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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ARAGÓN 
 
 
LA RENEGOCIACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA DE MÉXICO, 
1982-1989: ANTECEDENTES Y CONSECUENCIAS. 
 
 
 
 
T E S I S 
 
 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 LICENCIADA EN RELACIONES 
INTERNACIONALES 
 
 
 P R E S E N T A : 
 
SILVIA HERNÁNDEZ RIVERA 
 
 
 
 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: 
LICENCIADO ILHUICATL TONATIUH 
VELASCO FRÍAS 
 
 
CD. NEZAHUALCÓYOTL, EDO. DE MÉXICO 
2018 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
II 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mis padres que lo dieron todo 
por mí, que me forjaron y me 
enseñaron a luchar ante las 
diversas adversidades de la vida. 
A mis hermanos, Edgar y 
Alejandro que siempre han creído 
en mí y me han apoyado en todos 
los malos momentos, sin pedir 
nada a cambio. 
A mi hermana Daniela y a mis 
sobrinos, Santiago y Renata, que 
dan sentido a mi vida y que 
siempre están y estarán en mi 
corazón con su amor. 
 
III 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Deseo expresar mi más sincero agradecimiento al Profesor Lic. 
Ilhuicatl Tonatiuh Velasco Frías quien además de orientarme me 
ayudó y estimuló constantemente y directamente en todos los 
aspectos de la tesis durante este proceso. Agradecerle la plena 
confianza que siempre me ha demostrado, así como la dedicación y 
la atención que en todo momento me han ofrecido. 
A los miembros del jurado por tomarse el tiempo de leer el presente 
trabajo, por sus valiosas enseñanzas, como docentes y 
extraordinarios seres humanos, por su apoyo y guía en mi 
formación: Mtro. David García Contreras, Mtro. Abdiel Hernández 
Mendoza, Lic. Roberto Antonio Gutiérrez Gutiérrez y Lic. María de 
los Ángeles Ortíz Guzmán. 
 
 
 
IV 
 
 
 
 
 
 
 
 
“México es un hermoso país, uno de los más hermosos de la 
Tierra; pero está todavía en construcción y lo que importa es 
terminar la obra y cuanto antes mejor”. 
 
Jesús Silva-Herzog, economista y político . 
. 
V 
 
ÍNDICE 
AGRADECIMIENTOS .............................................................................................................. III 
REFERENCIA DE SIGLAS ..................................................................................................... VII 
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 1 
1. ANTECEDENTES Y ETAPAS EN LA PROBLEMÁTICA DEL ENDEUDAMIENTO 
EXTERNO ...................................................................................................................................... 9 
1.1. GESTACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA EN LOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS ......................... 9 
1.1.1. Características globales de la crisis .......................................................................... 9 
1.1.2. El reciclaje de divisas de la OPEP ............................................................................ 9 
1.1.3. Proteccionismo e intercambio desigual ................................................................... 11 
1.1.4. Expansión económica de los países subdesarrollados: 1970-1980 ......................... 12 
1.1.5. Estados Unidos y la recesión de 1971 (Shock de Nixon) ......................................... 12 
1.1.6. Sistema Monetario Internacional ............................................................................. 13 
 Flotación de divisas ................................................................................................................. 15 
1.2. ANTECEDENTES Y CONTEXTO DE LA DEUDA EN MÉXICO .............................................. 18 
1.2.1. El inicio de la crisis económica y de deuda (1971-1976) ........................................ 18 
1.2.2. La fuga de capitales en las crisis de endeudamiento externo de 1976 y 1982 ........ 19 
1.2.3. Alianza para la Producción ..................................................................................... 23 
1.2.4. El crecimiento acelerado de la deuda externa de México ....................................... 25 
 Financiamiento para el desarrollo: Petróleo ............................................................................ 26 
1.2.5. El origen de la crisis mexicana (1980) .................................................................... 30 
 1° de junio de 1981: salida de capitales ................................................................................... 35 
 Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial (Sepafin) ....................................................... 37 
1.2.6. Manifestación de la crisis, durante la administración de José López Portillo ........ 39 
 El 17 de febrero de 1982: devaluación de la moneda mexicana.............................................. 41 
 El 5 de agosto de 1982: agotamiento de las reservas en el Banco de México ......................... 42 
1.2.7. La estatización de la banca y el control de tipos de cambio en 1982 ...................... 44 
2. REESTRUCTURACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA DE MÉXICO (1983-1987) .. 48 
2.1. EL SEXENIO DE LA CRISIS ................................................................................................. 48 
2.2. PROFUNDIZACIÓN DE LA CRISIS ....................................................................................... 49 
2.2.1. Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE) ..................................... 52 
2.3. REESTRUCTURACIÓN DE LA DEUDA PÚBLICA EXTERNA DE MÉXICO ................................ 54 
2.3.1. Primera reestructuración, 1982- 1983 ..................................................................... 54 
 Grupo Asesor Bancario ........................................................................................................... 54 
2.3.2. Reestructuración de la deuda externa del sector privado y de los bancos mexicanos
 56 
 Restructuración deuda privada ................................................................................................ 56 
 Fideicomiso para la Cobertura de Riesgo Cambiario (FICORCA) ......................................... 58 
VI 
 
2.3.3. Segunda reestructuración de la deuda pública externa, 1985 ................................. 61 
2.4. DECLARACIÓN DE QUITO Y CONSENSO DE CARTAGENA ................................................... 65 
2.4.1. Visión de Estados Unidos: Donald Regan ............................................................... 70 
2.4.2. De Mar del Plata a Guanajuato ............................................................................... 72 
 Santo Domingo ........................................................................................................................ 73 
 Declaración de Montevideo ..................................................................................................... 73 
 Punta del Este, Uruguay .......................................................................................................... 76 
 Guanajuato............................................................................................................................... 76 
2.5. LA RESPUESTA ESTADUNIDENSEA LA CRISIS INTERNACIONAL DE DEUDA: EL PLAN BAKER
 77 
2.6. INCORPORACIÓN AL GATT .............................................................................................. 80 
 La situación económica de México ......................................................................................... 84 
2.7. TERCER EJERCICIO DE RESTRUCTURACIÓN (1986) ....................................................... 85 
2.8. PROGRAMA DE ALIENTO Y CRECIMIENTO (PAC) ......................................................... 89 
2.9. EL ACUERDO DE MÉXICO CON LA BANCA INTERNACIONAL DEL 20 DE MARZO DE 1987 ... 95 
2.9.1. Consolidación de la cuarta etapa ............................................................................ 95 
2.10. PACTO DE SOLIDARIDAD ECONÓMICA (PSE) ................................................................... 98 
3. LA RESTRUCTURACIÓN DE 1989: ACUERDOS Y CONSECUENCIAS ........... 102 
3.1. REDUCCIÓN DE SALDO DE LA DEUDA EXTERNA.............................................................. 102 
3.1.1. Programa de Intercambio de la Deuda Pública por capital (Swaps) .................... 102 
3.1.2. Bonos Cupón Cero ................................................................................................. 105 
3.1.3. Proyecto financiero, 1988 ...................................................................................... 106 
3.2. LA RESTRUCTURACIÓN DEL 1989 ................................................................................... 110 
3.2.1. La llegada a la presidencia de Carlos Salinas de Gortari .................................... 110 
 Estrategias de negociación .................................................................................................... 112 
 La posición de los gobiernos acreedores ............................................................................... 112 
3.3. PLAN BRADY................................................................................................................... 114 
3.4. LA REUNIÓN DE PARÍS DEL 14 AL 16 DE JULIO DE 1989 ................................................ 120 
3.5. EL ACUERDO CON LOS ACREEDORES .............................................................................. 122 
3.5.1. LAS INSTITUCIONES DE BRETTON WOODS ..................................................................... 122 
3.5.2. El Club de París y las nuevas negociaciones bilaterales (1989) ........................... 123 
3.5.3. La Banca Comercial ............................................................................................... 126 
3.6. LOS BENEFICIOS DE LA RESTRUCTURACIÓN ................................................................... 133 
CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 139 
GLOSARIO ................................................................................................................................ 145 
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................ 150 
 
VII 
 
REFERENCIA DE SIGLAS 
B 
BANCOMEXT 
Banco Nacional de Comercio Exterior, 1 
BID 
Banco Interamericano de Desarrollo, 1 
BM 
Banco Mundial, 1 
BPI 
Banco de Pagos Internacionales, 1 
C 
CFE 
Comisión Federal de Electricidad, 2 
CTM 
CTM, 1 
F 
FICORCA 
Fideicomiso para la Cobertura de Riesgo Cambiario, 1 
FMI 
Fondo Monetario Internacional, 1 
G 
G-10 
Grupo de los Diez, 3 
GATT 
General Agreement on Tariffs and Trade - Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y 
Comercio, 2 
I 
IVA 
El impuesto al valor agregado (IVA) es un impuesto o tasa que se cobra sobre la adquisición de 
productos y servicios o sobre otras operaciones en distintos países del mundo., 1 
Valor Agregado, 1 
VIII 
 
L 
LIBOR 
London Interbank Offered Rate, 1 
N 
NAFINSA 
Nacional Financiera, 1 
NMF 
Tratamiento Incondicional de Nación más Favorecida, 2 
O 
OCDE 
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, 1 
P 
PAC 
Programa de Aliento y Crecimiento, 2 
PEMEX 
Petróleos Mexicanos, 1 
PIB 
Producto Interno Bruto, 1 
PIRE 
Programa Inmediato de Reordenación Económica, 1 
S 
Sepafin 
Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial, 1 
SHyCP 
Secretaria de Hacienda y Crédito Público, 1 
SPP 
Secretaría de Programación y Presupuesto, 1 
Swaps 
Programa de Intercambio de la Deuda Pública por capital, 2
1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
En el presente estudio se debe identificar las principales características en la evolución de 
la deuda externa mexicana, durante el período que va de 1982 a 1989, el cual se convirtió en un 
obstáculo para el crecimiento económico del país señalando las consecuencias que se derivan de 
dicho análisis y sentando las bases de un análisis global del problema del endeudamiento así 
como el proceso de renegociación. 
El criterio metodológico que ha guiado la elaboración de este trabajo consiste en observar 
el problema de lo general a lo particular, analizando el fenómeno a estudiar, en este caso el 
endeudamiento, en sus partes integrantes, para de esta manera reconocer y examinar aspectos que 
generalmente escapan a los estudios basados sólo en los cambios efectuados en los saldos totales. 
A diferencia de lo que suele suceder en estudios incluso académicos, en los que se utilizan 
las cifras oficiales, globales, en bruto, el primer paso del trabajo fue la depuración, integración y 
análisis de congruencia de la información oficial.1 
Si bien, esto sólo es posible en el caso de la llamada deuda pública, que es la que maneja 
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que no incluye, es importante subrayarlo, la deuda 
del Banco de México y la deuda privada (empresas y bancos). 
Otro punto a considerar es el saldo o los saldos de la deuda ya que pueden dividirse en 
varias formas. Desde el punto de vista del tipo de deudor o usuario, la deuda se divide en 
Gobierno Federal, empresas estatales, organismos financieros nacionales y otros organismos. 
 
1 José A. Ibañéz Aguirre, José Luis Calva, Jaime Estay Reyno, Raymundo Martínez Fernández. México: ciclos de 
deuda y crisis del sector externo. México: Plaza y Valdes, 1997, Pp. 7 
2 
 
Desde el punto de vista del tipo de acreedor o fuente de préstamo, la deuda se divide en la corres-
pondiente a organismos financieros internacionales (deuda “multilateral”), gobiernos (deuda 
“bilateral”), banca privada (intermediarios financieros), bonos (endeudamiento directo) y 
proveedores (deuda comercial). El adeudo frente a los organismos financieros internacionales se 
refiere, en el caso de Hacienda, al Banco Mundial (BM) y al Banco Interamericano de Desarrollo 
(BID); no incluye la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que está en la cuenta del 
Banco de México. 
Las transformaciones habidas en la mecánica de operación de la deuda externa y los 
mercados financieros a partir de la crisis de deuda de 1982 han introducido o reactualizado otras 
variables o componentes de crecimiento de la deuda. De este modo, la crisis de deuda de las 
empresas privadas condujo al gobierno a asumir en algunas ocasiones deudas privadas (que se 
transformaban en obligaciones de las empresas para con el gobierno), así como la política de 
privatización condujo, por el contrario, al traspaso de deudas del sector público a empresas 
privadas; este traspaso de un tipo de deuda a otro, de pública a privada o viceversa, resulta ser 
otra variable que explica los cambios en la magnitud del saldo de la deuda.2 
Al mismo tiempo se ha promovido, sobre todo por parte de los acreedores, el intercambio 
de deuda por inversión o swaps de deuda, mediante el cual se entregan acciones o propiedades a 
cambio de la cancelación de determinada deuda; generalmente en ese tipo de swaps se consiguen 
descuentos de la deuda original. La cancelación en el caso de swapses sólo de la cuenta de 
deuda, puesto que se entrega un activo a cambio. Cabe aclarar, que la Secretaría de Hacienda 
maneja las cancelaciones de deuda por operaciones de swaps. 
 
2
 Ídem 
3 
 
La primera cuestión que hubo que esclarecer fue la de la ubicación del problema del 
endeudamiento externo en su contexto apropiado. Esto abarcados aspectos principales: el 
financiamiento para el desarrollo y las relaciones económicas del país con el exterior, en 
particular con los llamados países desarrollados. 
No obstante, el endeudamiento externo se relaciona aún más estrechamente con las 
relaciones entre la economía nacional y la mundial (el llamado sector externo de la economía), 
que quedan reflejadas de mejor o peor manera en las cuentas de la balanza de pagos. En efecto, la 
característica esencial de la deuda externa no consiste sólo ni principalmente en que representa 
activos financieros excedentes poseídos por no nacionales (o ahorro de no nacionales), sino en 
que está denominada en moneda no nacional, concretamente en monedas aceptadas uni-
versalmente. Esto introduce una variable adicional decisiva en la consideración del 
endeudamiento externo: el requerimiento de divisas. Así, a pesar de la teoría convencional, 
sabemos que también se contrata deuda externa por motivos distintos a la inversión. 
Evidentemente, ambas funciones (recursos para inversión y provisión de divisas) pueden 
coincidir o no, es decir, el endeudamiento externo se puede generar por la necesidad de divisas, 
independientemente de que se destine o no a inversión.3 
Por consiguiente, la deuda externa se relaciona con todas las transacciones del país con el 
exterior. Todas las cuentas deficitarias de la balanza de pagos -déficit comerciales y de servicios, 
envíos de intereses y ganancias al exterior, retiros de capitales extranjeros, fugas del capital 
nacional- son potencialmente engendradoras de endeudamiento externo en la medida en que se 
trata de cuentas que sólo pueden saldarse con divisas. 
 
3
 Ibídem, Pp. 13-14. 
4 
 
Por otro lado, en este marco teórico se trata también el problema de la inflación y su inci-
dencia en los problemas de la deuda a través del tipo de cambio. 
Asimismo se considera la distinción esencial entre los flujos de divisas que ingresan al 
país como resultado de las transacciones de cuenta corriente y las entradas por llegada de 
capitales. 
En la teoría económica se asigna al endeudamiento externo el objetivo de complementar 
el ahorro interno. A partir de estas consideraciones se ha generalizado la creencia de que el 
problema de la deuda externa se origina en la insuficiencia de ahorro interno, idea que es de 
hecho la posición de los organismos financieros internacionales y del gobierno mexicano. Sin 
embargo, el problema es mucho más complejo. 
La característica esencial de la deuda externa no consistió sólo ni principalmente en que 
representa activos financieros excedentes poseídos por no nacionales (o ahorro de no 
nacionales), sino en que está denominada en moneda no nacional, concretamente en la moneda o 
monedas aceptadas por los países con los que la nación tiene intercambios, aunque generalmente 
se trata de monedas aceptadas universalmente. Esto introduce una variable adicional en la 
consideración del endeudamiento externo: el requerimiento de divisas. Así, a pesar de la teoría 
convencional, sabemos que también se contrata deuda externa por motivos distintos de la 
inversión. 
Cada vez que por una u otra razón el país tenga necesidad de divisas ello es 
potencialmente fuente de endeudamiento externo. 
 
5 
 
Las relaciones de la economía nacional con el resto del mundo, en particular con los 
llamados países desarrollados, se dan de diversas maneras o por diversos conductos relaciones 
que operan necesariamente a través del uso de divisas. 
Es necesario recalcar, que la balanza comercial más la balanza de servicios constituye la 
llamada cuenta corriente de la balanza de pagos. Los movimientos de divisas que no constituyen 
ingresos derivados de alguna actividad sino movimientos de entrada o salida de capitales, que 
incluyen tres rubros: inversión extranjera, deuda externa y depósitos. De esta sola consideración 
podemos apreciar claramente que el ahorro externo no proviene sólo del endeudamiento externo 
sino también, con importancia similar, de la inversión extranjera (que representa, en particular en 
su forma de inversión directa, la aplicación de ahorro externo precisamente a inversión) y, en 
menor medida, de activos financieros que ingresan inicialmente en moneda extranjera y 
permanecen, al menos temporalmente, en forma de depósitos. 
En consecuencia, el Banco de México, en tanto principal institución monetaria, es el 
depositario de las reservas internacionales del país. La variación de estas reservas debería ser el 
resultado de los movimientos en todos los rubros de las relaciones con el exterior que impliquen 
un flujo de divisas. 
Es importante subrayar, que hacia finales de la década de los setenta y principios de los 
ochenta, el país fue testigo de uno de los periodos de mayor auge en la historia económica del 
país. Este se apoyó, en tres pilares fundamentales. El primero fue un mercado internacional de 
hidrocarburos excepcionalmente dinámico, con precios oficiales del crudo que pasaron de 2.75 
dólares por barril durante mediados de 1973 a 34 dólares por barril al finalizar 1981 (entre enero 
6 
 
de 1975 y enero de 1981 los del crudo Istmo de México subieron de 11.30 a 38.50 dólares, el 
barril). 
El segundo pilar fue un mercado mundial de fondos prestables sumamente favorable para 
el otorgamiento de créditos a los países en vía de desarrollo. Esto se debía, por una parte, a la 
ausencia de proyectos de inversión en las naciones industrializadas, que enfrentaban desde 
mediados de la década de los setenta la peor recesión económica observada luego de la de 1929-
1932; y por otra, a la gran disponibilidad de divisas petroleras que se reciclaban a los principales 
mercados financieros del mundo, con el consecuente sostenimiento de tasas de interés 
extraordinariamente bajas y el otorgamiento de facilidades de financiamiento y refinanciamiento 
casi automáticos a la mayoría de las naciones que, como México, se encontraban en proceso 
intermedio de industrialización y con buenas perspectivas de desarrollo futuro. 
El tercer pilar fue el gobierno mismo, dispuesto a expandir de una manera muy liberal el 
gasto público, con el supuesto objetivo de mejorar la situación de algunas clases ancestralmente 
marginadas y paliar los problemas de empleo, aunque sin instrumentar políticas fiscales, 
monetarias, crediticias, comerciales y cambiarías que garantizaran la viabilidad a largo plazo de 
esta estrategia. 
Además de llevar el análisis hasta finales de la década de los años ochenta, se pone el 
énfasis tanto en el hecho de que México seguía endeudándose aceleradamente, como en que en 
esta política de endeudamiento acelerado participaba no sólo el sector público, sino también, y 
cada vez más, el sector privado. Por otra parte, la deuda externa del país ya solo contratada con 
organismos financieros internacionales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario 
7 
 
Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sino fundamentalmente con 
bancos privados estadunidenses; lo que ocasionaba dependencia y poco crecimiento económico. 
En los antecedentes se observa como en los gobiernos de Echeverría y López Portillo, 
México se endeuda con gran rapidez, debido a diversas razones que se explican a lo largo de esta 
tesis. En la base de ese endeudamiento se encontraba también, la enorme disponibilidad de 
crédito barato en los mercados mundiales. Sin embargo, cuando las condiciones de los créditos 
internacionalescambiaron entre los deudores mexicanos y sus acreedores extranjeros, la situación 
cambió radicalmente para el país. La deuda externa de México se había convertido en la principal 
limitante al crecimiento del país. Es así como durante el gobierno de Miguel de la Madrid, se abre 
camino hacia una nueva forma de negociar, que puso el énfasis en el crecimiento y que terminó 
por incluir, en 1989, elementos concesionales para México. 
Con la presente investigación se pretende ilustrar acerca de la forma en que tal 
restructuración se logra y la manera en que se constituye, por así decirlo, en una especie de 
parteaguas no sólo para México y otros países deudores, sino también para los acreedores. 
Febrero de 1982 marca el desbordamiento de la actual crisis económica, que se manifiesta 
a través de la primera devaluación de la década, tasas de inflación cercana a los tres dígitos, caída 
de los salarios reales, estancamiento de la inversión privada, recorte presupuestal, etc. 
Finalmente, se plantea de manera tentativa la hipótesis de que el gobierno mexicano 
durante la administración de Miguel de la Madrid, optó por una alternativa de crecimiento con 
endeudamiento externo, aprovechando su prestigio internacional de solvencia, basado 
fundamentalmente en su estabilidad económica y política. Al no disponer de suficiente liquidez y 
las reservas agotadas por parte del Banco de México, la banca comercial e internacional se 
8 
 
negaban a otorgarle prestamos al país, ocasionando que México comenzará una serie de 
negociaciones con diferentes organismos internacionales; elaborando un programa de pagos con 
el objetivo de no seguir acumulando intereses, y así amortizar la deuda externa neta. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
1. Antecedentes y etapas en la problemática del endeudamiento externo 
1.1. Gestación de la deuda externa en los países subdesarrollados 
1.1.1. Características globales de la crisis 
A lo largo del siglo XX, se hizo cada vez más evidente que existían determinados factores 
que empezaban a encender señales de atención sobre estabilidad política, el desenvolvimiento de 
la economía, y la capacidad para mantener altas tasas de crecimiento en el futuro. La 
excepcionalidad de México de aquellos años, se concentraba con el resto de los países de 
América Latina en que había golpes de Estado e inflación.4 
En términos generales la crisis en América Latina a finales de los años setenta y a 
principios de los ochenta, podía apreciarse desde dos ángulos básicos: primero los aspectos 
internos; y segundos las políticas desplegadas de la región por factores externos.5 
Entre los primeros, hay que señalar que la crisis era consecuencia de múltiples factores 
económicos, políticos y sociales; en este sentido, dentro del contexto del enfrentamiento bipolar 
entre Estados Unidos y la Unión Soviética.6 
1.1.2. El reciclaje de divisas de la OPEP 
El éxito de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (por sus siglas OPEP) en 
el mercado en los setentas fue absoluto y en sólo diez años los precios del petróleo pasaron de 1.3 
dólares por barril en 1970 a 28.7 dólares en 1980. Mientras que el precio de las materias primas, 
en el mismo período, sólo se duplicó. De esta forma, el petróleo se constituía en el producto 
básico mejor cotizado. Para sus exportadores, significó pasar de la pobreza a la riqueza y sus 
 
4
 Loaeza, Soledad. Gustavo Díaz Ordaz y la Guerra Fría. México: COLMEX, 2008, Pp. 121-122. 
5
Campos, Ricardo. El Fondo Monetario Internacional y la Deuda Externa Mexicana; Crisis y Estabilización. Estado de 
México: Plaza y Valdez (P y V), 1993, Pp. 13 
6
 Ídem 
10 
 
ingresos empezaron a crecer en forma exorbitante, aunque siguieron conservando su calidad de 
subdesarrollados.7 
 Como resultado, los países petroleros comenzaron a realizar importaciones masivas; no 
obstante, el atraso de los países subdesarrollados impulsaba en forma sin precedente el desarrollo 
de la banca comercial, al no contar con una planta industrial diversificada. Sus exportaciones, al 
basarse en un solo producto, eran fluctuantes y dependientes en forma casi absoluta de los precios 
del crudo. Si bien durante el período de 1970 a 1982 crecieron aceleradamente, lo hicieron en 
forma irregular. Ejemplo de ello fue cuando en 1975 la OPEP obtuvo 7,000 millones de dólares 
menos que el año anterior; en 1978 la cifra fue menor en 12,000 millones de dólares respecto de 
1977, y para 1982 se presentó la reducción más drástica: 38,000 millones de dólares menos en 
relación al año anterior. 
En marcado contraste, las importaciones de la OPEP mostraron un crecimiento regular y 
diversificado. Entre 1970 y 1982 no existió un solo año en que decrecieran las importaciones de 
la OPEP; en 1970 su monto era de 8,400 millones de dólares y para 1982 sumaban 140,000 
millones de dólares.8 
En 1980 se inició el declive del mercado petrolero: los precios ya no crecían 
aceleradamente, puesto que la OPEP se enfrentaba a productores independientes, México e 
Inglaterra entre otros, y los sustitutos del petróleo comenzaban a ser utilizados más 
profundamente. 9 
 
7
 Javier Leonardo Mejía Peréz, Manuel Rodrigo Alatorre Fierro. Deuda y Desarrollo. Ciudad de México: 
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA/IZTAPALAPA, 1989, Pp. 25-26. 
8
 Ibídem, Pp. 27-28. 
9
 Ídem 
11 
 
1.1.3. Proteccionismo e intercambio desigual 
En otro enfoque los países subdesarrollados no miembros de la OPEP enfrentaron una 
doble problemática con respecto a las exportaciones. Por un lado, el intercambio desigual y, por 
el otro, el proteccionismo. El intercambio desigual estableció que los precios internacionales de 
las materias primas tendían a deteriorarse frente a los productos manufacturados. Así, en 1982, el 
precio de las exportaciones estadounidenses de bienes manufacturados había ascendido en 
promedio un 196% con respecto a 1970. En contraste, para el total de los precios de los productos 
básicos, el ascenso durante esos años fue de 116%, cerca de un tercio menor.10 
Ejemplificando lo anterior, tenemos como primer punto, que si los países 
subdesarrollados no miembros de la OPEP vendieran al exterior sólo productos básicos y sus 
cantidades no variaran año con año, en 1982 hubieran percibido 30% menos en divisas.11 
Como segundo punto, un método de los países desarrollados, fue poner en práctica el 
proteccionismo, entendiendo este concepto como el conjunto de barreras arancelarias y no 
arancelarias (altos aranceles, medidas fitosanitarias, cuotas, restricciones voluntarias, etc.), 
pudiendo aplicar las reglas del comercio internacional que más se ajustaran a sus propósitos. La 
acusación de que los países subdesarrollados están subsidiando sus exportaciones, implicaba para 
los países desarrollados la imposición de derechos compensatorios. Con medidas como estas, el 
intento de exportación de manufacturas de los países subdesarrollados se veía seriamente 
mermado.12 
 
10
 Ibídem, Pp. 34. 
11
 Ídem 
12
 Ibídem, Pp. 38. 
12 
 
1.1.4. Expansión económica de los países subdesarrollados: 1970-1980 
La exportación de capital adquiere a partir de la década de los setentas una nueva 
característica: el crédito externo privado desplaza a la inversión extranjera directa como flujo 
principal de capitales para los países en vía de desarrollo. En 1970, según datos de la 
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en los países 
subdesarrollados la inversión extranjera directa era dos veces mayor al otorgamiento de créditos 
de la banca comercial. Para 1980, el crédito privado otorgado a los países subdesarrollados era ya 
más de diez veces superior a la inversión. 13 
Para los países subdesarrollados, el contar con abundantes préstamosen forma continua 
era una situación nueva. La posibilidad de disponer de financiamiento externo en gran escala y 
por períodos prolongados no existía antes de los setentas, hecho que es reconocido por 
funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).14 
1.1.5. Estados Unidos y la recesión de 1971 (Shock de Nixon) 
La economía internacional pasaba por tiempos difíciles debido a los excesos del gasto 
público por parte de los Estados Unidos para financiar la guerra de Vietnam, ocasionando déficit 
de la balanza de pagos el cual era financiado por la absorción de dólares como reserva a nivel 
internacional. Dado el sistema de tipo de cambio fijo que prevalecía entonces, las monedas 
destinadas al dólar comenzaron a perder capacidad de compra. La abundancia de dólares llevó a 
los países acreedores de los Estados Unidos, particularmente a Francia, a demandar desde 1967 
su canje por oro como estaba establecido en el Acuerdo de Bretton Woods desde 1944. Conforme 
 
13
 Ídem 
14
 Ídem 
13 
 
se hizo evidente que la cantidad de dólares en circulación era mucho mayor que la reserva que 
tenía el gobierno norteamericano, el presidente Richard Nixon decidió unilateralmente dar por 
terminado el Acuerdo de Bretton Woods el 15 de agosto de 1971. La paridad dólar-oro dejó de 
ser el ancla en el que se basa el sistema monetario internacional, y la divisa estadounidense sufrió 
una fuerte devaluación frente a otras monedas. Como consecuencia, el sistema financiero 
internacional tuvo que definirse nuevamente.15 
1.1.6. Sistema Monetario Internacional 
Dicho de otra manera, el sistema monetario internacional sufrió cambios radicales entre 
1971 y 1973, y desde entonces ha continuado su evolución. 
Cuando Estados Unidos devaluó el dólar, dio el primer paso importante hacia el sistema 
de flotación del tipo de cambio que existe en la actualidad. 
Es por ello que a principios de los años setenta existieron dos razones principales para la 
reestructuración radical del sistema monetario internacional. La primera fue, que Estados Unidos 
cuyo dólar era y sigue siendo la divisa clave más importante como reserva y unidad monetaria, 
sufría un desequilibrio estructural en la balanza de pagos frente a otros importantes países 
industrializados; en aquel tiempo fue inevitable un realineamiento de las divisas, dada la alta tasa 
(relativa) de inflación en los Estados Unidos de 1969 a 1971.16 La segunda razón fue que los 
mercados de divisas y bonos europeos se expandieron rápidamente, produciendo un 
estancamiento masivo de la liquidez financiera internacional que podría cambiar de una divisa a 
otra afectando el equilibrio de oferta y demanda en los mercados de divisas.17 
 
15 Sánchez, Enrique Cárdenas. El largo curso de la economía mexicana: de 1780 a nuestros días. México: Fondo de 
Cultura Económica, COLMEX, 2015, Pp. 614. 
16
 Campos, Ricardo, Op. Cit., Pp. 9. 
17
 Ídem 
14 
 
Es así como en febrero de 1973, miembros del FMI acordaron que las naciones no debían 
fijar la paridad de sus divisas; muy diferente al sistema de Bretton Woods al cual sustituyó y el 
cual tenía como objetivo asegurar la estabilidad cambiaria creando liquidez internacional usando 
el dólar como moneda de referencia internacional. 
En 1980, la OPEP estableció una alteración de 100% en los precios del petróleo justo en 
el momento en que algunos de los países industrializados más importantes experimentaban un 
crecimiento muy lento o habían entrado en la fase inicial de la peor recesión de la posguerra. Este 
nuevo cambio en el precio contribuyó y acentuó la crisis económica posterior. 18 
Una vez más el mundo enfrentó mayores tensiones con crecimiento negativo del 
comercio. Durante los años consecutivos 1981-1982, altas tasas de interés en algunos países y el 
colapso económico más generalizado desde los treinta. 
Esta situación creo nuevas presiones sobre los prestamistas internacionales y aumentó la 
importancia del FMI y el BM como acreedores internacionales. La mayoría de los países 
importadores de petróleo que habían aumentado su endeudamiento para financiar el déficit de sus 
balanzas de pago en los setenta, se enfrentaban ahora a un programa de pagos al cual no podrían 
apegarse, debido a que sus ingresos por exportaciones cayeron vertiginosamente debido a la 
recesión mundial. 
Posteriormente vino una gran reprogramación de la deuda como resultado de esta 
situación. La recesión mundial redujo radicalmente las demandas de fuentes de energía, en 
especial petróleo, lo cual llevó a que se suavizaran sus precios internacionales, lo que ocasionó el 
deterioro de poder de la OPEP: que la oferta sobrepasó la demanda a esos precios y un déficit de 
los países exportadores de petróleo, particularmente México, Nigeria y Venezuela que se 
 
18
 Ibídem, Pp. 11. 
15 
 
convirtieron en los países más endeudados internacionalmente y con mayores problemas en el 
servicio de la deuda. 
De esta manera el FMI, junto con los prestamistas privados, asumieron un importante 
papel en la renovación de los créditos entre negociaciones y provisión de nuevos créditos, con el 
fin de apoyar la frágil estructura del crédito internacional y el sistema monetario que se había 
originado. 
Por otro lado la moratoria al pago de la deuda decretada por México en 1982,19 no solo 
tomó por sorpresa al mundo, sino que evidenció el inicio de una crisis de dimensiones entonces 
incalculables. El detonante fue sin duda la combinación fatal de altas tasas de interés y una caída 
drástica de los términos de intercambios.20 
 Flotación de divisas 
Después de meses de discusión el sistema que emergió fue el de una banda de flotación 
entre monedas de más menos 2.5 % de valor de cada moneda respecto de las demás. Así se 
estableció por primera vez un sistema de tipos de cambio flexibles que reflejaba una nueva 
realidad económica internacional. 
Fue así como comenzó una época de flujos de capital mucho más libres que afectarían las 
tasas de interés y el valor de las monedas a nivel internacional; en una época de economías 
“abiertas” en la que el modelo se enfocaba al sector interno, México era cada vez más 
 
19
 El 20 de agosto de 1982, después de haber reembolsado sumas considerables en el curso de los primeros siete 
meses del año, el gobierno mexicano declaró que el país no estaba en condiciones de continuar los pagos, y 
decretó una moratoria (suspensión de pagos) de seis meses (de agosto de 1982 a enero de 1983). 
20
 Campos, Ricardo, Op. Cit. Pp. 15-17. 
16 
 
incompatible con el existente en el resto del mundo y con los cuales sostenía relaciones 
económicas importantes.21 
Para mediados de 1971, era evidente que México había entrado en una recesión más 
profunda que la que había planteado, lo que ya desde entonces preocupaba al nuevo gobierno. 
Ante el resquebrajamiento del sistema monetario internacional, Estados Unidos cobró un 
sobreimpuesto del 10% en sus importaciones y dejó flotar el dólar para mejorar su balanza de 
pagos. Ello dio la oportunidad política para que México también depreciará el peso, dejando 
luego flotar, o devaluar la paridad de 12.50 pesos por dólar (fija desde abril de 1954) “culpando” 
las acciones del gobierno estadounidense, y de esta forma, corregir los desequilibrios en la 
balanza de pagos y los precios relativos que amenazaban con seguir creciendo en los años 
futuros. Desafortunadamente esa medida no fue adoptada y se perdió la oportunidad, por temor a 
que una devaluación pudiera destapar las prestaciones inflacionarias que también se buscaban 
detener.22 
Las percepciones públicas de un peso sobrevaluado tenían claro fundamento; el hecho de 
haber mantenidoun tipo de cambio prácticamente fijo provocó una creciente sobrevaluación de la 
moneda.23 
La sobrevaluación aumentó el deseo por adquirir productos y servicios del extranjero 
conforme se abarataba el precio del dólar, y al mismo tiempo redujo la competitividad del sector 
 
21
 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. 614 
22
 Solís, Leopoldo. El gobierno mexicano . México: Siglo XXI, 1971, Pp. 219-220. 
23
Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. 636 
17 
 
exportador, incluyendo los servicios de maquiladoras y de turismo. Además la expansión 
económica provocó que las importaciones crecieran a una velocidad cada vez mayor.24 
Dicho de otra manera, las autoridades monetarias decidieron que, en vista de la creciente 
presión de las salidas de capital, el costo de mantener la paridad era excesivo (tan solo en julio y 
agosto de 1976 se estima que 1,500 millones de dólares salieron del país), y el 31 de agosto el 
peso empezó a flotar con respecto al dólar. No es difícil imaginarse el efecto traumático -en casi 
todos los aspectos de la actividad económica- que ocasionó el abandono de la paridad fija. Al mes 
de enero de 1977, la devaluación efectiva del peso había llegado a un 45% en términos de 
dólares. El primer efecto de la flotación fue, lo que es sorprendente, un incremento discreto en el 
nivel de precios. El índice de precios al consumidor, que había aumentado a una tasa anual de 
12.4% de enero a agosto, aumentó 1.8% en septiembre, 4.5% en octubre y 5.2% en noviembre.25 
Es importante señalar que las empresas fueron las más afectadas. Una gran proporción de 
empresas importantes operaba de manera regular y generalizada con créditos contratados en 
moneda extranjera. Al momento de la devaluación, el valor nominal en pesos de estos pasivos 
subió casi en 100% dejando a muchas empresas al borde de la quiebra. 
 
 
 
 
24
 Ídem 
25 Solís, G. Ortíz y L. «Estructura financiera y experiencia cambiaria: México 1954-1977.» Banco de México. 12-15 de 
Enero de 1978. Fecha de consulta: 1 de septiembre del 2016 [en línea] 
http://www.banxico.org.mx/dyn/documents/%7BA462E1B7-DD81-B203-86D0-4916A89549DC%7D.pdf 
 
18 
 
1.2. Antecedentes y contexto de la deuda en México 
1.2.1. El inicio de la crisis económica y de deuda (1971-1976) 
Durante la administración de Echeverría se intentó hacer frente a diversos problemas que 
se habían acumulado en los años anteriores. En particular, destaca la reducción de los niveles del 
endeudamiento externo y el déficit público, así como la tasa de inflación. Pero el efecto negativo 
ya se había generado; de este modo, lo ocurrido en el primer año marcó los acontecimientos del 
resto del sexenio. Se podría resumir el efecto del primer año del gobierno en una frase: el 
desencadenamiento de la crisis.26 
Fue en 1973, cuando se empezaron a sentir en el país los efectos de la crisis de los países 
industrializados y el deterioro de los términos de intercambio con el exterior. Entre los efectos 
más decisivos en la inflación de 1973 estuvieron los provocados por el alza de los precios del 
petróleo y los alimentos en los mercados internacionales, precisamente cuando aumentaron las 
necesidades de importación de esa clase de artículos, al tiempo que caía tanto la demanda como 
los precios de diversas exportaciones mexicanas. Para 1975 ya era evidente para todo mundo el 
carácter incontrolado de la situación. Fue en este último año cuando se registra de manera clara 
una fuga importante de capitales, lo cual hace pensar más bien en el panorama económico como 
elemento detonante.27 
La economía mexicana, experimentó un acelerado crecimiento económico, interrumpido 
por una crisis en la balanza de pagos en 1976, estimulada primero por un gasto público deficitario 
 
26 Fernández, Raymundo Martínez. México: ciclos de deuda y crisis del sector externo . México: Plaza y Valdes, 1997, 
Pp. 72. 
27
 Green, Rosario. La deuda externa de México, 1973-1987. De la abundancia a la escasez de créditos. México: 
Secretaría de Relaciones Exteriores/Nueva Imagen, 1988, Pp. 17. 
 
19 
 
y por endeudamiento externo creciente. A ello se agregó el auge petrolero en la segunda mitad 
del decenio, que multiplicó la capacidad del gasto del sector público y del privado y de 
endeudamiento adicional.28 
Para ejemplificar lo anterior, el país tiene que obtener ingresos de capital del exterior para 
financiar el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, a través de endeudamiento o de 
inversión extranjera directa, o bien recorrido a la reserva del Banco Central la cual normalmente 
no es suficiente para soportar un exceso de la demanda de dólares sobre todo cuando ellos se 
prolonga en el tiempo.29 
En un corto plazo, la economía entra en crisis externa, lo cual obliga a una devaluación de 
tipo de cambio. La escasez de divisas y su alza en los precios, genera una contracción de la oferta 
agregada y por tanto una recesión económica.30 
1.2.2. La fuga de capitales en las crisis de endeudamiento externo de 
1976 y 1982 
En 1970 el saldo total de la deuda externa de México representaba 17.3% del PIB, y se 
encontraba en un nivel relativamente manejable. A pesar de ello, para 1976 había subido ya casi 
al 30%. Aquel era el año de transición entre el gobierno de Luis Echeverría y el de José López 
Portillo, signado por una considerable crisis económica y la primera devaluación cambiaría desde 
1954, año en que se fijó la paridad de 12.50 pesos por dólar. El saldo de la deuda se cuadruplicó 
 
28
 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. 609. 
29
 Ibídem, Pp. 608. 
30
 ídem 
20 
 
entre 1970 y 1976, en tanto que el PIB creció a casi la mitad de dicho nivel, como se puede 
observar en el cuadro 1.1.31 
Cuadro 1.1 Participación de la deuda externa total acumulada de México en el PIB 1972-
1989 
 
Concepto 
1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1989 
 
Deuda 
acumulada 
7,696 14,524 25,894 33,416 54,426 87,588 96,585 100,991 100,914 95,114 
 
PIB 
45,214 72,034 88,793 102656 186339 163,946 171359 1299 950 176,680 195620 
 
Deuda / PIB 
(%) 
17.0 20.2 29.2 32.6 29.2 53.4 56.4 77.7 57.1 48.6 
Fuente: Basado en información de Wharton Econometric Forecasting y SHyCP para deuda 
externa y Banco de México. 
A partir de 1971 la economía mexicana ingresó en un crecimiento más lento e inestable 
del PIB, de intensas presiones inflacionarias, de agudización del desequilibrio de la balanza de 
pagos y de crecientes aumentos en los déficit fiscales.32 
No será sino hasta 1973, cuando se inicia la evolución favorable de los precios del 
petróleo en el mercado internacional, que se retomará el tema de la capacidad de endeudamiento 
 
31 México, Los avatares de la deuda externa de. Roberto Gutiérrez Rodríguez. Ciudad de México: UAM Xochimilco, 
1993, Pp. 41. 
32
 Green, Rosario, Op. Cit. Pp. 39 
21 
 
del país y, lo que es más importante, se irá dando al endeudamiento externo la categoría de factor 
indispensable e inseparable del proceso económico nacional. El entonces secretario de Hacienda, 
José López Portillo, puntualizaba que: 
[…] No podíamos dejar de crecer y pedir prestado, preferimos pedir 
prestado, porque a fin de cuentas el país produce lo suficiente para pagar con 
holgura y seguir disponiendo de crédito, que forma parte de la riqueza de los 
individuos, de las familias o de los países. 33 
Así, el gobierno mexicano optó por una alternativa de crecimiento con endeudamiento 
externo, aprovechando para ello tanto su prestigio internacional de solvencia, basado 
fundamentalmente en su estabilidad económica y política, como la ya mencionada existencia de 
una oferta de liquidez en losmercados financieros internacionales. 34 
Tres años después, el 18 de agosto de 1976 se daba a conocer la restricción del gasto 
público, planteada como un mal necesario para contraer la inflación. Un día después, el Banco de 
México abría una cobertura por 4,000 millones de pesos para que los bancos privados pudieran 
financiar a las empresas que lo solicitaran. 35 
Con anterioridad, los días 14 y 15 de agosto, había tomado cuerpo y se difundía de 
manera masiva, el rumor de que las cuentas bancarías serían congeladas para evitar la fuga de 
capitales y que el sistema bancario del país se quedaría sin recursos. Cundía el pánico entre 
 
33
 Portillo, José López, Mis tiempos. Biografía política y testimonio político. México: Fernández Editores, 1988. 
34
 Green, Rosario, Op. Cit. Pp. 43. 
35
 Ibídem, Pp. 47. 
22 
 
pequeños y medianos ahorradores, así como entre aquellos grandes que aún tenían su dinero 
depositado en bancos y en moneda nacional.36 
Para el 31 de agosto de 1976 el entonces Secretario de Hacienda, Mario Ramón Beteta, y 
el Director del Banco de México, Ernesto Fernández Hurtado, informaban a la opinión pública 
que el gobierno abandonaba temporalmente su política monetaria de cambio fijo y adoptaba la 
política de flotación de la moneda, hasta que el peso encontrara su acomodo en el mercado 
cambiario. No se mencionaba la palabra "devaluación". El día 11 de septiembre Banco de 
México fijaba la nueva paridad, habiéndose estabilizado las fluctuaciones del peso. El dólar se 
cotizaba a 19.70 pesos a la compra y a 19.00 a la venta.37 
En el contexto de esta difícil situación, el 26 de octubre de ese año, a menos de un mes de 
la primera flotación, el peso volvía a ser dejado sin el apoyo del Banco de México para que 
encontrara su nivel real en el mercado de divisas. La nueva paridad era de 26.60 pesos por dólar y 
ya ningún funcionario se atrevía a declarar cuánto duraría. Ese mismo día el FMI aprobaba un 
programa de ayuda al peso mexicano por 960 millones de dólares, susceptible de elevarse a 1,200 
millones. 38 
La recuperación de la confianza de los inversionistas se convertiría en un tema prioritario 
del siguiente sexenio. Tenía para apoyarse los recientes descubrimientos petroleros que hacían 
que los banqueros voltearan su mirada hacia México. Sin embargo, buscando evitar caer una vez 
más en una situación de sobreendeudamiento externo y crisis, una situación que no se evitaría, 
como se verá más adelante, una de las primeras medidas del entonces presidente José López 
 
36
 Ibídem, Pp. 48. 
37
 Ídem 
38
 Ídem 
23 
 
Portillo fue la de enviar al Congreso de la Unión un proyecto de Ley General de Deuda Pública. 
En éste se señalaba que el crédito externo debía ser complementario del ahorro interno y debía 
mantenerse dentro de límites que no significaran una carga excesiva para la población, ni un 
servicio que excediera la capacidad de pago del sector público y de la nación en su conjunto.39 
La decisión anterior se inscribía en el marco de la estrategia denominada Alianza para la 
Producción, pero más concretamente en el Acuerdo Estabilizador con el FMI en octubre de 1976, 
y que el nuevo gobierno ratificó en diciembre de aquel año, así como en el de las metas que dicho 
instrumento estipulaba, sobre todo aquella que limitaba el endeudamiento externo neto 
proveniente de cualquier fuente a no más de 3,00 millones de dólares durante cada uno de los tres 
años que duraría el programa.40 
1.2.3. Alianza para la Producción 
Cabe señalar que el Presidente José López Portillo tomó posesión el 1 de diciembre de 
1976. Tras la desconfianza y molestia que había causado la devaluación del peso y los rumores 
fuertes de un golpe de Estado, el Presidente llamó a la reconciliación y a formar una “alianza para 
la producción” con base a la confianza.41 
La Alianza para la Producción constituía una forma de asimilar y sortear la crisis, pero 
también era una contestación política que trataba de restablecer las relaciones entre los 
empresarios y el gobierno. 
 
39
 Ibídem, Pp. 49. 
40
 Ídem 
41 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. Pp. 610. 
 
24 
 
El objetivo principal de esta Alianza lo constituyeron dos metas: producción y creación de 
empleos; la segunda era consecuencia de la primera.42 
De este modo, la alianza buscaba superar la crisis económica que vivía el país y reanudar 
el crecimiento económico.43Dicha tarea exigía una participación cabal de tres actores 
fundamentales: el gobierno federal, los trabajadores (representados por el sector obrero del 
corporativismo, la CTM principalmente) y la iniciativa privada. 
Asimismo, la Asociación de Banqueros de México, cuyo papel en la Alianza para la 
Producción, a mediados de 1978, fue el de acordar con el gobierno asesoría técnica y financiera a 
las pequeñas y medianas industrias, e inyectar capital de riesgo en algunas empresas del sector 
agroindustrial.44 
Según prescribió el propio presidente López Portillo, de los tres factores que permitieron 
el desarrollo del país durante los tres años anteriores a su gestión –la estabilidad política, la 
revisión bianual de los salarios, y la paridad monetaria del peso frente al dólar– sólo el primero 
permaneció frente a la crisis de 1976 y sobre él se cimentó la Alianza para la Producción. La 
citada crisis se generó porque las necesidades sociales exigían una tasa de crecimiento y una 
inversión superior a la existente. Al no haber respuesta en este terreno, el Estado comenzó a 
invertir, en ocasiones sin acierto, otras enfrentando una incapacidad para financiarse.45 La fuga de 
 
42 Cancela, José Alejandro Guillen Reyes y Jaime Ángel Chama. Reflexiones politólogas sobre la estatización de la 
banca. México: Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY), 2008, Pp. 54. 
43
 Ibídem, Pp. 38 
44
 Los productos del campo y del mar y su comercialización posterior conforman el sector de la agroindustria. 
45
 Hernández Rodríguez, Rogelio. Empresarios, banca y Estado. El conflicto durante el gobierno de José López 
Portillo, 1978-1982. FLACSO/Miguel Ángel Porrúa, 1988, Pp. 42. 
 
25 
 
capitales y la reducción del ahorro interno contribuyeron a que el problema se redujera a una 
cuestión de falta de financiamiento. 
1.2.4. El crecimiento acelerado de la deuda externa de México 
En estrecha relación con la oferta abundante de créditos, de 1973 a 1981 el saldo de la 
deuda externa de México presentó una tasa de crecimiento promedio anual de 30%. Obviamente, 
el servicio de la deuda aumentó en la misma medida con respecto a los principales indicadores 
macroeconómicos; así, en 1973 el pago de intereses al exterior fue equivalente a 8.2% de los 
ingresos en cuenta corriente, mientras que para 1982 dicho indicador llegó a 35.4%.46 La 
característica principal de este periodo fue el marcado aumento de los créditos concedidos por la 
banca comercial, que se convirtió en el principal acreedor del país; en 1982 la deuda externa 
contratada con los bancos comerciales del exterior llegó a representar 77% del saldo total.47 
El crecimiento del saldo de la deuda externa estuvo asociado a una política monetaria 
expansiva a partir de 1972. El problema, en aquel momento, no sólo consistía en la insuficiencia 
de ingresos tributarios, sino en la eventual descapitalización de las empresas públicas.48 
Por lo que se refiere al incremento desmedido de la deuda externa, este se explica por 
medio del mantenimiento de una política cambiaría equivocada en un contexto de tasas de 
inflación crecientes y de continuo deterioro de la balanza de pagos49. 
 
46
 Se refiere a la exportación por bienes y servicios. 
47
 Gurría,José Angel. La política de la deuda externa. México: Fondo de Cultura Económica , 1993,Pp. 14. 
48
 Ibídem, Pp. 16. 
49
 Después de una notable estabilidad de precios entre 1961 y 1970 (la inflación fue de 2.5% promedio anual en ese 
lapso), a partir de 1973 la inflación se aceleró hasta alcanzar los dos dígitos; ese año el índice Nacional de Precios al 
Consumidor aumentó 12% con respecto a diciembre de 1972. Por su parte, el déficit de la cuenta corriente pasó de 
343,7 millones de dólares en 1961, a 1187.9 millones en 1970. 
26 
 
 Financiamiento para el desarrollo: Petróleo 
Por otra parte, el hallazgo de yacimientos petroleros en el sureste mexicano (de Cantarell 
en Campeche y Tabasco), ocurridos en la gestión de Jorge Díaz Serrano, amigo de toda la vida de 
López Portillo, como Director de Pemex, dotó a México no sólo de una abundancia del 
energético, sino también de una capacidad crediticia que superó los planes originales de 
financiamiento para el desarrollo basado en el crudo, hasta junio de 1982.50 
El ajuste externo fue muy rápido: el déficit en la cuenta corriente disminuyo 48% entre 
1976 y 1977, como consecuencia de un aumento del 10% en los ingresos y de 5% en los gastos; 
las importaciones disminuyeron 22% del primer semestre de 1976 al primer semestre de 1977. 
Las exportaciones petroleras aumentaron 23.4% empezando en un nivel muy bajo en 1976.51 
A su vez, los bancos comerciales internacionales recibieron la noticia de la riqueza 
petrolera con entusiasmo. El gobierno mexicano que no había estado lejos de declarar una 
moratoria los pagos de la deuda externa en los inicios de 1977, encontró que gozaba de nuevo del 
crédito internacional, lo que permitió servir a la deuda externa acumulada sin problema.52 
El crecimiento inició con el petróleo pero se extendió al resto de la economía aumentando 
la demanda agregada. En segundo lugar, tanto la mayor disponibilidad de fondos internacionales 
como las propias exportaciones de petróleo, facilitaron el acceso a clientes de crédito externo lo 
cual facilitó la expansión del gasto tanto público como privado. Por ello ya era posible expandir 
las importaciones a niveles nunca antes imaginados sin tener que enfrentar una crisis externa.53 
 
50
 Cancela, José Alejandro Guillen Reyes y Jaime Ángel Chama, Op. Cit. Pp. 73. 
51
 Campos, Ricardo, Op. Cit. Pp.159. 
52
 ídem 
53
 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. Pp. 609 
27 
 
Jesús Silva Herzog, Director General de Crédito de la Secretaría de Hacienda y crédito 
Público entre 1978-1979, señalo: 
“[…] los funcionarios de la Secretaría de Hacienda, que asistíamos a 
reuniones Internacionales, éramos literalmente perseguidos por banqueros 
canadienses, americanos, japoneses, ingleses, alemanes, suizos, cada uno 
ofreciendo una operación de crédito a México en mejores condiciones que el 
anterior.”54 
En términos simples, el régimen de José López Portillo escogió financiarse mediante la 
deuda externa, con cargos fincados en los supuestos del boom petrolero: crecimiento constante 
del barril del crudo, así como de la enorme riqueza depositada en el subsuelo mexicano.55 
A principios de 1978 se fortaleció la confianza del sector privado en las políticas 
gubernamentales y en el futuro de la actividad económica, en gran medida gracias al aumento en 
las reservas probadas del crudo, de 11,000 a 40,000 millones de barriles, y a la decisión de 
exportarlas. El programa de ajuste fue hecho a un lado. La inversión privada fue de 21.8% en 
términos nominales durante 1978.56 
La deuda externa del sector publico aumento de 15 millones de dólares en 1977 a 31,000 
millones en 1978.57 
 
 
54 Herzog, Jesús Silva. A la distancia… recuerdos y testimonios. México: Océano, 2007. 
55
 Cancela, José Alejandro Guillen Reyes y Jaime Ángel Chama, Op. Cit. Pp.159 
56
 Alma Chapoy B. “Ruptura del sistema…” op.cit. Pp. 385 [Citado por : Ricardo Campos,” El Fondo Monetario 
Internacional y la Deuda Externa Mexicana; Crisis y Estabilización”, Plaza y Valdez, UAEM, 1993, Pp.159] 
57 Campos, Ricardo, Op. Cit. Pp. 159. 
 
28 
 
López Portillo, en su autobiografía mencionó en alusión al 2 de mayo de 1977: 
“[…] Yo, en lugar de privatizar, nacionalicé todavía más, porque era mi 
convicción estatista y de economía mixta. Ahora ya no creen en ello, por que 
resultó que los problemas del país no se pudieron resolver ante esta avalancha 
globalizadora que trae una etiqueta de neoliberalismo; una avalancha nos impidió 
resolver nuestros problemas y, entonces, quien ahora tiene la responsabilidad 
cree que el otro modelo económico es el que debe prevalecer”.58 
Ya mencionado, en el 1976, la economía dio un primer aviso de que se estaba llegando al 
límite del modelo de crecimiento, cuando los desequilibrios macroeconómicos hicieron necesario 
devaluar el tipo de cambio nominal después de 22 años de estabilidad. En ese mismo año, el FMI 
otorgó apoyo financiero al país por aproximadamente 800 millones de dólares para hacer frente al 
agotamiento de las reservas internacionales. El acuerdo de estabilización con el FMI fijó un 
endeudamiento externo máximo de 3,000 millones de dólares anuales durante los tres años de 
vigencia del programa y un fuerte ajuste fiscal. Sin embargo, a finales de 1977, México se 
convirtió en uno de los países con mayores reservas petroleras del mundo y se colocó de nueva 
cuenta entre los sujetos de crédito más atractivos para la banca comercial.59 
La banca comercial extranjera canalizó grandes cantidades de crédito hacia proyectos que 
se juzgaban rentables con base en proyecciones sumamente optimistas, tanto del crecimiento de 
la economía mexicana, como de la evolución futura de los precios internacionales del petróleo. 
 
58
 Portillo, José López. Mexicanidad y México sin el PRI. Editado por Gabriel Ediciones. Conciencia mexicana, 1997, 
Pp. 37. 
59
 Gurría, José Angel, Op. Cit. Pp.18. 
 
29 
 
Sin embargo, al desplomarse los precios del petróleo, no fue posible alcanzar el crecimiento 
económico esperado, por lo que todos esos proyectos no tuvieron las tasas de retomo suficientes 
para cubrir el costo del financiamiento.60 
La súbita conversión de México en uno de los principales productores de petróleo en el 
mundo reforzó la política expansiva del sector público. A las fuertes inversiones de Petróleos 
Mexicanos (PEMEX) para construir la planta exportadora, se sumaron cuantiosos gastos 
necesarios para alcanzar las metas de un programa económico muy ambicioso. Sin embargo, a 
pesar de los ingresos extraordinarios que percibió el país por la exportación de petróleo, continuó 
el deterioro de las finanzas públicas y de la cuenta corriente no petrolera. Pronto comenzaron a 
manifestarse serios desequilibrios en la economía. La economía mexicana empezó a mostrar los 
efectos negativos de lo que se ha dado en llamar el “síndrome petrolero”, cuyas principales 
características fueron: a) la aceleración notable del crecimiento económico impulsado por el 
sector de hidrocarburos, con la aparición de marcados desequilibrios sectoriales; b) la aceleración 
de la inflación generada por el exceso de demanda (o insuficiencia de oferta) y liquidez; c) un 
crecimiento notable de la inversión pública, y d) la dependencia de los ingresos fiscales y de 
divisas a las exportaciones petroleras. 
La demanda excesiva llegó a un punto en el que más que generar empleo adicional en el 
país, se tradujo en un crecimiento espectacular de las importaciones (por arriba del promedio 
histórico), las cuales también fueron alentadas por la sobrevaluación del tipo de cambio y los 
primeros intentos de apertura comercial quetuvieron lugar en ese periodo. Al mismo tiempo, 
dado el exceso de demanda, el mercado interno absorbió la producción no petrolera reduciendo 
así el excedente exportable. De ese modo, el país dependía cada vez más de las exportaciones 
 
60
 Ibídem, Pp. 21. 
30 
 
petroleras para satisfacer sus requerimientos de divisas. En forma simultánea, al aumentar el 
saldo de la deuda externa, el rubro de pago de intereses adquirió un peso considerable y se 
convirtió en otra fuente de vulnerabilidad de la economía. A causa de ello, la economía 
mexicana comenzó a depender fundamentalmente de dos variables fuera del control de la política 
económica interna: las tasas de interés internacional y el precio del petróleo.61 
1.2.5. El origen de la crisis mexicana (1980) 
En el último trimestre de 1980 las tasas de interés internacionales iniciaron una marcha 
ascendente; en diciembre de ese año, la LIBOR llegó a un nivel cercano a 20% anual, el más alto 
de la historia.62 
El aumento de las tasas de interés internacionales en ese periodo se explica 
fundamentalmente porque los principales países industrializados, con Estados Unidos a la cabeza, 
comenzaron a aplicar una política económica restrictiva a fin de abatir la inflación. Además del 
aumento sin precedente del costo del crédito, esta política indujo la apreciación del dólar y un 
proceso recesivo en todo el mundo industrializado. En 1980, como era de esperarse, el pago de 
intereses sobre la deuda externa sufrió un fuerte incremento: 60% en términos nominales con 
respecto a 1979, que contrasta con el aumento del saldo nominal de 26% en el mismo periodo.63 
Al incremento de las tasas de interés, se sumó el inicio de una reducción persistente de los 
precios internacionales del petróleo. El 26 de mayo de 1981, la OPEP anunció su fracaso en el 
intento por abatir la sobreproducción que estaba presionando a la baja los precios del energético 
desde principios de ese año. Con el fin de no perder participación en el mercado internacional del 
 
61
 Ibídem, Pp. 20. 
62
 Ídem. 
63
 Ibídem, Pp. 21. 
 
31 
 
crudo, el 2 de junio PEMEX tomó una decisión más que polémica: reducir en cuatro dólares el 
precio del petróleo mexicano de exportación. Como otros productores de petróleo siguieron la 
decisión de México, se generalizó la reducción de los precios del petróleo a nivel mundial. A 
pesar de ello, las autoridades políticas sin considerar el entorno internacional que la misma 
empresa había provocado, ordenaron a Pemex revertir la decisión y aumentar el precio del 
petróleo en dos dólares.64 
En consecuencia, se ocasionó una sensible disminución de la demanda del petróleo 
mexicano: de 1.2 millones de barriles diarios en junio a únicamente 400,000 barriles tres meses 
después. Por si fuera poco, la recesión de los países industrializados en 1981 afectó a las 
exportaciones no petroleras, las cuales comenzaron a declinar hacia el segundo semestre de ese 
año. En esa coyuntura, el gobierno de México consideró la disminución del precio del petróleo 
como un fenómeno transitorio; por tanto, no juzgó necesario modificar las metas originales del 
programa económico de 1981, las cuales se habían establecido con base en supuestos muy 
optimistas respecto a la evolución del precio del petróleo65. 66 
Desde enero de 1981, el entonces subdirector General de Crédito Público, Carlos Sales, 
llamó al Director de Financiamiento Externo, José Ángel Gurría, para reconsiderar los 
requerimientos de endeudamiento externo para el año; en ese momento, Sales los estimó en 
10,000 millones de dólares. Ángel Gurría externó que ese monto resultaba descabellado y que 
técnicamente era casi imposible obtener del mercado internacional un endeudamiento tan 
abultado. Para abril, las estimaciones de Sales llegaron a 12,000 millones y al finalizar el primer 
 
64
 Ibídem, Pp. 22. 
65
 Para el programa económico de 1981 se estimó un aumento de 10% en el precio promedio del petróleo y un 
aumento en el volumen de exportación de 75%, con respecto al año anterior. 
66
 Gurría, José Angel, Op. Cit. Pp. 23 
 
32 
 
semestre, el endeudamiento autorizado para todo el año, de 5,000 millones de dólares, ya se había 
rebasado. En la segunda mitad de ese año, el sector público contrató 15,000 millones adicionales; 
esto es, un promedio diario de 100 millones de dólares, que sumados a los 5,000 del primer 
semestre dieron como resultado el endeudamiento cercano a 20,000 millones ejercidos durante 
1981. Estas estimaciones eran con base en algunos cálculos muy gruesos que el Subdirector 
General de la SHyCP hacía en su libreta de asuntos personales, que guardaba celosamente bajo 
llave en el cajón de su escritorio. Carlos Sales, Ángel Gurría y el resto de las autoridades 
hacendarías, jamás se imaginaron, ni en el peor de los escenarios, que los requerimientos de 
endeudamiento externo se frieran a disparar a tales niveles; pero tampoco se imaginaron que se 
pudiera contratar tal cantidad de endeudamiento. Hasta hoy Carlos Sales conserva su libreta de 
apuntes en la que todos sus cálculos siempre se quedaron cortos. Al cumplirse diez años del 
estallamiento de la crisis de la deuda, Ángel Gurría afirmó que aún a la fecha le continúa 
asombrando cómo fue posible contratar ese monto de endeudamiento con tantos bancos. 
Lo notable de esta campaña masiva de endeudamiento fue que, a pesar del gigantesco 
volumen de crédito contratado, se logró mantener cierto orden y control, lo cual impidió que las 
condiciones de contratación se deterioraran sustancialmente. La contratación de un monto de 
endeudamiento de tal magnitud requirió la participación activa de todas las entidades del sector 
público f en el mercado internacional; si bien, a fin de no contaminar el mercado, a ninguna 
entidad se le dio a conocer la estrategia y tampoco conocían cuáles eran los requerimientos 
totales del sector público. Asimismo, los bancos extranjeros, como no contaban con información 
suficiente, sino fragmentada y retrasada, no podían evaluar adecuadamente el riesgo y, por tanto, 
aumentar los costos o detener los créditos. Por otra parte, debido a la urgencia por la contratación 
de los recursos y la falta de tiempo para armar operaciones de mediano y largo plazos, se instruyó 
33 
 
a las entidades públicas para que tomaran todos los créditos disponibles, sin importar si eran de 
corto plazo.67 
La política antiinflacionaria norteamericana afectó también las tasas de interés 
internacionales, para llegar a niveles nunca antes registrados. De hecho, las tasas de interés 
internas, con el riesgo cambiario, resultaban ser inferiores a las que ofrecían en el exterior, por lo 
que una decisión racional para los ahorradores era justamente trasladar sus recursos al extranjero 
o por lo menos hacer sus depósitos en dólares, los denominados Mexdólares. El crédito a nivel 
mundial se redujo, y la banca internacional ―que había estado prestando sus recursos excedentes 
por la enorme liquidez internacional que habían generado el propio auge petrolero y políticas 
monetarias laxas ― comenzó a restringir sus créditos y volver los demás a corto plazo. Por tanto, 
la revolvencia de los créditos se volvió más incierta mientras que el pago de intereses y capital se 
volvió mucho más oneroso para los países deudores.68 
En el frente interno, el déficit público en México continuó aumentando. El gobierno 
mantuvo su política expansiva, de tal suerte que el gasto público creció este año 25.7% en 
términos reales, de 34.9 del PIB en 1980 a 40.6% en 1981, mientras que los ingresos públicos se 
mantuvieron prácticamente constantes como porcentaje del producto en poco más del 26%. Por 
tanto, el déficit fiscal creció en ese periodo de 8 a 14.3% del PIB, en donde los ingresospetroleros contribuyeron con el 25.9% de los ingresos totales del Gobierno Federal69. 
 
67
 Ibídem, Pp. 24. 
68
 Sánchez, Enrique Cárdenas, Op. Cit. Pp.641. 
69
 La contribución de PEMEX era mucho mayor si se consideran los subsidios implícitos de los combustibles. 
Considerando solamente el subsidio implícito de las gasolinas, la contribución de Pemex a los ingresos del Gobierno 
Federal en 1981 llegó a 32.6%. Enrique Cárdenas, Pemex y la macroeconomía mexicana 1938 2011, en Pemex 75 
años. La empresa, su gente y la economía mexicana, Quinta Chilla, México, 2012. 
34 
 
La expansión de PEMEX siguió acaparando también la mayor parte del ejercicio del 
gasto, mientras que la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP), al mando de Miguel de la 
Madrid, ejerció la mayor parte del gasto Federal en los primeros seis meses del año. Hacia 
mediados del año de 1981 se generó una divergencia entre las cifras del déficit que presentaba la 
SPP y las cifras que proporcionaba la Secretaría de Hacienda, cuyo titular era David Ibarra 
Muñoz, al gabinete económico.70 Las primeras eran mucho más optimistas al considerar un 
déficit público alrededor de un 9% del PIB, aparentemente por razones electorales, mientras que 
Hacienda calculaba que llegaría hasta el 12%. De acuerdo con José Ramón López Portillo, 
entonces subsecretario de Planeación del SPP, la diferencia de cifras significó mucho más que un 
simple diferendo de criterios o estadísticas. Obedeció la estrategia del precandidato a la 
presidencia De la Madrid para seguir aumentando el gasto público y así continuar "apoyando" el 
trabajo de los diversos secretarios y gobernadores, para aumentar sus posibilidades de ser 
nominado candidato, pero ocultando la información correspondiente al gabinete económico.71 
Ello llevo a discusiones fuertes dentro del gabinete económico. Por un lado, Hacienda y el 
Banco de México buscaban restringir el gasto público para atemperar el crecimiento del déficit 
fiscal, depreciar el tipo de cambio que ya mostraba una fuerte sobre evaluación para eliminar el 
déficit en la cuenta corriente, y elevar las tasas de interés para controlar el exceso de demanda 
agregada de la economía que estaba creciendo. 
 
70
 Para entonces ya habían perdido credibilidad Hacienda y el banco de México sobre la veracidad de las cifras. 
71
 Portillo, José Ramón López, El proceso que llevó a la nacionalización de los bancos, en Amparo Espinosa y 
Enrique Cárdenas editores, 1980, Pp. 231. 
35 
 
 1° de junio de 1981: salida de capitales 
Fueron tres acontecimientos importantes en este periodo: a) la caída internacional de los 
precios del petróleo –por parte de la OPEP–; b) el descenso de las exportaciones mexicanas de 
materias primas; y c) el aumento de las tasas de interés. 
A consecuencia de ello, se dio una enorme salida de capitales al exterior, que comprendía 
a su vez, la salida de dólares. 
Sin embargo, al darse el ajuste de precios de la OPEP y al decidir el Director de PEMEX 
Jorge Díaz Serrano, seguir los pasos de los países miembros de dicha organización, el Presidente 
decidió despedir a este último y obligo a la paraestatal –quien poseía el monopolio de la 
extracción producción y exportación de crudo– a poseer un precio alto (dos dólares más) de la 
mezcla mexicana hasta el 3 de agosto de 1981.72 
Como en el caso de la respuesta al cambio en los precios del petróleo, la asignación 
imperativa de seguir pidiendo créditos al exterior para sostener la balanza comercial y la fuga de 
dólares, tampoco sofocó la tensión, sino, por el contrario, la avivó; precisamente en ese año de 
1981, “el país utilizó más recursos externos que en todo el periodo de 1975-1980”73; es decir, 
México se endeudó más. 
Acorde con lo anterior, Jorge Díaz Serrano planteó lo siguiente: 
“[…] México llego tarde, por su propia situación industrial, al desarrollo de la 
industria petrolera. Esta industria a nivel mundial arrancó 70 años antes que la 
industria mexicana lo hiciera. […] El efecto fue que en 1960 empezamos a 
 
72
 Cancela, José Alejandro Guillen Reyes y Jaime Ángel Chama, Op. Cit. Pp.100. 
73 Herzog, Jesús Silva. A la distancia… recuerdos y testimonios. México: Océano, 2007, Pp, 52 
 
36 
 
importar petróleo y petrolíferos. Habíamos fracasado como operadores de la 
empresa petrolera, porque, siendo propietarios de muy buenos yacimientos, 
estábamos importando gas, ya que no se hizo ni se ha hecho nunca la 
infraestructura para su almacenamiento. 
[…] la industria petrolera es por sí misma alta generadora de empleos […], si 
miramos a nuestro alrededor encontramos algo petroquímico en nuestra ropa, 
tapetes, barnices, recubrimientos, pinturas, etcétera. 
[…] Para calcular las reservas no son necesarios muchos pozos, sino que la 
información de estos sea interpretada en forma adecuada por estudios geológicos 
y geofísicos de primera clase […] en las oficinas del Presidente electo, pedí que 
revaluaran las reservas a la cifra de 11,000 millones de barriles. La respuesta fue 
seca y concisa: las reservas eran de 6,300 millones de barriles y no se 
modificarían. 
[…] lo mismo aconteció con las reservas llamadas probables y, sobre todo, las 
potenciales, fundamentalmente para el futuro de cualquier país petrolero. De 
modo que conocíamos más la geología del país, y en general del Golfo de 
México, las reservas potenciales aumentaban de forma tal que nos hacían pensar 
en yacimientos similares a los de Medio Oriente.”74 
 
74
 Serrano, Jorge Díaz. Petróleo e Inversión Extranjera. Editado por Gabriel Ediciones. Conciencia mexicana, 1997, 
Pp. 227. 
37 
 
Por otro lado, la devaluación del peso fue planteada al Presidente el 8 de julio de 1981; 
era insostenible el tipo de cambio que estaba manejando, porque lo más barato en el mercado era 
comprar dólares, y la gente los compraba.75 
El desarrollo del petróleo significaba un costo neto para el gobierno mexicano debido a 
las altas inversiones requeridas para la exploración y la explotación. 
El petróleo no comenzaría a contribuir sustancialmente a los ingresos sino hasta 1981, 
precisamente el año que se inició el declive de los precios petroleros. Dentro de este lapso, este 
desarrollo estuvo basado en la deuda tanto interna como externa, principalmente en el mercado 
del Eurodólar que se estaba expandiendo aceleradamente debido al caudaloso flujo procedente de 
los países exportadores de petróleo. 
 Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial (Sepafin) 
En contraposición, la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial (Sepafin), que no 
quería interrumpir los proyectos de inversión en marcha, por no depreciar el tipo de cambio, 
argumentaba que ello no estimularía las exportaciones, que eran primordialmente petroleras, sino 
que solamente aumentaría los costos en pesos por las importaciones de bienes de capital, que 
apoyaba el crecimiento económico. Para controlar el deterioro de la balanza de pagos, 
la Sepafin proponía restringir las importaciones de bienes de consumo, cuya tasa de crecimiento 
estaba impulsando el deterioro de la balanza comercial hacia un colapso inminente. La SPP se 
encontraba, de acuerdo con testimonios de la época, mediando entre ambos mandos, y parece que 
la carrera por la candidatura presidencial, que estaba en su punto culminante, influyó a las 
 
75 Portillo, José López, Mis tiempos. Biografía política y testimonio político. México: Fernández Editores, 1988, Pp. 
107. 
 
38 
 
decisiones de política económica que se tomaron entonces.76 Al final, la decisión presidencial fue 
mantener el tipo de cambio fijo y enfrentar el deterioro de la balanza de pagos a través

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