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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES 
CENTRO DE RELACIONES INTERNACIONALES 
 
“La importancia de la investigación en tecnología energética 
para el posicionamiento internacional de México y Brasil, en 
el contexto de la transición energética” 
 
 
 
T E S I S 
 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADA EN 
RELACIONES INTERNACIONALES 
P R E S E N T A: 
CLAUDIA RACHEL STRAMBO 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: 
DOCTOR LEOPOLDO AGUSTO GONZÁLEZ AGUAYO 
 
 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA 2011 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 2 
 
 
DEDICADA A 
 
 
 
 
Todas las mujeres valientes que algún día pelearon, 
 
para que nosotras pudiéramos estudiar en la universidad. 
 
 3 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A los que siempre me han alentado a hacer lo que me interesa y me da felicidad, 
aunque ello implique que esté al otro lado del mundo. Merci Papa, Maman, Linda y 
Nonna. 
 
A Oli, quien se volvió mi familia y mi pilar en México, quien cree en mí y me ha 
enseñado tanto. 
 
A Lore, mi querida amiga, que siempre estuvo a mi lado y me acogió en su casa. 
 
A Octavio, Tania y Ramsés, el núcleo inicial. 
 
A mis amigas de siempre, Vinciane, Laeti, Viva, Claire, Eloïse, Tanja, Sarah, 
Olivia, Nadine y Aarati, con las que mantuvimos el contacto a pesar de la distancia 
y nuestros escasos reencuentros, por su apoyo. 
 
A mis queridos cazaratones, porque de ustedes aprendí mucho, y, a pesar de 
todo(s), nos divertimos muchísimo. 
 
A mis compañeras y compañero de trabajo, Maí, Vianey, Karla, Belén y Miguel, 
quienes me animaron, apoyaron y aconsejaron. 
 
A la Maestra Carolina Fuentes, por confiar en mí y darme una oportunidad en la 
que ni siquiera me atrevía a soñar. 
 
A mi tutor, el Dr. Leopoldo González Aguayo, quien me guió y apoyó en el proceso 
de titulación. 
 
 4 
Al Dr. Andrés Ávila, porque su excelente clase me convenció en especializarme en 
temas ambientales para mi desarrollo profesional y escoger un tema en relación 
para mi tesis. 
 
Al Maestro Marco Lopategui, por sus invaluables aportes y sus consejos en el 
desarrollo de mi marco teórico. 
 
A Oliverio y Lulú, por acogerme como su hija y permitirme que tenga un techo para 
estudiar. 
 
A quiénes me dieron ganas de quedarme en México, gracias Coco y Reynaldo. 
 
A quienes me convencieron de que la idea de estudiar en México era más que un 
sueño guajiro, Elena y Elodie. 
 
A mis compañeros de generación, que me han hecho la adaptación y la 
integración fáciles, por su amabilidad y tolerancia. 
 
A mi queridísima Universidad Nacional, en la que me sentí en casa y me trajo 
tantas oportunidades, en la que aprendí sobre el mundo y sobre mí misma. 
 
 
 
 5 
 
ÍNDICE 
INTRODUCCIÓN 9 
 
1. La Consolidación del Nuevo Orden Mundial y la Transición 
Energética: dos procesos fundamentales del siglo XXI 
 
 
14 
1.1. Marco teórico-conceptual 14 
1.2. Antiguo y Nuevo Orden Mundial 20 
1.3. Transición Energética 28 
1.3.1. Tres causantes de la Transición Energética 29 
1.3.1.1. El Cambio Climático 29 
1.3.1.2. La escasez de hidrocarburos 35 
1.3.1.3. Seguridad en la producción y el transporte del 
petróleo y del gas 
 
43 
1.3.2. Los Modelos Energéticos 45 
1.3.2.1. Modelo basado en la combustión de madera 46 
1.3.2.2. Modelo asado en la combustión de carbón 47 
1.3.2.3. Modelo basado en la combustión de petróleo y 
gas 
 
48 
1.3.2.4. Alternativas energéticas para un nuevo modelo 
energético 
51 
1.1.3. Ciencia, tecnología y transición energética 61 
2. La ciencia y la tecnología en México y Brasil 63 
2.1. Capacidades científico-tecnológicas generales de México y 
Brasil 
 
63 
2.1.1. Base disponible 66 
2.1.2. Esfuerzos 72 
2.1.3. Resultados 76 
2.2. Sistemas Nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación 81 
2.2.1. Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de 
México 
 
82 
2.2.2. Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de 
Brasil 
 
104 
2.3. ¿Qué lugar para la energía? 119 
2.3.1. La investigación en ciencia y tecnología energética en 
México 
 
119 
2.3.2. La investigación en ciencia y tecnología energética en 
Brasil 
 
128 
3. Cambios en el posicionamiento internacional de México y Brasil 
en la estructura internacional 
 
137 
3.1. Poder y posicionamiento internacional en la estructura mundial 138 
3.2. Análisis de la evolución del posicionamiento internacional de 
 6 
 
México y Brasil 146 
3.2.1. Participación de Brasil en las negociaciones sobre cambio 
climático 
 
151 
3.2.2. Participación de México en las negociaciones sobre 
cambio climático 
 
165 
3.3. Sugerencias para México 171 
CONCLUSIONES 181 
FUENTES DE CONSULTA 189 
Bibliografía 189 
Hemerografía 191 
Ciberografía 193 
 7 
ÍNDICE DE FIGURAS 
 
Figura 1 Evolución de la temperatura promedio mundial 
para el periodo 1961-1990 
 
31 
Figura 2 Emisiones antropogénicas Globales (2007) 
 
34 
Figura 3 Descubrimientos de pozos petroleros 
 
37 
Figura 4 Consumo Mundial de Combustibles Fósiles 
 
39 
Figura 5 Utilizadores de la Internet 
 
71 
Figura 6 PIB por cápita a precios corrientes (dólares) 
 
72 
Figura 7 Gasto en CyT (% del PIB) 
 
74 
Figura 8 Gasto en CyT por sector de financiamiento (%) 
 
75 
Figura 9 Patentes Solicitadas en México 
 
76 
Figura 10 Patentes Solicitadas en Brasil 
 
76 
Figura 11 Patentes Solicitadas en México y Brasil (total) 
 
77 
Figura 12 Patentes otorgadas en Brasil y México 
 
78 
Figura 13 Coeficiente de invención 
 
78 
Figura 14 Publicaciones científicas (por 100 000 
habitantes) 
 
79 
Figura 15 Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e 
Innovación – México 
 
103 
Figura 16 Esquematización del PITCE 
 
110 
Figura 17 Gasto Gubernamental en CyT (ACT) para el 
sector energía (%) 
 
123 
Figura 18 Gasto Federal en CyT en el sector energía por 
actividades financiadas (%), 2006 
 
124 
Figura 19 Gasto total gubernamental en I+D para el sector 
Energía (en m ln PPP $Int 2008) 
 
126 
Figura 20 Gasto gubernamental en I+D por rubro del sector 127 
 8 
Energía (en m ln PPP $Int 2008) 
 
Figura 21 Gasto Gubernamental en Créditos 
presupuestarios públicos en I+D en el sector 
energía (%) 
 
131 
Figura 22 Investigadores y personal especializado (%) 
 
132 
Figura 23 Gasto total gubernamental en I+D para el sector 
Energía (en m ln PPP $Int 2008) 
 
134 
Figura 24 Gasto gubernamental en I+D por rubro del sector 
Energía (en m ln PPP $Int 2008) 
 
135 
Figura 25 Emisiones de GEI a nivel global en 2005 
 
160 
Figura 26 PIB de los países del BASIC (% del PIB Mundial, 
2008) 
 
161 
Figura 27 Gasto en Ciencia y Tecnología en relación al 
PIB, 2007 
173 
 
ÍNDICE DE TABLAS 
 
Tabla 1 Potencial de Calentamiento Global de los GEI 
 
32 
Tabla 2 Reservas de Hidrocarburos 
 
38 
Tabla 3 Pico de Hubbert según diversos autores 
 
40 
Tabla 4 Reservas de Carbón en 2010 
 
53 
Tabla 5 Titulados en CeI 
 
70 
Tabla 6 Gasto en Investigación y Desarrollo (millones de 
USD) 
 
73 
Tabla 7 Plan de Acción sobre Ciencia, Tecnología e 
Innovación 
 
112 
Tabla 8 Gasto en I+D para el sector Energía (en m ln 
PPP $Int 2008) 
 
125 
Tabla 9 Gasto en I+D para el sector Energía (en m ln 
PPP $Int 2008)133 
 
 9 
INTRODUCCIÓN 
 
El paso al siglo XXI ha significado grandes transformaciones en el mundo. Debido 
al constante cambio y a la complejidad que caracterizan el sistema mundial, no se 
puede tener certidumbre acerca de dónde nos llevarán precisamente dichas 
transformaciones; sin embargo, es posible vislumbrar ciertas tendencias en la 
construcción de un Nuevo Orden Mundial basado en nuevos patrones de 
producción y de consumo, debido a tres fenómenos o realidades que han 
generado la necesidad de una transición energética. 
 Fundamentándose en el trabajo de Luís Dallanegra Pedraza, se puede 
entender el Nuevo Orden Mundial que está surgiendo con el fin de la Guerra Fría 
como una organización jerarquizada articulada, ya no alrededor de lo militar, sino 
a partir de un eje económico: en el sistema bipolar, el sistema estaba basado en la 
potencia estratégico-militar y el conflicto ideológico. Sin embargo, hoy, en el 
camino hacia el Nuevo Orden Mundial, el sistema multipolar se articula alrededor 
del eje económico y deja más espacio a los miembros menos poderosos del 
sistema para llevar a cabo sus objetivos. 
Actores que antes no participaban en la definición de los regímenes 
imperantes tienen ahora mayores posibilidades de influir en el establecimiento o la 
modificación de reglas. Además, el eje de poder económico se construye en gran 
medida sobre el control de los procesos científico-tecnológicos. El desarrollo 
tecnológico se vuelve por ende un factor de cambio en la estructura mundial. 
 A la vez, el mundo entra en una fase de transición energética, la cual se 
concibe como el paso desde un modelo energético, basado en el petróleo y el gas, 
a otro, fundamentado en nuevas fuentes de energía. En efecto, el modelo 
energético dominante desde la segunda mitad del siglo XX, se basaba 
principalmente en el petróleo como fuente energética. Ello permitió la generación 
de un crecimiento económico sin precedentes, una importante expansión 
demográfica, pero también el uso ineficiente e insostenible de muchos recursos. 
En consecuencia, frente al progresivo agotamiento de los combustibles 
fósiles, restricciones ambientales e inseguridad de la energía nuclear, se va 
 10 
ajustando gradualmente un cambio hacia un nuevo modelo energético, en el que 
se emplean diferentes fuentes de energía. 
 En efecto, dicha transición se vislumbra como necesaria y urgente, 
principalmente por tres elementos. Primero, porque se ha probado que las 
reservas en hidrocarburos han disminuido fuertemente, y que el ritmo de 
descubrimiento de nuevos yacimientos también ha venido decreciendo. Por otro 
lado, se ha probado también que el uso de los hidrocarburos genera mucho CO2, 
el cual se ha vuelto dañino para el medioambiente y ha influido mucho en el 
calentamiento global. Finalmente, las condiciones de producción y consumo 
energético actuales no garantizan seguridad energética. 
 De allí, surge el entendimiento de que es preciso desarrollar fuentes 
alternas de energía, para limitar la dependencia a los hidrocarburos por una parte, 
y para dañar menos al medioambiente. A la vez, es necesario que se elaboren e 
implementen tecnologías que mejoren la eficiencia energética en todos los 
sectores de la economía. 
 El desarrollo científico-tecnológico constituye un factor de cambio en las 
relaciones de poder. En el contexto de la transición energética, la tecnología 
energética reviste una importancia indiscutible en la evolución de las relaciones de 
poder. El abastecimiento suficiente, e idealmente, la autonomía energética, en el 
nuevo modelo energético resultante del avance científico-tecnológico, se vuelven 
entonces elementos fundamentales del poder. El desarrollo científico y tecnológico 
energético reviste por consiguiente una importancia estratégica para cualquier 
país, ya que influye en su poderío económico y en su posicionamiento 
internacional. 
 En este caso, Brasil y México constituyen potencias intermedias, entendidas 
estas como países que pueden influir en el establecimiento de las reglas del 
régimen internacional, aunque con un grado menor que las autoridades del 
sistema, o potencias. Con base en el desarrollo científico-tecnológico en general, y 
en particular en materia energética, sus relaciones de dominación, reacción y 
resistencia se están modificando. Su capacidad en influir en el diseño de las reglas 
y normas a nivel internacional también evoluciona. 
 11 
De allí que mi objetivo es entender y explicar cómo sus capacidades 
científico-tecnológicas (particularmente en tecnología energética) han influido en la 
distribución del poder entre Brasil y México, y qué impacto ha tenido ello en su 
posición en la estructura mundial durante el periodo 2000-2008. 
Como hipótesis del presente trabajo de investigación planteo que la 
distribución del poder en el continente americano, en el contexto de la transición 
energética, se ajusta en parte a los avances y el dominio del conocimiento y de la 
tecnología energética. En este contexto, Brasil se aprovecha del fortalecimiento de 
sus capacidades científico-tecnológicas y está logrando consolidar su posición de 
potencia regional, mientras que el posicionamiento de México se debilita, al 
disminuir sus capacidades científico-tecnológicas relativas. 
 La presente investigación se basa en los aportes teóricos de Luis 
Dallanegra Pedraza, el cual maneja una visión realista-sistémico-estructural. Este 
enfoque teórico es particularmente adecuado para el estudio del tema de la 
presente investigación porque su componente realista pone énfasis en las 
cuestiones de poder y considera a los Estados como el actor central en las 
relaciones internacionales. A la vez, sus componentes sistémico y estructural son 
idóneos para tratar del posicionamiento internacional de los actores del sistema, y 
en el presente caso, de México y Brasil. 
 La investigación está organizada en tres capítulos. El primer capítulo 
describe los dos procesos significativos del principio del siglo XXI que constituyen 
el marco de la investigación, es decir, la transición energética y sus componentes, 
así como el cambio en el orden internacional. 
 Para ello, se inicia definiendo los conceptos básicos que servirán como 
categorías analíticas a lo largo de la investigación, desde el enfoque teórico 
realista-sistémico-estructural. Seguidamente, se describen las características del 
antiguo orden internacional, las causas del proceso de transición hacia una nuevo 
orden y las tendencias que se pueden entrever en la determinación de un Nuevo 
Orden Mundial. 
 En tercer lugar, el primer capítulo trata de explicar cuáles son los elementos 
constitutivos de la transición energética. Cabe señalar que se hace entonces 
 12 
énfasis en los modelos energéticos y el papel de la ciencia y de la tecnología en 
su evolución. 
 El segundo capítulo tiene el fin de examinar y comparar el avance de 
México y Brasil en términos de capacidades en ciencia y tecnología de manera 
general y particularmente, en ciencia y tecnología energética. Por ello se empieza 
examinando y comparando el avance de México y Brasil en materia de 
capacidades científico-tecnológicas en general a partir de indicadores 
especializados. 
 En segundo lugar, se estudia y describe las características del Sistema 
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de México y Brasil, es decir la 
estructura institucional que se encarga de fomentar el desarrollo de las 
capacidades nacionales en ciencia y tecnología. 
 Para terminar, se considera el sector energético en particular. En este 
apartado se trata de presentar y estudiar la capacidad científico-tecnológica de 
México y Brasil en materia energética. 
En el tercer capítulo, se analiza la evolución del posicionamiento 
internacional de México y Brasil durante el periodo 2000-2008, en el contexto de la 
transición energética. Para ello, inicialmente,se hace una breve revisión de los 
principios y elementos de la teoría realista-sistémica-estructural, poniendo énfasis 
en el concepto de poder. Se explica también cómo el elemento científico-
tecnológico se ha vuelto un factor de poder central en el sistema internacional del 
siglo XXI. 
En segundo lugar, se resume el razonamiento central que lleva a cabo a 
través de esta investigación, mostrando cómo en el contexto de la transición 
energética, la investigación en ciencia y tecnología energética es fundamental 
para la posición que ocupan México y Brasil en la estructura internacional. 
 Se trata de analizar entonces cómo ha evolucionado el posicionamiento de 
ambos países. Para ello, se examina el poder de ambos países mediante el 
estudio de la participación de cada uno en la construcción del régimen climático, el 
cual también contribuye a definir el futuro régimen energético y constituye un 
excelente indicador para evaluar su poder. 
 13 
Finalmente, en vista de las fortalezas y debilidades del sistema nacional de 
fomento a la investigación científica y tecnológica, así como a la innovación, se 
presentan algunas recomendaciones para fortalecer las capacidades de México, y 
por lo mismo, empoderar al país y mejorar su posicionamiento internacional. 
Espero sinceramente que esta reflexión que llevé a cabo a través de esta 
investigación contribuya a sensibilizar acerca de la importancia de la ciencia y la 
tecnología en el desarrollo socio-económico nacional, así como la importancia de 
las capacidades científico-tecnológicas en materia energética en el poder que 
tiene y tendrá México en el escenario internacional en el contexto que nos atañe, 
la transición energética. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 14 
 
1. La Consolidación del Nuevo Orden Mundial y la Transición Energética: 
dos procesos fundamentales del siglo XXI. 
 
El objetivo del presente capítulo es describir dos procesos significativos del 
principio del siglo XXI, la transición energética y sus componentes, así como el 
cambio en el orden internacional. 
 Para ello, es necesario definir los conceptos de estructura, régimen, orden 
internacional, poder, comunidad internacional, transición energética y tecnología 
energética con base en el enfoque teórico realista-sistémico-estructural. Este 
primer paso es indispensable para explicar las tendencias en el reordenamiento 
del mundo. 
 En segundo lugar, se describen las características del orden internacional 
anterior, las causas del proceso de transición hacia un nuevo orden, así como las 
tendencias que se están determinando para el Nuevo Orden Internacional. 
 Finalmente, se explicarán las causantes de la transición energética. En esta 
parte se pondrá un enfoque particular en los modelos energéticos y el papel de la 
ciencia y de la tecnología en su evolución. 
 
1.1. Marco teórico-conceptual 
 
El mundo cambia. Algunos cambios son más visibles que otros. Algunos se hacen 
paulatinamente, y otros, de un golpe. Algunos tienen consecuencias muy 
importantes para el funcionamiento del mundo, y otros parecen menos relevantes. 
Ello se debe a que el mundo es un gigantesco sistema cuyos componentes no 
dejan de influir en los demás, provocando así modificaciones en ellos y en sí 
mismos, porque sus relaciones se ven afectadas. El fin del siglo XX y principio del 
siglo XXI corresponden a un periodo muy significativo de transformación en el 
orden mundial. Es de este proceso de transformación que trata este primero 
apartado. 
En primer lugar, conviene hacer algunas aclaraciones conceptuales. La 
presente investigación se apoya en el enfoque realista-sistémico-estructural, cuyo 
 15 
principal representante es el Dr. Luis Dallanegra Pedraza, un autor e investigador 
argentino contemporáneo. Dallanegra se basa en el trabajo y las conclusiones de 
numerosos investigadores y teóricos, no sólo de las Relaciones Internacionales, 
sino también de otras disciplinas, en particular de la Ciencia Política. El enfoque 
que maneja dicho autor será de gran utilidad para entender el posicionamiento de 
México y Brasil en el nuevo orden internacional, tópico que se desarrollará en el 
tercer capítulo de la presente investigación. 
El precursor de la teoría general de sistemas es el biólogo austriaco Ludwig 
von Bertalanffy, el cual define el sistema como un complejo de elementos 
interactuantes.1 Para Luis Dallanegra, un sistema es “un conjunto de actores que 
se interrelacionan entre sí de manera dinámica”. 2 Por su lado, Morton Kaplan 
define el sistema como “una serie de elementos suficientemente interrelacionados 
distinguibles de su entorno por ciertas regularidades como para servir de centro de 
análisis”, el cual se compone de elementos y funciones.3 
El sistema internacional es el conjunto de elementos (actores y factores) en 
interrelación que forman un todo organizado aunque en constante transformación. 
Se mantiene a sí mismo y cambia no intencionalmente en función de las 
interacciones en la sociedad internacional, que es el grupo de actores que forman 
el sistema con diferentes capacidades y un nivel y modo de inserción distinto.4 Es 
importante señalar que todos los sistemas obligatoriamente son estratificados. Su 
fundamento es la estructura, que corresponde a la configuración del poder dentro 
del sistema. 
Dentro de la sociedad internacional existen tres tipos de actores: los actores 
dominantes o polares, los actores no polares y los actores (re)hegemonizables. 
 
1Jorge Alberto Valencia de los Ríos, Teoría General de los Sistemas y Sistémica, en Frederico 
Alonso Atrehortúa Hurtado (et all.), Sistema de Gestión Integral: una sola gestión, un solo equipo, 
Editorial Universidad de Antioquia, Medellín, 2008, p. 1. 
2 Luís Dallanegra Pedraza, Reformulación del Orden Mundial: el fin de una “macro-etapa” 
documento en línea, Capítulo Primero, Buenos Aires, Edición del Autor, 2003, URL: 
http://luisdallanegra.bravehost.com/Ormacroe/cap1o02.htm, consultado el 05.09.10. 
3 Morton Kaplan, Towards Professionalism in Internacional Theory: Macrosystem Análisis, Editorial 
The Free Press, Nueva Cork, 1979, p. 96. 
4 Luis Dallanegra Pedraza, Generación del Orden Mundialdocumento en línea, Universidad Militar 
de Nueva Granada, Colombia, p. 1, URL: http://www.umng.edu.co/www/resources/analisis17.pdf, 
consultado el 31.08.10. 
http://luisdallanegra.bravehost.com/Ormacroe/cap1o02.htm
http://www.umng.edu.co/www/resources/analisis17.pdf
 16 
Los primeros, más poderosos, que son las autoridades del sistema, utilizan las 
estructuras institucionales para que se impongan y se cumplan las reglas de 
funcionamiento del sistema que les convienen a los demás actores. Los actores 
no polares son actores (Estados, organismos y empresas) que aunque no ocupan 
los lugares más elevados en la jerarquía del sistema, poseen cierta capacidad, en 
general económica o militar, que les permite influir en la generación y modificación 
de las reglas imperantes en el sistema. Además, es posible que dichos actores 
lleguen a pasar, o no, del rango de actores no polares al rango de actores polares. 
El tercer tipo de actores son las unidades (re)hegemonizables, es decir, los 
países que recientemente independizados pueden ser objeto de disputa por los 
actores polares para tenerlos dentro de su ámbito hegemónico de cada uno, y que 
no tienen suficiente poder para influir en el establecimiento de las reglas del 
sistema.5 
Al querer analizar las relaciones de poder entre los diferentes actores, es 
decir la estructura del sistema, no sólo se consideran las relaciones entre los 
actores polares, las cuales se insertan en un eje horizontal, sino también las 
relaciones verticales entre los actores polares, los actores no-polares y las 
unidades (re)hegemonizables, que implican reacciones y resistencias ante las 
reglas y pautas impuestas por los actoresdominantes.6 
El grado de difusión o concentración del poder dentro del sistema depende 
de la cantidad de actores: menos actores significa mayor concentración y 
capacidad de control, y recíprocamente. En la perspectiva de Dallanegra, cuando 
existe en la estructura del sistema un sólo actor polar o “subsistema dominante”, 
se trata de un sistema unipolar. Si hay dos subsistemas dominantes, el sistema es 
bipolar, y si hay tres o más, entonces el sistema es multipolar.7 
Cuando dicho autor explica el factor poder, hace énfasis en la diferenciación 
que existe entre el poder en términos materiales y el poder en términos políticos. 
 
5 Luis Dallanegra Pedraza, Reformulación del Orden Mundial…, Op. Cit. 
6 Luis Dallanegra Pedraza, El Orden Mundial del Siglo XXI, Parte 1, Capítulo 2 documento en 
línea, Argentina, URL: http://luisdallanegra.bravehost.com/Ordens21/poder.htm, consultado el 
31.08.10. 
7 Luis Dallanegra Pedraza, El Orden Mundial del Siglo XXI, Parte 1, Capítulo 2 documento en 
línea, Argentina, URL: http://luisdallanegra.bravehost.com/Ordens21/poder.htm, consultado el 
31.08.10. 
http://luisdallanegra.bravehost.com/Ordens21/poder.htm
http://luisdallanegra.bravehost.com/Ordens21/poder.htm
 17 
El primero se refiere a factores económicos y estratégico-militares, mientras el 
segundo resulta de una “influencia psicológica” ejercida por un actor o varios 
actores ejercen unos sobre otros. 
Por ello, el poder de un actor depende de diferentes variables, o 
segmentos: el segmento político, el segmento económico y el segmento 
estratégico-militar. El segmento político no corresponde a poder material propio, 
contrariamente a los segmentos económico y estratégico-militar, pero es el 
segmento que constituye la base de la dirección del sistema mundial. En el 
segmento político se incluyen el orden, los valores 8 , el tipo de alianzas, las 
características del equilibrio del sistema y la forma de su mantenimiento.9 
Las propuestas teórico-conceptuales de la Dra. Graciela Arroyo vienen 
reforzar las proposiciones de Dallanegra. En efecto, según la autora, el sistema 
mundial es “el conjunto de relaciones - acciones e interacciones - entre los 
diversos actores de la escena internacional” 10 y la estructura mundial es “el 
conjunto de entes o elementos de diversos tipos […] que, al generar una serie de 
fuerzas e interacciones, como expresión de sus propias funciones, se vinculan, 
con lo cual configuran sistemas de relaciones por naturaleza dinámicos –históricos 
– sujetos a cambio o transformación”11. 
Graciela Arroyo añade, basándose en el trabajo de Stephen Peltz, que a 
partir de su estructura, cada sistema internacional crea incentivos y contra-
incentivos para los tomadores de decisiones, paralelamente a un proceso de 
elaboración de reglas, implícita o explícitamente, para responder a los incentivos y 
conservar el sistema.12 En esta explicación también se encuentra la idea de los 
intereses de los poderosos, del proceso de establecimiento de las reglas, y de las 
resistencias a las mismas. 
 
8 El autor considera que actualmente, los valores del eje económico, principalmente la rentabilidad, 
han superado los valores de la sociedad (educación, justicia, medicina, etc.). 
9 Dallanegra, Tendencias del Orden Mundial: Régimen Internacional, Editorial de la Universidad, 
Buenos Aires, 2001, p. 53. 
10 Graciela Arroyo Pichardo, Metodología de las relaciones internacionales, Oxford University, 
México 1999, p. 51. 
11Ibíd., p. 50. 
12Ibíd., p. 117. 
 18 
John Ruggie define régimen internacional como un conjunto de mutuas 
expectativas, normas y regulaciones, planes, energías organizativas y compromiso 
que han sido aceptados por un grupo de Estados. Robert Keohane por su lado 
considera que un régimen internacional es un conjunto de principios explícitos, 
normas, reglas y procedimientos en torno a los cuales convergen las expectativas 
de los actores en una determinada área de las relaciones internacionales. 13 
Ambas visiones han sido fundamentos para que Dallanegra desarrollara el 
concepto también. 
Para él, un régimen internacional es un conjunto de reglas, pautas, 
principios y valores que rigen el relacionamiento de las unidades componentes en 
un segmento o área de relacionamiento determinado, atendiendo al ejercicio de 
poder, y que son acordadas o impuestas entre los actores preponderantes, con la 
resistencia –o aceptación- de los que se encuentran en su esfera de influencia.14 
Además, conviene agregar las pautas establecidas para solucionar los conflictos y 
como los actores preponderantes establecen los métodos de resolución de los 
problemas. 
Cabe precisar que existen dos tipos de régimen, los regímenes de hecho y 
los regímenes institucionalizados. 15 Cuando se habla del nuevo régimen 
internacional, en realidad se refiere a un régimen de hecho más que 
institucionalizado, ya que éste no ha sido completamente institucionalizado 
mediante el derecho aún. 
La conformación de un régimen depende de la configuración del poder 
dentro del sistema, es decir, de la estructura del sistema, porque ello limita la 
manera que tienen los actores de actuar. Determina en gran parte la forma de 
relacionarse de los actores, sus valores y sus métodos para resolver y dirimir 
conflictos. Sin embargo, el poder y los actores más poderosos constituyen el factor 
y los actores decisivos en la configuración del régimen.16 
 
13 Victor Batta Fonseca, Sociedad Civil Global y Estado Transnacional. Movimientos de resistencia 
contra el orden imperial, Editorial Cenzontle, México, 2008, p18. 
14Dallanegra Pedraza, Tendencias…, Op. Cit., p. 6. 
15Dallanegra Pedraza, El Orden Mundial…, Op. Cit., pp. 173-176. 
16Dallanegra Pedraza, Tendencias…, Op. Cit., p. 13. 
 19 
Ahora bien, de la estructura del sistema y de las reglas resultantes del 
régimen imperante se genera el orden, que constituye la función de la acción 
volitiva y coordinada o no de los Estados17. Es decir, el orden mundial deriva de 
los intereses de los actores más poderosos y de cómo éstos se imponen ante los 
demás actores, con sus respectivas capacidades e inserciones, o comunidad 
internacional.18 Contrariamente al sistema, el orden mundial constantemente se 
encuentra controlado, porque constituye el resultado intencional de las 
interacciones entre los componentes del sistema. En fin, “el orden es dado por un 
conjunto de parámetros -generados por el régimen-, entre los cuales se sustentan 
las relaciones entre los miembros del sistema y se busca concretar las 
expectativas y las aspiraciones.”19 
De manera más general, pero ilustrando la misma idea, Victor Batta 
Fonseca escribe que la noción de orden implica entenderlo a partir de los 
conceptos de estructura y organización, de tal forma que el orden de un sistema 
está dado por la estructura que lo organiza y al mismo tiempo es producida por la 
lucha entre orden y desorden.20 En definitiva, el orden es el resultado de la 
interacción de los actores, con base en sus intereses y posicionamiento en la 
estructura, en el marco del régimen existente. 
El orden mundial no es instantáneo. Cuando desaparece o se vuelve 
anticuado un orden, no emerge inmediatamente un nuevo orden: se necesita 
primero un proceso largo y complejo antes de que se dé y se establezca 
sólidamente un nuevo orden. Actualmente, el mundo se ve insertado en el paso de 
un orden internacional obsoleto a un nuevo orden internacional, más adecuado a 
la realidad internacional. 
 
 
17 Dallanegra Pedraza, Generación…, Op. Cit., p. 1. 
18 Cabe precisar que el orden mundial no sólo incluye a los Estados-nación como actores, sino 
también otros actores, como actores transnacionales con fines de lucro o la sociedadcivil. 
19 Dallanegra Generación..,Op. Cit, pp. 1, 8. 
20 Batta Fonseca, Op. Cit., p. 13. 
 20 
1.2. Antiguo y Nuevo Orden Mundial 
 
Este segundo apartado da primero una breve descripción del régimen 
internacional anterior. En segundo lugar, se ponen en evidencia los elementos que 
han llevado a una transformación del mismo, y las características más relevantes 
del Nuevo Orden Mundial, con un énfasis particular en la sociedad del 
conocimiento. 
Durante la Guerra Fría, el sistema mundial era bipolar.21 El poder entonces 
se utilizaba principalmente para la seguridad de los actores polares y el control 
ideológico de los subordinados. Los ejes político y estratégico-militar dominaban. 
En efecto, “el desarrollo económico se orientó a apuntalar y darle ventaja 
comparativa y competitiva, en el terreno estratégico-militar, a cada una de las dos 
grandes potencias frente a la otra, en su pugna por la supremacía, particularmente 
mediante el desarrollo tecnológico misilístico y espacial, y el de las grandes 
computadoras”. 
De allí que el “orden global se basaba más en “desentendimientos polares” 
que en reglas “mutuamente impuestas o acordadas”. Ahora bien, cuando el 
desentendimiento entre los actores polares incrementa, la conducta permisiva de 
éstos hacia los miembros de sus ámbitos hegemónicos disminuye, es decir dejan 
menos espacio a las manifestaciones de resistencia de los mismos. 
Kaplan, dentro de la tipología que realiza de los sistemas internacionales 
posibles, identifica la Guerra Fría como un sistema bipolar flexible, caracterizado 
por la existencia de dos bloques, cada uno encabezado por un actor nacional. 
Existen actores nacionales que no son partes de ningún bloque, y un actor 
supranacional que intentar tomar un papel de atenuador. Para los actores 
pertenecientes a un bloque, salirse de este es casi imposible.22 
En este sentido la perspectiva del Doctor Edmundo Hernández-Vela aporta 
más elementos aún. Considera en efecto que la Guerra Fría es una atmósfera que 
 
21 Para efectos de esta investigación se considerará como la Guerra Fría el periodo comprendido 
entre 1947 a 1991, aunque otros autores establecen el periodo de la Guerra Fría en un periodo 
diferente. 
22 Celestino del Arenal, Introducción a las relaciones internacionales, Editorial Tecnos, Madrid, 
2007, p. 217. 
 21 
existió en la sociedad internacional desde 1946, 23 caracterizada por la 
combinación de los factores siguientes: la pugna ideológico-política-económica de 
dos grandes potencias, segundadas por sus bloques respectivos, la 
incomunicación directa entre ambas potencias, la acumulación en escala de armas 
nucleares y otras armas, así como la concepción, puesta en práctica y dirección 
por los hegemones de un conjunto de políticas y acciones desplegadas a nivel 
mundial.24 
El sistema bipolar empezó a decaer en la década de los setentas. Algunos 
de los eventos significativos y demostrativos de esta tendencia son la declaración 
de la inconvertibilidad del dólar en oro por el presidente Nixon en 1971 y los 
choques petroleros. En efecto, el primero significó el no respeto de los acuerdos 
de Bretton Woods, que constituyen parte de las reglas características del régimen 
de entonces; y el segundo provocó un desplazamiento del eje económico hacia la 
región del Pacífico.25 Otro ejemplo de ello es la diplomacia epistolar entre ambos 
hegemones que se da a raíz de la crisis de cohetes de Cuba, la cual reanuda la 
comunicación entre ambas potencias, acabando así con una de las características 
de la Guerra Fría, la incomunicación.26 
Stephen Peltz señala como causas principales de los cambios en la 
estructura mundial las revoluciones sociales y políticas en uno o más actores 
centrales del sistema, la tecnología y la desigualdad en el desarrollo económico y 
tecnológico entre las grandes potencias. 27 Esta perspectiva puede aplicarse al 
caso del cambio de la estructura del sistema internacional al final de la Guerra 
Fría: la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas experimentó profundos y 
significativos cambios sociales en su seno y existía un desfase económico y 
 
23 Sin embargo Edmundo Hernández-Vela considera que el periodo de la Guerra Fría acaba con el 
Pacto de Helsinki en 1973, datación que no será retenida para efecto de la presente investigación. 
24 Edmundo Hernández-Vela Salgado, Diccionario de Política internacional, Editorial Porrúa, 
México, 1981, 6ta Edición, Vol. 1, pp. 540-542. 
25 Luis Dallanegra Pedraza, El Orden Mundial del Siglo XXI, Parte 1, Capítulo 2 documento en 
línea, Argentina, URL: http://luisdallanegra.bravehost.com/Ordens21/poder.htm, consultado el 
31.08.10. 
26 Hernánez-Vela Salgado, Op. Cit., p. 388. 
27 Stephen Peltz, “Changing Internacional Sistemas. The World Balance of power and the US 1776-
1996”, Journal of Diplomatic History, vol. 25, núm. 1, invierno 1991, Estados Unidos de América. 
http://luisdallanegra.bravehost.com/Ordens21/poder.htm
 22 
tecnológico 28 entre ambas potencias. Ahora bien, un cambio en la estructura 
genera una transformación del régimen, ya que éste se ve afectado por las 
relaciones de poder entre los actores, relaciones que son regidas y generan a la 
vez las reglas y pautas para su interacción. 
Robert Keohane también aporta elementos importantes para entender el fin 
de un régimen, del cual deriva la transformación del orden internacional. Si se 
considera el régimen desde la perspectiva económica, los procesos de cambio 
empiezan por transformaciones económicas y tecnológicas. Estas 
transformaciones vuelven el régimen obsoleto y empujan hacia la constitución de 
un nuevo, más adecuado a la realidad.29 
Cuando la distribución del poder se modifica dentro de un sistema, las 
nuevas interacciones entre los actores dominantes y las relaciones de estos con 
los demás actores del sistema llevan al establecimiento de un nuevo régimen y de 
un nuevo orden, más adecuados a la nueva estructura del sistema. Los cambios 
en la distribución del poder a nivel mundial al fin de los ochentas y principios de los 
noventas generaron una transformación del orden mundial. La transición sistémica 
sin embargo no ha acabado aún, aunque ya se ha avanzado suficientemente en el 
proceso como para vislumbrar ciertas tendencias para el Nuevo Orden Mundial y 
el establecimiento progresivo de un nuevo régimen internacional correspondiente. 
Cabe mencionar que dentro de la comunidad científica, todos los autores no 
están de acuerdo con la idea de que se está construyendo un nuevo orden 
mundial. Noam Chomsky, por ejemplo en su obra El nuevo orden mundial (y el 
viejo), explica que el nuevo orden mundial es como el anterior, sólo con otra 
apariencia, ya que las normas del mismo no han cambiado: los poderosos 
dominan a los débiles gracias a la ley y a la racionalidad económica.30 
Sin embargo, el orden mundial no sólo deriva de un conjunto de normas y 
principios, sino también de los intereses de las autoridades del sistema y de las 
 
28 Graciela Arroyo considera que fue la tercera revolución científico-técnica que provocó la quiebra 
de la URSS: se generó un desfase entre los dos hegemones, lo que provocó un cambio en sus 
relaciones de poder, y por ende, en la estructura del sistema. 
29 Robert Keohane, Power and Interdependence, Editorial Longman, New Cork, 2001, p. 34. 
30 cf. Noam Chomsky, El nuevo orden mundial (y el viejo), Editorial Crítica, Barcelona, 2005, 389 
pp. 
 23 
relaciones entre los actores que se encuentran insertados en él. Elementos como 
la aparición de nuevos actores en el sistema y la evolución de las relaciones entre 
los componentes del mismo, como la sociedad civil organizada por ejemplo, 
hicieron presión sobre el antiguo régimen, que se volvió obsoleto y por lo tanto, 
sobre el antiguoorden, porque los intereses de los actores y las reglas del juego 
cambiaron. Ello levó por lo tanto a la edificación de un nuevo orden internacional. 
Según Luis Dallanegra, las principales tendencias del Nuevo Orden Mundial se 
inscriben dentro de los ejes a continuación31: 
 
a) La multiplicación de los actores y su diversificación, que originan una gran 
heterogeneidad en las maneras de relacionarse dentro del sistema y 
provocan disfunciones en el marco institucional interestatal; 
b) El cambio en el tipo de actores: los Estados-Naciones ven sus funciones y 
características transformarse, mientras proliferan actores transnacionales; 
c) El incremento de la transnacionalización en la toma de decisiones y en las 
relaciones globales; 
d) La transformación de las relaciones presentes en el sistema – se vuelven 
más complejas – debido a la aparición de nuevos actores y a su 
heterogeneidad; 
e) La modificación de pautas territoriales y de soberanía, en la que las 
fronteras ya no representan límites intraspasables; 
f) El crecimiento de la complejidad de la estructura mundial, debido al 
creciente número y heterogeneidad de los actores; 
g) La inadecuación del marco institucional internacional vigente con la 
estructura de poder transnacional dominante. 
 
Al describir el Nuevo Orden Mundial, diversos elementos deben ser considerados 
tanto en los planos económico, político y social, como en los ámbitos cultural, 
ideológico, tecnológico y ambiental, sin ser exhaustivo. Sin embargo, para efectos 
 
31 Luis Dallanegra, Tendencias, Op. Cit., pp. 34-35. 
 24 
de la presente investigación, la cuestión científico-tecnológica y su relación con los 
ámbitos económico y social es la más relevante y la en la que más se profundiza. 
En las transformaciones que vive el mundo hoy, transformaciones que 
tienen un papel fundamental en el diseño del Nuevo Orden Mundial, la tercera 
revolución científico-tecnológica ocupa un lugar central. Esta revolución, escribe 
Graciela Arroyo, no sólo corresponde a una nueva revolución industrial, sino a “un 
proceso en el que la ciencia adquirió una nueva función: la de fuerza productiva”32, 
y se ve caracterizada por una transformación del sistema tecnológico 
cualitativamente distinta de los cambios anteriores, ya que el conocimiento se ha 
vuelto la fuerza productiva primaria y una fuente independiente de plusvalía.33 
La participación y el poder de los nuevos actores transnacionales, en 
particular de las empresas, han llevado a un cambio de los valores centrales del 
régimen anterior. Hoy, se enfatiza el valor de la rentabilidad, en cual el factor 
científico-técnico es fundamental. En efecto, en palabras de Dallanegra, “luego de 
la caída del Muro de Berlín (1989) y la desintegración de la URSS (1991), el 
mundo ingresó de lleno en la era del conocimiento. La materia prima más preciada 
pasó a ser la materia gris”.34 
Es cierto que el siglo XXI se inserta en un nuevo paradigma económico, en 
el que el conocimiento se ha vuelto el centro del eje económico. Como menciona 
la Dra. Carlota Pérez, el nuevo paradigma económico se caracteriza, entre otros, 
por que se sustituyeron como productos más importantes, es decir las materias 
primas, por el uso de del conocimiento, para generar valor procesando 
conocimiento.35 
En la sociedad del conocimiento, entendida ésta como una sociedad 
caracterizada por una estructura económica y social, en la que el conocimiento 
reemplazó el trabajo, en lugar de las materias primas y al capital como fuente más 
 
32 Graciela Arroyo, Op. Cit., p. 67. 
33Íbid., p. 76. 
34 Luis Dallanegra, La Universidad y la investigación científica en América Latina [documento en 
línea], Instituto de Investigación en Ciencias Sociales, Universidad del Salvador, Documento de 
trabajo Nº 23, mayo 2004, p. 11, URL: http://www.salvador.edu.ar/csoc/idicso/docs/sdti023.pdf, 
consultado el 19.09.10. 
35 Carlota Pérez Pérez, Innovación y crecimiento. Comprender la dinámica y el cambio de las 
oportunidades para América Latina. En Adriana Martínez (et al.) (coord.), Innovación y 
competitividad en la Sociedad del Conocimiento. Editorial Plaza y Valdéz, Barcelona, 2009, p. 22. 
http://www.salvador.edu.ar/csoc/idicso/docs/sdti023.pdf
 25 
importante de la productividad, crecimiento y desigualdades sociales, la 
innovación tecnológica y la creación de conocimiento constituyen las bases de la 
producción económica: la economía del conocimiento se fundamenta en la 
incorporación del conocimiento como recurso central en los procesos económico, 
ya que corresponde a la mayor parte del valor reconocido por el mercado y 
permite mejorar las ventajas competitivas.36 
Cabe distinguir la sociedad del conocimiento y la sociedad de la 
información. El concepto de la sociedad de la información tiene sus orígenes en el 
trabajo de varios autores, como Manuel Castells, Peter Drucker y Daniel Bell. Éste 
último, aunque no escribe sobre la sociedad del conocimiento como tal, al trabajar 
el concepto de sociedad post-industrial, pone en evidencia la sustitución 
progresiva de la producción de productos por la de servicios en la economía, en 
donde el conocimiento teórico representa el motor de la innovación y la base de 
los programas políticos y sociales, volviéndose paralelamente el fundamento de 
los procesos de evaluación y de toma de decisión.37 
En la misma lógica Peter Drucker reflexiona acerca del concepto de 
sociedad post-capitalista, en la que se da un peso creciente al conocimiento como 
recurso productivo fundamental, que fomenta el tránsito hacia una sociedad 
caracterizada por el capitalismo basado en el conocimiento. Considera que la 
sociedad del conocimiento es extremadamente competitiva, porque siendo la 
educación accesible para todos, no hay pretexto para no tener un excelente 
desempeño. Así mismo, crea el concepto de trabajador del conocimiento, como el 
actor con más influencia dentro de la nueva organización social, siendo éste un 
individuo extremadamente educado y especializado. En fin, define la sociedad 
post-capitalista como “una sociedad basada en la que el recurso básico es el 
conocimiento y la clase social dominante será la de los trabajadores del 
conocimiento”.38 
 
36 E. Bueno, La sociedad del conocimiento: Una realidad inacaba, en Micheli, Medellín, e Hidalgo, 
Conocimiento e innovación, UAM, UNAM y Plaza y Vades, Barcelona, 2008, p. 32. 
37 Karsten Krüger, El concepto de “sociedad del conocimiento”, en Revista Bibliográfica de 
Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XI, Nº 683, 25 de octubre de 2006 
[documento en línea], URL: http://www.ub.es/geocrit/b3w-683.htm, consultado el 27.09.10. 
38 Meter Drucker, The effective Executive, Editorial Butterwoth-Heinemann, Oford, 2007, pp. 2 y 3. 
http://www.ub.es/geocrit/b3w-683.htm
 26 
Otro autor de gran importancia para el concepto de sociedad del 
conocimiento es Manuel Castells, aunque tampoco se refiere a este concepto 
preciso, sino al de sociedad red, concepto que construye a partir del de sociedad 
de la información. Sociedad de la información se utiliza para enfatizar el papel de 
las tecnologías de información y comunicación en la economías, siendo la 
información la base del modo de producción capitalista del fin del siglo XX, 
caracterizado, entre otros, por la división y el esparcimiento de los procesos de 
producción en diferentes lugares del mundo. 
La sociedad-red es un enfoque que le otorga a la red Internet un papel 
fundamental en la comunicación, la integración y la organización de la sociedad. 
La sociedad-red se caracteriza por tener sus centros de toma de decisión en los 
ámbitos político, económico y cultural conectados a través de la red Internet, y por 
tener dos tipos de actores sociales principales, los usuariosde la red Internet y los 
que proveen su contenido. 
En consecuencia, la sociedad-red se vincula a un nuevo tipo de economía, 
en la que las empresas funcionan con y mediante la red-Internet, para organizar la 
producción y la distribución de los productos. En este nuevo tipo de economía, el 
capital ya no funciona de la misma manera, ya que el centro de la economía global 
son los mercados financieros globalizados que se mueven gracias a conexiones 
entre computadoras. 
Algunos autores, como E. Bueno consideran que la sociedad del 
conocimiento es una etapa avanzada de la sociedad de la información. 39 Sin 
embargo, son distintas, ya que el concepto de sociedad de la información “no hace 
referencia solamente a la base tecnológica para caracterizar la sociedad actual y 
para resaltar las diferencias con la „sociedad industrial‟”.40 
A pesar de que sociedad del conocimiento, como sociedad de la 
información, ponen en evidencia la importancia de las tecnologías de información 
y comunicación (TIC) en los procesos económicos, existe una distinción 
fundamental entre ambos conceptos. La información sólo es un conjunto de datos 
 
39 E. Bueno, Op. Cit., p. 35. 
40 Karsten Krüger, Op. Cit. 
 27 
que, en la sociedad de la información, aporta poder y competitividad económica. El 
conocimiento corresponde a un paso más, ya que proviene de la interpretación y 
de la apropiación de la información a través de un proceso de aprendizaje, de tal 
manera que genera un saber-hacer. Por ello, en la sociedad del conocimiento, el 
conocimiento, y no la información, es fuente de poder y competitividad económica. 
La sociedad del conocimiento acentúa las nuevas formas de producir 
conocimiento, considerado como la base del crecimiento con el trabajo y el capital. 
Además, al otorgar una importancia fundamental a la producción de productos y 
servicios basados en el conocimiento, se consideran como esenciales los 
procesos educativos y formativos. Finalmente, se subraya la presencia progresiva 
de los servicios en conocimiento y comunicación.41 
Ahora bien, siendo el conocimiento el elemento central de los procesos 
económicos y una aspecto muy importante de la organización social, el desarrollo 
de un país se ve directamente afectado por las capacidades científico-
tecnológicas. En efecto, como Schumpeter lo señala, el desarrollo de un país 
proviene de su capacidad para aprovechar la innovación tecnológica.42 
Se entiende ahora por qué las capacidades científico-tecnológicas son 
determinantes para participar en la toma de decisiones a nivel internacional e 
influir de esta manera en el establecimiento de las reglas del juego, a través del 
desarrollo económico y del control del elemento clave de la nueva organización 
socio-económica, el conocimiento. La toma de decisiones obedeciendo a la 
estructura del sistema, es decir, a la distribución del poder entre los actores del 
sistema, y siendo el eje económico que domina en la organización del sistema, 
altas capacidades científico-tecnológicas representan un medio de participación en 
la toma de decisiones a nivel mundial. 
En la misma lógica, un desarrollo científico-tecnológico insuficiente significa 
un posicionamiento internacional débil, ya que al limitar el poder del actor, dificulta 
la participación en la toma de decisiones y por lo tanto, reduce su capacidad de 
influir en el establecimiento de las reglas en el sistema. 
 
41 Ibídem. 
42 Carlota Pérez, Op. Cit., p. 22. 
 28 
De allí que en la transición sistémica actual, el desarrollo científico y 
tecnológico de los actores es fundamental para el crecimiento económico y por 
extensión, para la generación de poder en el sistema internacional. El poder de un 
actor determina luego su posición en la estructura internacional y su capacidad 
para influir en el establecimiento de las reglas del régimen. Ahora bien, el proceso 
simultáneo de transición energética también debe considerarse al estudiar las 
modificaciones de la estructura internacional. 
 
1.3. Transición Energética 
 
“Si el petróleo representa hoy un 
problema, esperemos a que pasen 
veinte años: será una pesadilla.” 
 
 
Jeremy Rifkin 
 
 
La transición energética constituye el proceso por el cual se pasa de un modelo 
energético a otro modelo energético, entendido éste como el modelo de 
producción y consumo energético dominante. En la historia de la humanidad 
tuvieron lugar varias transiciones energéticas, la primera siendo el paso 
prehistórico de sociedades que no controlaban el fuego a sociedades con dominio 
de fuego. En la actualidad, la transición energética se refiere al paso de un modelo 
energético basado en hidrocarburos, y en particular en el petróleo, y en menor 
medida, en el gas, a un nuevo modelo en él que, aunque no haya sido 
enteramente definido, probablemente se incrementará el uso de fuentes de 
energía renovables y de la energía nuclear. 
Es cierto que el destino final de esta transformación no se conoce aún, sin 
embargo, no cabe duda de que la transición está en marcha, generada por los 
siguientes fenómenos: el cambio climático y sus efectos adversos, la progresiva 
escasez de hidrocarburos y la dificultad creciente de las empresas y de los 
Estados para garantizar la seguridad de la extracción, distribución y consumo del 
petróleo y del gas. 
 29 
El objetivo del presente apartado es analizar y explicar los diferentes 
elementos que provocan la necesidad de un cambio en el modelo energético 
dominante, y como estos procesos se relacionan con la ciencia y la tecnología. 
Para ello, en primer lugar, se dará atención al tema del cambio climático, 
siguiendo con la cuestión de la escasez de hidrocarburos, y finalmente, con el 
tema de la seguridad en la extracción, el consumo y la distribución de los 
hidrocarburos. Se trata a continuación de los diferentes modelos energéticos que 
han existido y que existen en el planeta, así como del modelo por establecerse. Se 
indagará también la importancia de la investigación científico-tecnológica para la 
transición energética. 
La transición energética es un fenómeno muy significativo, porque la 
energía se encuentra en la base de los sistemas de producción y de consumo, de 
los modos de vida, de la investigación, de la movilidad, y por consecuente, 
constituye un fundamento del proceso de desarrollo. Actualmente el modelo 
energético dominante se basa en los hidrocarburos. En efecto, en el año de 2008, 
el petróleo representó el 33.2 % y el gas el 22.1% de la energía consumida a nivel 
mundial. 43 Ello significa que entre los dos, cubren más de la mitad de las 
necesidades energéticas mundiales. 
 
1.3.1. Tres causantes de la transición energética 
A continuación se explican los orígenes de la transición energética actual, es decir, 
el cambio climático, la escasez de hidrocarburos y la dificultad creciente en 
asegurar la producción, la distribución y el almacenamiento de la energía. 
 
1.3.1.1. El Cambio Climático 
 
A pesar de que el modelo energético basado en hidrocarburos implica diversas 
amenazas al medioambiente, la principal, y la que más influye en la transición 
energética, es el cambio climático. El cambio climático es el proceso de 
 
43 Agencia Internacional de Energía, Key World Energy Statistics, Editado por la Agencia 
Internacional de Energía, Paris, 2010, p. 6 [documento en línea], URL: 
http://www.iea.org/textbase/nppdf/free/2010/key_stats_2010.pdf, consultado el 02.10.10. 
http://www.iea.org/textbase/nppdf/free/2010/key_stats_2010.pdf
 30 
transformación de las características atmosféricas y telúricas del planeta, como la 
temperatura promedio en la superficie terrestre o los tipos y la cantidad de 
precipitaciones alrededor del mundo. 
El clima evoluciona en la escala de los tiempos geológicosy en la de los 
tiempos históricos. Sin embargo, en el periodo actual, su evolución se ha vuelto 
más rápida. En efecto, desde 1860 se han realizado medidas precisas de las 
temperaturas que enseñan la evolución del clima y que muestran un aumento en 
las temperaturas promedio de la superficie terrestre. 44 De allí el concepto de 
calentamiento global: el globo terrestre sufre un proceso de incremento de su 
temperatura en superficie. 
Existe un amplio consenso a nivel mundial que reconoce su existencia así 
como la necesidad de tomar medidas ante sus efectos adversos. En su cuarto 
informe, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, un cuerpo científico 
de asesoramiento en cambio climático creado por la Organización Mundial de 
Meteorología y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente 
encargado de generar una visión científica clara sobre el estado actual del cambio 
climático y sus potenciales consecuencias ambientales y socioeconómicas, 
declaró que: el calentamiento del sistema climático es inequívoco, como 
evidencian ya los aumentos observados del promedio mundial de la temperatura 
del aire y del océano, el deshielo generalizado de las nieves y los hielos, y el 
aumento del promedio mundial del nivel del mar.45 
Como se puede constatar en la Figura 1, las estadísticas muestran que las 
temperaturas se han mantenido relativamente estables hasta los años 30, cuando 
empezaron a incrementarse. Dicho aumento prosiguió y se aceleró durante la 
década siguiente, las temperaturas representando un 0.3% más con base en el 
año 1860. Se estabilizó hasta los años 80, y entonces, retomó su tendencia 
ascendente. Hoy la temperatura ha subido en un 0.5% con base en 1860. 
Además del aumento en la temperatura promedio de la superficie terrestre, 
 
44 Merlin, Op. Cit., p. 55. 
45 Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), Cambio Climático 2007: Informe de 
Síntesis [documento en línea], editado por el IPCC, Ginebra, 2008, p. 3, URL: 
http://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar4/syr/ar4_syr_sp.pdf, consultado el 22.09.10. 
 31 
existen otros indicadores que ponen en evidencia el cambio climático. Algunos de 
ellos son el aumento del nivel del mar en un promedio de 1.8 mm por año de 1961 
a 1990, y de 3.1 mm por año de 1993 a 2007, la disminución de las extensiones 
de nueve y hielo, las olas de calor más frecuentes, la anticipación de la primavera 
y el desplazamiento hacia los polos y las alturas de la fauna y la flora. 
Si algunos científicos, como Claude Allègre o Freeman Dyson, todavía se 
muestran escépticos ante la responsabilidad humana en el proceso, se ha 
demostrado que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) causadas por 
las actividades antropogénicas han provocado el aumento en la temperatura 
observado desde los años 30. 
 
Figura 1: Evolución de la temperatura promedio mundial para el periodo 
1961-1990 
 
 
 
 
Fuente: Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), Cuarto Informe, p. 3 
 
 
El efecto invernadero constituye un proceso en el que la radiación solar que llega 
a la Tierra y que es reflejada por el planeta es parcialmente conservada en la 
atmósfera después de ser absorbida por moléculas de ciertos gases presentes en 
el aire. Se genera como resultado de un incremento de la temperatura en la 
atmósfera. 
Los principales GEI están generalmente naturalmente presentes en la 
atmósfera: el bióxido de carbono (CO2), el vapor de agua (OH2) y el ozono (O3). 
1960 1970 1980 1990 
 32 
Gases como el metano (CH4), el protóxido de nitrógeno (N2O) y los compuestos 
halogenados del carbono también son parte de los GEI y tienen la capacidad de 
absorber parte de la radiación solar reflejada por el planeta. Al contrario, las 
partículas generadas por aerosoles y polvos tienen un efecto resfriante porque 
aumentan la capacidad de la atmósfera de reflejar la radiación solar, lo que 
complica el análisis del efecto invernadero. 
El efecto de los GEI en el calentamiento global proviene de su capacidad 
para absorber las ondas infrarrojas, la duración de su permanencia en la 
atmósfera y su concentración en la misma. El indicador que se usa para medir la 
influencia de los GEI para calentar la atmósfera, incluyendo la duración de vida de 
sus moléculas en la atmósfera, el Potencial de Calentamiento Global. Éste se 
mide en comparación con el dióxido de carbono, cuyo potencial se ha establecido 
en 1. Hay gases que tienen un potencial de calentamiento mucho mayor que el 
carbono, pero tomando en cuenta que su concentración en la atmósfera es mucho 
menor, en realidad el dióxido de carbono contribuye aproximadamente al 60% de 
la acentuación en el efecto invernadero.46 
 Existe un índice que mide la fuerza de radiación de una unidad de GEI en la 
atmósfera actual sobre la base de un horizonte temporal establecido, y 
comparándola con el dióxido de carbono. Este índice, construido a partir de las 
propiedades de radiación de los GEI, sirve para determinar el Potencial de 
Calentamiento Global. La relación del potencial de Calentamiento Global de los 
GEI es la siguiente: 
 
46Climate Change 2007: Working Group I: The Physical Science Basis, Definition of an Emission 
Metric and the Global Warming Potencial, en Global Warming Potentials and Other Metrics for 
Comparing Different Emissions[documento en línea], URL: 
http://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/wg1/en/ch2s2-10.html, consultado el 22.09.10. 
http://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/wg1/en/ch2s2-10.html
 33 
 
Tabla 1: Potencial de Calentamiento Global de los GEI 
 
 
 PCG 
CO2 1 
CH4 23 
N2O 296 
HFC 1 300 
PFC 8 600 
SF6 22 200 
 
Fuente: Junta de Andalucía, Consejería de Medioambiente 
 
 
La humanidad tiene la mayor parte de la responsabilidad en la emisión de los GEI, 
los cuales provocan el cambio climático. A pesar de que algunos científicos 
afirman que el calentamiento global es un proceso natural, los resultados de la 
investigación del IPCC muestran que durante los últimos cincuenta años, la 
actividad del sol y de los volcanes habría generado un resfriamiento del clima. Los 
patrones de calentamiento observados, por lo tanto, sólo son posibles si se 
incluyen los factores antropogénicos en la ecuación.47 
La Figura 2 presentada a continuación muestra cómo han aumentado las 
emisiones antropogénicas de GEI en el periodo incluido entre 1970 y 2004. En 
efecto, la emisiones totales han aumentado del 58.57%. La mayoría de dichas 
emisiones son de CO2, que representan el 76.7% de las emisiones 
antropogénicas. Ello permite detectar una estrecha relación entre el sector 
energético y el cambio climático, ya que más de la mitad de las emisiones de GEI 
antropogénicas provienen del uso de combustibles fósiles. La Agencia 
Internacional para la Energía (AIE) calcula que la contribución de las energías 
fósiles en la emisión de CO2 es de aproximadamente 85%.48 
Estas emisiones están generadas principalmente por el uso de 
combustibles fósiles (56%) y por la deforestación y la descomposición de la 
 
47 IPCC, Cambio Climático 2007…, Op. Cit., p. 5. 
48 Merlin, Op. Cit., p. 61. 
 34 
biomasa (17.3%). Las fuentes de contaminación son, en primer lugar, el 
aprovisionamiento en energía (25.9%), seguido por el sector industrial (19.4%), el 
sector forestal (17.4%), la agricultura (13.5%), el transporte (13.1%), los edificios 
residenciales y comerciales (7.9%), y finalmente, los desechos (2.8%). 
 
Figura 2: Emisiones antropogénicas Globales (2007) 
 
 
Fuente: IPCC, Cambio Climático 2007: informe de Síntesis, p. 5 
El aumento de la temperatura y la alteración de los patrones de precipitaciones 
probablemente generen efectos indeseables como el aumento del nivel del mar, 
debido a la dilatación del agua de mar y al deshielode los glaciares y polos, o la 
modificación de la frecuencia y fuerza de los eventos meteorológicos extremos, 
como los huracanes, las sequías, las tempestades, etcétera. Ello influye en el 
acceso al agua, la producción de alimentos, la duración de las estaciones, entre 
otros. 
Sin embargo, todos los países y todas las regiones no sufrirán los mismos 
efectos (o al mismo grado) del cambio climático. Por sus características 
geográficas y su poca capacidad de adaptación al cambio climático, los países en 
desarrollo, y particularmente las pequeñas islas, los grandes deltas de Asia y 
África y los países africanos, resultan mucho más vulnerables. Aún así, los países 
que no se verán afectados en gran medida por los efectos indeseables del cambio 
climático tienen interés en frenarlo, porque se verán afectados por sus 
 35 
consecuencias indirectas, como tensiones regionales, la propagación de los 
choques económicos y los flujos resultantes de la migración por razones 
climáticas.49 
Existe un régimen internacional del cambio climático, cuyo principal 
elemento es la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio 
Climático, con su Protocolo de Kioto. Esta Convención fue firmada en 1992 entró 
en vigor en 1994, y tiene el objetivo de estabilizar las emisiones de GEI en la 
atmosfera a un nivel tal, que las actividades humanas no generen una condición 
peligrosa al equilibrio del planeta y en un plazo suficiente para que los 
ecosistemas puedan adaptarse naturalmente a los cambios del clima. 
Otros documentos contribuyen al régimen climático, como es el caso del 
Programa 21 o del Plan de Acción de Bali. Este último en especial organiza los 
temas a tratar de la agenda internacional en los rubros de mitigación, es decir la 
reducción en las emisiones de GEI, la adaptación, el financiamiento, la 
transferencia de tecnología y el fortalecimiento de capacidades. 
 
1.3.1.2. La escasez de los hidrocarburos 
 
Los hidrocarburos son substancias cuyas moléculas están formadas por átomos 
de carbono e hidrógeno. Se encuentran en tres estados:50 
 
 En forma gaseosa: el gas natural, una mezcla de hidrocarburos 
gaseosos cuyo principal componente es el metano (CH4), y el gas de 
petróleo; 
 En forma líquida: el petróleo, un líquido constituido por una mezcla de 
hidrocarburos e impurezas, como agua y metales pesados, y el gas 
natural condensado; 
 En forma sólida: los bitumes, es decir, las arenas asfálticas y las pizarras 
bitumosas. 
 
49 Vieillefosse, Op. Cit., pp. 16-17. 
50 Barré, Op. Cit., p. 22. 
 36 
 
Los hidrocarburos entran en la categoría de los combustibles fósiles, en donde 
también cabe el carbón. Son productos que se han formado naturalmente a través 
de complejos procesos biogeoquímicos, desarrollados bajo condiciones especiales 
durante millones de años. La materia prima a partir de la cual se generaron incluye 
restos vegetales y antiguas comunidades planctónicas. 
Aunque los hidrocarburos tienen una tasa de renovación, ella no 
corresponde a la escala humana: necesitan decenas de miles de años para 
formarse. Además del hecho que el petróleo y el gas constituyen fuentes de 
energía no renovables a escala humana, otros indicadores demuestran que no se 
podrá evitar la escasez de hidrocarburos: la tasa anual de descubrimientos de 
yacimientos petroleros y la relación entre reservas probadas y consumo creciente. 
En efecto, la mayoría del petróleo que se produce actualmente proviene de 
campos petroleros descubiertos antes de 1973. Como se puede apreciar en la 
figura 3, en 1962 se descubrieron 40 mil millones de barriles de petróleo, año que 
constituye el máximo de la tasa anual de descubrimientos. En 1990 sólo se 
descubrieron 10 mil millones de barriles y en 1997, 6 miles de millones de barriles. 
Al mismo tiempo, en la actualidad, por cada barril hallado en reservas, se 
consumen aproximadamente cuatro barriles.51 
 
 
51Oliver Probst,El fin del petróleo barato y las opciones energéticas del futuro, en Transferencia, 
Editorial Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Edición 53 [documento en 
línea], URL: http://www.mty.itesm.mx/die/ddre/transferencia/Transferencia53/eli2-53.html, 
consultado el 11.10.10. 
http://www.mty.itesm.mx/die/ddre/transferencia/Transferencia53/eli2-53.html
 37 
Figura 3: Descubrimientos de pozos petroleros 
 
 
 
 
Para evaluar las cantidades de petróleo que se pueden extraer de un yacimiento, 
se emplea una metodología llamada de los 3P. Se establece por empezar una 
escala en la que hay 100% de posibilidad de extraer al menos el mínimo y 0% de 
extraer más que el máximo. Se consideran entonces como reservas probadas (1P) 
las cantidades de que se tienen 90% de posibilidad de extraer. Se consideran 
como reservas probadas y probables (2P) lo que corresponde a 50% de 
posibilidad de extracción. Y se consideran como reservas probadas, probables y 
posibles (3P) lo que se tienen 10% de posibilidad de extracción in fine.52 
Resultan difíciles de estimar las reservas de petróleo presentes en 
yacimientos que pueden ser explotados con las tecnologías actuales, con un costo 
razonable y dentro de un futuro previsible, porque a menudo, para dar más 
seguridad a los inversionistas y tener un mejor control del mercado, las cifras 
nacionales sobre reservas son modificadas hacia cantidades mayores de las que 
realmente existen. 
La AIE estimó que las reservas mundiales de petróleo, en enero de 2010 
eran de 1 353.7 miles de millones de barriles. Los países con más reservas son 
Venezuela, la Federación Rusa, Irán, Irak, Koweit, Arabia Saudita y los Emiratos 
Árabes Unidos. EE.UU., Canadá, Kazajstán y Qatar también tienen reservas 
importantes. 
 
52 Barré, Op. Cit., p. 16. 
Fuente: Oliver Probst, Revista Transferencia, Número 
70, Abril de 2005 
 
 38 
En la tabla 2 se puede constatar que las reservas de carbón son del orden 
de 800 000 millones de toneladas. Las zonas con más recursos son, en orden 
descreciente, Rusia y Kazakstán, Siberia, el Oeste estadounidense y de Canadá, 
la plataforma china y mongol, los Apalaches, el Norte de Europa y Australia. Por 
otro lado, las reservas de gas se encuentran en 187 490 000 de millones de m3. Se 
encuentran en mayor concentración en la Federación Rusa, en Arabia Saudita y 
en Irán. 
Tabla 2: Reservas de Hidrocarburos 
 
 
Petróleo (miles de 
millones de barriles) 
Gas (millones de 
millones de m2) 
EE.UU. 28.4 6.93 
Canadá 33.2 1.75 
Brasil 12.9 0.36 
México 11.7 0.48 
Venezuela 172.3 5.67 
Federación Rusa 74.2 44.38 
Turkmenistán 0.6 8.1 
Kazakstán 39.8 1.09 
Nigeria 37.2 5.25 
Libia 44.3 1.54 
China 14.8 2.46 
India 5.8 1.12 
Irán 137.6 29.61 
Irak 115 3.17 
Koweit 101.5 1.78 
Arabia Saudita 264.6 25.37 
Emiratos Árabes 
Unidos 97.8 6.43 
Qatar 26.8 0.98 
Unión Europea 6.3 2.42 
Mundo 1333.1 187.49 
 Fuente: British Petroleum, Statistical Review of World Energy 2010, pp. 6, 22. 
 
Las reservas de hidrocarburos no son renovables, es decir no se vuelven a 
generar naturalmente a escala humana. Ello significa que el empleo de los 
hidrocarburos es obligatoriamente finito. Paralelamente, el consumo de 
hidrocarburos es creciente, debido al crecimiento demográfico y al desarrollo 
económico, principalmente de países emergentes, como lo muestra la figura a 
continuación. 
 39 
En 9 años, de 2000 a 2008, el consumo mundial de los tres tipos de 
hidrocarburos más empleados ha aumentado claramente. El consumo de petróleo 
creció en un 11.17%, el consumo de gas en un 24.90% y el de carbón en un 
40.59%. El incremento en el consumo de carbón ha sido más rápido que él en el 
consumo del petróleo y del gas. De hecho, desde 2004, se ve una desaceleración 
del crecimiento del consumo de petróleo a nivel mundial. Aún así, la tendencia semantiene a la subida. 
 
Figura 4: Consumo Mundial de Combustibles Fósiles 
 
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010
Petróleo
(miles de
barriles al
día)
Gas
(millones de
toneladas
en
equivalente
a petróleo)
Carbón
(millones de
toneladas
en
equivalente
a petróleo)
 
 Fuente: BP World Energy Statistical Report 
 
Por ello, en algún momento necesariamente la producción llegará a su pico 
máximo, llamado el pico de la campana de Hubbert. La campana de Hubbert se 
refiere a la campana de producción mundial de petróleo convencional. La base del 
razonamiento de Hubbert, un geofísico estadounidense del siglo XX, es que la 
producción de petróleo, empezando en cero, se incrementa, llega a un punto 
máximo en el momento en que se ha explotado la mitad de las reservas total 
recuperables, y vuelve a caer. Todo ello forma una curva en forma de campana.53 
Existen desacuerdos en la comunidad científica y política acerca de cuándo 
la producción de crudo convencional barato llegará a tocar techo. Para la AIE, las 
reservas probadas mundiales se acercan a los 1200 000 millones de barriles, 
 
53 Rifkin, Op. Cit., p. 46. 
 40 
mientras que para la Asociación para el Estudio del Peak Oil, no rebasarían los 
780 000 millones de barriles.54 
En 2007, la Administración de Información Energética del Departamento de 
Energía de EE.UU. calculaba que la producción de crudo barato tocaría techo en 
2042. Los autores a continuación tienen cada uno su opinión al respecto: 
 
Tabla 3: Pico de Hubbert según diversos autores 
 
 
Cumbre de la 
campana 
Colin J. Campbell 2008-2010 
Kenneth Deffeyes 2003-2009 
L. F. Ivanohe 2000-2010 
Thomas Magno 2003-2020 
James Mackenzie 2010 
John Edwards 2020-2030 
AIE de OCDE 2010/2020 
Fuente: Elaboración propia con datos de Rifkin y Delgado-Ramos 
 
De manera general, se puede establecer que los científicos más pesimistas 
estiman que el pico de Hubbert se sitúa entre 2000 y 2010, mientras los más 
optimistas no lo ven antes de 2040. Ahora bien, con la invención y la aplicación de 
nuevos instrumentos y herramientas tecnológicas, las reservas probadas podrían 
verse incrementar. En efecto, se podría explotar más los pozos existentes o tener 
acceso a nuevos pozos, principalmente en zona de alta mar o bajo el permafrost. 
Las perspectivas para el gas no son mejores: se calcula que después de 
que inicie la declinación del petróleo, el periodo de vida del gas no superará más 
de diez años. Por ello, el gas no puede constituir un reemplazo para el petróleo. A 
lo mucho podría representar una fuente de transición hacia el nuevo modelo 
energético.55 
 
54 Percebois, Jacques, Vers une nouvelle révolution énergétique, en La Bataille de l’Énergie, 
Questions Internationales, Editorial La Documentation Française, N. 24, marzo-abril de 2007, p. 21. 
55 Rocío Vargas Suárez y José Luís Valdés Ugalde (edit.), Alternativas energéticas para el siglo 
XXI, Editorial UNAM y CISAN, México 2006, p. 16. 
 41 
La disminución previsible de la oferta de hidrocarburos coincide con el 
aumento del consumo de energía, debido al crecimiento demográfico y al 
desarrollo de los países no desarrollados y de los países emergentes, en particular 
del de China, y ello a pesar de la evolución en el consumo de fuentes energéticas 
alternativas. Esta relación inversa tendrá un efecto devastador en los precios de 
estos productos y de las economías en general, si no se busca suficiencia 
energética a través de otras fuentes. 
Por otra parte, al hablar de hidrocarburos, también se debe tomar en cuenta 
los petróleos no convencionales, cuya utilización podría extender la duración del 
modelo energético basado en hidrocarburos. La expresión "petróleos no 
convencionales" se refiere a dos posibilidades diferentes: por un lado, a la 
explotación de las reservas de petróleo consideradas hasta hoy inaccesibles, y por 
otro lado, a la explotación de los bitumes.56 
Los bitumes, son constituidos principalmente por las arenas asfálticas y las 
pizarras bitumosas, aunque también existen los hidratos de metano57. Las arenas 
asfálticas contienen un petróleo pesado sin fracciones ligeras y alterado por la 
oxigenación al contacto del aire, mientras que las pizarras bitumosas comprenden 
keroseno, que es un intermediario fósil del petróleo interrumpido en su proceso de 
formación.58 
Las arenas asfálticas se ubican en Venezuela, Canadá, Colombia, EEUU, 
Australia, Brasil y en Rusia. Sin embargo, podrían existir otras reservas más. En el 
caso de la provincia canadiense de Alberta, la explotación de sus arenas asfálticas 
se vuelve rentable cuando el barril de petróleo sube a más de 40 dólares.59 
Al respecto de las arenas asfálticas, es difícil garantizar la seguridad de su 
explotación, en cuanto a cuestiones de fragilidad de los ecosistemas y de 
geopolítica, sobre todo respecto a la explotación de pozos submarinos o en el 
manto glaciar. Además, la extracción del petróleo de dichas arenas exige un gran 
insumo energético, conseguido mediante la quema de carbón, lo que significa una 
 
56Merlin, Op. Cit., p. 78. 
57 Barré Op. Cit., p.33. 
58Merlin, Op. Cit., p. 79. 
59Íbidem. 
 42 
fuerte contaminación. Este tipo de explotación también genera indirectamente 
lluvias ácidas y deforestación masiva, por lo que se calculan que sus daños 
ambientales son mucho mayores a los provocados por la producción del petróleo 
convencional. 
La producción de combustible a partir de las arenas asfálticas ubicadas en 
la superficie terrestre se realiza en canteras abiertas, pero los yacimientos más 
profundos, que constituyen la mayoría, se explotan aumentando la fluidez del 
producto mediante la inyección de vapor de agua bajo presión. Para tratarlos se 
necesitan altas temperaturas, presión y catalizadores, lo que significa a la vez un 
problema ecológico y un problema económico: se necesitan 350 m3 de gas y 3.5 
m3 de agua para producir 1 m3 de bitume.60 
Aunque las reservas de arenas asfálticas canadienses se cuantifican como 
similares a las que tiene Arabia Saudita en petróleo, no son productos 
equivalentes. En efecto, para extraer y transportar 50 toneladas de petróleo 
saudita se necesita gastar una tonelada de petróleo, cuando para producir y 
transportar la misma cantidad de petróleo a partir de las arenas asfálticas 
canadienses, se necesitan de 20 a 50 toneladas de petróleo. De allí que son más 
bien una fuente de carburante que de energía.61 
La cantidad de reservas probadas de arenas bitumosas se eleva a 1476.4 
miles de millones de barriles62. Esta cantidad supera de más de 100 miles de 
millones de barriles la cantidad de reservas probadas de petróleo en el mundo. El 
9.7%63 de estas reservas se encuentra en Canadá. 
Las pizarras bitumosas pueden servir para producir petróleo. Sin embargo, 
el costo de recuperación y el impacto ambiental son muy altos. La mayoría de las 
reservas, el 85% aproximadamente, se encuentran en EE.UU., en los Estados de 
Wyoming, Utah y Colorado. Se estima que podrían llegar a producir 115 Gtep. La 
 
60Barré, Op. Cit., p. 78. 
61Barré, Op. Cit., p. 79. 
62 British Petroleum, World Energy Statistical Report 2010, p. 6. 
63Ibidem 
 43 
producción de petróleo a partir de dichas pizarras es rentable cuando el barril de 
petróleo se mantiene mucho tiempo arriba de los 50 dólares.64 
La cantidad de reservas de pizarras bitumosas y arenas asfálticas muestran 
que la expresión de escasez de hidrocarburos se refiere en realidad a la escasez 
de hidrocarburos convencionales, baratos y fácilmente accesibles. Con las 
presiones económicas y un barril de petróleo del orden de 50 dólares o más, es 
muy probables que se empiecen a explotar a gran escala. Sin embargo,

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