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LIBRO Entrenamiento Medico en Rehabilitacion Horn y Steinmann - Gabriel Solís

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Hans-Georg Horn
Hans-Jürgen Steinmann
ENTRENAMIENTO
MÉDICO 
EN REHABILITACIÓN
todo el documento 6/12/04 13:33 Página 1
La obra, incluidas todas sus partes, tiene protegidos sus derechos de
autor. Toda utilización que sobrepase los estrictos límites de la ley
de propiedad intelectual sin permiso de la editorial está prohibida y
es legalmente punible. Esto rige sobre todo para reproducciones,
traducciones, microfilmado y el almacenamiento y procesado en sis-
temas informáticos.
© Urban & Fischer Verlag München-Jena 2001
Título original: Medizinisches Aufbautraining
Revisión técnica: Moisés Gangolells
Traducción: Gemma Perramon
Diseño de cubierta: David Carretero
© 2005, Hans-Georg Horn
Hans Jürgen Steinmann
Editorial Paidotribo
C/ Consejo de Ciento, 245 bis, 1º 1ª
08011 Barcelona
Tel.: 93 323 33 11 - Fax: 93 453 50 33
E-mail: paidotribo@paidotribo.com
http://www.paidotribo.com
Primera edición
ISBN: 84-8019-807-9
Fotocomposición: Bartolomé Sánchez de Haro
bartez@telefonica.net
Impreso en España por Sagrafic
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ÍNDICE
Prefacio, 7 
Prólogo a la 2.ª edición en alemán, 9
PRIMERA PARTE
Bases, condiciones y principios del entrenamiento médico
en rehabilitación, 11
1 Bases del entrenamiento médico en rehabilitación, 13
1.1 El entrenamiento médico de rehabilitación en la fisioterapia
ambulatoria ampliada (EAP), 13
1.2 Indicaciones del entrenamiento médico en rehabilitación, 17
1.3 Contraindicaciones y criterios de interrupción, 18
1.4 Prescripción facultativa y modalidades de pago en el ámbito de
la fisioterapia ambulatoria, 21
2 Aparatos, 23
2.1 Aparatos de entrenamiento de la resistencia, 23
2.2 Aparatos de entrenamiento secuencial, 29
2.3 Aparatos isocinéticos, 41
2.4 Peligros que entrañan los aparatos, 42
3 Principios del entrenamiento, 43
3.1 Elementos del entrenamiento médico en rehabilitación, 43
3.2 Exploración, estructuración del entrenamiento e instrucciones, 51
3.3 Fases del entrenamiento médico en rehabilitación, 57
3.4 Nutrición durante el entrenamiento, 63
3.5 Riesgos y peligros del entrenamiento médico en rehabilitación,
64
SEGUNDA PARTE
Formas de entrenamiento importantes en el marco del
entrenamiento médico en rehabilitación, 75
4 Estiramientos musculares, 77
4.1 Fundamentos, 77
4.2 Indicaciones para el autoestiramiento de los grupos musculares
principales, 81
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5 Entrenamiento de la coordinación, 87
5.1 Aspectos que intervienen en la coordinación, 87
5.2 Ejercicios para mejorar la coordinación, 89
6 Entrenamiento de los músculos del tronco, 105
6.1 Ejercicios de estabilización, 106
6.2 Fortalecimiento de los músculos rectos del abdomen, 110
6.3 Fortalecimiento de los músculos abdominales oblicuos del 
abdomen, 119
7 Entrenamiento con aparatos adaptado a la vida laboral
o deportiva, 125
7.1 Entrenamiento de rehabilitación adaptado a la vida laboral, 126
7.2 Entrenamiento de rehabilitación adaptado a la vida deportiva,
131
7.3 Entrenamiento propioceptivo sensomotor, 146
7.4 Entrenamiento propioceptivo adaptado al deporte, 147
7.5 Entrenamiento ECF en la rehabilitación médica laboral, 160
TERCERA PARTE
Entrenamiento médico en rehabilitación en el tratamiento
de los cuadros patológicos más frecuentes, 167
8 Entrenamiento médico en rehabilitación de las afeccio-
nes de la columna vertebral, 169
8.1 Hernia discal, 169
8.2 Espondilólisis y espondilolistesis, 179
8.3 Enfermedad de Bechterew, 180
8.4 Enfermedad de Scheuermann, 182
8.5 Escoliosis, 187
9 Entrenamiento médico en rehabilitación de afecciones
de la extremidad superior, 197
9.1 Hombro inestable/luxación recidivante del hombro, 197
9.2 Periartritis escapulohumeral, 216
9.3 Síndrome del tendón del supraespinoso, 216
9.4 Síndrome subacromial (impingement), 220
9.5 Síndrome de compresión de plexo braquial (thoracic outlet),
221
9.6 Rotura del manguito de los rotadores, 229
9.7 Rotura del tendón largo del bíceps, 231
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9.8 Fracturas braquiales y del hombro, 236
9.9 Lesiones de la articulación acromioclavicular, 239
9.10 Epicondilitis y epitrocleítis, 239
9.11 Fracturas diafisarias del antebrazo, 248
9.12 Fractura distal del radio, 249
10 Entrenamiento médico en rehabilitación de las lesio-
nes de la extremidad inferior, 251
10.1 Lesiones en la zona del pie, 251
10.2 Fracturas del tobillo y de la pierna, 252
10.3 Fracturas y lesiones en la zona de la rodilla, 267
10.4 Fracturas y lesiones en la zona del muslo y de la cadera, 280
11 Entrenamiento médico en rehabilitación de las afeccio-
nes y las lesiones medulares, 293
11.1 Enfermedades cardiovasculares, 293
11.2 Lesiones medulares, 297
CUARTA PARTE
Formas de entrenamiento complementarias y técnicas de
fisioterapia, 305
12 Hidrocinesiterapia, 307
12.1 Ejercicios para la extremidad inferior, 309
12.2 Ejercicios para la extremidad superior, 313
12.3 Ejercicios para el tronco, 315
13 Programa de ejercicios para hacer en casa, 319
13.1 Ejercicios con la banda elástica, 321
13.2 Ejercicios con el balón gigante, 325
14 Entrenamiento médico en rehabilitación y técnicas de 
tratamiento en la fisioterapia, 331
14.1 Facilitación neuromuscular propioceptiva, 331
14.2 Técnica de facilitación de Brunkow, 336
14.3 Tratamiento tridimensional de la escoliosis de Schroth, 340
14.4 Técnica de acortamiento del pie de Janda, 341
14.5 Terapia manual, 346
14.6 Masaje clásico, 348
14.7 Masaje transverso profundo de Cyriax (deep friction), 349
14.8 Masaje funcional de Evjenth, 350
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14.9 Masaje especial de Schobert, 350
14.10 Drenaje linfático manual, 351
14.11 Crioterapia, 352
14.12 Termoterapia, 355
14.13 Electroterapia, 355
14.14 Kinesio-tape, 357
14.15 Vendajes funcionales en el aparato locomotor, 359
(vendajes funcionales clásicos)
Índice alfabético, 361
Todo sobre los autores, 365
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7
PREFACIO
El libro Entrenamiento médico en rehabilitación presenta por pri-
mera vez un entrenamiento de este tipo que, además de todos los
aspectos de fisioterapia, tiene en cuenta también la equilibración
de los movimientos de compensación, las superficies de apoyo
adecuadas y las fuerzas de contraapoyo. En las fases más posterio-
res se presenta el entrenamiento terapéutico de secuencias motoras
adaptadas a la vida laboral o deportiva.
En este sentido, es obligatorio efectuar un profundo análisis de las
secuencias motoras reales en la vida laboral. El entrenamiento
objetivado de los patrones motores más débiles o de la musculatu-
ra afectada permite que la articulación pueda trabajar en una posi-
ción mas centrada, lo que posibilita a su vez realizar secuencias
motoras más económicas, aumentar el rendimiento y reducir al
máximo el riesgo de lesión.
Los autores aplican desde hace mucho tiempo esta idea del entre-
namiento adaptado a la vida laboral y deportiva con los deportis-
tas que están a su cargo. Aplicando los programas de calentamien-
to y enfriamiento especiales para deportistas y los diferentes apa-
ratos de entrenamiento de forma intencionada y razonada, se
puede reducir notablemente el número de lesiones sufridas, tanto
a nivel muscular como articular.
El libro que les presentamos es fácil de comprender a pesar de ser
un libro de aplicación terapéutica, y también fácil de aplicar, pues
los ejercicios se describen de forma clara y precisa.
Es, en conjunto, un libro que deseamos que sea bien acogido por
el público.
Dr. Reinhard Vogel
Médico ortopeda
Equipo médico del Equipo Nacional junior de la Federación de
Hockey Alemana
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9
PRÓLOGO A LA 2.ª EDICIÓN
Con la publicación de la primera edición del libro Entrenamiento
médico en rehabilitación hemos respondido a la demanda de
muchos compañeros nuestros de profesión. La positiva acogida
que se le ha dado nos ha motivado a trabajar en esta segunda edi-
ción.Durante el tiempo transcurrido, se han desarrollado nuevas
tendencias que compartimos plenamente. En este sentido, en esta
edición hemos dedicado un capítulo a la rehabilitación adaptada a
la vida profesional que incluye un programa de rehabilitación
orientado estrictamente al rendimiento funcional en el mundo
laboral y que se lleva a cabo con los aparatos de trabajo necesarios.
Esta segunda edición integra además algunos aspectos para mejo-
rar la coordinación neuromuscular que pretenden ser un estímulo
para la fantasía y la variedad en la rehabilitación.
Asimismo, se ha presentado el kinesiotape como nueva terapia.
Esperamos que esta edición goce de la misma acogida que la pri-
mera. Recibiremos con mucho gusto todo tipo de críticas construc-
tivas y sugerencias.
Nos gustaría agradecer a todos nuestros lectores las sugerencias
que hemos recibido; han sido tenidas en cuenta y hemos reflexio-
nado sobre ellas.
Por otra parte, nos gustaría mostrar también nuestro agradecimien-
to a la empresa HAIDER BIOSWING por los aparatos de trabajo de la
propiocepción PROPIOMED y POSTUROMED, puestos a nuestra dispo-
sición.
Bad Oeynhausen
H.-G. Horn y H.-J. Steinmann
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BASES, CONDICIONES 
Y PRINCIPIOS DEL 
ENTRENAMIENTO 
MÉDICO EN 
REHABILITACIÓN
PRIMERA PARTE
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13
BASES DEL ENTRENA-
MIENTO MÉDICO EN
REHABILITACIÓN
El entrenamiento médico en rehabilitación es la continuación de la
terapia de entrenamiento médico de Gustavsen. Enseñando a reali-
zar movimientos fisiológicos y entrenando la fuerza y resistencia
musculares y la coordinación, se lleva a cabo una rehabilitación
específica adaptada a la vida laboral o deportiva. Estos ejercicios,
realizados con un claro objetivo, también sirven como prevención
ante la aparición de nuevas sobrecargas o lesiones.
El entrenamiento médico en rehabilitación es, junto con la terapia
física y la fisioterapia, el tercer puntal de la fisioterapia ambulato-
ria ampliada, FAA (EAP = Erweiterte Ambulante Physioterapie
[en alemán]). La FAA se lleva a cabo de forma ambulante cada día
durante varias horas. Las entidades que asumen los costes suelen
ser las mutuas médicas y las profesionales. Los responsables de la
mutua serán los encargados de organizar las pautas de colabora-
ción entre masajistas, fisioterapeutas y educadores físicos a fin de
garantizar una terapia compleja que abarque todos los aspectos.
Los grupos diana son pacientes con afectaciones funcionales gra-
ves del aparato locomotor y pacientes que padezcan enfermedades
internas de consideración.
PARTICIPACIÓN MÉDICA
El centro en el que se realiza el entrenamiento médico debe cola-
borar estrechamente con el médico. Éste deberá tener experiencia
en aspectos prácticos del tratamiento en la FAA y en el tratamien-
to médico. La normativa de colaboración, que será fijada contrac-
1.1 EL ENTRENAMIENTO MÉDICO DE REHABILITACIÓN
EN LA FISIOTERAPIA AMBULANTORIA AMPLIADA
1
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1
tualmente de forma bien precisa, debe contener, entre otros, los
siguientes acuerdos:
�El médico tendrá que atender cualquier consulta médica del
centro a corto plazo.
�Tomará parte en el establecimiento del plan de tratamiento.
�Estará disponible para realizar cualquier tipo de intervención
médica que sea necesaria.
�El médico también será el responsable de aconsejar al equipo
de la FAA sobre los aspectos específicos que tengan una rela-
ción directa con las indicaciones del tratamiento.
�También deberá apoyar al centro a la hora de conseguir las
pruebas o documentos médicos necesarios, respetando siempre
el secreto profesional y la protección de datos.
EQUIPO DE TRATAMIENTO
La FAA se lleva normalmente a término en instalaciones adecua-
das para su fin. El equipo de tratamiento lo forman, además del
médico, fisioterapeutas, masajistas, masajistas socorristas médicos
–si hace falta también ergoterapeutas– y educadores físicos.
Cualificación profesional de los terapeutas
Los miembros del equipo de terapeutas deberán cumplir unos
requisitos determinados para poder realizar entrenamientos de
rehabilitación dentro del marco de la FAA.
SALAS DE TRATAMIENTO Y DE 
ENTRENAMIENTO
Para obtener la autorización como centro de tratamiento de FAA,
los centros deberán cumplir una serie de requisitos en lo que res-
pecta a las instalaciones. El centro habrá de disponer de las
siguientes salas:
�Sala de terapia para tratamientos individuales.
�Sala de fisioterapia con una superficie mínima de 40 m2.
�Sala de entrenamiento médico de rehabilitación con una super-
ficie mínima de 80 m2.
�Cabina de tratamiento con camilla (superficie de la cabina de
al menos 6 m2).
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�Sala para el médico, que también sea adecuada para los prime-
ros auxilios.
�Sala de descanso o de estancia.
�Sala de espera.
�Lavabos, duchas y vestuarios para los pacientes.
Si la sala de fisioterapia y de entrenamiento estuvieran juntas, la
superficie mínima deberia ser de 110 m2. La amplitud de las salas
debe estar en relación con el número de pacientes que se puedan
tratar.
EQUIPAMIENTO
La condición básica para poder realizar el tratamiento dentro del
marco de la FAA es disponer del equipamiento necesario con los
correspondientes aparatos de tratamiento y de entrenamiento.
Aparatos de entrenamiento
Para autorizar un centro de FAA, éste debe disponer como mínimo
de los siguientes aparatos (véase el cap. 2):
�Seis aparatos de entrenamiento secuencial (dos para el entrena-
miento de la parte superior del cuerpo, dos para el de la parte
inferior y dos para el tronco).
�Un aparato isocinético para diagnósticos y terapias, que pueda
aplicarse a todas las articulaciones.
�Un ergómetro de aplicación al tren superior (bicicleta estática)
�Un ergómetro de aplicación al tren inferior.
�Una cinta para correr.
�Un stepper.
�Un aparato de remo.
�Una colchoneta de 1,5 x 2 m2 de superficie y 30 cm de grosor.
�Un pequeño trampolín.
�Colchonetas individuales.
Las instalaciones que estén destinadas a la terapia de entrenamien-
to médico no podrán ser usadas por otros clientes mientras en ella
se estén realizando tratamientos.
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�Diversos aparatos pequeños.
Aparatos para la terapia
Según la normativa BG (Berufsgenossenschaften, de la asociación
profesional) para la FAA, los centros deben disponer de las si-
guientes posibilidades de tratamiento:
�Aplicación de crioterapia y termoterapia.
� Jaula de Roche.
�Tratamientos individuales que apliquen terapia física y fisiote-
rapia.
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El entrenamiento médico en rehabilitación es un tipo de terapia
adecuada para diferentes cuadros morbosos. La siguiente lista de
indicaciones nombra enfermedades o afectaciones a las que nor-
malmente se aplica el entrenamiento médico de rehabilitación, así
como el promedio de tratamientos que se llevan a cabo habitual-
mente.
INDICACIONES ORTOPÉDICAS 
Y QUIRÚRGICAS
Tronco
�Lesiones de los discos intervertebrales (tratamiento quirúr-
gico): 24-34 sesiones.
�Lesiones de los discos intervertebrales (tratamiento conser-
vador): según la evolución sintomática y el desarrollo de la
terapia.
�Escoliosis: según la evolución, el grado de desviación y el
desarrollo de la terapia.
�Espondilolistesis, espondilólisis: 30-40 sesiones.
Extremidad superior
�Rotura del manguito de los rotadores (tratamiento quirúr-
gico): 30-36 sesiones.
�Rotura del manguito de los rotadores (tratamiento conser-
vador): 24-30 sesiones.
�Luxación del hombro: 24-30 sesiones.
�Síndrome del impingement o subacromial: 24-30 sesiones.
�Fracturas: según el desarrollo del tratamiento.
Extremidad inferior
�Prótesis de cadera o de rodilla: según se desarrolle el trata-
miento.
�Fracturas: según el desarrollo del tratamiento.
�Rotura de los ligamentoscruzados (tratamiento quirúrgi-
co): 36-42 sesiones.
�Lesión o rotura de los ligamentos cruzados (tratamiento
conservador): 36-43 sesiones.
1.2 INDICACIONES DEL ENTRENAMIENTO
MÉDICO EN REHABILITACIÓN
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�Lesión de los ligamentos laterales (tratamiento conserva-
dor): 24-30 sesiones. 
�Resección parcial de los meniscos por artroscopia: 18-24
sesiones.
�Limpieza articular (por artroscopia, eliminación de ratones
articulares, alisamiento del cartílago y eliminación de las lesio-
nes situadas en las estructuras articulares internas): 24-36 se-
siones de tratamiento.
�Condropatía de la rótula (tratamiento conservador): 24-36
sesiones.
�Rotura del tendón de Aquiles (tratamiento quirúrgico): 30-
36 sesiones.
�Rotura del tendón de Aquiles (tratamiento conservador):
24-30 sesiones.
�Rotura ligamentaria en la articulación del tobillo: 18-24
sesiones.
�Secuelas postoperatorias o postraumáticas: 24-30 sesio-
nes.
INDICACIONES EN MEDICINA INTERNA
�Presión arterial elevada.
�Estado del paciente después de sufrir un infarto de miocardio.
�Estado del paciente después de una cirugía de revasculariza-
ción.
ENFERMEDADES CONCOMITANTES DE
RELEVANCIA PARA LA TERAPIA Y LA
MEDICACIÓN
Enfermedades concomitantes
Hay enfermedades que, sin ser una indicación para realizar el
entrenamiento médico en rehabilitación, pueden tener importantes
efectos sobre la terapia. En algunos casos graves, incluso pueden
llegar a representar una contraindicación para el entrenamiento.
1.3. CONTRAINDICACIONES Y CRITERIOS DE 
INTERRUPCIÓN
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Diabetes mellitus: pueden aparecer trastornos de la propiocep-
ción. En las polineuropatías diabéticas pueden existir trastornos
sensitivos, como por ejemplo una disminución de la sensación de
dolor.
Enfermedades cardíacas y pulmonares avanzadas: la capaci-
dad de esfuerzo está muy reducida; no se pueden realizar ejercicios
de mucha fuerza o isométricos de todo el cuerpo.
Hemofilia: existe un alto riesgo de formación de hematomas o de
hemorragias articulares. Lo mismo ocurre con los pacientes con
trastornos de la coagulación.
Osteoporosis: la estabilidad de los huesos es menor; hay un alto
riesgo de fracturas.
Trastornos de la circulación periférica: a causa de la disminu-
ción de la irrigación en los tejidos periféricos, los pacientes pade-
cen frecuentemente enfermedades de la piel y muchas veces tam-
bién es difícil que cicatricen las heridas.
Medicación importante para la terapia
A causa de tomar determinados medicamentos, el cuerpo puede
verse influenciado, de forma que realizar el entrenamiento médico
suponga un alto riesgo o que ya no se nos permita de entrada apli-
car el tratamiento.
Betabloqueantes: los valores del pulso pueden cambiar, de modo
que no sea posible valorar correctamente el efecto del esfuerzo rea-
lizado. Además, la medicación puede provocar que la frecuencia
cardíaca no aumente de acuerdo con la carga.
Analgésicos: la sensación de dolor está disminuida, de forma que
la aparición del mismo por sobrecarga o por la mala ejecución de
un ejercicio se percibirá demasiado tarde. También disminuye la
capacidad de reacción.
Anticoagulantes: debido a la disminución de la coagulación se
pueden formar pequeños hematomas y hasta hemorragias articula-
res (véase hemofilia en el subapartado anterior).
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CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS
Puede haber distintos estados del paciente que, sin tener relación
directa alguna con su enfermedad, no nos permitan realizar el
entrenamiento médico en rehabilitación. En estos casos, deberá
aplazarse el inicio del tratamiento e incluso anular su realización.
Esto será válido, esencialmente, para:
�Lesiones de las partes blandas o problemas de cicatriza-
ción.
�Estados en los que el paciente tenga mucho dolor.
�Limitaciones de movimiento importantes de las articulacio-
nes sujetas a tratamiento.
�Lesiones agudas.
� Inflamaciones articulares agudas.
�Derrames articulares.
�Enfermedades genéricas que no permitan efectuar el trata-
miento; por ejemplo, estados febriles o enfermedades infeccio-
sas.
�Consumo de alcohol.
CRITERIOS DE INTERRUPCIÓN DEL
TRATAMIENTO
Durante el tratamiento, el estado del paciente puede empeorar
repentinamente. En estos casos, el tratamiento ya empezado debe-
rá interrumpirse inmediatamente. Las causas de interrupción son:
� Agotamiento del paciente.
�Dísnea clara.
�Cianosis.
�Dolores pectorales en aumento.
� Muestras de pérdida de la conciencia.
�Presión arterial alta: presión sistólica de más de 250 mm Hg
y subida de la presión diastólica por encima de los 120 mm Hg.
�Aumento de la frecuencia cardíaca por encima de los nive-
les establecidos para la edad y el nivel de tratamiento.
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En caso de duda, siempre se tomará la precaución de interrumpir
el tratamiento. Si las molestias persistieran, deberá consultarse a
un médico.
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS
Si los problemas nombrados se manifestasen en el paciente de
forma menos acentuda, y siempre que se tenga en cuenta en todo
momento el estado en el que se encuentre, podremos realizar el
entrenamiento. Ante los siguientes problemas, deberá decidirse
individualmente si se puede o no entrenar, además de observar con
atención cualquier reacción del paciente:
�Estados de dolor.
�Limitaciones del movimiento.
�Derrames articulares.
�Sinovitis.
�Sentimiento subjetivo de sentirse mal, por ejemplo, mareo,
menstruación o cansancio.
Prescripción facultativa
El médico, ya sea el de cabecera o el de la mutua laboral, será el
encargado de prescribir el tratamiento según los criterios apropia-
dos. El tratamiento de la FAA estará limitado a cuatro semanas. El
médico responsable del mismo y del seguimiento del paciente
deberá argumentar el motivo por el que se deba continuar un trata-
miento en los pacientes cuyos síntomas no hayan remitido.
Reembolso
El reembolso se efectuará de acuerdo con el cumplimiento de las
tarifas establecidas por las mutuas de trabajo y la administración.
La base del reembolso son las prestaciones individuales.
1.4 PRESCRIPCIÓN FACULTATIVA 
Y MODALIDADES DE PAGO EN EL ÁMBITO
DE LA FISIOTERAPIA AMBULATORIA
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El mercado de fabricantes de aparatos es muy extenso y se de-
sarrolla muy rápidamente. Para tener una visión amplia de lo que
hay en él, es aconsejable visitar la Feria Internacional de Fitness
y Ocio (FIBO). La relación calidad-precio también varia notable-
mente entre los distintos aparatos. Cada terapeuta debe valorar
individualmente sus necesidades y decidir con qué aparatos quie-
re trabajar.
APARATOS2
2.1 APARATOS DE ENTRENAMIENTO DE LA
RESISTENCIA
Los ergómetros que se utilicen para aplicaciones terapéuticas en
hospitales, balnearios o centros de salud deberán cumplir la nor-
mativa DIN 32932 de la clase A.
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Bicicleta estática (ergómetro de aplicación al
tren inferior, Trimmrad)
Figura 2.1 Bicicleta
estática
La resistencia la ofrecen frenos de cintas, de disco o de corrientes
parásitas y la suavidad de la marcha está garantizada por un volan-
te de impulsión. El peso de éste determina la oscilación: cuanto
más pese el disco volante, más tranquilo y regular será el pedaleo.
Se debe poder dirigir exactamente la carga de entrenamiento (tiem-
po, resistencia o distancia) y controlar el rendimiento (indicación
de la distancia recorrida, del tiempo y del rendimiento en vatios).
Hay que regular el sillín y el manillar de forma que:
�En el punto más bajo de los pedales, las rodillas queden flexio-
nadas a unos 10O.
�Sea posible mantener el tronco erguido y con una posición
correcta de la columna.
Entre los accesorios del aparato debería haber pedales regulables o
asimétricos, para que las personas con restricciones de movilidad
importantes o con marcadas asimetríasen las piernas también pue-
dan entrenarse.
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2
Ergómetro de aplicación al tren superior
(ergómetro de manivela)
Figura 2.2 Ergómetro de
aplicación al tren superior
En el ergómetro de manivela o de aplicación al tren superior, la
longitud de las manivelas debe poder regularse a la medida del
paciente. También el asiento tiene que ser regulable, tanto en la
altura como en su distancia de la manivela, para garantizar que 
la posición de trabajo sea lo más económica posible. Lo ideal es
disponer de un ergómetro en el que también puedan entrenarse per-
sonas que vayan en silla de ruedas.
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Cinta para correr (tapiz rodante)
Figura 2.3 Cinta para
correr
Una buena cinta para correr debe disponer de una superficie para
este fin lo bastante ancha y larga. Tiene que garantizar un aumen-
to gradual de la velocidad y un funcionamiento regular y suave.
Además, es mejor si podemos regular automáticamente el ángulo
de inclinación de la cinta. Los mejores aparatos de esta categoría
ofrecen pendientes de hasta el 25% y velocidades de hasta 
25 km/h, de manera que puedan servir también para entrenar a
deportistas de alto nivel.
El display (contador) debería informar de la velocidad, de la dis-
tancia recorrida, del tiempo de carrera, del rendimiento y de la
carga. Estos valores deberían programarse previamente y de forma
individual.
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2
Stepper
Figura 2.4 Stepper
El stepper puede compararse con una cinta para correr situada ver-
ticalmente, ya que exige la realización de secuencias motoras pare-
cidas a las de la carrera. El aparato debería disponer de barras de
sujeción laterales, ya que los movimientos en él son muy exigen-
tes en cuanto a la coordinación y el equilibrio. Por este motivo el
paciente debería iniciar un entrenamiento de este tipo tan sólo si
dispone de un buen sentido del equilibrio y puede mantener la
posición erguida de forma segura.
Al utilizar el stepper no deberíamos apoyarnos con los brazos, ya
que la mayoría de los aparatos miden y calculan la carga en fun-
ción del peso corporal indicado. Si apoyamos el peso corporal
incorrectamente, falsearemos el entrenamiento.
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2
Remo
Figura 2.5 Remo
La secuencia motora efectuada en la máquina de remo debería imi-
tar exactamente el movimiento que se hace al remar. El movimien-
to parte de una posición en ligera flexión anterior del tronco, con
las piernas flexionadas y los brazos extendidos. La aplicación de la
fuerza se inicia en las piernas, y los brazos y la parte superior del
cuerpo se incorporan al movimiento a la vez que se extienden las
rodillas.
El movimiento ha de ser fluido. Realizar el movimiento de forma
súbita puede suponer una importante sobrecarga de las regiones
lumbar y toracolumbar. También se debe controlar que no se lle-
gue en ningún caso a la extensión completa de las rodillas, ya que
esto comportaría un aumento de la carga que sufren las estructu-
ras capsulares de las vertebras dorsales. Siempre que el movimien-
to de remo se haga adecuadamente, el entrenamiento en esta
máquina será muy efectivo, ya que todo el cuerpo participa en el
movimiento.
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29
2
2.2 APARATOS DE ENTRENAMIENTO SECUENCIAL
Músculo cuádriceps femoral.
� Sedestación con el tronco enderezado; si es necesario colocaremos
una almohadilla para la lordosis.
� Adaptar el eje de giro del aparato al eje articular de las rodillas.
� Colocar el cojín de las piernas a la altura deseada.
Musculatura entrenada
Posición de partida y 
colocación del aparato
Extensor de rodillas
Figura 2.6 Extensor de 
rodillas
Extender las rodillas y flexionarlas de forma controlada en el movimien-
to de retorno.
La distancia entre el cojín que opone la resistencia en las piernas y el
eje de las rodillas está en relación directa con la carga de cizallamiento
que actúa sobre la rodilla. Cuanto más lejos esté del eje de las rodillas,
mayores serán las fuerzas de cizallamiento que afectarán a la articula-
ción.
� Si el peso es demasiado grande, se producen un movimiento de com-
pensación en la columna lumbar y una extensión simultánea de las
caderas 
� Si la resistencia que oponemos es demasiado grande o demasiado dis-
tal, tienen lugar un importante desplazamiento ventral de la meseta
tibial y una importante presión en la superficie de deslizamiento retro-
patelar, que tendrán como resultado una sobrecarga de la parte ven-
tral de la cápsula y del ligamento cruzado anterior.
Realización del 
movimiento 
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
todo el documento 6/12/04 13:33 Página 29
Músculos bíceps femoral, semitendinoso, semimembranoso y gastrocne-
mio.
� En decúbito prono sobre el asiento tapizado, con la articulación de la
cadera justo encima del punto de inflexión.
� Adaptar el eje del aparato al eje de la articulación de la rodilla.
� Regular el cojín de la piernas a la longitud de palanca deseada.
Posición de partida y 
colocación del aparato
Musculatura entrenada
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
30
2
Flexionar al máximo las piernas por la articulación de la rodilla. Efectuar
el movimiento de retorno de forma controlada.
Si la palanca es demasiado larga o hay demasiado peso, se producirá un
movimiento de compensación de la columna lumbar en hiperlordosis,
acompañado de una flexión de cadera. Si esto ocurriera, la zona de tran-
sición lumbosacra, la articulación sacroilíaca y la charnela dorsolumbar se
verían sometidas a una carga excesiva.
Flexor de rodillas (flexor de piernas, aparato de
entrenamiento de los isquiotibiales)
Figura 2.7 Flexor de
rodillas 
Realización del 
movimiento 
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31
2
Legpress
(prensa de piernas, empuje funcional)
Figura 2.8 Legpress
Mm. cuádriceps femoral, semimembranoso, semitendinoso, bíceps femo-
ral, glúteos mayor, menor y medio, aductores, tensor de la fascia lata, rota-
dores de la cadera, tríceps sural, tibial anterior y peroneos.
� En decúbito supino encima del aparato con los pies en ligera flexión
plantar y separados siguiendo el eje de las caderas; la planta de los pies
debe estar completamente en contacto con la plataforma de apoyo.
� Regular el carro a la flexión de rodilla y cadera deseadas (máxima
efectividad del entrenamiento a 90º de flexión).
� Regular la amplitud del recorrido hacia la extensión con la palanca
correspondiente.
Extender la rodilla y la cadera y efectuar el movimiento de retorno de
forma controlada. En la fase final de la extensión debe mantenerse una
flexión de la rodilla de unos 10º. No se debería realizar una flexión de la
cadera superior a 90º.
Si utilizamos pesos demasiado grandes o se realiza el movimiento in-
correctamente, las articulaciones del tobillo, de la rodilla y de la cadera
se sobrecargan. Como consecuencia, pueden aparecer molestias en el
menisco y dolor en la zona de inserción del ligamento rotuliano o en la
ingle (sobrecarga de la articulación de la cadera). Dado que el movimien-
to se hace en una posición estirada, se carga muy poco la columna y se
mantiene la estática global.
Musculatura entrenada
Posición de partida y 
colocación del aparato
Realización del 
movimiento 
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
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Músculos romboides, trapecio (porciones ascendente y transversa), re-
dondo menor, infraspinoso y porción posterior del deltoides.
� Sedestación con el tronco enderezado; adaptar individualmente el
cojín para la lordosis lumbar y cervical.
� Regular el asiento de tal forma que las rodillas se encuentren más
bajas que la pelvis.
� Ajustar el soporte para los brazos a la medida correcta de hombros
y codos.
� Ajustar la extensión del movimiento en estiramiento previo de los
aductores y la posición final de los abductores.
� Fijar activamente la posiciónde la pelvis empujando con los talones.
Colocar los brazos en los soportes del butterfly. Llevar ambos brazos
hacia atrás de forma lenta y regular. En el movimiento de retorno, llevar
los brazos de forma controlada hasta un poco antes de la posición de
partida.
Si el peso es demasiado grande o la realización del movimiento es in-
correcta, obtendremos un aumento de la lordosis cervical. Al mismo
tiempo, se producirá una sobrecarga de la cápsula de la articulación gleno-
humeral, así como de las articulaciones acromio y esternoclavicular.
Musculatura entrenada
Posición de partida y 
colocación del aparato
Realización del 
movimiento 
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
Revers butterfly (estabilizador postural, aparato
de entrenamiento de los romboides)
Figura 2.9 Revers
Butterfly
32
2
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33
2
Aparato de entrenamiento del dorsal ancho
(pull-down, fijador de la escápula.
Figura 2.10 Aparato de
entrenamiento del 
dorsal ancho
Músculo dorsal ancho, redondo mayor, romboides; todas las porciones
del trapecio, deltoides, infraespinoso, subescapular y bíceps braquial.
� Sedestación con el tronco enderezado.
� Ajustar individualmente las almohadas cervicales y lumbares.
� Ajustar el límite del movimiento en estiramiento previo y en la direc-
ción de la tracción.
� Las manos pueden coger en pronación (el dorso de la mano mira
hacia el rostro), en posición neutra (el pulgar señala hacia el rostro),
o en supinación (la palma de la mano mira hacia el rostro).
� Llevar el codo hacia una ligera flexión y mantener la posición.
� Fijar la posición en sedestación empujando bien los talones.
Musculatura entrenada
Posición de partida y 
colocación del aparato
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34
2
En la primera fase del movimiento, llevar las escápulas hacia la columna y
después traccionar de forma regular y lenta del brazo del aparato hacia
abajo. En la fase de retorno del movimiento, llevar los brazos hasta la
posición de partida de forma controlada y frenando. No se deben exten-
der completamente los codos en ningún caso.
Si realizamos el movimiento incorrectamente con un peso excesivo,
obtendremos los siguientes fallos:
� Extensión del movimiento a la columna cervical y dorsal.
� Flexión anterior de la parte superior del tronco en un intento de rea-
lizar “más fuerza”.
� Importante carga de las estructuras anteriores de la articulación del
hombro.
� Aumento de la solicitación de las inserciones musculares, del múscu-
lo bíceps braquial y del supraespinoso.
� Aumento de la compresión de las articulaciones esternoclavicular y
acromioclavicular.
� Aumento de la presión sobre las estructuras cartilaginosas esterno-
costales.
� Carga de tracción en las articulaciones costovertebrales.
Realización del 
movimiento 
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
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35
2
Aparato de extensión del brazo (aparato de
entrenamiento del tríceps, aparato Dip)
Figura 2.11 Aparato de
entrenamiento
del tríceps
Músculo tríceps braquial; si se entrena con los codos extendidos, enton-
ces el movimiento parte de los hombros y también se entrenan el bíceps
braquial, el deltoides, el dorsal ancho, el redondo mayor, el pectoral
mayor, el trapecio y el subescapular.
� Sedestación con el tronco enderezado.
� Ajustar los cojines cervicales y lumbares.
� Ajustar la altura del asiento de forma que las rodillas estén más bajas
que la pelvis.
� Sujetar la barra con las manos en posición neutra (el pulgar señala
hacia delante) o en pronación (el dorso de la mano señala hacia delan-
te).
� Codo flexionado.
� Fijar la posición en sedestación empujando con los talones.
Musculatura entrenada
Posición de partida y 
colocación del aparato
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36
2
Preparación
Cuando nos sentemos en el aparato, hay que coger los brazos de éste y
presionar hacia abajo con los codos casi extendidos. Después, flexionar
lentamente los codos y llevar el brazo del aparato de esta forma, frena-
do y guiado, hasta la posición de partida.
Realización
� Aproximar las escápulas a la columna, evitando la elevación de una o
de ambas.
� Llevar el codo casi hasta la extensión.
� El movimiento de retorno se efectúa lentamente hasta la posición de
partida, sin que se levanten los hombros.
Si aplicamos pesos demasiado grandes, la parte superior del cuerpo se
flexionará hacia delante. El peso corporal debe ayudarnos a superar el
peso. Éste tendrá como consecuencia la aparición de cargas incorrectas:
� Fuerte carga de presión de los discos intervertebrales dorsales.
� Aumento de la compresión de la bolsa subacromial.
� Estrechamiento del espacio subacromial.
� Aumento de la presión en las articulaciones acromioclavicular y ester-
noclavicular.
� Sobrecarga de la inserción del m. tríceps braquial.
� Aumento de la carga de compresión en la articulación humerocubital.
Realización del 
movimiento 
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
todo el documento 6/12/04 13:33 Página 36
37
2
Aparato de entrenamiento de los músculos de
la espalda (extensores del tronco, banco de
hiperextensión)
Figura 2.12 Banco de
hiperextensión
Todas las porciones del músculo erector de la columna; también los .glú-
teo mayor, dorsal ancho todas las porciones del trapecio, esternocleido-
mastoideo y el elevador de la escápula.
� Decúbito prono encima del aparato.
� La cabeza en la línea de prolongación de la columna, la nariz apuntan-
do hacia el suelo y la columna cervical en posición neutra.
� Graduar la plataforma de la cadera a la medida del muslo.
� Graduar la plataforma de los pies a la medida de la pierna.
� Colocar la plataforma del tronco de forma que el cuerpo quede situa-
do en un ángulo que garantice el mejor entrenamiento de los diferen-
tes segmentos de la columna.
La posición de los brazos es variable e influye en la carga:
� Carga mínima: las manos cruzadas detrás de la espalda.
� Poca carga: brazos al lado del cuerpo en máxima rotación externa,
y las manos en extensión (los pulgares señalan hacia el techo).
� Carga media: las manos entrecruzadas detrás de la nuca o sobre la
cabeza; el dorso de la mano mira hacia delante.
� Carga máxima: los brazos en U, prolongando el eje de los hombros
y los codos flexionados; los antrebrazos miran hacia delante (los pul-
gares señalan hacia el techo).
Musculatura entrenada
Posición de partida y 
colocación del aparato
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38
2
La parte superior del tronco se levanta de la posición de flexión anterior
hasta que la columna vertebral alcance la posición neutra. En la fase de
retorno, el cuerpo regresa lentamente a la posición de partida.
Uno de los fallos que se cometen frecuentemente es la elevación dema-
siado rápida del tronco. En este caso, se provoca una carga excesiva de la
charnela lumbosacra y de las articulaciones sacroilíacas.
Realización del 
movimiento 
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
todo el documento 6/12/04 13:33 Página 38
Músculos oblícuo externo, oblícuo interno, recto del abdomen, transver-
so del abdomen y cuadrado lumbar.
Musculatura entrenada
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2
Aparato de entrenamiento de los abdominales
(flexor del tronco, crunchbank, sit up)
Figura 2.13 Aparato de
entrenamiento de los
abdominales
� Decúbito supino sobre el aparato.
� Graduar la plataforma de los pies a la medida de la longitud de los
muslos.
� Graduar la posición de estiramiento previo variando el ángulo de
apoyo del cuerpo.
La colocación de los brazos es variable e influye en la carga:
� Carga mínima: los brazos al lado del cuerpo.
� Carga media: los brazos cruzados sobre el pecho.
� Carga máxima: las manos entrecruzadas detrás de la cabeza; los
codos señalan hacia fuera.
Enrollar el cuerpo lentamente, vértebra a vértebra. La caja torácica y la
pelvis se acercan, sin que la columna lumbar se levante de la superficie de
apoyo. En la fase de retorno, apoyarde nuevo vértebra a vértebra hasta
llegar a la posición de partida.
Si el movimiento se realiza de forma demasiado rápida e incontrolada se
produce una sobrecarga del origen y la inserción del músculo recto del
abdomen. Simultáneamente, las estructuras intervertebrales dorsales se
ven sometidas a una fuerte presión.
Posición de partida y 
colocación del aparato
Realización del 
movimiento 
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
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40
2
Con los aparatos de tracción de poleas o de cargas guiadas se pueden
entrenar todos los grupos musculares, individual o conjuntamente.
Los aparatos de tracción de poleas se pueden montar en función del
objetivo del tratamiento, de forma que se pueda llevar a término tanto
un entrenamiento selectivo como uno combinado.Variando la posición
de partida y la amplitud de la superficie de apoyo, se pueden realizar
movimientos en el eje o bien movimientos complejos en diagonal.
Además, en los aparatos de tracción explosiva se pueden entrenar
secuencias funcionales o secuencias motoras específicas que preparen
para la vida laboral o deportiva.
Dado que los aparatos de tracción ofrecen la posibilidad de realizar una
amplia variedad de ejercicios, las posibilidades de movimientos compen-
satorios y de cargas articulares incorrectas son también, desafortunada-
mente, muy amplias.
Musculatura entrenada
Posición de partida y 
colocación del aparato
Movimientos 
compensatorios y 
cargas incorrectas
Aparatos de tracción de poleas
Figura 2.14 Aparato de
tracción de poleas
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41
2
2.3 APARATOS ISOCINÉTICOS
Los aparatos isocinéticos de entrenamiento y de diagnóstico nos
brindan la posibilidad de establecer criterios objetivos para los dis-
tintos parámetros del rendimiento muscular. Gracias a la represen-
tación digital y gráfica de los resultados de la medición, se pueden
establecer objetivos y es posible supervisar el entrenamiento.
Además, se pueden valorar las curvas cuantitativa y cualitativa-
mente:
�La valoración cualitativa de las curvas no nos da información
de una afección determinada, pero nos señala en qué posición
articular aparece el trastorno de la secuencia motora.
�De forma cuantitativa, se pueden valorar la fuerza isocinética
máxima, la elasticidad, la resistencia y el rendimiento muscu-
lar medio.
Si se realizan tan sólo movimientos puros en el eje y se establece
una velocidad de movimiento constante, no aparecerán fuerzas de
aceleración negativas, pero el movimiento no será funcional ni
corresponderá a secuencias motoras reales. De esta forma, no será
posible entrenar la coordinación ni la propiocepción.
todo el documento 6/12/04 13:33 Página 41
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2
Todos los aparatos pueden ser peligrosos si se colocan mal las car-
gas o si se manejan inadecuadamente. Según el aparato que se uti-
lice o el recorrido de movimiento que realicemos, habrá algunas
articulaciones (art.) que se cargarán más que otras. Estas articula-
ciones se verán especialmente perjudicadas cuando, además, colo-
quemos pesos demasiado grandes, brazos de palanca demasiado
largos o resistencias demasiado importantes.
2.4 PELIGROS QUE ENTRAÑAN LOS APARATOS
La colocación del aparato se hará siempre de acuerdo con las res-
pectivas indicaciones de carga del médico. Si es necesario, debe-
remos limitar la extensión del movimiento. Realizar el entrena-
miento en el aparato no debe provocar dolor.
Aparato Articulación cargada
Revers Butterfly Art. esternoclavicular
Butterfly Art. acromioclavicular
Pull-down Art. esternoclavicular
(entrenador del Art. acromioclavicular
dorsal ancho) Columna lumbar
Banco de hiperextensión Columna lumbar
Legpress (prensa de Art. sacroilíaca
piernas) Art. de la rodilla
Art. del tobillo
Aparato de tracción de las Columna cervical
extremidades Charnela cervicotorácica
superiores Columna dorsal superior
Aparato de tracción Columna lumbar
de las extremidades Charnela lumbosacra
inferiores Art. de la cadera (inserción de los aductores
en la zona de la sínfisis púbica y la ingle)
Extensión de brazos Columna cervical
Columna dorsal superior
Región subacromial
Charnela toracolumbar
Cualquier aparato es tan bueno como el que lo utiliza
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43
PRINCIPIOS DEL ENTRE-
NAMIENTO
3
El rendimiento motor consta de diversos componentes:
�Fuerza.
�Movilidad (flexibilidad y coordinación).
�Resistencia.
En las personas sanas, estos componentes se encuentran en una
relación de equilibrio entre sí y producen por tanto un comporta-
miento motor armónico, adaptado a las exigencias de cada
momento. En el entrenamiento médico en rehabilitación se trata
cada componente del movimiento específicamente.
FUERZA
Tipos de fibras musculares
Clasificamos los músculos esqueléticos por el tipo de fibra muscu-
lar, según sus características. Diferenciamos entre:
�Fibras de tipo 1 (“rojas”, slow twitch o “fibras ST”). Son
fibras musculares poco fatigables, de contracción lenta y
suministro energético predominantemente anaeróbico. Estas
fibras se encuentran en la musculatura tónica, que funciona
como una músculatura de sostén y tiende al acortamiento
(véase el cap. 4).
�Fibras de tipo 2 (“blancas”, fast twitch o “fibras FT”). Son
fibras de contracción rápida y muy fatigables. El suministro
energético es predominantemente aeróbico. Estas fibras predo-
minan en la musculatura fásica, que dispone de flexibilidad
y elasticidad, y por este motivo se utiliza para el desplazamien-
to. Este tipo de musculatura tiende más bien a la debilidad
(véase el cap. 4).
3.1 ELEMENTOS DEL ENTRENAMIENTO 
MÉDICO EN REHABILITACIÓN
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44
3
Hay otro tipo de fibras, que llamaremos 2a, que presenta una mez-
cla entre las fibras de los tipos 1 y 2. Con el entrenamiento, pode-
mos hacer que el contenido de un músculo en fibras ST o fibras FT
aumente en un sentido o en el otro.
Factores del desarrollo de la fuerza
El diámetro de un músculo es decisivo para su fuerza. El músculo
se adapta a los requerimientos aumentando o disminuyendo su diá-
metro. Reacciona a los estímulos que actúan sobre él al realizar los
movimientos de la vida cotidiana. Cuando se hace un entrenamien-
to muscular determinado, repitiendo estímulos internos se consi-
gue aumentar el diámetro del músculo, tanto por el aumento del
perímetro de cada fibra muscular como por la multiplicación de
los elementos contráctiles del interior del músculo.
El desarrollo de la fuerza de un músculo depende, además del
número de fibras musculares que participen, del brazo de palanca
que actúa sobre la articulación a movilizar.
�En los músculos penniformes muchas partes del músculo se
insertan en el tendón. Éste es el motivo por el que estos 
músculos pueden liberar mucha fuerza. Se localizan predomi-
nantemente en el tronco, donde cumplen en su mayoría una
función de sostén con brazos de palanca cortos.
�Los músculos fusiformes se localizan predominantemente en
las extremidades y son los encargados de realizar los movi-
mientos. Actúan normalmente sobre un brazo de palanca más
favorable que compensa el menor número, en comparación, de
fibras musculares.
La composición de las fibras musculares también desempeña un
importante papel en el desarrollo de la fuerza muscular, al igual
que la predisposición genética, la hora, el sexo, la edad, la motiva-
ción, los factores psíquicos, la alimentación y la capacidad de rege-
neración individual de un músculo.
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45
3
Formas de entrenamiento de la fuerza
Entrenamiento de la fuerza estática (isométrico)
La contracción se efectúa con una resistencia inmóvil. La longitud
del músculo se mantiene invariable durante la contracción, el efec-
to del entrenamiento se consigue por el aumento de tensión que se
produce al sostener una posición contra resistencia.
Ventajas
�Se puede dosificar bien la resistencia.
�Los ejercicios de tensionamiento pueden aplicarse individual-mente a diferentes grupos musculares.
�Este entrenamiento puede iniciarse muy pronto después de
traumatismos o intervenciones quirúrgicas, para prevenir la
atrofia.
Desventajas
�No se pueden ejercitar ni la movilidad ni la coordinación intra-
muscular.
�No tiene ningún efecto sobre la elasticidad.
Entrenamiento de la fuerza dinámica (isotónico)
Durante la contracción y manteniendo la misma tensión, puede
producirse un acortamiento o un alargamiento de las fibras muscu-
lares.
Contracción concéntrica: al tensar el músculo, su origen y su
inserción se acercan, y su longitud disminuye.
Contracción excéntrica: el origen y la inserción del músculo se
alejan, ante la resistencia de freno que éste ejerce. Su longitud
aumenta.
Contracción auxotónica: en esta forma de contracción se pro-
ducen cambios tanto en la tensión como en la longitud del múscu-
lo; es la forma de entrenamiento más común en los deportes de
fuerza.
Ventajas
�También se puede realizar el entrenamiento fisiológico de
secuencias motoras complejas.
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3
�Se puede cambiar el estímulo de entrenamiento con diferentes
parámetros variables (repeticiones, intensidad, etc.).
Desventajas
�Existe un mayor riesgo de sobrecarga y de lesiones.
�La preparación de los ejercicios es más costosa que en el entre-
namiento estático.
Entrenamiento de la fuerza isocinética
Se trata de una forma especial del entrenamiento de la fuerza diná-
mica. En aparatos especiales, el propio paciente efectúa la resisten-
cia al mismo tiempo que realiza el movimiento. Tan sólo se indica
la velocidad del movimiento; la resistencia se adapta constante-
mente a la fuerza muscular, dependiendo de la posición articular.
Este procedimiento también se puede aplicar para hacer una prue-
ba.
Ventajas
�Se obtienen resultados de entrenamiento buenos y rápidos.
�Se puede dosificar la resistencia de forma exacta.
�El entrenamiento se puede realizar de diversas maneras.
�El entrenamiento isocinético ofrece buenas posibilidades para
ejercitar la coordinación y la resistencia.
�El entrenamiento es al mismo tiempo un procedimiento de
prueba fiable.
�Según el aparato de que dispongamos, se pueden realizar con-
tracciones tanto excéntricas como concéntricas.
Desventajas
�Los aparatos son caros y difíciles de manejar.
�Es necesario acompañar al paciente mientras se entrena.
�Existe un riesgo de lesionarse relativamente grande si se utili-
zan los aparatos inadecuadamente.
En el entrenamiento de la fuerza es indispensable aumentar pro-
gresivamente el esfuerzo y preguntar al paciente constantemente
cómo se siente.
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47
3
Objetivos del entrenamiento
Cuando se sufre una carga unilateral o una inmovilización después
de una lesión, la relación de fuerzas de la musculatura afectada
varía respecto a la no afectada. El déficit de fuerza muscular o el
desequilibrio de las relaciones de fuerza entre los músculos ago-
nistas y los antagonistas son frecuentemente causa de dolencias
agudas y crónicas del aparato locomotor. Por esto, los objetivos del
entrenamiento muscular son: 
�Buen equilibrio muscular entre agonistas y antagonistas.
�Mejora de los desarrollos de fuerza estático y dinámico.
�Suficiente estabilización del tronco y de las articulaciones de
las extremidades (protección ante lesiones y sobrecargas).
�Superación de las exigencias que se plantean a la musculatura
en los patrones de movimientos cotidianos, en el trabajo y al
hacer deporte.
RESISTENCIA
La capacidad de hacer frente a la fatiga, se denomina resistencia.
Es condición previa para entrenar la fuerza, ya que representa la
base para el suministro de oxígeno y nutrientes a la musculatura
mientras se está llevando a cabo un trabajo corporal. Según el tipo
de lesión o enfermedad esta capacidad se encuentra más o menos
afectada.
La fibra muscular se adapta relativamente rápido a los estímulos de
resistencia. El metabolismo de los tendones, las inserciones tendi-
nosas y las vainas tendinosas es más bien lento. Éste es el motivo
por el que estas estructuras reaccionan de forma relativamente
lenta al entrenamiento de la resistencia, impidiendo así la obten-
ción rápida de resultados.
Tipos de resistencia
Se distingue entre resistencia local y resistencia general.
Resistencia local: esfuerzo de resistencia que implica menos de
1/6 o 1/7 de la musculatura de todo el esqueleto.
Resistencia general: en el esfuerzo participa más de 1/6 de toda
la musculatura.
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48
3
El rendimiento se produce aeróbica o anaeróbicamente según el
tipo de suministro energético.
Resistencia aeróbica: la obtención de energía en el músculo
tiene lugar por el aporte de oxígeno. Se crea una situación de igual-
dad entre la entrada y el consumo de oxígeno. Este fenómeno se
denomina steady state, estado de equilibrio.
Resistencia anaeróbica: al obtener energía se produce un déficit
de oxígeno en el músculo. 
Ejemplos de los diferentes tipos de resistencia
�Resistencia dinámica aeróbica local: flexionar y extender el
brazo.
�Resistencia dinámica anaeróbica local: flexionar y extender el
brazo con un peso.
�Resistencia estática aeróbica local: sostener el brazo contra la
fuerza de la gravedad.
�Resistencia estática anaeróbica local: sostener el brazo contra
la fuerza de la gravedad más un peso añadido.
�Resistencia dinámica aeróbica general: correr.
�Resistencia estática anaeróbica general: ejercicios de tensiona-
miento isométricos.
Mejora de las distintas formas de resistencia
Resistencia aeróbica local: entrenando a una intensidad del 10-
30% de la fuerza de sujeción máxima de la musculatura que inter-
viene.
Resistencia anaeróbica local: realizando movimientos en los
que participen menos de 1/6-1/7 de toda la musculatura. La inten-
sidad de entrenamiento debería ser del 50-70% de la fuerza de
sujeción máxima de la musculatura que interviene.
Resistencia aeróbica general: trabajando a intensidades del 60-
80% de la capacidad de rendimiento máxima del músculo esquelé-
tico y del sistema cardiovascular (140-170 pulsaciones/minuto).
Resistencia anaeróbica general: entrenando al 80-90% de la
capacidad de rendimiento máxima (150-180 pulsaciones /minuto).
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Objetivos del entrenamiento de la resistencia
�Mejorar la capacidad de rendimiento de la musculatura y del
sistema cardiovascular.
�Asegurar que el desarrollo de la fuerza sea factible y suficien-
te para permitir que el paciente pueda responder a las exigen-
cias motoras de la vida diaria.
�Crear fuerzas de reserva para poder hacer frente a exigencias
inesperadas (protección ante lesiones y sobrecargas).
�Mejor la irrigación sanguínea del músculo para aumentar el
aporte de oxígeno y la capacidad de transportar nutrientes.
COORDINACIÓN (v. el cap. 5)
Coordinación intramuscular
Este término define la interacción entre los elementos de un
músculo. La coordinación intramuscular viene determinada por el
número de unidades motoras activadas y la frecuencia y la sincro-
nización de los impulsos nerviosos que activan dichas unidades.
Posibilidades de mejorar: las intensidades de carga que estimu-
lan la coordinación intramuscular se sitúan en un 80-100% de la
fuerza máxima.
Coordinación intermuscular
La coordinación intermuscular se caracteriza por la acción conjun-
ta de todos los músculos que participan en un movimiento. Para
realizar un movimiento coordinado son tan importantes los agonis-
tas como los antagonistas.
Posibilidades de mejorar: la intensidad de entrenamiento ópti-
ma para mejorar la coordinación intermuscular se sitúa en menos
del 30% de la fuerza máxima.
Objetivos del entrenamiento de la 
coordinación
�Aprendizaje de un proceso motor.
�Disminuir el grado de cansancio.
�Ahorro energético reduciendo el consumo de energía.
�Adaptación de las sinapsis y de los órganos vestibulares a las
exigencias del proceso motor.
49
3
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503
�Disminución del riesgo de lesionarse.
VELOCIDAD
La velocidad es la capacidad de superar rápidamente una resisten-
cia. De ella resultan cargas cortas e intensas (explosivas). En la
vida cotidiana, situaciones de este tipo se dan, por ejemplo, al sos-
tener el peso del cuerpo cuando se tropieza.
Posibilidades de mejorar la velocidad
La intensidad de entrenamiento necesaria para que la rapidez
pueda mejorar se sitúa por debajo de un 50% de la fuerza máxima.
El movimiento se realiza de forma explosiva a una velocidad
máxima en todo el recorrido.
Objetivos del entrenamiento de la velocidad
�Desarrollo de secuencias motoras dinámicas.
�Entrenamiento de las capacidades propioceptivas.
�Disminución del tiempo de reacción de las estructuras neuro-
miógenas.
�Estimulación de la capacidad de adaptación rápida de movi-
mientos.
FLEXIBILIDAD
La flexibilidad es la amplitud de movimiento arbitraria de una o
varias articulaciones. La variabilidad de movimiento en una articu-
lación depende de varios factores:
�Capacidad de elongación de la musculatura periarticular.
�Elasticidad de las estructuras no contráctiles del aparato loco-
motor (cápsula articular, tendones, ligamentos y piel).
�Fuerza muscular que actúa sobre la articulación que se mueve.
Objetivos del entrenamiento de la flexibilidad
�Aumento de la elasticidad de las estructuras articulares no con-
tráctiles.
�Mejora de la capacidad de elongación de un músculo.
�Aumento de la movilidad general en el ámbito de la vida pro-
fesional y deportiva.
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51
3
Problemas derivados de la hipermovilidad y de la
hipomovilidad
La hipermovilidad de una o más articulaciones se convierte en un
riesgo cuando la fuerza muscular y la movilidad articular se
encuentran en una situación de clara desigualdad. Si la fuerza de la
musculatura periarticular no es suficiente para guiar el movimien-
to y asegurar que éste se realice dentro del recorrido fisiológico, se
puede llegar a la aparición de un desgaste articular precoz. De la
misma manera, cuando se aplica súbitamente una fuerza muscular
externa a una articulación, aumenta el riesgo de lesión: si hay una
hipermovilidad muy marcada, la estabilidad articular no basta y
puede producirse una luxación.
En caso de que haya hipomovilidad, una carga de movimiento
excesivo de la articulación puede conducir a distensiones o roturas
de las estructuras ligamentarias o de los músculos. Un segmento
vertebral hipomóvil puede perjudicar la movilidad de todo el tron-
co. Si la hipomovilidad de un segmento vertebral se mantiene
durante mucho tiempo, los segmentos vertebrales más próximos se
verán obligados a compensarla y actuarán con una hipermovilidad
no fisiológica.
EXPLORACIÓN
En un primer contacto con el paciente, el terapeuta elabora un
diagnóstico que se incluirá en la documentación con el tratamien-
to propuesto. Esta documentación garantiza la calidad del trata-
miento y sirve para la correspondiente justificación a la entidad
que asuma su coste.
Condiciones para realizar la exploración 
Todos los miembros del equipo de tratamiento deben:
�Poder valorar el estado del paciente según los puntos de vista
específicos de su especialidad. 
�Conocer la anatomía funcional y la biomecánica aplicada.
3.2 EXPLORACIÓN, ESTRUCTURACIÓN DEL
ENTRENAMIENTO E INSTRUCCIONES
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3
�Haber experimentado en su propio cuerpo las técnicas de trata-
miento que aplican. 
�Conocer bien los aparatos con los que trabajan.
�Haber probado ellos mismos los respectivos ejercicios en los
distintos aparatos.
Función de cada fisioterapeuta en la exploración
Fisioterapeuta
�Hallazgos generales que se orientan en el cuadro patológico:
anamnesis, exploración, palpación.
�Análisis funcional: movilidad articular, fuerza muscular,
acortamiento muscular, movimientos de compensación y sínto-
mas dolorosos.
Masajista
�Control de la tensión muscular.
�Examen de los puntos gatillo miofasciales (v. 3.5).
�Evolución y documentación de la reducción del edema (medi-
ción del perímetro).
Profesor de educación física
�Pruebas de coordinación.
�Pruebas de fuerza isocinéticas (v. 2.2 y 3.1).
ESTRUCTURACIÓN DEL ENTRENAMIENTO 
Los componentes individuales del entrenamiento se suceden en
cada fase en un orden determinado:
�Fase de calentamiento: 10-15 min.
�Si es preciso un tratamiento de fisioterapia: 10-30 min, en la
zona lesionada.
�Estiramiento muscular: 10-15 min (v. el cap. 4).
�Entrenamiento de la coordinación y la velocidad: adaptado a la
fase de entrenamiento en la que esté el paciente y a los respec-
tivos objetivos del entrenamiento.
�Entrenamiento de la fuerza: véase el entrenamiento de la velo-
cidad y la coordinación.
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3
�Entrenamiento de la resistencia: véase el entrenamiento de la
velocidad y la coordinación.
�Fase de enfriamiento: 15-20 min.
Establecimiento de la capacidad de carga 
individual
Para poder dirigir de forma precisa el entrenamiento, hay que
poder dosificar exactamente las cargas. En el entrenamiento médi-
co de rehabilitación, normalmente no es posible llevar a cabo las
pruebas de fuerza máxima (establecer el rendimiento al que se
puede llegar utilizando el máximo de fuerzas). Por esta razón, 
se calculará la intensidad de carga aproximadamente con base en
el número de repeticiones posibles.
Para hacer este cálculo, partiremos de la base de que la repetición
de un ejercicio con la carga máxima superable equivale a una carga
del 100%. De esta valoración se extraen los coeficientes de rela-
ción entre el número de repeticiones y la fuerza aplicada.
�Si son posibles de 3 a 4 repeticiones: 90% de la fuerza máxima.
�7-8 repeticiones: 80%.
�11-13 repeticiones: 70%.
�17-20 repeticiones: 60%.
Ejemplo práctico
El sujeto puede llevar a cabo la extensión de los brazos en decúbi-
to supino con una pesa de 20 kg 18 veces. Calcularemos el rendi-
miento de la fuerza máxima (máx) de esta manera:
Rendimiento real según la tabla: 20 kg = 60%
Al planificar el entrenamiento, se valorarán y se estructurarán en el
tiempo, individualmente, el entrenamiento de la velocidad, la coor-
dinación, la fuerza y la resistencia. En la última fase (v. 3.3), estos
aspectos deberían ocupar un mínimo de 30 min cada uno.
Rendimiento 
de la fuerza máx (kg) = ---------------------------------------------------------------------- = 33 kg 
Intensidad de la carga máx (100%) x peso real (20 kg)
Intensidad real (60%)
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3
Calentamiento
Para mejorar la elasticidad de las fibras de colágeno es necesario
calentar activamente la musculatura. Esto se puede llevar a cabo
corriendo lentamente, remando, con el ergómetro de aplicación 
al tren superior o con la bicicleta estática, con el stepper o con 
el step-aeróbic a la intensidad más baja posible. La duración del
calentamiento es distinta para cada persona (en la mayoría de los
casos, hasta que la persona empiece a sudar), pero no debería ser
inferior a 10 min.
Si el entrenamiento comprende un programa de ejercicios para los
brazos y la cintura escapular, habremos de realizar un calentamien-
to especial de esta zona, de forma que las estructuras articulares
que vayan a trabajar se preparen para soportar la carga.
Existen diversos parámetros para calcular la intensidad de la carga:
�Ritmo de la respiración: al correr en la fase de calentamien-
to, deberíamos escoger un ritmo que nos permitia repartir cada
ciclo de inspiración-espiración en cuatro pasos de la carrera.
De forma general, rige la siguiente norma: la carga impuesta
durante el calentamiento debería tener una intensidad que per-
mitiese al paciente poder continuar hablando sin esforzarse
mucho mientras corre.
�Frecuencia cardíaca: los pacientes con un sistema cardio
vascular sano pueden utilizar determinados valores de pulsa-
ciones, por ejemplo, los que marque un aparato, como guía
para el calentamiento. En la carrera o en el remo, la frecuenciacardíaca no debería superar el valor de 22o para una edad de 40
años; en el stepper o en la bicicleta estática, o en el ergómetro
de la parte superior del tronco, el valor no debería ser superior
a 200 para 40 años; y con la natación, debería ser todavía más
bajo: 190 para una edad de 40.
¡No pasar directamente de la bicicleta estática al aparato de entre-
namiento del dorsal ancho ni al aparato de empujar las manos con-
tra el suelo! ¡No pasar del ergómetro de aplicación al tren superior
a la legpress!
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3
Todos los programas de calentamiento deberían finalizar con ejer-
cicios de tensionamiento, no de estiramiento, para proporcionar
a los músculos la tensión previa necesaria para el entrenamiento
que se hará después.
Fase de enfriamiento
Después del entrenamiento, el paciente deberá hacer algunos ejer-
cicios suaves de carrera o remo o en el ergómetro. A continuación,
efectuará un estiramiento de la musculatura ejercitada (v. 4.2) y,
para acabar ligeros ejercicios de puesta en tensión para estabilizar
las articulaciones afectadas. 
El baño o la ducha calientes o la sauna después del entrenamiento
estimulan la recuperación.
INSTRUCCIONES
Hay que dar instrucciones claras sobre:
�Estructuración del entrenamiento (v. 3.2).
�Fase de calentamiento.
�Stretching (v. el cap. 4).
�Entrenamiento de la velocidad y la coordinación (v. 3.1).
�Entrenamiento de la fuerza (v. 3.3).
�Entrenamiento de la resistencia (v. 3.1).
�Fase de enfriamiento.
Plan de entrenamiento
El equipo de tratamiento establece conjuntamente cuáles son los
aparatos que deberán utilizarse y si hay que modificar algunos
ejercicios para adaptarse a las necesidades del paciente. Después
de calcular individualmente los valores de carga, se define un 
plan de entrenamiento en el que se fijarán los pesos, las repeticio-
nes, las series y las pausas entre series. Tras haber escogido y esta-
blecido un plan de tratamiento, el terapeuta responsable (normal-
mente el fisioterapeuta o el profesor de educación física) guiará al
paciente en el manejo de los diferentes aparatos.
El terapeuta le indicará, entre otras cosas, la graduación óptima de
la altura y la distancia del asiento y la posición de pies y manos y
lo apuntará todo en la ficha de entrenamiento. El paciente recibe
instrucciones exactas sobre la posición de partida en el aparato y la
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3
realización de los ejercicios. Iniciará el tratamiento bajo la super-
visión y el control del terapeuta, que le indicará las oportunas
correcciones de los ejercicios.
Equipamiento y vestuario
Para el entrenamiento médico en rehabilitación no es necesario
disponer de ningún equipo especial. Es suficiente con llevar ropa
deportiva normal, adecuada a la temperatura de la sala y zapatillas
deportivas apropiadas. Se aconseja llevar guantes de entrenamien-
to que ofrezcan una presa más segura de los aparatos y que eviten
la aparición de ampollas y callosidades. Si se sudase mucho, por
ejemplo al realizar un entrenamiento externo de la resistencia, se
recomienda preparar prendas deportivas para cambiarse.
Posibilidades de aumentar la dificultad en el
entrenamiento médico en rehabilitación
Estabilizadores externos
Si hace falta, al principio pueden utilizarse férulas estabilizadoras,
vendajes funcionales, etc., que deberían reducirse a medida que
avance el entrenamiento (p. ej., pasar de un vendaje de soporte
completo a tiras de esparadrapo propioceptivas hasta que se pueda
prescindir de ellas completamente).
Cambio de posición
Al inicio, el paciente tendría que entrenarse en una posición de
partida estable y con una posición articular segura. En el transcur-
so del tratamiento, se entrenará progresivamente en posiciones
menos seguras, hasta entrenar en posiciones inestables parecidas a
las de los mecanismos lesionales.
Superficie de apoyo
Al comienzo del tratamiento se debería escoger una superficie de
apoyo amplia (p. ej., en decúbito prono), que se reduciría progre-
sivamente: cuadrupedia, de rodillas, sentado, de pie o en apoyo
unipodal.
Palanca
Para evitar la sobreestimulación de la musculatura, el paciente
debería trabajar al principio con brazos de palanca cortos que alar-
garemos progresivamente, pasando, por ejemplo, de una extremi-
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3
dad flexionada a la extremidad extendida, y de las sujeciones pro-
ximales a las distales.
Superficies de apoyo
Al inicio trabajaremos sobre superficies estables (p. ej., una col-
choneta). En el transcurso del tratamiento escogeremos superficies
cada vez más inestables, con inversión del punto fijo y el punto
móvil, por ejemplo sedestación sobre el balón, combinación del
balón con uno o dos platos circulares, mantener el equilibrio de
una pesa en decúbito supino, hacer flexiones encima de los platos
circulares. etc.
Tipos de fuerza
Al principio, el paciente debe realizar ejercicios isométricos puros,
después concéntricos y excéntricos y, finalmente, entrenar alter-
nando los ejercicios concéntricos con los excéntricos.
Secuencias motoras
Primero se entrenan partes individuales de una secuencia motora,
es decir, movimientos parciales bien delimitados, y después la
transición de un movimiento a otro. Más tarde, el paciente entre-
nará secuencias de movimiento complejas que le prepararán para
las cargas que tendrá que soportar. Finalmente entrenará desde
posiciones de estiramiento previo.
El entrenamiento médico en rehabilitación se divide en cuatro
fases consecutivas. El paso de una fase a otra se hace de forma pro-
gresiva, aunque los efectos deseados del tratamiento dependerán
de las condiciones particulares de cada paciente. Después de reali-
zar las correspondientes pruebas iniciales, se puede empezar el tra-
tamiento en cualquiera de las fases; si un paciente reúne las condi-
ciones necesarias, también podrá comenzar el entrenamiento en
una fase avanzada.
La duración de cada fase depende de diversos factores:
�Tipo de lesión.
3.3 FASES DEL ENTRENAMIENTO MÉDICO EN
REHABILITACIÓN
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3
�Tipo de intervención realizada.
�Proceso de curación en el postoperatorio.
�Condiciones individuales.
�Directrices del tratamiento postoperatorio dictadas por el ciru-
jano o el médico que trate al paciente, en caso de que las haya.
�Protocolo de tratamiento marcado por la institución rehabilita-
dora.
ENTRENAMIENTO PREVIO DE 
REHABILITACIÓN/FASE FUNCIONAL 
PRECOZ (FASE I)
Objetivos
�Disminución del dolor. 
�Reabsorción del edema.
�Prevención de la atrofia.
�Mejora de la coordinación.
�Mejora de la capacidad de rendimiento cardiopulmonar.
�Entrenamiento del conjunto del organismo.
Medidas a tomar
Fisioterapia
Movimiento pasivo, asistido, resistido y activo, ejercicios isomé-
tricos (v. 3.1), terapia manual (v. 14.4), FNP (v. 14.1) y otras téc-
nicas de fisioterapia que estén indicadas.
Terapias físicas
Masaje (v. 14.6), drenaje linfático (v. 14.10), electroterapia 
(v. 14.13), termoterapia (v. 14.12) y crioterapia (v. 14.11).
Deporte
Entrenamiento isométrico de la fuerza (v. 3.1). Dado el caso, tam-
bién se pueden hacer ejercicios isocinéticos (v. 3.1) o de carrera
en el agua (v. 12.1), o entrenar las partes del cuerpo no afectadas.
Material de entrenamiento
Según el tipo de lesión o afección: bicicleta estática, ergómetro
de aplicación al tren superior, stepper y aparatos de entrena-
miento secuencial; también aparatos de entrenamiento isocinéti-
co y de entrenamiento para las partes del cuerpo no afectadas 
(v. el cap. 2).
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3
Dosificación del entrenamiento
� Intensidad: ≤ 30% de la fuerza máxima.
�Repeticiones: hasta 1 min.
�Series: de 1-4.
�Pausas entre series: 0,5-1 min.
�Unidades: de 4 a 5 veces por semana.
�Duración de cada unidad de tratamiento: 60 min aproximada-
mente.
Tiempo
De 1 a 3 semanas.
Aumentar la dificultad
Cuando ya sea posible realizar ejercicios dinámicos (v. 3.1), el
entrenamientose dirigirá a aumentar la resistencia muscular. Al
comienzo, se harán los ejercicios sólo concéntricamente.
Dosificación del entrenamiento
� Intensidad: un 30% de la fuerza máxima.
�Repeticiones: de 15 a 30.
�Series: de 3 a 6.
�Pausa entre series: de 0,5 a 1 min.
�Unidades: de 3 a 4 veces por semana.
�Tiempo: 4 semanas.
ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA 
MUSCULAR (FASE II)
Objetivos
�Aumentar el diámetro muscular.
�Compensar los desequilibrios musculares.
�Mejorar la resistencia y la coordinación.
La distribución de esta fase dependerá mucho de las condiciones
individuales de cada paciente. Puede que, por su capacidad de
adaptación, el deportista profesional supere más fácilmente esta
fase que una persona su entrenamiento.
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3
Medidas a tomar
Fisioterapia y terapia física
V. la Fase I.
Material de entrenamiento
V. la Fase I.
Además de aparatos secuenciales y de tracción de poleas para la
zona corporal afectada, se usarán pesas, bandas elásticas, colcho-
netas, balones gigantes y platos circulares para entrenar la coordi-
nación.
Dosificación del entrenamiento
Intensidad
�Para mejorar la resistencia y la coordinación: 30-40% de la
fuerza máxima.
�Para aumentar el diámetro muscular: 40-60% de la fuerza
máxima.
Repeticiones
�Para mejorar de la resistencia y la coordinación: de 15 a 30.
�Para aumentar el diámetro muscular: de 10 a 20.
Series
�De 3 a 6.
Pausas entre series
�Para mejorar la resistencia y la coordinación: de 1 a 2 min.
�Para aumentar el perímetro muscular: de 2 a 5 min.
Unidades: de 4 a 5 por semana.
Duración de las unidades de tratamiento: de 60 a 90 min.
Tiempo: de 1 a 6 semanas.
Los ejercicios se realizarán sólo de forma concéntrica.
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3
ENTRENAMIENTO DE REHABILITACIÓN
MUSCULAR FUNCIONAL (FASE III)
Objetivos
�Aumentar la coordinación intra- e intermuscular.
�Facilitar los patrones motores funcionales.
�Potenciar el contenido en fibras de slow twitch y fibras de fast
twitch según los requerimientos, adaptando adecuadamente los
estímulos de entrenamiento (p. ej., entrenar la elasticidad para
la musculatura de las piernas de los velocistas).
�Entrenar las cualidades de fuerza reactivas.
Medidas a tomar
Si es necesario, se podrá complementar el tratamiento con fisiote-
rapia y con terapia física (v. la Fase I).
Material de entrenamiento
Todos los aparatos que se utilizan para la terapia de entrenamiento
médico (v. la Fase II).
�Trabajar sobre superficies de apoyo cada vez más inestables.
�Entrenamiento complejo en aparatos de tracción de poleas.
Dosificación del entrenamiento
� Intensidad: 40-60% de la fuerza máxima.
Para mejorar la adaptación neuromuscular: 80-100% de la fuer-
za máxima.
�Repeticiones: de 10 a 20.
Para mejorar la adaptación neuromuscular: de 1 a 6.
�Series: de 3 a 5.
�Pausas entre series: de 2 a 5 min.
�Unidades: diariamente.
�Duración del entrenamiento por unidad: de 60 a 90 min.
�Tiempo: de 2 a 6 semanas.
Si se entrena diariamente, se deberían alternar los puntos fuertes;
por ejemplo, un día, entrenamiento de la resistencia y, al día
siguiente, un entrenamiento de fuerza. Los deportistas de alto ren-
dimiento pueden realizar dos unidades de tratamiento cada día. En
tal caso, los contenidos del entrenamiento (resistencia o fuerza) se
alternarán en cada unidad de tratamiento.
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3
ENTRENAMIENTO ADAPTADO A LA VIDA
LABORAL O DEPORTIVA (FASE IV)
Objetivos
�Adaptar la fuerza, la resistencia, la coordinación y la velocidad
entrenadas a las exigencias de la vida profesional o deportiva.
�Ergonomía de la postura y los movimientos.
�Prevención ante nuevas sobrecargas y patologías.
Material de entrenamiento
Se reduce el puro entrenamiento con aparatos o se realiza con apa-
ratos deportivos. Se deben imitar de la forma más precisa posible
las secuencias motoras específicas del deporte que se practica o de
la vida profesional. y establecer nuevos ejercicios para las secuen-
cias motoras nuevas.
Dosificación del entrenamiento
Los parámetros de entrenamiento en esta fase se desarrollarán de
forma variable:
� Intensidad: 30-100% de la fuerza máxima.
�Repeticiones: variables.
�Series: variables.
�Pausas entre series: 2 a 5 min.
�Unidades : diariamente.
�Duración del entrenamiento por unidad: 60 a 90 min.
�Tiempo: 2 a 6 semanas.
Los ejercicios de la fase III se pueden efectuar de forma concén-
trica, excéntrica o alternándolas. Se realizan con lentitud. Con car-
gas menores y un desarrollo explosivo de fuerza se obtienen efec-
tos parecidos.
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3
Nutrientes adecuados
La estancia en las salas de entrenamiento y tratamiento puede
durar varias horas. Por este motivo, es importante que el paciente
reponga antes sus reservas de hidratos de carbono y electrólitos. La
última comida debería tomarse unas 2 o 3 horas antes de iniciar el
entrenamiento.
Para cargar las reservas musculares y de glucógenos es aconseja-
ble tomar alimentos ricos en hidratos de carbono. Entre ellos tene-
mos el pan integral, los copos de avena, la pasta, el arroz, las pata-
tas, los plátanos y la fruta. Deben evitarse los alimentos que per-
manezcan mucho tiempo en el estómago. Entre éstos encontramos
el jamón, los arenques ahumados, la ensalada de pepinos, la carne
frita, los frutos secos y los huevos duros. Asimismo, como tentem-
pié pueden ser muy adecuadas las barritas de muesli o los plátanos.
Después de realizar un entrenamiento intensivo, el paciente debe-
rá tomar, si es posible al cabo de una hora, una comida rica en
hidratos de carbono para volver a llenar las reservas. 
Necesidad de líquidos durante el entrenamiento
El nivel de electrolitos se puede mantener tomando bebidas espe-
ciales ricas en electrolitos o con agua mineral. Se aconseja tomar
agua mineral pobre en gas, ya que un alto contenido de éste podría
irritar la mucosa del estómago. El contenido de magnesio debe ser
de más de 100 mg/l, y el contenido de sodio, menor de 300 mg/l.
Cada paciente habría de utilizar una botella propia.
Normas básicas para la ingestión de líquidos
�2 horas antes del entrenamiento: 250-500 ml.
� Inmediatamente antes del entrenamiento: 125-250 ml.
�Durante el entrenamiento: 125-250 ml cada 20 min.
� Inmediatamente después del entrenamiento: 250-500 ml.
Riesgo de deshidratación
Una ingestión insuficiente de líquidos antes, durante o después del
entrenamiento nos puede conducir a la deshidratación (pérdida de
líquidos). Si esto ocurriera, el cuerpo se vería afectado de múltiples
formas:
3.4 NUTRICIÓN DURANTE EL ENTRENAMIENTO
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3
�Fatiga rápida y aumento del riesgo de sufrir calambres muscu-
lares
�Disminución del volumen sanguíneo. El corazón debe trabajar
más para alimentar correctamente la musculatura
�Disminución de la secreción de sudor. Dado que éste es nece-
sario para refrigerar el cuerpo, éste reducirá el rendimiento para
evitar el sobrecalentamiento
�Disminución de la capacidad de concentración y lentitud de
reacción; aumenta el riesgo de lesionarse.
Dado que previamente a la indicación de este tratamiento habrá
tenido lugar una exploración médica, es de suponer que los pacien-
tes para los que el entrenamiento médico de rehabilitación esté con-
traindicado por causas internas u ortopédicas no van a iniciarlo.
Factores de riesgo
Riesgo por la aparición de reacciones imprevistas
Durante el tratamiento pueden aparecer dolencias inesperadas o
pueden empeorar las ya existentes, de forma que deba interrumpir-
se el tratamiento. Después de realizar una nueva exploración, será
el médico el responsable de decidir si se puede proseguir con el
tratamiento, si se deben tomar nuevas medidas de fisioterapia o si
el paciente ha de visitar de nuevo al médico que lo ha operado.
Riesgo de sobrecarga
En la terapia de entrenamiento médico, la experiencia del terapeu-
ta y la cooperación del paciente tienen un papel muy importante.
Especialmente,

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