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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
	
  
	
  
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
 
 
PRODUCCIÓN DE MATERIALES AUDIOVISUALES EN EL SISTEMA 
TELESECUNDARIA 
 
 
TESIS 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA 
COMUNICACIÓN 
 
 
 
PRESENTAN 
 
SANDRA DENISSE PATIÑO DAVILA 
 
JOSE LUIS BECERRIL VIDAL 
 
 
 
ASESORA 
 
DRA. DELIA CROVI DRUETTA 
 
 
 
 
 
 
MÉXICO, D.F. OCTUBRE 2015 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
	
  
 
Agradecimientos 
 
A Dios… 
Por darme esperanza y entusiasmo para culminar este pequeño logro. 
 
A mi abueli ta… 
Por estar siempre en los momentos importantes de mi vida, por los consejos que han sido 
de gran ayuda para mi crecimiento. Gracias por no soltar mi mano, por ser mi fuerza en 
todo momento. Es una gran dicha compartir contigo este orgullo. 
 
A mis padres… 
Que de una u otra forma han estado en mi vida. Gracias por aportarme grandes 
enseñanzas. Gracias Mamá por estar al pendiente durante toda esta etapa. 
 
A mi entrañable hermana… 
Elizabeth Patiño, que con su amor me han enseñado a salir adelante. Gracias por ser mi 
mayor ejemplo de lucha y dedicación, pero sobre todo, gracias por estar en otro 
momento tan importante en mi vida. 
 
A mi amado cómplice… 
Guillermo González, quien ha visto mi crecimiento y me ha impulsado a ser una mejor 
persona. Gracias por alentarme, por creer en mí. Por tu amor sincero e incondicional. 
Gracias por acompañarme en esta gran aventura, llamada VIDA. 
 
A mi verdadero amigo… 
Jose Luis Becerril, portador de inolvidables momentos. Gracias por cumplir tu promesa y 
culminar esta etapa, juntos. Estoy muy orgullosa de todo lo que hemos logrado y lo que 
nos falta… 
Por tu sincera e infinita amistad, gracias. 
 
Finalmente, agradezco a la vida, por sorprenderme, por mostrarme que hay cosas que 
precisan tiempo para florecer, misterios que se acomodan; un día como hoy, los puedo 
percibir… 
Con amor 
Denisse Patiño Dávila 
 
	
  
 
 
Agradecimientos Jose Luis Becerril Vidal 
 
Viniste al mundo para ser lo que tú quieras, si así lo deseas. 
 
A Guadalupe Becerril, mi hermano, quien es para mí el mayor ejemplo de disciplina y 
superación. 
 
A María Vidal y Lorenzo Becerril, mis padres, por su amor y apoyo incondicionales. Por 
ser un gran ejemplo de fortaleza y lucha. 
 
Agradezco también a Patrocinio, Apolinar, Gerardo, Heriberto, Lorenzo; mis hermanos, 
por todo su amor y apoyo. 
 
A Jacinta Blas, mi abuela, por todo su amor. 
 
 A todos ellos que son mi raza. Porque sé que me aman desde el primer momento y por 
ellos conozco el valor del esfuerzo, la perseverancia, la unión, la lealtad, y por sobre todas 
las cosas el valor de la familia. A mi raza por dejarme ser y creer siempre en mí. 
 
A Sandra Denisse Patiño Dávila, mi amiga incondicional. Mujer integra, capaz, guerrera 
incansable. A ella, de quien aprendí que una amistad verdadera es irrompible y me 
enseñó que no sólo hay hermanos de sangre. A Denisse, por compartir conmigo tantas 
aventuras pasadas y muchas otras que faltan. Gracias amora por ser y por estar. 
 
 
 
	
  
 
 
 
 
 
 
 
Finalmente, queremos agradecer a la UNAM, que nos abrió sus puertas para ser mejores 
personas y buenos profesionistas. 
Un agradecimiento especial a la Dra. Delia Crovi Druetta, por su apoyo en la dirección de 
esta tesis. Por darnos la oportunidad de recurrir a su capacidad y conocimiento. 
Agradecemos a la Dirección General de Televisión Educativa por apoyar nuestra idea y 
permitirnos la realización de esta tesis. 
Gracias a todos los que de una u otra forma hicieron posible este gran logro. 
 
Por siempre azul y oro… 
 
 
 
Denisse y Jose Luis 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
	
  
ÍNDICE 
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . 4 
CAPÍTULO I LA INCORPORACIÓN DE LA TELEVISIÓN EN EL ÁMBITO 
EDUCATIVO EN MÉXICO . . . . . . . 6 
1. Antecedentes de la televisión educativa en México . . . . . 6 
2. Historia de la telesecundaria . . . . . . . . . 12 
2.1 Etapa experimental (1965-1967) . . . . . . . 13 
2.2 Etapa de expansión (1968-1970) . . . . . . . 15 
2.3 Etapa de consolidación y reestructuración de contenidos (1970-2014) . 17 
2.3.1 Sexenio del Presidente Luis Echeverría (1970-1976) . . . 18 
2.3.2 Sexenio del Presidente José López Portillo (1976-1982) . . 22 
2.3.3 Sexenio del Presidente Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) . 24 
2.3.4 Sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) . 26 
2.3.5 Sexenio del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) 28 
2.3.6 Sexenio del Presidente Vicente Fox Quesada (2000-2006) . . 30 
2.3.7 Sexenio del Presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) . 32 
2.3.8 Inicios del Sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto (2012- 2018). 33 
3. Objetivos y características del modelo educativo de Telesecundaria . . . 34 
3.1 Fundamento pedagógico de telesecundaria . . . . . 35 
3.2 Reforma Educativa y Modelo Educativo vigentes . . . . 35 
3.3 Acuerdo 592, del año 2011 . . . . . . . . 36 
3.4 Componentes del Modelo Educativo . . . . . . 38 
CAPÍTULO II LA PRODUCCIÓN TELEVISIVA EN EL ÁMBITO EDUCATIVO . 42 
1. La televisión como agente de educación . . . . . . . 42 
2. Televisión educativa en Europa, Asia y América. Principales Producciones . . 45 
2.1 Europa: BBC de Londres y España . . . . . . . 46 
2.2 Asia: La India . . . . . . . . . . 49 
2.3 América . . . . . . . . . . . 50 
 2.3.1 Estados Unidos . . . . . . . . 50 
 2.3.2 Brasil . . . . . . . . . . 52 
 2.3.3 Perú . . . . . . . . . . 54 
 2.3.4 Colombia . . . . . . . . . 54 
 2.3.5 Argentina . . . . . . . . . 54 
	
  
 2.3.6 Chile . . . . . . . . . . 55 
3. Televisión Educativa en México . . . . . . . . 56 
3.1 XEIPN Canal Once . . . . . . . . . 57
 3.2 TV UNAM . . . . . . . . . . 57 
 3.3 XEMT Canal 22 . . . . . . . . . 58 
3.4 Red Satelital de Televisión Educativa, Edusat . . . . . 59 
4. La Telesecundaria y su proceso de producción . . . . . . 60 
4.1 Proceso de producción audiovisual . . . . . . . 62 
4.1.1 La preproducción . . . . . . . . 65 
4.1.2 La realización . . . . . . . . 69 
4.1.3 Edición y Postproducción . . . . . . . 71 
 4.1.3.1 La Evaluación Formativa . . . . . 72 
CAPÍTULO III PARÁMETRO DE EVALUACIÓN PARA EL PROCESO DE 
PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL DE LAS MATERIAS EDUCACIÓN FÍSICA Y ARTES 
VISUALES . . . . . . . . . . . . 75 
1. Análisis de las asignaturas Artes Visuales II y Educación Física II y sus contenidos . 76 
1.1 Artes Visuales II (AV) . . . . . . . . . 77 
 1.2 Educación Física II (EF) . . . . . . . . 78 
2. Primera Fase: preproducción . . . . . . . . . 80 
2.1 Guión . . . . . . . . . . . 80 
 2.2 Géneros Televisivos . . . . . . . . . 81 
 2.3 Fuentes de consulta . . . . . . . . . 83
 2.4 Estructura del relato . . . . . . . . . 84 
 2.5 Problemáticas y/o situaciones . . . . . . . 852.6 Contenidos ideológicos . . . . . . . . 87 
 2.7 Personajes . . . . . . . . . . 88 
 2.8 Diálogos . . . . . . . . . . 89 
3. Segunda fase: realización . . . . . . . . . 91 
3.1 Imagen . . . . . . . . . . . 92 
 3.2 Sonido . . . . . . . . . . . 95 
 3.3 Locución . . . . . . . . . . 96 
 3.4 Conducción . . . . . . . . . . 97 
3.5 Vestuario y maquillaje . . . . . . . . 98 
	
  
 3.6 Iluminación . . . . . . . . . . 99 
 3.7 Continuidad . . . . . . . . . . 100 
4. Tercera fase: postproducción . . . . . . . . . 101 
4.1 Montaje audiovisual . . . . . . . . . 101 
 4.2 Musicalización . . . . . . . . . . 102 
 4.3 Evaluación Formativa . . . . . . . . . 105 
 4.4 Calificación . . . . . . . . . . 105 
5. Propuesta de un esquema para la evaluación final . . . . . 106 
CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . 112 
FUENTES DE CONSULTA . . . . . . . . . 119 
ANEXOS . . . . . . . . . . . . 125 
 
 
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INTRODUCCIÓN 
Esta tesis surge de una interrogante por conocer el proceso de producción de los 
materiales audiovisuales para el modelo de Telesecundaria en México, al mismo 
tiempo identificar los criterios metodológicos que se toman en cuenta para dicho 
proceso. 
De acuerdo, con una revisión sobre los estudios realizados acerca de esta 
modalidad, se detectó que todavía no existe una propuesta metodológica enfocada a la 
producción de materiales audiovisuales. Siendo estos, elementos esenciales para el 
proceso de enseñanza-aprendizaje. 
Por tanto, el objetivo central de esta tesis fue proponer una serie de parámetros 
que contribuyan a la evaluación del proceso de producción audiovisual que cubre la 
Dirección General de Televisión Educativa, para mejorar y hacer más eficiente el 
proceso de elaboración de las videolecciones. Lo anterior nos permitió conocer de 
cerca las posibilidades y limitaciones que tiene la institución a la hora de producir. 
Con este fin, en el capítulo I “La incorporación de la televisión en el ámbito 
educativo en México”, se elaboró una revisión histórico-contextual sobre los medios de 
comunicación en México -principalmente la televisión- y su empleo como instrumento 
de carácter educativo. Así se recabó información sobre las instituciones que 
comenzaron a experimentar en esta área y los primeros proyectos nacionales. Esto 
permitió conocer la evolución que México representa en este campo. El marco teórico 
que se desarrolla en el primer capítulo sirve como punto de partida para comprender los 
acontecimientos históricos, espaciales y temporales que rodean el desarrollo de la 
Telesecundaria en nuestro país. 
Para conocer sobre la modalidad de Telesecundaria, su estructura y modelo 
pedagógico, se recurrió a diversos materiales que nos permitieron analizar sus 
objetivos, alcances y limitaciones. Fue necesario citar dictámenes generados en la 
Secretaría de Educación Pública. Uno de los más importantes es el acuerdo 592, 
referente a la modalidad Telesecundaria. Estos documentos están estrechamente 
relacionados con la producción de las videolecciones y su análisis permite entender las 
razones de por qué las clases televisadas se generan de cierta forma y por qué 
presentan determinado contenido. 
5	
  
	
  
 En el segundo capítulo denominado “La producción televisiva en el ámbito 
educativo” se ofrece un panorama amplio de la televisión educativa en diversos países 
y sus producciones educativas más destacadas. Hasta llegar a México, país que se 
convirtió en una referencia obligada por su proyecto Telesecundaria, primera 
experiencia que integra los medios de comunicación como un instrumento educativo 
formal, que sigue subsistiendo hasta nuestros días. En este contexto se hace una 
diferenciación sobre la televisión educativa, cultural, escolar y comercial para resaltar 
los objetivos que persigue cada una y afirmar que en todos los casos el proceso de 
producción es el mismo. 
 Consecutivamente se describe el proceso de producción, considerando sus tres 
momentos; la preproducción, la producción y la postproducción. Fases que nos 
permitieron identificar los elementos que compone cada una. 
El tercer capítulo, “Parámetro de evaluación para el proceso de producción 
audiovisual de los materiales en Educación Física II y Artes Visuales II”, se expone la 
experiencia de varios meses de investigación sobre el trabajo que realiza la Dirección 
General de Televisión Educativa al llevar a cabo una videolección destinada a la 
modalidad Telesecundaria, específicamente de las asignaturas Educación Física II y 
Artes Visuales II. Este análisis dio como resultado un parámetro de evaluación para el 
proceso de producción de los materiales audiovisuales educativos de Telesecundaria. 
Se deja claro que dicho parámetro no es muestra definitiva, porque puede adaptarse 
conforme a las necesidades que presenten los productores. 
 
6	
  
	
  
CAPITULO I 
LA INCORPORACIÓN DE LA TELEVISIÓN EN EL ÁMBITO EDUCATIVO EN 
MÉXICO 
En este capítulo se presenta una visión general sobre las funciones que se le han 
atribuido a la televisión en nuestro país: oficial y privada. Esta última contempla las 
notables alianzas de capital, que derivan en la creación de un monopolio, el cual ha 
definido el rumbo del medio televisivo, adecuándolo a los propósitos comerciales e 
ideológicos del modelo norteamericano. 
El sentido primordial de ver las funciones que ha desarrollado la televisión, son 
con el objetivo de remarcar las diferencias tanto de evolución, como de contenidos. 
Para, a partir de ahí, entrar al tema de televisión educativa, señalando sus dificultades y 
progresos, tomando como ejemplo fundamental, la Telesecundaria. 
En el segundo apartado del presente capitulo, haremos una historia íntegra de la 
Telesecundaria, la cual se inserta en un momento de crisis educativa en nuestro país. 
En este contexto, el gobierno mexicano apuesta por las nuevas tecnologías educativas 
y los medios de difusión. Las autoridades lo concebían como un proyecto más, sin 
embargo, hoy en día sobrevive, a más de 40 años de vida, esta modalidad ha sufrido 
diferentes modificaciones y se ha mantenido a pesar de diversos altibajos. 
En suma, la Telesecundaria es un proyecto que ha permitido vincular a los 
medios de comunicación con la educación, modificando los procesos de aprendizaje y 
potencializando las prácticas pedagógicas como se verá a continuación. 
 
1. Antecedentes de la televisión educativa en México 
Desde su inicio, la radio y la televisión se vincularon al proceso económico de nuestro 
país. Su evolución y funcionamiento fueron siempre impulsados por las empresas 
privadas, las cuales incorporaron a la radiodifusión como “un instrumento de carácter 
mercantil, en un afán imitativo hacia sus contrapartes estadounidenses” (Pérez, 
1991:23). 
En comparación con los países europeos, los cuales emplearon a la radio y la 
televisión como formas de difusión cultural o de carácter educativo. En nuestro país 
estos medios surgieron como “elementos de un proceso de modernización impuesto 
desde fuera y trasladado mecánicamente a nuestra sociedad durante el proceso de 
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expansión del imperialismo económico norteamericano” (Pérez, 1991:23). Por lo que el 
desarrollo de estos medios de comunicación ha respondido al carácter comercial, 
donde los grupos monopólicos los conciben como una fuente inagotable de beneficios, 
dejando la función social al aparato gubernamental. 
Los antecedentes comienzan con el surgimiento de la radio en México (1921), la 
cual fue concebida como un vehículo de educación, cultura e identidad nacional, sin 
embargo, el otorgamiento de concesiones fue un factor que marcó la comercialización y 
monopolización de la naciente industria radiofónica. Según Mejía Barquera (en Pérez, 
1991), existieron otros dos factores que favorecieron el desarrollo del modelocomercial 
en la radio, dejando de lado lo educativo: 
La defensa y promoción que el Estado mexicano posrevolucionario hizo del 
derecho a la propiedad privada. Y el conjunto de presiones que poderosas 
compañías extranjeras impusieron al gobierno de Álvaro Obregón. (Pérez, 
1991:24). 
Así fue que en 1923, con los primeros permisos de emisión dados por el General 
Álvaro Obregón, comienza el desarrollo de la radio comercial. Este medio estaba 
teniendo mucho éxito, motivo por el cual se tuvieron incontables solicitudes de 
concesiones por parte de empresas extranjeras y nacionales. Para 1926 se publica la 
Ley de Comunicaciones Eléctricas, la cual establece en los artículos 64 y 68 que “las 
radiodifusoras se dedicarían a la divulgación de conferencias, conciertos y noticias 
varias de interés general” (Esparza, 1981:8). 
En 1930 ocurrieron dos hechos muy significativos para la radio, primero se 
inaugura la XEFO (antes llamada XE-PNR) del Partido Nacional Revolucionario (PNR) 
que sirvió para cubrir propósitos políticos y sociales, luego se funda la XEW, de Emilio 
Azcárraga Vidaurreta, emisora filial del consorcio norteamericano Radio Corporation of 
America, la cual se encarga de difundir el modelo comercial privado, basado 
principalmente en “la venta de transmisión para la inserción de anuncios publicitarios” 
(Montoya,1981:13). Estos dos hechos marcaron el futuro de los medios en México ya 
que se derivan proyectos orientados a las funciones sociales y culturales, dando lugar a 
emisoras con fines lucrativos. 
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A diferencia de la radio, que no contaba con un plan definido, la televisión 
proyectó desde el principio sus fines comerciales, debido a que se dejó en manos de 
empresas privadas. En consecuencia, el rumbo histórico de este medio de 
comunicación quedó instaurado y fue autorizado en 1950 por el entonces presidente 
Miguel Alemán (1946-1952), quién encomendó a Salvador Novo estudiar los diferentes 
tipos de televisión que existían en el mundo. Sin embargo, el presidente decidió 
implantar el modelo comercial y entregarlo a los grupos que ya controlaban la radio. 
Fue así que durante su gobierno se otorgaron las primeras concesiones para transmitir 
por televisión. 
Rómulo O’Farrill, dueño del grupo radiofónico XEX, obtuvo la concesión para la 
apertura del primer canal de televisión comercial de México, canal 4 XHTV. 
Posteriormente Azcárraga Vidaurreta consigue la concesión para el canal de televisión, 
2 XEW. 
Dentro de esta realidad, los programas de contenido intelectual y cultural no 
tenían cabida. La función de la televisión fue mercantil en todo momento, implantada 
con el modelo norteamericano. Un ejemplo es que la primera transmisión de Canal 2 se 
trató de un partido de béisbol, mientras que la primera de Canal 4 fue un sorteo 
producido por el diario Novedades. Bajo este esquema marchó la televisión hasta que 9 
años después se pudo formar el primer canal oficial. 
Durante el sexenio de Miguel Alemán se realiza una legislación para regular la 
televisión. Sin embargo, sólo se tratan aspectos técnicos de las televisoras, sin aludir 
mínimamente al contenido y la función social que este medio representaba. Pasaron 
algunos años y los intereses privados se unieron para crear Telesistema Mexicano, que 
en 1973 se convertiría en el monopolio más fuerte de América Latina: Televisa. 
En busca de ofrecer más alternativas, la Universidad Nacional Autónoma de 
México, UNAM, concibe una estrecha relación entre la educación y la tecnología, por lo 
que en 1952 emprende “las primeras emisiones educativas a control remoto desde el 
hospital Juárez hasta la Facultad de Medicina” (Arias, 2012:80). Tres años más tarde, la 
institución produce programas educativos que se difundieron por Telesistema 
Mexicano. 
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A pesar de que los usos que se le asignan a la televisión fueron 
predominantemente comerciales, surgen proyectos que resaltan el compromiso hacia el 
desarrollo intelectual y la cultura. Por ejemplo, Canal 11 surgido en 1959, se utilizó 
“para la transmisión de programas educativos, culturales y de orientación social; 
actividad que se da bajo la responsabilidad de la SEP” (Montoya, y, Rebeil, 1981:22). 
El gobierno, al iniciar la difusión del primer canal oficial, puntualiza los deberes 
entre ambos sectores: el sector privado tiene autonomía para concebir a la televisión 
con una fuente de acumulación de capital, mientras que la educación, el conocimiento y 
la cultura estarán a cargo de los canales oficiales. 
Desde entonces la televisión se dividió en dos: la televisión pública y la televisión 
comercial. Jurídicamente la televisión pública generaba “un tipo de mensajes 
encaminados a apoyar las distintas funciones del estado, en tanto que la televisión 
privada se dirigía primordialmente a promover a sus anunciantes y ofrecer 
entretenimiento de manera masiva” (Chávez, 2003). La televisión comercial se volvió 
dominante y predilecta, mientras que la televisión pública era tardía. “Su lenta 
incorporación al panorama cultural de la nación, provocó que ésta emergiera y 
madurara con una personalidad social poco definida, con menor experiencia 
audiovisual, reducido apoyo económico, proyectos culturales confusos, etc.” (Esteinou, 
2004). 
En 1960, durante el periodo presidencial de Adolfo López Mateos (1958-1964), 
se retoman los temas de los medios de comunicación, al anunciar la Ley Federal de 
Radio y Televisión, que ofrece una posibilidad para recuperar el control político de los 
medios perdidos por los descuidos de los sexenios anteriores. El objetivo era rescatar la 
televisión privada, no obstante, sólo se hizo una “tímida alusión a la supuesta ‘función 
social’ de los medios y la necesidad que éstos coadyuvasen a la superación integral del 
pueblo mexicano”(Pérez en Arias, 2012: 82). 
La Ley Federal de Radio y Televisión decreta por primera vez la función social de 
la televisión: “transmisiones gratuitas diarias, con duración de hasta 30 minutos 
continuos o discontinuos, dedicados a difundir temas educativos, culturales y de 
orientación social” (Esparza, 1982:23). Asimismo, en el artículo 11 de dicha Ley, se 
comisiona a la Secretaría de Educación Pública a: “promover y organizar la enseñanza 
10	
  
	
  
a través de la radio y televisión; difundir programas de interés cultural y cívico” (Ley 
Federal de Radio y Televisión, 1960). Con el fin de cumplir su compromiso, la SEP 
inicia en 1965 un proyecto de alfabetización a través de la televisión. De este se 
desprende en 1970, el curso denominado Un paso más, programa que poco después 
concluye, este sería un antecedente para crear una nueva modalidad de estudio. 
En 1968 se emiten los cursos de Telesecundaria, proyecto educativo que ha 
subsistido a lo largo de los años, y sin lugar a duda significa “la experiencia más 
importante en la extensión de la educación a los medios de difusión masivos” (Esparza, 
1982:24). 
Para 1970 se decide que la SCT elaboraría el proyecto de Televisión Rural, con 
el objetivo de propagar los proyectos gubernamentales y así ampliar la cobertura de la 
televisión oficial. Su programación se transformó después en Televisión Cultural de 
México (TCM), la cual estaba conformada por canales oficiales generados por ellos 
mismos y algunas emisiones de televisión lucrativa. Sin embargo, predominaba la 
programación comercial, ya que el Estado no contaba con la infraestructura y 
producción adecuada, por lo que no se cubría el tiempo en los canales oficiales. 
Con el fin de reiterar la obligación de los medios de comunicación para ampliar el 
conocimiento y fomentar la cultura, surge el primer Reglamento Relativo al Contenido 
de las Transmisiones en Radio y Televisión (1973), donde se plantea reglamentar la 
publicidad, equilibrar la programación extrajera y nacional, erradicar los programas de 
concursos y suprimir la programación que haga referenciaa la violencia, vicios, etc. 
Este reglamento es sólo una utopía, ya que nunca se manifiestan respuestas por parte 
de los empresarios. Se deja entrever que los artículos son inoperantes y que no 
corresponde al sistema de televisión mexicano. 
Dentro de esta realidad el capital transnacional es el que ha determinado el papel 
cultural de los medios; “un modelo de comunicación orientado a desarrollar una 
sociedad de consumo, con hábitos, valores y pautas de comportamiento ajeno a la 
realidad nacional” (Esparza, 1982:35). Asimismo, el gobierno no ha sido capaz de 
configurar una política educativa hacia los medios, ni una estructura oficial que regule la 
actividad mercantil, lo que ha generado secuelas irreversibles. 
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Como consecuencia, la radio y la televisión han sido “producto de cada uno de 
los proyectos sexenales que concesionaron a particulares, así como de monopolios que 
dejaron muy alejados de la realidad, las funciones culturales y/o educativas”(Arias, 
2012:81); se transformaron así en empresas lucrativas dedicadas a vender espacios de 
transmisión. Como resultado, a la televisión pública se le ha dejado la obligación de 
difundir la cultura y la educación. 
Los inicios de la televisión determinaron que como vehículo de extensión 
educativa quedó subempleada. Más en materia de educación formal sobresalen tres 
proyectos que vale la pena mencionar: cursos de alfabetización, “Un paso más” y la 
más significativa, la Telesecundaria. A pesar de que estos fueron desarrollados con 
éxito, el gobierno no generó más planes para la apertura de nuevos proyectos de 
educación formal. 
La Telesecundaria nace como una experiencia educativa que responde a la 
necesidad de mediar el desequilibrio de educación entre zonas urbanas y rurales, 
además de atender la amplia población escolar. El gobierno se centró en buscar la 
recuperación del control político de los medios, así como llevar a la práctica leyes y 
reglamentos vigentes, sin tomar en cuenta la pertinencia cultural y lingüística que las 
comunidades indígenas demandaban. 
Con todo esto la Telesecundaria sólo permitió la legitimación del Estado al utilizar 
los medios de comunicación con propósitos educativos, empleando al consorcio 
Televisa para que difundiera esta nueva modalidad. 
Su llegada marcaría nuevos usos para la televisión, mostrando un desempeño 
favorable. A pesar de los cambios constantes por los que ha pasado la Telesecundaria 
“ha sabido adaptarse a los tiempos, persiguiendo metas que van más allá de lo 
tecnológico y rediseñando sus propuestas pedagógicas” (Crovi, 2006:88). 
Como se dijo el sistema Telesecundaria se formó con el objetivo de disminuir el 
índice de analfabetismo en las zonas más marginales del país. Con el paso del tiempo 
se concibió como una gran oportunidad de incorporar la tecnología al ámbito educativo. 
Se caracteriza por ofrecer a los estudiantes “condiciones necesarias para el desarrollo 
pleno de sus capacidades y potencialidades; de su razón y sensibilidad, de su cuerpo y 
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mente; de su formación en valores; de su conciencia ciudadana y ecológica” (SEP, 
2011:9). 
Las Telesecundarias ofrecen el mismo currículo que las secundarias federales o 
técnicas. Se caracterizan por tener un maestro presencial responsable del grupo, que 
utiliza medios electrónicos y material impreso para impartir sus clases. 
Las clases inician con un programa de televisión de 15 minutos de duración, que 
trata el tema correspondiente del currículo. Esta programación abarca seis horas de 
contenido para los tres grados, posteriormente se trabaja con las guías de aprendizaje y 
los libros de conceptos básicos orientados por el profesor (Ver anexo 1). Éste último, 
debe promover actividades que relacionen a la escuela con la comunidad, a fin de 
brindar un contexto adecuado que cubra favorablemente las necesidades del alumnado. 
 
2. Historia de la telesecundaria 
El panorama en el que se encontraba México era drástico; existía un “37.8%” (Padua, 
1979:6) de analfabetas y un acelerado crecimiento demográfico, aunado a una profunda 
discrepancia entre las comunidades urbanas e indígenas en el ámbito educativo. Esto 
originó que durante los primeros meses de gestión, el presidente Gustavo Díaz Ordaz 
(1964-1970) lanzara una campaña que pretendía abatir el rezago educativo, 
aprovechando los avances de la tecnología, principalmente la televisión. 
Fue durante el discurso pronunciado el día de la bandera (24 de febrero de 
1965), que Díaz Ordaz reveló el proyecto Alfabetización por Televisión, el cual 
aprovecharía los avances tecnológicos. 
Ha llegado el momento de reanudar con mayor vigor la marcha (en 
contra del analfabetismo), aprovechando los nuevos elementos técnicos 
que ahora tenemos a nuestro alcance. (Díaz, 1965:209) 
Así fue como el programa empezó a desarrollarse a cargo del bachiller Álvaro 
Gálvez y Fuentes, de la Dirección General de Educación Audiovisual (DGEAV). Un año 
más tarde, la carencia de escuelas secundarias llevó a que la idea de aprovechar la 
televisión se ampliara en este nivel educativo, por lo que comenzó a elaborarse un 
proyecto experimental con el propósito de desarrollar un modelo de educación 
secundaria que se basara en ésta tecnología. Además, las autoridades educativas lo 
13	
  
	
  
vieron como una alternativa para las localidades que por su reducida población no 
contaban con la inversión necesaria para la construcción de escuelas tradicionales. 
Otro motivo que incentivó a las autoridades a apoyar este proyecto fue hacer 
frente a la falta de maestros especializados en las áreas rurales. Dado que, los 
egresados de la Escuela Normal Superior, capacitados para dar clases de enseñanza 
media, optaban por las zonas urbanas, pues ofrecían mejores condiciones de trabajo. 
La televisión “representó la oportunidad de ofrecer elementos altamente calificados 
como maestros a un mayor número de estudiantes, particularmente aquellos residentes 
en comunidades dispersas y de difícil acceso” (Montoya, 1981:190). 
 
2.1 Etapa experimental (1965-1967) 
Para el desarrollo de esta nueva modalidad fue necesario convocar a un grupo de 
representantes de la Dirección General de Educación Audiovisual, que visitaron varios 
países como Japón, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania e Italia; con el 
objetivo de estudiar la televisión educativa. Con base en estas visitas se construyó un 
programa de trabajo que buscaba ajustarse a los recursos y necesidades propias del 
país. 
Así fue que el esquema mexicano de Telesecundaria se inspiró en la experiencia 
de la telescuola italiana, compuesta por tres elementos fundamentales: el telemaestro, 
el maestro-coordinador y el salón de clases equipado con un aparato receptor 
(teleaula). El telemaestro era el encargado de impartir la lección desde los estudios de 
televisión, el coordinador dirigía las clases recibidas, además apoyaba a los alumnos a 
resolver dudas y ejercicios. 
Las teleaulas en la fase experimental se ubicaron en el Centro de 
Experimentación Educativa Audiovisual, en la calle de Donceles No. 100, mientras que 
la señal se emitía desde los estudios de la Dirección General de Educación Audiovisual, 
institución que además producía los contenidos. Al mismo tiempo, la Dirección General 
de Segunda Enseñanza, estaba a cargo de la atención de las escuelas secundarias, de 
bachilleres, tecnológicas, de artes y oficios. Se dedicó a seleccionar a 30 de sus 
mejores maestros de asignatura y los dirigió a la Dirección General de Educación 
Audiovisual para ser instruidos como telemaestros. Los requisitos que debían cubrir 
eran dos: dominar su materia y poseer cualidades telegénicas, es decir, que tuvieran 
14	
  
	
  
facilidad de expresión, soltura, dicción, presencia, etc. 
Con el objetivo de capacitarlos adecuadamente en esta nueva modalidad, 
durante un mes se les impartió un curso a cargo de BernardQueenam, especialista en 
televisión educativa por el Center for Educational Television for Overseas de Inglaterra 
y Héctor Cervera, Gerente de Producción de canal 5. El primero se enfocó en el uso de 
la televisión como recurso pedagógico, mientras que el segundo enseño a los maestros 
sobre la producción televisiva. Se aspiraba que en un futuro los telemaestros 
emplearan eficientemente los conocimientos del lenguaje televisivo, con el fin de 
adaptar y aprovechar en plenitud este recurso audiovisual. 
Los profesores seleccionados organizaron simultáneamente los programas y los 
temas de las materias de acuerdo al plan de estudios de secundaria. Estos se 
transmitieron en el Centro de Experimentación Educativa Audiovisual sólo a 83 
alumnos, que fueron repartidos en cuatro grupos con características específicas. (Ver 
cuadro 1) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuadro No. 1 Grupos en fase experimental 1 
	
  
 Al valorar la fase experimental se observó que “los mejores niveles de 
aprovechamiento escolar fueron obtenidos por los alumnos que participaron en los 
grupos que recibieron el apoyo de un maestro monitor” (SEP, 1997:18). Siendo el grupo 
I el que obtuvo mayores resultados en cuanto al aprovechamiento, disciplina y 
asistencia. Por otra parte, el grupo IV permitió contemplar una categoría de “alumnos 
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
1	
  Montoya, y, Rebeil, M., 1981:194 	
  
2	
  La Ley Federal de Radio y Televisión indicaba que el Gobierno tenía derecho a utilizar este porcentaje del 
Grupos Características 
Grupo I Maestro de primaria como coordinador 
Alumnos de 11 a 12 años 
Grupo II: Maestro de secundaria como coordinador 
Alumnos de 11 a 12 años 
Grupo III: Maestro de secundaria como coordinador 
Alumnos de 15 a 18 años 
Grupo IV: Sin maestro coordinador 
Alumnos mayores de 20 años 
15	
  
	
  
libres” que se desarrolló posteriormente en la etapa de proyección nacional. 
Un factor decisivo para la contratación de maestros de primaria como 
coordinadores, fue que manejaban en forma general todas las áreas del programa. 
Además, que la oferta de contratación de maestros de primaria era superior al de 
secundarias. “Se contaba con 125,397 docentes de primaria, y sólo 22,091 para 
secundaria” (SEP, 1966:195). 
En la etapa de experimentación de los programas de Telesecundaria hubo una 
preparación presurosa y masiva: se ofreció un curso de un mes de duración, el cual se 
impartió en el Auditorio Nacional para capacitar a unos setecientos postulantes. Debido 
al gran número de participantes el proceso no pudo ser de forma presencial, por lo que 
se vio claramente la disminución en la calidad de la capacitación. 
Uno de los principios con los que se concibió el sistema Telesecundaria fue el 
uso de la televisión con un fin educativo, esta se volvió un auxiliar para ilustrar cada 
lección, además de ofrecer a los alumnos una visión amplia del mundo exterior. Sin 
embargo la desventaja más notoria era la fugacidad del mensaje. Para disminuir tal 
efecto, se elaboró un material de apoyo impreso o guías de estudio con el propósito de 
reforzar el contenido de las lecciones. 
Cada elemento que conformó la fase piloto fue calificado cuidadosamente por 
una comisión integrada por personal de la Dirección General de Segunda Enseñanza, 
la Dirección General de Educación Física, el Instituto Nacional de Bellas Artes y el 
Consejo Nacional Técnico de la Educación. Sin embargo, el elemento que más 
favoreció, fue la evaluación. Ésta la llevó a cabo un grupo externo, el cual indicó que el 
76% de los alumnos aprobó el curso, este dato fue la pieza decisiva para continuar con 
el proyecto. 
 
2.2 Etapa de expansión (1968-1970) 
Fue el 2 de enero de 1968 cuando Agustín Yáñez, Secretario de Educación Pública, 
estableció que la Telesecundaria formaría parte del sistema educativo nacional 
teniendo validez oficial. Telesistema Mexicano se quedó a cargo de las transmisiones, 
además “proporcionó el estudio y el personal técnico necesario para la grabación del 
curso” (Montoya, 1981:188). 
El 21 de enero de 1968 comenzaron las trasmisiones a través de Canal 5, de 
16	
  
	
  
México, D.F., y Canal 6, estación repetidora en Las Lajas Veracruz, dirigidas a unas 
trecientas teleaulas, con la inscripción de 6,569 alumnos, distribuidos en ocho 
entidades del país: Hidalgo, Puebla, Estado de México, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala, 
Morelos y el Distrito Federal. 
Las comunidades contribuyeron con espacios o locales, que fueron adaptados 
como teleaulas, éstos iban “desde la sacristía de un templo, la trastienda de un 
comercio, el salón de juntas de la comunidad agraria o del sindicato, o la habitación de 
una casa particular” (SEP, en Martínez, 2006:5). 
Desde el comienzo del proyecto el financiamiento era escaso, por lo que la 
Dirección General de Educación Audiovisual (DGAEV) proporcionaba “telemaestros y 
coordinadores, costeaba la realización de las teleclases y las guías de estudio; el 
tiempo de transmisión que excedía al 12.5%, oficialmente decretado para uso 
gubernamental2 fue cedido por Telesistema Mexicano” (Montoya, 1981:201). En cuanto 
a la producción tampoco se contaba con un apoyo económico basto, lo que representó 
primer limitante para la realización adecuada de las lecciones. Aunado a la gran 
cantidad de emisiones -18 lecciones diarias- una vez abiertos los tres grados, esto 
impedía que se le dedicara tiempo suficiente a cada programa. 
Las dificultades de presupuesto y tiempo hicieron que se presentara la mayoría 
de las lecciones en vivo, a diferencia del proyecto Alfabetización por Televisión, en el 
cual las grabaciones se consideraron costeables, debido al reducido número de 
emisiones. En el caso de la Telesecundaria, el elevado número de lecciones exigía 
mayores esfuerzos, por lo que se pensó que al presentar la lección en vivo daría mayor 
similitud a lo que sucedía en un salón de clases tradicional. Para favorecer a un 
ambiente más real se agregaron alumnos en el momento de la difusión. 
Durante los primeros años de la proyección nacional, la dinámica de trasmisión 
de las lecciones eran simultánea para los tres grados, es decir, los alumnos de primer 
grado veían su lección de 20 minutos de duración; posteriormente se apagaba el 
televisor y durante 40 minutos se dedicaban al trabajo en el aula. Durante ese tiempo 
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
2	
  La Ley Federal de Radio y Televisión indicaba que el Gobierno tenía derecho a utilizar este porcentaje del 
tiempo total de transmisiones de todas las emisiones de radio y televisión. Este periodo de tiempo era 
controlado por la Comisión de Radiodifusión dependiente de la Secretaría de Comunicación y Transportes. La 
programación de los 3 grados de Telesecundaria representaba el 43% de tiempo total de las transmisiones de 
canal 5. 	
  
17	
  
	
  
se trasmitían las lecciones para segundo y tercer grado. Pasado los 40 minutos se 
volvía a prender la televisión y aparecía la siguiente lección de su propio curso. 
Con el fin de abarcar a la población adulta, que por diferentes motivos no podía 
presenciar las lecciones en la teleaula, se implantó una categoría de alumno libre; el 
cual podía ver las teleclases desde su hogar. Para ello el Departamento Técnico de la 
Dirección General de Segunda Enseñanza, a través de la circular No.89, publicada el 2 
de septiembre de 1968, otorgó a los alumnos inscritos bajo esta categoría, la 
oportunidad de obtener su certificado de secundaria, siempre y cuando aprobarán los 
exámenescorrespondientes. 
Para 1969 se define “el programa de enseñanza con una semejanza de la 
currícula oficial, aprobada por la SEP, excepto algunas materias que no podían ser 
transmitidas como actividades deportivas o técnicas, a las que no se les asignó reforma 
alguna dentro del plan de estudios”( Arias, 2012:86). En el mismo año, las 
transmisiones se ampliaron a Sonora, con el uso de videocintas, posteriormente en 
1970 llega a Nuevo León, Jalisco, Tamaulipas, Chiapas, Baja California y Coahuila. Por 
consiguiente, al término del sexenio de Díaz Ordaz había incrementado la población 
estudiantil, “de 6,569 alumnos que en 1968 se registraron y aproximadamente 6,000 
alumnos libres, a 23,762 alumnos regulares y cerca de 30,000 que seguían libremente 
sus curso” (SEP, en Montoya, 1981:208). 
 
2.3 Etapa de consolidación y reestructuración de contenidos (1970-2014) 
Esta etapa abarca ocho periodos presidenciales, los cinco primeros, es decir, Luis 
Echeverría (1970-1976), José López Portillo (1976-1982), Miguel de la Madrid (1982-
1988), Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y Ernesto Zedillo (1994-2000), se 
considera como un periodo de consolidación debido a que la Telesecundaria adquiere 
propiedades de un sistema educativo formal, cuenta con un plan de estudios y un 
modelo pedagógico fundamentado. Posteriormente en las administraciones de los 
presidentes: Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) e inicios de Enrique 
Peña Nieto (2012-2018) se perciben diversas crisis que orillan a esta modalidad a la 
constante reformulación y actualización de contenidos, con el fin de adaptarse al tiempo 
y exigencias de nuestra sociedad. 
Se cierra en 2014, debido a que es el año de finalización del análisis, que es 
18	
  
	
  
objetivo de esta tesis. 
 
2.3.1 Sexenio del Presidente Luis Echeverría (1970-1976) 
En el gobierno del presidente Luis Echeverría la Telesecundaria contaba con tres años, 
y era concebida como una opción atractiva por las autoridades, dado que sus costos 
eran más bajos que los de las secundarias convencionales. A pesar de esto, también 
había críticas: se opinaba que la educación que ofrecía esta modalidad era de menor 
calidad. 
Fue en 1970 cuando la Dirección General de Educación Audiovisual (DGEAV) 
se transformó en Dirección General de Educación Audiovisual y Divulgación 
(DGEAVyD), quedando como directora la Dra. María del Carmen Millán. Su labor se 
centró en promover diversas acciones para mejorar la calidad de la Telesecundaria. 
Algunos de los cambios fueron: las teleaulas se instalaron en locales diseñados 
especialmente para ello por el Comité Administrador del Programa Federal de 
Construcción de Escuelas (CAPFCE), además el Instituto Nacional para la Educación 
de los Adultos quedó a cargo de la acreditación de los estudios en forma no 
escolarizada. 
En materia de producción del material audiovisual se trató de mejorar con un 
mayor presupuesto. También se buscó asesoría de profesionales en el campo de la 
televisión (escenógrafos, iluminadores, camarógrafos, etcétera) que pudieran auxiliar en 
cuanto al funcionamiento y mantenimiento del equipo de grabación. 
Las actividades de los telemaestros también se modificaron; su labor se reduciría 
a elaborar el guión con el contenido pertinente para el desarrollo de la lección. Un 
productor se encargaría de la realización, mientras que la presentación de las 
teleclases sería función de un actor profesional. La aplicación experimental de este 
nuevo modelo trajo resultados positivos al proporcionar lecciones con más calidad 
pedagógica y técnica. Sin embargo, el esquema no pudo institucionalizarse, ya que los 
telemaestros se sintieron restringidos en la intervención dentro de los programas, por lo 
que se reanudó el modelo tradicional. 
En 1972, surgió uno de los acontecimientos más importantes para la 
Telesecundaria. El Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad 
19	
  
	
  
de Stanford, en conjunto con la Secretaría de Educación Pública, evaluaron el sistema 
Telesecundaria, con el objetivo de “sugerir posibles estrategias para su mejoramiento y 
poner la experiencia de México, al alcance de otros países a su vez ansiosos de utilizar 
la televisión y otros avances tecnológicos para extender la oportunidad educativa”( 
Mayo, McAnany, y Klees, 1973:6). 
El estudio se centró principalmente en revisar 3 aspectos: 
• Costo-beneficio 
• Rendimiento académico de los alumnos 
• Desempeño pedagógico de los maestros ( SEP, 2011:6) 
Se hizo también un análisis exhaustivo de las similitudes y diferencias entre el 
sistema Telesecundaria y el de enseñanza directa, a partir de 4 dimensiones: 
• La escuela y las características de la comunidad. 
• Características de los estudiantes. 
• Características de los maestros. 
• Costos 
Durante un año se observó una muestra de alumnos (tomada al azar) en cuatro 
entidades del país que estaban bajo la modalidad de Telesecundaria. Se evaluó su 
desenvolvimiento y aprovechamiento, a la par también evaluaron a las secundarias 
tradicionales que fueron seleccionadas para dicho estudio. 
Cumplido el tiempo de la investigación se llegó a varias conclusiones: el sistema 
Telesecundaria era más barato en comparación a las escuelas de enseñanza directa. El 
costo anual por estudiante en la modalidad de telesecundaria era de $151 dólares, 
mientras que el alumno de enseñanza directa era de $200 dólares, lo que representaba 
un 25% de ahorro en Telesecundaria. 
Con el objetivo de contrastar los dos sistemas de enseñanza (directa y 
televisada), se aplicaron algunas pruebas de rendimiento a los alumnos, en diversas 
materias, los resultados fueron “más o menos iguales en ambos grupos” (Mayo, 
1973:21). 
En un estudio semejante titulado Observación de docentes en México, elaborado 
también por investigadores de Stanford, se analizaron las formas de enseñanza de 97 
maestros, tanto de Telesecundaria como de enseñanza directa. Se concluyó que los 
20	
  
	
  
coordinadores de teleaulas y los profesores de secundarias ordinarias, empleaban 
técnicas de enseñanza similares. Los docentes tendían a “dominar la clase mediante la 
cátedra, dejando poco tiempo para la participación de los estudiantes” (Mayo,1973:64). 
Entonces se sugirió una mejor preparación para los educadores: una de las opciones 
que indicaron fue el servicio continuo de cursos que permitieran la actualización y 
mejora de las técnicas de enseñanza-aprendizaje. 
Se tuvo la necesidad de optimizar el mantenimiento del equipo, así como 
supervisar la recepción de la señal para las teleaulas, con el objetivo de ofrecer un 
mejor rendimiento de las lecciones. Gracias al trabajo que la Universidad de Stanford 
realizó, las autoridades aprobaron que el sistema Telesecundaria continuara con el 
servicio y ampliara su cobertura. 
A pesar de los buenos resultados que reportaron para este sistema de 
enseñanza, la educación tenía que fortalecerse aún más. Fue entonces que el 
presidente Echeverría calificó a la educación como un instrumento de progreso social, 
por lo que se otorgaron incrementos en el gasto educativo (pese a la complicada 
situación en la que se encontraba el país) y se buscó un replanteamiento del sistema 
nacional de educación. El resultado fue la Reforma Educativa Nacional (1972) que 
abarcó tres aspectos: “1) el pedagógico, incluyendo nuevos planes de estudio, cambio 
de métodos de enseñanza y programas e innovaciones en los textos de aprendizaje y la 
actualización del magisterio; 2) el aspecto político, que se orientaba hacia el desarrollo 
social, y 3) el aspecto administrativo, el cual motivó una profunda reorganización de la 
SEP” (SEP, 2010:47). 
Lo más significativo de esta reforma fue el nuevo enfoque que se dio a la 
educación: se buscaba la formación de la conciencia crítica, la popularización del 
conocimiento, así como la igualdad de oportunidades para la juventud.Para alcanzar 
estos objetivos se requirió de un trabajo intensivo de planeación y reestructuración; 
también, se señaló la importancia de la participación del docente, por lo que se llevaron 
a cabo seis seminarios, organizados por el Sindicato Nacional de Trabajadores del 
Estado, en diversos estados y con la intervención de los maestros. Se promovió que el 
Consejo Técnico de la Educación presentara una propuesta de Reforma Educativa en 
la Enseñanza Media, a partir de las conclusiones de los seminarios. 
21	
  
	
  
La reforma de enseñanza media traería transformaciones para la modalidad de 
Telesecundaria. Una primer secuela de la renovación fue la división de la Dirección 
General de Educación Audiovisual y Divulgación, la cual se dividió en: la Dirección 
General de Divulgación (DGD), con Dr. Carmen Millán, como directora, y el profesor 
Ángel Hermida, a cargo de la Dirección General de Educación Audiovisual (DGEAV). 
Por otro lado, se crea la Comisión Nacional de Maestros Coordinadores (CNMC), 
con el propósito de atender los demandas laborales que se generaron por parte de 
todos los docentes al frente de las teleaulas. Uno de los logros más significativos para 
la CNMC fue la creación de la plaza de Maestro Coordinador de Teleaula, hecho que 
los acreditó como personal del Departamento de Telesecundarias. 
En agosto de 1974, en la ciudad de Chetumal se llevó a cabo una Asamblea 
Nacional Plenaria sobre la Educación Media Básica, donde se planteó la necesidad de 
modernizar los programas de estudio; agrupando las materias en áreas de estudio, con 
el fin de relacionar contenidos. Las materias de Historia, Civismo y Geografía se 
integraron a las Ciencias Sociales, mientras que Química, Biología y Física a las 
Ciencias Naturales. El propósito del cambio fue lograr interdisciplinariedad. 
Cabe mencionar que este nuevo plan de estudios no se instaló obligatoriamente, 
aunque la Telesecundaria si lo adoptó. En el acuerdo 16363, el entonces Secretario de 
Educación, Víctor Bravo Ahuja, “autorizó la aplicación del nuevo plan a las escuelas que 
lo soliciten a partir del año escolar 1974-75” (SEP, en Martínez, 2006:7). Como 
resultado, la Comisión Nacional de Maestros Coordinadores, en 1975 protagonizó un 
conflicto laboral importante; exigían la especialización de los maestros. Por esta razón, 
un grupo de docentes promovió la creación de una especialidad que los formara y 
acreditara: Licenciatura para Maestros Coordinadores de Telesecundaria. 
Al final del sexenio de Luis Echeverría (1976) el número de telesecundarias 
ascendió a 793, de las cuales, las del D.F., Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Morelos, Estado 
de México, Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz y Tlaxcala eran manejadas por la 
SEP. Mientras que, las de Sonora, Tabasco, Guanajuato y Nayarit eran de control 
estatal. Al comenzar el ciclo 1976-77, la población estudiantil era de “51 mil 802 
alumnos” (Martínez, 2006:8). 
2.3.2 Sexenio del Presidente José López Portillo (1976-1982) 
22	
  
	
  
En la presidencia de José López Portillo se destaca el Plan Nacional de Educación, el 
cual intentó “afirmar el carácter democrático y popular de la educación” (López, 
1976:131). Por tal motivo se propone la posibilidad de incorporar nuevamente a la 
población adulta en modalidad abierta. Sin embargo, las teleclases seguían teniendo un 
contenido enfocado a un público adolescente, por lo que solo una parte de la población 
del sistema Telesecundaria pudo vincularse a la Dirección General de Educación para 
Adultos (DGEA), creada en 1978. 
Así, la Telesecundaria continuó su desarrollo, aunque con dificultades; en 1977, 
el problema laboral que encabezó la Comisión Nacional de Maestros Coordinadores y 
el Sindicato Nacional de Trabajadores para la Educación, se tradujo en una crisis 
laboral y reestructuración para el sistema Telesecundaria. 
Después del conflicto, la Telesecundaria tenía la urgente necesidad de replantear 
su rumbo y afrontar las críticas que repetidamente se hacían sobre el desempeño y 
calidad. Por tal motivo, las autoridades decidieron reestructurar la Dirección General de 
Educación Audiovisual, con el fin de dividir sus funciones tanto pedagógicas como 
técnicas: se modifica y se convierte en la Dirección General de Materiales Didácticos y 
Culturales (DGMDyC). Esta se encargaría de la producción y transmisión de las 
teleclases, mientras que, la Dirección General de Educación para Adultos adquiría las 
labores administrativas y técnicas. 
En 1977, la SEP y la Organización de Estados Americanos llevan a cabo un foro 
sobre Transferencia de Tecnología Educativa, donde se reconoce a la tecnología como 
un instrumento de transformación. Además, se trataron temas de orden operativo, lo 
que contribuyó significativamente en algunos cambios a los sistemas de 
almacenamiento de los materiales videograbados y al proceso de producción de las 
lecciones. 
Las circunstancias en las que se dio el cambio en la producción de las lecciones, 
fue por las múltiples críticas negativas y las carencias técnicas que caracterizaban a la 
Telesecundaria. Por ello, se contempló la oportunidad de grabar las lecciones en 
videocintas y dividir las labores de los telemaestros, es decir, que fueran asistidos por 
otras personas. Con este nuevo plan de trabajo se sumarían: 1) un grupo de maestros 
especialistas en las áreas de estudio, los cuales elaborarían los contenidos de las 
23	
  
	
  
lecciones; 2) guionistas que adaptarían el contenido a un guión televisivo; 3) un grupo 
de productores que se encargarían del montaje; 4) presentadores que expusieran la 
lección. 
A pesar de las modificaciones que pretendían acabar con el estatismo y adaptar 
las lecciones a las exigencias del medio, los telemaestros lo visualizaron como una 
amenaza a su fuente de trabajo, entonces comenzaron nuevamente las movilizaciones. 
A finales de 1979 el sistema Telesecundaria se actualizó, pues se introdujo la 
cromatización lo que favoreció notablemente la calidad de las lecciones. Además se 
inició la grabación de los programas en videocinta, los cuales se siguieron transmitiendo 
por la Televisión Rural de México y por Canal 4 de Televisa que reemplazó a Canal 5. 
De acuerdo, con el Reglamento Interno de la SEP que la DGMDyC quedara 
dividida en: 
a) La Unidad de Telesecundaria (UT), la cual apoyaba a las delegaciones 
estatales y se encargaba de la elaboración del material (textos guías). Entre otras de 
sus tareas, estaba “la evaluación y mejoramiento de los servicios de la Telesecundaria” 
(Arias, 2000:91). 
b) La Unidad de Televisión Educativa y Cultural (UTEC), donde se concentraban 
los guionistas que eran “especialistas académicos de formación universitaria y 
capacitados a su vez para la adaptación de textos pedagógicos” (Montoya, 1981:43). 
Finalmente, la UTEC se convirtió en la Unidad de Televisión Educativa (UTE), la cual se 
ocupó de la producción y difusión de programas de fines educativos. 
Esta división de funciones permitió ciertas mejoras en la producción de las 
teleclases, aunado al apoyo que la Enciclopedia Británica brindó con el propósito de 
ampliar la videoteca con materiales educativos y películas didácticas que mejoraron 
notablemente la presentación de las teleclases. La programación de éstas era 
transmitida por la Dirección de Televisión Educativa, la cual se enlazaba a un 
transmisor de Canal 4 y a la Torre de telecomunicaciones de la Televisión de la 
República Mexicana que cubría gran parte del país. 
Para ese momento la programación de Telesecundaria consistía de 18 lecciones 
de lunes a viernes, con una duración de 17 minutos. Su horario era de 8:00 a las 14:00 
horas. Había un periodo de descanso, entre las 11:30 y a las 12:00, donde se transmitía 
24	
  
	
  
el Noticiero de la Telesecundaria, “que promovía la comunicación entre las diversas 
teleaulas del país, así como programas de orientación vocacional y apoyoa la 
educación tecnológica” (SEP, 2010:67). 
Igualmente, la SEP en conjunto con el INEA iniciaron la transmisión de la 
Secundaria Intensiva de Verano (SIV), la cual sirvió de manera complementaria durante 
las vacaciones. Y además ofreció la Secundaria para Adultos (SIA), modalidad que 
certificaba el INEA. 
Pese a los problemas y constantes reestructuraciones de las dependencias 
responsables, “la Telesecundaria absorbió al 3.7% de la matricula nacional de 
estudiantes. La matrícula se elevó entre los años 1970-1981 el 100%, lo que significó 
un aumento sólo superado por la secundaria técnica” (COSNET, 1985:12). 
Con una diversidad de cambios a finales del sexenio de José López Portillo 
(1982) la telesecundaria se estableció como una parte importante del sistema educativo 
nacional. El crecimiento que comenzaba en los últimos años de gobierno de López 
Portillo continuó en la administración del presidente de la Madrid, lo cual derivó en que 
la ampliación de las modalidades convencionales –federal y técnica- fuera nulo, 
mientras que el sistema Telesecundaria se instauró como una parte primordial del 
sistema educativo nacional. 
 
2.3.3 Sexenio del Presidente Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) 
A inicios de la presidencia de Miguel de la Madrid se hizo un diagnóstico que reveló 
fuertes carencias en el ámbito educativo. Especulando que contenidos de los planes de 
estudio, recursos didácticos y materiales no correspondían adecuadamente a la 
regiones rurales. De modo que se llevó a cabo el Plan Nacional de Desarrollo que 
pretendía: ampliar el acceso de oportunidades educativas y culturales. Dando prioridad 
a la educación indígena. Para tal fin, se buscó la adecuada relación entre: educación, 
cultura y contexto. Lo que permitió una descentralización educativa, atendiendo las 
necesidades específicas de cada región. 
Por otro lado, en este sexenio el sistema Telesecundaria se consolidó y marcó 
un gran crecimiento debido a los convenios que la SEP y diferentes estados 
encabezaron para poder ofrecer el servicio de esta modalidad educativa. Algunas 
25	
  
	
  
entidades beneficiadas fueron: Aguascalientes, Durango, Chihuahua, Guanajuato, 
Quintana Roo, entre otras. El acuerdo consistía en que los materiales tanto 
audiovisuales como impresos serían otorgados por la Unidad de Telesecundaria, 
mientras que la construcción de escuelas se llevaría a cabo por la CAPFCE. 
Conjuntamente la SEP se comprometió con los estados para proporcionar cursos de 
capacitación, para que los maestros se familiarizaran con el funcionamiento, la 
tecnología y la estructura de esta novedosa modalidad. 
En tanto el modelo pedagógico no había sufrido grandes cambios, se buscó 
reservar su estructura básica. Las clases se concibieron como una interrelación 
dinámica entre el alumno y profesor, a partir del material impreso y las clases 
televisadas. 
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) buscaba la ampliación de 
los servicios de las telecomunicaciones, por lo que en 1983 decidió adquirir un sistema 
satelital propio, con el propósito de ampliar la Red Federal de Microondas y se adquirió 
por “92 mil dólares que incluyó equipo de instalación de Rastreo, Telemetría y 
Telecomando (TTC) (Crovi, 2000:36). Así, Miguel de la Madrid mandó una iniciativa al 
Congreso donde quedó estipulado la función exclusiva de la comunicación por satélite 
al Estado Mexicano. Para 1985 la puesta en órbita de la primera generación de satélites 
Morelos I y II era una realidad. Sin embargo, esto trajo consecuencias imprevistas, “se 
suprimieron estaciones retransmisoras, gracias a las cuales, la señal Telesecundaria 
llegaba a muchas comunidades” (Martínez, 2006:10). 
Otro proyecto que se derivó del sistema satelital fue el Programa Experimental 
de Educación Médica Continua Vía Satélite, también conocido como CEMESATEL, 
coordinado por la División de Enseñanza del Hospital Infantil de México; básicamente 
“se centró en la actualización de enfermeras y médicos sobre procedimientos 
pediátricos para mejorar la atención de los pacientes” (Crovi,1988:36). Este era dirigida 
por la que la Secretaría de Salubridad y Asistencia. En tanto la producción estaba a 
cargo de IMEVISIÓN y la SCT. 
El Programa de Captación Tecnológica Vía Satélite de la SCT fue otro proyecto 
desarrollado en 1988, para transmitirse directamente por el satélite Morelos. Surge con 
el propósito de capacitar y actualizar al personal. Este, aunque fue esporádico, 
26	
  
	
  
estableció “un importante esfuerzo educativo en el que intervienen, además de la 
Dirección General de Desarrollo Tecnológico, responsable de su instrumentación, la 
División de Educación Continua de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Fideicomiso 
Información Tecnológica y Consultoría” (Crovi, s/f: 91). 
La Universidad Nacional Autónoma de México contó con varios de programas 
tales como los Seminarios Universitarios “Allis Vivere”, puesto en marcha por las 
Direcciones Generales de Intercambio Académico y de Televisión Universitaria. El 
objetivo primordial de este era conformar “una comunidad académica en las diferentes 
áreas del conocimiento y la cultura universal, formando y actualizando a especialistas” 
(Crovi, s/f: 91). 
Asimismo, se contó con diferentes programas dedicados a la divulgación 
científica procedentes de la Facultad de Contaduría y Administración. Para 1989 esta 
brindó un Programa de Formación Docente transmitido por el satélite Morelos con el 
objetivo de “proporcionar actualización en materia de legislación contable y 
administrativa a los docentes de la especialidad de contaduría” (Crovi, s/f:92). Para el 
desarrollo de este programa se contó con el apoyo de la Asociación Nacional de 
Facultades de Contaduría y Administración, ANFECA. 
 
2.3.4 Sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) 
La puesta en órbita de los satélites Morelos significó grandes alcances en materia de 
televisión educativa, por lo que la administración de Carlos Salinas de Gortari continuó 
con el desarrollo de los satélites; por consiguiente, en 1989 se adquiere la segunda 
generación de satélites: Solidaridad I y II. 
Con relación a la educación se planteó el Programa Nacional de Modernización 
Educativa, el cual pretendía “desarrollar armónicamente las facultades del ser humano 
y fomentar el amor a la patria y la conciencia de solidaridad internacional” (SEP, 
2010:76). La modernización involucraba concretar prioridades, innovar procedimientos, 
examinar los costos educativos y establecer la estrecha relación entre la educación, la 
vida social y productiva. De esta forma la modernización permitió generar nuevos 
programas de estudio e implementar innovaciones tecnológicas. 
Debido a los tiempos y nuevos contextos se iban generando nuevas exigencias 
27	
  
	
  
sociales, por lo que se vio oportuno hacer un cambio en el modelo pedagógico, pues 
había sido el mismo por más de 20 años. Este nuevo modelo de telesecundaria se 
concretaba como “un proceso interactivo, participativo, democrático y formativo entre 
alumnos, maestros, grupos, escuelas, familias y comunidades con el apoyo de 
información de calidad, transmitida por televisión y publicada en materiales impresos” 
(SEP, 2010:79). 
En otro sentido, en 1991 se introduce el Centro de Entrenamiento de Televisión 
Educativa (CETE), con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón 
(JICA) y la asesoría de la televisión pública japonesa Nippon Hoso Kyokai (NHK). El 
cual abrió una posibilidad de capacitación en materia de producción de televisión 
educativa. Principalmente se basaron en el Acuerdo sobre Cooperación Técnica, 
firmado el 2 de diciembre de 1986 por los gobiernos de Japón y México. 
Por su parte el gobierno mexicano "se comprometió a proporcionar la 
infraestructura física necesaria y el gobierno japonés se comprometió a dotar al 
centro del equipamiento para televisióncon tecnología de punta para la 
capacitación” (CETE, 2013). 
Otro hecho importante que se da en 1992 es la modificación del artículo 3º. de la 
Constitución remarcando la participación social. El vínculo entre escuela y sociedad se 
hacía cada vez más significativo para la educación, por esto la Coordinación de 
Descentralización Educativa orientó a los gobiernos de los diversos estados para 
realizar los proyectos relacionados a la modernización. 
En ese mismo año se implementa el Acuerdo Nacional para la Modernización de 
la Educación Básica (ANMEB), encabezado por el secretario de educación Manuel 
Bartlett. Su principal compromiso era contrarrestar el analfabetismo y hacer obligatoria 
la educación básica. Por esta razón, se plantea la Reforma Educativa en 1993 de 
secundaria, donde se incluye a esta como parte de la educación básica, dando apertura 
a la transmisión de dicha modalidad a través de los satelitales Morelos y Solidaridad, 
donde la Secretaria de Comunicaciones y Transportes en coordinación con la SEP, 
instalaron el equipo necesario como: antenas parabólicas para recibir la señal. 
Asimismo, se gestionó la creación de nuevos materiales impresos para el 
fortalecimiento y evaluación del aprendizaje. Entre ellos: Conceptos Básicos, que 
auxiliaba al alumnado con información sobre las lecciones, Guía de Aprendizaje que 
28	
  
	
  
abarcaba tanto ejercicios de reafirmación como la evaluación y la Guía Didáctica para el 
maestro. Finalmente, esta nueva renovación del sistema se puso en marcha en el ciclo 
1993-1994. 
Como consecuencia de la obligatoriedad de la secundaria hubo una mayor 
demanda de acceso en el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), la población 
estudiantil creció considerablemente, durante el ciclo escolar 1994-95, eran 5 millones 
349 mil 659 alumnos. Particularmente, la matrícula de telesecundaria alcanzó “un 
millón 053 mil 500” (Martínez, 2006:12). 
 
2.3.5 Sexenio del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) 
El gobierno de Ernesto Zedillo continúo con la reforma en la educación básica, que tuvo 
origen en el sexenio anterior. Igualmente se pone en marcha el Programa Nacional de 
Actualización Permanente de los Maestros de Educación Básica, que permitía a los 
profesores renovar sus métodos y estrategias de enseñanza. Conjuntamente con estas 
modificaciones se estipula la formación de los alumnos, a través de valores éticos, 
motivo que llevo a la introducción de la materia Formación Cívica y Ética para escuelas 
secundarias. 
Otros sucesos importantes que se dieron durante el sexenio de Zedillo fue la 
incorporación de nuevos programas de implementación tecnológica con fines 
pedagógicos; entre ellos destacan: la Red Satelital de Televisión Educativa (Edusat), el 
Programa de Red Escolar, los programas Secundaria a Distancia para Adultos (SEA) y 
Educación Media Superior a Distancia (EMSAD). 
La Red Edusat se inauguró el 13 de diciembre de 1995. Se trataba de un 
proyecto que buscaba incorporar a la televisión a los procesos de enseñanza- 
aprendizaje. Por lo cual, la SEP diseñó “un proyecto educativo destinado a crear un 
sistema de televisión que integrara diversos programas para dar atención a los 
contenidos curriculares de los tres niveles de educación básica del país” (Hernández, 
Carvajal, Valadez, González, Ávila, 2006:40). Para dicho proyecto, el Instituto 
Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE) y la Unidad de Televisión 
Educativa (UTE) tenían a su cargo la responsabilidad de crear la Red Satelital de 
Televisión Educativa. 
29	
  
	
  
La digitalización permitió aumentar las potencialidades de los medios de 
comunicación y de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), 
adquiriendo un papel educativo muy importante. Inicialmente, la Red Edusat estaba 
conformada por los satélites Solidaridad I y II, en 1998 aumentó su expansión por el 
satélite Satmex 5, permitiendo la transmisión en 16 canales de alcance continental. A 
partir de esto, se forjaron diversos proyectos educativos y culturales. 
Es cierto, la Telesecundaria se vio beneficiada por los servicios de ésta red, sin 
embargo, durante los primeros meses de ejecución, la tarea fundamental era garantizar 
la distribución de antenas y decodificadores, así como, la capacitación para el manejo 
del equipo. Durante su consolidación la Telesecundaria tuvo problemas de recepción, 
más en comunidades lejanas y de difícil acceso, por lo que la Red Edusat significó un 
soporte primordial. 
Como resultado de estas novedosas incorporaciones tecnológicas, la 
Telesecundaria no solo creció en territorio mexicano, sino se extendió más allá. En 
1996, la Unidad de Telesecundaria y el Instituto Latinoamericano de Comunicación 
Educativa (ILCE), en colaboración con Comisión Mexicana de Cooperación con 
Centroamérica de la Secretaría de Relaciones Exteriores, realizaron el Acuerdo de 
Cooperación en Materia de Educación a Distancia; el cual ofrecía los canales de la Red 
Edusat y la capacitación para implementar la propuesta de Telesecundaria en 
Centroamérica. Entre los Ministerios de Educación que firmaron fueron: Honduras, 
Panamá, Guatemala, Belice, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador. 
El presidente Zedillo recalcó la alianza y el beneficio de las naciones en materia 
educativa: 
El Acuerdo que hoy suscribimos pone de relieve la importancia de impulsar la 
cooperación para cumplir más eficientemente las metas educativas de nuestros 
países, fortalecer la comunicación entre nuestros pueblos y aprovechar las 
experiencias y los avances de cada nación en beneficio de naciones hermanas 
(Zedillo, 1996). 
Para 1997 se dispone ampliar la cobertura de la Telesecundaria hacia el norte 
del continente. La causa principal fue que en Estados Unidos residían jóvenes 
mexicanos que debían tener la posibilidad de estudiar la secundaria. En el Programa de 
Cooperación de Educación a Distancia con los Estados Unidos quedó plasmado el 
30	
  
	
  
compromiso de ambos países para contribuir con el desarrollo de estos jóvenes. Para 
tal fin “se efectuó la capacitación de los profesores, la asistencia pedagógica y de 
evaluación, la dotación de materiales de estudio (guías y videos de apoyo), así como 
decodificadores de señal y la propia señal de la telesecundaria” (SEP, 2010:87). Esto 
significó una gran alianza en materia de educación, así como el intercambio de 
experiencias culturales de diferentes países latinoamericanos. 
En 1998 el sistema Telesecundaria cumplió 30 años, el incremento de la 
población estudiantil era generoso. Además, en ese mismo año la Ciudad México pudo 
capacitar a países como: Honduras, Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, 
Nicaragua, en cuanto al uso de la televisión educativa. Un año más tarde la Secretaría 
de Hacienda y Crédito Público (SHCP) asignó un nuevo nombre a la UTE, está se 
modificó en la Dirección General de Televisión Educativa, (DGTVE), como se le conoce 
hoy en día. 
Es pertinente resaltar que en 1999 se realizaron algunas modificaciones al 
modelo pedagógico La Reforma Educativa Secundaria de 1993 fue el antecedente 
directo. Se continuó con el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación 
Básica (ANMEB), con el fin de implementar las propuestas consideradas en dicha 
reforma. Primeramente, se pretendió unificar los planes de estudio, ya que en ese 
tiempo se contaba con dos programas, por materias o por áreas. Los libros de texto 
fueron replanteados, significando “un parteaguas en la historia de la telesecundaria” 
(Fuentes, en SEP: 2010:91). Debido a que los libros mostraban una propuesta más 
pedagógica sólida, diferente y sobre todo flexible. 
Igualmente los programas de televisión se fortalecieron, pues se minimizó la 
duración, mientras que los contenidos se volvieron diversos y con fines didácticos “para 
activar el proceso de adquisición del conocimiento, evaluarlo o hasta propiciar lareflexión en torno a lo aprendido” (SEP, 2011:84). Esto permitió al alumno una 
recepción más activa, y por ende una actitud más analítica ante los mensajes. 
 
2.3.6 Sexenio del Presidente Vicente Fox Quesada (2000-2006) 
En el año 2000 se realizaron evaluaciones acerca del sistema Telesecundaria, 
centrándose en la eficiencia del modelo educativo y la infraestructura. Asimismo el 
Centro de Estudios Educativos (CEE) efectuó una investigación con el fin de identificar 
31	
  
	
  
las debilidades y fortalezas que tenían las telesecundarias en zonas rurales. Este 
mostró problemas en la infraestructura como, falta de bibliotecas y antenas parabólicas. 
A pesar de esto, la ampliación de la Telesecundaria continuó durante la 
administración de Vicente Fox Quesada (2000-2006). Asimismo, se incorpora la 
obligatoriedad de la educación preescolar, aunado a la creación de la licenciatura en 
Educación Secundaria con especialidad en Telesecundaria, en 2001. 
El gobierno Foxista planteó el Plan Nacional de Desarrollo, en el que se declara 
que la educación sería la pieza primordial de progreso, el objetivo “era llevar a cabo una 
revolución educativa que permitiera el desarrollo del país y una alta calidad de vida para 
toda población” (Plan Nacional de Desarrollo, 2001:38). Con dicho ideal se dictamina el 
Programa Nacional de Educación 2001-2006 (ProNae), el cual señala que la educación 
nacional necesitaba afrontar tres desafíos: “la cobertura con equidad, calidad de los 
procesos educativos y niveles de aprendizaje, e integración y funcionamiento del 
sistema educativo” (SEP, 2001:4). 
Para ello, se hizo alusión de algunas políticas para la implementación de nuevas 
tecnologías en el proceso pedagógico, que permitieran “impulsar la producción, 
distribución y fomento del uso eficaz en el aula y en la escuela de materiales educativos 
audiovisuales e informáticos, actualizados y congruentes con el currículo” (SEP; s.f.). 
En este marco, el ProNae sería el antecedente de la ejecución de la Reforma 
Integral de Educación Secundaria 2006, que propone “transformar la práctica educativa 
a fin de mejorar las oportunidades de aprendizaje de todos los estudiantes” 
(SEP,2002:29). Específicamente en Telesecundaria se hace una revisión a los aspectos 
didácticos y operativos para el fortalecimiento de su modelo. 
Para dicho planteamiento se llevaron a cabo diversas evaluaciones que 
permitieron conocer el estado en el que la Telesecundaria se encontraba, entre ellos: el 
Programme for International Student Assesment (PISA) de la Organización para la 
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como la Evaluación Nacional del 
Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE). Después de varios análisis y 
estudios efectuados a la Telesecundaria, inicio una serie de transformaciones para 
satisfacer las necesidades de esta modalidad. Entre la que destaca: 
La modificación del modelo educativo: una de las acciones fue la Reforma de la 
32	
  
	
  
Educación Secundaria (RES) en 2006, junto con un estudio de la situación de las aulas 
en telesecundaria, servirían para redefinir el modelo educativo. Éste: 
 Orientaba sólo el desarrollo de actividades didácticas, con la elaboración 
de nuevos materiales impresos y la inclusión de recursos tecnológicos 
adicionales como el dvd, software educativo a través de Enciclomedia y, 
sobre todo, la incorporación de una nueva orientación didáctica que 
respondiera a los objetivos y enfoques planteados en la RES (SEP, 
2010:109). 
En materia del modelo pedagógico se buscaba una mayor participación y 
expresión de ideas por parte de los alumnos, al igual que fomentar la interacción entre 
ellos, para una construcción y significación de aprendizajes. Con el lema “Para nuevos 
tiempos, una nueva Telesecundaria” se pretendió abrir posibilidades para optimizar el 
aprovechamiento, promoviendo la discusión, la búsqueda y la integración a diversos 
contextos. Además se creó una nueva programación televisiva de apoyo entre los que 
destacan: los videos de consulta, los programas dirigidos a maestros y los programas 
integradores. 
 
2.3.7 Sexenio del Presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) 
En el 2006, durante el gobierno de Felipe Calderón se plantea el Plan Nacional de 
Desarrollo, en materia educativa se continúa con el impulso y utilización de las 
tecnologías de la información. Además la mejora de varios rubros: equidad, cobertura, 
eficacia y pertinencia. 
Una educación de calidad implica atender e impulsar el desarrollo de 
capacidades y habilidades individuales, en los ámbitos intelectual, afectivo, 
artístico y deportivo; al tiempo que se fomenten los valores que aseguren una 
convivencia social solidaria y se prepare al estudiante para la competitividad y 
exigencias del mundo laboral (SEP, 2011:14). 
Entre las estrategias para alcanzar una calidad educativa, concretamente en la 
modalidad Telesecundaria sobresalen: 
• Fortalecer la capacitación de los docentes en el uso de las nuevas 
tecnologías para que las poblaciones más alejadas y con menores 
recursos cuenten con la infraestructura necesaria para su 
capacitación y 
33	
  
	
  
aprendizaje. 
• Transformar el sistema de Telesecundaria en un modelo interactivo que 
incorpore el uso de nuevas
tecnologías de información. (SEP, 2011a:15) 
 También fueron implementadas algunas políticas públicas relacionadas con la 
educación que vale la pena mencionar: 1) Alianza por la Calidad de la Educación, la 
cual diseñó diverso programas para mejorar la calidad educativa, tales como la llamada 
Enciclomedia, el Programa de Escuelas de Calidad y otras acciones que pretendían 
elevar el nivel del magisterio. 2) El programa Oportunidades otorgó becas y otros 
apoyos a los estudiantes provenidos de familias con escasos recursos, para que 
pudieran ingresar al sistema escolar. 
 Atendiendo a su marco social, la Telesecundaria buscó la renovación curricular y 
pedagógica, a partir de dos políticas educativas: La Reforma de Secundaria (2006) en 
congruencia con Alianza por la Calidad de la Educación establecieron la necesidad de 
una modificación en el modelo educativo. Con el propósito de incrementar la calidad 
educativa se diseñó un plan vigente y eficiente que se adaptara a las características 
socio-culturales de los jóvenes. Dicho modelo integró el desarrollo de competencias 
para la vida, así como el uso eficaz de herramientas para el aprendizaje permanente, 
características que se desarrollarán detalladamente en el siguiente apartado. 
 
2.3.8 Inicios del Sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto (2012- 2018) 
En la administración el presidente Enrique Peña Nieto, iniciada en 2012; planteó la 
iniciativa sobre la Reforma Educativa la cual aspira a brindar una educación acorde a 
“los requerimientos que impone nuestro tiempo y que la justicia social demanda: una 
educación inclusiva que conjugue satisfactoriamente la equidad con la calidad en la 
búsqueda de una mayor igualdad de oportunidades” (Reforma Educativa, 2012:2). 
 Específicamente en la modalidad de Telesecundaria, el fortalecimiento y 
actualización permanecen, prueba de esto es la presente Reforma Educativa, de la cual 
se deriva el Acuerdo 683, donde se pronuncia el Programa para el Fortalecimiento del 
Servicio de la Educación Telesecundaria (PFT), este continua con el mejoramiento de 
los procesos pedagógicos en términos de calidad, pertinencia y equidad. Como parte de 
estas acciones también se busca mejorar la situación de las telesecundarias mediante 
34	
  
	
  
la capacitación y la evaluación constante. En este contexto, dicho programa enfatiza la 
responsabilidad que tiene con el sistema educativo de “proveer a sus docentes y 
alumnos herramientas útiles para garantizar el pleno desarrollo de sus capacidades, en 
el presente y para el futuro” (SEP, 2013a:4). 
 Adicionalmente la Dirección General de Materiales e Informática

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