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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO facultad de estudios superiores “aragón” Alumno: Alan Francisco Valero Ortega. Asesor: Lic. Rodolfo Arturo Villavicencio López. Carrera: Relaciones Internacionales. Modalidad de titulación: tesis. Tema de tesis: “La influencia del G5 de países en desarrollo en la conformación de la agenda internacional 2007-2012”. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. CAPITULADO Página Introducción 3 1. La creación del G5 ante el escenario internacional. 9 1.1 La falta de representatividad de sectores en las problemáticas de la agenda internacional. 10 1.2 La influencia del G8 en el escenario internacional. 22 1.3 El surgimiento del G5 y la postura del G8. 32 2. Las problemáticas de la agenda internacional. 51 2.1 La crisis ambiental. 52 2.2 La crisis alimentaria. 64 2.3 La crisis financiera. 78 3. La influencia del G5 en la conformación de la agenda internacional. 96 3.1 La responsabilidad del G5 ante la crisis alimentaria. 97 3.2 Las acciones del G5 ante la crisis financiera. 104 3.3 Las políticas afines y la competencia entre el G5 y el G8. 111 4. La consolidación del G5 en el escenario internacional: resultados y perspectivas en su primer periodo posterior a su creación. 122 4.1 Los objetivos cumplidos y su repercusión en la comunidad internacional. 123 4.2 Los fracasos y las metas por alcanzar para el G5. 129 4.3 La situación interna de los países del G5 a cinco años de su formación. 141 4.4 El nuevo panorama y las perspectivas de la agenda internacional en vísperas del segundo periodo del G5. 152 Consideraciones Finales 162 Fuentes de Información 166 3 Introducción. Lejos de fungir teóricamente el G8 conformado por Estados Unidos, Rusia, Canadá, Italia, Francia, Gran Bretaña, Japón Alemania; con las tareas, encomendaciones y responsabilidades que le conllevan la agenda internacional año con año, las exigencias de la situación económica, política y social global imperante en la actualidad, no han sido las mismas necesidades económicas de algunos de los países de la comunidad internacional, especialmente los países más necesitados de ayuda internacional y de cooperación para fomentar su desarrollo, lo que nos habla de un incremento en la arbitrariedad en la toma de decisiones y de intereses por parte de estos ocho países que evitan una representatividad loable para la comunidad internacional dentro de los organismos tanto regionales como internacionales más preponderantes de la comunidad internacional. No obstante, a pesar de esta dinámica frecuente, países asiáticos como India y China han registrado en los últimos años un incremento no calculado de sus exportaciones y por ende, del desarrollo de sus industrias más competitivas y representativas, haciéndolos “gigantes” de la economía de alcance regional y haciéndose socios mayoritarios de muchos de los países que conforman el G8. Sin embargo, más allá de toda posibilidad de reunir apoyo y conjuntar esfuerzos para la toma de medidas a corto, mediano y largo plazo en lo referente a las acciones de la agenda internacional, la falta de representatividad de los países en desarrollo ha sido una constante cada vez más destacable dentro de la comunidad internacional, ya que las decisiones del G8 han afectado y logrado sucumbir posibles oposiciones por parte de países en desarrollo como el denominado grupo “BRIC” (Brasil, Rusia; India y China). Este tipo de grupos ha enfrentado el constante reclamo por parte de países en desarrollo, ya que dentro de organismos internacionales, sus políticas han distado de ser competentes y quienes lejos de ayudar y contribuir con medidas y proyectos para estabilizar la igualdad jurídica y la representatividad, han actuado a la sombre del G8 y en ocasiones, han sucumbido ante los interese y ambiciones de estos, ya sea por condicionamiento, necesidad o por mutuo acuerdo. En julio de 2007, se abrió una importante brecha en esta disyuntiva tras la creación del llamado “G5 de países en desarrollo” dentro de la reunión del G8 en el llamado “Proceso de Heiligendamm” en Alemania, en el que fueron invitados a conformar este grupo países como India, China, Sudáfrica, Brasil y México. Desde ese momento, las críticas y especulaciones por parte de la comunidad internacional fueron diversas, ya que hubo desde críticas por puntos de vista en contra, que apuntaban hacia un espejismo de una falta de representatividad y de ser esta acción una atenuante el incrementar la influencia del G8, o bien, 4 puntos de vista a favor de esta conformación y que veían una nueva perspectiva diferente al “BRIC” para oponerse a las políticas totalitarias del G8. Para toda la comunidad internacional, así como para muchos de los principales organismos internacionales, se dieron severas críticas sobre su futuro funcionamiento y utilidad dentro de dicho ámbito, así como poner en tela de juicio la imagen de cada uno de estos países y lo que significaba para ellos la responsabilidad de llevar a cabo la tarea de la representación del sector social en el cual van a influir y la encomendada tarea de poner la estabilidad en los márgenes de desarrollo no solo para ellos, sino para el resto de los países en desarrollo, mismo que para cuestiones de conformación del G5, se vio altamente cuestionado. Frente a esta problemática, el G5 asumió fuertemente el compromiso dentro de su discurso de darle suma importancia a los Objetivos del Milenio que se trataron en el Foro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el naciente milenio, mismos para los intereses y los objetivos de países desarrollados, con alto nivel de influencia dentro de la ONU y con una creciente actividad industrial, es decir, el G8. Por ende, el reto emprendido por el G5 desde un inicio ha sido el de promover fuertemente la cooperación de una manera equitativa para beneficio de toda la comunidad internacional y no sólo para beneficio de unos pocos, así como de poner en marcha políticas efectivas para rubros que han sido ignorados en los años recientes, por mencionar algunos: la pobreza, las enfermedades virales, la hambruna, la ayuda a África, la sobreexplotación de recursos naturales, la escasez de los mismos en zonas de pobreza, la sobre población en países en desarrollo, la salud pública, el acceso a la educación, la migración, etc. De igual modo, el G5 se vio comprometido con un principio meramente impuesto y a su vez necesario a lo largo de su accionar en el escenario internacional y este fue el objetivo común de crear un ambiente, tanto interno como externo propicio para las inversiones extranjeras y el crecimiento económico; sin embargo, tal objetivo fue con el que se dieron a conocer estos cinco países, pues aunque cabe mencionar que todos estos miembros han logrado aumentar en promedio sus indicadores macroeconómicos en los últimos cinco años, tal política de crecimiento y desarrollo se ha caracterizado por ser lo que se conoce como una“política de crecimiento hacia fuera”. Esta situación nos deja en claro que aún faltan sectores internos en todos estos países, sin excepción de alguno, en los que aún se cuantifican índices de analfabetismo, pobreza, desnutrición, migración e inseguridad, y que no es exactamente este grupo un índice jerárquico de economías que se consideran potencias emergentes dentro de este tipo de escala a diferencia del BRIC, sino que estos cinco países fueron elegidos, como se mencionó con anterioridad, por su capacidad de exportación y su notable crecimiento en último lustro de este naciente milenio, así como del liderazgo regional que los caracteriza y que será factor clave a lo largo de su desenvolvimiento en el ámbito internacional, a manera de ser un ejemplo a seguir en la región tanto para ser un modelo 5 representativo a favor del desarrollo como para la pluralidad dentro de las principales organizaciones internacionales que manipula el G8. Ante este tipo de adversidades y carencias que aún quedan al descubierto para los miembros de este grupo, y por otra parte, ante las virtudes, condiciones y la importancia de su participación que han demostrado en ciertas problemáticas y acontecimientos, es como quedan ciertas interrogantes sobre la verdadera función y la importancia del G5 para los eventos de la agenda internacional en la actualidad y ante las emergentes crisis y retos a los que tendrá que saber enfrentar con todo y sus limitantes con los que aun cuenta este grupo, ya sea por sus alcances o por aquellas impuestas por el G8. Todo este tipo de variables dejan al aire una serie de dudas sobre si es el G5 una maniobra del G8 para fortalecer un bloque económico naciente y demostrar que el capitalismo no está en crisis, o bien, en cuanto a sus discrepancias en objetivos y responsabilidades, ¿es acaso este G5 la voz y ejemplo para los demás países en desarrollo sobre un crecimiento sustentable y para llegar a un punto de equilibrio en la toma de decisiones y por tal motivo, ser el principio de un nuevo orden mundial más equitativo? Sobre la cuestión de proyectos, propuestas y funciones, también el G5 tendrá que demostrar de manera convincente cada una de sus políticas y darle seguimiento para consolidar un papel que en el discurso está la disyuntiva de si podrá el G5 entonces demostrar que dicha formación sirve para consolidar economías más equitativas y competitivas ante la exigencia de la actualidad o si sería un espejismo por parte del G8 para la explotación de sus recursos, mano de obra y acrecentar sus exportaciones como fortalecimiento de un grupo hegemónico a cambio de una etapa momentánea de protagonismo del G5 a consecuencia de este crecimiento para fingir las bondades de su imperialismo. Por ende, se tiene la hipótesis de que la participación de los países del G5 en la búsqueda de soluciones ante la falta de apoyo y representatividad para los países en desarrollo ante los principales problemas que integran la nueva agenda internacional; como la crisis ambiental, la crisis alimentaria y la crisis financiera, permitirá una mayor representatividad y legitimación a las acciones propuestas por el G8, principalmente entre los países en desarrollo y mercados emergentes. Dentro del campo de acción y del estudio de las ciencias sociales clásicas, contemporáneas y modernas, el poder como un concepto originario y como factor determinante en la conformación de un Estado; no es cambiante, suele tener un perfil expansionista y es este mismo factor quien a través de instituciones y demás organizaciones, incluyendo empresas, es estudiado y desarrollado ampliamente en una teoría que se le conoce como “el realismo político”, mismo bajo el cual se sustenta el comportamiento del G5 y a su vez, la presente tesis. La teoría del Realismo Político, originalmente propuesta por Hans Morgenthau, se ha venido interpretando y desarrollando a lo largo de la historia como una ideología en cuyo contexto político nacional e internacional pretende exacerbar 6 el poderío interno de un Estado, para justificar así la expansión e imposición de condiciones en cada uno de los diversos rubros posibles: territorial, económico, ideológico, político, militar y comercial, pues el realismo político pretende en su forma teórica, el entender a la misma historia como el resultado propio de la naturaleza del hombre en cuanto a codiciar el poder y desear la dominación sobre otros se refiere. Esta teoría determina que la posibilidad de erradicar el instinto por el poder mismo es una aspiración utópica, ya que es con base en este supuesto, como se lleva a percibir a la política internacional como una lucha interminable entre aquellos actores que intentan dominar a otros y aquellos que intentan resistir este dominio externo, ya sea de manera individual (un Estado) o conjunta (el G5 y el G8). El Realismo Político asume que el ámbito internacional es anárquico en el sentido de que no existe una autoridad superior a los Estados que sea capaz de regular de manera efectiva las relaciones entre ellos y que además, la teoría supone que los Estados soberanos son los actores principales que componen el sistema internacional, en vez de que este papel lo puedan fungir y coordinar hoy en día, las diversas instituciones internacionales, organizaciones no gubernamentales o corporaciones multinacionales; o bien, que estas pretendan detentan el poder estando manipuladas por un poder real por parte de Estados. Es según la teoría del realismo político, la que sostiene que es el Estado un actor racional que busca maximizar su posición política dentro el sistema internacional mediante la acumulación de recursos del ámbito militar y económico. Dichos intentos de maximizar el poder en todos sus alcances y ámbitos, llevan como consecuencia última, a un balance de poder entre los actores y a la estabilidad dentro del sistema internacional. En el escenario internacional actual, dentro de la política que muchos países llevan a cabo, encontramos el más actual ejemplo del Realismo Político en la forma en que resurge el poder del Estado por sobre cualquier ente u organización gubernamental o internacional, que puedan obstaculizar su libre modo de desenvolverse dentro del escenario internacional, ya que es aquí donde influye el papel a desarrollar del G5 dentro de la comunidad internacional y que a su vez ya ha manifestado y por ende, llevado a cabo su homólogo, el G8. El G5 es un ejemplo real y de una nueva forma de sustentar el desarrollo con base a los demás sectores en los que se depende y controla el Estado, puesto que los cambios vistos en estas políticas han sido los detonantes de este crecimiento es cada uno de sus sectores, sin embargo, también ha causado una serie de inconformidades en sus poblaciones y diversos sectores sociales, es decir, para las sociedades menos preparadas y más marginadas, estas políticas les han afectado en su modo de vida, afectando desde el modo de producción hasta el modo de vida, dado que el mayor grado de competitividad y desarrollo que pretenden alcanzar cada uno de estos países de manera individual, así como de manera conjunta el G5, ya que en este caso en particular, cuando se habla de crecimiento y desarrollo, se habla a su vez de 7 marginación y discriminación, por lo que el Estado tiene como tarea fundamental y de manera general, el enfrentar cada una de estas problemáticas, así como el fortalecer sus políticas internas, lograr equilibrar los niveles de educación, empleo y apoyo a sus diferentes sectores sociales, si es que pretenden consolidarse dentro del escenario internacional como otro de países desarrollados, como lo es en su caso, el G8. Para estos países del G5, este modo de aplicar el realismo político es una nueva visión y oportunidad de expandir una ideología para el Estado de reflejar un crecimiento tanto interno como externo, de demostrar que este G5 esel primer grupo de países en vías de desarrollo que pretende consolidar tal proyecto, llegar a ser competitivo frente a las otras potencias y ser un ejemplo para los demás países en vías de desarrollo, desde los mismos aspectos de la ideología y políticas que pretenden expandirse, pero no con fines de control, sino de mayor representatividad e igualdad de poder en dentro del escenario internacional. Con el apoyo de este marco teórico para el desarrollo de la tesis y con el fin de sustentar el accionar del G5, es como se tienen los objetivos de analizar los asuntos que conforman la agenda internacional actual, para poder identificar el origen de la problemática, el papel de los Estados y destacar la importancia del G5 dentro del escenario internacional, de conocer las políticas y los programas impuestos por el G5 dentro de los diversos asuntos de la agenda internacional para evaluar la importancia y la influencia del G5 en las problemáticas regionales e internacionales que se presentan en el escenario internacional y el objetivo de comprender el papel que juega el G5 dentro de los asuntos de la agenda internacional (las crisis ambiental, alimentaria y financiera) desde su conformación en el 2007 hasta las acciones más aproximadas al 2012 como fin de su primer ciclo, para analizar su influencia en los foros del escenario internacional y comparar las políticas e intereses entre el G5 y el G8 dentro de los tres problemas actuales en el mundo. Por consiguiente, la presente tesis está estructurada en cuatro capítulos, de los cuales el primero de estos señala la creación del G5 ante la comunidad internacional, iniciando con temas introductorios como la falta de representatividad de sectores en las problemáticas de la agenda internacional, la influencia del G8 en el escenario internacional; siendo el objetivo de este capítulo inicial el mostrar el panorama que dio las bases para la creación de bloques políticos como el G8 y posteriormente, el caso del G5 de países en desarrollo, para poder entender la dinámica mundial antes de su consolidación y las consecuencias a partir de su accionar en el ámbito internacional actual. El segundo capítulo nos habla de las problemáticas de la agenda internacional, el cual está dividido del mismo modo en tres temas; destacando la crisis ambiental, la crisis alimentaria y la crisis financiera, siendo el objetivo de este capítulo el mostrar qué es el accionar del G5 dentro del escenario internacional sin la influencia directa del G8, así como el surgimiento de las tres principales crisis a las que el G5 y el resto de la comunidad internacional enfrentaron, las medidas y las políticas que se tuvieron que poner en marcha para 8 contrarrestarlas y no poner en riesgo sus intereses, así como la capacidad de reacción del G5 ante estas crisis. El tercer capítulo es en el que se apoya el título mismo de la tesis, ya que nos explica la influencia del G5 en la conformación de la agenda internacional y conlleva temas como la responsabilidad del G5 ante la crisis alimentaria, las acciones del G5 ante la crisis financiera y las políticas afines y la competencia entre el G5 y el G8, teniendo presente el objetivo de este capítulo de mostrar el accionar del G5 en las cuestiones de crisis mundiales suscitadas en el panorama mundial, el cómo vino a afectar sus planes de acción y sus objetivos tanto a corto como a largo plazo, así como su accionar en conjunto con su homólogo G8 y a su vez, las políticas divergentes y la línea a seguir ante estas situaciones por parte del G5 en contrapropuesta a algunas medidas globales e insuficientes que pretendió imponer el G8 para enfrentar las crisis, aun sin importarles el proceso de adaptación de tales políticas en los demás países de la comunidad internacional y el papel que finalmente desenvolvió el G5 ante esta dinámica. Como capítulo de propuesta y último a su vez, titulado como “la consolidación del G5 en el escenario internacional: resultados y perspectivas en su primer periodo posterior a su creación”, desarrollado en temas como los objetivos cumplidos y su repercusión en la comunidad internacional, los fracasos y las metas por alcanzar para el G5, la situación interna de los países del G5 a cinco años de su formación y el nuevo panorama y las perspectivas de la agenda internacional en vísperas del segundo periodo del G5, se pretende cumplir con el objetivo que es mostrar la capacidad de influencia que ha tenido el G5 en estos cinco años a partir de su creación; desde su poder de representatividad en Foros y Organizaciones Internacionales hasta su capacidad de liderazgo en la toma de decisiones en diversos asuntos de la agenda internacional y por último, de formarnos un criterio con base en el análisis mostrado con el papel que ha desarrollado el G5 en la comunidad internacional y las nuevas expectativas que se pueden generar para este grupo a desarrollarse en el escenario internacional. 9 1. La creación del G5 ante el escenario internacional. La influencia y manipulación que manifiesta el G8 dentro de la sociedad internacional, ha logrado polarizar más el aspecto del desarrollo y la igualdad jurídica del resto de los países en desarrollo dentro de los más importantes Organismos e Instituciones de carácter internacional y regional, ya que con mayor crecimiento éste se ha apoderado de los votos de mayor peso dentro de estas instituciones, han sabido conformar las prioridades y asuntos de las agendas internacionales acordes a su propia estrategia. Sin embargo, el surgimiento de países que han prevalecido con un crecimiento económico estable en los últimos años, ha servido para crear un grupo similar al G8, que a diferencia de este, llevan el liderazgo y la responsabilidad de no dejar en manos de los más altos influyentes capitalistas, los asuntos que atañen y benefician no solo a ellos, sino que buscan consolidarse ante la comunidad internacional como un grupo capaz de ser el portavoz de las necesidades imperantes del resto de los países de la comunidad internacional, de saber manejar la presión e influencia del G8 en los Organismos e Instituciones Internacionales más importantes y sobre todo, de ser un ejemplo tangible para los demás países de que se puede alcanzar el desarrollo sin una dependencia respecto a los intereses de las naciones imperialistas que conforman el G8. Pero para ello, deben saber unir esfuerzos, plantearse objetivos concretos a corto y mediano plazo; dejar de lado su competitividad regional (como el caso de Brasil y México en América Latina y de China e India en Asia) y regular sus políticas y conflictos internos para consolidarse como el grupo de poder1 representativo de las mayorías y que pretende frenar el peso imperialista del G8. Ese es el objetivo específico que tienen los miembros del G5 formado por China, india, Brasil, Sudáfrica y México, como países autónomos y como un respectivo grupo recién formado en la comunidad internacional. En tanto, el objetivo del presente capítulo es el mostrar el panorama que dio las bases para la creación de bloques políticos como el G8 y posteriormente, el caso del G5 de países en desarrollo, para poder entender la dinámica mundial antes de su consolidación y las consecuencias a partir de su accionar en el ámbito internacional actual. 1 Thirlwall, Anthony P. La naturaleza del crecimiento económico. Edit. FCE. México 2002. pág. 57. 10 1.1 La falta de representatividad de sectores en las problemáticas de la agenda internacional. Desde finales del siglo XX, el mundo capitalista y neoliberal que predominaba el escenario internacional dejó atrás la bipolaridad de la Guerra Fría para darle paso al surgimiento de una pax triádica , es decir, los Estados Unidos eran para ese entonces el ícono representativo del capitalismo en el mundo, se dio la conformacióny la consolidación de la Unión Europea en el ámbito internacional a través de un crecimiento equilibrado y sustentable, la cotización de su moneda y su regularidad debido a la unidad de su mercado monetario. Por otra parte, en Asia tampoco se puede ignorar el papel que vino desarrollando Japón desde finales de la Segunda Guerra Mundial, ya que ha implementado políticas dentro de su gobierno que han logrado un desarrollo equilibrado y una política exterior exitosa hasta la actualidad. Es así como para el inicio del nuevo milenio, estos grandes actores internacionales son los que han predominado en la escena política, social y económica internacional a través de sus diversos elementos de poder, abarcando desde los políticos, económicos, ideológicos hasta militares; es a través de estos como han sabido protagonizar los asuntos de las agendas internacionales respectivas de cada año, sin tomar en cuenta al resto de la comunidad internacional, dentro del cual se incluyen a los demás países en desarrollo, comunidades excluidas y demás países periféricos. No obstante, esa serie de situaciones dentro del contexto internacional favorecieron para dar lugar a un nuevo orden mundial en el nuevo milenio, en el cual no es solamente Estados Unidos el actor protagonista, sino vemos el poder cada vez más influyente de la Unión Europea2, de Japón, e inclusive, de las políticas neoliberales que le dieron un lugar dentro de este orden a Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña y Canadá, quienes posteriormente se unirían para conformar el G7 como antecesor al grupo del G8 de países desarrollados tras la unión de Rusia, en cada uno de sus diversos ámbitos. Las políticas y los objetivos implementados por este grupo altamente desarrollado en cada uno de los ámbitos posibles, determinaron las políticas y controversias que se incluían en la agenda internacional del nuevo milenio, lo que deja implícito el alto interés por tener mayor influencia dentro del escenario internacional a través de una lucha de intereses dentro del mismo contexto, que se veía representado tal compromiso dentro de la agenda internacional, misma que ya había tomado tintes, no sólo de ser elitista, sino de ser “internacional” cuando jugaba un papel para un sector multinacional influyente. 2 Samuelson, Edward. La consolidación de la Unión Europea. Edit. FCE. México 2004. pp.112-119. 11 Dicha dinámica vino a cambiar drásticamente para este bloque multiestatal poderoso cuando los atentados terroristas de Septiembre del 2001 marcaron un cambio dentro de las relaciones políticas, diplomáticas, económicas e ideológicas de estos países dentro del escenario internacional, o en pocas palabras, un cambio radical para las Relaciones Internacionales, pues fue por el hecho de haber dejado al descubierto la cuestionabilidad sobre la seguridad interna y la fragilidad de un país como Estados Unidos ante un ataque deliberado por parte de un grupo terrorista, como inmediatamente la comunidad internacional vino a tomar en cuenta el concepto de la “seguridad internacional” dentro de su política exterior hasta llegar a considerarla prioritaria, y sobre todo, para los países altamente desarrollados, se desató una vorágine de cambios en las políticas económicas y geoestratégicas entre estos Estados, ya que el panorama actual dejaba al descubierto un nuevo escenario de lucha política, religiosa, ideológica y militar. Con el fin de promover sus ideales de lucha antiterrorista y de la “impartición de justicia”, los Estados Unidos impusieron políticas a nivel internacional basadas en principios sobre la seguridad internacional, la lucha antiterrorista y el derrocamiento de los regímenes radicales de Medio Oriente, enfocada tal lucha principalmente contra Irak y Afganistán y destinada en búsqueda de la captura de líderes como Saddam Hussein y Osama Bin Laden. Con la bolsa de valores de Nueva York detenida, con la crisis financiera y económica de los capitalistas3 y con la incertidumbre de la comunidad internacional ante ideas que se encaminaban al inicio de un Tercera Guerra Mundial, fue como los Estados Unidos, apoyados por Gran Bretaña, Italia, España, Alemania, Francia y Japón, dieron inicio a sus operaciones “antiterroristas” dentro de Medio Oriente, siendo los principales argumentos y temas que utilizó para justificar y financiar sus ataques dentro de los principales Foros Internacionales y Organizaciones Internacionales, mismos que se vieron reflejados dentro de la agenda internacional desde el 2002 hasta el 2006. Esto permitió un crecimiento acelerado a las industrias manufactureras, militares e industria pesada, que permitió la recuperación de los principales mercados financieros y a su vez, sirvió para reorganizar y reagrupar bloques y alianzas políticas, ideológicas, militares y económicas dentro del escenario internacional, donde por un lado estaban los capitalistas y neoliberales más poderosos dentro del ámbito internacional. Por otra parte, los regímenes represivos y el terrorismo de Medio Oriente, cuya importancia dejó de lado problemas en otros sectores del mundo como América Latina, África y Asia-Pacífico, siendo a través de estos grupos o bloques recién conformados, o en dado caso ratificados, como se dibujó la política internacional y las Relaciones Internacionales y los problemas de estos en este periodo, basados 3 Eatwell, Johm. Finanzas globales en riesgo. Siglo XXI Editores. Buenos Aires 2003. pp. 47-61. 12 en la seguridad internacional, la búsqueda de nuevas zonas de influencia, economías estables y la obtención de recursos. Mientras tanto regiones aisladas y con una inestabilidad interna como África y América Latina siguen siendo manipuladas por este grupo, que no sólo los limita en cuanto a voz y voto dentro de los principales foros y organizaciones internacionales, sino que también en su propio desarrollo los condicionan, sacándoles el máximo provecho para su beneficio, y se puede corroborar mediante la industria acelerada, la mano de obra barata y los salarios sumamente bajos, que por ende los llevan a un proceso de desarrollo y progreso lento y con la aplicación de políticas creadas por un grupo ajeno a su política interna, sin estar al tanto de las necesidades económicas ni políticas de su población ni de su gobierno, y que no aplican estas políticas como proyectos sociales para no problematizar tanto con grupos de choque internos. Esto es, en pocas palabras, el imperialismo del naciente siglo XXI. Los diferentes problemas que se han presentado en algunas regiones dentro del ámbito internacional ( el crecimiento de epidemias, el hambre en África, las guerrillas en Centroamérica, las sublevaciones en África, el terrorismo y los problemas fronterizos en Medio Oriente, etc. ) han sido llevados al debate por parte de estos países poderosos en las principales organizaciones internacionales con el fin de una supuesta ayuda, cuando detrás de esa máscara desinteresada se esconde el interés de posicionar sus instrumentos políticos, militares y ya hasta con la preparación de planes para la obtención de recursos endémicos de esas zonas, y que el uso de estos Organismos Internacionales no es otra cosa sino el perfecto escenario para la legitimación de sus intervenciones dentro de los problemas en las demás zonas del mundo. Con la realización de estas acciones y su previa legitimación por parte de sus Organizaciones Internacionales, es como a partir del siglo XXI hemos visto la formación y la consolidación de un nuevo orden mundial, que así como fue el orden durante la Guerra Fría con Estados Unidos y la URSS y que posteriormente a la unipolaridad militar con Estados Unidos dominando la dinámica mundial a finales del siglo XX, es como a partir de la consolidación de la Unión Europea y el alto crecimiento de paísescomo Alemania y Japón, se ha desarrollado un eje político, económico, ideológico y militar que ha ido cambiando la dinámica mundial, misma que se consolidó con la hexapolaridad formada por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, China-Japón , India y Brasil-México que fue basada por los imperialistas para tener un control global estable en cada región y sobre todo, un apoyo político con un Estado en desarrollo como aliado4. Todo esto, nos deja ante el escenario internacional y en el rubro político, el conflicto de la universalidad vs la multipolaridad, pues podemos ver que se 4 Silva Michelena, José. Política y bloques de poder. Siglo XXI editores. México 2000. pp. 187-194. 13 cuestiona el poderío de Estados Unidos, además de que se toma en cuenta el crecimiento de otras naciones y sectores en el mundo, que ya no es el enfrentamiento tampoco de un bloque Oriente-Occidente, sino que desde inicios del siglo XXI hasta la actualidad, la rivalidad y el dominio de estas potencias ahora es un enfrentamiento Norte-Sur, y que dentro de este mismo bloque, vemos la consolidación del nuevo imperialismo, aquel que se profundiza no sólo con la industria, la mano de obra y la explotación con la que se caracterizó la segunda mitad del siglo XX, sino que este imperialismo requiere una mayor dependencia5, la participación política a través de los foros y diversos organismos internacionales para la legitimación de acciones, que militariza zonas, se adueña de recursos y que llega a condicionar y limitar el crecimiento de un país, es decir, los mismos objetivos paro ahora justificados y maximizados, que se reflejan con el crecimiento de beneficios para estos Estados poderosos y la realización de nuevas alianzas dispuestas a repartirse estos beneficios a través de sus nuevos mecanismos de control. Para poder llevar a cabo estas políticas autoritarias que suelen ser características debido a su aprovechamiento y superioridad ante el resto de los países de la comunidad internacional, estos Estados han sabido mantener y entretejer nuevos vínculos entre los gobiernos y las burguesías locales, cuya alianza se ha fortalecido, y lejos de tomar conciencia de sus sociedades, las excluyen cada vez más de sus proyectos y políticas, por lo que los grupos de poder, aunque son constantemente reducidos a diferencia del aumento mundial de la población, éste sector apoderado es cada vez mayor su influencia y poder adquisitivo, mismo que los hace vincularse con estos Estados. Por otra parte, las crecientes inversiones y empresas extranjeras que llegan a los países en desarrollo, se han apoderado del mercado nacional6, han aumentado la pobreza con sus salarios muy por debajo del nivel en relación con lo que se produce, han desaparecido empresas locales, aumentado los empleos informales y han modificado por completo los proyectos gubernamentales en material política y económica, exiliando a la sociedad y vinculándose, por lo tanto, cada vez más con los apoderados locales, contrayendo todo tipo de concesiones, contratos y prestaciones para los inversionistas extranjeros y su llegada a éstos mercados, facilitándoles por lo tanto, no solo el pronto apoderamiento de un sector correspondiente en el mercado local, sino también les facilitan la mano de obra barata con mínimas prestaciones, los terrenos de adquisición y la materia prima. Sin nada que perder, es a su vez como el Estado se limita a participar e interceder dentro de la mecánica de este nuevo imperialismo, cuyas principales características están basadas en la nulificación del papel del Estado, en la influencia cada vez mayor en la toma de decisiones por parte de las burguesías 5 French-Davis Ricardo. Entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad. Siglo XXI Editores. Buenos Aires 2001. pp. 132-139. 6 Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de América Latina .Siglo XXI Editores. México 2004. pp. 289-294. 14 nacionales y de los inversionistas extranjeros, de la llegada y el apoderamiento de bancos internacionales a países en desarrollo, del endeudamiento a través de supuestos préstamos de los países poderosos a los países pobres mediante sus diferentes instituciones como el Fondo Monetario internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), quienes como se ha mencionado con anterioridad, juegan el papel de la legitimación de estas acciones imperialistas. Ejemplo de ello, son países de América Latina que han presentado, a partir de la década de los 50’s hasta finales de los 70´s, un mayor crecimiento industrial, y por lo tanto, un desarrollo en sus economías, sin embargo, tal crecimiento no representa ni un cambio o beneficio para la población en cuanto a nivel de vida se refiere, debido a una serie de medidas que se deben en gran parte, al capitalismo que impera a nivel mundial, ya que se manejan salarios mínimos, hay una división internacional del trabajo homogénea, hay un desequilibrio entre la fuga de cerebros y la llegada de tecnología a estos países, misma que sustituye la mano de obra, los niveles de educación son bajos7 y la competitividad no está a la par de las exigencias del modelo económico, como a continuación nos lo muestra la siguiente tabla. Tabla 1. Niveles educativos y porcentajes de esperanza de vida educativa en cada continente y en el mundo en general hasta el 2007. Esperanza de vida escolar Cobertura Primaria- secundaria Primaria- terciaria Primaria - Secundaria Primaria – terciaria países % población países % población África 7,6 7,8 49 / 53 89,4 29 / 53 38,4 América del Norte 11,2 14,3 27/31 95,4 13/31 86,2 América del Sur 12,1 13,7 12/12 100,0 9/12 91,7 Europa 12,4 15,4 37/44 99,4 37/44 99,4 Oceanía 12,4 … 9/17 95,0 7/17 61,5 Mundo 9,3 10,8 179/207 93,6 133/207 80,0 Fuente: Instituto de Estadística de la UNESCO. 200 7 Lievesley, Denise. Compendio Mundial de la Educación 2004. Instituto de estadística de la UNESCO, Montreal 2004. p. 79. 15 No obstante, hay un crecimiento poblacional no controlado, índices de pobreza en aumento, etc., que, no son sino la realidad de un crecimiento desigual muy notorio que se ha presentado en América Latina desde los 70’s, misma época en que la agroexportación8 se volvió el modelo económico más característico y aplicable a seguir en toda la zona, hasta llegar a los primeros años del siglo XXI, en los que se han notado cambios en la toma de decisiones de gobierno como los de Bolivia, Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Venezuela en los que, a fin de controlar un poco el crecimiento de la deuda externa y de la influencia extranjera en sus economías nacionales, han optado por nacionalizar sus principales sectores e industrias productivas. En reacción, ha habido molestia y la disminución de inversiones de los países poderosos, pero por otra parte, han realizado nuevos vínculos y nexos económicos y comerciales con otros países, tanto de América Latina como de otras partes del mundo, que en el ámbito internacional han creado una diversidad de opiniones sobre sus acciones, que hay quienes sostienen que se han alejado del capitalismo para aislarse del comercio internacional y que su decadencia y crisis se aproxima, y en contraparte, hay quienes sostienen que América Latina ha llegado a un nuevo pensamiento económico y político9, que están creándose una nueva dependencia pero que al mismo tiempo, se han dado un “respiro de aire fresco” ante los instrumentos políticos, institucionales, económicos, e ideológicos de las garras imperialistas. Un caso un tanto similar y a la vez más críticoes África, que después de haber consumado su independencia de países europeos a lo largo del siglo XX, ha creado una dependencia y un paternalismo sobre el modo de producción europeo, que los gobiernos son tan inestables como sus políticas internas, siendo la región con menor influencia dentro de los diferentes foros y organizaciones Internacionales, en donde los países imperialistas desde tiempos anteriores, han sabido manejar y explotar a la perfección la abundancia de recursos naturales de esta zona, han mantenido un control y organización política que sentó las bases de prácticas tan inhumanas como el racismo y la Apartheid y que los imperialistas han irónicamente criticado estas prácticas en las convenciones y foros Internacionales, cuando saben que fueron ellos quienes sembraron la semilla del odio en África, la indiferencia, la pobreza, la marginación y la sumisión ante sus intereses y su poderío, y que estas prácticas no son más que el fruto de una semilla muy bien sembrada y cuidada a través de la historia del continente. Con esta autoridad y manipulación tan característica de los imperialistas en las practicas nacionales, ya no sólo de otros países sino de regiones, es como se han creado dependencias y rezagos en las sociedades nacionales, donde la marginación es la problemática de cada día y es el objetivo utópico mismo de cada gobierno entrante, ya que las promesas gubernamentales en las campañas políticas se ven inmediatamente olvidadas en estas regiones cuando el 8 Katz, Claudio. El rediseño de América Latina. Edit. Debolsillo. México 2004. pp. 62- 87. 9 French-Davis, Ricardo. op. cit. pp. 74-80. 16 representante en el poder, se ve seducido por un sin fin de inversiones, créditos, prestaciones e importaciones que van poco a poco haciéndole perder el interés de su proyecto social y lo invitan a saciarse de las riquezas a costa de la explotación y la prevaleciente pobreza, misma que disfrazan con “más inversiones, más empleos, más educación y mejores niveles de vida”. No obstante, sin tomar en cuenta el crecimiento de la deuda externa, que no es otra cosa sino la mera consecuencia de los préstamos de instituciones como el Banco Mundial10 y el Fondo Monetario Internacional, es así como en el caso de América Latina, han simplemente hecho de lado el tema y se han dedicado a sumar esfuerzos para la amortización del pago de los intereses de dicha deuda, con el fin de tener mayor liquidez con los intereses y no perder así la capacidad adquisitiva de los préstamos y de las inversiones imperialistas, o como en el caso de África, siguen endeudándose para pavimentar sus calles y alumbrar sus avenidas, dejan explotar a sus trabajadores en las transnacionales que ahí operan y el gobierno apenas y paga los intereses de la misma, sin saber que la deuda y los intereses crecen a la par de sus necesidades, mismas que les han sido implantadas ya desde antes por los imperialistas. Ante tal continuidad de políticas represivas por el resto del mundo, los imperialistas han sido la mayoría de voces y el único voto en los problemas que se han abordado en las agendas internacionales, han dejado de lado las verdaderas problemas, con sus respectivos orígenes, para deformar las situaciones y convertirlas a su favor, no obstante, han hecho creer ésta situación a los demás países y regiones sobre los avances logrado gracias a sus bancos, instituciones e inversiones, dejando al descubierto, la nueva ola de dependencia que han formado desde los inicios del siglo XXI con este nuevo imperialismo. Con esta serie de procesos, no se han tardado en presentarse toda clase de inconformidades por parte de las sociedades por el repudio hacia los gobiernos imperialistas en el mundo y por el modo en que operan libremente esas políticas hacia otras naciones y cómo explotan tanto la mano de obra como los recursos nacionales. Pero la voz es propagada y sin embargo, se va perdiendo como el eco que es ante las diversas organizaciones internacionales que operan desde sus monumentales sedes en Estados Unidos o Europa, que prometen dar ayuda y “amonestar” a los culpables, pero con una palmada en la espalda a los jefes de gobierno se pretende dar por concluido un problema que por el poder, influencia e interés de uno, va causando la explotación y pérdida de millones en todo el mundo. La representatividad de estos sectores en las principales Organizaciones Internacionales ha dejado ver que la manipulación está a la orden del día, que operan y favorecen a los monstruos del mercado internacional sin importarles las críticas de los gobiernos de los países en desarrollo, que en un mundo tan 10 Katz, Claudio. op. cit. pp. 134-136. 17 heterogéneo en cuanto a desarrollo y nivel de vida, ellos saben que no tienen competencia, y jurídicamente, tienen respaldadas sus acciones en sus instituciones y sus organizaciones internacionales. Quienes más allá de pretender fungir el papel de la arbitrariedad, justicia y cooperación en sus Cartas Constitutivas, se delimitan a las amonestaciones e inútiles llamadas de atención debido a su nula fuerza coercitiva en cuanto a la aplicación de la Ley se refiere, misma que también caracteriza el mayor defecto de estas instituciones. Ejemplo de esta función es la Organización de Estados Americanos que opera en América Latina y la Liga Africana de Naciones que opera en África. La primera fue creada por los Estados Unidos durante la Guerra Fría, y no es para un supuesto apoyo ni beneficio para los demás países que la conforman, sino cabe recordar que sirvió como barrera anticomunista y fue mediante la creación de esta Organización Internacional como los Estados Unidos pudieron instalar sus bases militares y obtener todo tipo de recursos durante el desarrollo de este periodo. Por otra parte, la Liga Africana de Naciones se creó a petición de los Estados Unidos, pero principalmente de los países europeos, bajo la supuesta intención de brindar ayuda permanente y asesoría para los conflictos internos en África, sin tomar en cuenta a la población, es decir, sólo pretendía ayudar estratégicamente a los gobiernos a llevar a cabo una buena relación diplomática y a tener de manera estructural, la “representación formal” de los Estados africanos dentro de las principales organizaciones internacionales, por lo que ya no es necesario hablar siquiera de las promesas de ayuda, pues se limitaron a préstamos (como se mencionó con anterioridad) y donaciones económicas que se destinan a obras públicas, que para los europeos no es más que un sobrante insignificante del total de sus ingresos brutos de millones de dólares. Pese a toda esta falta de representatividad y de una voz legítima y estructural que pueda hacerle frente a los imperialistas, el panorama político y económico mundial cambió con la consolidación de este grupo de poder en el 2002 con el G7, que no significó otra cosa sino la confirmación de una hegemonía cuyos objetivos ya estaban trazados e iniciados varios años atrás, y la reacción no se hizo esperar en todo el resto del mundo con represalias por parte de los gobiernos ante tal conformación, pues se avecinaba un nuevo proceso colonizador más profundo, dependiente y represivo para cada ámbito. Toda esta inconformidad la anunciaron gobiernos que, si bien eran llamados despectivamente “del tercer mundo”, “subdesarrollados” o “en vías de desarrollo”, bien es cierto que durante el inicio del siglo XXI a la fecha, han presentado un auge en su crecimiento industrial11 y por lo tanto, en su producción. Tal es el caso de gobiernos como los de Brasil, México, Irán, Libia, Sudáfrica, Venezuela, India, China, y Argentina, por lo que la representatividad y las voces de inconformidad dejaron de ser un eco en oídos sordos dentro de los principales foros, cumbres y organizaciones internacionalesy se transformaron en la minoría representativa de los oprimidos ante un minoría opresora y cuya principal estrategia se basó en un 11 Thirlwall, Anthony P. op. cit. pp.127-130. 18 sin fin de quejas e indemnizaciones, tanto para sus gobiernos, como para los demás de su zona, hasta el punto en que se inició de manera conjunta y coordenada, una representación de la mayoría de los países explotados, que originó la reacción inmediata de los imperialistas al darse cuenta del cómo a través de sus propias instituciones y mecanismos podían perder el juego del poder y la dominación con sus misma piezas y en sus propios tableros. Tan pronta fue la reacción del llamado G7, que tan sólo con 2 años de haberse consolidado, en el 2004, tras una convención privada de sus mandatarios, decidieron admitir dentro de este poderoso y privilegiado grupo a Rusia y dieron a conocer al mundo la noticia a través de los medios de comunicación masiva, la lucha por la violencia, el terrorismo, el racismo, el desarme nuclear, la justicia y el máximo apoyo para combatir la pobreza mundial, obviamente, el trasfondo tenía más que ver con intenciones un tanto contrarias, dado que al admitir a Rusia a este grupo, tenían un gran control político y económico sobre la zona de Medio Oriente, además del cuantioso significado del aporte militar que es Rusia ya no solo en esa zona, sino el que aún es en el ámbito mundial. El grupo agrandado y de nueva cuenta consolidado, a nivel internacional se hizo llamar el G8, mismo que incluye a las siete potencias económicas ya conocidas (Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Francia, y Japón) además de la recién integrada Federación Rusa. El significado que esto produjo como inmediata reacción en el resto de la comunidad internacional, ya no fue de extrañarse para los países en desarrollo, pues para las expectativas sobre las nuevas políticas de los países imperialistas, la aceptación de Rusia para la conformación de este sector, implicó para las naciones de Medio Oriente y el resto de Asia, África y América, la creación de alianzas que carecieron de renombre, de un proyecto firme y consolidado ( con excepción claro del fin de protegerse de la intrusión de políticas imperialistas a sus gobiernos ), de recursos financieros propios y de la cohesión de intereses políticos a corto y largo plazo, que fueron tendencias un tanto favorables al G8, debido a la irregularidad de dichas políticas y vacilaciones a nivel gubernamental que permitieron la libre operación de sus primeras acciones financieras, políticas y militares entre ellos, que permitieron dar inicio a la consolidación en su accionar dentro de los principales Organismos e Instituciones Internacionales con las que manejaron sus intereses dadas las razones de su poderío. Así mismo, estas políticas se vieron efectivas dentro de cada país de manera concreta al aumentar en la mayoría un promedio de 42%12 el índice no sólo de empresas transnacionales sino también de inversiones extranjeras13 tanto directas como de cartera dentro de éstos países y que sus mismas empresas fueron las que 12 Williams, Anthony. “Inversiones transnacionales”. Documento en versión electrónica disponible en: http://www.redtercermundo.org.uy/tm_economico/.php?id=1744 Fecha de consulta: 06/10/2008. 13 Sidicaro, Ricardo. Estado y poder económico. Siglo XXI editores. Buenos Aires 2004. pp. 106-111. http://www.redtercermundo.org.uy/tm_economico/.php?id=1744 19 iniciaron operaciones por medio de sus franquicias a consecuencia de los subsidios y concesiones de los gobiernos locales de estos países, como se mostrará en las tablas siguientes. Tabla 2. Principales economías desarrolladas emisoras de inversión extranjera directa de 1997 al 2001 (cifras en millones de dólares). Países inversionistas 2004 2005 2006 2007 2008 Estados Unidos 103,4 174,4 283,4 300,9 124,4 China 33,2 74,3 87,5 116,5 118,8 Alemania 23,2 30,9 46,7 42,9 62,8 Gran Bretaña 11,9 22,7 133,1 245,5 51,9 Japón 11,1 36,9 41,3 52,4 50,5 Francia 12,2 24,6 54,7 195,1 31,8 Canadá 11,5 22,8 24,4 66,6 27,4 España 7,7 11,8 15,7 37,5 21,7 Italia 3,0 2,6 6,9 13.4 14,8 Fuente: Ferreiro, Jesús. “Inversiones extranjeras en el nuevo siglo” versión electrónica disponible en: http://.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lri/de_l_a/apendiceA.pdf fecha de consulta: 06/01/2011. http://.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lri/de_l_a/apendiceA.pdf 20 Tabla 3. Principales economías en desarrollo receptoras de inversión extranjera de 1997 al 2001 (cifras en millones de dólares). Países en Desarrollo 2004 2005 2006 2007 2008 China 44,2 43,7 40,3 40,7 46,8 India 14,1 11,9 12,5 14,7 24,7 Hong Kong 11,4 14,7 24,5 61,9 22,8 Brasil 18,9 28,8 28,5 32,7 22,4 Qatar 2,9 5,3 9,4 10,9 9,8 Arabia Saudita 4,9 6,3 7,2 9,3 8,8 Singapur 10,7 6,3 11,8 5,4 8,6 Sudáfrica 3,8 0,6 1,5 0,8 6,6 Chile 5,2 4,6 9,2 3,6 5,5 México 1,3 3,7 6,3 4,9 4,9 Fuente: Williams, Anthony. “Inversiones extranjeras en el nuevo siglo” versión electrónica disponible en: www.redetercermundo.orguy/tm_economico/ fecha de consulta: 06/10/2008 Es a través del uso de diversos instrumentos políticos y militares, que acciones como la intervención militar de los países europeos y de Estados Unidos (por medio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte) en el conflicto en Kosovo, la intervención por medio de la Corte Internacional de Justicia en el conflicto de la empresa papelera entre Uruguay y Argentina, el cese de poder de la dictadura de Fidel Castro en Cuba y la presencia militar de Rusia en Chechenia, Uzbekistán, Afganistán y Kazajstán, además de la intervención del mismo G8 http://www.redetercermundo.orguy/tm_economico/ 21 (ahora a través de la ONU) en el inicio del conflicto entre la región del Tíbet y China son consecuencia del poder e influencia de este grupo en la comunidad internacional. Estas acciones significaron apenas el inicio en el transcurso de una hegemonía14 que está consolidada en cada uno de sus rubros y que el mercado internacional está más que nunca abierto para ellos. Por otra parte, el resto de la comunidad internacional sigue bajo los procesos de crecimiento irregulares, unos más desarrollados que otros, unos más pobres que otros, con una heterogeneidad de políticas y objetivos difíciles de homogeneizar, además de que tienen a su población en un dilema de inseguridad social, económica y social. Es de nuevo esa necesidad a causa de una falta de representatividad fija, estable y organizada la que ha provocado las malas planificaciones15 de esos grupos poco sólidos y capaces ante la convicción política del G8, que ya la necesidad de representación regional suma objetivos que se han vuelto necesarios para los demás países, por la búsqueda de un desarrollo sustentable, de un progreso en ascenso, de la ayuda desinteresada y de una voz y un voto respetables dentro de los Foros, Cumbre e instituciones Internacionales. Sin embargo, con la formación del G8 en el plano internacional, como surgimiento16 y expansión de un nuevo bloque político, económico, ideológico y militar tan poderoso que conllevan las acciones en cada rubro de este grupo, dejan ver que en todo el escenario internacional la política mundial se va a manejar con un autoritarismo y la intención de un dominio en cada uno de los diferentes sectores estructurales por parte del G8 y que buscan consolidar su poder en rubros que no buscan otro objetivo sino destruir el Estado-Nación para su libre accionar en el ámbito internacional. 15 Kennedy, Paul. Auge y caída de las grandes potencias. Edit. Debolsillo. México 2002. pp. 38-51 16 Idem. pp. 147-154 22 1.2 La influenciadel G8 en el escenario internacional. Con la situación actual del escenario internacional tan favorable para el recién conformado G8, el reforzamiento y ratificación de tratados en los que se involucran, ya sea uno o varios miembros de este grupo; no se hicieron esperar, sobre todo en materia política, militar y comercial. Ejemplo de esto es todo el agregado de medidas de seguridad que implementó Estados Unidos dentro del ASPAN, ya que lejos de mejorar y garantizar la seguridad, obligó al gobierno de México al aumento de medidas de vigilancia y de operativos en su zona fronteriza, además de que con el respaldo del Acuerdo de Seguridad Para América del Norte (ASPAN), es como Estados Unidos dio a conocer su propuesta sobre un muro fronterizo con México para evitar la migración ilegal, y sobre todo, justificarla con los ya conocidos argumento de “seguridad nacional” y de “cooperación internacional”. Por otra parte, países como Croacia, Bulgaria y Turquía han reiterado su deseo de formar parte de la Comunidad Europea, pues aunque la respuesta de la Unión Europea ha sido muy condicionada para unos de ellos, los ha aceptado y no exactamente por buena razón de cooperación internacional ,sino para expandir más su mercado común interno, reforzar su moneda, aumentar su poder adquisitivo a través de las industrias de estos tres países y fortalecer más su poder financiero, mismo que busca la concentración de los ingresos y reinversión de sus capitales, no sin antes poner condiciones favorables para tal ambiente de negocios, como la firma de un pacto sobre el control de exportaciones de Croacia a Francia e Italia, la liquidación de la deuda externa de Bulgaria para la Gran Bretaña y Alemania, o el caso tan particular para Turquía, sobre la expulsión de la población musulmana de su país si ésta no contaba con documento oficiales renovados por el gobierno y el pago de una indemnización económica a Chipre y Grecia por los conflictos bélicos sobre la independencia de Chipre y el problema relacionado con su población. Otro suceso que marcó el poderío y la influencia en la toma de decisiones del G8 dentro del escenario internacional, fue durante Abril del 2004 cuando en la ratificación en Viena sobre el Protocolo de Kyoto sobre la reducción en la emisión de gases de invernadero y la posible entrada de un protocolo que para el 2012 sustituyera los objetivos del Protocolo de Kyoto, el G8 optó por programar el dicho Protocolo hasta el 2025 cuando los efectos de la alta actividad industrial de Estados Unidos y Japón en particular haya disminuido apenas en un 40%, sin embargo, ningún otro Estado invitado a esta Convención propuso otra finalidad ni reclamó abiertamente la postura de estos países, por lo que no se cumplió lo propuesto por tal protocolo, a pesar de las declaraciones de los mandatarios y miembros del G8, quienes declararon al termino de tal Convención que: “lo más importante no es ver el cumplimiento de los objetivos trazados, sino hacer conciencia a nivel mundial sobre el deterioro ambiental que vive el mundo“17. 17 Leff, Enrique. Ecología y capital. Siglo XXI Editores. Mexico 2005. pp. 124-137. 23 Todo esto es ejemplo tácito de la transformación de ideales en la realización de una política exterior, cuya tendencia suele estar respaldada por la sociedad, cuya aprobación le dan un poder inimaginable. Ahora la transformación de este tipo de políticas un tanto populares o de tinte social, han tendido a desaparecer, ya que la sociedad nacional e internacional exigen cada vez más a sus respectivos gobiernos; los grupos de poder se han dividido por diferentes objetivos y el poder gubernamental le ha prestado una mayor atención a las élites nacionales, que por lógica, son aquellas que suelen influir en la dirección también de las políticas exteriores de estos Estados. Como resultado de este autoritarismo, se logró una tendencia más creciente y de impacto social menos popular en sus tendencias y objetivos, pues el G8 vino siendo un grupo caracterizado por su bipolaridad interna que se refleja en el nacimiento de políticas exteriores agresivas como consecuencia de una lucha de demandas internas, que muchas veces estas políticas no son más que la falsa imagen de un poder autoritario que nos recuerda una hegemonía en el contexto internacional, pero que sin lugar a dudas, han perdido el consenso con su población. Este tipo de problemáticas las podemos ver no hace mucho dentro de varios gobiernos de los países que conforman el G8. Basta con ver la situación de la violencia en las calles de Estados Unidos y las diversas manifestaciones contra las políticas agresivas poco populares hacia el exterior de su exmandatario George W. Bush sobre la guerra en Irak, el surgimiento de grupos neonazistas en Alemania y el abuso del sector policiaco, el creciente número de atentados por parte de jóvenes en Francia, debido a la discriminación por parte de instituciones gubernamentales a los franceses negros, y las múltiples protestas y conflictos que se llevaron a cabo a finales de la administración de Vladimir Putin en Rusia debido a la intervención militar en Chechenia y en Georgia. Todo esto produjo una serie de políticas18 que se vinieron aplicando con mayor continuidad dentro del ámbito internacional, cuya característica es ser consideradas agresivas, mediante la implementación de grupos militares altamente armados para salvaguardar las embajadas y consulados de países como España, Rusia, Francia, Italia, gran Bretaña y principalmente, de Estados Unidos. La reacción en la zona de Medio Oriente, fue el inicio de movimientos armados con el fin de defender sus naciones y su soberanía, sin embargo, la contraparte actuó ante la ONU con argumentos muy convincentes para legitimar su accionar y sobre todo, hacer óptima la presencia de tropas militares en la controversial “zona caliente” del mundo. 18 Kennedy, Paul. op. cit. pp. 68-74. 24 Con una situación cada vez más tensa y menos favorable en términos diplomáticos y sobre la credibilidad de sus acciones ante los medios y el resto de la comunidad internacional, los países del G8 se vieron en la necesidad de hacer uso de instrumentos políticos para mantener enmascarada una verdad que ya se empezaba a descubrir de modo silencioso por el resto de los países del mundo: que las potencias imperialistas estaban perdiendo su dominio político19 y como consecuencia inmediata, la fuerza militar se volvió un recurso lógico para ellos. No obstante, los nuevos argumentos se basaron en razones que para aquel momento, se encontraban muy en discusión, pues fue justo al año de los atentados del 11 de septiembre, cuando se hizo el despliegue de tropas para instalarse por completo en Irak y Afganistán principalmente, para “combatir la creciente amenaza del terrorismo y salvaguardar a la población de Medio Oriente”20. Fueron ésas las palabras del presidente de los Estados Unidos George Bush en la conferencia de prensa en la Casa Blanca, justo después de despedir a las tropas militares y darle luz verde a su operación en Medio Oriente, además de asegurarse del apoyo militar también de la Gran Bretaña, mismo que fue ratificado poco antes por el entonces Primer Ministro Tony Blair. De igual modo, las operaciones no sólo fueron hechas con el fin de combatir el supuesto terrorismo, como ya bien era sabido por el resto de la comunidad internacional por su deseo de apoderarse de una zona como lo es Medio Oriente, no obstante los fines geopolíticos y geoestratégicos fueron más allá de lo impensable por el resto de la comunidad internacional. Esto ocasionó una ruptura de tintes políticos entre los miembros del G8, generando especulaciones dentro de los principales foros y organizaciones Internacionales por parte de los demás países que, si bien no eran una presióndentro de éstos foros para las acciones del G8, significó el inicio de acciones políticas inmediatas para los países cuyos ámbitos políticos y económicos estaban vinculados de manera más directa con los países del G8 que estaban a favor de la participación de las tropas militares en la zona de Medio Oriente. Ejemplo tácito de este tipo de ruptura y de medidas es el envío de tropas de apoyo por parte de los gobiernos de Italia, Gran Bretaña, Japón y Francia, generando así, la neutralidad declarada de Alemania, el envío de tropas por parte del gobierno de Rusia a sus fronteras para salvaguardar su soberanía, los reclamos abiertos ante la ONU por parte del gobierno de China, la neutralidad por parte del gobierno de México resaltando su respaldo en materia diplomática y la puesta en marcha de movimientos armados en los países de medio Oriente, así como el inicio de políticas llamadas “antiestadounidenses” en países como Egipto, Libia, Sudáfrica, Nigeria y Ruanda. 19 Idem. 146-159. 20 Jiménez, Lidia. “Inicia operación libertad duradera en Medio Oriente”, en El Universal. México 8 de mayo de 2008. pp. 61-63. 25 Dichas políticas estaban basadas en la protección de las embajadas y consulados de los Estados Unidos presentes en aquellos países, así como la identificación en registros de los gobiernos locales para los residentes americanos, así como el drástico incremento de medidas de seguridad en aeropuertos, zonas de interés gubernamental y la inspección de cargamentos y mercancías provenientes de Estados Unidos a los puertos y muelles de los países de África que optaron por incrementar sus políticas de seguridad nacional. Todo esto también fue consecuencia misma de una noticia que salió a la luz por parte de los miembros de la Organización de Países Asiáticos Exportadores de Petróleo (OPAEP), en que daban a conocer un aumento en la producción de sus barriles de petróleo, generando para ellos mayores exportaciones y ganancias, así como el resultado positivo de investigaciones basadas en la obtención de más pozos petroleros estables. Todo esto, al ser sacado a la luz por los medios y el resto de la comunidad internacional, generó especulaciones sobre las supuestas verdaderas intenciones de la ocupación militar en aquellas zonas de Medio Oriente, así mismo, produjo la autodefensa en muchas de ésas zonas, volviéndolas hostiles o hasta en ciertos casos, plenas zonas de combate. La adquisición y al aseguramiento de nuevas fuentes renovables y constantes de petróleo fueron uno de los temas más sonados por los mandatarios y principales actores de la comunidad internacional, ya que la maquinaria bélica entonces necesitaba de su principal combustible o de su principal material transformado para las demás armas y ornamentos. El asunto se tornó más grave cuando un grupo de países de Medio Oriente y África creado en 1997, había actuado hasta entonces con discreción, que es llamado el D821, cuyas siglas en inglés significan “los 8 desarrollados”, su trascendencia de éste grupo se dio con una convención en la que se dieron a conocer una serie de puntos en un comunicado, mismo que contenía el anuncio de políticas agresivas contra los Estados Unidos, radicalizando sus creencias religiosas para justificar sus acciones no sólo contra el imperialismo sino también contra la militarización de la zona por parte de los Estados Unidos, lo que representó un problema para el accionar del G8. Algunos medios locales de aquellos países del D8, entre los que figuran Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, Malasia, Nigeria, Pakistán y Turquía, manifestaron el inicio de una guerra, no sólo política y militar, sino también de una guerra con caracteres ideológico-religiosos22. Era el enfrentamiento de un G8 cristiano vs un D8 musulmán. 21 Villeda, Arturo. “Surge un G8 musulmán en medio Oriente”, en Excélsior. México 11 de noviembre de 2008. p. 72. 22 Trager, Mark. “The regional opposition to the G8”, en The New York Times. New York 6 de Mayo de 2008. pp. 34-37 26 Todo esto no fue sino el marco por el cual se dio inicio a la invasión militar de la llamada “zona caliente”, además de que fue la invariable respuesta o consecuencia de haber rezagado y excluido a aquella zona del mundo globalizado y de los alcances de la tecnología, mismos hechos que desde finales de los 90´s, marcaron la conformación de grupos y alianzas más fraternas entre países asiáticos y africanos para contrarrestar los efectos mayores del rezago y con ello, darle apoyo a las economías nacionales, siendo la India quien más se benefició con ése proyecto, además de iniciar planes de gran alcance referentes a su máxima fuente de ingresos: los hidrocarburos. Ante esta situación, se vio conformada la nueva división del escenario político, ideológico, militar y religioso en el mundo, ya que pasó de ser de Oriente a Occidente a ser un bloque Norte vs un bloque Sur23, en el cual se vieron incluidas todas las naciones que conciertan dentro del escenario internacional y que como consecuencia de ello, muchas tomaron medidas proteccionistas para no verse directamente afectadas debido a la tensión política a causa de las ambiciones del G8 y su accionar en Medio Oriente, su influencia en África y su intervención activa y constante en países de América Latina. Unos países que tomaron estas medidas fueron, por mencionar algunos: Argentina, Brasil, Sudáfrica, India, China y México, quienes iniciaron políticas de mayor apoyo a sus economía internas como mayores préstamos al Banco Mundial, mayor inversión en materias primas, el incremento de sus exportaciones, la renegociación de mayor plazo a su deuda externa, la puesta en marcha de horarios laborales fijos, seguros contra el desempleo, programas que otorgaban facilidades para la inversión extranjera, el aumento en su actividad industrial y el aumento de exportaciones de petróleo. Además, el panorama político internacional se basó en gran parte, en las políticas prioritarias del G8. Basta mencionar los puntos básicos a tratar en cada una de las reuniones desde el 2002, que como ya se hizo mención antes, muchas de ellas fueron consecuencia misma de los ataques terroristas del 11 de Septiembre a Estados Unidos y de la declaración del D8 sobre las políticas agresivas en contra de la globalización y el anuncio de su estrategia económica regional con respecto al petróleo, a los recursos minerales, las fuentes hidráulicas, los ductos de gas natural y la continuación de programas armamentistas de destrucción masiva. Para hacer referencia a lo ya antes mencionado sobre el panorama internacional, desde el 2002 hasta la actualidad, las reuniones del G8 se han basado en los siguientes puntos: el 2002 en Kananaskis, Canadá; se habló de la determinación en la lucha contra el terrorismo y mayor militarización de la zona de Medio Oriente, y el 2003 en Evian, Francia; se habló de una estrategia común24 de toda índole 23 Silva Michelena, José. op.cit. pp. 278-285. 24 Labonte, Ronald. Fatal indiference: the G8, Africa and global health. Edit, University of Cape Town. Ontario 2004. pp. 42-48. 27 (política, económica y militar) para combatir el terrorismo y la proliferación de las zonas masivas en Medio Oriente. Como antesala de los años venideros, la tensión en el escenario internacional se vio acrecentada cuando el escenario político mismo se volvió a dividir en bandos, pero cabe señalar que lo curioso del caso, fue que cada bando retomó sus nuevas zonas de influencia, pues de parte de los imperialistas del G8 y en especial de Estados Unidos, su zona de influencia, además de seguir siendo América Latina, fue en países distribuidos en zonas estratégicas alrededor de todo el mundo como lo fueron Sudáfrica, India, China, Escocia, Bulgaria, Turquía,Brasil, Argentina y México, ya que fue a partir del 2002 cuando en muchos de éstos países, tanto Estados Unidos como Europa, aportaron fuerte apoyo económico, comercial e inclusive militar para el crecimiento y el desarrollo de éstos países. En contraparte, algunos países musulmanes como Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Irak e Irán, incrementaron su nivel de cooperativismo para aumentar sus ingresos, debido a sus exportaciones petroleras, su carrera armamentista nuclear y biológica, y también al incremento de fábricas y maquiladoras que dieron un gran auge a la ocupación laboral, la producción en serie25 y a la exportación masiva que, curiosamente, era para destino de países capitalistas en gran parte europeos y claro, también Estados Unidos; llegando así, a ser una zona poco a poco más consolidada y altamente competitiva como hacedora de riquezas, tanto económicas como en recursos naturales, mismas características que en más de una ocasión incomodaron los planes de producción y expansión imperialista del G8. De ese modo, la competencia fue una distracción para apaciguar la tensión debido a la presencia militar en Medio Oriente por parte de Estados Unidos. Así mismo, las reuniones del G8 y las acciones globalizadoras se basaron en prioridades y objetivos afines de los países miembros de éste grupo. Para hacer mención de ello, basta recordar un poco las reuniones del 2004 al 2006, en las que en Sea Island, Estados Unidos; las políticas y acciones se fijaron sobre la pretensión de “democratizar” a Irak, tras tomar posesión del palacio de gobernación de Saddam Hussein, políticas mismas que de inmediato causaron discordia entre los mismos miembros del G8, entre los que destacaron Francia y Alemania, quienes no apoyaron la propuesta que, a pesar de no ser apoyada por la mayor parte de sus miembros, se llevaron a cabo las acciones, que se dieron a conocer en una estrategia denominada “libertad duradera”. Otra reunión de gran trascendencia, no sólo para el G8, sino para la comunidad internacional, fue la reunión celebrada en Gleneagles, Escocia, misma que estuvo a punto de cancelarse debido a los atentados en Londres que dejaron un total de 700 heridos y 56 muertos entre los que se incluyen los cuatro kamikazes 25 Méndez, Armando. “Actividad comercial intensa en Medio Oriente”, en El Universal. México 6 de diciembre de 2008. p. 62. 28 musulmanes. Esto fue en su momento, el recuerdo de la situación política imperante de aquellos años, que vino a modificar las políticas agresivas del G8 y a recordarse entre los miembros, el supuesto y demagógico objetivo para el cual fue creado, dando a conocer así en la reunión de Gleneagles del 200526, que sus políticas a desempeñar serían el ayudar a combatir el calentamiento global, a sumar su ayuda en África, ayudar a la misma con a la organización, capacitación e infraestructura para el mundial de fútbol del 2010 y claro, también mencionaron al último pero no como punto menos importante, el combate al terrorismo en todo el mundo. De igual modo, para la reunión del 2006, se buscó romper un poco con la idea antidemocrática que la comunidad internacional percibía sobre el G8 y sus decisiones, misma que se corroboró con la decisión anárquica de Estados Unidos en el 2004 sobre la supuesta democratización de Iraq. Fue por esa razón que se le dio oportunidad a su miembro más reciente, en este caso Rusia, que fuera sede en San Petersburgo para la reunión anual del G8. Aunque la influencia de Estados Unidos fue más allá de toda buena intención de hacer la cumbre en Rusia, su apoyo para que ésta fuera sede se debió a la cercanía geopolítica que representaba en Asia y de igual modo, tener un mayor control, aunque fuese momentáneo, en la zona Sur de Asia y para firmar de paso, un contrato comercial con la India para incrementar todas las acciones comerciales, en su mayoría, dentro de la industria cibernética. En aquella reunión los temas más discutidos, como era ya de especularse, giraron en torno a la situación de Medio Oriente y el debate sobre la reducción o aumento de presencia militar en la zona, que significó una mayor presión del resto de países del G8 (ya no sólo eran Francia y Alemania) para que las acciones de Estados Unidos y de Gran Bretaña cesaran contra Iraq27 y el resto de Medio Oriente, pero pese a todo ello, el G8 volvió a denotar ante la comunidad internacional uno de sus grande defectos como grupo: la nula presencia democrática en la toma de decisiones. Ante esta situación un tanto dividida entre las opiniones y políticas individuales de los respectivos líderes del G8, lo que significó otro cuestionamiento más ante los medios sobre su poca eficacia hasta el momento para realizar acuerdos o políticas unánimes, aunado a dicha problemática, se dio a conocer que no se logró ningún acuerdo para lograr la entrada de Rusia a la Organización Mundial de Comercio, a tan sólo tres días de dar por concluida la cumbre del G8 en su propio país, curiosamente fue la Federación Rusa misma quien no apoyó las propuestas estadounidenses sobre la cuestión de Medio Oriente. Ya fuera estrategia política o medida preventiva para contener y ejercer presión a Rusia, ésta quedó fuera de la OMC siendo anfitriona misma de la respectiva cumbre del G8 en el 2006, 26 Méndez, Armando. op. cit. p. 63. 27 Trager, Mark. “More pressure against actions in Iraq”, en The New York Times. New York 21 de junio de 2007. pp. 21-25. 29 supuestamente, por no aceptar términos y estatutos básicos que la misma organización exige. No obstante, la notable división del G8 no significó otra cosa para el resto de la comunidad internacional, sino que su debilidad y poca eficacia para tener el control en las diversas áreas que pretendía controlar y de igual modo, las carencias que contrastantemente convergían con sus niveles de desarrollo aun estaban presentes en el accionar en cada asunto de la agenda internacional. Uno de los elementos más importantes que sirven para dar este tipo de afirmaciones que ponen en tela de juicio la capacidad de actuación y la eficacia del G8, fue sus estatutos mismos, ya que tras crearse originalmente en 1997 como el G7, sus reuniones eran más que espontáneas (no llegando siquiera a una al año) y se celebraban con fines comerciales y de cuestiones de análisis económicas. Fue hasta la incorporación de Rusia a inicio del presente siglo, cuando vino no sólo la ampliación y el cambio lógico de nombre a este grupo, pues además se fijaron reuniones anuales para comentar y debatir puntos y supuestas responsabilidades que iban más allá de los ámbitos comerciales o económicos, también con base al panorama ya también planteado, se fijaron objetivos y estrategias de tipo militar, social, religioso y político, que dieron a conocer de manera internacional con supuestos fines de un mayor compromiso y de una mayor responsabilidad con los demás países de la comunidad internacional que no contaban con altos índices de desarrollo como éste grupo de ocho privilegiados. Pero entonces ahí vino su falla más letal: cuando se dio a conocer ante los medios las noticias de la anexión de Rusia y el cambio de nombre, hicieron público28 el conocimiento a éstos de sus objetivos primordiales, de sus metas tanto a corto como a largo plazo, mismas que después de realizar y transcurrir dichas acciones con sus verdaderas intenciones en el ámbito internacional, vinieron las quejas y demandas por parte del resto de los mandatarios, de los medios y de la comunidad internacional, puesto que como era de esperarse, las demagogias no tenían nada que ver con las acciones realizadas en el mundo, generando el repudio, las demandas, las críticas y los cuestionamientos a nivel internacional. De este modo, podemos analizar las contrariedades entre las acciones del G8 y sus demagogias
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