a la escuela y sacar esas copias 
de libros “tan famosas en los estudiantes de la UNAM”. Porque decidieron que debía llevar 
una vida diferente a la de ellos y porque me echaron porras para que lo lograra. Creo que 
no los he defraudado.
A la mujer que estuvo a mi lado y durmió conmigo casi 27 años; mi amiga y mi confiden-
te: Laura, quien, como toda buena hermana, me escuchó, solapó y cubrió la mayor parte 
de mis “aventuras” estudiantiles, pero también fue mi soporte y “benefactora” durante la 
carrera.
A mi hermano Hugo, mi sangre. Porque si bien Dios le preparó un destino diferente y 
me acompaña desde un lugar que desconozco, me enseñó a no bajar los brazos y a 
tener esperanza ante las adversidades y pruebas impuestas por la vida. De él aprendí que 
siempre hay que luchar con la cabeza en alto y, principalmente, a enfrentar los problemas 
con buen humor y una sonrisa por delante. 
A la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por abrirme sus puertas desde 
hace 17 años y dejarlas abiertas en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón para 
que regresara a concluir mi formación académica.
A mis profesores de la carrera y del curso taller, pero sobre todo a mi asesora, Socorro de 
la Guerra, quien no sólo me condujo en la elaboración de este reportaje sino que también 
Agradecimientos
5ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012
fue mi guía en situaciones de la vida cotidiana. Mi aprecio total para ella y agradezco que 
el destino la haya puesto en mi camino.
A El Gráfico, a su directora general, María Félix, y a todo su personal, por darme la oportu-
nidad de desarrollarme profesionalmente y de aportar los conocimientos que adquirí en 
la carrera, así como por la paciencia ante los errores y proporcionarme un sustento para 
mi familia, pero también por facilitarme el tema del trabajo periodístico para la titulación.
A mis entrevistados, que arrieros somos y en el camino andamos, Miguel Ángel Rodríguez, 
Enrique Morán, Ricardo Ham, Édgar Córdova, Jorge Cisneros, Juan Carlos Romero Puga, 
María Félix, Gabriela Morales, Rosalío Huízar, Jacobo Arellano, Karenia Piña, Erika Carpio y 
Yara Silva, por nutrir y “darle vida” a este trabajo, que sin su ayuda y sus historias no hubiera 
sido posible.
Al diseñador gráfico, Alejandro Espinosa, por “meterle de su cosecha” y, sobre todo, talen-
to al reportaje para que no se viera “gris”, ni siquiera “rojo”, todo por amor al arte y porque 
dice que fue un gusto y que me conoce desde la primaria.
Finalmente, quiero dar gracias a la vida por poner en mi camino desde mis primeros 
días en las aulas de la FES Aragón a mi esposo, Raúl García, a quien nunca terminaré por 
agradecer el apoyo y amor que me ha otorgado a lo largo de casi 12 años; por su ayuda 
y constante reclamo para que me titulara, porque aunado a todo lo anterior, algo muy 
importante, me dio la oportunidad de ser madre de Hugo León, el “motorcito con pila 
inagotable” que ahora rige mi existencia, y es a quien le dedico este trabajo que espero 
algún día lo lea. A ambos, los amo.
Foto: Rosalío Huízar
7ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012
Índice
Agradecimientos 4
Presentación 8
Noticias que “derraman sangre” 11
Periodismo denostado, pero muy leído 12
Su valor periodístico 16
Lo que vende 27
Hacia un periodismo policiaco más ético 31
Breve retrato de El Gráfico 35
Letras para el pueblo 36
“El primer diario de la mañana” 42
¡Paren las rotativas!, una mujer toma las riendas de El Gráfico 44
El “rojo” ilumina las portadas del diario 53
Apuesta por la nota roja 54
El diseño de una cobertura policiaca 56
La competencia nuestra de cada día 59
Ventas al cielo 61
Arriesgando el físico 65
La vida de una reportera de Seguridad 66
Edición policiaca con un toque femenino 78
El código de las “zetas” y “equis” 90
La batalla por no perder la nota 92
Sazones y desazones de la cobertura policiaca 95
Consideraciones finales 99
Fuentes de consulta 100
8 ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012
Es septiembre de 2012. En la actualidad trabajo como secretaria de Redacción en uno de los diarios populares más importantes de la capital mexicana y del valle de México, El Gráfico (tres pesos). Posiblemente su contenido no sea el más reflexivo, pero sí de los más leídos, y eso me obliga a detallar una de las razones por la cual 
este periódico se ha convertido en el medio de comunicación por excelencia entre los 
habitantes de la ciudad.
La nota roja es el elemento principal con la que este impreso se convirtió en el líder 
de ventas, al menos en el Distrito Federal, y más allá de ser un manual actualizado de 
periodismo especializado, este trabajo revela cómo es la cobertura de los hechos que se 
reseñan al interior de su sección de Seguridad, al tiempo que relata los riesgos a los que 
se han enfrentado los reporteros de esta fuente.
Hay periodismo especializado en deportes, espectáculos, cultura, ciencia, negocios, 
política, y muchos otros temas que quizá ni siquiera figuran o tienen lugar al interior de 
los diarios más importantes del país. En este contexto, la plusvalía del presente trabajo 
radica en que es una herramienta para aquellos que desean aventurarse a la cobertura de 
los hechos policiacos en donde la sangre y “muertitos” son los actores principales.
En el primer capítulo de este reportaje, “Periodismo denostado, pero muy leído, se aborda 
el contexto en el cual se desarrolla la nota roja; es decir, cuál es la percepción de personajes 
inmiscuidos en el periodismo policiaco y de quienes están fuera de él”. 
De esta forma, bajo la cuestión “¿qué tiene la nota roja, este tipo de periodismo que 
llama la atención, motiva vergüenza y timidez al leerlo, pero al mismo tiempo genera 
altas ventas para las empresas de comunicación que dedican espacio a este género? 
Se ofrece el punto de vista del director de la revista ALARMA!, Miguel Ángel Rodríguez 
Vázquez; Ricardo Ham, autor del libro México y sus asesinos seriales y Juan Carlos Romero 
Presentación
9ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012
Puga, coordinador del Programa de Libertad de Expresión del Centro de Periodismo 
y Ética Pública, entre otros destacados protagonistas en activo que ejercen este tipo 
de comunicación como Enrique Morán, coordinador editorial del periódico El Gráfico 
Toluca.Asimismo, en este capítulo se aborda el valor social y periodístico que aporta la cobertura 
de la nota roja, además del valor de sus imágenes, la riqueza de su jerga y hacia dónde 
tendrá que ir el enfoque de la misma, en el sentido de la ética. 
En el segundo apartado, “Breve retrato de El Gráfico”, se ofrece una reseña histórica del 
rotativo, de sus directores, de los motivos por los cuales pasó de ser un diario vespertino 
a matutino; las críticas y la recepción de editar un impreso que no se “canibalizara” con su 
“hermano mayor”: El Universal.
Se habla también de su diseño y cómo después de 80 años logró posicionarse como líder en 
ventas entre los diarios populares. Asimismo, mediante una entrevista de semblanza, su actual 
directora, María Félix Escalante, narra cómo toma las riendas de la edición, su estrategia actual 
y cómo se fue conformando el equipo que ha trabajado con ella durante los últimos años.
El tercer apartado, “El rojo ‘ilumina’ las portadas del diario”, describe la forma en que El 
Gráfico decide apostar por la nota roja como protagonista de todas sus ediciones. Cómo 
a través de una estrategia bien planeada por la dirección general sus ventas suben y se 
mantienen, quedando el diario en el gusto de los capitalinos. Así se decide armar un 
equipo de reporteros y fotógrafos de la fuente, quienes con su pericia y recursos llegan 
diariamente a la redacción a descargar sus materiales.
El equipo de cobertura se compone de las reporteras Yara Silva, Karenia Piña y Érika 
Carpio, tres mujeres que diariamente abordan una motocicleta para cubrir e informar 
sobre los acontecimientos policiacos, y los fotógrafos Rosalío Huízar y Jacobo Arellano. 
Todos ellos, en entrevista, señalan en el cuarto capítulo cómo cada uno llega al medio, sus 
experiencias más representativas, sus miedos, alegrías, ambiciones y sobre todo, lo que la 
nota roja les ha dejado en su vida. 
Es así que este trabajo periodístico se convierte en un texto actualizado sobre la cobertura 
de la nota roja, género del rotativo popular capitalino más leído, con un tiraje de 300 mil 
ejemplares y una devolución de 10%, números que lo colocan en líder de ventas. 
Sea este trabajo un referente para todos aquellos que desean aventurarse a la cobertura 
policiaca, ya sean estudiantes, pasantes o profesionales de la información.
Fotos: Rosalío Huízar
11ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012
1NOTICIAS QUE “DERRAMAN 
SANGRE”
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“Ese día pasaba normalmente, cuando su padre atacóla de repente, violóla con 
un deseo demente, ella quiso morirse en ese instante. Mató a su padre cuando 
éste le seguía, mientras su hermano con su madre le ponía, pensó que ayuda 
jamás encontraría, hasta que por fin halló a la policía”
“Alármala de tos”, Botellita de Jerez
Periodismo denostado, pero muy leído
Quizá miles de personas se han detenido frente a un puesto de periódicos 
a leer los encabezados de los diarios y revistas de circulación nacional, y 
una gran mayoría enfocan su atención hacia los rotativos con imágenes 
sangrientas y titulares que narran desgracias ajenas. 
Tal vez, algunos compraron el diario popular y se “atrevieron” a leerlo en 
el transporte público, ante la mirada curiosa o hasta inquisitoria de los 
pasajeros; otros, más osados, lo llevaron a sus hogares para dejarlo a la 
vista de su familia o simplemente, lo escondieron para evitar que sus hijos, 
sobrinos o nietos observaran el interior de las páginas. 
¿Qué tiene la nota roja, este tipo de periodismo que llama la atención, mo-
tiva vergüenza y timidez al leerlo, pero al mismo tiempo genera altas ventas 
para las empresas de comunicación que dedican espacio a este género?
Estigmatizada y denostada por los considerados “diarios serios” del país y 
hasta por las propias escuelas de Comunicación y Periodismo, la Nota Roja 
es un género periodístico que refleja una parte de la realidad, la mayoría 
de las veces cruda, de una sociedad.
Sus famosas publicaciones con imágenes sangrientas y encabezados 
irónicos sobre hechos delictivos o tragedias locales, hace que este tipo de 
periodismo no sea “monedita de oro” para ciertos sectores de la población 
y algunos lectores.
No es del desconocimiento público que por varios años el género policiaco 
ha sido subordinado a los reporteros principiantes, quienes, la mayoría de 
las veces, sólo buscan brincar a otras fuentes más formales, como política, 
El Gráfico 
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finanzas, incluso espectáculos y deportes, ya que está considerado como 
el de más bajo estatus dentro del periodismo.
“Hay quienes piensan que la Nota Roja es el ‘patito feo’ del periodismo; sin 
embargo, las miradas cada vez voltean más a ella. A todos nos interesan los 
temas de seguridad o de inseguridad porque no queremos ser parte de 
las estadísticas ‘negras’”, asegura el director de la revista ALARMA!, Miguel 
Ángel Rodríguez Vázquez.
En ese sentido, Ricardo Ham, autor del libro México y sus asesinos seriales, 
indica que desafortunadamente los nuevos periodistas prefieren acercar-
se a los géneros de espectáculos o deportes, pese a que estas fuentes no 
generan más que “seudo noticias” las cuales ocupan espacios importantes 
dentro de los medios impresos y electrónicos.
“El joven estudiante no se ha percatado de que el periodismo policiaco 
puede ser generador de historias de vida; sin duda, es la fuente más 
cercana al pueblo y puede ser un arma importante para denunciar las 
francas injusticias sociales que van de la mano con los abusos policiacos o 
impunidades pagadas”, señala Ricardo Ham.
El también profesor universitario considera que la Nota Roja es la “oveja 
negra” del periodismo, pues su naturaleza es “rebelde” y se inmiscuye tanto 
en política como en espectáculos y deportes, siempre y cuando exista 
delito de por medio. 
Sin embargo, opina que en las universidades, el periodismo de Nota Roja 
es despreciado por los estudiantes, quienes son deslumbrados por el 
mundo de los deportes o espectáculos por todo lo que implica. 
Al mismo tiempo, observa que se va desarrollando otro fenómeno en los 
jóvenes: el temor de “entrarle” al periodismo policiaco debido a que ponen 
en riesgo su integridad debido al incremento de la violencia en el país. 
El periodismo de Nota Roja es mucho más que encabezados escandalosos 
y fotografías “que salpican sangre”, podría ser considerado como parte im-
portante de la memoria colectiva y arma fundamental en la divulgación 
de muchos de los casos que han conmovido a la sociedad entera, agrega.
La Nota Roja también tiene que lidiar con varios “detractores” que pugnan 
por la ética en el tratamiento de las noticias de seguridad y justicia, pues 
Hay quienes 
piensan 
que la Nota 
Roja es el ‘patito 
feo’ del periodismo; 
sin embargo, las 
miradas cada vez 
voltean más ella”
Miguel Ángel Rodríguez 
Vázquez, director de la 
revista ALARMA!
El Gráfico El Gráfico 
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consideran que se exalta la violencia, la tragedia y el crimen, más allá de 
la información.
Juan Carlos Romero Puga, en su artículo “El periodismo de la violencia”, 
escribe que el problema mayor es que los diarios importantes y civilizados 
ahora imitan a esas otras publicaciones que se caracterizan por una pre-
caria autorrevisión de sus estándares éticos, como si estuvieran dirigidas a 
ciudadanos de segunda clase.
“Después de 40 mil muertos por el narcotráfico, nadie cree que se le está 
ganando la batalla al crimen organizado. Tampoco la sociedad parece más 
informada o sensible al tema”, indica.
Detalla que el gran error del periodismo policiaco es seguir presentando 
los sucesos como hechos aislados y no como parte de un patrón de vio-
lencia estructural que se viene dando.
“El periodismo debería de aportar claves para entender la realidad, y la 
prensa de nota roja mexicana no lo hace; en mi opinión lo que aporta 
son visionesfragmentarias que separadas, no dicen absolutamente nada”, 
señala en entrevista.
Añade: “El mostrar a una persona aislada no te da esas claves para entender 
lo que está pasando en tu realidad cercana y lo único que se va logrando 
es que la gente vea la violencia como un hecho cotidiano, que le es ajeno, 
no lo asume como un problema social, sino como un hecho aislado en el 
que alguien más es responsable, y donde basta con meter a esa persona a 
la cárcel para terminar con el problema. No es cierto”.
La consecuencia de esto es que se juzga de forma errónea el problema, 
que podría ser cercano y que habría de combatirse a partir de información 
fiable y de conductas y políticas públicas; sin embargo, la prensa no está 
siendo útil en ese sentido, indica.
El escritor Carlos Monsiváis, en su libro Los mil y un velorios, Crónica de la Nota 
Roja en México, señala que desde la década de 1920, los sectores ilustrados 
o semiilustrados de la sociedad condenaban las publicaciones de Nota Roja, 
no por sus errores, tales como manipulación de la ignorancia o deformación 
ilimitada de los hechos, sino por sus consumidores más notorios: los pobres.
Pese a esto, el periodismo policiaco, a lo que él llama “ghetto de la mar-
El 
periodismo 
debería de 
aportar claves para 
entender la realidad, 
y la prensa de nota 
roja mexicana no 
lo hace; lo que 
aporta son visiones 
fragmentarias que 
separadas, no dicen 
absolutamente nada” 
Juan Carlos Romero 
Puga, coordinador del 
Programa de Libertad de 
Expresión del Centro de 
Periodismo y Ética Pública
El Gráfico 
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ginalidad”, atrae por igual a ricos y desposeídos, quienes atienden a los 
detalles pintorescos y grotescos de este género. “Al final, sólo se retiene lo 
memorable: los grandes psicópatas, los asesinos en serie, la cantidad de 
sangre derramada”.
En ese sentido, Romero Puga puntualiza que la gente consume el pe-
riodismo policiaco, sí bien por el precio, pero también porque le aporta 
distancia respecto de los hechos más brutales que están sucediendo en 
el país.
“Se ha pensado que la prensa roja exorciza demonios. Cuando ves a un 
‘gran monstruo’ presentado en la página de un periódico, te permite apre-
ciarlo con lejanía, como alguien absolutamente ajeno a ti, a tu entorno y 
lo percibes como si no fuera problema tuyo”, expresa.
Miguel Rodríguez, quien ha estado al frente de ALARMA! desde hace más 
de 10 años, señala que existe la creencia de que la finalidad del periodis-
mo policiaco es saciar el morbo de algunos lectores; “se dice que es de 
mal gusto publicar cadáveres, pero no es sólo muertitos, es una cuestión 
social, de falta de oportunidades, de educación, de drogas, de salarios 
miserables; todo eso envuelve la Nota Roja”.
Enrique Morán, coordinador editorial del periódico El Gráfico Toluca, indica 
que la Nota Roja es de las pocas fuentes que ha mantenido su esencia, 
pese a la censura y las múltiples críticas.
“La nota policiaca es el género periodístico más puro, es la nota informa-
tiva por excelencia, pues te vas con lo que hay, con los hechos. Ahí no se 
especula, la información es tal cual, lo que encuentras en el lugar”, asegura 
el también exeditor en jefe del periódico El Metro.
No obstante, Romero Puga critica que actualmente el periodismo de 
Nota Roja presenta a detenidos en portada y los adjetiva; no importa 
si esa persona sale siete días después libre, “lo que queda en la percep-
ción y lo que arrojas hacia afuera como medio es el rostro, un adjetivo, 
y ante la sociedad, estigmatizas a una persona que la enjuicia como 
culpable”.
En tanto, Ricardo Ham advierte que quienes critican y desdeñan al pe-
riodismo de Nota Roja es porque no han trabajado en él y tratan de dar 
diversas interpretaciones, como políticas o psicológicas, a los hechos 
La nota 
policiaca es 
el género 
periodístico más 
puro, es la nota 
informativa por 
excelencia, pues 
te vas con lo que 
hay, con los hechos. 
Ahí no se especula, 
la información es 
tal cual, lo que 
encuentras en el 
lugar”
Enrique Morán, 
coordinador editorial del 
periódico El Gráfico Toluca
El Gráfico El Gráfico 
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delictivos. Asimismo siguen reprochando que este género encabece las 
portadas o los noticieros de los medios de comunicación. 
Pese a todos estos obstáculos para “ganarse” un lugar dentro del perio-
dismo, desde hace algún tiempo los medios de comunicación escritos 
y electrónicos dan espacio a noticias de índole policiaca, cuentan con 
una sección dedicada al ámbito de seguridad y justicia e incluso, algunas 
veces, publican a “ocho columnas” sucesos de este tipo.
Debido al interés que muestra la gente hacia este género periodístico, ac-
tualmente los noticieros de televisión, que se dicen serios, comienzan sus 
programas con noticias “rojas” y luego pasan con las de política o sociedad.
En ese sentido, Romero Puga indica que “el periodismo basura” de los 
tabloides, que era presentado como modelo a evitar, se metió a las redac-
ciones de los “diarios grandes”. Ante la escalada de violencia, varios medios 
han cedido a la tentación de someter la nota policiaca a una lógica de 
“infoentretenimiento”.
Lo anterior se hizo más evidente durante el sexenio del presidente Felipe 
Calderón, cuando periódicos como El Universal y Milenio comenzaron a 
realizar su conteo de los muertos por el narcotráfico.
Es de resaltar que actualmente para cubrir este tipo de noticias, los medios 
impresos y electrónicos destinan recursos materiales y tecnológicos que 
hasta hace una década parecerían impensables.
Su valor periodístico
El plasmar una parte de la realidad, el que esté dirigida a sectores popu-
lares y locales, y el tratamiento que se le da a las noticias generan que, 
a pesar de ser “castigada” en los medios, la Nota Roja tenga una amplia 
penetración en ciertos sectores de la población y por consiguiente, cifras 
altas en ventas.
Esas imágenes de la vida diaria que se observan en los periódicos, mues-
tran, la mayoría de las veces, a víctimas que tuvieron un trágico desenlace: 
El Gráfico 
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murieron a consecuencia de un balazo, por un atropellamiento, una riña 
callejera, un choque o, en el peor de los casos, por un “ajuste de cuentas” 
entre bandas de narcotraficantes.
La atracción de las personas hacia estas publicaciones es asombrosa, pues 
cautiva tanto a letrados como iletrados; “como si se tratase de un deporte, 
los lectores examinan y comparan estadísticas, y atienden a los detalles 
(…) en las fotos, las poses de cadáveres reciben ceremoniosamente al 
escándalo, mientras los asistentes (lectores, espectadores) comparan 
sus reacciones con las del expediente en turno, felices ante la falta de 
oportunidades que los exime de verse arrasados por el sexo, el dinero y la 
‘perversión satánica’“, describe Carlos Monsiváis. 
Miguel Rodríguez afirma que la Nota Roja vende porque es de interés de 
la sociedad; cada que vemos una portada en una publicación que maneja 
este estilo, “nos alivia” el que no aparezcamos ahí, debido al aumento de la 
violencia en el país, y eso “nos da vida”.
“La Nota Roja es el periodismo más cercano a la gente; en el periodismo 
político nosotros no tenemos acceso a un político, no tenemos acceso a 
las figuras del mundo del espectáculo o a las del mundo deportivo, y en 
el policiaco tenemos cierto contacto con la gente, con la víctima, con la 
que le mataron a alguien, con el que cometió un delito. Ése es el valor que 
tiene”, concuerda Ricardo Ham.
Juan Carlos Romero Puga indica que la prensa policiaca se toma con 
menos seriedad algunos hechos, razón válida para que los lectores se 
acerquen a ella al no gustarles el tratamiento serio y severo. Asimismo, 
hace un juego de textos más cortos para facilitar la lectura y sobre todo 
porque presenta sucesos que para la gente resultan ser excepcionales, 
extrañamenteatractivos. 
De acuerdo con Marco Lara Klahr y Francesc Barata, en su libro Nota (N) 
Roja, el lenguaje coloquial ha utilizado el concepto Nota Roja para dar 
cuenta de toda clase de desgracias y hechos de sangre, en especial a 
aquellos referidos al mundo del delito. 
Asimismo, refiere que el término evoca tres grandes ámbitos de los 
acontecimientos sociales: lo que tienen que ver con la actuación policial, 
los referidos a los tribunales y aquellas desgracias donde se manifiesta el 
dolor humano de forma visible y dramática. 
El Gráfico El Gráfico 
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Aunado a lo anterior, la Nota Roja siempre va acompañada de una foto-
grafía de la víctima, sangrienta o cruel, y un encabezado que, en ciertas 
ocasiones, utiliza el humor negro como recurso, que para algunos puede 
resultar ofensivo y para otros les puede “aligerar un poco toda la carga de 
una nota sangrienta”.
Así, los puestos de periódicos pueden exhibir publicaciones con fotogra-
fías que muestran, en verdadero acto de canibalismo, a un hombre des-
cuartizado, cuyas vísceras fueron el “almuerzo” de su pareja sentimental, 
con un titular como “Se lo comía y se lo comió” o el de varios cuerpos de 
jóvenes que chocaron tras emborracharse durante un Sábado de Gloria, 
con el encabezado “Directo a la Gloria”, con la finalidad de que el lector no 
“sienta el golpe” ante la crudeza de la imagen y satirice el hecho policiaco.
Se puede decir que el género policiaco desde sus inicios y en la actualidad 
está ligado a los delitos y a la tragedia.
La mayoría recuerda los famosos encabezados populares de la revista 
ALARMA! como “Raptóla, violóla y matóla”, que hasta grupos musicales 
como Botellita de Jerez y, años más adelante, Café Tacuba, inmortalizaron 
en sus canciones, y que fueron célebres desde su aparición en la década 
de los 60.
Aunque los titulares de esta publicación (cuya circulación fue prohibida 
en 1986 por la Secretaría de Gobernación, bajo el gobierno de Miguel 
de la Madrid, no por sus contenidos policiacos o sangrientos, sino por 
considerarla pornográfica), no fueron el inicio del género, sí dieron auge 
al periodismo de Nota Roja en México.
Según Irma Lombardo en De la Opinión a la Noticia, el término Nota Roja 
surgió a raíz del asesinato del ilustre ciudadano Ramón Corona, en el es-
tado de Jalisco, en el año de 1889, cuando el editor del diario El Mercurio 
Occidental, de Guadalajara, “hizo que un muchacho que daba vuelta a la 
rueda de prensa pusiera la mano empapada en tinta roja en todos los 
ejemplares que salían a la calle. Y los excelentes burgueses se horrorizaban 
pensando que Primitivo Ron (el asesino), en persona, había colocado la 
diestra empapada de sangre del héroe”.
No obstante, ya contaba con antecedentes en la época del dominio 
español con los denominados Pliegos de Cordel (surgidos en España a 
principios del siglo XVI), considerados como la primera expresión escri-
Alarma! fue prohibida en 
1986 por la Secretaría de 
Gobernación
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El Gráfico 
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ta y popular del relato de sangre, pues en ellos aparecía la narración y 
descripción de los delitos, así como todo tipo de referencias a aconteci-
mientos sobrenaturales, epopeyas medievales y desastres naturales, los 
cuales eran vociferados por los vendedores para llamar la atención de los 
lectores.
Controladas por la Iglesia, estas pequeñas publicaciones tenían de cuatro 
o hasta ocho páginas, imprimían de 500 a 3000 ejemplares y su precio era 
bajo para que la población pudiera adquirirlo.
Tiempo después, en los 296 años que duró la época de La Colonia, el 
Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición era quien fungía como el “in-
formador” del pueblo en cuestiones de seguridad y justicia, al difundir en 
las plazas edictos y comunicaciones oficiales al público donde reportaba 
sobre detenciones, encarcelamientos, acusaciones (algunas fabricadas), 
incluso eran testigos de ejecuciones para así infundirles temor ante la 
comisión de un delito.
En el estudio 450 años de periodismo en México, la investigadora María del 
Carmen Ruiz Castañeda señala:
A principios de 1526, el Cabildo informó del castigo impuesto a 
alborotadores ebrios que habían ofendido “la preeminencia de la 
Santa Inquisición”, por lo que se ejecutó a 43 personas y se castigó 
a cientos más, con juicios, cuyos resultados eran colocados en las 
puertas de las iglesias a manera de edicto o mandato. 
Estos edictos tenían un “sello rojo”, símbolo de la autoridad ecle-
siástica, y que dio origen al término “noticia roja”, que era como se 
conocían aquellas comunicaciones dirigidas a los fieles para dar 
razón del delito en contra de la fe o las buenas costumbres. Fue el 
tribunal de la Santa Inquisición, el que inicialmente popularizó este 
término, que con el tiempo se generalizó a la difusión de hechos 
vinculados a la justicia o derramamiento de sangre.
Es a raíz de la aparición del primer medio impreso de circulación periódica 
en el año de 1722, la Gaceta de México y Noticias de la Nueva España, y 83 
años después, en 1805, con el surgimiento del Diario de México que nacen 
las noticias en masa. En los contenidos de ambas publicaciones había 
relatos de seguridad pública y justicia penal, siempre abordados desde la 
óptica gubernamental.
Origen 
El término Nota Roja 
surgió a raíz del ase-
sinato del ilustre ciu-
dadano Ramón 
Corona, en el estado 
de Jalisco, 1889, cuan-
do el editor del diario 
El Mercurio Occidental, 
de Guadalajara, hizo 
que un muchacho que 
daba vuelta a la rue-
da de prensa pusie-
ra la mano empapa-
da en tinta roja en to-
dos los ejemplares 
que salían a la calle.
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El cronista Carlos Monsiváis refiere que los primeros autores de este 
género periodístico en el país fueron los compositores de corridos y los 
grabadores.
En la ciudad de México de la dictadura de Porfirio Díaz, el grabador José 
Guadalupe Posada (1868-1913) convierte los crímenes más notorios en 
expresión artística y ve en los hechos de sangre los cuentos de hadas de 
las mayorías. No en la viejecita que vivía en un zapato ni el gato con botas, 
sino El horrorosísimo crimen del horrorosísimo hijo que mató a su horrorosí-
sima madre… En las Gacetas Callejeras, Posada transforma hechos de la 
naturaleza social en “sensaciones”, en aquello “tan real” que es inverosímil, 
tan cercano que sólo si el arte o el escándalo lo transfiguran se advierte su 
definitiva lejanía.
La Gaceta Callejera, del editor e impresor poblano Antonio Vanegas 
Arroyo, publicaba diariamente corridos (novelas comprimidas en verso) 
El horrible crimen de María 
Antonia Rodríguez, quien 
mató a su compadre de 
10 puñaladas, porque él 
no quiso acceder a sus 
deseos, quedó plasmado 
en el ejemplar de la Gaceta 
Callejera
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que se complementaban con los grabados de Posada. Estas hojas-volan-
te se convirtieron en el gran medio de comunicación del pueblo hacia 
finales del siglo XIX y principios del XX, donde se incorpora lo mismo que 
asesinatos, leyendas y relatos de milagros.
En el México posrevolucionario, la Nota Roja se centra en casos de bandas 
de ladrones, homicidios aislados y de políticos, aprehensión de delincuen-
tes menores, asesinos seriales y secuestros.
Muchos de ellos fueron publicados en la revista semanal Magazine de Policía 
de Excélsior, que surgió en la década de los 30 y finalizó su tiraje en 1969.
Entre todos estos sucesos policiacos que atrajeron la atención de la socie-
dad en aquellas épocas resalta el caso de la Banda del Automóvil Gris, en 
el año de 1915 cuando gobernaba Venustiano Carranza, que en la opinión 
de Carlos Monsiváis es el episodio policiaco más famoso de la ciudad de 
México ya revolucionaria.
Este grupo de delincuentes,disfrazados de militares y que viajaba en un 
auto Fiat, aterrorizaba a la gente “pudiente” de la capital al presentarse en 
sus residencias con órdenes de cateo falsas para poder ingresar a ellas y 
saquearlas. Además del robo, también pusieron de moda el secuestro.
Tiempo después se supo que los asaltantes eran en realidad encargados 
de la Seguridad Pública de la ciudad y que sus fechorías, obviamente, 
estaban solapadas por las autoridades, a quienes daban joyas y dinero a 
cambio de protección.
El líder de la banda, Higinio Granda, y sus cómplices, fueron detenidos 
y encarcelados en la Penitenciaría, de la cual el dirigente logró escapar, 
mientras que algunos miembros fueron fusilados. 
Estos hechos fueron tan relevantes que una película se filmó en el año de 
1919, titulada El Automóvil Gris, incluso algunas escenas fueron grabadas 
en el lugar donde se llevó a cabo la ejecución de los pillos.
Décadas más tarde, el 20 de agosto de 1940, el asesinato en la capital de la 
República del político ruso, exiliado en México, León Trotski, conmocionó 
al mundo entero. Este suceso es notable debido a la cobertura que el 
célebre reportero, del entonces diario Novedades, Eduardo Téllez Vargas 
realizó sobre este hecho.
Magazine de Policía de 
Excélsior
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Minutos después de conocerse el crimen, El Güero Téllez, como se le co-
noció popularmente, se presentó en la casa de Trotski en Coyoacán y ha-
ciéndose pasar como agente del Ministerio Público, ingresó a la vivienda 
acompañado del fotógrafo Genaro Olivares; tras recorrer el sitio, encontró 
el arma homicida: un piolet ensangrentado que el asesino, Ramón del Río 
Mercader, incrustó en el cráneo del activista enemigo del también político 
soviético Josef Stalin, el cual entregó a los elementos de la policía que 
estaban afuera.
“Las propias autoridades reconocieron su audacia y la veracidad de su 
información (sin duda, el reportaje, aparecido dos días después del homi-
cidio, es una pieza de periodismo investigativo). Después de felicitarlo, el 
coronel Leandro A. Sánchez, jefe del Servicio Secreto, autorizó su ingreso 
al Puesto Central de Socorros para que, único entre los reporteros, presen-
ciara la agonía del célebre exiliado soviético”, describe Marco Lara Klhar. 
Así, El Güero Téllez pudo hacer su propio retrato narrativo del político, sen-
tando un precedente en la manera de ser reportero y hacer reporteo, es 
decir, el trabajo de campo.
Corría el año de 1942, tiempo en donde hace su aparición el primer asesino 
serial identificado en México. Su nombre: Gregorio Cárdenas Hernández, 
de 27 años de edad y estudiante de ciencias químicas de la UNAM, que 
mató a cuatro mujeres el 15, 23 y 29 de agosto, y el 2 de septiembre de 
por aquel año.
Tras hallarse en el jardín de su casa, ubicada en la calle Mar del Norte, co-
lonia Tacuba, los cuatro cuerpos de mujeres, una estudiante y tres prosti-
tutas, se detiene, el 8 de septiembre, al responsable que fue célebremente 
conocido como Goyo Cárdenas, El Estrangulador de Tacuba.
En su confesión, el asesino, un sujeto de lentes, delgado y de mediana es-
tatura, describió su modus operandi: llevaba a sus víctimas a su casa donde 
las golpeaba y estrangulaba; en un intento por resucitarlas, como buen 
estudiante de química, experimentó con los cadáveres sin conseguirlo, 
por lo que finalmente los enterró en su jardín.
Tras su detención, “la sociedad –esa que lee periódicos, oye radio y con-
versa– escucha fascinada y horrorizada (la confesión de Goyo)”, describe 
Monsiváis. “Eran mujeres de la calle… les ofrecí dinero. Las llevaba a mi 
casa, donde me saciaba en ellas. Después de tenerlas no sé qué me daba, 
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lo que sentía; era algo horrible, un odio espantoso hacia esas mujeres, 
por todas las mujeres, un frenesí inexplicable… El impulso invencible de 
destruir, de desgarrar, de matar… ¡y las mataba!”.
Por los homicidios cometidos, El Estrangulador de Tacuba fue enviado a 
la Penitenciaría del Distrito Federal, mejor conocida como Lecumberri, 
pero sus abogados consiguieron trasladarlo al Manicomio General de “La 
Castañeda”, donde fue atendido por el doctor Alfonso Quiroz Cuarón y 
sometido a pruebas médicas y psicológicas; sin embargo, en 1948, regresó 
al Palacio Negro.
Durante su estancia en Lecumberri estudió y concluyó la carrera de dere-
cho, fungió como defensor de oficio, escribió libros y ganó un amparo por 
lo que quedó en libertad en el año de 1976.
Al dejar la cárcel, luego de más de tres décadas de permanecer ahí, asistió 
a la Cámara de Diputados para recibir homenaje por parte de los legisla-
dores, quienes le aplaudieron por ser “un ejemplo de readaptación social”, 
aunque hubiera asesinado a cuatro mujeres.
Gregorio Cárdenas, 
mejor conocido como El 
Estrangulador de Tacuba, 
fue considerado el primer 
asesino serial en México
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El tristemente célebre Goyo Cárdenas murió el 2 de agosto de 1999, con-
virtiéndose en el caso del siglo de la nota roja.
Otro de los sucesos que asombró a la sociedad mexicana en los inicios del 
capitalismo, y que fue seguido por la revista ALARMA! (quizá la noticia que la 
consolidó), fue el de las hermanas González Valenzuela, alias Las Poquianchis.
Esta historia (recreada por el escritor Jorge Ibangüergoitia es su libro 
Las Muertas) se desarrolló en un prostíbulo de San Francisco del Rincón, 
Guanajuato, en 1964, cuando la revista ALARMA! reveló una serie de in-
humaciones clandestinas en este lugar, comandada por las hermanas 
Delfina, Eva y María de Jesús González Valenzuela.
Con la ayuda del reportero Jesús Sánchez Hermosillo y el fotógrafo 
Belisario Torres Serratos, la revista semanal realizó una extensa cobertura 
Despiadadas
El éxito del caso 
“Las Poquianchis” 
provocó que ALARMA! 
aumentara de
2 mil a 
650 mil
ejemplares 
semanales
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en el burdel “La Barca de Oro”, donde policías de investigación hallaron 11 
osamentas, rescataron a 16 jovencitas explotadas sexualmente y arresta-
ron a las lenonas “infernales”, junto con sus cómplices.
Las investigaciones arrojaron que las hermanas Delfina y Eva obligaban 
a las menores a prostituirse, las alimentaban con tortillas y un plato de 
frijoles al día, y si salían embarazadas tenían que abortar porque no podían 
“darse el lujo” de abandonar el trabajo. 
Cuando las hermanas González Valenzuela veían que las mujeres estaban 
grandes y “ya no daban el ancho para el negocio”, simplemente las ma-
taban; sin embargo, ellas no “hacían el trabajo sucio”, sino que tenían un 
“verdugo”, quien se encargaba de perpetrar los homicidios. Por esta razón, 
a las lenonas sólo se les pudieron comprobar tres asesinatos.
Tras darse a conocer estos atroces hechos, las mujeres fueron senten-
ciadas a 40 años de prisión, sentencia máxima de aquella época. Delfina 
quedó recluida en una prisión de Irapuato, donde tiempo después sufrió 
un accidente y falleció 15 días después; Eva terminó internada en un 
manicomio, mientras que María de Jesús cumplió su condena, salió de la 
cárcel y desapareció sin dejar rastro. 
Tanto fue el éxito de este caso que el tiraje de ALARMA! aumentó de 2 mil a 
650 mil ejemplares semanales. Gracias a esto, Publicaciones Llergo, la edi-
tora de la revista, tuvo una solidez económica impresionante, tanto que 
modernizaron sus instalaciones y comenzaron a imprimir la publicación 
en sus propios talleres. 
Incontables son los sucesos policiacos que conmocionaron a la sociedad 
mexicana del siglo XX, incluso varios de éstos fueron llevados a la literatu-
ra, el teatro y el cine; de Goyo Cárdenas se realizaron varios documentales 
mientras que de Las Ponquianchisse escribieron libros y filmaron películas.
Sin embargo, entrando el siglo XXI el periodismo policiaco dejó un poco 
las redacciones de los diarios para trasladarse a las grandes cadenas de 
televisión y conseguir su “transmisión en vivo”, lo que Marco Lara llama “la 
muerte en directo”, lo que puso en entredicho la labor de los reporteros 
de Nota Roja.
La noche del 23 de noviembre de 2004, el pueblo de San Juan Ixtayopan, 
en la delegación Tláhuac del Distrito Federal fue escenario del primer lin-
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chamiento transmitido en vivo y en directo. Las víctimas, tres agentes de la 
Policía Federal Preventiva (PFP), fueron también vejadas, apaleadas y que-
madas. De los dos policías que murieron sólo quedaron restos humeantes 
sobre el pavimento. Todo esto pudo seguirlo el espectador, debido a la 
cobertura que los medios realizaron sobre el hecho. Y los autores mate-
riales de la violencia se dieron el tiempo para recuperar la compostura, 
volver a sus casas, ocupar asientos y, acompañados de sus familias, verse 
en televisión, constatar su tan efímero como macabro estrellato.
Es aquí donde surge la cuestión del verdadero valor periodístico de la 
Nota Roja. Si bien su función es meramente informar sin caer en interpre-
taciones, también es necesario crear conciencia ética para que en verdad 
el periodismo policiaco aporte un beneficio a la sociedad.
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Lo que vende
“Una imagen vale más que mil palabras”, es la frase popular que los edito-
res de medios especializados en Nota Roja siempre tienen presente a la 
hora de estampar los contenidos en las publicaciones.
Sin embargo, no sólo piensan en la imagen (a la que le puede “escurrir” 
sangre o no), sino también en idear un encabezado que provoque la aten-
ción del lector y se anime a comprar ese diario o revista.
“Violóla, Atácola y Matóla” fue un emblemático titular de la revista ALARMA! 
que atrapó a miles de lectores en la década de los 60 e implantó una 
nueva forma de cabeceo dentro del periodismo policiaco.
Estos encabezados, creados por Carlos Samayoa Lizárraga (el fundador de 
la publicación) contenían una buena dosis de burla sobre la muerte y la 
tragedia humana para hacer más “ligera” la publicación, cuyas imágenes 
sangrientas eran de por sí “llamativas” para el público consumidor.
“Don Carlos nos legó un tipo de ideas para crear encabezados; él creó 
cientos de titulares, tan famosos como el de matóla, violóla. Se divertía 
mucho haciendo su trabajo”, señala Miguel Ángel Rodríguez, actual direc-
tor de ALARMA! 
Recuerda que Carlos Samayoa tenía un “don” especial para crear neologis-
mos. Por ejemplo, para referirse a los homosexuales solía decir “mujercitos”, 
mientras que las lesbianas eran “hombrecitas”; “ahora no podemos utilizar 
este tipo de palabras porque nos acusarían de violar los derechos huma-
nos. Actualmente utilizamos un humor poco menos negro, básicamente 
hemos abandonado el negro por el gris”, agrega Miguel Rodríguez.
De esta forma, hay quienes argumentan que al utilizar el humor en los 
titulares de las publicaciones policiacas se aminora la tragedia, que de por 
sí ya es fuerte.
Actualmente, el periodismo de Nota Roja continúa con los encabezados 
burlones, pero son más “coloquiales”, juguetones y concebidos en el “len-
guaje del barrio”, los cuales no dejan de tener su “ciencia”.
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“Siempre es importante y son de mucha ayuda los detalles de los hechos; 
considero que entre más datos tiene un texto, el trabajo de cabecear es 
más sencillo”, señala Édgar Córdova Rodríguez, jefe de información de El 
Gráfico.
El “arte” del cabeceo de la Nota Roja tiene tres objetivos: enganchar al lec-
tor con la vista (que incluso la creatividad del editor pueda arrancarle una 
sonrisa), invitarlo a leer y, sobre todo, venderle la noticia.
“Lo principal es que sea una cabeza atractiva para el lector, algo que 
llegue de inmediato a la mente de quien la lee. A veces, se cree que 
es poco ético poner titulares en doble sentido o de humor negro, pero 
simplemente se busca algo que llame la atención del público”, indica 
Miguel Rodríguez.
De esta forma encabezados tan simples como “Se les peló”, “Enfrían autos”, 
ofensivos como “Caen dos ratas”, o ingeniosos como el de “Corre video 
a Bejarano” (durante el famoso episodio en el programa de Brozo) o “Ya 
Bailó” (al morir el cantante Michael Jackson) son el pan nuestro de cada día 
en las publicaciones policiacas.
“Culturalmente siempre nos hemos burlado de la gente, entendiendo 
este contexto, son comprensibles los encabezados de la Nota Roja, sin 
embargo, desde el punto de vista de la ética, esto no es correcto”, indica 
Ricardo Ham.
Hacer reír al público no es tarea fácil y eso lo saben los editores de medios 
policiacos, quienes indican que el cabeceo de notas de seguridad y jus-
ticia no es sencillo, pues es necesario contar con amplia cultura general, 
conocimiento del lenguaje y hasta con “un poco de talento”. 
En ese sentido, consideran aceptable que en el periodismo de Nota Roja 
se produzcan nuevas palabras y verbos que “enganchen y sorprendan” al 
público en la primera lectura.
“Es completamente válido si se capta a la primera, por ejemplo, la palabra 
‘sanchicidio’, se entiende bien y sabemos de lo que se está hablando”, 
señala Miguel Rodríguez.
Titulares tan variados y “coloridos” bien podrían formar parte de un “diccio-
nario real de términos de la Nota Roja”, si éste texto existiera. No obstante, 
Culturalmente 
siempre 
nos hemos 
burlado de la 
gente, entendiendo 
este contexto, son 
comprensibles los 
encabezados de 
la Nota Roja, sin 
embargo, desde el 
punto de vista de 
la ética, esto no es 
correcto”
Ricardo Ham, autor del 
libro México y sus asesinos 
seriales
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a continuación se hace una breve explicación para entender los titulares 
más comunes dentro del periodismo policiaco.
Apañar: Atrapar, arrestar.
Atorar: Obstaculizar el camino de alguien, en este caso de un delincuente.
Atracar: Robar, quitar las pertenencias a alguien.
Despachar: Asesinar, matar.
Embolsado: Persona muerta, cuyo cuerpo es envuelto en una bolsa.
Enfriar: Dejar que objetos o hechos se olviden. También se utiliza en 
personas muertas, debido a la condición del organismo cuando ocurre el 
deceso.
Judas: Policía judicial.
Narcomanta: Tela con mensaje vinculado con el narcotráfico, que 
regularmente cuelgan sobre la vía pública.
Narcomensaje: Texto escrito sobre cartulina o papel, que generalmente 
dejan sobre personas muertas por el crimen organizado.
Madrugar: Matar a alguien durante la madrugada; persona que amanece 
muerta.
Matón: Asesino a sueldo.
Pelarse: Huir. Escapar un delincuente de la policía.
Polis: Policías.
Plomazo: Disparo de arma de fuego.
Rata: Ladrón. Deriva de la palabra ratero. Rata de dos patas.
Volar: Palabra que se utiliza en sentido figurado para dar a entender que un 
vehículo volcó.
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“Si no hay fotografía, no hay artículo”, asegura Miguel Rodríguez, quien 
agrega que la gente compra la revista que dirige por curiosidad, por co-
nocer cómo estamos por dentro, aunque también porque es la única que 
dice la verdad sin censura. 
“Mucha gente nos tacha de ser sensacionalistas, pero la información pu-
blicada es verídica, no inventamos nada ni retocamos fotos”, expresa.
“Es cierto, la sangre y lo excepcional vende, pero no explica. El tener 
todos los días tres periódicos capitalinos (La Prensa, El Metro o El Gráfico) 
no significa que haya una sociedad más informada, y son diarios de gran 
circulación, cada uno de esos periódicos tira más de 100 mil ejemplares 
diarios”, argumenta Romero Puga. 
El aumento de la violenciaen el país ha hecho que las portadas de los 
diarios policiacos ya no generen en el público consumidor el impacto 
deseado por los dueños de los medios.
Antes una buena fotografía era suficiente para garantizar excelentes ven-
tas en las publicaciones; sin embargo, al paso del tiempo, las portadas 
comienzan a ser demasiado recurrentes, incluso similares, por los hechos 
derivados del crimen organizado, debido a esto se ha tenido que buscar 
una fórmula para tratar de hacer la información más atractiva. 
“Siempre hay que buscarle otra alternativa, hay que refrescarle. Empezamos 
a recurrir un poco al ingenio, encabezados interesantes, chistosos, curio-
sos, para captar otra vez el interés del lector. De esta forma, la imagen 
debe ser reforzada con una buena cabeza, y si apoyas un buen titular con 
una foto que llame la atención, pues eso sería lo ideal, aunque no siempre 
se conjugan esos detalles”, indica Enrique Morán.
En el caso de El Gráfico, Édgar Córdova considera que la portada del diario, 
que mezcla imagen, encabezado y una chica desnuda, es una tríada que 
hasta la fecha ha tenido éxito en el público, pero que éste no sólo busca di-
chos elementos, sino más información, que el periódico sí le proporciona.
“Hay quienes ubican a la nota roja muy cerca de la pornografía, no en el peor de 
los sentidos, sino en uno muy básico, instintivo. Los materiales con carga sexual 
o sensualidad, suelen despertar algún tipo de pulsiones que hacen atractiva la 
lectura o la vista, lo mismo pasa con la nota roja, es decir, hay pulsiones muy 
instintivas que te mueven a leer ese tipo de materiales”, justifica Romero Puga.
La sangre 
y lo 
excepcional 
vende, pero no 
explica”
Juan Carlos Romero 
Puga, coordinador del 
Programa de Libertad de 
Expresión del Centro de 
Periodismo y Ética Pública
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Hacia un periodismo policiaco más ético
Como si fuera un show, donde los espectadores son los medios de comu-
nicación, así es actualmente la presentación de detenidos. 
Ellos, los presuntos culpables, salen en fila, algunos con vestimenta blan-
ca, y escoltados por policías, quienes los colocan de frente a las cámaras 
fotográficas y de televisión. A un lado, la autoridad en turno detalla el 
expediente “negro” de la “fichita” que acaban de aprehender.
Como si fueran los modernos instrumentos inquisitorios, los flashes caen 
sobre los rostros de los que ya están siendo juzgados, en primera instancia, 
por los medios de comunicación.
Al otro día su cara, nombre y alias aparecen, en el mejor de los casos, den-
tro de las páginas interiores de un diario y en el peor, a “ocho columnas”, 
con un encabezado que los califica para que los siguientes jueces sean los 
lectores.
Sin una investigación sustentada, las autoridades realizan una práctica 
desafortunada que poco a poco se vuelve común y con la que “entregan 
resultados” al combate a la delincuencia, es la llamada presentación de 
detenidos.
“La presentación de detenidos suele darse de manera cotidiana, los medios 
van y la cubren, cuando de entrada es un hecho que violenta derechos de 
las personas, particularmente violenta el derecho de la gente al debido 
proceso y el principio de presunción de inocencia con el que cualquier 
persona debería enfrentar a la justicia”, asegura Juan Carlos Romero Puga.
Agrega que el periodismo policiaco se ha acostumbrado a que esta situa-
ción es normal y no realiza un debido seguimiento de los casos. “No im-
porta si esa persona sale libre siete días después porque no hay ninguna 
prueba en su contra, lo que queda es la primera plana en la que apareció 
con adjetivos como ‘rata’ o ‘asesino’; yo no veo la corrección en los medios 
en los días posteriores cuando esto sucede”.
Un alto porcentaje de la gente presentada todos los días por la comisión 
de algún delito, generalmente sale libre; sin embargo, se presenta a los 
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detenidos como una forma de ver “estamos dando resultados” y la prensa, 
de manera voluntaria o involuntaria, se vuelve cómplice ante este hecho, 
indica el columnista.
¿Pero qué pasa con los que ya no están, con aquellos que no se dan cuenta 
que su fotografía apareció en un medio de circulación nacional? Romero 
Puga responde “cuando se publica la imagen de una persona muerta, 
sangrante, se violentan los derechos de personalidad: es el derecho a la 
dignidad de un ser que no puede defenderse, y es el derecho a la propia 
imagen, es decir, cómo queremos que la gente nos vea y nos recuerde”.
Asimismo, comenta, la familia de la víctima tiene derecho, ante un suceso 
penoso y lamentable, a vivirlo de manera privada e íntima.
“Si un detenido no puede ser sometido a un trato inhumano y degradante, 
una persona fallecida tampoco”, expresa.
Debido a esto, el especialista sugiere que la profesionalización de perio-
distas sea mayor, sobre todo, que tenga un conocimiento más profundo 
en términos de derecho humanos. 
“Cada periodista puede hacer su lectura ética de publicar o no, pero em-
pezar a comprender que en su práctica diaria hay incorporados vicios que 
violan derechos”, finaliza.
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Foto: Jacobo Arellano
35ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012
2BREVE RETRATO DE 
EL GRÁFICO
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Letras para el pueblo
“¡Palavicini está loco! Mira que ocurrírsele editar un vespertino, y diario, no es 
cualquier cosa. Quiero ver si él va a estar aquí trabajando toda la mañana para 
hacer el de la tarde y después en la noche El Universal”, expresaban los reporteros, 
redactores y linotipistas del “Gran Diario de México” durante el otoño de 1921.
En aquel tiempo, en la redacción de El Universal, ubicada en la calle de 
Madero del Centro Histórico, el insistente rumor de que su director don 
Félix F. Palavicini quería hacer un periódico que circulara por las tardes, 
tenía a los trabajadores “con lo nervios de punta”.
Y es que según las crónicas de la época, la inquietud de los trabajado-
res no era para menos, ya que la fundación de la Compañía Periodística 
Nacional había ocurrido apenas cinco años antes, el 1 de octubre de 1916, 
y tanto sus procesos de producción como su aparato administrativo se 
encontraban en pleno desarrollo.
Sin embargo, durante el tradicional brindis de Año Nuevo de 1922, 
Palavicini, también diputado del Congreso Constituyente, realizó el anun-
cio de la próxima publicación, exponiendo sus motivos:
“Señores, mandar a la calle El Universal Gráfico será un éxito inmedia-
to. ¿Se dan cuenta de que no hay competencia? Podremos publicar 
resúmenes de las informaciones aparecidas en los matinales y todo 
lo que sucede hasta las dos de la tarde. La clave está en encerrar 
la mayor cantidad de noticias interesantes en el menor espacio 
posible. En diez minutos el público tiene que estar informado”.
Y es que lo anterior era verdad, ya que todos los periódicos de habla his-
pana de entonces circulaban por la mañana, y Félix Palavicini sospechaba 
que el mercado de lectores de la tarde era amplio y poco explotado.
No obstante, los pesimismos acerca de este proyecto no se hicieron espe-
rar, algunos decían que durante los últimos 20 años los intentos por fun-
dar un vespertino habían fracasado. Otros que al hombre de la tarde no le 
interesa leer, que al presidente de la República, general Álvaro Obregón, le 
interesaba más el cinematógrafo; mientras que había quienes pensaban 
que era mejor ampliar la infraestructura de El Universal.
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Pese a los dimes y diretes, Palavicini se escudaba con los argumentos 
de que la infraestructura del diario estaba en condiciones óptimas para 
publicar un vespertino y, además, algo muy importante, los deportes y 
espectáculos estaban muy abandonados; “habría que ver las ‘colas’ que se 
hacen para entrar a los juegos de beisbolo el futbol. Los cines y los teatros 
son fuente de consulta diaria de quienes no tienen dónde pasar la tarde o 
a dónde ir con la novia. Las carpas se están llenando, los cómicos atraen a 
la gente, démosles pues reportazgos sobre ellos”, objetaba. 
Finalmente, acertó con la base principal del diario: que al público de El 
Gráfico (el sector popular) se le deberían dar muchas imágenes, “apro-
vechemos los avances tecnológicos y que la fotografía ha llegado a un 
punto insuperable”, expresaba.
A manera de prueba, el 23 de enero de 1922 se publica un “número cero” 
de El Universal Gráfico, con un tamaño tabloide y como nota de portada 
(algo muy apegado a su estilo) la serie fotográfica del accidente sufrido en 
el ruedo por el famoso matador español Ignacio Sánchez Mejías. 
El Universal Gráfico “vio la 
luz” el 19 de febrero de 1922
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En las imágenes se mostraba la embestida del toro al diestro, quien voló 
“espectacular y dramáticamente por los aires”. Debido a estas fotografías, 
el nuevo medio tuvo el éxito esperado y se vendió como “pan caliente”.
Con esta experiencia, el 1 de febrero de 1922 se publicó el primer 
ejemplar de El Universal Gráfico, con un costo de cinco centavos y bajo 
la dirección del periodista José González M. y de José Manuel Puig 
Casauranc; este último llegaría a ser secretario de Educación Pública 
años después. 
En la portada destacaba el titular de la suspensión de relaciones entre 
México y Venezuela (sin texto) y como buen diario ilustrado, cinco foto-
grafías de los hechos más sobresalientes del día.
De esta forma, el primer vespertino de México y América Latina “veía la 
luz” en el México posrevolucionario con el objetivo de satisfacer, en pocos 
minutos, las demandas de información de una población capitalina en 
crecimiento.
Además de “saciar” la sed de noticias, incluir los deportes y espectáculos, 
los creadores del diario buscaron atraer al sector popular mediante la 
promoción en sus páginas de campañas sociales.
Asimismo, se convirtió en el medio de comunicación que acercaba a sus 
lectores las noticias de una manera más fresca, contrario a la información 
de los matutinos, pues durante la tarde explotaba las notas que sucedían 
por la mañana. Gracias a lo anterior, El Gráfico logró obtener muchas pri-
micias.
Un ejemplo de esto ocurrió el 20 de julio de 1923 con el asesinato del 
general Francisco Villa, acontecimiento que El Gráfico manejó como un 
“extra” y con la previa advertencia de que, aunque no se tenían detalles 
del trágico acontecimiento, sí contaban con fuentes oficiales que lo con-
firmaban.
Tal y como si se observara ahora como una “transmisión en vivo” o una 
nota publicada en internet, el diario lo relató así:
En estos momentos se recibe en la capital una noticia tremenda 
que nos anticipamos, como siempre, a dar al público: el general 
Francisco Villa ha sido asesinado.
El Gráfico 
39E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
“La noticia anterior, de la más grande importancia, como el 
lector puede juzgarlo, se recibió no como simple rumor sino 
como noticia plenamente confirmada en las fuentes oficiales. 
Y como EL UNIVERSAL GRÁFICO se da cuenta de la impresión 
que la misma va a causar en el público, sin demora alguna 
lanza esta extra”.
Años más tarde, el 17 de julio de 1928, El Gráfico daba a sus lectores otra 
primicia: el homicidio del presidente electo Álvaro Obregón.
“A las dos y veinte minutos de la tarde ocurrió hoy, en el 
restaurante de la Bombilla, en San Ángel, una tremenda tra-
gedia: el general Obregón, presidente electo de la República, 
resultó muerto como consecuencia de cinco balazos que le 
disparó por la espalda, a quemarropa, un individuo que se 
hizo pasar como dibujante”.
Sucesos sobresalientes y excepcionales plasmados en este vespertino 
(diseñado para ser leído en diez minutos y con la mayor cantidad de 
noticias relevantes) fueron una parte fundamental para la consolidación 
del diario, aunado a su público consumidor ávido de noticias: el sector 
popular.
De esta forma, el decano del periodismo vespertino se convirtió en un 
medio de comunicación que servía al pueblo, pues “…se encuentran 
diversas enseñanzas y asuntos que pueden ser leídos por el comerciante, 
el industrial, el banquero, el agricultor, el estudiante y aún por elementos 
de la clase más humilde; de los cuales muchos de ellos buscan este diario 
con interés. Y es que solamente siguiendo una línea recta de veracidad y 
dando al público diferentes tópicos de la vida social y que sean útiles se 
logra para una publicación el prestigio periodístico y el arraigo entre el 
público”.
Por la dirección de El Gráfico han desfilado más de 30 personas, quienes 
impregnaron estilos, cambiaron formato, diseño y contenidos para que 
en la actualidad sea el medio más importante de circulación nacional.
A continuación se presenta un listado de periodistas que ha dirigido El 
Gráfico desde su fundación hasta la actualidad, marcando las tres épocas 
de los presidentes de El Universal.
El Gráfico El Gráfico 
40 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
Félix Fulgencio Palavicini, presidente y director 
general de El Universal (1 de octubre de 1916).
FECHA DIRECTOR
1 de febrero de 1922 José González M.
5 de marzo de 1923 Ernesto Hidalgo
Miguel Lanz Duret, presidente y director general 
de El Universal (14 de abril de 1923).
FECHA DIRECTOR
1 de febrero de 1936 Gregorio López y Fuentes
16 de junio de 1944 Armando Chávez Camacho
1 de julio de 1952 Santiago García
22 de junio de 1959 Armando Chávez Camacho
30 de junio de 1961 Miguel Castro Ruiz (subdirector)
13 de julio de 1961 Fernando M. Garza
9 de mayo de 1963 Eulalio Sánchez
11 de junio de 1964 Miguel Lanz Duret V.
9 de diciembre de 1964 Alfonso Argudín (subdirector)
7 de febrero de 1967 Luis Solana Salcedo
12 de febrero de 1968 Armando Rivas Torres
30 de julio de 1969 Darío Rodríguez Esquivel 
(sudirector)
El Gráfico 
• 
• 
41E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente y director 
general de El Universal (23 de octubre de 1969).
FECHA DIRECTOR
2 de enero de 1972 Alfonso Argudín (subdirector)
29 de agosto de 1972 Gustavo Ortiz Hernán
1 de noviembre de 1974 Leopoldo Meraz (subdirector)
19 de marzo de 1976 Luis Javier Solana
11 de abril de 1978 Manuel Mejido (subdirector)
13 de marzo de 1985 Benjamín Wong Castañeda
1 de octubre de 1986 Jorge Avilés Randolph 
(subdirector)
11 de octubre de 1988 Jorge Villa Alcalá (subdirector)
Enero de 1991 Pedro Álvarez del Villar (encargado 
de la subdirección general)
Enero de 1992 Leopoldo Meraz Azteca 
(subdirector)
Enero de 1993 Luis Sevillano
Marzo de 1995 Isabel Zamorano (encargada 
de la subdirección general)
4 de enero de 1996 Félix Fuentes
Mayo de 1999 Enrique Aranda
8 de agosto de 2000 Carlos Ramírez
Enero de 2002 Roberto Rock
1 de junio de 2003 Óscar Hinojosa Marcial
3 de agosto de 2004 Raymundo Rivapalacio
5 de noviembre de 2007 María Félix Escalante Romero
El Gráfico 
• 
El Gráfico 
• 
42 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
El 1 de septiembre de 1999 El Gráfico, bajo la dirección de Enrique Aranda, 
cambia su formato de “sábana” a un tamaño tabloide para facilitar la lec-
tura a un público cada vez mayor. Además pone color algunas páginas, 
como la portada y contraportada.
El diario también pasó por varios rediseños, siendo el más significativo el 
de abril de 2009, cuando el tamaño disminuye un poco, todas las páginas 
se publican a color y se le agregan más secciones para atraer a los lectores.
“El primer diario de la mañana”
Al cumplir 80 años de vida el pionero de los diarios vespertinos de México 
y América Latina necesitaba con urgencia un cambio radical, pues los 
rotativos de este tipo iban en franca caída.
De esta forma, a principiosdel siglo XXI, periódicos que circulaban por la 
tarde en la ciudad de México como, Últimas noticias de Excélsior, Ovaciones 
Para hacer más fácil la 
lectura, El Gráfico cambió 
su formato de “sábana” a 
tabloide en el año de 1999
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43E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
segunda edición, El Sol de México del mediodía y el Diario de la Tarde, muy 
leídos en su época de apogeo, enfrentaron su decadencia y algunos ter-
minaron por desaparecer del mapa de la información.
Los noticieros de radio y televisión que ofrecían información con pronti-
tud, así como la incursión de los medios de circulación nacional a la era 
del internet fueron causas principales que “enterraron” a la mayoría de los 
vespertinos.
A El Gráfico no le fue ajeno este fenómeno, por lo que tuvo que hacer uso 
del sonado refrán “renovarse o morir” para no hundirse en el mismo barco. 
Tras diversos estudios de mercado, el 18 de febrero de 2002 el rotativo 
“cambió de turno” y de slogan a “El primer diario de la mañana”; de esta for-
ma, apostó por la circulación matutina, pero también por la renovación en 
cuanto al tipo de información: sus 40 páginas contenían menos noticias 
de política y más de seguridad, deportes y espectáculos. 
Asimismo, se implantó un proyecto para atraer la atención del público el 
cual consistía en la rifa de cinco mil pesos entre los lectores, quien resulta-
ra ganador aparecía en portada.
Algo importante fue la reducción del precio de tres a dos pesos y el tiraje 
aumentó pues de 20 mil que imprimían en la tarde pasaron a 60 mil en las 
mañanas.
El argumento para convertirlo en un diario matutino fue que el tiempo de 
distribución vespertina era muy corto, pues el periódico estaba impreso 
a las 15 horas, pero a las 18 horas ya no había voceadores en las calles 
dispuestos a venderlo. 
María Félix Escalante, en ese entonces coordinadora editorial, señalaba para 
una nota de la revista Etcétera que el propósito del cambio a la mañana era 
hacer un periódico más cercano a la gente y que contará más historias.
Agregaba que no se pretendía que fuera competencia de El Universal, pues 
iba dirigido a un público diferente y tenía otro enfoque editorial.
Cabe destacar que en este tiempo la distribución de El Gráfico se amplió 
hacia la zona conurbada de la capital, por lo que se le incorporó una sección 
de dos páginas dedicada al estado de México.
El Gráfico El Gráfico 
44 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
La renovada imagen y su temprana circulación provocaron que siete meses 
después del cambio, el rotativo alcanzara un tiraje de 110 mil ejemplares y 
su número de lectores se estimaba en 350 mil diariamente. 
Existe información sobre una edición matutina de El Gráfico que salió a la 
venta en noviembre de 1928, la cual era un “resumen” de las noticias más 
importantes de El Universal y se imprimía de lunes a viernes. 
Esta publicación no sustituyó al ejemplar vespertino que siguió con su venta 
normal. Sin embargo, la edición no prosperó y desapareció tiempo después, 
aunque se desconoce la fecha.
¡Paren las rotativas!, una mujer 
toma las riendas de El Gráfico
Por años fue la “reina sin corona”, la que revisaba páginas, corregía ortogra-
fía, coordinaba información, publicidad y personal, aportaba ideas para 
las portadas y contraportadas, pero lo más importante era la que tomaba 
las decisiones. Todo lo anterior como si fuera quien llevara las riendas del 
rotativo; sin embargo, por años, su nombre aparecía en el directorio del 
periódico como la subdirectora editorial de El Gráfico.
El 18 de febrero de 2002 el 
periódico dejó el turno de la 
tarde para convertirse en “El 
Primer Diario de la Mañana”. 
En la imagen se muestra la 
portada y la contraportada
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45E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
Personas allegadas cuentan que en la víspera de su nombramiento como 
directora de El Gráfico, María Félix Escalante Romero pensaba que ya le 
“iban a dar aire”, pues llevaba más de 20 años (21 para ser más precisos) 
trabajando para El Universal y que llegaría, como anteriores veces, otra 
persona al frente del diario, la cual llevaría gente para relevarla.
“Directores iban y venían, había algunos que ni se paraban por el diario, 
pero Mari (como le llaman) siempre estaba al frente, dirigiendo y haciendo 
todo, como si fuera la directora”, coinciden algunos miembros de su perso-
nal, quienes vivieron de cerca todo este proceso y que al igual pensaban, 
que tanto el tiempo de María como el de ellos había llegado a su fin.
“Mari se la pasaba en la redacción, hacía portadas, contraportadas, selec-
cionaba la información, incluso nos defendía y metía las manos al fuego 
por nosotros”, indica Gabriela Morales, secretaria de redacción del diario.
Sin embargo, el panorama fue completamente diferente y el “día de la corona-
ción” llegó, pues el 5 de noviembre de 2007 María Félix, en aquel entonces de 
43 años, fue nombrada por el director general de El Universal, Juan Francisco 
Ealy Jr., como directora editorial de El Gráfico, en sustitución del conocido pe-
riodista Raymundo Rivapalacio, quien tomaría la batuta del “hermano mayor”.
La nota informativa de esa época relata que Ealy Jr., tomó la decisión de 
dejar al frente del diario a Mari “en reconocimiento a su entrega, pasión y 
trayectoria periodística”. 
Y sabía muy bien de lo que hablaba, pues María es una experta en 
el proceso de edición de un diario; ella puede describir muy bien el 
momento de cuándo la tinta y papel se mezclan en una rotativa para 
imprimir un periódico. Tras una jornada intensa de trabajo, como dia-
gramar y cabecear un diario en hoja de papel tamaño oficio, y esquemar 
una página, en la actualidad, mediante un programa de computadora, 
también sabe detectar una falta de ortografía o sintaxis con una primera 
leída a la plana.
“A falta de un director, ella estaba a cargo, en los hechos, de la dirección 
editorial, la selección de las notas, la asignación de páginas a los secre-
tarios de redacción. María era la directora de orquesta, primera solista, 
responsable del acompañamiento. Es importante anotar que hacía las 
mismas funciones en un diario gratuito publicado por esa casa edito-
rial, El M, que se distribuía en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, 
El Gráfico El Gráfico 
46 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
corrobora Jorge Cisneros, coordinador de la sección País del diario 24 
Horas y exjefe de información de El Gráfico, en tiempos de Raymundo 
Rivapalacio.
Originaria de un pueblo llamado El Porvenir, en el estado de Guerrero, 
María llegó a la ciudad de México a mediados de la década de los 70, 
cuando contaba con 11 años de edad para estudiar la secundaria. 
El ser la única hija de dos campesinos le dio la oportunidad de “escalar” más 
allá de la primaria y no quedarse en la comunidad, donde seguramente 
su destino sería como el de la mayoría de las mujeres del lugar: casarse a 
temprana edad, pues más posibilidades de estudio no existían.
“Mis papás no querían que tuviera una vida como la de ellos, dijeron: ´que 
tenga una vida en la que aprenda, que tenga un trabajo, en una oficina´ 
era su sueño, que yo no me quedara en el pueblo, sobre todo porque allá 
las mujeres se casan muy jóvenes”, expresa Mari, sentada tras su escritorio 
lleno de papeles, periódicos y fotografías.
Mari vivió en casa de sus tíos, allá por el metro Normal y su vida en la capital 
transcurrió como el nombre de la estación, tranquila y dedicada al estu-
dio. Cuando llegó el momento de ingresar a la educación media superior 
realizó dos exámenes, uno para el Instituto Politécnico Nacional (IPN), 
donde se quedó en la Vocacional5 y el otro, casi obligada por su tío, para 
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ahí eligió el CCH 
Naucalpan, debido a que sus familiares eran bibliotecarios de esa escuela; 
ya luego le agarró el gusto.
“Me llamaba mucho la atención que fuera un sistema de educación no 
tradicional, donde podías hacer más investigación, estudiar por tu cuenta 
y sin memorizar”, relata.
Su gusto por las Ciencias Sociales y la forma en cómo una profesora 
impartía la materia de Ciencias de la Comunicación al final de semestre 
fueron los detonantes para que estudiara la carrera de Comunicación en 
la entonces ENEP Acatlán, y de ahí todo cambió.
Su primer trabajo formal, donde había paga, fue en la Delegación Benito 
Juárez en el área de información y quejas; ahí recibía reportes de los veci-
nos sobre algún problema en su colonia o los orientaba acerca de algún 
trámite. Luego pasó al área jurídica.
A falta de 
un director, 
ella estaba 
a cargo, en los 
hechos, de la 
dirección editorial, 
la selección de las 
notas, la asignación 
de páginas a los 
secretarios de 
redacción. María 
era la directora 
de orquesta, 
primera solista, 
responsable del 
acompañamiento” 
Jorge Cisneros, 
coordinador de la sección 
País del diario 24 Horas
El Gráfico 
47E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
Aunque no tenía nada qué ver con lo que en ese momento estudiaba, 
quizá ese empleo le sirvió para forjar la empatía que ella ahora tiene con 
los lectores del diario que dirige.
Casi al finalizar la universidad, Adrián Chavarría, profesor adjunto de 
Sergio Castañeda, actual director de la revista Proceso, le informó que en 
El Universal estaban solicitando personal, que se “fuera a dar una vuelta”.
Había pasado casi un mes del devastador terremoto de 1985 cuando una 
amiga y ella ingresaron a la redacción del diario para hablar con el subdi-
rector del periódico, a quien le dijeron que tenían ganas de trabajar pues 
estaban a punto de terminar sus estudios.
“Él nos dijo que seguramente ya teníamos dónde estudiar, pero había que 
aprender cómo se hacía un periódico, por lo que nos mandó a que fué-
ramos todos los días a la redacción para ver cómo se elaboraba el diario”, 
recuerda Mari.
Todas las mañanas, durante tres meses, se presentaba en El Gráfico, que en 
ese tiempo era vespertino, para observar el proceso de edición. 
“Veía cómo se distribuían las notas, cómo se hacían las páginas; bajaba a 
los talleres a observar el cierre de las páginas, a revisarlas, porque todo en 
ese tiempo era manual”, relata.
María Félix Escalante es 
egresada de la FES Acatlán, 
de la UNAM
Foto: archivo El Universal
El Gráfico El Gráfico 
48 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
Cuando algún trabajador con plaza faltaba por vacaciones, incapacidad o 
porque llegaba tarde y lo regresaban, el suplente “entraba al quite” para reali-
zar sus labores en El Universal. Éste fue el primer cargo que ocupó en el diario. 
“Había dos o tres personas esperando a que ese día se le asignara trabajo, 
uno no laboraba toda la semana, pero de todas maneras tenía que asistir 
y llegar antes que todos los empleados para ver si me daban un lugar”, 
precisa.
La constancia, paciencia y dedicación al trabajo periodístico hicieron que 
María dejara el puesto de suplente y obtuviera una plaza de secretario de 
redacción en El Universal dos años más tarde. 
Mari cuenta una anécdota que, a su juicio, la condenó a quedarse hasta los 
cierres maratónicos del diario en aquella época, pero que a la vez se con-
virtió en un aprendizaje bastante enriquecedor para su naciente profesión.
“Me enseñaron a modular las columnas y a corregirlas. En ese tiempo se 
publicaba una columna política del señor Francisco Cárdenas Cruz, quien 
era la estrella del periódico, casi nadie podía tocar su texto. Se me ocu-
rrió pedirle al coordinador que me enseñara cómo se hacía, lo que me 
condenó a que de ahí en adelante me dejaran hasta los cierres, porque 
cuando él no estaba, yo era la única que sabía cómo se modulaba, porque 
la página tenía un diseño especial. Por andar de curiosa aprendí de más, 
pero también me sirvió para conocer todo el proceso de cómo se hacía el 
periódico”, narra.
Su salto a El Gráfico ocurrió a mediados de la década de los 90 siendo 
coeditora de la sección de Ciudad de El Universal. Una renuncia inespe-
rada de la entonces encargada de la subdirección general del rotativo, 
Isabel Zamorano, fue el suceso que cambió su carrera y su vida, pues de 
un día para otro le ordenaron presentarse en el tabloide, nada más ni nada 
menos que para hacerse cargo de la edición, mientras nombraban a un 
nuevo director. 
Recuerda perfectamente esa fecha, fue la mañana del lunes 9 de abril de 
1995 cuando “dio el brinco” a El Gráfico, llena de ansiedad, nerviosismo y 
con nula experiencia en la edición de un periódico vespertino que era 
un resumen de El Universal y sin una propuesta propia, que bien podía 
dar una nota de política en la portada como un suceso de ciudad o de 
espectáculos.
Cambio
Su salto a El Gráfico 
ocurrió a media-
dos de la década de 
los 90 siendo coedi-
tora de la sección de 
Ciudad de El Universal. 
El Gráfico 
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Así, durante nueve meses estuvo sola con la responsabilidad de dirigir el 
diario hasta enero de 1996, cuando nombraron al periodista y columnista 
Félix Fuentes, el primero de los tantos directores que ella vería pasar previo 
a su “investidura”.
“Me quedé siendo su coeditora, revisaba la primera plana, le sugería qué 
llevar, le decía la información que había y corroboraba las páginas que 
hacían los secretarios”, cuenta.
Tres años después, en mayo de 1999, Enrique Aranda remplazó a Félix 
Fuentes en el cargo. El nuevo director nombró a María coordinadora edi-
torial y ordenó lo que todo periodista anhela: que su nombre apareciera 
en el directorio del periódico. 
Aranda le metió color y cambió el formato del periódico, poco más grande 
que el actual, pero no así la línea, pues continuaba siendo un “Universal 
chiquito”. 
Carlos Ramírez, quien suplió a Aranda y fue el último director de El Gráfico 
como medio vespertino, intentó darle la vuelta al tono del diario, con los 
contenidos más relajados e historias que captaran la atención del público. 
Años más tarde, Mari, aún coordinadora editorial, fue testigo del “cambio 
de horario del periódico”, que siguió con el mismo estilo de ser un resu-
men del “hermano mayor”, con el “sello” del director en turno. 
“Creo que los directores previos sí tenían sus reservas de hacer un diario 
policiaco; Raymundo (Rivapalacio), quien es analista de estos temas, cuan-
do poníamos una foto ‘ruda’, prefería que se publicara en blanco y negro 
o sugería hablarle a la gente que estaba cerca para conocer su reacción”, 
indica.
Pese al desfile de directores en el diario, María nunca bajó los brazos; al 
contrario, cuando alguien llegaba a tomar las riendas, ella proponía temas, 
secciones, todo con tal de mejorar el trabajo.
“Lo que me gusta es trabajar, nunca me he conformado, tengo 15 años 
aquí y no he pensado que ya no voy a aprender más; si me dicen ‘ahora 
vamos a editar un periódico de teatro’, pues lo hacemos y propongo lo 
que se puede hacer porque a mí me gusta y me entusiasma mi trabajo”, 
expresa.
El Gráfico El Gráfico 
50 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2
Y con este carácter emprendedor y “luchón”, luego de trabajar durante 
más de dos décadas, Mari se convirtió oficialmente en la primera mujer 
que ha dirigido El Gráfico en toda su historia, incluso es la primera en los 
Universales que tiene un cargo de esa relevancia.
“Sin afán de elogio, María es una persona que trabaja mucho, dedica su 
vida al trabajo y que no exige a quienes laboran con ella nada que no 
esté dispuesta a hacer o que no haya hecho. En el ambiente de tensiones 
de las redacciones, su jovialidad y buen humor ayudan mucho. Además, 
en términos

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