Logo Studenta

Estrat_en_ajed_RBA - Fran cisca

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Estrategia 
en el ajedrez 
RBA 
© de esta edición: RBA Libros S.A., 2013 
Avda. Diagonal, 189 - 08018 Barcelona 
rbalibros.com 
Publicado originalmente por RBA Coleccionables, 2011 
Asesoría técnica y textos: EDAMI (Escuela de Ajedrez 
Miguel Illescas, www.edami.com) 
Con la colaboración de Internet Chess Club en los diagramas. 
Diseño de cubierta: Julia Font 
Fotografía de cubierta: AJJ Estudi 
Primera edición: abril de 2013 
Ref.: RPRA109 
ISBN: 978-84-9006-536-5 
Depósito Legal: B-7184-2013 
Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito 
del editor cualquier forma de reproducción, distribución, 
comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida 
a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro 
(Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) 
si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra 
(www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47). 
Todos los derechos reservados. 
Contenido 
7 Introducción 93 Caballo: puntos de apoyo 
97 Las casillas débiles 
9 El valor de las piezas 104 La seguridad del Rey 
11 Amenaza y defensa: los cambios 110 Debilidades en el enroque 
18 La ventaja material 115 Enroques en flancos opuestos 
23 La actividad 118 La estructura de peones 
28 La iniciativa y el ataque 125 El peón aislado 
37 El dominio central 133 El peón retrasado 
44 Piezas mal colocadas 139 El peón pasado 
49 Puntos de despliegue y ruptura 145 El peón doblado 
56 Columnas abiertas y semiabiertas 151 Las mayorías de peones 
67 Torres: séptima y octava filas 157 La pareja de Alfiles 
76 Alfil: diagonales abiertas 
83 Alfiles buenos y malos 163 Soluciones 
en el medio juego 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 7 
1 ntrod ucción 
Es bien sabido que el ajedrez es un juego de una gran riqueza estratégica, y si bien es 
cierto que la mayoría de principiantes se apañan con calcular una o dos jugadas y 
conocer las combinaciones más básicas, resulta evidente que para superar cierto nivel 
es imprescindible aprender conceptos más elevados. 
La frontera entre la táctica y la estrategia se sitúa en la diferencia entre la acción y la 
reflexión: la táctica se ocupa de modelos y jugadas concretas, mientras que en la es­
trategia se trabaja con ideas más generales y abstractas, normalmente más complejas, 
pero que pueden ser fácilmente entendidas si se explican de modo claro, y se presentan 
con los ejemplos adecuados, como en esta obra. 
En este curso de estrategia el lector encontrará los principales conceptos que el ajedre­
cista debe conocer para planificar mejor, aprendiendo a pensar en objetivos, más que 
en jugadas concretas: desde ideas fundamentales como el valor relativo de las piezas, 
hasta complejas sutilezas derivadas de la estructura de peones. 
A diferencia de otros manuales de estrategia, cada tema incluye los correspondientes 
ejercicios con los que medir sus progresos, procurando así un avance sólido y firme 
que ha de llevarle por fin a los más altos niveles del conocimiento ajedrecístico. 
MIGUEL ILLESCAS CÓRDOBA 
Gran Maestro Internacional de Ajedrez 
El va lor de las piezas 
Del peón a 
la Dama: una 
escala del 1 al 9 
Puesto que cada pieza tiene un movi­
miento distinto, es obvio que su valor no 
puede ser igual. Seguramente ya sabe­
mos que la Dama es la pieza más pode­
rosa, y es evidente que el peón, tan limi­
tado en sus movimientos, es la menos 
importante. 
La escala que vamos a utilizar para 
medir el valor de las piezas tiene como 
referencia la pieza más débil, el peón, al 
que asignaremos el valor de la unidad. 
EL PEÓN 
Un peón solo puede avanzar a la casilla 
que tiene delante, y controlar otras dos: 
Por ello es evidente que es nuestro re­
curso más débil y el que vamos a sacri­
ficar con mayor facilidad. En el plano 
teórico el peón tiene asignado el valor l. 
Esto no impide que, por ejemplo cuando 
estamos a punto de coronar, un peón 
pueda tener un valor sustancioso. 
EL CABALLO Y EL ALF IL 
Los Caballos y los Alfiles siguen al peón 
en importancia. 
a b c d e f g h
a b c d e f g h
Cuando están en su mejor ubicación (en 
el centro) el Alfil domina 13 casillas, mien­
tras que el Caballo únicamente 8, pero el 
primero solo puede ir a casillas del color 
de la que ocupa. 
Por este motivo, se •considera que, 
dada su movilidad limitada, tienen un 
valor parecido y se les asignan 3 puntos. 
El Caballo y el Alfil son dos piezas que 
se consideran menores. 
Conocer el valor de las pie­
zas es crucial a la hora de realizar 
los cambios. 
1 0 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 
LA TORRE 
Los movimientos de l a Torre son muy 
superiores a los de las piezas menores, 
pues puede desplazarse a 14 casillas, sin 
ninguna limitación de color. Por ello 
considerarnos una Torre el equivalente 
a 5 unidades o peones. 
a b c d e f g h
Las Torres son piezas muy valiosas, por 
ello, junto a la Dama, se denominan pie­
zas mayores. 
LA DAMA Y EL REY 
Por supuesto, la pieza mejor valorada 
(sin contar el Rey) es la Dama. Combina 
el movimiento de la Torre y del Alfil en 
una sola pieza, por lo que considerare­
mos que vale algo más que la suma de 
esas dos piezas. 
R ECUERDA 
Su valor será de 9 puntos, más que 
todos los peones juntos. 
Por su parte, el Rey es una pieza espe­
cial, cuyo valor no está basado en su mo­
vimiento. No tiene sentido asignarle un 
valor numérico, ya que esta es una pieza 
que no puede ser cambiada por ninguna 
otra y perderla significa la derrota. 
a b c d e f g h
No hay que olvidar que estos valores que 
hemos dado son orientativos. Solo se tra­
ta de un valor material que nos puede 
servir corno orientación a la hora de cam­
biar una pieza por otra. 
Las diversas circunstancias a lo largo 
de la partida pueden hacer variar ese 
valor de las piezas, en algunos casos de 
modo importante. Hablaríamos en ese 
caso de un valor dinámico o relativo de 
las piezas. 
• Por su valor, los Caballos y Alfiles se consideran piezas menores. 
• Por su valor, la Dama y las Torres se consideran piezas mayores.
• la ubicación de una pieza en el tablero puede hacer cambiar la valoración
material de la misma. Es lo que se conoce como valoración dinámica o
relativa.
• El humilde peón puede cambiar su valor si consigue coronar y convertirse
en Dama.
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 11 
PIEZA 1 VALOR 
f}, Peón 1 punto 
tiJ Caballo 3 puntos 
.i Alfil 3 puntos 
g Torre 5 puntos 
ff Dama 9puntos 
@Rey ... ¡Infinito! 
Amenaza y defensa : los ca m bios 
Ataque y defensa 
Ya desde las primeras jugadas nos encon­
tramos con el concepto de ataque y de­
fensa. Partiendo de la posición inicial, no 
tarda en presentarse esa circunstancia: 
1 .e4 e5 2.ti.Jf3 
Con su segunda jugada, las blancas ata­
can el peón negro. Esto quiere decir que 
si las negras no prestan atención, el Ca­
ballo lo capturará en su siguiente movi­
miento, con la consiguiente ganancia 
material. En este caso, el peón negro no 
puede huir, pero sí puede ser convenien­
temente defendido por las negras con 
una jugada natural. 
2••• ti.Jc6 
Ahora se ha establecido un equilibrio 
entre fuerzas atacantes y defensoras que 
se puede mantener por muchas jugadas. 
Las piezas del bando blanco amenazan 
el peón y si lo desean pueden llevar a 
cabo su amenaza capturando el peón con 
3. lüxe5, a lo que las negras responderán
lógicamente con 3 ... lüxeS. 
1 2 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
En este caso, decimos que se ha pro­
ducido un cambio, una circunstancia 
muy frecuente para resolver la situación 
de ataque y defensa. Pero las blancas han 
ganado un peón y a cambio han perdido 
su Caballo, lo que, como sabemos, es un 
cambio desfavorable. 
El valor de la pieza atacante frente a la 
atacada constituye un factor decisivo a 
la hora de valorar la efectividad de la 
defensa. Veamos otro caso: 
1 .e4 es 2.d4 exd4 3.\Wxd4 
liJc6 
Aquí las negras, con su última jugada, 
atacan la Dama blanca. Como la pieza 
atacante (el Caballo) es de menor valor 
que la pieza atacada (la Dama), no resul­
ta convenientela defensa. Por ejemplo, 
si las blancas juegan 4. ttJ f3 defendiendo 
su Dama, las negras aceptan gustosas el 
cambio 4 ... tt:'lxd4 5. tt:'lxd4, pues con ello 
ganan una Dama por un Caballo, una 
importante ventaja material. 
Por eso, cuando una pieza es atacada 
por otra de menor valor, rara vez será 
efectiva la defensa, siendo preferible la 
huida de la pieza atacada. 
Cuando las piezas atacante y atacada 
son del mismo valor, el cambio es acep­
table desde el punto de vista material, 
dependiendo de otros factores la conve-
niencia de hacerlo o no. Veamos un 
ejemplo en la Apertura Española: 
1 .e4 es 2.tlif3 llJc6 3.ibs 
Las blancas atacan el Caballo con su Al­
fil, dos piezas de valor equivalente. Este 
Caballo ya está defendido por dos peo­
nes, pero supongamos que las negras 
añaden otra defensa con el siguiente mo­
vimiento: 
3 ... llJge7 
Ahora el cambio del Alfil por el Caballo, 
aunque materialmente equivalente, no 
resulta conveniente para las blancas. 
Comparemos la posición actual con la 
que se alcanza tras las siguientes jugadas: 
4.ixc6 llJxc6
Podemos comprobar que las blancas no 
han ganado nada con el cambio. Incluso 
han favorecido al adversario, pues han 
realizado dos movimientos con su Alfil, 
que ya ha desaparecido del tablero, y el 
Caballo negro en e7, que obstruía el de­
sarrollo de su propio Alfil, ocupa ahora 
una buena posición donde no estorba el 
desarrollo de sus otras piezas. 
En la apertura, hay que pensárselo bien 
antes de cambiar una pieza utilizando 
varios tiempos para ello, puesto que po­
demos quedar retrasados en el desarrollo. 
La situación es muy distinta si en su 
tercer movimiento, las negras optan por 
otra jugada de Caballo. 
3... �d4 
Desde luego, la última jugada de las negras 
no es muy conveniente, pues vuelve a mo­
ver una pieza ya desarrollada, pero con ella 
atacan el Alfil blanco. Ahora el cambio 
produce una situación bien diferente. 
4.llixd4 exd4
ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 1 3 
Las blancas cambiaron su Caballo, que 
había hecho un movimiento, por otro 
que había hecho dos. Ahora, continuan­
do con 5.0-0 obtienen una apreciable 
ventaja de desarrollo. 
Defensa in úti 1 
contra defensa 
eficaz 
En casos más complejos, donde son va­
rios los atacantes y defensores, para que 
la defensa sea ef�?-Z debe al menos igua­
lar el número de atacantes, como po­
demos ver bien en el siguiente ejemplo: 
El peón negro en eS está amenazado por 
varias piezas blancas, tres en total (dos 
Caballos y un Alfil) y defendido por otras 
tres (un Caballo, un Alfil y una Torre). 
Se mantiene el equilibrio entre atacan­
tes y defensores, y si las blancas llevan a 
cabo su amenaza con: 
Los cambios juegan un papel 
muy importante y siempre es nece­
sario valorar si conviene o no 
cambiar una pieza por otra. 
14 ESTRATEGIA EN El AJEDREZ
1 .llJfxeS? llJxes 2.tüxes .txes 
3 . .txe5 gxe5 
Las negras terminan con una pieza de 
ventaja (a cambio de un peón). Por lo 
tanto, los cambios que iniciaron las 
blancas han sido desfavorables para 
ellas y la defensa se demostró eficaz. 
De paso, observemos que las negras 
han hecho intervenir sus piezas en or­
den de valor creciente, siendo la Torre 
la que hizo la captura final. Si hubiesen 
optado por otro orden de jugadas, ha­
ciendo la primera captura con su To­
rre: 
1 ... gxe5? 2.llJxeS .ixe5 3 . .txe5 
llJxeS 
Ahora las negras han terminado con un 
Alfil y un Caballo a cambio de una Torre 
y un peón, lo que ya no es tan ventajoso 
como antes. Por lo tanto, en una serie de 
cambios, hay que utilizar primero las 
piezas menos valiosas para realizar las 
capturas. 
Además, en los casos donde intervie­
nen varios atacantes y defensores, hay que 
valorar, además del valor de las piezas 
atacante y atacada, el de los propios de­
fensores, que pueden intervenir en la 
serie de cambios. Vamos a ver un ejemplo: 
1 .e4 es 2.llit3 llJc6 3 . .tc4 llJt& 
4.llJgS
El peón en f1 está atacado por dos piezas 
(Alfil y Caballo) y defendido por una (el 
Rey). Si las negras añaden otro defensor 
con: 
4 ... V!ie7? 
Equilibran el número de atacantes y de­
fensores. Sin embargo, en la defensa in­
tervienen piezas de valor superior a los 
atacantes y cuando las blancas realizan 
su amenaza: 
5.ixf7+ Y*/xf7 6.�xf7 @xf7
Terminan con ventaja material, al haber 
cambiado un Alfil y un Caballo por la 
Dama y un peón. Por lo tanto, la defensa 
del peón en la casilla f7 con la Dama era 
una defensa inútil. Hubiera sido preferible 
realizar la siguiente jugada, bloqueando 
la acción del Alfil que ataca la casilla f7. 
4 ... d5 
a b c d e f 
El cambio como 
arma táctica. 
El sacrificio 
Ya hemos visto que la valoración mate­
rial es una excelente ayuda para decidir 
si un cambio resulta favorable o desfa­
vorable. Sin embargo, no debe ser el 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 1 5 
único criterio. La táctica puede hacer 
variar la importancia de las considera­
ciones materiales y en muchas combina­
ciones se producen cambios que no re­
sultan favorables desde el punto de vista 
material, pero que convienen claramen­
te por otras razones. 
En esta posición, la Torre blanca ataca el 
Caballo enemigo, que sin embargo está 
suficientemente defendido por su Dama 
y un peón. A las piezas blancas no les 
conviene jugar L!!xf6 Wffxf6, pues resul­
ta un cambio desfavorable. 
Pero con una sola jugada, pueden in­
troducir importantes variaciones en la 
posición. 
1 .Y*/d3 
Ahora las blancas han establecido una 
batería con su Dama y Alfil sobre el pun­
to h7 donde amenaza entrar la Dama 
con mate. Esto le da un valor especial al 
1 6 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 
Caballo defensor en f6 y las negras deben 
jugar con atención. Jugar de modo des­
cuidado puede ser fatal: 
1 ... eS? 2.�xf6! �xf6 3.�h7# 
Las blancas realizaron el cambio 2.:B:xf6 
que resultó una jugada excelente. Es lo 
que se denomina un sacrificio, que con -
siste en la entrega voluntaria de material 
para lograr otras ventajas. Por su parte, 
las negras, en lugar de l ...eS, debieron 
jugar l .. .:B:e8, asegurándose un escape 
para su Rey por la casilla f8 minimizan -
do así los efectos del sacrificio 2.:B:xf6. 
El sacrificio es un tema de 
suma importancia. Casi siempre va 
asociado al ataque, pero también 
puede servimos en Ja defensa o en 
el contraataque. 
El cambio como 
arma estratégica 
En otros casos, el cambio sirve para con­
seguir otras ventajas de tipo estratégico, 
alterando el carácter de la posición de 
modo favorable: 
Las blancas tienen tres peones de venta­
ja, pero su Rey está muy expuesto al 
ataque enemigo. Si no juegan con sumo 
cuidado, pueden perder rápidamente la 
partida, por ejemplo tras l .e7? :B:g8+ 
2.iihl '!fif3# reciben mate.
¿Qué deben hacer? En primer lugar, 
prestar atención a las variantes de tipo 
forzado, los jaques y los posibles cam­
bios. En este caso hay una jugada que 
lleva a un cambio muy deseable: 
1 .�c5+! 
• b c d e f g h
Este jaque ataca la Dama enemiga, y las 
fuerza al cambio. 
1 ... �xcS 2.dxc5 
La posición ha variado sustancialmente. 
Sin las Damas, el Rey blanco ya no corre 
peligro y su bando podrá aprovechar su 
ventaja material de tres peones. El cam­
bio ha tenido una motivación de tipo 
estratégico. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 1 7 
RECUERDA 
• En todo momento hay que llevar un control de los posibles cambios que
puedan producirse en la partida. De modo rutinario hay que comprobar las
amenazas que existan y la calldad de la defensa frente a ellas.
• También hay que buscar aquellos cambios que nos puedan resultar favo· 
rabies, al tiempo que se previenen los que no sean deseables.
Ejercicios prácticos (soluciones en la pág. 16s) 
O Juegan las blancas 
¿Está el peón de eS 
eficazmente 
defendido? 
e Juegan las blancas 
¿Conviene realizar el 
cambio lllxd7? 
� 
e Juegan las negras 
¿Qué es mejor, 
avanzar el peón o 
cambiarlo? 
� 
e Juegan las blancas 
¿Conviene el cambio 
�xf6 o hay alguna 
jugada mejor? 
� 
O Juegan las blancas 
¿Conviene realizar el 
cambio li:lxd7?� 
O Juegan las blancas 
¿Pueden las blancas 
hacer algún cambio 
favorable? 
GL® 
La ventaja mater ia l 
lCómo se consigue 
la superioridad 
material? 
El tipo de ventaja más fácil de apreciar 
es la ventaja material. En circunstancias 
normales, el bando numéricamente su­
perior ganará la partida. Sin embargo, 
existe otro tipo de ventajas, menos evi­
dentes, que hacen que una posición 
equilibrada desde el punto de vista ma­
terial sea superior a la del adversario. 
Son las ventajas de posición. 
Pero ¿cómo se logra la ventaja mate­
rial? Entre jugadores inexpertos, lo más 
común es que ello sea producto de un 
descuido del rival. En cambio, los mejo­
res jugadores son capaces de aprovechar 
las ventajas de una posición favorable 
para ir presionando a su adversario has­
ta convertir esa ventaja en algo material. 
Veamos un desarrollo a partir de una 
posición materialmente igualada, donde 
se aprecia cómo la ventaja posicional se 
va transformando en ventaja material, 
que se va incrementando hasta lograr una 
superioridad suficiente para poder dar el 
jaque mate. 
Las blancas tienen ventaja: sus piezas 
están mejor colocadas, en posiciones 
más activas. Aprovechando esta circuns­
tancia, realizan una maniobra que au­
menta dicha ventaja hasta convertirla en 
superioridad material. 
1 . .ixf6 gxf6 
1 b c d e f g h
Con el cambio anterior, las blancas lo­
gran deteriorar la estructura de peones 
negros, un concepto cuya importancia 
estudiaremos más adelante. 
2.tlld7
1 b c d e f 
Ahora tenemos un caso de ataque doble. 
El Caballo amenaza la Torre y el peón en 
f6. Pero si cayera ese peón, sería con un 
jaque doble (el Caballo atacaría al Rey y 
ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 1 9 
al Alfil, con la consiguiente pérdida de 4J3c7 i.d3 SJ'!xa7 i.c4 
esta pieza). Las negras pierden material 
en todos los casos, así que deben elegir 
la pérdida menor, que en este ejemplo es 
la calidad (diferencia entre una Torre y 
una pieza menor). 
2 .. .i.g6 3.tiJxf8 ©xf8 
La ventaja de las blancas es decisiva, pero 
vamos a continuar la partida para ver la 
forma más rápida de aprovecharla. La 
superioridad blanca todavía no es sufi­
ciente para forzar el mate, así que ese 
objetivo debe ser pospuesto. En estos ca­
sos hay que fijarse metas más inmediatas, 
como mejorar la posición de las piezas o 
lograr nuevas ganancias materiales. 
Aumentar la ventaja 
A partir de la posición anterior, fijémonos 
ahora en la manera en que las piezas del 
bando blanco, siguiendo los principios de 
Steinitz, van aumentando su ventaja pau­
latinamente, en lugar de buscar de una 
manera inmediata un mate para el que 
todavía no tienen suficiente ventaja. 
De momento, las blancas se establecen 
como objetivo atacar el peón de a7, que 
no puede ser defendido. 
a b c d e f g h
Ahora el peón avanza hasta coronar y las 
negras, como mal menor, deben dar su 
Alfil para eliminar la nueva Dama. 
s.gas+ ©e7 7.a7 i.ds s.gbs f5 
9.a8=� has 1 o.gxa8 ©f6
Las piezas del bando blanco siguen au­
mentando su ventaja, sin que el rival 
pueda hacer nada. En este punto, es muy 
sencillo ganar la partida, pero vamos a 
continuarla hasta el final haciendo hin­
capié en la utilización del Rey por parte 
de las blancas. 
La ventaja material es, en 
condiciones normales, una garan· 
tfa de triunfo. Por esta razón de­
bemos aprovechar la ocasión de 
conseguirla cuando esta se presen­
te, salvo que dispongamos de una 
buena razón para no hacerlo. 
20 ESTRATEGIA EN El AJEDREZ
1 1 . ©t2 ©g5 1 2.'3a5 ©g6 
1 3. ©e3 ©g5 1 4.g4 ©g& 
1 5.'3xf5 f6 1 6.©e4 ©g7 17.©d5 
©t7 18.©d6 ©g6 19.@e6 ©g7 
20.'3xf6 ©h7 21 .©f7 h5 
22.gxh5 ©h8 23.'3h6#
a b c d e f g h
Las blancas aumentan su ventaja mate­
rial hasta que es suficientemente impor­
t�nte (una Torre y el Rey enemigo sin 
defensores) para dar el mate. 
La simplificación 
Al bando que tiene ventaja material casi 
siempre le conviene llevar a cabo los cam­
bios. De hecho, cuantas menos piezas 
queden sobre el tablero, más sencillo será 
hacer valer esa ventaja. Esa maniobra uti­
lizada para realizar cambios de material 
es lo que se conoce como simplificación. 
Veamos un ejemplo: 
Las blancas tienen un peón más, pero 
tratar de avanzarlo no es sencillo, ya que 
la Torre negra puede dificultar la manio­
bra. Provocar el cambio de Torres facili­
ta mucho la victoria: 
1 .'3g6+ ©d5 2.'3xc6 ©xc6 3.h4 
©d6 4.a5 
Y el Rey negro no puede detener a los 
dos peones blancos a la vez. 
Una partida modelo 
El ejemplo anterior era muy sencillo, 
pero podemos ver un caso más comple­
jo tomado de una partida de Steinitz en 
una sesión de partidas simultáneas que 
tuvo lugar en Inglaterra en 1870. 
Steinitz, que jugaba con las blancas, tenía 
un peón menos. Sin embargo, en lugar 
de buscar un problemático ataque, pre­
firió simplificar la partida cambiando las 
Damas porque vio que, de inmediato, 
podría recuperar su peón, conservando 
una posición favorable. 
Al bando que tiene ventaja 
material le conviene los cambios 
de piezas, aunque debe evitar 
muchos cambios de peones. 
1 7.�xf4 ¿¿¡xf4 1 8,¿¿¡b6 :Sb8 
1 9,¿¿¡xa4 
Las negras, para no perder su Alfil, tu­
vieron que abandonar la protección de 
su peón en a4. 
Pero entonces el peón de cS tampoco 
tiene fácil defensa, pues si 19 . . . tll e6, 
20.i.c4, eliminaría el Caballo defensor.
Por ello, las negras deciden también en­
tregar este segundo peón, aunque de 
todos modos no consiguen superar to­
das sus dificultades y ya con inferioridad 
material, su posición se va deteriorando 
poco a poco. 
1 9 ... �e& 20.¿¿¡xcS @e7 21 .¿¿¡es 
:Shc8 
La ventaja de las blancas es tanto mate­
rial como posicional. 
Metódicamente, Steinitz continúa 
acumulando superioridad hasta el fi­
nal. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 2 1 
22.g3 lli4d5 23.¿¿¡xf7! @xt7
24.¿¿¡xe&
Con un golpe táctico, las blancas han 
ganado otro peón y la victoria está cada 
vez más cerca. 
24 ... h& 25.�c4 @ga 26.:Sab1 
Ahora, el gran jugador austríaco pone 
en juego su última pieza y busca las sim­
plificaciones. 
26 ... :Sxb1 27.:Sxb1 @ha 28.:Sb7 
g6 29.a4 
22 ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 
Con esta jugada, las blancas ponen en 
marcha el peón de ventaja que está pa­
sado y genera nuevos problemas a su 
adversario. El resto no presenta grandes 
dificultades para ganar la partida. 
29 ... gas ao..tb3 ges 31 .tlid4 
gca 32.a5 tlie4 33.tlixcG gxc6 
34bd5 
Y las negras se quedan con una desven­
taja del todo insalvable. 
RECUERDA 
• Como nos enseM Steinitz, la partida de ajedrez se gana por la acumulación
de ventajas que aisladamente puedan parecer insignificantes. 
• No hay que precipitarse queriendo dar mate en las primeras jugadas. Por el 
contrario, es aconsejable Ir mejorando paulatinamente la posición propia.
Ejercicios prácticos (soluciones en la pág. 165) 
O Juegan las blancas 
¿Cómo pueden 
mejorar su posición? 
CL® 
O Juegan las negras 
¿Cómo deben jugar? 
CL® 
8 Juegan las blancas 
¿Cómo hay que 
continuar? 
®=:® 
e Juegan las blancas 
¿Cuál es la mejor 
continuación? 
CL® 
O Juegan las negras 
¿Cómo deben jugar? 
� 
O Juegan las negras 
¿Deben cambiar las 
Damas o hay algo 
mejor? 
CL® 
La actividad 
Capa blanca 
lo hacía parecer 
todo muy fácil 
Como primer ejemplo, vamos a valernos 
de una partida del genial José Raúl Ca­
pablanca. 
En el diagrama observamos que la ac­
ción del Caballo del bando blanco abar­
ca ocho casillas, mientras que el Caballo 
negro solo controla cuatro. Además, el 
blanco controla importantes cuadros 
centrales, mientras que el negro se limi­
ta a defender. Observemos con atención 
la actividad de alguna otra pieza, por 
ejemplo los Alfiles. El Alfil blanco juega 
por todo el tablero y domina una impor­
tante diagonal de ataque sobre el punto 
h7, y también despliega juego, aunque 
menos relevante, en el flanco de Dama. 
Por su parte, el Alfil negro tiene su acti­
vidad mucho más reducida. 
En este escenario en el que las blancas 
disponen de mayor actividad, Capablan­
ca intenta una jugada con la que poneaún más de manifiesto la diferencia de 
actividad entre uno y otro bando. 
1 .tlJd6 
Con el salto del Caballo, Capablanca in­
vade la posición enemiga y hace que la 
única oportunidad de las Torres negras 
de lograr actividad, que sería tratar de 
atacar al peón retrasado en d4, se esfu­
me. La presencia del Caballo en la sexta 
fila intimida, mientras que las negras no 
pasan de la tercera fila con las suyas. 
Capablanca aprovecha la gran actividad 
de sus piezas para trasladar efectivos y 
lleva rápidamente su Torre a g3. La po­
sición del Rey negro comienza a ser pre­
caria y se amenazan jugadas sencillas 
como Vfif6. Es muy importante darse 
cuenta de que las blancas van trasladan-
24 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
do efectivos contra el Rey negro, que está 
defendido por menos piezas de las que 
lo atacan. A partir de aquí Capablanca 
gana en pocas jugadas que, a estas alturas 
del curso, no es necesario mostrar. 
Un ejemplo de lujo 
entre campeones 
mundiales 
Veamos otro ejemplo del concepto de 
actividad, esta vez en una partida entre 
dos excampeones mundiales, el ruso 
Borís Spassky y el armenio Tigran Pe­
trosian. La partida tuvo lugar en el Cam­
peonato del Mundo disputado en Moscú 
en 1969. 
Contemplamos una posición donde las 
negras tienen un peón de ventaja; de 
hecho, disponen de dos peones pasados 
en el flanco de Dama pero que no van a 
poder avanzar por una cuestión funda­
mental: la centralización y la actividad 
de las piezas blancas. 
El bando blanco dispone de un solo 
peón a cambio de esos dos, pero se trata 
de un peón central, más avanzado y apo­
yado por su Torre, con lo cual su peligro­
sidad es mucho mayor que la que ofrecen 
los dos infantes de las piezas negras. 
Observamos además la situación del 
resto de las piezas. La Dama blanca, 
centralizada, controla un buen núme­
ro de casillas importantes en el centro 
y en el flanco de Rey, mientras que su 
homóloga negra está en un extremo 
del tablero dominando casillas poco 
trascendentes. 
De los Caballos también hay mucho 
que decir: el negro dispone de cuatro 
casillas y el blanco, de ocho. En cuan­
to a las Torres, las blancas están ocu­
pando las columnas centrales, y esta 
gran diferencia en actividad concede 
la ventaja a las blancas en la presente 
posición. 
Siempre insistimos en que se deben 
transformar las ventajas temporales en 
ventajas permanentes y veremos con 
qué maestría lo hace aquí Borís Spas­
sky. 
1 .d6 lkd8 2.d7 tfc4 
3.tff5 h6 
Lanza su peón hasta la séptima línea sin 
miedo a ser capturado. Las negras tratan 
de cambiar las Damas, algo que les favo­
recería, y las blancas obviamente lo recha­
zan situando su Dama en una posición 
de defensa y ataque. Las negras avanzan 
su peón a h6 con la intención de evitar el 
peligroso salto del Caballo a gS. 
4Jk1 �a& 5Jk7 b5 &.tlid4 �b& 
7Jk8 ! 
La Torre blanca ataca a la Dama y entra en 
la séptima línea, con una gran fuerza, pre­
sionando el punto a7 y defendiendo su 
propio peón de d7. Las negras son relega­
das a una posición muy difícil, con pocas 
opciones de juego. Avanzan el peón a bS 
para dar paso a su Dama a través de la ter­
cera fila. Spassky sigue jugando con mucha 
energía y poniendo de manifiesto la fuerza 
de su posición. En su jugada 7, las blancas 
sacrifican el Caballo, cuya aceptación hu­
biera llevado a las negras a una rápida de­
bacle, porque a 7 ... \Wxd4 seguiría 8.!l:xd8 
!l:xd8 9.!l:e8+ y mate en la próxima. 
7 ... lllb7 8.lllc6 llld& 9.lllxd8 
lllxf5 1 o.tlic6 1 -0 
Petrosian intenta acercar su Caballo a la 
defensa pero las blancas irrumpen con 
su Caballo en c6, con lo cual plantean 
ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 25 
amenazas decisivas que se concretan con 
un elegante sacrificio de la Dama. Cabe 
observar que en la posición final las pie­
zas blancas amenazan de forma inevita­
ble el cambio de las Torres y la corona­
ción del peón. 
La actividad en un 
área concreta del 
tablero 
Es muy importante entender que duran­
te una partida la acción no siempre 
transcurre en todo el tablero, sino que 
en ocasiones está localizada en un área 
concreta del mismo. Si la actividad de 
nuestras piezas se desarrolla fuera de 
esta área, entonces corremos un serio 
peligro. Un buen ejemplo lo encontra­
mos en la siguiente partida, disputada 
por dos grandes ajedrecistas, el holandés 
Max Euwe, excampeón mundial, y el 
argentino Miguel Najdorf, toda una le­
yenda en su país y en el ámbito interna­
cional. 
Toda la acción gira en torno a la falta de 
protección de los Reyes, pues ambos es­
tán muy abiertos. Por tanto, al área que 
comprende la mitad derecha del tablero 
la llamaremos zona de lucha. 
26 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 
La fuerza combinada de un 
peón pasado en séptima a punto 
de coronar, apoyado por sus dos 
Torres en las columnas adyacentes, 
es muy grande. 
Observamos que Najdorf, que juega con 
las piezas negras, ha caído en una mala 
posición, pues sus dos piezas menores 
están muy alejadas, fuera de esa zona de 
lucha donde va a tener lugar toda la ac­
ción durante las próximas jugadas. Por 
el contrario, las piezas blancas sí están 
bien situadas en el centro y en la zona de 
combate, cerca de los Reyes. Esa diferen­
cia de actividad va a dar lugar a una fácil 
victoria de las blancas. 
U!e1 gxe1 2.Wfxe1 'itig7 3.Wf es 
Euwe juega de forma excelente. Prueba 
de ello es que busca el cambio de las To­
rres en la casilla el , al ser la Torre negra 
una de las pocas piezas activas con que 
contaba su rival. Después de ese cambio, 
el Rey negro queda con la única protec­
ción de su Dama mientras es atacado por 
tres piezas del bando contrario. El Caba­
llo negro en c6 está paralizado por la 
indefensión del Alfil de b7. Muy pronto 
la Dama blanca penetra en la retaguardia 
del Rey negro, creando desagradables 
amenazas. 
3 ... Wfc2+ 4.'itig1 Wfd1 + 5.'itih2 
Wf c2+ 6.lllg2 
Najdorf busca su salvación dando varios 
jaques con su Dama, que al final son fá­
cilmente neutralizados, por lo que las 
negras quedan enfrentadas a las mismas 
amenazas mortales fruto de la penetra­
ción de la Dama blanca. 
6 ... Wff5 7.Wf g8+ 'itit6 8.Wfh8+ 
'itig5 9.Wf g7+ 
Y las negras abandonan, ya que tras 
9 . . . iixhs sigue lO.lll f4+ y las blancas 
ganan la Dama. 
Cuando el Rey negro realice la única 
jugada posible, capturar el peón de hS, 
recibirá mate con el salto de Caballo a la 
casilla f4. En realidad, se verá obligado 
a evitarlo sacrificando su Dama por el 
O Un buen alfil es capaz de con·
trolar desde la distancia un gran 
número de casillas daves. 
Caballo, pero como ya sabemos, ese es 
un cambio cuya equivalencia es muy 
pobre y prácticamente obliga al abando­
no de la partida. 
La iniciativa 
en el final 
La siguiente partida es de un campeona­
to sub- 16 que evidencia la importancia 
de la actividad en los finales y cómo las 
piezas negras desarrollan una actividad 
que asfixia a su rival. 
R ECUERDA 
ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 27 
En una posición de igualdad de material, 
las piezas del bando negro han detectado 
un punto débil en la posición de las blan­
cas, el peón de h3, y se dirigen hacia él 
para forzar a las blancas a esclavizar a su 
Rey a la defensa. 
21 ••• @f& 22.@e2 @gs 23.@f1 
@h4 24.@g2 �f4 
Con esta última jugada, el Alfil negro se 
encarga de paralizar la acción del Caba­
llo. Las consecuencias son inmediatas: 
cuando el Caballo trata de maniobrar, el 
Alfil penetra y gana material, forzando 
la victoria en pocas jugadas. 
25.tLla1 i.c1 26.b4 �b2
27.tLlc2 c4 28.tiJe3 i.xc3
29.tiJxc4 �xb4
Y las negras ganan 0-1. 
• Mientras mejor situadas estén nuestras piezas, mayores serán nuestras 
probabllldades de triunfo.
• La actividad está asociada directamente a la lmportanda de las casillas
adonde puedan trasladarse nuestras piezas.
• Es importante Identificar que, en ocasiones, la acción está localizada en
un érea concreta del tablero.
• En los finales también cuenta la actividad y, en general, es vital mejorar
la posición de cada una de nuestras piezas.
28 ESTRATEGIA ENEL AJEDREZ
Ejercicios prácticos (soluciones en la pág. 166) 
O Juegan las negras e Juegan las negras O Juegan las blancas 
¿Cómo jugaría el 
bando negro para 
maximizar la acción 
de sus piezas? 
¿Qué jugada de las 
negras mejoraría su 
posición? 
¿Qué opinión merece 
el movimiento gxd7? 
� 
� 
� 
La in iciativa y el ataque 
Transición de la 
apertura al medio 
juego: de la 
iniciativa al ataque 
El concepto de iniciativa lo conocemos 
desde que hemos empezado a estudiar 
las aperturas. Debido a que las blancas 
mueven primero, desde las primeras ju­
gadas estas tienen una pequeña superio­
ridad sobre su adversario: la posibilidad 
de imponer el ritmo de la partida y de 
crear algunas amenazas. Esto es lo que 
llamamos iniciativa y al principio corres­
ponde a las blancas, aunque si no juegan 
con precisión, puede pasar al bando de 
las negras. 
Una vez concluida la apertura, cuando 
los objetivos básicos de esta fase de la par­
tida se han completado (o lo que es lo mis­
mo, se han desarrollado todas las piezas), 
se dispone de un buen control del centro 
y se ha puesto en seguridad al Rey con el 
enroque, comienza la fase de la partida 
denominada medio juego, que es donde 
tienen lugar las acciones principales y co­
mienza la lucha por obtener la ventaja. 
El bando que lleva la iniciativa está en 
mejor disposición para someter al ad­
versario a dificultades y con ello obtener 
alguna ventaja. 
La ventaja má.s evidente es la material, 
aunque a medida que avance el curso 
veremos que existe otro tipo de ventajas 
relacionadas con la posición que pueden 
ser igual o incluso más importantes. 
El ataque es la evolución lógica de la 
iniciativa, donde ya se plantean amena­
zas mucho más serias que exigen del 
adversario acciones concretas. Natural­
mente, el ataque más peligroso es el que 
se lleva a cabo sobre el Rey contrario, 
pues si tiene éxito se gana la partida de 
modo inmediato. 
El ataque al Rey. 
Superioridad 
ataque-defensa 
Ya demostró Steinitz que para que el ata­
que tuviera éxito, había que partir de una 
posición superior, así que cuando se han 
logrado algunas de las ventajas mencio­
nadas anteriormente, es el momento de 
llevar a cabo un ataque al Rey con garan­
tías. 
En particular, el hecho de que las fuer­
zas atacantes sean superiores a las defen­
soras, ya sea en número o en colocación, 
es casi una garantía de éxito. 
Para ilustrar este factor, vamos a es­
tudiar una partida completa de Morphy, 
el genial jugador americano del siglo XIX, 
disputada cuando este solo tenía 12 años 
en Nueva Orleans, en 1 849. Su rival, 
James McConnell, no era un adversario 
muy fuerte y además cometió graves 
errores muy pronto. Precisamente ana­
lizaremos esa fase de la partida, pues 
muestra cómo Morphy, que conducía 
las piezas bancas, aprovecha la prema­
tura salida de la Dama de su rival para 
tomar desde el principio la iniciativa y 
adquirir una gran superioridad de fuer­
zas, que a la postre le valió una rápida 
victoria. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 29 
1 .e4 es 2.ltif3 Wff6 
Esta jugada no es buena. La Dama no 
debe jugarse tan pronto y además aquí 
ocupa la mejor casilla, que debería estar 
reservada a su Caballo de g8. 
3.ltic3 c6
Morphy desarrolla otra pieza, al tiempo 
que amenaza un posible salto a dS. Su 
rival lo evita, pero para ello ha tenido que 
hacer otra jugada que no es de desarrollo. 
Veamos ahora cómo Morphy toma la 
iniciativa en las próximas jugadas. 
4.d4 exd4 5.e5 Wfg6 6.�d3
Con esta jugada Morphy sacrifica un 
peón, pero comienza a poner en proble­
mas a la Dama enemiga, demostrando 
lo erróneo de su temprano desarrollo. 
Tampoco era mala 6.tt:lxd4, pero la ju­
gada de la partida es más enérgica. Si 
contamos los tiempos de desarrollo, ve-
30 ESTRATEGIA EN El AJEDREZ
mos la clara ventaja que han logrado las 
blancas en muy pocas jugadas. 
6 ... �xg2 7Jlg1 �h3 8J��g3 �h5 
Las negras confían en cambiar las Damas 
si su rival captura en d4 con el caballo. 
Pero Morphy no les da esa opción y con­
tinúa acosando la Dama adversaria. 
9J�g5 �h3 1 O�f1 �e6 
1 1 .tllxd4 �e7 
Está bien claro que las figuras del bando 
blanco han logrado la ventaja. Práctica­
mente todas sus piezas están en juego o 
al menos tienen vía libre para salir. Por 
parte de las negras, no han desarrollado 
ninguna pieza e incluso su Dama estor­
ba el desarrollo normal de su Alfil de 
casillas negras y también de su Caballo. 
Llegado este punto, Morphy considera 
que ha llegado la hora de empezar a crear 
amenazas sobre el Rey negro y convertir 
su iniciativa en un ataque franco. 
1 2.tllfs �e6 1 3.tlle4 
Con esta jugada se plantea un posible 
jaque en la casilla d6. A estas alturas de 
la partida, la situación de las piezas ne­
gras es ya muy delicada y debieron dar­
se cuenta de que era imperativo comen­
zar a desarrollar alguna pieza. Para ello 
era necesario jugar 13 .. . dS, pero en lugar 
de eso deciden realizar un inocente ata­
que a la Torre, con lo que no consiguen 
nada más que agravar notablemente su 
situación. 
1 3 ... h6 1 4.lllfd6+ i.xd6 
1 5.tllxd6+ i>dB 1 6.i.c4 
El ataque desarrollado por las piezas del 
bando blanco tiene el éxito garantizado, 
pues cuentan con muchas más figuras 
en juego. Ello es consecuencia de la erró-
nea salida de la Dama negra llevada a 
cabo en las primeras jugadas de la par­
tida. En cambio, las blancas pusieron en 
juego casi todas sus piezas, especialmen­
te las menores. 
1 6 ... '!We7 17.tlixf7+ rt!c7 
d e f g h 
Ahora las blancas pueden conseguir ven­
taja material capturando la Torre, pero 
prefieren buscar directamente el mate. 
La ventaja de desarrollo per· 
mite crear amenazas cada vez 
más fuertes que el adversario ya no 
podrá evitar sin pérdidas materiales. 
1 8.'!Wd6+ '!Wxd6 1 9.exd6+ rt!b6 
20.i.e3+
La superioridad de las fuerzas atacan­
tes sobre las defensoras es evidente. El 
ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 31 
mate es muy seguro y solo hay que bus­
carlo. 
20 ... cS 21 . .txcS+ @as 
Al movimiento 2 1 . . .@c6 se responde 
con 22. lt:J d8#. Pero la jugada de la par­
tida apenas es mejor. 
22J�g3 b5 23Jfa3# 
Debilidades en 
torno al Rey. 
Vías de entrada 
Aparte de la iniciativa y de la superiori­
dad en el ataque, hay otros dos factores 
importantes para que un ataque al Rey 
tenga éxito: la existencia de casillas in­
defensas y una mala cobertura. 
Casillas indefensas son, básicamente, 
aquellas en las que pueden apostarse las 
piezas atacantes, y lo que permite una 
cobertura inadecuada de los peones es 
que las piezas enemigas creen amenazas 
al Rey. La existencia de debilidades en la 
posición del Rey es un concepto con el 
que nos iremos familiarizando median­
te los próximos ejemplos. 
En este sentido, las líneas abiertas, co­
lumnas y diagonales, por donde pueden 
incorporarse al ataque nuevos refuerzos, 
son también muy importantes. 
A continuación estudiaremos dos 
ejemplos de ataque al Rey llevados a 
cabo por Garry Kaspárov, no solamente 
uno de los mejores ajedrecistas de todos 
los tiempos, sino también un jugador 
excepcional en el manejo del ataque. 
Vamos a ver el valor que le da él a la ini­
ciativa por encima del material. 
32 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
La primera partida que analizaremos, 
que jugó cuando tenía 17 años y todavía 
no había ganado el título mundial, le 
enfrentó al experimentado gran maestro 
soviético Antoshin, un jugador muy 
fuerte, por lo que su victoria tiene mu­
cho más mérito, a la vez que sus errores 
son también difíciles de apreciar. En di­
cha partida, Kaspárov jugaba con las 
blancas. 
Vamos a partir de la siguiente posi­
ción: 
Las blancas están algo mejor colocadas. 
El Caballo en fS ha obligado a la Dama 
negra a colocarse en una posición in­
usual para defender g7, y las blancas 
toman la iniciativa amenazando un peón 
central que no es fácil de defender. 
1 .ti'b3 O·O·O 
Las negras podrían defender su peón 
con l. ..c6, pero ello dejaría algo inestable 
la posición de los peones en el flanco de 
Dama y las blancas lo podríanaprove­
char con 2.lll a4, y si 2 . . . bS el jaque 
3.°We3+ resultaría molesto, pues obliga­
ría a perder el enroque con 3 . . . �d8. 
2.0·0 
Kaspárov puede capturar el peón con el 
Caballo, a lo que su rival probablemen­
te seguiría con 2 . . . .ixdS 3 . .ixdS lll cs 
4.dxcS E!:xdS, atacando cS y fS. Casi con
toda seguridad, eso sería bueno para las 
blancas, pero Kaspárov, con acierto, 
prefiere no comenzar las complicacio­
nes para ganar material antes de haber 
puesto en seguridad a su Rey con el en­
roque. Es una buena medida que debe­
mos imitar. 
2 ... lll b8 
Finalmente, Antoshin tiene que hacer 
esta jugada poco atractiva para defender 
su peón. Por su parte, Garry Kaspárov 
incorpora otra pieza al futuro ataque, 
una de sus Torres, a través de una posible 
vía de entrada, una columna donde po­
drá actuar directamente. 
3.E�ac1 tlic6
Las negras han previsto una combina­
ción con la que recuperarán el peón y 
piensan que de este modo podrán activar 
su juego. 
Kaspárov considera que ya puede pa­
sar al ataque y acepta el reto. 
4.tlixd5 tlixd5 5 . .ixd5 tlixd4
6.Wi'c4 
Ahora se comprueba lo útil que ha sido 
la jugada de mover la Torre a el, pues las 
blancas empiezan a crear amenazas muy 
peligrosas, en este caso mate en c7. Pero 
Antoshin también ha previsto la respues­
ta a esta acción. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 33 
6 ... tlixe2+ 7.Wi'xe2 i.xd5 
8.Wi'xa6+ <it>b8
Desde luego, no valía 8 ... �b7 9 .�xb6. 
Después de la jugada de la partida, las 
negras parecen estar bien. Probable­
mente, Antoshin había previsto todo 
esto al inicio de su combinación, pen­
sando que podría volver con su Alfil 
a b7 y organizar su defensa. Pero la 
posición de su Rey presenta algunas 
debilidades que Kaspárov explota ma­
gistralmente con un sacrificio de la 
Torre que da paso a un ataque demo­
ledor. 
9.�xc7! <it>xc7
1 0.Wi'a7+ 
La otra Torre blanca está a punto de en­
trar en acción desde la casilla el, lo que 
obliga al Rey negro a salir a campo abier­
to, donde estará extremadamente ex­
puesto. 
34 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
1 0 ... @c& 1 1 .gc1 + 
1 1 ... �c5 
Es la única solución, pues si 1 1 . . . cj;¡bs, 
1 2.tlJd4#. Pero ahora Kaspárov recupe­
ra el material y mantiene sus amenazas 
sobre el Rey negro. 
1 2.gxc5+ bxc5 1 2.b4 cxb4 
1 3.axb4 ghe8 
La amenaza de mate en la casilla el es 
fácilmente neutralizada por las blancas, 
que fuerzan la ganancia de material. 
Para plantear cualquier ata· 
que, sobre todo si es contra el Rey 
contrario, hay que procurar contar 
con más piezas atacantes de las 
que el rival tenga como defen­
soras. Sobre todo cuentan las pie­
zas que pueden participar inmedia­
tamente en la acción. 
1 4.l!Je7+ @d& 1 5.�c5+ @e& 
1 6.l!Jxd5 
Antoshin abandonó, al ver que tras 
16.J:'.hds, 17.Wf c6+, perdería una de sus
Torres. 
La segunda partida ilustra el modo en 
que Kaspárov, que juega con las blancas, 
incorpora sus piezas al ataque, abriendo 
vías de entrada a fin de conseguir la su­
perioridad de fuerzas atacantes. 
La posición del siguiente diagrama 
es de una sesión de partidas simultá­
neas que Kaspárov dio en Cannes en 
1 988. 
En esta situación, el rival de Kaspárov, el 
belga Weemaes, ha quedado retrasado 
en el desarrollo, pero si pudiera jugar su 
Alfil a g4 y su Caballo a d7 estaría en una 
posición muy aceptable. No obstante, no 
le da tiempo, pues Kaspárov abre nuevas 
vías de entrada a sus piezas para atacar 
el enroque adversario. 
1 .c5! ixc5 2.lüxe5 �f4 
a.gc1
Atención a esta jugada y la siguiente. Ga­
nando tiempos al atacar las piezas adver­
sarias, las blancas incorporan nuevos 
efectivos. 
3 ... b6 4.gc4 �g5 
5.h4
La Dama negra podría ser un buen de­
fensor, así que el gran maestro Garry 
Kaspárov la expulsa de su posición. 
ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 35 
5 ... �d8 6.�f3 
La superioridad numérica de los atacan­
tes se torna abrumadora: cinco piezas 
contra un Rey sin apenas protección. 
s ... �d& 1.m4 ts 
No había otra forma de defender el peón 
de la casilla f7, pero ahora se crean nue­
vas debilidades alrededor del Rey negro 
y la situación se vuelve insostenible. 
8.lüc4 �d7 9.ge1
36 ESTRATEGIA EN El AJEDREZ
La última pieza blanca que faltaba por 
entrar en juego se ha movido. Esto es 
una parte de la técnica del ataque que 
debemos recordar. Cuanto mayor sea 
el número de atacantes, más probabi­
lidades habrá de asegurarse el éxito 
definitivo. En este caso, la superiori­
dad numérica de los atacantes es tan 
grande que la posición de las negras se 
derrumba como si de un castillo de 
naipes se tratara. Las blancas ya pue­
den obtener ventajas materiales, pero 
lo hacen sin ceder la iniciativa y con­
servan todas sus amenazas. 
RECU ERDA 
9... .tb7 1 o . .txf5 
a b c d e f g h
Y las piezas negras se rindieron. Una 
posible continuación sería 1 0 . . . \W d8 
l l .�e6+ @hs 12.'IWhs !!xf4 13.'1Wxh6#. 
• El Jaque mate es el objetivo supremo, por encima del material y todo lo
demás.
• En el ataque, es deseable conseguir superioridad numérica sobre los
defensores y tratar de incorporar todas nuestras piezas.
Ejercicios prácticos (soluciones en la pág. 166) 
O Juegan las blancas 
¿Cómo pueden ganar 
material? 
� 
e Juegan las blancas
¿Cómo pueden iniciar 
un ataque imparable 
sobre el Rey negro? 
� 
e Juegan las negras 
¿Cómo pueden 
convertir su ventaja de 
desarrollo en ventaja 
material? 
� 
El dom i n io centra l 
Concepto de 
dominio central 
El dominio del centro del tablero depen­
de tanto del control de las casillas cen­
trales como de su ocupación con piezas 
o peones. Dado que las piezas pueden
ser más fácilmente desalojadas, por su 
mayor valor, se suele dar preferencia a la 
ocupación con peones. De todas mane­
ras, como es natural, una pieza colocada 
en el centro de modo inexpugnable con­
tribuye notablemente al dominio de este 
sector del tablero. 
Para poder apreciar mejor la valora­
ción del control del centro del tablero 
vamos a mostrar un ejemplo extraído de 
una partida jugada en Londres en 1830 
por Alexander McDonnell, uno de los 
más fuertes ajedrecistas de su tiempo. 
c d e f g h
No es difícil darse cuenta del dominio 
central de las blancas, conducidas por 
McDonnell, pues sus dos peones ocupan 
el centro (e4 y d4), mientras que las ne­
gras solo tienen un peón y en una casilla 
de menor importancia (d6). Las cuatro 
piezas menores de las blancas actúan 
directamente sobre el centro, mientras 
que en el caso de las negras, solo el Ca­
ballo en f6 lo hace directamente, pues el 
Alfil en g4 actúa de un modo más indi­
recto. El otro Alfil negro, aunque está 
desarrollado, apenas ejerce influencia 
central. En el caso de las blancas, incluso 
la Dama está desarrollada en una posi­
ción segura y con buena influencia en el 
centro. 
Evidentemente, las piezas blancas 
tienen ventaja y, según los preceptos 
de Steinitz (que por aquel tiempo to­
davía no habían sido formulados}, son 
ellas las que pueden pensar en atacar. 
Sin embargo, el rival de McDonnell, en 
lugar de pensar en el desarrollo con el 
fin de tratar de neutralizar en lo posi­
ble la ventaja de las blancas, se decide 
por una acción agresiva del todo injus­
tificada. 
1 ... h3 2.tligS 
a b c d e f 
Las amenazas de las blancas son mucho 
más reales. Las negras tienen serios pro­
blemas y el sacrificio del peón que aho­
ra realizan solo sirve para acelerar la 
derrota. 
38 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
2 ... d5 3.liJxd5 i.h5 4.tllxc7+ 
'ii>f8 
Las piezas del bando blanco ya disponen 
de una ventaja ganadora. La simple cap­
tura de la Torre basta para ganar. Pero 
McDonnell se da cuenta de que ya pue­
de buscar el jaque mate. 
s.tllxf7 i.xf7 & . .th&+ @gs
7.Y!ig5# 1 ·0 
Volvamos ahora a la posición inicial para 
comprobar que, dada la ventaja de las 
blancas, incluso con la mejor continua­
ción, las negras no habrían conseguido 
resolver las dificultades. 
Se hubiera podido continuar con los 
siguientes movimientos: 
1 ... tllc6 2.0·0·0 
Con lo que se llegaría a la posición refle­
jada en eldiagrama. 
Con el flanco de Rey tan debilitado, las 
negras no encontrarían buen refugio para 
su Rey con el enroque corto (su peón de 
h4 debería estar en g7 para ofrecer una 
buena protección). Por ello resulta lógico 
que se preparase el enroque largo. 
2 ... Y!id7 
Pero veremos la fuerza que supone un 
centro de peones como el que tienen las 
blancas, tras esta sencilla pero muy fuer­
te continuación. 
3.Y!ie3
Ahora ya no vale 3 . . . 0-0-0 porque des­
pués de 4.dS, cuando las negras decidan 
retirar su Caballo atacado, caerá el peón 
en a7. 
La posibilidad de avanzar los peones 
centrales obligando a las piezas enemigas 
a apartarse de sus buenas posiciones es 
una de las ventajas del dominio central 
con peones. 
Otra posibilidad es la de realizar una 
ruptura central que abra el juego en el 
momento que convenga, y eso lo podre­
mos observar si las negras optan por una 
jugada que evite la captura del peón en 
a7 tras el enroque largo. 
3 ... a6 4.e5 tlJh5 5.exd6 cxd6 
6.llld5
Las blancas ya tienen demasiadas ame­
nazas. Su Caballo en dS es inexpugnable 
y además evita que las negras enroquen 
largo, pues 6 . . . 0-0-0 7.ClJb6+ ganaría la 
Dama. 
En este momento, con las columnas 
centrales abiertas, la situación del Rey 
negro se ha vuelto mucho más peli­
grosa. 
El dominio del centro ha permitido a 
las piezas del bando blanco construir 
una posición excelente, en la que el Rey 
rival se ha visto obligado a renunciar al 
enroque. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 39 
Control y ocupación 
del centro 
con los peones 
La ocupación del centro del tablero con 
los peones tiene la ventaja de que así se 
impide que las piezas enemigas se colo­
quen allí. Además, el av�ce de estos peo­
nes acostumbra a desorganizar la posi­
ción de las piezas enemigas, al obligarlas 
a dejar sus casillas buenas. 
Ya en el anterior ejemplo pudimos 
comprobar la fuerza del centro de peo­
nes. En la siguiente posición tenemos un 
nuevo caso. 
1 .c4 
Las blancas han colocado cuatro peones 
en el centro, algo que pocas veces se con­
sigue, al menos contra un rival fuerte. Al 
principio, las negras no reaccionan mal 
40 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 
y tratan de controlar algunas de las casi­
llas centrales. 
1 ... f5 2.e5 
Pero ahora, en lugar de seguir con 
2 ... .ic6, que controlaría el avance de los 
peones blancos, las negras lo provocan 
erróneamente. 
2 ••• c5 3.d5 exd5 4.cxd5 
O Uno de los objetivos desde las
primeras jugadas es conseguir el 
dominio del centro del tablero. 
Esa es una zona cuya importancia 
se mantiene en tocias las fases de la 
partida, pues es en ella donde las 
piezas desarrollan su mayor poten­
cial. 
Ahora las piezas blancas tienen dos peo­
nes pasados y ligados en la quinta fila, 
que además no pueden ser detenidos por 
los peones adversarios. Esa es una ven­
taja tan grande que su avance suele re­
portar ganancias materiales, como ocu­
rre aquí. 
4. .. c4 5.e6 i.eS 6.d6 lllg6 
7.d7
Con esta jugada las blancas ganan una 
pieza, y se quedan con una ventaja decisiva. 
Salvo por muy buenas razones, es peli­
groso dejar al adversario con un centro 
móvil de peones y, si ya lo tiene, debe pres­
tarse mucha atención a su avance. Por ello, 
una buena medida es procurar conservar 
nuestros peones centrales y no cambiarlos 
por otros que no pertenezcan al centro, 
para no dejar al rival con superioridad 
numérica de peones en ese sector. 
Terminaremos con una partida comple­
ta donde se muestra la lucha por dominar 
el centro con los peones. Se trata de una 
partida jugada por el inglés Howard Staun­
ton, el mejor jugador de su época, en una 
sesión de partidas simultáneas que tuvie­
ron lugar en Londres en 1841 . Su adversa­
rio, de modo equivocado, permitió muy 
pronto que Staunton consiguiera un centro 
de peones móvil y rápidamente se encon­
tró en dificultades. 
1 .e4 e5 2 . .ic4 .tc5 3.'i'e2 
Staunton, que jugaba con las blancas 
ante un rival inferior, plantea una celada. 
La amenaza podría ser 4 . .ixf7+ 'itixf7 
s.Wc4+ seguido de 6.WxcS; pero su ad­
versario no se asusta y contesta con una 
buena jugada de desarrollo. 
3 ... llif6 4.f4 
Staunton reconoce que la continuación 
4.�+ 'itixt7 s.Wc4+ ds 6.Wxcs ctJxe4
sería desventajosa para él, pues dejaría el 
dominio del centro a su rival, quien po­
dría poner a su Rey en seguridad con 
... É!f8 y ... 'itig8. Por ello realiza esta otra 
El bando que mejor controla el 
centro del tablero goza de una ven· 
taja afiadlda. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 4 1 
jugada en la que sacrifica un peón a cam­
bio de obtener un centro móvil de peones. 
4 ... 'i'e7 5.llif3 exf4 
a b c d e f g h
Las negras aceptan el peón, lo que no es 
una buena decisión. En circunstancias 
similares, conviene sostener el peón cen­
tral con otro peón que pueda reemplazar 
a este si es cambiado y limite así la mo­
vilidad del centro adversario. Por esa 
razón, hubiera resultado mejor 5 . . . d6. 
Ahora el centro de peones blancos se 
pone en movimiento y las piezas negras 
tienen que desplazarse a posiciones me­
nos buenas. 
6.d4 .ib6 7.e5 lli h5 8.llic3
La amenaza 9. ltJ dS resulta molesta y las 
negras ya tienen bastantes problemas. 
Llegados a este punto, el dominio del 
centro corresponde por completo a las 
piezas blancas. 
42 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 
8 ... c6 9.llie4 o-o 1 o.�d6 
d e f g h 
El Caballo blanco situado en la casilla d6 
ocupa una excelente posición, avanzado 
en el centro. Además, bloquea el desarro­
llo de las piezas negras. Tal vez estas de­
berían tratar de expulsarlo con 10 . . . ic7, 
pero en lugar de ello buscan movilizar 
algunas de sus piezas, aunque se vean 
obligadas a hacerlo un poco lejos del cen­
tro. 
1 o ... ias+ 1 1 .c3 bs 1 2.ib3 
ia6 
Merece la pena valorar la posición en 
términos de dominio central. Si solo 
atendiesemos al desarrollo, podríamos 
pensar que las negras no están mal si­
tuadas, pues tienen desarrolladas tres 
piezas menores, igual que su rival. Pero 
otra cosa es la colocación de las mismas 
y en ese sentido contrasta la mala posi­
ción de las piezas negras, todas en las 
bandas del tablero, con la buena de las 
piezas blancas, que ejercen un destaca­
do y predominante control sobre las 
casillas centrales. 
1 3.'!We4 b4 1 4.llifS '!Wd8 1 5.c4 
Las dificultades de las negras son evi­
dentes. Sus piezas no tienen actividad y 
les resulta imposible completar el desa­
rrollo. 
En tales casos, todas las continuacio­
nes tienen inconvenientes, pero la que 
eligen las negras agrava todavía más su 
situación. 
1 5 ... dS 1 6.cxds ges 
No se podía 16 . . . cxdS 17.ixdS porque 
las blancas ganarían la Torre. 
En este punto, Staunton decide la 
partida por ataque sobre el Rey negro, 
aprovechando la gran ventaja sobre su 
rival. 
17.d6 g6 1 8.llJh&+ <t!/g7 1 9.lDxf7
Wi'b6 20..bf4 lDxf4 21 .Wi'xf4 
llJd7 22.Wi'h&+ 
Las negras se rindieron porque tras 
22 ... 'it>gs sigue 23.ltJ?gS+ 'it>hs 24.'IW:xh7#. 
Analizando con mayor profundidad 
este último ejemplo, hemos podido com­
probar que las negras tomaron una mala 
decisión demasiado pronto (en la quin­
ta jugada), que permitió a las blancas 
tomar el control del centro del tablero. 
A partir de entonces las negras no pu­
dieron hacer nada para evitar la derrota. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 43 
R ECUERDA 
• Conviene actuar sobre el cen·
tro del tablero de forma co·
ordlnada con peones y piezas.
• Es importante v ig i lar que los
peones centrales enemigos
no gocen de demasiada mo·
vllldad.
• El avance de los peones cen·
trales provoca la desorganl·
zaclón en las piezas eneml·
gas, que se ven privadas de las
casillas buenas.
• La Importancia del dominio
del centro se mantiene durante
todas las fases de la partida por­
que es la zona donde las piezas
pueden desplegar mayor ac·
tlvldad.
Ejercicios prácticos (soluciones en la pág. 167) 
O Juegan las blancas 
¿Cómo pueden 
consolidar su dominio 
central? 
� 
e Juegan las blancas
Han obtenido un 
centro de peones 
móviles. ¿Deben 
avanzarlos ya? 
� 
O Juegan lasblancas 
¿Cómo pueden sacar 
partido de su dominio 
central? 
� 
Piezas m a l colocadas 
El Caballo 
en la banda 
Cada pieza tiene características especia­
les que hacen que pueda tener mayor o 
menor actividad. 
Ya sabemos que un Caballo en la ban­
da domina menos casillas que en el cen­
tro, y que un Alfil necesita diagonales 
libres para poder desplegar su acción a 
larga distancia. Lo mismo puede decirse 
de la Torre, que necesita de columnas o 
filas libres de peones. Todas estas cir­
cunstancias hacen que en ocasiones una 
determinada pieza esté mal colocada. 
Uno de los casos más claros lo tene­
mos con el Caballo. Cuando está en la 
banda controla pocas casillas, pero, ade­
más, al ser una pieza de corto alcance, 
necesita varias jugadas para llegar al otro 
flanco, en el caso de que se requiera su 
presencia. 
Vamos a analizar un ejemplo de ello, 
tomado de una partida entre dos de los 
mejores jugadores de todos los tiempos, 
Kaspárov y Kárpov, disputada en 1987 
en Sevilla durante el Campeonato del 
Mundo. 
Llama la atención la posición del Ca­
ballo negro situado en la casilla aS, pues 
está muy mal colocado. Además de en­
contrarse en la banda, prácticamente 
solo dispone de una casilla adonde ir 
(b7), y desde allí tampoco tiene muchas 
perspectivas de mejorar. Por el contrario, 
las tres piezas blancas centralizadas están 
muy bien colocadas. 
La estrategia de Kaspárov, que lleva las 
blancas, es preparar un ataque en el flan­
co de Rey, zona a la que el Caballo negro, 
mal colocado, tardará mucho en llegar. 
De hecho, a efectos prácticos, es como si 
las blancas contasen con una pieza de 
ventaja para llevar a cabo ese ataque. 
La ruptura f2-f4 es la mejor forma de 
hacer entrar todas las piezas blancas al ata­
que y Kaspárov la prepara con sus siguien­
tes jugadas. En primer lugar, cambia la 
disposición de sus piezas. Su Alfil estará 
mejor en e4, atacando el punto g6, mien­
tras que su Caballo irá a dS, para controlar 
Al tener movimientos relativa­
mente lentos, el Caballo es muy 
sensible a una mala colocación. 
Hay que evitar esa circunstancia, 
sobre todo si se encuentra encerra­
do en un flanco cuando la acción 
principal de la partida se está desa­
rrollando en el flanco opuesto. Por 
ello, conviene tenerlos cerca del 
centro, desde donde pueden 
acudir con rapidez a cualquier 
flanco. 
la casilla f4, donde realizará la ruptura. Las 
negras no pueden ofrecer una resistencia 
efectiva, y vamos a ver cómo su Caballo en 
as será incapaz de intervenir. 
1 .tllc3 h5 2.i.e4 ges 3.tücd5 
ih6 4.tllg2 
a b c d e f g h
Las piezas del bando blanco han com­
pletado la primera fase de su plan y aho­
ra sus piezas están colocadas de manera 
ideal para llevar a cabo la ruptura f4. En 
la posición de las negras sigue destacan­
do su Caballo en aS, que no tendrá ma­
nera de ayudar a la defensa. Por el con­
trario, la única pieza blanca que de 
momento no parece hacer nada, la Torre 
en a2, podrá incorporarse fácilmente al 
juego en cuanto el peón f2 avance a f4. 
4 ... @g7 5.f4 exf4 
Las negras tienen que cambiar, ya que si 
juegan s.J�ee8 las blancas responderán 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 45 
6.�af2 con idea de seguir con 7.fS, que
sería muy fuerte. 
6.tllgxf4 ges
Podemos apreciar la superioridad de la 
posición de las piezas del bando blanco, 
y, llegados a este punto, Kaspárov rema­
ta la lucha con un sacrificio de material, 
que deja al Rey enemigo muy expuesto. 
7.tllxg6! gxf1 8.�xf1 gxe4
9.dxe4 @xg6 1 O.fü2
1 b c d e f g h
Aunque las blancas han sacrificado dos 
piezas por una Torre y un peón, es fácil 
darse cuenta de que su ataque resulta 
decisivo. En realidad, su desventaja ma­
terial no tiene importancia, pues desde 
el punto de vista práctico, las blancas 
cuentan con más efectivos, ya que todas 
sus piezas están colaborando en el ata­
que, mientras que el Caballo negro con­
tinúa siendo un mero espectador. 
46 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
1 o ... '\Wes 
Tampoco daba muchas esperanzas 
10 .. ..ig7 en vista de l l .:i:!f7 con amenazas 
como CiJe7 o eS. 
1 1 .e5! dxe5 
Es aún peor 1 1 .. .WxeS 12.:i:!e2 con ame­
nazas decisivas. 
1 2.m&+ @91 1 a.gd& 
Las amenazas de las blancas ya no tienen 
solución y Kárpov abandona. 
Para evitar la entrada de la Dama blan­
ca en la casilla f6 solo queda el movimien­
to 13 . . . Wf7, pero entonces seguiría 
14.'1Wxf7+ �xf7 15.:i:!xh6 y ganaría una 
pieza, quedando con una ventaja fácil de 
aprovechar. Nótese que el Caballo negro 
no ha sido capaz de realizar ni una sola 
jugada. 
El Alfil 
encerrado 
También el Alfil es una pieza que puede 
quedar mal colocada si se encuentra en­
cerrado por los peones. El siguiente 
ejemplo es muy ilustrativo: 
Esta partida, en la que el campeón mun­
dial Capablanca jugaba con las piezas 
negras, causó sensación. En aquellos 
tiempos ya se sabía que cuando se tiene 
un Alfil es mejor colocar los propios 
peones en casillas de diferente color, 
para que no le estorben, un concepto 
estratégico que veremos más adelante. Y 
aquí parece que las blancas han cumpli­
do mejor esa regla, aunque sean las ne­
gras las que tienen la partida estratégi­
camente ganada, pues el Alfil blanco está 
encerrado y sin perspectivas de interve­
nir. Capablanca comienza por asegurar 
la posición central, aunque ello implica 
colocar otro peón en casillas de su Alfil, 
y a continuación inicia las acciones en el 
flanco de Dama, adonde el Alfil blanco 
no puede acudir. 
Veamos el desarrollo de la partida, con 
breves comentarios, donde el Alfil blan­
co, como ya ocurría con el Caballo del 
anterior ejemplo, es incapaz de realizar 
ni una sola jugada. 
El Alfil puede quedar fácilmente 
encerrado por sus propios peones. 
Por ello, se aconseja colocar los 
peones en casillas de distinto 
color a las de nuestro Alfil. 
1 5 ... f6 1 6.©g2 a5 17.a4 ©f7 
1 8J�h1 ©e6 1 9.h4 !Ub8 
20.hxg5 hxg5 21 .b3 c6
a b c d e f g h
Las negras preparan la ruptura bS para 
abrir juego en el flanco de Dama. Las 
blancas tienen una columna abierta en 
el otro flanco, pero no les sirve de nada. 
22J;a2 b5 23J;ha1 c4! 
Al igual que ocurría en el ejemplo ante­
rior, las negras tienen que hacer que las 
acciones decisivas se desarrollen en el 
flanco donde la pieza enemiga encerrada 
no pueda tomar parte. 
24.axb5 cxb3 25.cxb3 gxb5
26.ga4 gxb3 27.d4 gbs 2a.gc4
gb4 29.gxc6 gxd4 
En este punto, las blancas se rinden, pues 
además de su peón de menos, no tienen 
forma de contrarrestar el progreso de las 
negras en el flanco de Dama. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 47 
Otro ejemplo de Alfil mal colocado lo 
tenemos en la siguiente partida, una lec­
ción magistral de Kárpov frente al gran 
maestro francés Lautier, jugada en 1992. 
Kárpov, con las blancas, ha sacrificado 
un peón para dejar al Alfil enemigo en­
cerrado, y con sus siguientes jugadas, 
acentúa esa situación de encierro. 
26.�d4 �ca 27.c5! bxc5
28.�xc5 a6 
Es necesario defenderse de la amenaza 
blanca bS, aunque ahora se le quita una 
posible salida del Alfil 
29.�e7 g6 30.h4!
a b c d e f g h
Las blancas aprovechan la situación de 
encierro de la pieza adversaria para tras­
ladar el juego hacia la otra parte del ta­
blero. Kárpov intenta iniciar un ataque 
sobre el enroque enemigo avanzando su 
peón hasta hS y h6. Para este ataque po-
48 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
drá contar con su Alfil, lo que a efectos 
prácticos supone contar con una pieza 
de más. Las negras evitan el avance del 
peón, aunque ello crea nuevas debilida­
des en el enroque. 
30 ... hS 31 .<i>g3! 
Aprovechando su completo dominio, 
sobre todo por las casillas negras, Kár­
pov pretende incorporar su propio 
Rey al ataque. 
Las blancas planean llevar su Rey a 
f4 y gS, para luego crear amenazas 
decisivas desde h6 o f6. Ante esa po­
sibilidad, las negras ofrecen el cam­
bio de las Damas, aunque ello las deja 
solo con una pieza que, además, no 
tiene posibilidades de intervenir en la 
lucha. 
RECUERDA 
31 ... Wi'b7 32.Wi'xb7 ixb7 
33.<i>f4 <i>ta 34.<i>gs <i>e7 
35.i.e4 i.aaLas negras no tienen más opción que mo­
ver su Alfil entre b7 y a8. Kárpov encuen­
tra un elegante plan para conseguir un 
peón pasado en el flanco de Rey, adonde 
el Alfil negro nunca podrá llegar. 
36.f3! i.b7 37.g4 iaa
Lautier opta por esta medida porque 
si 37 . . . hx_g4 38.fxg4 j,as 39.hS gxhS 
40.gxhS 'it>f8 41 .i'f6, las blancas gana­
rían. Pero lo que sigue tampoco es mejor. 
38.gxhS gxh5 39.f4 .ib7
40.if3 iaa 41 .<i>xhs 
Las negras se rinden, pues el peón blan -
co pasado decide la lucha. 
• Debemos pensar tanto en la indlvldualldad de nuestras piezas como en
la coordinación entre ellas.
• No conviene mantener mucho tiempo los Caballos en el borde del
tablero.
• Colocar bien las piezas es uno de los objetivos que hay que perseguir en
cualquier fase de la partida.
• Una pieza mal colocada puede significar una seria desventaja que acabe
resultando decisiva.
ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 49 
Ejercicios prácticos <soluciones en la pág. 167) 
O Juegan las negras e Juegan las blancas O Juegan las negras 
¿Cómo pueden dejar 
alguna pieza blanca 
fuera de juego? 
¿Cómo pueden dejar 
alguna pieza enemiga 
fuera de juego? 
Vista la mala 
colocación de alguna 
pieza negra, ¿en qué 
flanco deben buscar 
su juego? ¿Cuál es la 
mejor continuación? 
� � 
� 
Pu ntos de despl iegue y ru ptura 
La ruptura de peones 
La posibilidad de proponer algún cambio 
de peones se presenta ya desde las primeras 
jugadas. Consideremos la siguiente posi­
ción, que se alcanza tras la jugada indicada. 
1 .e4 e5 
En el centro han quedado dos peones 
enfrentados que ya no pueden seguir 
avanzando. Por tanto, se ha formado un 
obstáculo para las piezas y cada bando 
intentará eliminar el peón enemigo. Las 
blancas mueven primero, así que ten­
drán más posibilidades de lograrlo; para 
ello pueden proponer un cambio de peo­
nes moviendo uno de los suyos a f4 o a 
d4. Esa maniobra, que lleva al cambio de 
peones y a la apertura del juego, se co­
noce como ruptura de peones. 
En la posición del diagrama existen 
dos posibles rupturas y las casillas donde 
estas pueden llevarse a cabo son los pun­
tos de ruptura. 
Las rupturas de peones son un ele­
mento estratégico muy importante, 
50 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
pues acostumbran a provocar un cam­
bio sustancial en la posición al abrir el 
juego y aumentar la actividad de las 
piezas. Generalmente esto es algo que 
conviene al bando que está mejor de­
sarrollado y que posee más efectivos en 
la zona donde se abrirá el juego. 
La ruptura central 
y de flanco 
Siguiendo con el mismo ejemplo, tene­
mos que advertir que las rupturas inme­
diatas 2.f4 o 2.d4 son algo prematuras, 
aunque posibles. La jugada 2.f4, una 
apertura denominada Gambito de Rey, 
es bastante arriesgada, puesto que, en 
gran medida, se debilita la posición del 
propio Rey. 
Y la ruptura con d4 es más sólida, pero 
tampoco se acostumbra a efectuar inme­
diatamente. En el caso de un cambio de 
peones (2 . . . exd4), a las blancas no les 
conviene sacar su Dama tan pronto para 
recuperar el peón 3.W/xd4 tt:lc6. Ya sa­
bemos que se considera más fuerte la 
jugada 2.tiJf3, a lo que las negras en ge­
neral responden con 2 ... ltJc6. 
Ahora la jugada 3.d4 es mejor que 
antes, y constituye la Apertura Escoce­
sa. En caso de un cambio de peones, las 
blancas pueden retomar con el Caballo 
3 . . . exd4 4.ltJxd4 y si 4 . . . ltJxd4 s.W/xd4 
la Dama ya no podrá ser atacada por el 
Caballo negro. De todas formas, vamos 
a ver el desarrollo de las primeras juga­
das de la Apertura Española, una de las 
más antiguas, pero también más impor­
tantes, que se conocen y aún se practi­
can. Seguiremos la línea principal, tras 
el desarrollo del Caballo blanco a f3 y 
el negro a c6, para observar la prepara­
ción de la ruptura central por parte de 
las blancas. 
3.i.bS a6 4.i.a4 �f6 
s.o-o i.e7
Las blancas han aplazado la ruptura cen­
tral para poner en seguridad a su Rey 
mediante el enroque, tras lo cual ya pue­
den pensar en realizar la ruptura d4. De 
todas maneras, se considera mejor de­
fender antes su peón en e4. 
Con los cambios de peones, la 
posición se vuelve más abierta, 
favoreciendo al bando que tiene 
ventaja. 
6J�e1 b5 7..ib3 d6 
O Antes de abrir el juego en el
centro con alguna ruptura es con­
veniente haber puesto al Rey en 
seguridad con el enroque, ale­
jándole de la zona más peligrosa. 
La Torre blanca está desarrollada en una 
buena casilla, pues defiende al peón que 
está situado en la casilla e4. Ahora es el 
momento de preparar la ruptura con d4. 
8.c3
Esta es una jugada característica de esta 
variante que resulta doblemente útil. Se 
prepara la colocación del peón en d4, 
pero también se deja una casilla de esca­
pe al importante Alfil blanco que está en 
b3 y que las negras podrían cambiar con 
ll'ias. Por ello, esta jugada se considera 
superior a la inmediata 8.d4. 
8. . . 0·0 9.h3 
a b c d e f g h
Es una buena medida preventiva, pues 
si 9.d4 .ig4, esto pondría a las blancas 
en algún problema para la defensa del 
punto d4. Pero tras esa jugada prepara­
toria, las blancas ya no tienen ningún 
impedimento para realizar la ruptura 
central. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 5 1 
VI STA DESDE 
EL BAN DO N EG RO 
Si observamos la posición del comienzo 
desde el lado de las negras, tendremos 
una situación similar. 
El peón blanco es, claramente, el obje­
tivo que se debe atacar y las negras bus­
can realizar las rupturas dS o fS. Como 
antes, dS es mucho más frecuente que 
fS, pero debido a que en la apertura las 
negras suelen ir a remolque de su ad­
versario, no les resulta tan fácil realizar 
cualquiera de sus rupturas en las pri­
meras jugadas. 
A menudo necesitan bastantes jugadas 
para llegar a realizar la ruptura, pero si 
lo logran, obtienen seguro un juego sa­
tisfactorio. 
U N EJEM PLO CLÁSICO 
Las rupturas de peones no se realizan 
solamente en el centro. El objetivo básico 
de cualquier ruptura de peones es abrir 
líneas y por eso es muy frecuente que, 
cuando el Rey enemigo se ha enrocado, 
se busque abrir líneas de ataque con una 
ruptura en el flanco donde se ha refugia­
do aquel. 
El siguiente es un ejemplo clásico, co­
rrespondiente a una partida de Greco, 
52 ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 
uno de los mejores jugadores del si­
glo xvu, que conducía las blancas. 
• b c d e f g
1 2.h4 
Con este movimiento se busca la rup­
tura posterior con hS para abrir la co­
lumna a la Torre que está en la casilla hl . 
Es un procedimiento muy típico cuan­
do uno de los bandos ha enrocado por 
un flanco y el otro lo ha hecho por el 
opuesto o, como ocurre aquí, todavía 
no lo ha hecho. 
En la presente partida, las piezas ne­
gras no comprenden bien las intenciones 
de su adversario y juegan muy débilmen­
te, sin apenas oponer resistencia, reali­
zando unas jugadas bastante inútiles. 
12 ... a6 1 3.h5 b5 1 4.hxg6 hxg6 
La columna h ha quedado abierta y las 
blancas preparan ahora su irrupción con 
las piezas pesadas. 
1 5.'!We2 b4 1 6.'!Wh2 
El bando blanco ya no pierde tiempo con 
el movimiento 16.tlla4; y las negras, que 
ya no disponen de una defensa satisfac­
toria, continúan sin advertir el peligro. 
1 6 ... bxc3 17.'!Wh7# 
Apertura de 
columnas y ataque 
Aunque el juego de las negras en el caso 
anterior ha sido muy débil, nos ha permi­
tido ver la realización típica de una ruptu­
ra de flanco para abrir líneas contra el 
enroque enemigo. Veamos ahora dos ejem­
plos de apertura de columnas y ataque. 
EJ EM PLO 1 
Partimos de una posición en la que las 
negras no dan tantas facilidades, pero 
donde la ruptura de flanco permite abrir 
una columna, y esto a su vez da paso a 
un ataque decisivo. Se trata de una par­
tida entre Barnes y Schwan, jugada a 
finales del siglo XIX. A partir de la si­
guiente posición las blancas escogen la 
ruptura que consigue abrir líneas contra 
el enroque enemigo. 
21 .g6 
Aunque 21 .h6 no es tampoco una mala 
jugada, permite a las negras evitar la 
apertura de columnas con 21 .. .g6. 
21 ... cxdS 22.gxh7+ ©xh723J'�dg1 
Se ha logrado el objetivo y ahora las 
blancas ocupan inmediatamente la co­
lumna atacando el punto g7. 
23 ... .ifS 24.Wf d2 c!lic8 25..ixg7 
a b c d e f g
ESTRATEGIA EN El AJEDREZ 53 
Un sacrificio decisivo para poder entrar 
con la Dama en h6. Si ahora 25 ... .!xg? 
26Jhg7+ � xg7 27 .'1Wh6+ @gs 
28.'IWxg?#, se da mate. Buscando resistir 
más tiempo, las negras pierden material. 
25 .. J;ds 26.c!lixd6 
Pero las blancas ganan con facilidad. 
EJ E M PLO 2 
El avance de los peones ha de ser valo­
rado con cuidado, especialmente en el 
flanco donde está nuestro Rey. El si­
guiente ejemplo parte de una posición 
correspondiente a una partida entre Vajda 
y Kotov, jugada en Budapest en 1949. 
Las blancas juegan 14.g4?, que se trata 
de un error, aunque puede ser un proce­
dimiento típico en posiciones similares. 
El avance de este peón compromete algo 
la seguridad del Rey blanco, pero muy a 
54 ESTRATEGIA EN El AJEDREZ
menudo las blancas se lo pueden permi­
tir, cuando las piezas negras no están 
preparadas para atacar en el flanco de 
Rey. Sin embargo, antes de aventurarse 
en ese tipo de avances es muy importan­
te tener un sólido control del centro, de 
modo que el adversario no pueda con­
traatacar por ahí. 
Una regla muy valiosa que vale la 
pena recordar expone que la mejor 
forma de responder a un ataque de 
peones por un flanco es con una rup­
tura en el centro. 
Lo que sigue a continuación es un 
perfecto modelo de la aplicación de 
dicha regla. 
14 ... b4 1 5.c!Lle2 e5! 
Este es el avance correcto, que será se­
guido de 16 ... dS. La directa 1 5 . . . dS sería 
respondida con 16.eS y el centro se ce­
rraría, que es precisamente lo que no les 
conviene a las piezas negras. 
Obsérvese también la gran importan­
cia de la jugada previa 14 . . . b4, que alejó 
al Caballo blanco del control de la ca­
silla dS. 
16.f5 
La alternativa 16.gS COg4 17.hg4hg4 
18.f5 dS también permite la ruptura del 
centro. 
1 6 ... d5! 
Es un movimiento imprescindible, sino 
las blancas jugarían gS, con ventaja. 
17.g5 
Si 17.exdS e4! 18.dxc6 exf3 19.cxd7 fxe2 
20.'1Wxe2 '1Wc6+ 2i .@g1 :gxd7 y las ne­
gras tendrían muy buena compensación 
por el peón porque dejarían al Rey ad­
versario en una situación muy expuesta. 
Pero de todas formas, esta era la mejor 
opción para las blancas, porque con la 
continuación habiendo movido gS van 
a quedar en clara inferioridad. 
En efecto, en pocas jugadas las blancas 
perderán toda posibilidad de ataque y 
tendrán que defenderse. 
17 ... c!Llxe4 18.ixe4 dxe4 19.f6 i.f8 
Naturalmente, las piezas del bando ne­
gro no cambian los peones, lo que abri­
ría la columna g. 
20.fxg7 .ixg7 21 .YHh4 l1Je7 
22.tlJg3 tlJgG 23.YHh5 VHc8!
La amenaza negra es la de ganar la Dama 
con ig4, así que las blancas tienen que 
abandonar sus últimas esperanzas de ata­
que. 
RECUERDA 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 55 
24.VHe2 .ig4 25.YHf2 .tt3+
26.©g1 tlJf4
a b c: d e f g h
Las negras han conseguido claramente 
la ventaja y ganan la partida en pocas 
jugadas. 
• Los planes suelen ir asociados a rupturas de peones, por lo que apren­
der a identificar las mejores es vital.
• Debemos valorar cada ruptura posible, tanto propia como ajena. En
general, hay que procurar abrir el juego en la zona en que tengamos ventaja
y cerrarlo donde estemos en desventaja.
Ejercicios prácticos <soluciones en la pág. 167) 
O Juegan las negras 
¿Cuál es la mejor 
continuación? 
� 
f) Juegan las blancas 
¿Cómo deben 
responder al agresivo 
avance gS de las 
negras? 
� 
e Juegan las negras 
¿Cuál es la mejor 
continuación? 
� 
56 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 
e Juegan las blancas O Juegan las negras e Juegan las negras
¿Cuál es su mejor 
plan? 
¿Cuál es su mejor 
continuación? 
¿Cómo deben 
continuar? 
� � � 
Col um nas a biertas y sem i a biertas 
Tipos de columnas 
Dependiendo de que una columna tenga 
peones propios o ajenos, las columnas 
pueden ser de tres tipos: abiertas, semi­
abiertas y cerradas. 
Estudiemos cada uno de esos tipos a 
partir de la siguiente posición: 
a b c d e f g h
Una columna abierta es aquella en la que 
no hay peones, ni propios ni adversarios. 
En ella, las Torres pueden ejercer su 
máxima actividad, ya que la pueden uti­
lizar para entrar en la posición enemiga. 
En el diagrama que nos ocupa, solo hay 
una columna abierta, la c. 
Una columna semiabierta es la que no 
tiene peones propios, pero sí del enemi­
go. Aunque no ofrece tantas posibilida­
des de entrada como la columna abierta, 
resulta también un excelente trampolín 
para atacar la posición adversaria, em­
pezando por el peón que se encuentra 
en ella. Otro detalle interesante es que, 
así como una columna abierta está dis­
ponible para ambos jugadores, la colum­
na semiabierta solo le sirve a uno de 
ellos. Así, por ejemplo, en el diagrama 
anterior la columna e está semiabierta 
para las blancas, mientras que la colum­
na f está semiabierta para las negras. 
En el caso de la columna semiabierta, 
podríamos establecer una diferencia 
con respecto a si el peón enemigo está 
o no defendido por otro peón. En el
diagrama anterior, la columna semi­
abierta e sirve a las blancas para presio­
nar sobre el peón negro, que necesita 
estar permanentemente defendido por 
el Alfil. En cambio, no ocurre lo mismo 
con la columna semiabierta de las ne­
gras, la f, pues al estar el peón f4 blanco 
defendido por el de g3, resta mucha 
efectividad a la Torre negra. 
Por supuesto, las columnas que tienen 
peones de ambos bandos son columnas 
cerradas y en ellas las Torres apenas pue­
den desplegar actividad, como no sea 
para trasladarse a otra columna más útil. 
Columnas 
abiertas 
Las columnas abiertas, como ya hemos 
dicho, lo son para ambos contrincantes 
y en el caso de que solo exista una, su 
dominio es muy importante, pues supo­
ne poder activar piezas tan poderosas 
como las Torres. Por ello, en la lucha 
para controlarla, con frecuencia se llega 
al cambio de las Torres, con lo cual la 
columna pierde prácticamente todo su 
valor. Por ejemplo, en el anterior diagra­
ma las negras podrían jugar 1 . . .E:xcl 
2.E:xcl E:c8 y las blancas, para no ceder
el dominio de la columna abierta apar­
tando su Torre, se verán obligadas a 
aceptar el cambio de la segunda Torre. 
En la siguiente partida, las blancas 
ocupan la columna abierta y, gracias a 
su dominio, consiguen entrar decisiva­
mente en territorio enemigo. La posición 
corresponde a una partida Alekhine­
Yates jugada en Londres en 1922. 
ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ 57 
Las blancas dominan la única columna 
abierta, pero deben consolidar ese do­
minio, porque las negras podrían llegar 
a contrarrestarlo, por ejemplo con ia6 
seguido de E:ec8. 
En el caso de que solamente 
exista una columna abierta en el 
tablero, hay que procurar ser el pri­
mero en ocuparla con las Torres. 
1 6.tlib3 a4 
Si 1 6 . . . i.b7 1 7.Wfc7 mientras que si 
16 .. . i.a6 17.�xaS. 
17.lllcS tlixcS 1 8.�xcS 
Como es natural, las blancas deben man­
tener abierta la columna. 18.dxcS habría 
logrado un peón pasado, pero el centro 
58 ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ
negro se podría haber movilizado fácil­
mente con l S . . . eS. 
1 s ... �xc5 1 9J�xc5 b4 20.mc1 
Esta maniobra, colocando ambas Torres 
en la columna abierta, resulta muy fuer­
te. Se conoce como «doblar las Torres en 
la columna» y generalmente garantiza el 
dominio de dicha columna. 
20 .. .i.a& 2 1 .llJes geb8 
El control de la columna abierta queda 
asegurado porque las negras no pueden 
ofrecer el cambio de Torres. Si 21 . . . !!ecS 
22.!!xcS+ !!xcS 23.!!xcS+ .tices 24. étJc6 
b3 25.axb3 axb3 26.étJas y las blancas 
ganarían un peón y la partida. 
22.f3 b3 23.a3 
• b c d e f g h
Obviamente, las piezas blancas no quie­
ren que se abra otra columna que no sea 
la suya. 
23 ... h6 
De nuevo el cambio de Torres es impo­
sible, pues si 23 . . . !!cS 24.!!xcS+ !!xcS 
25.!!xcS+ .tices 26. étJd3 seguido de ltJcs 
y cae el peón de a4 o el de e6. Por ello las 
blancas no necesitan

Continuar navegando

Materiales relacionados

294 pag.
Dvoretsky - Secretos del Juego Posicional OCR

UNIASSELVI

User badge image

Rodrigo Alves da Silva

189 pag.
101+miniaturas+brillantes

ESTÁCIO

User badge image

Osvaldo Vagner