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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ARAGÓN LA RENEGOCIACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA DE MÉXICO, 1982-1989: ANTECEDENTES Y CONSECUENCIAS. T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN RELACIONES INTERNACIONALES P R E S E N T A : SILVIA HERNÁNDEZ RIVERA DIRECTOR DE TESIS: LICENCIADO ILHUICATL TONATIUH VELASCO FRÍAS CD. NEZAHUALCÓYOTL, EDO. DE MÉXICO 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. II A mis padres que lo dieron todo por mí, que me forjaron y me enseñaron a luchar ante las diversas adversidades de la vida. A mis hermanos, Edgar y Alejandro que siempre han creído en mí y me han apoyado en todos los malos momentos, sin pedir nada a cambio. A mi hermana Daniela y a mis sobrinos, Santiago y Renata, que dan sentido a mi vida y que siempre están y estarán en mi corazón con su amor. III AGRADECIMIENTOS Deseo expresar mi más sincero agradecimiento al Profesor Lic. Ilhuicatl Tonatiuh Velasco Frías quien además de orientarme me ayudó y estimuló constantemente y directamente en todos los aspectos de la tesis durante este proceso. Agradecerle la plena confianza que siempre me ha demostrado, así como la dedicación y la atención que en todo momento me han ofrecido. A los miembros del jurado por tomarse el tiempo de leer el presente trabajo, por sus valiosas enseñanzas, como docentes y extraordinarios seres humanos, por su apoyo y guía en mi formación: Mtro. David García Contreras, Mtro. Abdiel Hernández Mendoza, Lic. Roberto Antonio Gutiérrez Gutiérrez y Lic. María de los Ángeles Ortíz Guzmán. IV “México es un hermoso país, uno de los más hermosos de la Tierra; pero está todavía en construcción y lo que importa es terminar la obra y cuanto antes mejor”. Jesús Silva-Herzog, economista y político . . V ÍNDICE AGRADECIMIENTOS .............................................................................................................. III REFERENCIA DE SIGLAS ..................................................................................................... VII INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 1 1. ANTECEDENTES Y ETAPAS EN LA PROBLEMÁTICA DEL ENDEUDAMIENTO EXTERNO ...................................................................................................................................... 9 1.1. GESTACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA EN LOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS ......................... 9 1.1.1. Características globales de la crisis .......................................................................... 9 1.1.2. El reciclaje de divisas de la OPEP ............................................................................ 9 1.1.3. Proteccionismo e intercambio desigual ................................................................... 11 1.1.4. Expansión económica de los países subdesarrollados: 1970-1980 ......................... 12 1.1.5. Estados Unidos y la recesión de 1971 (Shock de Nixon) ......................................... 12 1.1.6. Sistema Monetario Internacional ............................................................................. 13 Flotación de divisas ................................................................................................................. 15 1.2. ANTECEDENTES Y CONTEXTO DE LA DEUDA EN MÉXICO .............................................. 18 1.2.1. El inicio de la crisis económica y de deuda (1971-1976) ........................................ 18 1.2.2. La fuga de capitales en las crisis de endeudamiento externo de 1976 y 1982 ........ 19 1.2.3. Alianza para la Producción ..................................................................................... 23 1.2.4. El crecimiento acelerado de la deuda externa de México ....................................... 25 Financiamiento para el desarrollo: Petróleo ............................................................................ 26 1.2.5. El origen de la crisis mexicana (1980) .................................................................... 30 1° de junio de 1981: salida de capitales ................................................................................... 35 Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial (Sepafin) ....................................................... 37 1.2.6. Manifestación de la crisis, durante la administración de José López Portillo ........ 39 El 17 de febrero de 1982: devaluación de la moneda mexicana.............................................. 41 El 5 de agosto de 1982: agotamiento de las reservas en el Banco de México ......................... 42 1.2.7. La estatización de la banca y el control de tipos de cambio en 1982 ...................... 44 2. REESTRUCTURACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA DE MÉXICO (1983-1987) .. 48 2.1. EL SEXENIO DE LA CRISIS ................................................................................................. 48 2.2. PROFUNDIZACIÓN DE LA CRISIS ....................................................................................... 49 2.2.1. Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE) ..................................... 52 2.3. REESTRUCTURACIÓN DE LA DEUDA PÚBLICA EXTERNA DE MÉXICO ................................ 54 2.3.1. Primera reestructuración, 1982- 1983 ..................................................................... 54 Grupo Asesor Bancario ........................................................................................................... 54 2.3.2. Reestructuración de la deuda externa del sector privado y de los bancos mexicanos 56 Restructuración deuda privada ................................................................................................ 56 Fideicomiso para la Cobertura de Riesgo Cambiario (FICORCA) ......................................... 58 VI 2.3.3. Segunda reestructuración de la deuda pública externa, 1985 ................................. 61 2.4. DECLARACIÓN DE QUITO Y CONSENSO DE CARTAGENA ................................................... 65 2.4.1. Visión de Estados Unidos: Donald Regan ............................................................... 70 2.4.2. De Mar del Plata a Guanajuato ............................................................................... 72 Santo Domingo ........................................................................................................................ 73 Declaración de Montevideo ..................................................................................................... 73 Punta del Este, Uruguay .......................................................................................................... 76 Guanajuato............................................................................................................................... 76 2.5. LA RESPUESTA ESTADUNIDENSEA LA CRISIS INTERNACIONAL DE DEUDA: EL PLAN BAKER 77 2.6. INCORPORACIÓN AL GATT .............................................................................................. 80 La situación económica de México ......................................................................................... 84 2.7. TERCER EJERCICIO DE RESTRUCTURACIÓN (1986) ....................................................... 85 2.8. PROGRAMA DE ALIENTO Y CRECIMIENTO (PAC) ......................................................... 89 2.9. EL ACUERDO DE MÉXICO CON LA BANCA INTERNACIONAL DEL 20 DE MARZO DE 1987 ... 95 2.9.1. Consolidación de la cuarta etapa ............................................................................ 95 2.10. PACTO DE SOLIDARIDAD ECONÓMICA (PSE) ................................................................... 98 3. LA RESTRUCTURACIÓN DE 1989: ACUERDOS Y CONSECUENCIAS ........... 102 3.1. REDUCCIÓN DE SALDO DE LA DEUDA EXTERNA.............................................................. 102 3.1.1. Programa de Intercambio de la Deuda Pública por capital (Swaps) .................... 102 3.1.2. Bonos Cupón Cero ................................................................................................. 105 3.1.3. Proyecto financiero, 1988 ...................................................................................... 106 3.2. LA RESTRUCTURACIÓN DEL 1989 ................................................................................... 110 3.2.1. La llegada a la presidencia de Carlos Salinas de Gortari .................................... 110 Estrategias de negociación .................................................................................................... 112 La posición de los gobiernos acreedores ............................................................................... 112 3.3. PLAN BRADY................................................................................................................... 114 3.4. LA REUNIÓN DE PARÍS DEL 14 AL 16 DE JULIO DE 1989 ................................................ 120 3.5. EL ACUERDO CON LOS ACREEDORES .............................................................................. 122 3.5.1. LAS INSTITUCIONES DE BRETTON WOODS ..................................................................... 122 3.5.2. El Club de París y las nuevas negociaciones bilaterales (1989) ........................... 123 3.5.3. La Banca Comercial ............................................................................................... 126 3.6. LOS BENEFICIOS DE LA RESTRUCTURACIÓN ................................................................... 133 CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 139 GLOSARIO ................................................................................................................................ 145 BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................ 150 VII REFERENCIA DE SIGLAS B BANCOMEXT Banco Nacional de Comercio Exterior, 1 BID Banco Interamericano de Desarrollo, 1 BM Banco Mundial, 1 BPI Banco de Pagos Internacionales, 1 C CFE Comisión Federal de Electricidad, 2 CTM CTM, 1 F FICORCA Fideicomiso para la Cobertura de Riesgo Cambiario, 1 FMI Fondo Monetario Internacional, 1 G G-10 Grupo de los Diez, 3 GATT General Agreement on Tariffs and Trade - Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, 2 I IVA El impuesto al valor agregado (IVA) es un impuesto o tasa que se cobra sobre la adquisición de productos y servicios o sobre otras operaciones en distintos países del mundo., 1 Valor Agregado, 1 VIII L LIBOR London Interbank Offered Rate, 1 N NAFINSA Nacional Financiera, 1 NMF Tratamiento Incondicional de Nación más Favorecida, 2 O OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, 1 P PAC Programa de Aliento y Crecimiento, 2 PEMEX Petróleos Mexicanos, 1 PIB Producto Interno Bruto, 1 PIRE Programa Inmediato de Reordenación Económica, 1 S Sepafin Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial, 1 SHyCP Secretaria de Hacienda y Crédito Público, 1 SPP Secretaría de Programación y Presupuesto, 1 Swaps Programa de Intercambio de la Deuda Pública por capital, 2 1 INTRODUCCIÓN En el presente estudio se debe identificar las principales características en la evolución de la deuda externa mexicana, durante el período que va de 1982 a 1989, el cual se convirtió en un obstáculo para el crecimiento económico del país señalando las consecuencias que se derivan de dicho análisis y sentando las bases de un análisis global del problema del endeudamiento así como el proceso de renegociación. El criterio metodológico que ha guiado la elaboración de este trabajo consiste en observar el problema de lo general a lo particular, analizando el fenómeno a estudiar, en este caso el endeudamiento, en sus partes integrantes, para de esta manera reconocer y examinar aspectos que generalmente escapan a los estudios basados sólo en los cambios efectuados en los saldos totales. A diferencia de lo que suele suceder en estudios incluso académicos, en los que se utilizan las cifras oficiales, globales, en bruto, el primer paso del trabajo fue la depuración, integración y análisis de congruencia de la información oficial.1 Si bien, esto sólo es posible en el caso de la llamada deuda pública, que es la que maneja la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que no incluye, es importante subrayarlo, la deuda del Banco de México y la deuda privada (empresas y bancos). Otro punto a considerar es el saldo o los saldos de la deuda ya que pueden dividirse en varias formas. Desde el punto de vista del tipo de deudor o usuario, la deuda se divide en Gobierno Federal, empresas estatales, organismos financieros nacionales y otros organismos. 1 José A. Ibañéz Aguirre, José Luis Calva, Jaime Estay Reyno, Raymundo Martínez Fernández. México: ciclos de deuda y crisis del sector externo. México: Plaza y Valdes, 1997, Pp. 7 2 Desde el punto de vista del tipo de acreedor o fuente de préstamo, la deuda se divide en la corres- pondiente a organismos financieros internacionales (deuda “multilateral”), gobiernos (deuda “bilateral”), banca privada (intermediarios financieros), bonos (endeudamiento directo) y proveedores (deuda comercial). El adeudo frente a los organismos financieros internacionales se refiere, en el caso de Hacienda, al Banco Mundial (BM) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID); no incluye la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que está en la cuenta del Banco de México. Las transformaciones habidas en la mecánica de operación de la deuda externa y los mercados financieros a partir de la crisis de deuda de 1982 han introducido o reactualizado otras variables o componentes de crecimiento de la deuda. De este modo, la crisis de deuda de las empresas privadas condujo al gobierno a asumir en algunas ocasiones deudas privadas (que se transformaban en obligaciones de las empresas para con el gobierno), así como la política de privatización condujo, por el contrario, al traspaso de deudas del sector público a empresas privadas; este traspaso de un tipo de deuda a otro, de pública a privada o viceversa, resulta ser otra variable que explica los cambios en la magnitud del saldo de la deuda.2 Al mismo tiempo se ha promovido, sobre todo por parte de los acreedores, el intercambio de deuda por inversión o swaps de deuda, mediante el cual se entregan acciones o propiedades a cambio de la cancelación de determinada deuda; generalmente en ese tipo de swaps se consiguen descuentos de la deuda original. La cancelación en el caso de swapses sólo de la cuenta de deuda, puesto que se entrega un activo a cambio. Cabe aclarar, que la Secretaría de Hacienda maneja las cancelaciones de deuda por operaciones de swaps. 2 Ídem 3 La primera cuestión que hubo que esclarecer fue la de la ubicación del problema del endeudamiento externo en su contexto apropiado. Esto abarcados aspectos principales: el financiamiento para el desarrollo y las relaciones económicas del país con el exterior, en particular con los llamados países desarrollados. No obstante, el endeudamiento externo se relaciona aún más estrechamente con las relaciones entre la economía nacional y la mundial (el llamado sector externo de la economía), que quedan reflejadas de mejor o peor manera en las cuentas de la balanza de pagos. En efecto, la característica esencial de la deuda externa no consiste sólo ni principalmente en que representa activos financieros excedentes poseídos por no nacionales (o ahorro de no nacionales), sino en que está denominada en moneda no nacional, concretamente en monedas aceptadas uni- versalmente. Esto introduce una variable adicional decisiva en la consideración del endeudamiento externo: el requerimiento de divisas. Así, a pesar de la teoría convencional, sabemos que también se contrata deuda externa por motivos distintos a la inversión. Evidentemente, ambas funciones (recursos para inversión y provisión de divisas) pueden coincidir o no, es decir, el endeudamiento externo se puede generar por la necesidad de divisas, independientemente de que se destine o no a inversión.3 Por consiguiente, la deuda externa se relaciona con todas las transacciones del país con el exterior. Todas las cuentas deficitarias de la balanza de pagos -déficit comerciales y de servicios, envíos de intereses y ganancias al exterior, retiros de capitales extranjeros, fugas del capital nacional- son potencialmente engendradoras de endeudamiento externo en la medida en que se trata de cuentas que sólo pueden saldarse con divisas. 3 Ibídem, Pp. 13-14. 4 Por otro lado, en este marco teórico se trata también el problema de la inflación y su inci- dencia en los problemas de la deuda a través del tipo de cambio. Asimismo se considera la distinción esencial entre los flujos de divisas que ingresan al país como resultado de las transacciones de cuenta corriente y las entradas por llegada de capitales. En la teoría económica se asigna al endeudamiento externo el objetivo de complementar el ahorro interno. A partir de estas consideraciones se ha generalizado la creencia de que el problema de la deuda externa se origina en la insuficiencia de ahorro interno, idea que es de hecho la posición de los organismos financieros internacionales y del gobierno mexicano. Sin embargo, el problema es mucho más complejo. La característica esencial de la deuda externa no consistió sólo ni principalmente en que representa activos financieros excedentes poseídos por no nacionales (o ahorro de no nacionales), sino en que está denominada en moneda no nacional, concretamente en la moneda o monedas aceptadas por los países con los que la nación tiene intercambios, aunque generalmente se trata de monedas aceptadas universalmente. Esto introduce una variable adicional en la consideración del endeudamiento externo: el requerimiento de divisas. Así, a pesar de la teoría convencional, sabemos que también se contrata deuda externa por motivos distintos de la inversión. Cada vez que por una u otra razón el país tenga necesidad de divisas ello es potencialmente fuente de endeudamiento externo. 5 Las relaciones de la economía nacional con el resto del mundo, en particular con los llamados países desarrollados, se dan de diversas maneras o por diversos conductos relaciones que operan necesariamente a través del uso de divisas. Es necesario recalcar, que la balanza comercial más la balanza de servicios constituye la llamada cuenta corriente de la balanza de pagos. Los movimientos de divisas que no constituyen ingresos derivados de alguna actividad sino movimientos de entrada o salida de capitales, que incluyen tres rubros: inversión extranjera, deuda externa y depósitos. De esta sola consideración podemos apreciar claramente que el ahorro externo no proviene sólo del endeudamiento externo sino también, con importancia similar, de la inversión extranjera (que representa, en particular en su forma de inversión directa, la aplicación de ahorro externo precisamente a inversión) y, en menor medida, de activos financieros que ingresan inicialmente en moneda extranjera y permanecen, al menos temporalmente, en forma de depósitos. En consecuencia, el Banco de México, en tanto principal institución monetaria, es el depositario de las reservas internacionales del país. La variación de estas reservas debería ser el resultado de los movimientos en todos los rubros de las relaciones con el exterior que impliquen un flujo de divisas. Es importante subrayar, que hacia finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, el país fue testigo de uno de los periodos de mayor auge en la historia económica del país. Este se apoyó, en tres pilares fundamentales. El primero fue un mercado internacional de hidrocarburos excepcionalmente dinámico, con precios oficiales del crudo que pasaron de 2.75 dólares por barril durante mediados de 1973 a 34 dólares por barril al finalizar 1981 (entre enero 6 de 1975 y enero de 1981 los del crudo Istmo de México subieron de 11.30 a 38.50 dólares, el barril). El segundo pilar fue un mercado mundial de fondos prestables sumamente favorable para el otorgamiento de créditos a los países en vía de desarrollo. Esto se debía, por una parte, a la ausencia de proyectos de inversión en las naciones industrializadas, que enfrentaban desde mediados de la década de los setenta la peor recesión económica observada luego de la de 1929- 1932; y por otra, a la gran disponibilidad de divisas petroleras que se reciclaban a los principales mercados financieros del mundo, con el consecuente sostenimiento de tasas de interés extraordinariamente bajas y el otorgamiento de facilidades de financiamiento y refinanciamiento casi automáticos a la mayoría de las naciones que, como México, se encontraban en proceso intermedio de industrialización y con buenas perspectivas de desarrollo futuro. El tercer pilar fue el gobierno mismo, dispuesto a expandir de una manera muy liberal el gasto público, con el supuesto objetivo de mejorar la situación de algunas clases ancestralmente marginadas y paliar los problemas de empleo, aunque sin instrumentar políticas fiscales, monetarias, crediticias, comerciales y cambiarías que garantizaran la viabilidad a largo plazo de esta estrategia. Además de llevar el análisis hasta finales de la década de los años ochenta, se pone el énfasis tanto en el hecho de que México seguía endeudándose aceleradamente, como en que en esta política de endeudamiento acelerado participaba no sólo el sector público, sino también, y cada vez más, el sector privado. Por otra parte, la deuda externa del país ya solo contratada con organismos financieros internacionales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario 7 Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sino fundamentalmente con bancos privados estadunidenses; lo que ocasionaba dependencia y poco crecimiento económico. En los antecedentes se observa como en los gobiernos de Echeverría y López Portillo, México se endeuda con gran rapidez, debido a diversas razones que se explican a lo largo de esta tesis. En la base de ese endeudamiento se encontraba también, la enorme disponibilidad de crédito barato en los mercados mundiales. Sin embargo, cuando las condiciones de los créditos internacionalescambiaron entre los deudores mexicanos y sus acreedores extranjeros, la situación cambió radicalmente para el país. La deuda externa de México se había convertido en la principal limitante al crecimiento del país. Es así como durante el gobierno de Miguel de la Madrid, se abre camino hacia una nueva forma de negociar, que puso el énfasis en el crecimiento y que terminó por incluir, en 1989, elementos concesionales para México. Con la presente investigación se pretende ilustrar acerca de la forma en que tal restructuración se logra y la manera en que se constituye, por así decirlo, en una especie de parteaguas no sólo para México y otros países deudores, sino también para los acreedores. Febrero de 1982 marca el desbordamiento de la actual crisis económica, que se manifiesta a través de la primera devaluación de la década, tasas de inflación cercana a los tres dígitos, caída de los salarios reales, estancamiento de la inversión privada, recorte presupuestal, etc. Finalmente, se plantea de manera tentativa la hipótesis de que el gobierno mexicano durante la administración de Miguel de la Madrid, optó por una alternativa de crecimiento con endeudamiento externo, aprovechando su prestigio internacional de solvencia, basado fundamentalmente en su estabilidad económica y política. Al no disponer de suficiente liquidez y las reservas agotadas por parte del Banco de México, la banca comercial e internacional se 8 negaban a otorgarle prestamos al país, ocasionando que México comenzará una serie de negociaciones con diferentes organismos internacionales; elaborando un programa de pagos con el objetivo de no seguir acumulando intereses, y así amortizar la deuda externa neta. 9 1. Antecedentes y etapas en la problemática del endeudamiento externo 1.1. Gestación de la deuda externa en los países subdesarrollados 1.1.1. Características globales de la crisis A lo largo del siglo XX, se hizo cada vez más evidente que existían determinados factores que empezaban a encender señales de atención sobre estabilidad política, el desenvolvimiento de la economía, y la capacidad para mantener altas tasas de crecimiento en el futuro. La excepcionalidad de México de aquellos años, se concentraba con el resto de los países de América Latina en que había golpes de Estado e inflación.4 En términos generales la crisis en América Latina a finales de los años setenta y a principios de los ochenta, podía apreciarse desde dos ángulos básicos: primero los aspectos internos; y segundos las políticas desplegadas de la región por factores externos.5 Entre los primeros, hay que señalar que la crisis era consecuencia de múltiples factores económicos, políticos y sociales; en este sentido, dentro del contexto del enfrentamiento bipolar entre Estados Unidos y la Unión Soviética.6 1.1.2. El reciclaje de divisas de la OPEP El éxito de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (por sus siglas OPEP) en el mercado en los setentas fue absoluto y en sólo diez años los precios del petróleo pasaron de 1.3 dólares por barril en 1970 a 28.7 dólares en 1980. Mientras que el precio de las materias primas, en el mismo período, sólo se duplicó. De esta forma, el petróleo se constituía en el producto básico mejor cotizado. Para sus exportadores, significó pasar de la pobreza a la riqueza y sus 4 Loaeza, Soledad. Gustavo Díaz Ordaz y la Guerra Fría. México: COLMEX, 2008, Pp. 121-122. 5 Campos, Ricardo. El Fondo Monetario Internacional y la Deuda Externa Mexicana; Crisis y Estabilización. Estado de México: Plaza y Valdez (P y V), 1993, Pp. 13 6 Ídem 10 ingresos empezaron a crecer en forma exorbitante, aunque siguieron conservando su calidad de subdesarrollados.7 Como resultado, los países petroleros comenzaron a realizar importaciones masivas; no obstante, el atraso de los países subdesarrollados impulsaba en forma sin precedente el desarrollo de la banca comercial, al no contar con una planta industrial diversificada. Sus exportaciones, al basarse en un solo producto, eran fluctuantes y dependientes en forma casi absoluta de los precios del crudo. Si bien durante el período de 1970 a 1982 crecieron aceleradamente, lo hicieron en forma irregular. Ejemplo de ello fue cuando en 1975 la OPEP obtuvo 7,000 millones de dólares menos que el año anterior; en 1978 la cifra fue menor en 12,000 millones de dólares respecto de 1977, y para 1982 se presentó la reducción más drástica: 38,000 millones de dólares menos en relación al año anterior. En marcado contraste, las importaciones de la OPEP mostraron un crecimiento regular y diversificado. Entre 1970 y 1982 no existió un solo año en que decrecieran las importaciones de la OPEP; en 1970 su monto era de 8,400 millones de dólares y para 1982 sumaban 140,000 millones de dólares.8 En 1980 se inició el declive del mercado petrolero: los precios ya no crecían aceleradamente, puesto que la OPEP se enfrentaba a productores independientes, México e Inglaterra entre otros, y los sustitutos del petróleo comenzaban a ser utilizados más profundamente. 9 7 Javier Leonardo Mejía Peréz, Manuel Rodrigo Alatorre Fierro. Deuda y Desarrollo. Ciudad de México: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA/IZTAPALAPA, 1989, Pp. 25-26. 8 Ibídem, Pp. 27-28. 9 Ídem 11 1.1.3. Proteccionismo e intercambio desigual En otro enfoque los países subdesarrollados no miembros de la OPEP enfrentaron una doble problemática con respecto a las exportaciones. Por un lado, el intercambio desigual y, por el otro, el proteccionismo. El intercambio desigual estableció que los precios internacionales de las materias primas tendían a deteriorarse frente a los productos manufacturados. Así, en 1982, el precio de las exportaciones estadounidenses de bienes manufacturados había ascendido en promedio un 196% con respecto a 1970. En contraste, para el total de los precios de los productos básicos, el ascenso durante esos años fue de 116%, cerca de un tercio menor.10 Ejemplificando lo anterior, tenemos como primer punto, que si los países subdesarrollados no miembros de la OPEP vendieran al exterior sólo productos básicos y sus cantidades no variaran año con año, en 1982 hubieran percibido 30% menos en divisas.11 Como segundo punto, un método de los países desarrollados, fue poner en práctica el proteccionismo, entendiendo este concepto como el conjunto de barreras arancelarias y no arancelarias (altos aranceles, medidas fitosanitarias, cuotas, restricciones voluntarias, etc.), pudiendo aplicar las reglas del comercio internacional que más se ajustaran a sus propósitos. La acusación de que los países subdesarrollados están subsidiando sus exportaciones, implicaba para los países desarrollados la imposición de derechos compensatorios. Con medidas como estas, el intento de exportación de manufacturas de los países subdesarrollados se veía seriamente mermado.12 10 Ibídem, Pp. 34. 11 Ídem 12 Ibídem, Pp. 38. 12 1.1.4. Expansión económica de los países subdesarrollados: 1970-1980 La exportación de capital adquiere a partir de la década de los setentas una nueva característica: el crédito externo privado desplaza a la inversión extranjera directa como flujo principal de capitales para los países en vía de desarrollo. En 1970, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en los países subdesarrollados la inversión extranjera directa era dos veces mayor al otorgamiento de créditos de la banca comercial. Para 1980, el crédito privado otorgado a los países subdesarrollados era ya más de diez veces superior a la inversión. 13 Para los países subdesarrollados, el contar con abundantes préstamosen forma continua era una situación nueva. La posibilidad de disponer de financiamiento externo en gran escala y por períodos prolongados no existía antes de los setentas, hecho que es reconocido por funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).14 1.1.5. Estados Unidos y la recesión de 1971 (Shock de Nixon) La economía internacional pasaba por tiempos difíciles debido a los excesos del gasto público por parte de los Estados Unidos para financiar la guerra de Vietnam, ocasionando déficit de la balanza de pagos el cual era financiado por la absorción de dólares como reserva a nivel internacional. Dado el sistema de tipo de cambio fijo que prevalecía entonces, las monedas destinadas al dólar comenzaron a perder capacidad de compra. La abundancia de dólares llevó a los países acreedores de los Estados Unidos, particularmente a Francia, a demandar desde 1967 su canje por oro como estaba establecido en el Acuerdo de Bretton Woods desde 1944. Conforme 13 Ídem 14 Ídem 13 se hizo evidente que la cantidad de dólares en circulación era mucho mayor que la reserva que tenía el gobierno norteamericano, el presidente Richard Nixon decidió unilateralmente dar por terminado el Acuerdo de Bretton Woods el 15 de agosto de 1971. La paridad dólar-oro dejó de ser el ancla en el que se basa el sistema monetario internacional, y la divisa estadounidense sufrió una fuerte devaluación frente a otras monedas. Como consecuencia, el sistema financiero internacional tuvo que definirse nuevamente.15 1.1.6. Sistema Monetario Internacional Dicho de otra manera, el sistema monetario internacional sufrió cambios radicales entre 1971 y 1973, y desde entonces ha continuado su evolución. Cuando Estados Unidos devaluó el dólar, dio el primer paso importante hacia el sistema de flotación del tipo de cambio que existe en la actualidad. Es por ello que a principios de los años setenta existieron dos razones principales para la reestructuración radical del sistema monetario internacional. La primera fue, que Estados Unidos cuyo dólar era y sigue siendo la divisa clave más importante como reserva y unidad monetaria, sufría un desequilibrio estructural en la balanza de pagos frente a otros importantes países industrializados; en aquel tiempo fue inevitable un realineamiento de las divisas, dada la alta tasa (relativa) de inflación en los Estados Unidos de 1969 a 1971.16 La segunda razón fue que los mercados de divisas y bonos europeos se expandieron rápidamente, produciendo un estancamiento masivo de la liquidez financiera internacional que podría cambiar de una divisa a otra afectando el equilibrio de oferta y demanda en los mercados de divisas.17 15 Sánchez, Enrique Cárdenas. El largo curso de la economía mexicana: de 1780 a nuestros días. México: Fondo de Cultura Económica, COLMEX, 2015, Pp. 614. 16 Campos, Ricardo, Op. Cit., Pp. 9. 17 Ídem 14 Es así como en febrero de 1973, miembros del FMI acordaron que las naciones no debían fijar la paridad de sus divisas; muy diferente al sistema de Bretton Woods al cual sustituyó y el cual tenía como objetivo asegurar la estabilidad cambiaria creando liquidez internacional usando el dólar como moneda de referencia internacional. En 1980, la OPEP estableció una alteración de 100% en los precios del petróleo justo en el momento en que algunos de los países industrializados más importantes experimentaban un crecimiento muy lento o habían entrado en la fase inicial de la peor recesión de la posguerra. Este nuevo cambio en el precio contribuyó y acentuó la crisis económica posterior. 18 Una vez más el mundo enfrentó mayores tensiones con crecimiento negativo del comercio. Durante los años consecutivos 1981-1982, altas tasas de interés en algunos países y el colapso económico más generalizado desde los treinta. Esta situación creo nuevas presiones sobre los prestamistas internacionales y aumentó la importancia del FMI y el BM como acreedores internacionales. La mayoría de los países importadores de petróleo que habían aumentado su endeudamiento para financiar el déficit de sus balanzas de pago en los setenta, se enfrentaban ahora a un programa de pagos al cual no podrían apegarse, debido a que sus ingresos por exportaciones cayeron vertiginosamente debido a la recesión mundial. Posteriormente vino una gran reprogramación de la deuda como resultado de esta situación. La recesión mundial redujo radicalmente las demandas de fuentes de energía, en especial petróleo, lo cual llevó a que se suavizaran sus precios internacionales, lo que ocasionó el deterioro de poder de la OPEP: que la oferta sobrepasó la demanda a esos precios y un déficit de los países exportadores de petróleo, particularmente México, Nigeria y Venezuela que se 18 Ibídem, Pp. 11. 15 convirtieron en los países más endeudados internacionalmente y con mayores problemas en el servicio de la deuda. De esta manera el FMI, junto con los prestamistas privados, asumieron un importante papel en la renovación de los créditos entre negociaciones y provisión de nuevos créditos, con el fin de apoyar la frágil estructura del crédito internacional y el sistema monetario que se había originado. Por otro lado la moratoria al pago de la deuda decretada por México en 1982,19 no solo tomó por sorpresa al mundo, sino que evidenció el inicio de una crisis de dimensiones entonces incalculables. El detonante fue sin duda la combinación fatal de altas tasas de interés y una caída drástica de los términos de intercambios.20 Flotación de divisas Después de meses de discusión el sistema que emergió fue el de una banda de flotación entre monedas de más menos 2.5 % de valor de cada moneda respecto de las demás. Así se estableció por primera vez un sistema de tipos de cambio flexibles que reflejaba una nueva realidad económica internacional. Fue así como comenzó una época de flujos de capital mucho más libres que afectarían las tasas de interés y el valor de las monedas a nivel internacional; en una época de economías “abiertas” en la que el modelo se enfocaba al sector interno, México era cada vez más 19 El 20 de agosto de 1982, después de haber reembolsado sumas considerables en el curso de los primeros siete meses del año, el gobierno mexicano declaró que el país no estaba en condiciones de continuar los pagos, y decretó una moratoria (suspensión de pagos) de seis meses (de agosto de 1982 a enero de 1983). 20 Campos, Ricardo, Op. Cit. Pp. 15-17. 16 incompatible con el existente en el resto del mundo y con los cuales sostenía relaciones económicas importantes.21 Para mediados de 1971, era evidente que México había entrado en una recesión más profunda que la que había planteado, lo que ya desde entonces preocupaba al nuevo gobierno. Ante el resquebrajamiento del sistema monetario internacional, Estados Unidos cobró un sobreimpuesto del 10% en sus importaciones y dejó flotar el dólar para mejorar su balanza de pagos. Ello dio la oportunidad política para que México también depreciará el peso, dejando luego flotar, o devaluar la paridad de 12.50 pesos por dólar (fija desde abril de 1954) “culpando” las acciones del gobierno estadounidense, y de esta forma, corregir los desequilibrios en la balanza de pagos y los precios relativos que amenazaban con seguir creciendo en los años futuros. Desafortunadamente esa medida no fue adoptada y se perdió la oportunidad, por temor a que una devaluación pudiera destapar las prestaciones inflacionarias que también se buscaban detener.22 Las percepciones públicas de un peso sobrevaluado tenían claro fundamento; el hecho de haber mantenidoun tipo de cambio prácticamente fijo provocó una creciente sobrevaluación de la moneda.23 La sobrevaluación aumentó el deseo por adquirir productos y servicios del extranjero conforme se abarataba el precio del dólar, y al mismo tiempo redujo la competitividad del sector 21 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. 614 22 Solís, Leopoldo. El gobierno mexicano . México: Siglo XXI, 1971, Pp. 219-220. 23 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. 636 17 exportador, incluyendo los servicios de maquiladoras y de turismo. Además la expansión económica provocó que las importaciones crecieran a una velocidad cada vez mayor.24 Dicho de otra manera, las autoridades monetarias decidieron que, en vista de la creciente presión de las salidas de capital, el costo de mantener la paridad era excesivo (tan solo en julio y agosto de 1976 se estima que 1,500 millones de dólares salieron del país), y el 31 de agosto el peso empezó a flotar con respecto al dólar. No es difícil imaginarse el efecto traumático -en casi todos los aspectos de la actividad económica- que ocasionó el abandono de la paridad fija. Al mes de enero de 1977, la devaluación efectiva del peso había llegado a un 45% en términos de dólares. El primer efecto de la flotación fue, lo que es sorprendente, un incremento discreto en el nivel de precios. El índice de precios al consumidor, que había aumentado a una tasa anual de 12.4% de enero a agosto, aumentó 1.8% en septiembre, 4.5% en octubre y 5.2% en noviembre.25 Es importante señalar que las empresas fueron las más afectadas. Una gran proporción de empresas importantes operaba de manera regular y generalizada con créditos contratados en moneda extranjera. Al momento de la devaluación, el valor nominal en pesos de estos pasivos subió casi en 100% dejando a muchas empresas al borde de la quiebra. 24 Ídem 25 Solís, G. Ortíz y L. «Estructura financiera y experiencia cambiaria: México 1954-1977.» Banco de México. 12-15 de Enero de 1978. Fecha de consulta: 1 de septiembre del 2016 [en línea] http://www.banxico.org.mx/dyn/documents/%7BA462E1B7-DD81-B203-86D0-4916A89549DC%7D.pdf 18 1.2. Antecedentes y contexto de la deuda en México 1.2.1. El inicio de la crisis económica y de deuda (1971-1976) Durante la administración de Echeverría se intentó hacer frente a diversos problemas que se habían acumulado en los años anteriores. En particular, destaca la reducción de los niveles del endeudamiento externo y el déficit público, así como la tasa de inflación. Pero el efecto negativo ya se había generado; de este modo, lo ocurrido en el primer año marcó los acontecimientos del resto del sexenio. Se podría resumir el efecto del primer año del gobierno en una frase: el desencadenamiento de la crisis.26 Fue en 1973, cuando se empezaron a sentir en el país los efectos de la crisis de los países industrializados y el deterioro de los términos de intercambio con el exterior. Entre los efectos más decisivos en la inflación de 1973 estuvieron los provocados por el alza de los precios del petróleo y los alimentos en los mercados internacionales, precisamente cuando aumentaron las necesidades de importación de esa clase de artículos, al tiempo que caía tanto la demanda como los precios de diversas exportaciones mexicanas. Para 1975 ya era evidente para todo mundo el carácter incontrolado de la situación. Fue en este último año cuando se registra de manera clara una fuga importante de capitales, lo cual hace pensar más bien en el panorama económico como elemento detonante.27 La economía mexicana, experimentó un acelerado crecimiento económico, interrumpido por una crisis en la balanza de pagos en 1976, estimulada primero por un gasto público deficitario 26 Fernández, Raymundo Martínez. México: ciclos de deuda y crisis del sector externo . México: Plaza y Valdes, 1997, Pp. 72. 27 Green, Rosario. La deuda externa de México, 1973-1987. De la abundancia a la escasez de créditos. México: Secretaría de Relaciones Exteriores/Nueva Imagen, 1988, Pp. 17. 19 y por endeudamiento externo creciente. A ello se agregó el auge petrolero en la segunda mitad del decenio, que multiplicó la capacidad del gasto del sector público y del privado y de endeudamiento adicional.28 Para ejemplificar lo anterior, el país tiene que obtener ingresos de capital del exterior para financiar el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, a través de endeudamiento o de inversión extranjera directa, o bien recorrido a la reserva del Banco Central la cual normalmente no es suficiente para soportar un exceso de la demanda de dólares sobre todo cuando ellos se prolonga en el tiempo.29 En un corto plazo, la economía entra en crisis externa, lo cual obliga a una devaluación de tipo de cambio. La escasez de divisas y su alza en los precios, genera una contracción de la oferta agregada y por tanto una recesión económica.30 1.2.2. La fuga de capitales en las crisis de endeudamiento externo de 1976 y 1982 En 1970 el saldo total de la deuda externa de México representaba 17.3% del PIB, y se encontraba en un nivel relativamente manejable. A pesar de ello, para 1976 había subido ya casi al 30%. Aquel era el año de transición entre el gobierno de Luis Echeverría y el de José López Portillo, signado por una considerable crisis económica y la primera devaluación cambiaría desde 1954, año en que se fijó la paridad de 12.50 pesos por dólar. El saldo de la deuda se cuadruplicó 28 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. 609. 29 Ibídem, Pp. 608. 30 ídem 20 entre 1970 y 1976, en tanto que el PIB creció a casi la mitad de dicho nivel, como se puede observar en el cuadro 1.1.31 Cuadro 1.1 Participación de la deuda externa total acumulada de México en el PIB 1972- 1989 Concepto 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1989 Deuda acumulada 7,696 14,524 25,894 33,416 54,426 87,588 96,585 100,991 100,914 95,114 PIB 45,214 72,034 88,793 102656 186339 163,946 171359 1299 950 176,680 195620 Deuda / PIB (%) 17.0 20.2 29.2 32.6 29.2 53.4 56.4 77.7 57.1 48.6 Fuente: Basado en información de Wharton Econometric Forecasting y SHyCP para deuda externa y Banco de México. A partir de 1971 la economía mexicana ingresó en un crecimiento más lento e inestable del PIB, de intensas presiones inflacionarias, de agudización del desequilibrio de la balanza de pagos y de crecientes aumentos en los déficit fiscales.32 No será sino hasta 1973, cuando se inicia la evolución favorable de los precios del petróleo en el mercado internacional, que se retomará el tema de la capacidad de endeudamiento 31 México, Los avatares de la deuda externa de. Roberto Gutiérrez Rodríguez. Ciudad de México: UAM Xochimilco, 1993, Pp. 41. 32 Green, Rosario, Op. Cit. Pp. 39 21 del país y, lo que es más importante, se irá dando al endeudamiento externo la categoría de factor indispensable e inseparable del proceso económico nacional. El entonces secretario de Hacienda, José López Portillo, puntualizaba que: […] No podíamos dejar de crecer y pedir prestado, preferimos pedir prestado, porque a fin de cuentas el país produce lo suficiente para pagar con holgura y seguir disponiendo de crédito, que forma parte de la riqueza de los individuos, de las familias o de los países. 33 Así, el gobierno mexicano optó por una alternativa de crecimiento con endeudamiento externo, aprovechando para ello tanto su prestigio internacional de solvencia, basado fundamentalmente en su estabilidad económica y política, como la ya mencionada existencia de una oferta de liquidez en losmercados financieros internacionales. 34 Tres años después, el 18 de agosto de 1976 se daba a conocer la restricción del gasto público, planteada como un mal necesario para contraer la inflación. Un día después, el Banco de México abría una cobertura por 4,000 millones de pesos para que los bancos privados pudieran financiar a las empresas que lo solicitaran. 35 Con anterioridad, los días 14 y 15 de agosto, había tomado cuerpo y se difundía de manera masiva, el rumor de que las cuentas bancarías serían congeladas para evitar la fuga de capitales y que el sistema bancario del país se quedaría sin recursos. Cundía el pánico entre 33 Portillo, José López, Mis tiempos. Biografía política y testimonio político. México: Fernández Editores, 1988. 34 Green, Rosario, Op. Cit. Pp. 43. 35 Ibídem, Pp. 47. 22 pequeños y medianos ahorradores, así como entre aquellos grandes que aún tenían su dinero depositado en bancos y en moneda nacional.36 Para el 31 de agosto de 1976 el entonces Secretario de Hacienda, Mario Ramón Beteta, y el Director del Banco de México, Ernesto Fernández Hurtado, informaban a la opinión pública que el gobierno abandonaba temporalmente su política monetaria de cambio fijo y adoptaba la política de flotación de la moneda, hasta que el peso encontrara su acomodo en el mercado cambiario. No se mencionaba la palabra "devaluación". El día 11 de septiembre Banco de México fijaba la nueva paridad, habiéndose estabilizado las fluctuaciones del peso. El dólar se cotizaba a 19.70 pesos a la compra y a 19.00 a la venta.37 En el contexto de esta difícil situación, el 26 de octubre de ese año, a menos de un mes de la primera flotación, el peso volvía a ser dejado sin el apoyo del Banco de México para que encontrara su nivel real en el mercado de divisas. La nueva paridad era de 26.60 pesos por dólar y ya ningún funcionario se atrevía a declarar cuánto duraría. Ese mismo día el FMI aprobaba un programa de ayuda al peso mexicano por 960 millones de dólares, susceptible de elevarse a 1,200 millones. 38 La recuperación de la confianza de los inversionistas se convertiría en un tema prioritario del siguiente sexenio. Tenía para apoyarse los recientes descubrimientos petroleros que hacían que los banqueros voltearan su mirada hacia México. Sin embargo, buscando evitar caer una vez más en una situación de sobreendeudamiento externo y crisis, una situación que no se evitaría, como se verá más adelante, una de las primeras medidas del entonces presidente José López 36 Ibídem, Pp. 48. 37 Ídem 38 Ídem 23 Portillo fue la de enviar al Congreso de la Unión un proyecto de Ley General de Deuda Pública. En éste se señalaba que el crédito externo debía ser complementario del ahorro interno y debía mantenerse dentro de límites que no significaran una carga excesiva para la población, ni un servicio que excediera la capacidad de pago del sector público y de la nación en su conjunto.39 La decisión anterior se inscribía en el marco de la estrategia denominada Alianza para la Producción, pero más concretamente en el Acuerdo Estabilizador con el FMI en octubre de 1976, y que el nuevo gobierno ratificó en diciembre de aquel año, así como en el de las metas que dicho instrumento estipulaba, sobre todo aquella que limitaba el endeudamiento externo neto proveniente de cualquier fuente a no más de 3,00 millones de dólares durante cada uno de los tres años que duraría el programa.40 1.2.3. Alianza para la Producción Cabe señalar que el Presidente José López Portillo tomó posesión el 1 de diciembre de 1976. Tras la desconfianza y molestia que había causado la devaluación del peso y los rumores fuertes de un golpe de Estado, el Presidente llamó a la reconciliación y a formar una “alianza para la producción” con base a la confianza.41 La Alianza para la Producción constituía una forma de asimilar y sortear la crisis, pero también era una contestación política que trataba de restablecer las relaciones entre los empresarios y el gobierno. 39 Ibídem, Pp. 49. 40 Ídem 41 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. Pp. 610. 24 El objetivo principal de esta Alianza lo constituyeron dos metas: producción y creación de empleos; la segunda era consecuencia de la primera.42 De este modo, la alianza buscaba superar la crisis económica que vivía el país y reanudar el crecimiento económico.43Dicha tarea exigía una participación cabal de tres actores fundamentales: el gobierno federal, los trabajadores (representados por el sector obrero del corporativismo, la CTM principalmente) y la iniciativa privada. Asimismo, la Asociación de Banqueros de México, cuyo papel en la Alianza para la Producción, a mediados de 1978, fue el de acordar con el gobierno asesoría técnica y financiera a las pequeñas y medianas industrias, e inyectar capital de riesgo en algunas empresas del sector agroindustrial.44 Según prescribió el propio presidente López Portillo, de los tres factores que permitieron el desarrollo del país durante los tres años anteriores a su gestión –la estabilidad política, la revisión bianual de los salarios, y la paridad monetaria del peso frente al dólar– sólo el primero permaneció frente a la crisis de 1976 y sobre él se cimentó la Alianza para la Producción. La citada crisis se generó porque las necesidades sociales exigían una tasa de crecimiento y una inversión superior a la existente. Al no haber respuesta en este terreno, el Estado comenzó a invertir, en ocasiones sin acierto, otras enfrentando una incapacidad para financiarse.45 La fuga de 42 Cancela, José Alejandro Guillen Reyes y Jaime Ángel Chama. Reflexiones politólogas sobre la estatización de la banca. México: Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY), 2008, Pp. 54. 43 Ibídem, Pp. 38 44 Los productos del campo y del mar y su comercialización posterior conforman el sector de la agroindustria. 45 Hernández Rodríguez, Rogelio. Empresarios, banca y Estado. El conflicto durante el gobierno de José López Portillo, 1978-1982. FLACSO/Miguel Ángel Porrúa, 1988, Pp. 42. 25 capitales y la reducción del ahorro interno contribuyeron a que el problema se redujera a una cuestión de falta de financiamiento. 1.2.4. El crecimiento acelerado de la deuda externa de México En estrecha relación con la oferta abundante de créditos, de 1973 a 1981 el saldo de la deuda externa de México presentó una tasa de crecimiento promedio anual de 30%. Obviamente, el servicio de la deuda aumentó en la misma medida con respecto a los principales indicadores macroeconómicos; así, en 1973 el pago de intereses al exterior fue equivalente a 8.2% de los ingresos en cuenta corriente, mientras que para 1982 dicho indicador llegó a 35.4%.46 La característica principal de este periodo fue el marcado aumento de los créditos concedidos por la banca comercial, que se convirtió en el principal acreedor del país; en 1982 la deuda externa contratada con los bancos comerciales del exterior llegó a representar 77% del saldo total.47 El crecimiento del saldo de la deuda externa estuvo asociado a una política monetaria expansiva a partir de 1972. El problema, en aquel momento, no sólo consistía en la insuficiencia de ingresos tributarios, sino en la eventual descapitalización de las empresas públicas.48 Por lo que se refiere al incremento desmedido de la deuda externa, este se explica por medio del mantenimiento de una política cambiaría equivocada en un contexto de tasas de inflación crecientes y de continuo deterioro de la balanza de pagos49. 46 Se refiere a la exportación por bienes y servicios. 47 Gurría,José Angel. La política de la deuda externa. México: Fondo de Cultura Económica , 1993,Pp. 14. 48 Ibídem, Pp. 16. 49 Después de una notable estabilidad de precios entre 1961 y 1970 (la inflación fue de 2.5% promedio anual en ese lapso), a partir de 1973 la inflación se aceleró hasta alcanzar los dos dígitos; ese año el índice Nacional de Precios al Consumidor aumentó 12% con respecto a diciembre de 1972. Por su parte, el déficit de la cuenta corriente pasó de 343,7 millones de dólares en 1961, a 1187.9 millones en 1970. 26 Financiamiento para el desarrollo: Petróleo Por otra parte, el hallazgo de yacimientos petroleros en el sureste mexicano (de Cantarell en Campeche y Tabasco), ocurridos en la gestión de Jorge Díaz Serrano, amigo de toda la vida de López Portillo, como Director de Pemex, dotó a México no sólo de una abundancia del energético, sino también de una capacidad crediticia que superó los planes originales de financiamiento para el desarrollo basado en el crudo, hasta junio de 1982.50 El ajuste externo fue muy rápido: el déficit en la cuenta corriente disminuyo 48% entre 1976 y 1977, como consecuencia de un aumento del 10% en los ingresos y de 5% en los gastos; las importaciones disminuyeron 22% del primer semestre de 1976 al primer semestre de 1977. Las exportaciones petroleras aumentaron 23.4% empezando en un nivel muy bajo en 1976.51 A su vez, los bancos comerciales internacionales recibieron la noticia de la riqueza petrolera con entusiasmo. El gobierno mexicano que no había estado lejos de declarar una moratoria los pagos de la deuda externa en los inicios de 1977, encontró que gozaba de nuevo del crédito internacional, lo que permitió servir a la deuda externa acumulada sin problema.52 El crecimiento inició con el petróleo pero se extendió al resto de la economía aumentando la demanda agregada. En segundo lugar, tanto la mayor disponibilidad de fondos internacionales como las propias exportaciones de petróleo, facilitaron el acceso a clientes de crédito externo lo cual facilitó la expansión del gasto tanto público como privado. Por ello ya era posible expandir las importaciones a niveles nunca antes imaginados sin tener que enfrentar una crisis externa.53 50 Cancela, José Alejandro Guillen Reyes y Jaime Ángel Chama, Op. Cit. Pp. 73. 51 Campos, Ricardo, Op. Cit. Pp.159. 52 ídem 53 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. Pp. 609 27 Jesús Silva Herzog, Director General de Crédito de la Secretaría de Hacienda y crédito Público entre 1978-1979, señalo: “[…] los funcionarios de la Secretaría de Hacienda, que asistíamos a reuniones Internacionales, éramos literalmente perseguidos por banqueros canadienses, americanos, japoneses, ingleses, alemanes, suizos, cada uno ofreciendo una operación de crédito a México en mejores condiciones que el anterior.”54 En términos simples, el régimen de José López Portillo escogió financiarse mediante la deuda externa, con cargos fincados en los supuestos del boom petrolero: crecimiento constante del barril del crudo, así como de la enorme riqueza depositada en el subsuelo mexicano.55 A principios de 1978 se fortaleció la confianza del sector privado en las políticas gubernamentales y en el futuro de la actividad económica, en gran medida gracias al aumento en las reservas probadas del crudo, de 11,000 a 40,000 millones de barriles, y a la decisión de exportarlas. El programa de ajuste fue hecho a un lado. La inversión privada fue de 21.8% en términos nominales durante 1978.56 La deuda externa del sector publico aumento de 15 millones de dólares en 1977 a 31,000 millones en 1978.57 54 Herzog, Jesús Silva. A la distancia… recuerdos y testimonios. México: Océano, 2007. 55 Cancela, José Alejandro Guillen Reyes y Jaime Ángel Chama, Op. Cit. Pp.159 56 Alma Chapoy B. “Ruptura del sistema…” op.cit. Pp. 385 [Citado por : Ricardo Campos,” El Fondo Monetario Internacional y la Deuda Externa Mexicana; Crisis y Estabilización”, Plaza y Valdez, UAEM, 1993, Pp.159] 57 Campos, Ricardo, Op. Cit. Pp. 159. 28 López Portillo, en su autobiografía mencionó en alusión al 2 de mayo de 1977: “[…] Yo, en lugar de privatizar, nacionalicé todavía más, porque era mi convicción estatista y de economía mixta. Ahora ya no creen en ello, por que resultó que los problemas del país no se pudieron resolver ante esta avalancha globalizadora que trae una etiqueta de neoliberalismo; una avalancha nos impidió resolver nuestros problemas y, entonces, quien ahora tiene la responsabilidad cree que el otro modelo económico es el que debe prevalecer”.58 Ya mencionado, en el 1976, la economía dio un primer aviso de que se estaba llegando al límite del modelo de crecimiento, cuando los desequilibrios macroeconómicos hicieron necesario devaluar el tipo de cambio nominal después de 22 años de estabilidad. En ese mismo año, el FMI otorgó apoyo financiero al país por aproximadamente 800 millones de dólares para hacer frente al agotamiento de las reservas internacionales. El acuerdo de estabilización con el FMI fijó un endeudamiento externo máximo de 3,000 millones de dólares anuales durante los tres años de vigencia del programa y un fuerte ajuste fiscal. Sin embargo, a finales de 1977, México se convirtió en uno de los países con mayores reservas petroleras del mundo y se colocó de nueva cuenta entre los sujetos de crédito más atractivos para la banca comercial.59 La banca comercial extranjera canalizó grandes cantidades de crédito hacia proyectos que se juzgaban rentables con base en proyecciones sumamente optimistas, tanto del crecimiento de la economía mexicana, como de la evolución futura de los precios internacionales del petróleo. 58 Portillo, José López. Mexicanidad y México sin el PRI. Editado por Gabriel Ediciones. Conciencia mexicana, 1997, Pp. 37. 59 Gurría, José Angel, Op. Cit. Pp.18. 29 Sin embargo, al desplomarse los precios del petróleo, no fue posible alcanzar el crecimiento económico esperado, por lo que todos esos proyectos no tuvieron las tasas de retomo suficientes para cubrir el costo del financiamiento.60 La súbita conversión de México en uno de los principales productores de petróleo en el mundo reforzó la política expansiva del sector público. A las fuertes inversiones de Petróleos Mexicanos (PEMEX) para construir la planta exportadora, se sumaron cuantiosos gastos necesarios para alcanzar las metas de un programa económico muy ambicioso. Sin embargo, a pesar de los ingresos extraordinarios que percibió el país por la exportación de petróleo, continuó el deterioro de las finanzas públicas y de la cuenta corriente no petrolera. Pronto comenzaron a manifestarse serios desequilibrios en la economía. La economía mexicana empezó a mostrar los efectos negativos de lo que se ha dado en llamar el “síndrome petrolero”, cuyas principales características fueron: a) la aceleración notable del crecimiento económico impulsado por el sector de hidrocarburos, con la aparición de marcados desequilibrios sectoriales; b) la aceleración de la inflación generada por el exceso de demanda (o insuficiencia de oferta) y liquidez; c) un crecimiento notable de la inversión pública, y d) la dependencia de los ingresos fiscales y de divisas a las exportaciones petroleras. La demanda excesiva llegó a un punto en el que más que generar empleo adicional en el país, se tradujo en un crecimiento espectacular de las importaciones (por arriba del promedio histórico), las cuales también fueron alentadas por la sobrevaluación del tipo de cambio y los primeros intentos de apertura comercial quetuvieron lugar en ese periodo. Al mismo tiempo, dado el exceso de demanda, el mercado interno absorbió la producción no petrolera reduciendo así el excedente exportable. De ese modo, el país dependía cada vez más de las exportaciones 60 Ibídem, Pp. 21. 30 petroleras para satisfacer sus requerimientos de divisas. En forma simultánea, al aumentar el saldo de la deuda externa, el rubro de pago de intereses adquirió un peso considerable y se convirtió en otra fuente de vulnerabilidad de la economía. A causa de ello, la economía mexicana comenzó a depender fundamentalmente de dos variables fuera del control de la política económica interna: las tasas de interés internacional y el precio del petróleo.61 1.2.5. El origen de la crisis mexicana (1980) En el último trimestre de 1980 las tasas de interés internacionales iniciaron una marcha ascendente; en diciembre de ese año, la LIBOR llegó a un nivel cercano a 20% anual, el más alto de la historia.62 El aumento de las tasas de interés internacionales en ese periodo se explica fundamentalmente porque los principales países industrializados, con Estados Unidos a la cabeza, comenzaron a aplicar una política económica restrictiva a fin de abatir la inflación. Además del aumento sin precedente del costo del crédito, esta política indujo la apreciación del dólar y un proceso recesivo en todo el mundo industrializado. En 1980, como era de esperarse, el pago de intereses sobre la deuda externa sufrió un fuerte incremento: 60% en términos nominales con respecto a 1979, que contrasta con el aumento del saldo nominal de 26% en el mismo periodo.63 Al incremento de las tasas de interés, se sumó el inicio de una reducción persistente de los precios internacionales del petróleo. El 26 de mayo de 1981, la OPEP anunció su fracaso en el intento por abatir la sobreproducción que estaba presionando a la baja los precios del energético desde principios de ese año. Con el fin de no perder participación en el mercado internacional del 61 Ibídem, Pp. 20. 62 Ídem. 63 Ibídem, Pp. 21. 31 crudo, el 2 de junio PEMEX tomó una decisión más que polémica: reducir en cuatro dólares el precio del petróleo mexicano de exportación. Como otros productores de petróleo siguieron la decisión de México, se generalizó la reducción de los precios del petróleo a nivel mundial. A pesar de ello, las autoridades políticas sin considerar el entorno internacional que la misma empresa había provocado, ordenaron a Pemex revertir la decisión y aumentar el precio del petróleo en dos dólares.64 En consecuencia, se ocasionó una sensible disminución de la demanda del petróleo mexicano: de 1.2 millones de barriles diarios en junio a únicamente 400,000 barriles tres meses después. Por si fuera poco, la recesión de los países industrializados en 1981 afectó a las exportaciones no petroleras, las cuales comenzaron a declinar hacia el segundo semestre de ese año. En esa coyuntura, el gobierno de México consideró la disminución del precio del petróleo como un fenómeno transitorio; por tanto, no juzgó necesario modificar las metas originales del programa económico de 1981, las cuales se habían establecido con base en supuestos muy optimistas respecto a la evolución del precio del petróleo65. 66 Desde enero de 1981, el entonces subdirector General de Crédito Público, Carlos Sales, llamó al Director de Financiamiento Externo, José Ángel Gurría, para reconsiderar los requerimientos de endeudamiento externo para el año; en ese momento, Sales los estimó en 10,000 millones de dólares. Ángel Gurría externó que ese monto resultaba descabellado y que técnicamente era casi imposible obtener del mercado internacional un endeudamiento tan abultado. Para abril, las estimaciones de Sales llegaron a 12,000 millones y al finalizar el primer 64 Ibídem, Pp. 22. 65 Para el programa económico de 1981 se estimó un aumento de 10% en el precio promedio del petróleo y un aumento en el volumen de exportación de 75%, con respecto al año anterior. 66 Gurría, José Angel, Op. Cit. Pp. 23 32 semestre, el endeudamiento autorizado para todo el año, de 5,000 millones de dólares, ya se había rebasado. En la segunda mitad de ese año, el sector público contrató 15,000 millones adicionales; esto es, un promedio diario de 100 millones de dólares, que sumados a los 5,000 del primer semestre dieron como resultado el endeudamiento cercano a 20,000 millones ejercidos durante 1981. Estas estimaciones eran con base en algunos cálculos muy gruesos que el Subdirector General de la SHyCP hacía en su libreta de asuntos personales, que guardaba celosamente bajo llave en el cajón de su escritorio. Carlos Sales, Ángel Gurría y el resto de las autoridades hacendarías, jamás se imaginaron, ni en el peor de los escenarios, que los requerimientos de endeudamiento externo se frieran a disparar a tales niveles; pero tampoco se imaginaron que se pudiera contratar tal cantidad de endeudamiento. Hasta hoy Carlos Sales conserva su libreta de apuntes en la que todos sus cálculos siempre se quedaron cortos. Al cumplirse diez años del estallamiento de la crisis de la deuda, Ángel Gurría afirmó que aún a la fecha le continúa asombrando cómo fue posible contratar ese monto de endeudamiento con tantos bancos. Lo notable de esta campaña masiva de endeudamiento fue que, a pesar del gigantesco volumen de crédito contratado, se logró mantener cierto orden y control, lo cual impidió que las condiciones de contratación se deterioraran sustancialmente. La contratación de un monto de endeudamiento de tal magnitud requirió la participación activa de todas las entidades del sector público f en el mercado internacional; si bien, a fin de no contaminar el mercado, a ninguna entidad se le dio a conocer la estrategia y tampoco conocían cuáles eran los requerimientos totales del sector público. Asimismo, los bancos extranjeros, como no contaban con información suficiente, sino fragmentada y retrasada, no podían evaluar adecuadamente el riesgo y, por tanto, aumentar los costos o detener los créditos. Por otra parte, debido a la urgencia por la contratación de los recursos y la falta de tiempo para armar operaciones de mediano y largo plazos, se instruyó 33 a las entidades públicas para que tomaran todos los créditos disponibles, sin importar si eran de corto plazo.67 La política antiinflacionaria norteamericana afectó también las tasas de interés internacionales, para llegar a niveles nunca antes registrados. De hecho, las tasas de interés internas, con el riesgo cambiario, resultaban ser inferiores a las que ofrecían en el exterior, por lo que una decisión racional para los ahorradores era justamente trasladar sus recursos al extranjero o por lo menos hacer sus depósitos en dólares, los denominados Mexdólares. El crédito a nivel mundial se redujo, y la banca internacional ―que había estado prestando sus recursos excedentes por la enorme liquidez internacional que habían generado el propio auge petrolero y políticas monetarias laxas ― comenzó a restringir sus créditos y volver los demás a corto plazo. Por tanto, la revolvencia de los créditos se volvió más incierta mientras que el pago de intereses y capital se volvió mucho más oneroso para los países deudores.68 En el frente interno, el déficit público en México continuó aumentando. El gobierno mantuvo su política expansiva, de tal suerte que el gasto público creció este año 25.7% en términos reales, de 34.9 del PIB en 1980 a 40.6% en 1981, mientras que los ingresos públicos se mantuvieron prácticamente constantes como porcentaje del producto en poco más del 26%. Por tanto, el déficit fiscal creció en ese periodo de 8 a 14.3% del PIB, en donde los ingresospetroleros contribuyeron con el 25.9% de los ingresos totales del Gobierno Federal69. 67 Ibídem, Pp. 24. 68 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. Pp.641. 69 La contribución de PEMEX era mucho mayor si se consideran los subsidios implícitos de los combustibles. Considerando solamente el subsidio implícito de las gasolinas, la contribución de Pemex a los ingresos del Gobierno Federal en 1981 llegó a 32.6%. Enrique Cárdenas, Pemex y la macroeconomía mexicana 1938 2011, en Pemex 75 años. La empresa, su gente y la economía mexicana, Quinta Chilla, México, 2012. 34 La expansión de PEMEX siguió acaparando también la mayor parte del ejercicio del gasto, mientras que la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP), al mando de Miguel de la Madrid, ejerció la mayor parte del gasto Federal en los primeros seis meses del año. Hacia mediados del año de 1981 se generó una divergencia entre las cifras del déficit que presentaba la SPP y las cifras que proporcionaba la Secretaría de Hacienda, cuyo titular era David Ibarra Muñoz, al gabinete económico.70 Las primeras eran mucho más optimistas al considerar un déficit público alrededor de un 9% del PIB, aparentemente por razones electorales, mientras que Hacienda calculaba que llegaría hasta el 12%. De acuerdo con José Ramón López Portillo, entonces subsecretario de Planeación del SPP, la diferencia de cifras significó mucho más que un simple diferendo de criterios o estadísticas. Obedeció la estrategia del precandidato a la presidencia De la Madrid para seguir aumentando el gasto público y así continuar "apoyando" el trabajo de los diversos secretarios y gobernadores, para aumentar sus posibilidades de ser nominado candidato, pero ocultando la información correspondiente al gabinete económico.71 Ello llevo a discusiones fuertes dentro del gabinete económico. Por un lado, Hacienda y el Banco de México buscaban restringir el gasto público para atemperar el crecimiento del déficit fiscal, depreciar el tipo de cambio que ya mostraba una fuerte sobre evaluación para eliminar el déficit en la cuenta corriente, y elevar las tasas de interés para controlar el exceso de demanda agregada de la economía que estaba creciendo. 70 Para entonces ya habían perdido credibilidad Hacienda y el banco de México sobre la veracidad de las cifras. 71 Portillo, José Ramón López, El proceso que llevó a la nacionalización de los bancos, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas editores, 1980, Pp. 231. 35 1° de junio de 1981: salida de capitales Fueron tres acontecimientos importantes en este periodo: a) la caída internacional de los precios del petróleo –por parte de la OPEP–; b) el descenso de las exportaciones mexicanas de materias primas; y c) el aumento de las tasas de interés. A consecuencia de ello, se dio una enorme salida de capitales al exterior, que comprendía a su vez, la salida de dólares. Sin embargo, al darse el ajuste de precios de la OPEP y al decidir el Director de PEMEX Jorge Díaz Serrano, seguir los pasos de los países miembros de dicha organización, el Presidente decidió despedir a este último y obligo a la paraestatal –quien poseía el monopolio de la extracción producción y exportación de crudo– a poseer un precio alto (dos dólares más) de la mezcla mexicana hasta el 3 de agosto de 1981.72 Como en el caso de la respuesta al cambio en los precios del petróleo, la asignación imperativa de seguir pidiendo créditos al exterior para sostener la balanza comercial y la fuga de dólares, tampoco sofocó la tensión, sino, por el contrario, la avivó; precisamente en ese año de 1981, “el país utilizó más recursos externos que en todo el periodo de 1975-1980”73; es decir, México se endeudó más. Acorde con lo anterior, Jorge Díaz Serrano planteó lo siguiente: “[…] México llego tarde, por su propia situación industrial, al desarrollo de la industria petrolera. Esta industria a nivel mundial arrancó 70 años antes que la industria mexicana lo hiciera. […] El efecto fue que en 1960 empezamos a 72 Cancela, José Alejandro Guillen Reyes y Jaime Ángel Chama, Op. Cit. Pp.100. 73 Herzog, Jesús Silva. A la distancia… recuerdos y testimonios. México: Océano, 2007, Pp, 52 36 importar petróleo y petrolíferos. Habíamos fracasado como operadores de la empresa petrolera, porque, siendo propietarios de muy buenos yacimientos, estábamos importando gas, ya que no se hizo ni se ha hecho nunca la infraestructura para su almacenamiento. […] la industria petrolera es por sí misma alta generadora de empleos […], si miramos a nuestro alrededor encontramos algo petroquímico en nuestra ropa, tapetes, barnices, recubrimientos, pinturas, etcétera. […] Para calcular las reservas no son necesarios muchos pozos, sino que la información de estos sea interpretada en forma adecuada por estudios geológicos y geofísicos de primera clase […] en las oficinas del Presidente electo, pedí que revaluaran las reservas a la cifra de 11,000 millones de barriles. La respuesta fue seca y concisa: las reservas eran de 6,300 millones de barriles y no se modificarían. […] lo mismo aconteció con las reservas llamadas probables y, sobre todo, las potenciales, fundamentalmente para el futuro de cualquier país petrolero. De modo que conocíamos más la geología del país, y en general del Golfo de México, las reservas potenciales aumentaban de forma tal que nos hacían pensar en yacimientos similares a los de Medio Oriente.”74 74 Serrano, Jorge Díaz. Petróleo e Inversión Extranjera. Editado por Gabriel Ediciones. Conciencia mexicana, 1997, Pp. 227. 37 Por otro lado, la devaluación del peso fue planteada al Presidente el 8 de julio de 1981; era insostenible el tipo de cambio que estaba manejando, porque lo más barato en el mercado era comprar dólares, y la gente los compraba.75 El desarrollo del petróleo significaba un costo neto para el gobierno mexicano debido a las altas inversiones requeridas para la exploración y la explotación. El petróleo no comenzaría a contribuir sustancialmente a los ingresos sino hasta 1981, precisamente el año que se inició el declive de los precios petroleros. Dentro de este lapso, este desarrollo estuvo basado en la deuda tanto interna como externa, principalmente en el mercado del Eurodólar que se estaba expandiendo aceleradamente debido al caudaloso flujo procedente de los países exportadores de petróleo. Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial (Sepafin) En contraposición, la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial (Sepafin), que no quería interrumpir los proyectos de inversión en marcha, por no depreciar el tipo de cambio, argumentaba que ello no estimularía las exportaciones, que eran primordialmente petroleras, sino que solamente aumentaría los costos en pesos por las importaciones de bienes de capital, que apoyaba el crecimiento económico. Para controlar el deterioro de la balanza de pagos, la Sepafin proponía restringir las importaciones de bienes de consumo, cuya tasa de crecimiento estaba impulsando el deterioro de la balanza comercial hacia un colapso inminente. La SPP se encontraba, de acuerdo con testimonios de la época, mediando entre ambos mandos, y parece que la carrera por la candidatura presidencial, que estaba en su punto culminante, influyó a las 75 Portillo, José López, Mis tiempos. Biografía política y testimonio político. México: Fernández Editores, 1988, Pp. 107. 38 decisiones de política económica que se tomaron entonces.76 Al final, la decisión presidencial fue mantener el tipo de cambio fijo y enfrentar el deterioro de la balanza de pagos a través
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